Artículos de Investigación

Recepción: 18 Diciembre 2024
Aprobación: 03 Marzo 2025
DOI: https://doi.org/10.54789/am.v9i1.2
Resumen: Se analiza la feria de pescadores artesanales de Puerto Madryn (Chubut, Patagonia argentina) desde el concepto de discurso oculto como método de resistencia cotidiana y su transformación al discurso público, al expresarse allí demandas, preocupaciones y exigencias hacia las autoridades estatales. Se describe el despliegue de actividades que llevaron a la invención de nuevas tradiciones en la feria, con el objetivo de construir una identidad grupal e histórica ante la población local, y a la vez crear un nuevo mercado laboral. El fin de dichas acciones fue construir un mayor reconocimiento a la pesca artesanal, tanto desde las autoridades como la comunidad. La feria se realiza durante la Semana Santa y es impulsada por los mismos pescadores artesanales. Se utilizaron herramientas metodológicas de la historia oral (entrevistas semiestructuradas) y la historia social, observación participante en ferias, así como análisis cualitativo de la prensa local.
Palabras clave: pescadores artesanales, feria de pescadores, tradiciones, resistencias cotidianas.
Abstract: This paper uses the concept of hidden discourse as a method of daily resistance proposed by James Scott, and its transformation to public discourse, deployed in the artisanal fishermen's fair of Puerto Madryn (Chubut, Argentine Patagonia), where demands, concerns and requirements are expressed towards state authorities. At the same time, the deployment of activities that led to the invention of new traditions at the fair was analyzed, with the aim of building a group and historical identity before the local population. It was suggested that the purpose of these actions was to increase the labor market and to build greater recognition of both the authorities and the community. The fair was held during Easter Week and was promoted from the beginning by the artisanal fishermen themselves. Methodological tools of oral history (semi-structured interviews) and social history, participant observation in fairs, as well as qualitative analysis of the local press were used.
Keywords: artisanal fishermen, fishermen's fair, discourse, everyday resistances, Chubut.
Introducción
Durante las últimas décadas del siglo XX la actividad pesquera en nuestro país ha transitado un crecimiento muy importante, tanto por sus extensas costas y su riqueza en recursos, como por el desarrollo industrial pesquero. Sin embargo, como afirma Sánchez Carnero et al. (2022), dicho crecimiento no fue paralelo en la pesca artesanal, ya que en la actualidad es una actividad marginal tanto en comparación con la industria y con las pesquerías artesanales de otros países en Latinoamérica (Sánchez Carnero et al., 2022, p.16).
Los estudios provenientes de las ciencias sociales dedicados a la pesca artesanal en Argentina se pueden rastrear desde fines del siglo pasado (Ibarrola, 2023). Con respecto a la pesca continental, la tesis de maestría de Balvi (1998) aborda los procesos cooperativos en la provincia de Entre Ríos y los conflictos que allí se desatan. En relación a la pesca marítima, un antecedente clave fue el aporte de Mateo (2004) sobre la flota amarilla de Mar del Plata, y los procesos de asociación que se produjeron en el puerto. El autor planteó que Argentina es una “sociedad de espaldas al mar” debido a la falta de atención en los estudios sociales sobre las actividades económicas desarrolladas en el espacio marítimo, en comparación con el sector agrícola ganadero.
A propósito de la temática de este escrito, Kristensen (2016) en su tesis de maestría aborda la fiesta nacional de los pescadores en Mar del Plata, desde una perspectiva comunicacional, al analizar la construcción social sobre la misma. Desde el ámbito de la sociología, se encuentra el trabajo de Vuarant (2020), problematizando el concepto de discurso oculto en pescadores artesanales de la ribera del río Paraná (Entre Ríos) y relacionándolo con procesos asociativos. A su vez Favero (2021) plantea el análisis de la festividad de pescadores en Rosario, pero relacionándola con la inmigración italiana, recreando tradiciones para aportar a una homogeneización de la actividad en la ciudad.
Para entender a los sujetos que viven de la pesca artesanal, los aportes de McGoodwin (2002) fueron fundamentales. El autor realiza una descripción sobre los puntos en común que poseen los pescadores artesanales, tales como la dispersión espacial en la costa, el arraigo a la actividad, grandes conocimientos del ecosistema marino y las condiciones climáticas, además del contexto que los rodea. A su vez, se recurre a la definición que realizan Sánchez Carnero et al. (2022), sobre “unidad de pesca”, ya que formulan una enunciación minuciosa y situada acerca de las distintas modalidades de pesca artesanal que existen en la costa marítima de Argentina.
Debido al carácter federal de nuestro país, existen dificultades para realizar una definición general sobre la pesca artesanal y sus protagonistas, atendiendo a sus particularidades. En tanto, la ley provincial en Chubut de pesca artesanal, sancionada en el año 2006, considera a la pesca artesanal como la actividad:
extractiva de pequeña escala (…), en funciones de capitán o marinero, como así también de redero de costa, buzo marisquero o recolector costero, mediante el empleo de artes de pesca y embarcaciones o sin ellas, en la práctica de tareas de captura o recolección de los recursos biológicos marinos. (Ley XVII- N 86, 2006)
Se debe tener en cuenta que construir una representación universal del pescador artesanal es imposible, debido a que los delimitan contextos históricos, socioeconómicos y culturales diversos, por lo que no es posible establecer un “continuum” único, es más, dentro de la misma provincia las modalidades difieren ya que el acceso a la costa se divide en distintas zonas. En este caso, la actividad pesquera artesanal dentro de Península Valdés se divide en tres modalidades: marisquería por buceo, pesquería con red costera de cerco y recolección costera (Sánchez Carnero et al., 2022), las cuáles utilizan distintos utensilios y equipamientos para su realización. Los productos que extraen del mar son la vieira (Aequipecten tehuelchu), cholga (Aulocomya ater), almeja (Amiantis purpurata), mejillón (Mytilus edulis), pulpo (Octopus tehuelchus), pejerrey (Odontesthes hatcheri) y róbalo (Eleginops maclovinus).
La historia de la pesca artesanal en Chubut en general y en el noreste provincial en particular, posee un recorrido de varias décadas. Dicha actividad se realiza en las costas del Golfo San José, dentro del Área Natural protegida Península Valdés, desde hace aproximadamente cincuenta años. Los pescadores artesanales, en general, se vinculan con la actividad por tradición familiar o descendencia, e incluso comienzan a practicar la pesca artesanal, al tener conocidos/amigos pescadores. De esta forma, dicha actividad se vuelve una forma de vida y cultura para ellos y sus familias (Méndez, 2018).
Desde los primeros años del presente siglo, en la ciudad costera de Puerto Madryn se realiza de forma anual la feria de pescadores artesanales. En un principio se desarrollaba a lo largo de una semana y era complementaria a los días de Semana Santa, conjugando gastronomía marítima (fresco, elaborado y congelado), actos artísticos y actividades relacionadas a la pesca artesanal con la liturgia cristiana. Desde hace dos décadas, se desarrolla solo durante los tres días del ritual de la Semana Santa.
En el presente escrito, y en base a la propuesta de Scott (2004), se plantea que el discurso oculto perteneciente a los pescadores artesanales del noreste del Chubut se despliega como público en las ferias de pescadores artesanales, al expresarse en ellas demandas, inquietudes y pedidos del sector hacia el Estado provincial y nacional.
Las herramientas metodológicas utilizadas en el escrito son en principio las propuestas por la historia social, específicamente las de “History workshops”. En su planteo metodológico, dicha corriente establece un compromiso en democratizar la historia, abocándose al estudio de la vida real, la gente común y corriente y sus prácticas cotidianas (Cristiá y Tumini, 2004). Los historiadores pioneros en esta corriente fueron Raphael Samuel y Edward Thompson; dichos investigadores se preocupaban por los movimientos populares de su período, tratando de enriquecer y formular una historia y comprensión del presente desde las bases. De esta forma, esta corriente brindó atención e importancia a los trabajadores, a partir del relevamiento de sus testimonios. Se entiende que el objetivo de esta corriente no es reconstruir los sucesos tal cual sucedieron, sino interpretar lo que el testigo presenció y como lo procesó y lo manifestó.
A su vez se utilizarán las herramientas brindadas por la historia oral. Dicha metodología o práctica involucra una dimensión personal, subjetiva y afectiva, buscando registrar las representaciones que los sujetos construyen acerca del pasado (Gatica, 2010, p. 11). Así, la historia oral es una herramienta de trabajo insoslayable para el análisis del pasado reciente. Sin embargo, es importante tener recaudos epistémicos para no “romantizar” las formas de oposición o las acciones de los protagonistas.
Para el escrito se realizaron entrevistas semiestructuradas de aproximadamente dos horas a siete personas pertenecientes a la pesca artesanal y al área de turismo de la municipalidad de Puerto Madryn. Se recurrió a la técnica de bola de nieve, la cual entiende que a través de un vínculo inicial permitiría contactar posteriormente a otros que respondan a los objetivos del escrito (Alloatti, 2014).
En primera instancia es necesario historiar el surgimiento de la feria de pescadores dentro del contexto regional y nacional, y las estrategias que se desplegaron allí para perdurar a lo largo de los años. Luego, se intentará demostrar que la feria, como evento cultural, se construyó como una tradición por parte de los pescadores artesanales, con el fin de brindar entidad al evento, construir un mercado estable en una época del año y hacer visible al sector. En tercer y último lugar, se analizará cómo la inauguración de la feria de los pescadores artesanales en Puerto Madryn habilitó un espacio donde el discurso oculto de los pescadores artesanales se manifiesta y convierte en discurso público visible para los sectores dominantes.
La pesca artesanal entre dos espacios: Península Valdés y Puerto Madryn
Para abordar la pesca artesanal de Chubut, se deben tener en cuenta dos espacios geográficos: la Península Valdés, lugar donde los pescadores artesanales realizan su actividad y la ciudad de Puerto Madryn, espacio donde se elabora y comercializa el producto. (Figura 1). Se considera importante delimitar y definir dichos espacios, debido a la relevancia de los recursos estratégicos que existen allí para el desarrollo del país. En muchas ocasiones no se analiza el crecimiento de cada región de forma situada o las interacciones de las regiones entre sí (Núñez, 2018). Hay que entender que entre ambos territorios existe una movilidad recurrente.

La Península Valdés se encuentra al noreste de la provincia de Chubut (42°31′S 63°55′O), y conformada, en su gran mayoría, por un espacio rural. Los asentamientos pesqueros se encuentran en las costas del Golfo San José, el cual cubre una superficie de 814 km2. Las costas están constituidas por playas de poco declive, que se alternan con zonas de acantilados (Santa Ana, 2004, p. 17). A principios del siglo XX se hallaron los primeros registros de actividad pesquera en la costa noreste chubutense, impulsada por la inmigración italiana, y realizada con pequeños botes de madera (Elías et al., 2011). Recién a partir de los años sesenta se conformaron los asentamientos de pescadores presentes hasta el día de hoy en el golfo. Algunos pescadores eran provenientes de la costa sur de la provincia de Río Negro, situada al norte de Chubut (Cinti y Marin, 2021) y se dedicaban a la recolección costera de pulpos y mejillones. Como se mencionó anteriormente, la movilidad entre las costas del Golfo San José y las zonas urbanas como Puerto Madryn es constante, ya que muchos pescadores tienen su residencia permanente en la ciudad y se movilizan a la costa volviendo en el mismo día, a excepción de ocasiones donde existe abundante disponibilidad de recurso o el pronóstico de mareas y tiempo son propicios para mantenerse en la costa. De esta manera, los pescadores viven y desarrollan su actividad ligados a espacios geográficos específicos: su comunidad y una porción de costa y mar adyacentes (Bocco et al., 2012).
Con respecto a la ciudad de Puerto Madryn, dicha localidad es la cabecera del departamento de Biedma y, en la actualidad, la tercera ciudad más poblada de la provincia de Chubut (Kaminker, 2016, p. 227). Debido a las características de su paisaje costero y la profundidad de sus aguas, desde fines del siglo XX y, especialmente en la década de los ochenta, se fomentó a la actividad pesquera industrial en Puerto Madryn y ésta cobró importancia (Pérez Álvarez, 2022). A pesar del valor histórico de la pesca artesanal en la región, dicha actividad no tuvo un crecimiento equiparable al de la pesquería industrial, la ganadería ovina o agrícola ganadera, estas últimas practicadas en Península Valdés y en el valle del río Chubut (Kaminker, 2019, p. 5).
Con relación a la marisquería por buceo, en un principio se realizaba utilizando la modalidad de la rastra, sumamente agresiva con el ambiente que, en la década del ochenta, condujo al agotamiento del recurso. A partir de allí, en un trabajo conjunto con el sector científico, se adaptó la modalidad de recolección marisquera a partir del buceo con compresor conectado a una manguera llamada narguile, realizado por los mismos pescadores. El resto de las unidades de pesca requieren un mínimo de equipamiento, más precario y sin tanta inversión para su realización: para la recolección costera se utilizan grandes ganchos y baldes de 20 litros, y los elementos necesarios para la pesca con red de costa son una red de enmalle y un bote con dos remos. En la última, para la extracción del recurso, no es necesario alejarse a muchos metros de la orilla.
Teniendo en cuenta el contexto económico nacional con el recrudecimiento de políticas neoliberales que implementaron desde la década de 1970, el Estado argentino impuso otro patrón de planificación económica, favorable únicamente a los grandes capitales y reduciendo los modelos de promoción industrial. Fue así que a finales de siglo XX, Chubut vio mermados sus recursos y se produjo un aumento del desempleo y de la subocupación, flexibilizándose, es decir precarizándose, las relaciones laborales y empeorando las condiciones de vida de la clase trabajadora (López et al., 2007). La pesca artesanal también sufrió dicho proceso y las nuevas condiciones económicas llevaron a los pescadores artesanales a incentivar procesos y espacios asociativos, con el fin de buscar mejores condiciones laborales y de vida para ellos y sus familias (Ibarrola, 2023, p. 7). En los medios gráficos, donde mencionaban los eventos realizados por los pescadores artesanales y sus familias, se evidencia el contexto socioeconómico del período, ya que mientras los pescadores realizaban distintos eventos para enfrentar la situación económica del país, el crecimiento de la desocupación era una preocupación estatal. (Figura 2).

A principios de la década del 90’ los pescadores artesanales crearon la Asociación de Pescadores Artesanales de Puerto Madryn (APAPM), nucleando las tres ramas de pesca artesanal descriptas anteriormente. Fue la primera agrupación de pesca artesanal en Argentina en obtener personería jurídica. Acerca de la asociación y sus primeros años, un marisquero histórico y ex presidente de ella relataba:
Me parece que los años de bonanza y que más avanzó la asociación fueron del [19]95 hasta los años 2005, 2006 muchos años de trabajo, de conocimiento. Estábamos muy mal económicamente, en la crisis del 2001 le pedimos al intendente una boca de expendio para poder vender y juntar unos pesos. (J., comunicación personal, mayo de 2024
Entre las estrategias que el grupo desplegó fueron la semana de los pescadores y la posterior feria, en concordancia con el calendario de Semana Santa. Así mismo, una referente histórica de la pesca artesanal en Chubut y esposa de un pescador artesanal, mencionaba: “Al principio se realizaba por la necesidad de comercializar y por suerte resultó (…) fue para tener una salida comercial al marisco” (M., comunicación personal, mayo de 2024). Se coincide entonces con Noceti et al. (2021) al entender que la pesca artesanal se constituyó como un refugio y una estrategia de los pescadores para subsistir en contextos de crisis económica.
Tal es así que esta feria es esperada de forma especial por los pescadores, debido a que irrumpe en el año como un momento bisagra. Así, se acuerda con Guebel (2008), al considerar que la feria de los pescadores artesanales es considerada como un “aguinaldo” para sus ingresos anuales. Siguiendo esta línea, una funcionaria municipal perteneciente al área de turismo, que acompaña hace años a los pescadores en la organización de la feria, aludía: “Es un momento de venta fuerte para ellos y de darse a conocer ante la ciudad, un momento importante de visibilidad” (S., comunicación personal, septiembre de 2024). De esta manera, si bien los días de Semana Santa representan un período de trabajo intenso para ellos y sus familias, a su vez proporciona ganancias económicas importantes, generando visibilidad ante la sociedad y los turistas, además de significar un sostén económico durante los meses en los que no pescan (ya sea por no ser temporada o por falta de recursos). Es por ello que la feria se resignifica año a año, no solo como un espacio de comercialización sino también como un acontecimiento cultural, debido a que el evento combina elementos gastronómicos con eventos histórico-culturales. Con respecto a ello, M. comentaba: “En años anteriores se realizaba la semana de los pescadores donde también se hacían festivales y se homenajeaba a referentes” (comunicación personal, mayo de 2024).
Con respecto a los protagonistas del evento, en sus relatos se puede inferir que la actividad del evento involucra a toda la familia pescadora artesanal. Un ejemplo, es el relato de la esposa de un pionero en la pesca artesanal:
Se hizo la feria, mi marido vio que en una de Chile había un piletón… lo mandaron a hacer y ahí poníamos los mariscos vivos… empecé con mi suegra, empezamos a hacer empanadas con picadillo de salmón… llegué a hacer cuatro mil en una feria… después a hacer empanadas de vieira y tartitas… Trabajé hasta los 68 años en la feria Cada vez se fue haciendo más grande. (P., comunicación personal, marzo de 2023)
Se coincide con Vuarant (2021) al entender que la familia (mujer, hijos y otros familiares) intervienen de distinta manera en los encadenamientos productivos de la pesca artesanal que son de vital importancia. (Figura 3). A partir del testimonio se observa que la participación de las mujeres se aboca a la realización de productos elaborados, generando un valor agregado al recurso, que es apreciado y demandado por los consumidores “La prioridad de los mariscos lo tienen las familias pescadoras artesanales… la gente [ciudad y turismo] espera desde temprano la inauguración de la feria, y mira a donde va a comprar” (comunicación personal, septiembre de 2024). Una investigadora ligada a la Asociación de Pescadores menciona: “Siempre fue muy aceptado por la comunidad (…) en la feria se ve el trabajo de las familias, que es cuando aparece y se ve el trabajo que realizan en la casa”. (L., comunicación personal, junio de 2024).

La invención de la feria como tradición en Puerto Madryn
Los historiadores Eric Hobsbawm y Terence Ranger (2002) en su obra La invención de la tradición analizan cómo en la sociedad moderna las tradiciones, rituales, creencias y prácticas que parecen ser antiguas suelen ser recientes en su origen y, a veces, inventadas. Al abordar la feria de pescadores, se puede evidenciar que es un evento que posee poco más de veinte años (comenzó en el año 2003). Se plantea que la feria en sí y las prácticas que se realizan en ella, son tradiciones inventadas, construidas y formalmente instituidas, en este caso por los pescadores y, posteriormente, incorporada a la agenda turística del municipio. Hobsbawm a su vez establece que dichas tradiciones emergen de una forma difícil de investigar y se instauran con gran rapidez. Con relación al caso de la feria de pescadores, esta se implementó en el calendario de forma paralela al ritual católico de Semana Santa debido al alto consumo de pescado durante esos días.
La ciudad año a año incorporó gradualmente a la feria y a los pescadores artesanales como espacio y figuras clave para abastecerse de pescado, mariscos y sus derivados, transformándolo en una tradición en la comunidad:
En un principio como gancho vendíamos también merluza porque la gente no estaba acostumbrada a comer en Semana Santa mariscos… A partir del 2006 se permitió la venta de frescos (…). Los productos elaborados también deben pasar por un lugar que esté habilitado, ahora todos pasan por la planta [de procesamiento que poseen algunos siete pescadores artesanales] para que puedan vender en la feria. (Comunicación personal, mayo de 2024)
Aquí se evidencian las estrategias que articulan desde un principio los pescadores, con el propósito de que la población se acercase a comprar, incorporando de forma paulatina los productos que ellos mismos extraen y comercializan y, al mismo tiempo, cumpliendo los requisitos bromatológicos para la venta que se requerían desde el municipio.
Un elemento clave de la feria es el acto inaugural, donde un pescador referente de la asociación prepara una paella para toda la comunidad, vinculando elementos gastronómicos y culturales de la ciudad. (Figura 4).

El aspecto experimental puede ser muy importante ya que lleva al público a entrar en contacto con el lugar, las actividades y los productos que se comercializan generando una plena identificación con el evento (Kristensen, 2016, p. 23). Entonces, se concuerda con Hobsbawm en plantear que el objetivo de ciertas prácticas y rituales es inculcar determinados valores o normas de comportamiento por medio de su repetición.
Es interesante la imagen del acto inaugural (figura 4) porque contiene varios elementos: la paella y el pescador como centro de la fotografía, actividad clave de la feria, la remera del pescador con la foto de un investigador referente para ellos[1] y la bandera de la Asociación de Pescadores en el fondo. En la fotografía se puede vislumbrar la sinergia histórica entre la ciencia y la pesca artesanal, las prácticas tradicionales de la feria y la presencia de la Asociación de Pescadores como base para la organización y difusión del evento.
De esta manera se concuerda con Noceti (2018) acerca del concepto de maritimidad, el cual supone un conjunto de constructos culturales y afectivos con anclaje histórico y a la vez evolutivo, puestos en pie por aquellos colectivos que se organizan con el fin de activar una serie de relaciones, con el mar y entre sí mismos (p. 23). A partir de las acciones realizadas por los pescadores artesanales se crea una cultura e historia propia de la actividad, estrechamente vinculada a los recursos con los que trabajan y con el contexto marítimo en el que viven todos los días.
A su vez, la inauguración de la feria se construyó como espacio de enunciación, es decir, un ámbito estratégico donde se despliegan los discursos ocultos de los pescadores y los mismos se transforman en públicos, ante distintos agentes como funcionarios estatales y la comunidad.
Los discursos como acto de enunciación en la feria de pescadores artesanales
James Scott es un antropólogo y politólogo norteamericano que realizó un notable y minucioso trabajo en su obra Los dominados y el arte de la resistencia (Scott, 2004). En él analiza las resistencias en contexto de esclavitud, colonialismo y racismo, concentrándose en las resistencias campesinas del sureste asiático. Allí despliega los conceptos de discurso oculto y discurso público, como prácticas de resistencia. Plantea que el primero es un producto social y resultado de las relaciones de poder entre los subordinados y los dominadores. Las clases subalternas no suelen arriesgarse a enfrentarse abiertamente a sus opresores ya que el precio a pagar suele ser caro, y la confianza en ser capaz de articular una alternativa es escasa (Roca Martínez, 2017, p. 98).
De esta forma, el discurso oculto existe solo en la medida en que es practicado, articulado, manifestado y diseminado dentro de los espacios sociales marginados (Scott, 2004, p. 149). El discurso público, en cambio, se concibe como la descripción de las relaciones explícitas entre los subordinados y el sector dominante. Se despliega manifestando cierto respeto a los poderosos, aunque sea solo una táctica velada para el sector subalterno. El hecho de que el discurso oculto se exprese de modo abierto genera que ciertas representaciones sean leídas como actos de rebeldía. (Scott, 2004, pp. 24-26).
A lo largo de los años, la Asociación de Pescadores Artesanales de Puerto Madryn fue defendiendo la presencia de los pescadores en Península Valdés a través de solicitudes escritas ante la Secretaría de Pesca. Especialmente, se reclamaba la apertura de caminos bloqueados para el acceso a la costa por parte de los estancieros de la península, con el argumento de cuidar la seguridad de su propiedad y la limpieza de las playas. Estas acciones perjudicaron la actividad pesquera, en particular para los pescadores dedicados a la extracción del recurso con red de costa.
La tensión tuvo su punto culmine entre los años 2020 y 2021. Durante la pandemia, con el aislamiento social obligatorio puesto en práctica, un estanciero (poseedor de un importante número de hectáreas dentro del área protegida), denunció a los pescadores artesanales por abigeato y, en consecuencia, se les realizó un allanamiento a las viviendas que poseen en la costa. Así lo relataba A., buza marisquera en el golfo San José y perteneciente a una familia histórica de pescadores:
El allanamiento fue tremendo, fue generado por una denuncia, ahí te das cuenta el poder que tiene el dueño del campo. Yo estaba con mi bebe recién nacido, no tenía lógica. Revolvieron todo, fue muy feo. Muchas inconsistencias en la denuncia. Nosotros pacíficamente queremos estar ahí, y trabajar. Es parte de nuestra vida. (Comunicación personal, noviembre de 2023)
Acerca del allanamiento y la persecución a los pescadores, J. mencionaba:
Los que son los amigos del poder, mandaron... Me acuerdo cuando leí (la noticia), no entendía nada… que habían encontrado armas, ¡cualquiera! que va a cualquier puesto, seguro que va a encontrar armas… no encontraron nada…solo un par de familias que había ahí, la policía que entró de prepo (sic)…. Fue un papelón para ensuciarnos. (Comunicación personal, junio de 2023)
En el año 2021, el mismo propietario realizó movimientos de tierra en su propiedad con el fin de impedir el paso de pescadores y turistas. Dichas acciones se encuentran prohibidas debido al carácter patrimonial del territorio, además de contar con la ley nacional que habilita los pasos de servidumbre.[2] Ante ese panorama, los pescadores se organizaron en un grupo denominado Pescadores Artesanales en Lucha donde realizaron panfleteadas en el acceso a Península Valdés y comunicados de prensa a medios locales.
No todas las prácticas de resistencia cotidiana poseen un cálculo o plena conciencia, y en muchas ocasiones las motivaciones son desordenadas, fragmentarias y ambiguas. A pesar de que dichas acciones acontecieron en un período breve, se entiende que los pescadores artesanales tomaron conciencia de la necesidad de manifestar su situación de marginación y agravio por parte del sector privado en Península Valdés. Ante el discurso oculto que manifiestan acerca de que “Nos quieren sacar de la costa… lo único que han hecho en el área protegida es poner restricciones, cierres de caminos, todo es para perjudicar a la actividad” (comunicación personal, septiembre de 2024). También, la afirmación de que el primer animal en desaparecer es el pescador artesanal (Marin, 2018), los pescadores realizan acciones de manera pública visibilizando en sus discursos su posición a partir de las prácticas descriptas. Se entiende entonces que el discurso oculto aparece sin disfraz en el ámbito de las relaciones de poder, al momento en que está por acontecer una confrontación directa (Scott, 2004, p.188). Dichas prácticas de resistencia son siempre situadas, heterogéneas, cambiantes y se encuentran integradas a la vida social como parte del cotidiano, manifestándose, en este caso, en ámbitos como las redes sociales o los medios de comunicación.
A su vez, el discurso oculto surge en la medida en que no hay control por parte de los sectores dominantes, extendiéndose en espacios apartados. La inauguración de la feria generó un espacio de confianza ya que allí se encuentran los pescadores artesanales y sus familias, además de autoridades municipales, provinciales y nacionales. La creación de un lugar seguro para el discurso oculto no necesariamente requiere de la distancia con los poderosos. Esto no sucede habitualmente, de modo que es una oportunidad para expresar demandas y malestares por parte del sector.
El encargado de inaugurar la feria tradicionalmente es el presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales. Como se mencionó anteriormente, es allí donde se despliegan las demandas del sector. Un ejemplo de ello fue un reclamo expresado para el cuidado del recurso pesquero y, de este modo, garantizar la continuidad de la actividad pesquera artesanal:
Esta edición costó más que de costumbre realizarla, por distintos motivos, pero no quisimos dejar a la comunidad sin su tradicional feria de pescadores artesanales (…) Hacemos hoy un nuevo pedido para que se controle nuestro recurso natural. El recurso es de todos y nosotros buscamos sostener nuestra actividad, para que continúe de generación en generación. Buscamos apuntalar una soberanía alimentaria que asegure nuestros recursos a todos. (Saldivia, 2016)
Scott (2004) plantea que cuando los subordinados enuncian su discurso de manera abierta, es estratégico utilizar eufemismos astutos que se distinguen por ser críticos pero de manera velada e indirecta. Se postula entonces que los pescadores artesanales desarrollan una resistencia cotidiana a través de las prácticas antes mencionadas, donde se renegocian las relaciones de poder entre dicho grupo y el Estado nacional y provincial. Con respecto a ello, el entonces presidente de la Asociación manifestó en un medio local, a propósito de la feria:
Para ellos [el estado provincial] seguimos invisibilizados. No sé si es la política que quieran llevar adelante pero los pescadores de Madryn la sentimos cada vez más lejos (…). Les interesa más trabajar con pesca industrial, que no está mal, pero también tienen que poner personas a trabajar con lo que es pesca artesanal. (Redacción, 2022)
De la misma manera, otro pescador artesanal afirmaba: “se necesitan personas idóneas que administren la pesca artesanal. Porque no tienen ni idea de la pesquería de la pesca artesanal” (L., comunicación personal, agosto de 2024). Aquí se ve manifestado el malestar ante la falta de apoyo gubernamental y la situación de subalternidad que poseen en el espacio en Península Valdés, debido a que, según los dichos de los pescadores, hay un gran desconocimiento sobre las dinámicas y particularidades de la pesca artesanal por parte de los funcionarios. A través del discurso oculto se exige que desde el Estado provincial se involucren efectivamente con la actividad, con funcionarios idóneos que entiendan la pesca artesanal y den respuestas a las problemáticas que plantean. Es por ello que, continuando con el planteo de Scott (2004), se pueden evidenciar conductas fuera de escena, es decir, sin observación directa del poder, las cuales serían manifestaciones de oposición o descontento hacia el sistema de dominación. La feria es un espacio ideal para reafirmar, sostener y construir discursos en común y para plantear acciones colectivas (Vuarant, 2020, p. 103).
En el discurso de J., se concibe una postura crítica acerca de las medidas aplicadas por el último gobierno nacional, con relación al recorte del sector público, en especial a instituciones que trabajan en conjunto con la pesca artesanal:
El estado de los recursos es importantísimo que sean siempre monitoreados por científicos y especialistas. Si bien el pescador artesanal se diferencia del industrial y tiene siempre una mirada precautoria, consideramos muy relevante la tarea de los investigadores que monitorean los recursos y nos dan su opinión técnica… Nosotros resaltamos el trabajo que lleva a cabo el Cenpat-CONICET y nos preocupa mucho los peligros que estas instituciones que corren hoy día, y pretender un recorte o achique es producto de la ignorancia del Gobierno nacional que desconoce la enorme labor que se realiza desde estos organismos. (Redacción, 2024)
Es interesante ver cómo desde la Asociación toman posición política ante la situación nacional, en el contexto de la feria de pescadores artesanales. Las reivindicaciones y demandas se realizan dentro de un espacio confiable pero al mismo tiempo visible, por ende, sus discursos parecen tener un claro rasgo de estrategia y conciencia.
A pesar de ser un elemento tradicional en el calendario cultural de la ciudad, existen distintas perspectivas acerca de cómo se encuentra la feria en la actualidad. Un pescador artesanal que aprendió el oficio de su familia, especialmente de su padre, relataba:
La feria ya no la organizan los pescadores, si no el municipio. Ahora nos estamos organizando para pelear esto (…) no había lugar para el pescador, habían food trucks de otros productos. Antes si no eras socio de la Asociación no participabas de la feria. Últimamente está manejada por la municipalidad. (F., comunicación personal, octubre de 2024)
La queja puede entenderse como un tipo de disidencia apenas velada y una estrategia particularmente útil para los grupos subordinados. Se mantiene, como una alternativa prudente, justo en el límite de la insubordinación (Scott, 2004, p. 187). En el testimonio se puede ver que la queja se convirtió en organización para dar respuesta al malestar del grupo. Dichas acciones concuerdan con los dichos de la funcionaria municipal de Turismo: “Fue creciendo la feria, si bien tienen exclusividad las familias de pescadores artesanales en la venta de productos de mar, hay otros espacios que también querían tener su espacio para vender sus productos gastronómicos” (comunicación personal, octubre de 2024).
Siguiendo el lineamiento de Scott (2004), es de suponer que los grupos dominantes aprendan el arte de actuar con autoridad y seguridad en sí mismos durante el proceso de socialización ya que la funcionaria, si bien acuerda en mantener la exclusividad de los pescadores en la feria, también suma otras ramas gastronómicas en el mismo espacio, generando mayor competencia en la venta. Aquí se puede ver que la decisión de quiénes participan en el evento y quiénes no, es decisión del municipio, generando malestar en algunos pescadores artesanales. De esta forma, la feria es un espacio donde las relaciones de poder se reformulan dinámicamente, influenciadas por las coyunturas municipales, provinciales y/o nacionales. Sin embargo, al ser un espacio creado como forma de tradición por el mismo sector pesquero artesanal, también es un ámbito donde ellos tienen su momento para gestionar reclamos y hacer visibles sus situaciones como sector productivo hacia distintos sectores de la comunidad, tanto estatales como privadas.
Algunas consideraciones finales
En el escrito se describió la creación de la feria de pescadores artesanales, analizando cómo se instauró cual tradición en la comunidad madrynense a partir del consumo de mariscos, en concordancia con el ritual católico de Semana Santa. Se pudo comprobar que el objetivo fue instaurar un mercado directo y sin intermediarios para los productos que se extraían del mar, siendo su resultado exitoso, entendiendo que el contexto inicial estuvo inmerso en una crisis socioeconómica, tanto regional como nacional.
A su vez, dentro la feria de pescadores artesanales, específicamente durante el acto inaugural, se instituye un espacio de demandas, reconocimiento y posicionamientos del sector, convirtiendo el discurso oculto de malestar, marginación y subalternidad, en un reclamo público y visible. Otro ejemplo de ello fue la creación del grupo Pescadores Artesanales en Lucha que, a pesar de ser fugaz y heterogéneo, logró expresar la situación de la pesca artesanal dentro de Península Valdés y los conflictos que se desatan allí. Se distingue entonces, la capacidad del sector en plantear distintos reclamos ante las clases dominantes, evidenciando los intentos de ellos por hacer visible la actividad ante la sociedad y el Estado. Se entiende que el discurso oculto nunca se encontrará disponible en su totalidad para la clase dominante.
Se destaca la importancia de la participación familiar en la feria, en especial de las mujeres (esposas, hijas y sobrinas) tanto en la elaboración de comidas como en la venta de productos durante el evento. A partir de sus propios testimonios, se visibilizó que la producción gastronómica se encontraba a cargo de las mujeres, combinando dicha actividad con otras tareas dentro del espacio doméstico. Es necesario entonces, dar relevancia a la mujer dentro de la pesca artesanal como un actor clave en el proceso productivo. Si bien en muchas ocasiones no se encuentran en la etapa de extracción, son sujetos indispensables para dar valor agregado a la materia prima. Ellas presentan un proceso de doble subalternidad, tanto en relación con su actividad como a su condición de género. De esta manera, desde las ciencias sociales es imperante valorar y transformar su figura y su accionar.
Sería propicio realizar un estudio económico y de mercado sobre la feria para poder comprender el valor nominal que significa en los pescadores la realización del evento. A su vez, se considera importante abordar el circuito de producción de los recursos que los pescadores extraen, elaboran y comercializan. Desde la antropología pesquera o culinaria se podría realizar un análisis interesante sobre ello.
De esta manera, en el artículo se analizó de manera histórica y social la feria de pescadores artesanales de Puerto Madryn, rescatando el valor cultural del evento y valorizando la pesca artesanal de la región. A partir de diferentes fuentes y testimonios, se constató las distintas estrategias de los pescadores artesanales y sus familias para que la actividad perdure a pesar de las adversidades, poniendo en evidencia la capacidad de agencia que los protagonistas construyen desde hace décadas en el noreste de Chubut.
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Notas
Notas de autor
Información adicional
Cómo citar este artículo: Ibarrola, P. (junio de 2025 – diciembre de 2025). La Feria de pescadores artesanales en Puerto Madryn (Chubut, Argentina): Entre tradiciones, discursos y estrategias de resistencia. Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 9(1), 11-41. https://doi.org/10.54789/am.v9i1.2
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redalyc-journal-id: 7239
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