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Recepción: 09 Mayo 2018
Aprobación: 22 Mayo 2018
Resumen: Durante el año 2017, en el marco de un convenio entre la Di-rección General de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (DGEyC-CABA) y la Maestría en Demografía Social de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), un equipo interdisciplinario de ambas instituciones trabajó en el diseño de la Prueba Piloto (PP) de la primera Encuesta Biográfica Retrospectiva de la Ciudad de Buenos Aires (EDER-CABA). El proyecto se inspiró en las dos encuestas mexicanas previas, las Encuestas Demográficas Retrospectivas (EDER) de 1998 y 2011. En este artículo se presentan los aspectos conceptuales y metodológicos de la implementación de la Prueba Piloto de la EDER-CABA sobre la base de la experiencia mexicana. Se analizan los antecedentes internacionales de este tipo de abordaje. Asimismo, se comparan las características conceptuales, temáticas, metodológicas y operativas de las EDER-México y la PP-EDER-CABA.
Palabras clave: Encuestas biográficas, Datos longitudinales, Comparaciones internacionales, México, Ciudad de Buenos Aires.
Abstract: In 2017, within an agreement between the DGEyC of the CABA and the Master in Social Demography of the UNLu, an interdisciplinary group of researchers of both institutions worked on the design of the Pilot Test of the first Retrospective Biographical Survey of Buenos Aires City. The project was inspired by the two previous mexican surveys, the Retrospective Demographic Surveys (EDER) of 1998 and 2011. This article presents the conceptual and methodological aspects for the implementation of the EDER-CABA Pilot Test, based on the mexican experience. The international antecedents of this type of approach are analyzed. Likewise, the conceptual, thematic, methodological and operative characteristics of the EDER-Mexico and the PP-EDER-CABA are compared.
Keywords: Biographical Surveys, Longitudinal data, International comparisons, Mexico, Buenos Aires City.
Introducción
Durante el año 2017, en el marco de un convenio entre la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Maestría en Demografía Social de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), un equipo interdisciplinario de ambas instituciones trabajó en el diseño de la Prueba Piloto de la primera Encuesta Biográfica Retrospectiva de la Ciudad de Buenos Aires. El proyecto reconoció en todo momento la inspiración de las dos experiencias que habían tenido lugar en México hasta ese momento, las Encuestas Demográficas Retrospectivas (EDER) de 1998 y 2011. El intercambio académico y operativo con El Colegio de México (COLMEX) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) hizo posible incorporar al análisis una nueva onda llevada adelante en México en 2017.
En este artículo se presentan los aspectos conceptuales y metodológicos de la implementación de la Prueba Piloto (PP) de la EDER-CABA basada en la experiencia mexicana. Se analizan, a continuación, los antecedentes internacionales de este tipo de abordaje. Asimismo, se comparan las características conceptuales, temáticas, metodológicas y operativas de las EDER-México y la PP-EDER-CABA.
Las encuestas biográficas. Antecedentes internacionales
Las encuestas biográficas constituyen una importante herramienta para el análisis longitudinal de las historias de vida familiar, educativa, ocupacional, migratoria y de nupcialidad y fecundidad de mujeres y varones pertenecientes a diferentes cohortes. Estas encuestas permiten recolectar información sobre la naturaleza temporal de los procesos demográficos que experimenta la población, así como observar las interrelaciones que los mismos fenómenos demográficos guardan entre sí y con los diferentes contextos socio-históricos, teniendo en consideración la inercia demográfica, es decir que el efecto de algunos factores puede reflejarse con cierto retraso en la estructura y la dinámica de una población.
El estudio de las trayectorias de vida de diferentes generaciones posibilita la observación de los cambios de los fenómenos demográficos y cómo varían sus características a lo largo de la vida de las poblaciones estudiadas y entre las mismas. De este modo, se podrán relacionar, durante un largo período de tiempo, sus comportamientos y estrategias respecto de las dimensiones mencionadas según los contextos sociales y económicos. Su principal aporte se basa en la posibilidad de realizar análisis de cohortes reales a partir de datos relevados en una encuesta retrospectiva por muestreo. Usualmente se utilizan datos transversales para hacer análisis de cohortes ficticias, es decir, se considera a la población según distintos grupos de edad de un relevamiento puntual, como si fuera una generación. Los análisis transversales omiten las circunstancias históricas que determinan los fenómenos sociales y que influyen en la estructura y en los cambios demográficos de las diferentes cohortes. En este sentido, las encuestas biográficas permiten relevar los fenómenos seleccionados en el estudio desde el nacimiento de las personas hasta el momento en que se levantan los datos. Es decir, se registran entre otras, las trayectorias de migración, fecundidad, uniones, corresidencia, laborales y educativas de las personas sobrevivientes de cada una de las cohortes.
La primera encuesta biográfica en Francia, realizada en 1981, fue la encuesta triple biografía (Encuesta 3B) de Daniel Courgeau del Institut National d’Études Démographiques (INED), donde se observaron a la vez trayectorias laborales, residenciales y familiares puestas en relación con su contexto económico, demográfico y social. A partir de esa experiencia, se formalizó el método de análisis demográfico de las biografías (Courgeau y Lelièvre, 1989). Sobre la base del modelo de Courgeau, se realizaron en México tres Encuestas Demográficas Retrospectivas: las EDER de 1998, 2011 y 2017.
Las encuestas biográficas en México: inspiración para la Ciudad de Buenos Aires
México es el único país de América Latina que ha realizado este tipo de encuestas a nivel nacional: biográficas, retrospectivas y representativas de la población por sexo y generaciones. Pero entre cada EDER hubo variaciones en la población seleccionada, en el tamaño y origen de las muestras y en la representatividad urbana y rural.1
La primera EDER de 1998 es representativa de tres grupos de generaciones (nacidas en 1936-38, 1951-53 y 1966-68) de varones y mujeres a nivel nacional, urbano y rural y proporciona el modelo que siguieron las tres encuestas. Fue la primera encuesta que permitió observar las biografías desde el nacimiento de un informante seleccionado, proporcionando directamente datos biográficos sobre varios aspectos de las historias de vida (trayectorias residencial, escolar, profesional, matrimonial, reproductiva, anticonceptiva, familiar). Además, por primera vez en México, se captaron datos para los varones y las mujeres de manera exactamente igual, incluyendo, por ejemplo, las trayectorias completas de fecundidad y de anticoncepción de los hombres. La segunda EDER de 2011 representó también a tres generaciones (dos son las mismas que en 1998: 1951-53 y 1966-68; otro grupo es más joven: 1978-80) residentes de las principales metrópolis del país.
Los datos de estas dos encuestas fueron ampliamente estudiados con métodos estadísticos y demográficos de análisis de las biografías, ofreciendo observaciones longitudinales de los cambios demográficos y sociales de la segunda parte del siglo XX en México (Coubès, Zavala y Zenteno, 2005; Coubès, Solís y Zavala, 2016).
La tercera EDER, recién levantada en 2017, consideró una muestra seleccionada de la población nacional de 20 a 54 años, o sea cohortes nacidas entre 1962 y 1997, representativas según el sexo de la población urbana y rural. El cuestionario incorporó aportaciones para la medición del trabajo doméstico y de cuidado, trayectorias y tipos de discapacidad, migraciones y trabajos temporales así como la edad a la primera relación sexual.
Entre cada una de las EDER hubo variaciones en el origen y tamaño de las muestras. La muestra de 1998 fue realizada a partir de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) efectuada un año antes, 1997. Las historias de vida se recogieron a finales de 1998 a partir de una muestra representativa de 3.200 hombres y mujeres (50% y 50%) residentes en todo el territorio nacional, en zonas urbanas y rurales. La EDER de 2011, como módulo de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), se levantó en 32 zonas metropolitanas a nivel nacional. Finalmente, la EDER de 2017 es un módulo de la Encuesta Nacional de Hogares (ENH) de los dos últimos trimestres de 2017. Consecutivamente, las EDER de 2011 y de 2017 se han basado en la experiencia metodológica del primer levantamiento, que se completó al relacionar las biografías individuales con la situación de la familia de origen durante la infancia de los informantes para construir un índice de origen social (IOS). De allí que se puedan conectar las biografías individuales y los cursos de vida con la desigualdad social (Coubès, Solís y Zavala, 2016).
La producción de las encuestas es fruto de la colaboración entre instituciones académicas y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); sin embargo, el tipo de participación de cada actor ha evolucionado entre las tres investigaciones.2
La Encuesta Demográfica Retrospectiva de la Ciudad de Buenos Aires (EDER-CABA)
La experiencia mexicana en el levantamiento de las dos primeras EDER en los años 1998 y 2011 estimuló la preparación de una encuesta similar para la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina. La DGEyC de la Ciudad de Buenos Aires y la Maestría en Demografía Social de la UNLu diseñaron e implementaron la Prueba Piloto de la primera Encuesta Demográfica Retrospectiva de la Ciudad de Buenos Aires (EDER-CABA) en agosto de 2017. Paralelamente, también ese año, México se encontraba en pleno relevamiento de su tercera EDER, situación que facilitó la observación participante de profesionales de la DGEyC en la capacitación de los encuestadores del INEGI y el intercambio sobre aspectos conceptuales y metodológicos entre los profesionales del COLMEX y de la UNLu.
El desarrollo de la EDER-CABA se elaboró siguiendo los lineamientos conceptuales y metodológicos de los antecedentes mexicanos; su objetivo es recolectar información sobre la naturaleza temporal de los procesos sociodemográficos que ha experimentado la población de la Ciudad durante la segunda mitad del siglo XX y el inicio del siglo XXI, así como sobre las interrelaciones que los distintos fenómenos demográficos guardan entre sí en las trayectorias de vida de los individuos. En este sentido, se construyó un marco conceptual anclado en los efectos de los modelos de acumulación de la Argentina que atravesaron la vida, y específicamente la juventud, de la población de tres cohortes de nacimiento. Asimismo, para la dimensión demográfica, se partió del modelo de la segunda transición que la Ciudad de Buenos Aires se encuentra atravesando y cuyos inicios se pretende observar según diferenciales socioeconómicos.
La población estudiada
La población objetivo de las encuestas biográficas se selecciona teniendo en cuenta la cohorte de nacimiento, que implica que dichas poblaciones compartan contextos históricos específicos en los distintos momentos del curso de la vida. El diseño de la muestra busca la representatividad de dos estratos de la población: cohorte y sexo. Las variables de cohorte y sexo son dimensiones fijadas por la condición de nacimiento de los individuos.
El universo de selección de la muestra se compone de la población entrevistada en forma efectiva en otras encuestas a hogares, perteneciente a las cohortes previamente definidas a partir de criterios demográficos e históricos. Por razones metodológicas (capacidad de memorizar eventos pasados e ingreso a la vida adulta), no es conveniente que las personas informantes superen los 70 años ni que tengan menos de 30 años al momento de la encuesta.3
Fundamentos para la selección de la población estudiada en México
En México, son tres las encuestas biográficas longitudinales a nivel nacional (1998, 2011 y 2017). En un inicio, tal como se indica en la introducción del libro que presenta los resultados de la EDER-2011 (Coubès, Solís y Zavala, 2016): “Más de una década después de la primera Encuesta Demográfica Retrospectiva en México (EDER-1998), nos pareció que era necesario observar las transformaciones socio-demográficas recientes, a través de las huellas que imprimen en las trayectorias de vida de los mexicanos y mexicanas”, o sea, como lo señala Harley Browning en su prólogo del libro de resultados de la EDER-1998: “(re-) tomar el pulso de la población” mexicana (Coubès, Zavala y Zenteno, 2005).
La realización del segundo levantamiento de la EDER en 2011 tuvo como objetivo estudiar los cambios socio-demográficos recientes, en este principio de siglo XXI, poniendo en el centro de la reflexión la transformación de la familia y la desigualdad social, ambas analizadas a través de los cursos de vida de tres grupos de generaciones. Para lograr este objetivo, se decidió profundizar el conocimiento de los procesos socio-demográficos de las mismas generaciones entrevistadas en la EDER-1998 (cohortes 1951-1953, 1966-1968) y observar los cambios de una generación más joven, cuya transición a la vida adulta ocurrió durante las dos últimas décadas (cohorte 1978-1980) (Coubès, Solís y Zavala, 2016, pp. 11-12). La transición de la fecundidad, los cambios en los patrones matrimoniales, la prolongación de la escolaridad, el ingreso de las mujeres al mercado de trabajo, el éxodo rural y las migraciones hacia los Estado Unidos, en un contexto de fuertes desigualdades sociales y de género, se pudieron observar con detalle en esas dos encuestas cuyos resultados se publicaron en dos libros colectivos (Coubès, Zavala y Zenteno, 2005; Coubès, Solís y Zavala, 2016).
La EDER de 2017 es la tercera encuesta biográfica longitudinal en México. Como módulo, parte de la Encuesta Nacional de Hogares (ENH), la muestra mucho más grande permite observar a todas las generaciones nacidas de 1962 a 1997 y amplía de manera significativa el análisis de las trayectorias de vida de una parte importante de la población mexicana. Además de observar los cambios más recientes de la situación demográfica en México y las últimas etapas de las transiciones familiares y reproductivas, la encuesta de 2017 permitirá entender cómo los cambios económicos y sociales modifican los cursos de vida de los individuos, las relaciones de género y la convivencia entre las generaciones. También proporcionará insumos para las políticas públicas federales –tales como los Programas Nacionales de Población (PNP) y la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA)–, para los programas de desarrollo social a nivel local y para las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al proponer el INEGI una periodicidad quinquenal de la EDER, o sea el levantamiento de manera regular de esta información retrospectiva, se formará un acervo de datos longitudinales biográficos que permitan seguir los cambios socio-demográficos en México desde la década de 1930.
Fundamentos para la selección de la población en la PP de la EDER-CABA
En este caso la selección de las cohortes se fundamenta, por un lado, en los cambios en la dinámica y en la estructura demográfica de la Ciudad y, por otro, en los diferentes contextos histórico-políticos nacionales en los que ellas transitaron sus años de vida adulta.
En este caso la selección de las cohortes se fundamenta, por un lado, en los cambios en la dinámica y en la estructura demográfica de la Ciudad y, por otro, en los diferentes contextos histórico-políticos nacionales en los que ellas transitaron sus años de vida adulta.
Nacidas entre 1948-52, que desarrollan su vida adulta desde fines de los sesenta y que tuvieron entre 65 y 69 años en 2017.
Nacidas entre 1968-72, que desarrollan su vida adulta desde fines de los ochenta y que tuvieron entre 45 y 49 años en 2017.
Nacidas entre 1978-82, que desarrollan su vida adulta desde fines de los noventa y que tuvieron entre 35 y 39 años en 2017.
Para la cohorte más joven, se tuvo en cuenta que fuera mayor de 30 años, para tener un curso de vida que proporcione suficiente información y en el que las probabilidades individuales de haber iniciado el ciclo de vida familiar (primera unión y primer hijo) fueran altas.
Contextos demográficos y económicos
México, 1960-2010
En México, los años 1930 marcan el inicio de la transición demográfica, con una reducción sustancial en las tasas de mortalidad. De una tasa de mortalidad de 22,8 defunciones cada mil habitantes en 1940 se pasó a una tasa de 10,2 en 1970. Sin embargo, para ese año la tasa de natalidad continuaba elevada, con alrededor de 43,7 por cada mil habitantes, lo cual daba como resultado elevadas tasas de crecimiento natural de la población: del 3,5% en 1960 y del 3,4% en 1970 (Laos, 2004).
Fue en la década de los setenta cuando se empezó a reducir la fecundidad; esta disminución se vio favorecida por la puesta en marcha de las políticas de planificación familiar, lo cual dio inicio a la transición de la fecundidad mexicana. Durante las siguientes décadas, la tasa global de fecundidad se redujo de forma acelerada, pasando de 6,77 en 1970 a 3,64 en 1988 y a 2,41 hijos por mujer en 2000, lo cual se acerca a niveles de reemplazo (Laos, 2004).
En la primera década del siglo XXI, la tasa de fecundidad continuó disminuyendo de forma marginal hasta llegar a niveles de reemplazo de 2,21 en 2014 (CONAPO, 2014). Por otro lado, la esperanza de vida pasó de 61 años en 1970 a 75,2 años en 2016; sin embargo, es importante mencionar que la ganancia en años de vida entre 2000 y 2016 fue de tan solo 1,2 años en promedio.
En este mismo período, entre 1960 y 2000, México experimentó transformaciones económicas que tuvieron impactos significativos en los mercados de trabajo. Entre 1940 y 1970, la economía nacional registró tasas de crecimiento sostenido (6,2% en promedio) como resultado de la implementación de un modelo económico de sustitución de importaciones. La generación de empleos formales se expandió, aunque la participación informal aún seguía siendo importante.
Las coyunturas económicas sufridas en las décadas de los ochenta y los noventa, el cambio en el paradigma económico de sustitución de importaciones por el de una mayor apertura comercial y la transformación de la dinámica demográfica modificaron los mercados laborales en México, dando como resultado un mayor desequilibrio entre la oferta y la demanda de trabajos formales y acentuando así la economía informal (Laos, 2004).
A finales de los noventa y en la primera década del siglo XXI, México fortaleció su modelo de apertura comercial, impulsado por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y políticas económicas orientadas a disminuir la participación estatal. Durante esta década, el crecimiento económico fue muy reducido (2% anual en promedio), llegando incluso a ser nulo en 2008 y negativo en 2009, como consecuencia de la crisis financiera de 2008.
Ciudad de Buenos Aires, 1945-2015
La Ciudad de Buenos Aires completó su primera transición demográfica hace ya varias décadas, habiéndose observado desde mediados de los años sesenta muy bajas tasas de natalidad y mortalidad.
El modelo teórico de la transición demográfica, que explica el pasaje de una alta a una baja natalidad y mortalidad, asume características diferentes en función de la población estudiada (Tapinos, 1985). En la Ciudad de Buenos Aires, podría identificarse la primera etapa pre-transicional (caracterizada por alta mortalidad, alta natalidad y bajo crecimiento vegetativo) entre los años 1860 y 1889. La etapa transicional, marcada por el aumento del crecimiento vegetativo por efecto de la caída de la mortalidad y altos niveles de natalidad que posteriormente descienden, provocando un descenso en el crecimiento vegetativo, se identifica entre los años 1890 y 1959. Finalmente, la compleción de la transición, con bajos niveles de mortalidad, natalidad y, en consecuencia, menor potencial de crecimiento, es ubicada temporalmente por Mazzeo y Carpinetti (2013) a partir de la década del sesenta.

En este sentido, no es operativamente posible estudiar las biografías de las cohortes que la han transitado, ya que por su edad en 2017 corresponde a población no sobreviviente o muy longeva como para ser entrevistada.
Desde 1970 hasta la actualidad, se observan niveles de crecimiento vegetativo sostenidamente bajos, un aumento continuo de la esperanza de vida al nacer y niveles de fecundidad de alrededor de dos hijos por mujer; la estructura envejecida de la Ciudad es el resultado de esta dinámica, como se puede observar en los Gráficos 2,3,4 y 5.
Acompañando la relativa estabilidad en el crecimiento vegetativo y el cada vez más pronunciado proceso de envejecimiento, se manifiestan comportamientos socioculturales que van más allá de lo contemplado en el modelo clásico de la transición demográfica. La llamada segunda transición demográfica atañe a las modificaciones ocurridas en los patrones de formación de las familias y la nupcialidad: el aumento de la edad al casarse (soltería prolongada) y el aumento de las disoluciones matrimoniales debido a la menor estabilidad de las parejas, seguido luego del incremento en las uniones consensuales y de la procreación extramarital (Chackiel, 2004). Asimismo, Quilodrán (2008) menciona la posibilidad de ingresar en nuevas uniones y, en consecuencia, la existencia de una mayor heterogeneidad en los arreglos conyugales. Otro factor resaltado por la autora resulta ser la dilación en la emancipación, que distingue el pasaje de la juventud a la adultez. Por su parte, también pone de manifiesto, para las mujeres, un rol diferente del tradicional que difícilmente se retrotraiga y que se encuentra aparejado al mayor acceso a la educación, a los créditos educativos y a la inserción en el mercado laboral.
En la Ciudad de Buenos Aires, varios indicadores evidencian cambios en los comportamientos que conlleva la segunda transición. Respecto del calendario en el ingreso a la maternidad, en 2016 la edad promedio de las primerizas era de 29 años mientras que la edad promedio del total de las mujeres que tuvieron hijos ese año fue de 31 años (DGEyC, 2017a). El incremento de la edad de entrada al primer matrimonio se expresó en el aumento de casi cinco años entre 1999 y 2016 tanto para los varones como para las mujeres. Por otra parte, si durante los ochenta las parejas unidas de hecho representaban menos del 10% de las uniones, en la actualidad representan cerca del 40% (DGEyC, 2015). Los datos más recientes, provenientes de la Encuesta Anual de Hogares (EAH) de 2016, muestran que la tasa de actividad femenina alcanza al 60% y la de ocupación al 50% de las mujeres. Respecto de la actual estructura de los hogares, se observa un claro predominio femenino en los hogares unipersonales (por encima del 60%) y en los nucleares con núcleo incompleto (por encima del 85%). Los factores socio-demográficos intervinientes son diferentes: en el caso de los unipersonales, la longevidad diferencial de las mujeres respecto de los varones, y en el caso de los nucleares incompletos, el aumento de la disolución de las uniones y la posibilidad material de las mujeres de hacerse cargo de los hogares –aunque es sabido que con algunas dificultades– por su mayor inserción en el mercado de trabajo, aspecto que se observa acompañado por el alto perfil educativo de las mujeres (promedio de 13 años de estudio para las de mujeres de 25 años y más) (DGEyC, 2015).
Las generaciones seleccionadas en la Ciudad de Buenos Aires transitaron, a diferentes edades, períodos cambiantes del desarrollo económico, político y social de la Argentina en un lapso de tiempo comprendido entre 1948 y la actualidad.
Entre 1945 y 1955 se desarrolló un período signado por una expansión económica con consolidación de la industria, por una política de sustitución de importaciones de bienes de consumo no durables y el inicio del desarrollo de industrias de insumos metalúrgicos y químicos, en un contexto de términos de intercambio favorables. El mejoramiento de la calidad de vida de la población se dio a través del aumento del empleo protegido de los asalariados y de las remuneraciones –con medidas como la instauración del aguinaldo, las vacaciones pagas y un acceso mayor a la salud y la previsión social– y de la ampliación de la oferta de educación secundaria, en especial la técnica. Este conjunto de políticas públicas confluyó en procesos de movilidad social ascendente y de fuerte redistribución del ingreso. Para los trabajadores no asalariados o informales y para los sectores más empobrecidos, se mantuvo una lógica asistencial. Beccaria (2007) estima que, en esta etapa, entre un 6 y un 8% de los hogares del GBA se ubicaría debajo de la línea de pobreza y que, en el conjunto de la Argentina urbana, esa cifra sería de entre el 9 y el 12% o entre el 12 y el 16%, si se incluye a los hogares rurales, aunque señala que la persistencia de dificultades para acceder a la vivienda debió significar una pobreza “estructural” más elevada, en especial en el Gran Buenos Aires por las migraciones.
Entre 1955 y 1983 las políticas económicas de gobiernos civiles y militares se caracterizaron por marchas y contramarchas. Hasta 1966 la economía siguió creciendo impulsada por el desarrollo industrial y por algunas políticas de estímulo a la inversión extranjera. Los ciclos de crecimiento y crisis se acompañaron con alta inflación y bajo desempeño de la exportación agropecuaria, con una fuerte recesión en 1962. No obstante las fluctuaciones, el decenio 1963-73 se caracterizó como de un crecimiento económico muy alto.
El fracaso del Pacto Social entre 1973 y 1974 renovó la puja distributiva en un marco negativo de las condiciones económicas mundiales. Estalló la hiperinflación en 1975 y se produjo un cambio radical del modelo económico a partir del golpe del ’76, con gran aumento de la deuda externa y de la especulación financiera y destrucción del aparato industrial, con la consecuente profundización de la desigualdad social. Desde mediados de los setenta, se produjo un fuerte estancamiento e inflación, con un prolongado y persistente deterioro distributivo.
Toda la década del ochenta estuvo signada por una economía estancada, con grandes fluctuaciones en la producción y el empleo, con caída del PBI y fuerte deterioro de la distribución del ingreso. No obstante la difícil situación económica, mejoró la oferta de viviendas, la infraestructura sanitaria y aumentó la matrícula escolar.
En el período entre 1989 y 1999 se adoptó un nuevo programa neoliberal con reforma del aparato estatal, transferencia de servicios a las provincias, privatizaciones de las empresas públicas y apertura del mercado de bienes y servicios, cuyo éxito más visible –luego de las hiperinflaciones de 1989 y 1990– fue el control de la inflación a través de la convertibilidad. Estas políticas condujeron a una ampliación de la brecha social, de la desocupación y de la precariedad. Si bien entre 1995 y 1998 hubo un período de crecimiento económico con aumento del empleo y baja de la desocupación, la incapacidad para generar un crecimiento sustentable generó una fuerte recesión económica a partir de 1998, con caída de las remuneraciones y del empleo. En 2001-2002 se devaluó la moneda, se cortaron los créditos, y se quebró la cadena de pagos. Se produjo una profunda caída del PBI, con fuerte redistribución del ingreso en beneficio de los exportadores en una de las crisis más fuertes del país.
La aplicación de políticas coherentes con la reestructuración económica internacional y el consecuente y persistente proceso de deterioro distributivo, con las oscilaciones indicadas, que se fueron manifestando desde mediados de la década de 1970 confluyeron en que la pobreza del GBA pasara de un 4,5% a más de la mitad de los hogares en 2002.
A partir de 2003 se implementó una política anticíclica, se renegoció la deuda y comenzó la recuperación de la economía, en un contexto internacional favorable. El Estado recuperó parte de sus funciones a partir del manejo de las retenciones a las exportaciones primarias, lo cual permitió alcanzar superávit fiscal. Entre 2002 y 2006, el PBI creció un 38% y la industria lideró la recuperación económica; aumentaron las remuneraciones reales y los ingresos promedio para los sectores de más baja calificación. Todas estas políticas implementadas sirvieron para la recuperación y el crecimiento económico y social y para una fuerte reducción de los niveles de pobreza, aunque no alcanzaron para producir cambios estructurales.
Desde fines de 2015 se inició un nuevo ciclo de fuerte endeudamiento externo caracterizado, en un contexto internacional desfavorable, por una política económica de desindustrialización y apertura importadora, fuerte reducción de las retenciones a las exportaciones de los productos agrícola-ganaderos y de la minería, con tasas altas de interés, devaluación de la moneda nacional y ajuste fiscal. Durante el año 2016, la devaluación aceleró la inflación, que alcanzó alrededor del 40%, aumentando con ello los niveles de pobreza. Asimismo, la desocupación fue en aumento debido a la fuerte presión de la inflación, los precios de la energía y la competencia de productos extranjeros en algunas de las ramas de actividad.




Metodología de relevamiento y de selección de la población objetivo: decisiones metodológicas y operativas
La EDER mexicana de 2017 seleccionó una muestra de viviendas a nivel nacional con personas de entre 20 y 54 años. En las viviendas se entrevistó a un informante seleccionado de manera aleatoria –después de pasar el cuestionario básico de la ENH– que estuviera en ese rango de edad. Se comprobó que su año de nacimiento fuera entre 1962 y 1997. Al ser la EDER 2017 un módulo de la ENH, se puede contar con la información sociodemográfica de los hogares que previamente llenaron el Cuestionario básico.
Por su parte, en la PP de la EDER-CABA 2017, que salió a campo a principios de agosto de 2017 y finalizó a mediados del mes de septiembre, la información se captó mediante la utilización de dos instrumentos: el Cuestionario de Composición del hogar y Selección del entrevistado (CHo-S) y el Cuestionario de Trayectoria individual y Antecedentes familiares (TI-A).
El cuestionario CHo-S es el instrumento a partir del cual se seleccionan los miembros del hogar a entrevistar; es decir que su principal función radica en la identificación de la presencia en el hogar de alguna persona que pertenezca a las cohortes investigadas en la prueba piloto. En este sentido, además de los datos identificatorios, contiene la pregunta que funciona como filtro para especificar la presencia de alguna persona para cada grupo etario de interés para el relevamiento, y entonces se continúa o finaliza la entrevista. En el caso de detectar personas de los grupos de edad seleccionados, se realiza, en ese mismo cuestionario, la “composición” de cada hogar. Se lista y caracteriza a todos los integrantes del hogar en una grilla que incluye una columna “Selección” en la que se refuerza y afina la identificación de los miembros del hogar que son seleccionados para responder el cuestionario de trayectorias individuales. Se refuerza porque se corrobora nuevamente la presencia de al menos una persona de los grupos de edades seleccionados, pero se afina la selección porque se utiliza el año de nacimiento, de modo de asegurar que la persona seleccionada nació en los años de las generaciones estudiadas. De esta manera, se corrige el desfasaje que pudiera registrarse en los casos en que las personas aún no hayan cumplido los años pero pertenezcan a las cohortes de nacimiento seleccionadas.
Una vez compuesto el hogar, todas las personas seleccionadas contestarán sobre sus trayectorias de vida en el Cuestionario TI-A. Tanto en las EDER mexicanas como en la PP de CABA, este es el cuestionario que permite trazar la “historia del entrevistado” a través de los eventos de cada una de las dimensiones temáticas. Su potencial es combinar en un mismo calendario los eventos familiares, migratorios, habitacionales, ocupacionales, educativos, de cuidados y de salud de las personas entrevistadas, y también relacionar dichos eventos con el capital social, económico y cultural que recibieron de parte de sus padres. El cuestionario tiene un diseño tipo matriz. Los renglones están constituidos por los años calendario en la vida de los individuos y su edad a lo largo de este calendario, y las columnas definen los diferentes eventos o estados. Este esquema permite relacionar todos los eventos de una persona dentro de una escala de tiempo anual. Todas las informaciones biográficas (eventos, estados, y todas las variables que los caracterizan) están fechadas, descritas y relacionadas mediante el calendario común que estructura la matriz.
Este cuestionario constituye el instrumento central de recolección de datos; es la materialización de la aplicación de la encuesta biográfica; por ello, en el apartado siguiente se detallan y comparan las dimensiones de las trayectorias y los eventos que se incluyen en los cuestionarios de México y de la PP de la Ciudad de Buenos Aires.
Comparación de los diseños conceptuales de los cuestionarios EDER-MÉXICO y PP EDER-CABA 2017
El análisis comparativo de los cuestionarios diseñados para México y la PP de CABA expone que en ambos se incluyen 14 bloques de preguntas, que abordan similares dimensiones casi en su totalidad (Esquema 1).
Se observan dos tipos de diferencias: por un lado, bloques de preguntas que se incluyen solo en uno de los casos; y, por otro, diversa organización de los temas investigados dentro de cada bloque.
- En el cuestionario de la PP de CABA: se incluye un bloque de preguntas referidas a “Vivienda”.
- En el cuestionario de México: se investigan los Datos del Informante, Migraciones Temporales, Trabajos Temporales y Edad a la Primera Relación Sexual.
- La indagación de las trayectorias laborales remuneradas y no remuneradas y el aspecto referido al sostén económico del hogar se agrupan en el gran bloque “Empleo, trabajo doméstico y de cuidado y sostén económico” en el cuestionario mexicano. En cambio, estas trayectorias se encuentran diferenciadas en dos bloques para el caso de la PP de CABA: el de “Mercado de Trabajo” y el de “Trabajo No Remunerado”.
- La indagación de las trayectorias de uniones se incluye, en el cuestionario mexicano, en el bloque “Familia Política”, junto con la investigación sobre la convivencia con personas de la familia política. En cambio, en la PP de CABA, la “Trayectoria Conyugal” tiene un bloque separado del referido a la “Familia Política”.
- El bloque de “Antecedentes Familiares” concentra, en el cuestionario mexicano, tanto las características del padre como las de la madre. Ambas constituyen dos bloques –“Antecedentes del padre” y “Antecedentes de la madre”– en la PP de CABA.
Los cuestionarios permiten trazar la “historia del entrevistado” a través de los eventos de cada una de las dimensiones temáticas y que duraron al menos un año. El número de orden que ocupa cada una de las dimensiones fue organizado de modo que la trayectoria de vida siga un orden específico en la recolección de la información: primero la migratoria; luego la habitacional (en el caso de la PP de CABA), la historia escolar, la historia laboral de trabajo remunerado y no remunerado, la convivencia con la familia de origen, la trayectoria conyugal, la convivencia con la familia política, la trayectoria de la fecundidad, de anticoncepción y la historia relativa a las dificultades de salud; luego los antecedentes de los padres; y finalmente las migraciones y trabajos temporales. En ambos cuestionarios las trayectorias de los entrevistados son organizadas en el mismo orden, apenas con mínimas diferencias al ser incorporado el bloque de preguntas sobre trayectoria residencial (vivienda) en la PP de CABA.
Comparación de los diseños conceptuales de los cuestionarios EDER-MÉXICO y PP EDER-CABA 2017
El análisis comparativo de los cuestionarios diseñados para México y la PP de CABA expone que en ambos se incluyen 14 bloques de preguntas, que abordan similares dimensiones casi en su totalidad (Esquema 1).
Se observan dos tipos de diferencias: por un lado, bloques de preguntas que se incluyen solo en uno de los casos; y, por otro, diversa organización de los temas investigados dentro de cada bloque.
- En el cuestionario de la PP de CABA: se incluye un bloque de preguntas referidas a “Vivienda”.
- En el cuestionario de México: se investigan los Datos del Informante, Migraciones Temporales, Trabajos Temporales y Edad a la Primera Relación Sexual.
- La indagación de las trayectorias laborales remuneradas y no remuneradas y el aspecto referido al sostén económico del hogar se agrupan en el gran bloque “Empleo, trabajo doméstico y de cuidado y sostén económico” en el cuestionario mexicano. En cambio, estas trayectorias se encuentran diferenciadas en dos bloques para el caso de la PP de CABA: el de “Mercado de Trabajo” y el de “Trabajo No Remunerado”.
- La indagación de las trayectorias de uniones se incluye, en el cuestionario mexicano, en el bloque “Familia Política”, junto con la investigación sobre la convivencia con personas de la familia política. En cambio, en la PP de CABA, la “Trayectoria Conyugal” tiene un bloque separado del referido a la “Familia Política”.
- El bloque de “Antecedentes Familiares” concentra, en el cuestionario mexicano, tanto las características del padre como las de la madre. Ambas constituyen dos bloques –“Antecedentes del padre” y “Antecedentes de la madre”– en la PP de CABA.
Los cuestionarios permiten trazar la “historia del entrevistado” a través de los eventos de cada una de las dimensiones temáticas y que duraron al menos un año. El número de orden que ocupa cada una de las dimensiones fue organizado de modo que la trayectoria de vida siga un orden específico en la recolección de la información: primero la migratoria; luego la habitacional (en el caso de la PP de CABA), la historia escolar, la historia laboral de trabajo remunerado y no remunerado, la convivencia con la familia de origen, la trayectoria conyugal, la convivencia con la familia política, la trayectoria de la fecundidad, de anticoncepción y la historia relativa a las dificultades de salud; luego los antecedentes de los padres; y finalmente las migraciones y trabajos temporales. En ambos cuestionarios las trayectorias de los entrevistados son organizadas en el mismo orden, apenas con mínimas diferencias al ser incorporado el bloque de preguntas sobre trayectoria residencial (vivienda) en la PP de CABA.

Las variables indagadas para cada una de las dimensiones se exponen comparativamente en el Esquema 2.
En ambos cuestionarios, se comenzó en el Bloque “Fecha y Edad”, indagando el mes y año de nacimiento del entrevistado. El diseño y metodología de captación son casi idénticos: el año de nacimiento, que se consigna en la Fila 1 de la primera columna, guía el llenado del resto del calendario y está emparejado con la siguiente columna que tiene las edades pre-impresas, de modo de estructurar los eventos que se relevan a lo largo del cuestionario.
En el Bloque “Lugar de Residencia”, se investigó la trayectoria migratoria del entrevistado. En ambos cuestionarios, se preguntó por el lugar de nacimiento, definido como el lugar de residencia habitual de la madre del entrevistado, y luego por todos los lugares donde el entrevistado haya residido al menos un año, siempre ubicándolos temporalmente en el año de ocurrencia (y la edad que tenía el entrevistado en ese momento). Sin embargo, los niveles de desagregación geográfica en que son captados los cambios de residencia difieren. En México, se desagrega el lugar de residencia hasta el nivel de municipio y localidad; en cambio, en CABA, se captan estos cambios a nivel provincial, con excepción de la Provincia de Buenos Aires, en la cual se identifican los partidos o municipios. Esta decisión metodológica se tomó debido a la intensidad de los movimientos entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense.
El Bloque “Vivienda”, incluido solo en la PP CABA, relevó algunas características habitacionales de las viviendas en las que el entrevistado habitó durante su vida. Se preguntó la ocurrencia de mudanzas de viviendas, y se caracterizó cada una de ellas en cuanto al régimen de tenencia, el tipo de vivienda, el material de los pisos, la disponibilidad de servicio sanitario y el entorno en que se ubicaba cada una. Se destaca que, para todos los aspectos, se registraron las modificaciones que pudo haber habido a lo largo de la trayectoria, aunque no hayan existido mudanzas. Por ejemplo, el entrevistado vivía en una vivienda que alquilaba pero que, en algún momento, pudo comprar pasando a ser su propietario.
En el Bloque “Escolaridad”, se captó la trayectoria educativa. En ambos cuestionarios se investigó la asistencia escolar y la aprobación de niveles educativos; aunque las categorías del nivel de asistencia escolar difieren: son 13 en México y 7 en la PP de CABA. Si se asistió a un establecimiento educativo al menos durante un año lectivo en la vida (independientemente de si se aprobó o no), se indaga la condición de asistencia, el nivel escolar y la condición pública o privada del establecimiento para cada uno de los años y edades, posibilitando trazar la historia educacional del entrevistado hasta su máximo nivel de educación alcanzado. Además, en el caso de México, se preguntó la edad de ingreso escolar, como pregunta de control a la marca en el cuestionario matriz, y se registró el último grado y nivel aprobados sin asistencia escolar (modalidades a distancia o con asesorías puntuales); y en la PP de CABA, se registró la situación de aprobación de algún año o nivel sin asistencia a un establecimiento educativo, a fin de captar las modalidades educativas a distancia o la aprobación en condición de libre.

A la trayectoria laboral se dedicó el Bloque “Mercado de Trabajo”, para CABA y “Empleo, Trabajo Doméstico y De Cuidado y Sostén Económico”, en México. En ambos cuestionarios se incluyó un conjunto de preguntas sobre la inserción del entrevistado en el mercado laboral. Si trabajó al menos un año en forma continua durante su vida, se registró el año de inicio de la vida laboral y las características de esa y todas las ocupaciones, a lo largo de los años: tareas desempeñadas, carácter de la tarea y calificación, rama de actividad, tamaño del establecimiento, categoría ocupacional. En la PP de CABA, se indagó además sobre el sector de actividad, y en México por la cantidad de horas semanales trabajadas.
Para caracterizar la informalidad de la inserción laboral, se incluyeron dos indicadores referidos a la seguridad social distintos en cada uno de los cuestionarios: aportes al sistema previsional, en CABA; y atención médica por trabajo, en México.
En este bloque de ambos cuestionarios se relevó si el entrevistado fue proveedor del hogar en algún momento de su trayectoria de vida y, en ese caso, si esa responsabilidad fue compartida o no.
También en este bloque, México identifica la realización de trabajo de cuidados de personas dependientes y de tareas domésticas, variables que se diseñaron en el bloque “Trabajo No Remunerado” en la PP de CABA. La indagación en México se realiza en una misma pregunta, que para la PP CABA se desdobla en dos variables independientes y se registran de esa manera.
En el Bloque “Familia de Origen” se reconstruyó la historia de vida familiar del entrevistado, en relación con sus familiares de origen, miembros de la familia con una relación de filiación ascendente, descendente o colateral. En ambos cuestionarios, se indagó sobre la sobrevivencia del padre y de la madre y sobre los períodos de al menos un año en que se corresidió con el padre, la madre, hermanos y/o hermanas y alguna otra persona de la familia de origen (abuelos, abuelas, tíos, tías, primos, primas, etcétera). Solo en México, se incluyó la pregunta de control: año en el que vivió independiente de su padre y madre por primera vez, por lo menos un año.
Las preguntas del Bloque “Trayectoria Conyugal” investigaron la cantidad de uniones, sus características y los cambios ocurridos en la situación conyugal y de corresidencia a lo largo de la vida en pareja. Estas variables, en el caso mexicano, se abordaron en el bloque “Familia Política”. Fue posible captar, por ejemplo, el inicio de una unión de hecho con un cónyuge y, posteriormente, el casamiento por lo civil y religioso; luego, la finalización del matrimonio, primero a través de una separación de hecho y más tarde por el divorcio.
La historia familiar del entrevistado en relación con su familia política se abordó en el Bloque “Familia Política”. Se indagaron los períodos de al menos un año en que se convivió con los suegros y con alguna otra persona de la familia política (cuñado, tío o sobrino del cónyuge). El cuestionario de la PP de CABA abordó explícitamente la convivencia con los hijos/as del cónyuge en cada momento de la trayectoria conyugal, rescatando para su medición y visibilización estas formas de corresidencia.
El objetivo del Bloque “Hijos” (“Hijos-Hijas”, en el caso mexicano) fue captar la trayectoria de fecundidad para varones y mujeres. En ambos cuestionarios, se preguntó por el número de hijos/as biológicos/as nacidos/as vivos/as, sus nombres, sexo, tipo y lugar de ocurrencia del parto, los períodos de corresidencia con ellos/as y la sobrevivencia. En ambas encuestas, se registraron también los hijos/as adoptados/as, caracterizándolos con las mismas variables que a los biológicos.
La práctica anticonceptiva que el entrevistado, varón o mujer, ha seguido a lo largo de su vida se investigó en el Bloque “Anticoncepción” de la PP de CABA, denominado “Anticoncepción y Sexualidad”, en el caso mexicano.
El Bloque “Discapacidad” registró la trayectoria de dificultades en la salud a lo largo de la vida del entrevistado. Se consignaron todos los períodos de al menos un año de duración en los que las personas presentaron algún tipo de dificultad para ver, oír, recordar o concentrarse, comunicarse o para realizar actividades en su vida cotidiana, como el cuidado personal, bañarse o vestirse. México agrega la dificultad para mover o usar brazos o manos y la dificultad emocional o mental. Se registró en cada caso el grado de dificultad. Dada la historia del tratamiento legislado de la discapacidad en la Argentina, en la PP de CABA se preguntó por los períodos de la vida en que el entrevistado tuvo vigente el certificado de discapacidad.
Los Bloques de “Antecedentes del Padre y Antecedentes de la Madre” (“Antecedentes Familiares”, en el cuestionario de México) indagaron por el lugar y año de nacimiento, el máximo nivel de educación alcanzado y algunas características de la ocupación principal del padre y de la madre del entrevistado, a sus 14 años de edad que, pese a pequeñas diferencias, permiten construir indicadores que caractericen la movilidad social de la persona entrevistada, en relación con los antecedentes de sus padres.
También se investigó el orden que ocupó el entrevistado en la estructura de descendencia o sucesión familiar, dado que, dentro de las familias, los roles y responsabilidades atribuidos a los primogénitos/as o a los últimos hijos/as puede tener distintos impactos en la vida de las personas.
Asimismo, en ambos cuestionarios se preguntó sobre el principal sostén del hogar a los 14 años de edad del entrevistado. En México, esta pregunta se refirió al período entre los 5 y los 14 años de edad del entrevistado, y se indagó también por la disponibilidad de bienes y servicios en el hogar.
Los bloques “Datos del Informante”, “Migraciones Temporales”, “Trabajos Temporales” y “Primera Relación Sexual” solo estuvieron presentes en el cuestionario mexicano.
Reflexiones finales
La evaluación de la experiencia de trabajo colaborativo entre la universidad pública y la institución técnica de Gobierno resultó sumamente satisfactoria. La gestión de todas las áreas de la DGEyC de la CABA involucradas facilitaron la puesta en marcha del trabajo conjunto y la concreción del relevamiento propiamente dicho.
El equipo de investigadores de la Maestría en Demografía Social de la UNLu aportó su experiencia y se enriqueció con la participación en todas las etapas de dicho relevamiento, tales como el diseño del cuestionario y del manual del encuestador, la capacitación de los encuestadores, la documentación del proceso y las presentaciones del trabajo en jornadas y encuentros académicos. Asimismo, la propuesta de trabajo conjunto continúa con la reformulación del cuestionario definitivo y la incorporación de alumnos en proyectos de investigación sobre las Encuestas Biográficas en el ámbito de la UNLu, con participación de profesionales de la DGEyC.
Es indudable el aporte tanto de El Colegio de México como del INEGI, especialmente en su predisposición, acompañamiento y desinteresada cesión de su experiencia, única en Latinoamérica y fundamental para que este proyecto esté avanzando. Además, se reproduce la valiosa experiencia mexicana de colaboración entre instituciones de investigación4 y el Instituto Nacional de Estadística, que han sido el fundamento para el éxito de las Encuestas Biográficas Retrospectivas en México durante los 20 años que se cumplen en este año 2018.
Para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la realización de la propia Prueba Piloto en simultaneidad con el operativo de la tercera EDER mexicana ofrece la oportunidad de incorporar en el formulario definitivo las modificaciones y correcciones que se consideren necesarias a la luz de los resultados y evaluación de ambos cuestionarios aplicados.
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Notas