Diagnóstico sobre rezago escolar en el Colegio de Ciencias y Humanidades

Academic analysis of the problem of educational underachievement in the Sciences and Humanities College

La Oficina Regional para América Latina y el Caribe (OREALC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OREALC-UNESCO, 2007), señala que la educación es un derecho fundamental y un bien público, de manera que, por sus implicaciones éticas, políticas, sociales, culturales y económicas, es indispensable que se asegure que todos los habitantes del país concluyan satisfactoriamente al menos la educación definida como legalmente obligatoria (Muñoz, 2009). De acuerdo con esta postura, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México, sostiene que la sociedad se beneficia de manera considerable si la mayoría de los niños y jóvenes terminan su educación obligatoria en el sistema escolarizado y de acuerdo con el tiempo previsto (INEE, 2010), además, señala que ésta es la mejor forma de realizar y hacer efectivo el derecho a la educación y eliminar el flujo de jóvenes sin educación básica que alimentan el rezago educativo.

México desde tiempo atrás ha presentado una gran desventaja respecto a diversos factores que detienen el desarrollo del país y de su población, la educación no es ajena a esta situación, inicialmente con el México independiente que contaba con un elevado índice de analfabetismo, actualmente una de las problemáticas que presenta la educación en el país es el rezago educativo o rezago escolar, ambos términos hacen referencia a una situación de desigualdad educativa, pero tienen diferentes contextualizaciones.

El concepto de rezago educativo es frecuentemente utilizado en investigaciones y documentos de todo tipo sobre el tema de educación. Este término relativo implica comparar la situación educativa de unos con respecto a los otros. Asimismo, consiste en evaluar “retrasos” con respecto a metas establecidas como deseables u obligatorias (Suárez, 2001).

Por ello, se abordará el rezago escolar como temática a desarrollar en el presente trabajo, se realizó una revisión de los posibles factores que inciden en el rezago escolar en los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente y Vallejo, pertenecientes al bachillerato universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cabe mencionar que se contextualiza el rezago desde la perspectiva de los alumnos, sus tiempos destinados, hábitos de estudio, distractores, etc, esto mediante una encuesta online, con base en los resultados obtenidos se analizará si el rezago es producto del bajo rendimiento del alumno por sus hábitos de estudio o por el entorno social.

El Colegio a lo largo de sus 48 años de historia, ha sido una institución de vanguardia en el ámbito de la Educación Media Superior en México (EMSM), su Modelo Educativo, innovador y flexible, le ha permitido adaptarse a las teorías pedagógicas más actuales y a los avances tecnológicos más importantes de nuestro tiempo. Esto ha sido posible porque ha existido en su comunidad un deseo genuino de cambio, siempre preservando los valores más importantes que le dieron origen, esta situación de liderazgo se ve fortalecida por su inserción en el contexto universitario, el cual ha adquirido sus principios básicos, como son la autonomía, la libertad de cátedra y de investigación, la pluralidad, la tolerancia y el respeto a las ideas de los demás, el sentido laico, el uso del diálogo como instrumento para resolver las diferencias, la búsqueda de una enseñanza de calidad, con un marcado equilibrio entre las humanidades y las ciencias; conjunto de ideales que encuentran su cabal sentido en la búsqueda del conocimiento como medio que permitirá a nuestros estudiantes integrarse a una sociedad en la que serán actores de su renovación y cambio.

El Modelo Educativo del CCH, es de cultura básica, propedéutico, orientado a la formación intelectual ética y social de sus alumnos, considerados sujetos de la cultura y de su propia educación. Donde la enseñanza está dirigida al estudiante, fomentando actitudes y habilidades necesarias para que, por sí mismo, se apropie de conocimientos racionalmente fundados y asuma valores y opciones personales, es parte de una utopía educativa que sólo encuentra su plena realización en la práctica dentro del salón de clases. Así, la misión sigue siendo fundamental para formar y transformar a un creciente número de jóvenes que encuentra en las aulas una verdadera oportunidad de desarrollo personal y profesional. Sin embargo, los ideales propios de la utopía educativa con frecuencia se enfrentan a una serie de obstáculos que se deben superar con base en el esfuerzo, la inteligencia, la colaboración y la creatividad de su comunidad. (Barajas, 2018).

Esta investigación es de carácter fenomenológica y se usará una metodología estadística de tipo cualitativa, entenderemos por cualitativa a aquella investigación que: “utiliza la recolección de datos sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación y puede o no probar hipótesis en su proceso de interpretación” (Sampieri, 2003). La recolección de la información se llevó a cabo a través de una encuesta online con la herramienta Google® Formularios, siendo de carácter anónimo para proteger los datos personales establecida en Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Autoridades, Órganos y Organismos de Gobierno, aplicada a 100 alumnos del CCH Oriente y Vallejo, inscritos en el semestre 2021-2.

El tipo de encuesta aplicada fue analítica, ya que el objetivo de este trabajo es identificar posibles factores que influyen en el rezago escolar. Las características de las preguntas elegidas fueron: 1) Preguntas dirigidas, con el fin de estandarizar los resultados (29 preguntas) y 2) Preguntas abiertas para poder conocer la opinión de cada uno de los encuestados respecto a sus hábitos de estudio y condiciones escolares (15 preguntas), las cuales se agruparon en puntos de interés para su análisis y discusión, seleccionando las más relevantes para presentarlas en este estudio.

Los resultados de este muestreo arrojaron lo siguiente:41.7% son mujeres y el 58.3% hombres, lo que refleja una relativa equidad de género en los participantes de este estudio; el 75% son de sexto semestre, 12.5% son de cuarto semestre y 12.5% de segundo semestre. La edad promedio de los encuestados es de 17 años, de los cuales 79.2% se dedican a estudiar y el 20.8 trabajan y estudian, el 50% vive con un solo padre y hermanos o abuelos, el 37.5% vive con sus padres y hermanos, el 8.3% viven solos y el 4.2% con un tutor.

Para este análisis se presentan 17 preguntas, que en nuestra perspectiva permiten identificar algunos factores que contribuyen al rezago académico de los estudiantes.

Con respecto a la problemática planteada sobre el rezago escolar, encontramos que un 87% de los encuestados deben al menos una asignatura, lo que indica un alto índice de reprobación (gráfica 1), debe señalarse que el número de asignaturas adeudadas va desde una 20%, el 60% dos o tres, el 10% cuatro y 10% de 15 a más, (gráfica 2), en este sentido los alumnos expresan no tener preocupación por el número de asignaturas adeudadas, ya que, expresan tener un plan de acción que involucra presentar extraordinarios, el Programa especial de Apoyo al Egreso (PAE) y recursamientos, para poder concluir el CCH en tres años, lo que refleja una gran seguridad en sus capacidades cognitivas y hábitos de estudio.

Entre las asignaturas con mayor índice de reprobación se encuentran las del área histórico social y matemáticas, con un 31% y 27%, las áreas de ciencias experimentales y talleres, con un 22% y 20% respectivamente, como se muestra en la gráfica 3. En relación a la problemática expuesta las asignaturas de: Matemáticas de I a IV, Historia Universal I y II, Historia de México I y II, Taller de Lectura y Redacción I a IV, Física I a IV y Biología I a IV, son las de mayor índice de reprobación, al indagar sobre las causas de reprobación, dondé los alumnos expresan que la cantidad de tareas y lecturas dejadas en clase son muchas y no las elaboraban, por flojera o falta de interés en ellas, e incluso existe el pensamiento de que en el examen se recuperaban y al no acreditar un examen parcial dejaban de asistir a clase.

En relación con la problemática expuesta, los motivos de reprobación por parte de los estudiantes fueron: la inasistencia con el 30%, la no entrega de trabajos con el 22% y en el 48% restante las razones varían, entre reprobar exámenes, no comprender la asignatura, problemas emocionales, problemas de salud, ninguna y por culpa del docente, como se muestra en la gráfica 4. En este sentido podemos decir que los alumnos tienen claro que sus hábitos de estudio no son los más indicados, sin embargo, como investigadoras podemos inferir que carecen de ellos, y no cumplen con las diversas actividades en clases e incluso faltan a ellas.

Unas interrogantes que nos surgen a partir de las razones que los alumnos plantean para reprobar son: ¿Por qué dan por perdido un curso? ¿Qué motivos tienen para no ponerse al corriente cuando han faltado a clase? ¿Faltan a clase porque no realizaron el trabajo que iba a entregar? ¿Qué sentimiento les genera el reprobar un examen, para considerar que se acabó su posibilidad de acreditar la asignatura?

Debido a que un 30% de los alumnos expresan que reprueban por inasistencia, indagamos sobre las causas que tiene para faltar a clase, sus respuestas fueron: 33% falta de interés, 25% por enfermedad, 25% por flojera y el 17% restante varía entre no entienden la clase y falta de interés por no entender la clase, como se muestra en gráfica 5.

Esto nos permite reflexionar que dentro de los retos que tenemos como docentes son: ¿Cómo generar interés por nuestra asignatura? ¿Qué ha cambiado en nuestro contexto social que ha limitado la motivación intrínseca en los estudiantes? ¿Cómo ha cambiado el rol de la educación dentro de nuestro contexto para que el alumno no esté motivado? ¿Cuáles son los motivos que hacen que un alumno no exprese sus dudas y trascienden en no entender la clase? ¿Qué necesitamos implementar para que los alumnos expresen sus dudas en clase?

Por otro lado, una de las preguntas que nos hicimos fue si los alumnos buscan sólo acreditar la asignatura o desean alcanzar alguna calificación que los motiva a estudiar o aprender, porque si bien es cierto que la escuela es un lugar de socialización del proceso de Enseñanza-Aprendizaje, también es cierto que debe existir una motivación intrínseca por parte del alumno para que este proceso se lleve a cabo y sobre todo sea significativo, el 41.8% de ellos se conforman con aprobar las asignatura con 6 o 7 y el 58.2%, restante busca sacar calificaciones más altas, de los cuales, el 27.7% busca el diez, 44.4% el nueve, 27.7% el ocho (gráfico 6), en este respecto podemos observar que para los alumnos el proceso de aprendizaje no está correlacionado con una calificación.

En este orden de ideas, podemos definir el estudio como el conjunto de habilidades, comportamientos y actitudes que se dirigen al aprendizaje, es decir, son el conjunto de habilidades que el alumno ha adquirido para estudiar mediante la práctica de diversas actividades. Los hábitos de estudio son la manera en la que organizan el tiempo, el espacio y las técnicas que utilizan o los

Los alumnos expresan que a menudo el esfuerzo que dedican al estudio no corresponde a los resultados obtenidos, por lo que como docentes consideramos que la clave no es estudiar más, sino buscar la actitud adecuada ante el aprendizaje, aprovechar al máximo los recursos y aplicar estrategias que faciliten un aprendizaje más metódico y personalizado, por lo anterior, les hemos preguntado ¿Qué estrategias usan para no reprobar? y nos encontramos con el hecho de que solo el 25% de los alumnos estudia de forma independiente a la clase, apoyándose de apuntes (17%) o de otras fuentes (8%) y el otro 75% realiza actividades en la clase como estrategia para no reprobar como: el 25% entrega trabajos, 25% asistir a clase y participar en ella, 21% poner atención y 4% exponen dudas (gráfico 8), como podemos observar la gran mayoría de los alumnos no hacen un esfuerzo adicional, ni se involucran en su proceso y se conforman con los materiales dados por el docente en clase, lo que nos lleva a reflexionar que solo una pequeña parte cumple con su rol de estudiante al investigar, reflexionar y complementar la información dada por el docente y buscan involucrarse en su proceso de aprendizaje.

Debido a que los alumnos limitan sus hábitos de estudio a lo visto en clase hemos preguntado ¿Sigues activamente las clases con las guías, tomando apuntes, o notas de todas o casi todas las asignaturas? Observamos que, el 50% lo hace siempre, un 46% a veces y el 4% pocas veces, de acuerdo con la gráfica 9, en relación a esto indagamos sobre las razones que tiene para no hacer todas las actividades en clase responden “a veces no son necesarias, luego no me da tiempo, lo olvido, pereza, no lo veo necesario, me da flojera y se me olvida hacerlo”, lo que empieza a vislumbrar que las causas del rezago escolar pueden ser sociales asociada a la actitud que tiene el estudiante sobre su rol en la escuela, la interrogante es ¿Los estudiantes tienen claro cuál es su función dentro del aula?

Considerando las problemáticas anteriores detectadas y en búsqueda de posibles soluciones les hemos preguntado a los alumnos algunos aspectos, sobre cómo mejorar su rol como alumnos dentro del aula: ¿Qué despierta su interés en clases? y/o ¿Cómo les gustaría que fueran las clases?

El 27% de los alumnos consideran que uno de los aspectos que despierta, su interés en clase es una explicación clara por parte de profesor, el 27% la estrategia de Enseñanza-Aprendizaje que utilizan los profesores para impartir las clases, el 23% aprender algo nuevo y solo el 7% le interesa un aprendizaje con aplicaciones para la vida cotidiana (Gráfica 10), lo que resulta interesante, ya que muchas veces se cree que la enseñanza se debe centrar en su utilidad práctica y que esto despierta el interés del alumno, sin embargo, el alumno necesita una clase clara en la que él participe para despertar su interés, estos elementos contribuyen a la reflexión de cómo es que se concibe el estudiante y cuál es el rol que desempeña, ya que siguen dejando la responsabilidad del aprendizaje al docente y las actividades que se generen dentro del aula.

Dentro de las preguntas abiertas encontramos que al hablar de motivación, los alumnos consideran importante que la clase sea más didáctica, en este sentido les preguntamos ¿Cuáles son las características que tiene una clase didáctica? a lo que contestaron: una clase más didáctica es aquella que tiene prácticas, juegos, es mucho más participativa, permite el uso de estrategias de enseñanza, está enfocada en los estilos de aprendizaje y en la investigación previa, como se desglosa en la gráfica 11. En relación con este tema como docentes consideramos que lo que los alumnos describen como clases más didácticas, se refieren a clases interactivas en las que puedan participar y asumir un rol activo dentro de ella, acompañada de diversas estrategias didácticas, lo que refleja un gusto por participar, sin embargo en la experiencia frente al aula vemos que la realidad es muy diferente, lo que nos hace pensar en la inconmensurabilidad entre lo que ellos consideran que necesitan y lo que hacen durante las clases, ya que el hecho de participar depende del educando.

Los resultados obtenidos, muestran que las principales causas que propician el índice de reprobación dentro del ámbito en el que el alumno se desenvuelve, son: no ser constantes en el desarrollo y entrega de las diversas actividades en clase, a lo que ellos llaman carecer de hábitos de estudios, sin embargo, con base en el análisis hecho del instrumento aplicado podemos decir que el problema es que los alumnos no tienen hábitos de estudio, e interés por las tareas asignadas, asimismo, reportan no expresar sus dudas en el aula por pena o por que el maestro no les inspira confianza para hacerlo o no tienen ni idea de en qué están mal, lo que se contrapone con sus expectativa de buscar evaluaciones altas para las asignaturas.

Podemos observar que los alumnos desde su perspectiva muestran interés por acreditar las asignaturas y la adquisición del aprendizaje, consideran que tienen los hábitos de estudio necesarios para acreditar sus cursos, ya que el hecho de tomar apuntes, asistir a clase, entregar algunas actividades y pasar los exámenes, son hábitos de estudio, no obstante, la realidad es otra ya que en su gran mayoría se limitan al conocimiento dado por el docente en clase, lo que delimita el rol que juegan dentro de su aprendizaje provocando malas notas y repercusiones en sus evaluaciones finales, lo que puede generar rezago escolar, es importante señalar que existe un porcentaje que no muestra interés, que se siente desmotivado y que no aplica ninguna estrategia de estudio en su vida académica.

En este sentido podemos destacar que algunas de las causas del rezago escolar están asociadas a los problemas que tienen los alumnos con respecto a las concepciones de hábitos de estudios o bien sobre el conocimiento y el rol del docente en clase, incidiendo negativamente en su desempeño escolar. Por ejemplo: el 44% de los encuestados les cuesta trabajo estudiar, el 71% dejan el estudio para los últimos días antes del examen y el 48% estudian unas horas antes del mismo. Por otra parte, el 24% encuentran aburridas las clases, el 44% no participan en las mismas y el 32% no preguntan sus dudas. Con base en estos resultados podemos decir que las propuestas que se generen en los centros educativos para combatir el rezago escolar deberán encaminarse a la formación constante de alumnos y de los docentes con relación a hábitos de estudio y la importancia de la escuela como un factor de socialización en el aprendizaje.

Situando el rezago escolar dentro del modelo del CCH, estos resultados nos muestran que los alumnos no llevan a cabo un aprendizaje autónomo y no son partícipes de la construcción del conocimiento, sino que esperan recibir todo en clase lo que se contrapone con el modelo educativo, principalmente con el eje “aprender a aprender”, lo que indica que el rezago escolar en este ámbito es un factor social delimitado por el rol que asume al alumno, sin embargo, dentro de las manifestaciones de los alumnos piden integrar clases más didácticas, lo que podría hablarnos de una problemática diferente y es si los docentes del CCH llevan su práctica educativa con base en el modelo educativo, pero ese es otro tema de una futura investigación.

Como reflexión final, podemos hablar sobre la importancia de los hábitos de estudio y como la carencia de estos los lleva al fracaso escolar, estos elementos dependen en su totalidad del educando, de tal forma que nos surgen estas interrogantes: ¿Las instituciones y personal educativo no podemos dar soluciones ya que es un problema que radica en el estudiante y su motivación por el aprender? ¿Es deber del docente seguir formando estos hábitos de estudios durante toda la vida académica y de esta forma contribuir en disminuir el rezago escolar? ¿Qué rol juega el contexto familiar dentro de esta problemática en la carencia de los hábitos de estudio?