Introducción

El presente artículo forma parte de una investigación que se realiza en un cuerpo académico. El proyecto registrado para el bienio 2021-2023 tiene el título: “La reconfiguración en la investigación educativa como categoría teórico analítica: aperturas, confluencias y derivas”. Nos interesa explorar las coordenadas del uso académico de la noción en dos colegas que la nombran en su producción: Marcela Gómez Sollano, de la FFyL/UNAM. Y Leonor Eloina Pastrana Flores, del ISCEEM División Ecatepec. En el camino de tal exploración encontramos la necesidad de aludir también a la configuración.

Lejos de sólo atrapar provisionalmente el contenido de una manera de nombrar a la configuración y a la reconfiguración, en esta comunicación ponemos el acento en la discusión de algunas sospechas que fueron surgiendo durante la investigación. De tal manera que, si bien es muy útil lo conceptual como una manera de fotografiar un momento, también es necesario desafiar al pensamiento en la búsqueda laberíntica, o más bien rizomática, de cómo se van mostrando los movimientos de configuración, nueva configuración, reconfiguración y re-configuración, como la nombran las académicas participantes en esta investigación.

No fue una elección para sumarse a las formas de nombrar por tal o cual tendencia académica, de producción de conocimiento, fue una necesidad en la búsqueda, en la investigación. Y no es porque desde aquí lo digamos así, sino porque en la lectura, análisis e interpretación que hemos venido haciendo de un recorte de su obra, así como en la interlocución tenida con ellas en un seminario exprofeso para tal discusión, lo hemos ido reflexionando.

De tal manera que en la comunicación que presentamos, nos interesa colocar en el centro el acercamiento que hemos tenido a lo rizomático, en que se muestra una lógica de configuración y reconfiguración, en las trayectorias de investigación de las colegas, a partir del corte que hemos realizado. También es importante comentar que lo metodológico está pensado como una reflexión en el dándose de la investigación, sin menoscabo del acervo de conocimiento a mano e histórico que tenemos, aunado a un ejercicio de de/sedimentación del mismo.

En este orden de ideas, la estructura del artículo se apega a lo solicitado por los editores: una breve introducción, la descripción de los materiales y el proceder metodológico, una aproximación a resultados provisionales, las conclusiones y, por último, las fuentes de consulta utilizadas.

Materiales y métodos

La metodología de esta investigación lleva tres etapas. En la primera organizamos un seminario cerrado (de septiembre de 2021 a enero de 2022). El objetivo fue realizar una búsqueda tanto de materiales escritos y en audio y/o video, que en la red circulan, sobre el uso que en la investigación educativa realizan los/as académicas de las nociones de configuración, reconfiguración y cambio. Incluso, producto de ello, fue una ponencia presentada en un congreso (Castañeda-Reyes y Madrigal, 2021), donde se dan más detalles de esta etapa en términos metodológicos.

En esta primera investigación aludida han sido de relevancia las primeras distinciones para aclararnos reconfiguración de cambio por una de nuestras colegas del cuerpo académico, Lourdes Georgina Jiménez, quien señaló:

Una caracterización de la reconfiguración, en contraste con el cambio, puede empezar a pensarse de la siguiente manera.

1. 1. El cambio, como se ha instalado en los análisis de lo educativo, se impone a los sujetos como una fuerza unidireccional, la reconfiguración implica a los sujetos empujando prácticas hacia “arriba” y hacia afuera de la escuela. Prácticas que influyen en una redefinición de “lo educativo”.
2. 2. El cambio es entendido en un flujo de lo externo, de lo imperante. La reconfiguración podemos solo entenderla desde lo estructurado-estructurante en flujos recíprocos.
3. 3. El cambio se registra como emulación en la escuela de lo social y político, pensándolos como algo separado de ella. La reconfiguración ocurre en el entramado cultural cuyos tejidos atraviesan también a la escuela.
4. 4. El cambio reestructura posiciones; es decir, modula las relaciones de poder y líneas de acción y autoridad en las escuelas. La reconfiguración, remodela relaciones, en tanto es subjetividad en movimiento.
5. 5. El cambio en la educación se vincula a cambios en la percepción del conocimiento como marcadamente económico. La reconfiguración tiende a cuestionar los procesos económicos que afectan al conocimiento a partir de las interrelaciones de los sujetos.

En tal sentido, el contexto de reconfiguración educativa es, por un lado, un contorno estructurante que modela las experiencias de cambio y ajuste que el docente requiere vivenciar cotidianamente, y por el otro, implica una vivencia individual y colectiva con significados particulares. (Jiménez, 2022, p. 131)

Nos acompañan, metodológicamente, estas aproximaciones para continuar con la dimensión analítica interpretativa en las siguientes etapas de la investigación.

En la segunda etapa organizamos un seminario abierto (de febrero a junio de 2022) en el que, después de una primera sistematización sobre el uso social, siguiendo a Martínez (2013a) y nosotros agregamos, académico de las nociones de configuración y reconfiguración, nos interesaba dialogar con algunas/os colegas que en su producción utilizan estas nociones. Fue así como accedieron a nuestra invitación Marcela Gómez Sollano, de la FFyL/UNAM y Leonor Eloina Pastrana Flores del ISCEEM, División Ecatepec.

En esta etapa las académicas mencionadas participaron en una sesión del seminario. Leonor Eloina Pastrana Flores a mediados del mismo. Y Marcela Gómez Sollano en la sesión de cierre. Ambas académicas, interpeladas por la propuesta, y puestas en antecedente de nuestros propósitos, se unieron a la reflexión de estas nociones a partir de preparar una disertación exprofeso. El desarrollo de sus exposiciones y posterior diálogo, constituyó el material para la tercera etapa de análisis, que es la que aquí presentamos. No sin antes subrayar que esta parte no se desvincula de las coordenadas que fuimos ubicando en su producción académica con respecto al uso de las nociones de configuración y reconfiguración.

En las dos etapas anteriores, con su modalidad de seminario para construir esta parte de la referencia empírica, que ayuda a discutir la primera pregunta de la investigación. Hemos sido coherentes con una manera de pensar, provisionalmente, la referencia empírica como al:

[…] ordenamiento que hace el investigador, el estudioso, de una serie de constituyentes diversos y articulados que encuentra, –con un plan de búsqueda flexible– en la vida cotidiana, y que los acota en función de las relaciones, análisis, sistematizaciones que tales constituyentes tienen con las coordenadas en las que sitúa a su investigación. Hay una relación entre constituyentes diversos – y articulados– y vida cotidiana, ésta última es nuestro fondo, a donde somos arrojados […] (Castañeda-Reyes, 2020, p. 28)

Y algunos de los constituyentes de la vida cotidiana de las colegas invitadas son, precisamente, las prácticas de escritura (ya sea en ponencias, informes, artículos, tesis, etc. que nos dimos a la tarea de buscar y leer); lectura (en el sentido de sus fuentes teóricas epistemológicas y ontológicas con sus respectivas interpretaciones); impartición de seminarios, conferencias, etc. De ahí la pertinencia de pensar en la construcción de la referencia empírica de esta manera y no sólo limitarla a entrevistas, encuestas y/o registros de observaciones, sólo por citar alguna de las formas que imperan como técnicas e instrumentos. Consideramos que esta forma de pensar la referencia empírica contribuye al diálogo y reconstrucción que en algún momento ha pensado Elsie Rockwell sobre la referencia empírica como un fragmento de realidad histórica (Rockwell en Pastrana, 2022)

Es importante subrayar que, para la etapa de análisis e interpretación, ha sido la lectura atenta y cuidadosa la que nos lleva a los hallazgos provisionales, de cómo se están utilizando las nociones en cuestión, a partir del recorte de la producción escrita, de algunas participaciones que estas académicas han tenido, y que las instituciones donde se les ha invitado, las han registrado (grabado) y difundido en youtube. Gracias a ello es que pudimos tener acceso a dichos materiales. Así como su participación en nuestro seminario, que también registramos en video.

De igual manera, es importante plantear algunas ideas con respecto a la dimensión teórico onto epistémica, que acompaña a la dimensión referida, a la construcción de la referencia empírica. En este sentido es de relevancia señalar la utilidad de los trabajos de Granja (2001, 2003 y 2006) con respecto al nacimiento de conceptos, de maneras de nombrar en la investigación educativa, desde una dimensión epistémica. Así como los de Martínez (2013a, en Gómez, Corenstein y Hamui, 2013) sobre el rastreo y análisis que hace de un recorte del uso social de la noción de experiencia, en nuestro caso las de configuración, nueva configuración, reconfiguración y re-configuración.

Resultados

El análisis e interpretación que hemos venido realizando a partir de ubicar las coordenadas en que las académicas, en que centramos la pesquisa, utilizan las nociones de configuración, nueva configuración, reconfiguración y re-configuración nos llevan a organizar, provisionalmente, cuatro planteamientos: 1. La utilización de la noción está muy relacionada con el objeto de investigación que abordan. 2. Se percibe una relación de la reconfiguración con la implicación. 3. La reconfiguración está asociada también a movimientos y desplazamientos, al interior de los campos disciplinarios y en una zona de entre ellos. 4. Se percibe una relación estrecha entre las nociones de configuración, nueva configuración, reconfiguración y re-configuración que difícilmente podrían tener un contenido por sí mismas sin aludir a las otras, según las coordenadas en que hay la necesidad de decir, de nombrar.

Es relevante señalar que esta organización, para su análisis e interpretación, sólo tiene esa intención, ya que estos aspectos están vinculados, articulados, y difícilmente se dan y se piensan de forma separada. De ahí que a continuación se esbozarán unas primeras ideas, con la advertencia de que hay enlaces y reenvíos de cada rasgo observado, en los otros.

1. La utilización de la noción está muy relacionada con el objeto de investigación que abordan.

En las coordenadas de pensar los usos académicos de las nociones en cuestión, hay una relación estrecha entre estas investigadoras, al menos, con sus objetos de investigación producto de ejercicios de problematización de recortes de realidad, en donde la dimensión histórica está muy presente. Y en ambos casos parece haber esta relación. La producción de conocimiento parece obedecer a las relaciones que establecen con éste, en dimensiones tanto sociales como éticas. Y éstas son una suerte del uso práctico de tales nociones, que a decir de Ana María Martínez de la Escalera:

Las nociones se estudian al interior de los vocabularios que las vinculan con ejercicios y prácticas sociales del discurso. Asimismo, lo discursivo es analizado en su contexto práctico de aplicación. Ambos análisis refieren un campo de experiencia específico (que por otra parte siempre puede ser objeto de desplazamientos y aplazamiento en el uso y en el sentido). (Martínez, 2013b, pp. 597-598)

De tal manera que la configuración y la reconfiguración van surgiendo como parte de la trama de la investigación, en esta dimensión histórica personal y social de cada una de estas investigadoras.

Marcela Gómez Sollano comenta sobre su época de estudiante de CCH, en la que se vivía un ambiente de activismo social, de movimientos estudiantiles, de discusiones de la teoría marxista, pero en función de lo que estaba ocurriendo en Latinoamérica. (Gómez, 2022) Y esto se ve en una suerte de objetivación, un poco más adelante con lo presentado para licenciarse en Pedagogía, bajo el título de El trabajo en condiciones de superexplotación y sus implicaciones para la educación (Gómez, 1979) En éste, el pensamiento de Ruy Mauro Marini (exiliado en México e impartiendo clases en la UNAM en esos años), y el de Adriana Puiggrós, serán una fuente de sus constructos en la configuración/reconfiguración de sus problemáticas de investigación (a partir de Gómez, 2022).

Leonor Eloina Pastrana Flores con formación inicial como profesora en Educación Primaria, (en época semejante que Marcela Gómez Sollano en la licenciatura en Pedagogía). Y sus formaciones en la licenciatura en Sociología por la UNAM, así como una maestría en Ciencias en la Especialidad de Educación por el DIE CINVESTAV IPN. Y el doctorado en Antropología por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (a partir de Pastrana, 2021), la llevaron, también a configurar, reconfigurar su pensamiento y sus necesidades investigativas. Esta especie de híbrido por los desplazamientos entre distintas instituciones y campos disciplinares va siendo importante para la constitución de sus objetos de investigación como lo es el sujeto cultural (a partir de Pastrana, 2022)

Marcela Gómez Sollano con esta historicidad que nos comparte, nos permite pensar en la vinculación que ello tiene con la constitución de sus intereses investigativos, como lo serán la formación de los sujetos educativos, muy concretamente en función de las alternativas en América Latina. De tal manera que, tanto las investigadoras, como sus objetos de investigación, parece que pueden ser leídas en términos de configuración y de reconfiguración, en momentos de su producción, con fronteras apenas perceptibles, a partir del recorte que realizamos para esta investigación.

2. Se percibe una relación de la reconfiguración con la implicación.

Las investigaciones que parecen ir a partir del trabajo de Leonor Eloina Flores Pastrana con María Bertely, en el programa doctoral en el CIESAS, (Pastrana, 2007) van a integrar otro elemento a la relación configuración reconfiguración, se trata de la implicación. Esta implicación para Pastrana (2022) está vinculada con la subjetividad. Aquí recuerda que uno de sus maestros fue precisamente Enrique de la Garza, quien en el campo de las ciencias sociales se interesó, también, por teorizar sobre el trabajo, sobre los problemas metodológicos en la investigación social, y ahí propone la configuración como una alternativa a las teorías dogmáticas con miras a ser aplicadas sin pasar por un uso crítico de las mismas (De la Garza, 2018). Lo que González (2022) va a señalar como iteración, repetición sin desedimentar su pertinencia; su factibilidad actualizadora y desplazadora, agregamos desde aquí.

Para Pastrana (2022) es útil recordar la asociación de la noción de configuración con la subjetividad para pensar la implicación subjetiva e incluso la reconfiguración a partir de De la Garza que plantea que una:

[…] Configuración subjetiva sería el arreglo específico de códigos provenientes de los campos de la cognición, valorativos, sentimentales expresados o no discursivamente y combinados en parte en forma pseudoinferencial a través de categorías de razonamiento cotidiano. La configuración subjetiva da sentido a la situación concreta, en tanto explicar, decidir, relacionada con la praxis. La formación de Configuraciones subjetivas para dar sentido no es un proceso sistémico deductivo, sino de construcción, estas construcciones pueden darse a través de procesos rutinarios de formación de configuraciones pero también a través de procesos que inciden una reconfiguración de la subjetividad misma. (De la Garza, 2000, p. 20) [y continúa] Las reconfiguraciones implican asimilación de nuevos códigos, emergencia de otros que estaban sumergidos, rejerarquizados, polisemias y cambios de intensidad significativa (De la Garza, 2000, p. 21 en Pastrana, 2022)

En este sentido Pastrana (2022) piensa la relación de la implicación con la subjetividad asociadas al ejercicio de la investigación, visto en su trayectoria como investigadora y como docente en el posgrado. En su tesis doctoral muestra esta implicación subjetiva en tanto que tiene vínculos con la comunidad que investiga, y pone la mirada desde lo antropológico.

También Gómez (2022) alude a la implicación y su vínculo con la investigación. Aunque parece plantear la relación en términos de interpelación para la construcción de objetos de investigación. Nos queda claro que habría que indagar sobre las lógicas que configuran nombrar desde la implicación o desde la interpelación. Y en ambos casos se está jugando la subjetividad, que la pensamos en tensión con la subjetivación donde se juegan dimensiones éticas, política/político, entre otras que nos llevan a una forma de movimiento.

Reconfigurar lo educativo con los lenguajes de la transición (de un siglo a otro, de una generación a otra, de un saber a otro), constituye no sólo un imperativo ético, sino además político y pedagógico porque en la toma de la palabra está la posibilidad de articular el conflicto con la decisión. (Gómez, 2018, p. 6)

En el cuerpo académico hemos discutido distinciones que nos llevan a nombrar subjetividad para distinguir subjetivación siguiendo al filósofo francés Ranciѐre (en Bassas, 2009/2011). Y así como se implican configuración y reconfiguración (siguiendo a Gómez, 2022) quizá no necesariamente subjetividad podría estar con esas formas de vinculación, ya que Enrique Mejía ha planteado que no necesariamente los sujetos tienen condiciones para la subjetivación (en Pastrana 2022) y por lo tanto no todos se subjetivizan, lo que nos llevaría a pensar que hay ciertas lógicas de configuración que no logran la implicación de los sujetos en sus prácticas de investigación, en este caso la que aquí nos interesa, la educativa.

En términos de subjetivación, como un movimiento que intenta desprenderse de esa noción de sujeto sujetado, y en función de ciertos bordes de la sobre determinación, están los intersticios que dejan las estructuras para sus potencialidades de reconfiguración, no exenta de tensiones. Ahí podríamos mirar a la implicación/interpelación, encontrando que seguimos en la necesidad de ir explorando alguno de los hilos de la multiplicidad de las lógicas, tanto de la configuración, como de la reconfiguración, como una alternativa onto/epistémica para la investigación educativa.

3. La reconfiguración está asociada también a movimientos y desplazamientos, al interior de los campos disciplinarios y en una zona de entre ellos.

Las investigadoras que han ayudado a la discusión que nos interesa, si bien las consideramos en el campo de la educación, resulta que en sus trayectorias formativas y en la investigación que realizan, han construido vínculos con otros campos disciplinarios en función de alguna de las lógicas de construcción de éstos, reconstruida, y con base en las problemáticas de su interés. Tales vínculos han ayudado a ampliar los horizontes. Como bien señala Marcela, recordando a Popper “investigamos problemas, no temas” (Gómez, 2022) Y es aquí donde nos parece relevante como, pensar en términos de problemas en la investigación educativa, rebasa los límites que puedan darse en los campos. Y abre la posibilidad a preponderar las lógicas para pensar en términos de configuración y reconfiguración.

El trabajo individual y colectivo que Marcela Gómez Sollano ha venido desarrollando en el Programa de Alternativas Pedagógicas y Prospectiva Educativa en América Latina (APPEAL) es una muestra de ello, y como bien lo señala Ana María Martínez de la Escalera, este programa:

[…] data del año 1981, en que se instauró en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Coordinado por Adriana Puiggrós y Marcela Gómez Sollano, [y que] se planteó “desarrollar tareas de investigación en torno a las prácticas educativas alternativas y emergentes al sistema de educación hegemónico, que venían realizando diversos sectores de la sociedad, en variados contextos —tanto institucionales como sociales—, en diferentes momentos de la historia reciente de los países de la región latinoamericana”. Para ello, sus fundamentos teóricos, epistemológicos, conceptuales y metodológicos se han construido desde un referente políticopedagógico, dinámico y acorde a su propio proceso de conformación e institucionalización. A la par que APPEAL buscaba rescatar, analizar y sistematizar estas experiencias, definió como otro de sus objetivos el contribuir a la formación de expertos en el campo, capaces de vincularse, aprehender y transformar la realidad y de producir nuevos conocimientos acerca de ésta. En 1985, al regreso de Adriana Puiggrós a Argentina, el programa APPEAL siguió adelante con una doble sede: las Facultades de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la UNAM, quedando Marcela Gómez Sollano al frente de APPEAL-México. A partir del año 2000 el programa cuenta con una sede más en Colombia. (Martínez, 2013a, pp. 9-10)

Podemos observar que estos movimientos entre configuración y reconfiguración al menos tocan lo óntico/epistémico, es decir, en esta experiencia muy concreta y con sus dimensiones de abstracción podemos reflexionar que el trabajo de investigación de Marcela en corresponsabilidad, en comunidad, ha interpelado, por varios años, a ciertos sujetos educativos de la región, que no sólo se han sumado a ellos, si no, en términos spinozeanos, aludiendo a Spinoza, se han dejado afectar por lo que convoca el programa: documentar, reflexionar, las propias y emergentes prácticas educativas de la región. Y no sólo consumir el conocimiento sedimentado y hegemónico.

Entonces, la reconfiguración en cuanto a movimientos, desplazamientos, desborda el interior de los campos disciplinarios, creemos, gracias a la multiplicidad de lógicas, -lo rizomático-, que contienen tales campos y, por lo tanto, tocan, afectan a los sujetos, de ahí esta articulación indisoluble entre lo onto/epistémico, con su carácter de historicidad.

4. Se percibe una relación estrecha entre las nociones de configuración, nueva configuración, reconfiguración y re-configuración que difícilmente podrían tener un contenido por sí mismas sin aludir a las otras, según las coordenadas en que hay la necesidad de decir, de nombrar.

Como ya hemos venido insistiendo, al interior de las comunicaciones escritas, y orales, de las colegas en sus formas de nombrar sus lógicas de construcción aparecen configuración, reconfiguración (con o sin guion) o nueva configuración. Y desde sus coordenadas de enunciación, fuimos sospechando que no querían decir lo mismo. Sin embargo, es útil lo que Josefina Granja nos plantea sobre configuración para aproximarnos a las otras nociones:

La noción de configuración es un apoyo importante en la lógica de razonamiento crítico en juego. Su función apunta, dicho con brevedad, a priorizar las lógicas de lo constituyente sobre las lógicas de lo estructurado; levanta y resguarda el sentido del movimiento como condición de lo real y especifica campo como inacabado, como en devenir. Así pues, configuración recoge articulación inacabada de elementos, identidades flotantes, heterogeneidad de lógicas o racionalidades entrecruzadas, modalidades de concreción que se especifican en el movimiento histórico, receptividad ante las realidades emergentes. (Granja, 2006, p. 42)

En este sentido hay otro movimiento, otros movimientos que parecen captar cuando nombran nueva configuración, reconfiguración. Aproximémonos un poco a la tesis doctoral de Leonor Eloina Pastrana Flores. Ella se interesó en cómo “Hacer pueblo en el contexto industrial metropolitano” con la finalidad de:

[…] entender la forma en que se reconstituye una vieja comunidad, enclavada dentro del área metropolitana de la ciudad de México, en el periodo comprendido de 1938 y el año 2006 [se trata de] Santa Clara Coatitla, Ecatepec de Morelos, en el Estado de México, en un lapso de 68 años […] no se aborda cronológicamente sino a través de determinados momentos clave con el fin de mostrar la transición estructural de manera más abarcadora. [y se hace algunas preguntas] ¿Por qué será que las tradiciones aún se mantienen y hasta reviven en un momento dado, dentro de un contexto industrial metropolitano? ¿qué ha incorporado la gente de Santa Clara Coatitla que se levanta en armas frente a un párroco y un obispo discrepante de sus usos y costumbres? […] ¿No cree usted apreciable lector/lectora que hay un proceso educativo en juego, no de carácter escolarizado por supuesto, sino del tipo que la pedagogía llama informal, pero que, paradójicamente, resulta tan formal a la hora de dar forma social a los sujetos? (Pastrana, 2007, p. I, III)

Esta comunidad ante la irrupción de lo real: devenir un contexto industrial, se reconfigura como pueblo, no sin realizar una serie de confrontaciones de alcance político. Y vinculado a ello emerge, también, una nueva configuración social, en tanto otro ordenamiento jurisdiccional por los cambios en la nueva propiedad de la tierra. De igual manera está mostrándose una configuración comunitaria en tanto hay/y/ no, un tránsito de lo provinciano a lo metropolitano.

Sin embargo, como bien se lo pregunta Pastrana (2007) “¿Por qué será que las tradiciones aún se mantienen y hasta reviven en un momento dado, dentro de un contexto industrial metropolitano?” Ante ello podemos pensar que se da una forma de entrecruzamiento entre los contenidos de la configuración “anterior”, ser pueblo, y lo que Pastrana (2007) plantea como la revitalización de usos y costumbres que gestaron como pueblo, pero que, al ser revitalizados en un contexto urbano, devienen una nueva configuración. Sí, porque ya no son pueblo como tal, con esa manera en que se llegó a caracterizar en un momento. Y también desde la postura de Gómez, en coordenadas semejantes, se piensa la noción de nueva configuración cuando señala:

El carácter precario de esa fijación [la que captamos como una primera configuración, diríamos desde aquí], siempre amenazado por un exterior constitutivo, articula el sentido de la problematización y de la crítica en el discurso como movimiento inacabado, en constante devenir y abierto a múltiples modalidades de concreción, en las cuales las nuevas articulaciones se producen y con ellas los visos de una nueva configuración. (Gómez, 2003, p. 204)

En este sentido pensamos que, aunque nos han hecho creer en lo absoluto, cerrado, acabado, lo sobredeterminado, hay errores en la estructura, hay vacíos, intersticios que se dan tanto a nivel de los elementos, lo ontológico/óntico por el carácter histórico. Y a nivel de las lógicas de articulación para pensarlos, a nivel de lo epistémico/epistemológico, también desde sus coordenadas históricas. De tal manera que ahí se encuentra el potencial de construir formas otras de concreción. Y tales formas otras pueden devenir nuevas configuraciones, reconfiguraciones que, no lo podemos negar, complejizan también, las formas en que podríamos nombrarlas y dotarles, provisionalmente, de contenido.

Conclusiones

Por lo tanto, ante la pregunta ¿cómo entender la noción de reconfiguración y sus relaciones con la configuración como herramientas teóricas epistémicas en la investigación educativa? Con su correspondiente propósito: identificar algunas coordenadas en las que se utiliza la noción de reconfiguración versus la de configuración, podemos concluir que las tramas, las lógicas de construcción de las configuraciones, rebasan las posibilidades de ser atrapadas en una noción, en un concepto. Sin embargo, es posible acercarnos a lo que aquí hemos pensado como coordenadas que, al menos provisionalmente, nos permiten localizarlas en las formas de construir la comunicación escrita u oral de las investigadoras, en las que centramos la atención.

Si bien hay tintes de imposibilidad de fijación conceptual, sí podemos observar algunos rasgos, aunque de carácter provisional, en función del recorte de la producción de las investigadoras.

Uno de los rasgos es que plantear en términos de configuración, nueva configuración, reconfiguración, con o sin guion, requiere también de un recorte de realidad. Es decir, las investigadoras plantean problemas. Y éstos están insertos en la dinámica social, tocan lo educativo y la educación. Piensan a los sujetos sociales, a los sujetos educativos, a su formación.

En sus investigaciones hay una dimensión ética, política/político que está vinculada con lo que en alguna de ellas plantea como la subjetividad, es decir, hay un alto grado de implicación, en una trama. Y en otra de interpelación, incluso de una forma peculiar de activismo.

Plantear en términos de configuración, nueva configuración, reconfiguración requiere, inevitablemente, poner atención en la historicidad de los sujetos sociales, de los sujetos colectivos, de los sujetos educativos, de lo comunitario. Difícilmente podrían aprovecharse estas herramientas teóricas epistémicas si no se realiza un recorte de realidad, sin que necesariamente sigamos una cronología. Más bien, se requiere una afinada atención a momentos clave de los movimientos, de los desplazamientos, para poder atrevernos a nombrar y dar contenido a una trama, a una lógica o a otra.

La configuración, la nueva configuración, la reconfiguración se implican, están articuladas y quizá sean una parada provisional de lo que implican tales movimientos, tales desplazamientos. Y sólo en el ejercicio del pensar, actualizando coordenadas de las problemáticas de lo educativo, de lo social, podríamos utilizarlas como herramientas para la investigación educativa.

Fuentes consultadas

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