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El Docente-Investigador: ¿Qué Investiga El Profesor Universitario?
The Teacher-Researcher: What Does the University Professor Research?
El Docente-Investigador: ¿Qué Investiga El Profesor Universitario?
Revista RedCA, vol. 5, núm. 13, pp. 21-32, 2022
Universidad Autónoma del Estado de México
Recepción: 11 Marzo 2022
Aprobación: 27 Abril 2022
Publicación: 01 Junio 2022
Resumen:
Pensar en un docente- investigador, evidencia el acercamiento a procesos de innovación, y reflexión de su práctica educativa, implica una acción permanente de revisión y análisis de lo que cotidianamente desarrolla en el aula para que con ello recree su quehacer docente y se convierta en un sujeto activo, que intencione el aprendizaje entre los estudiantes, desarrolle diagnósticos permanentes, busque el mejoramiento constante de su ejercicio docente y, por lo tanto, la profesionalización de su práctica educativa y/o su práctica profesional. Partiendo que son escasos los docentes que desarrollan procesos de investigación de su práctica educativa y de aspectos disciplinares vinculados ésta, sin que con ello, como señala Francisco Imbernón (1991), detone aprendizaje significativos y la transformación e innovación de su ejercicio docente y por ende el desarrollo de aprendizajes significativos entre los estudiantes; la ponencia que aquí se presenta tiene como propósito destacar la importancia de la figura del docente-investigador, las formas bajo las cuales investigan en el aula y los beneficios que esto genera al proceso de enseñanza y aprendizaje. Este ejercicio se desarrolla bajo una metodología de corte cualitativo, teniendo como grupo de estudio a los docentes de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la UAEMex. Los principales hallazgos de este ejercicio destacan que los profesores universitarios deben abandonar prácticas tradicionalistas para incursionar en procesos de innovación que les permita ser verdaderos sujetos de cambio, a partir de la constante reflexión e investigación de su ejercicio docente (incluyendo lo disciplinar). Así mismo destacan tres ejes vinculados a la figura del docente-investigador: la investigación para la docencia, el investigador como docente y el docente como investigador.
Palabras clave: Docente-Investigador, Práctica educativa, Formación docente.
Abstract:
Thinking of a researcher-teacher, which evidences the approach to processes of innovation and reflection of their educational practice, implies a permanent action of revision and analysis of what they develop daily in the classroom so that they can recreate their teaching work and become an active subject, who intends learning among students, develops permanent diagnostics, seeks constant improvement of their teaching practice and, therefore, the professionalization of their educational practice and/or their professional practice. Since there are few teachers who develop research processes on their educational practice and related disciplinary aspects, without this, as Francisco Imbernón (1991) points out, triggering significant learning and the transformation and innovation of their teaching practice and therefore the development of significant learning among students, the purpose of the paper presented here is to highlight the importance of the figure of the teacherresearcher, the ways in which they research in the classroom and the benefits this generates to the teaching and learning process. This exercise is developed under a qualitative methodology, having as a study group the teachers of the Faculty of Tourism and Gastronomy of the UAEMex. The main findings of this exercise highlight that university professors should abandon traditionalist practices to engage in innovation processes that allow them to be true subjects of change, based on constant reflection and research of their teaching practice (including the disciplinary). Likewise, three axes linked to the figure of the teacher-researcher stand out: research for teaching, the researcher as a teacher and the teacher as a researcher.
Keywords: Teacher-researcher, Educational practice, Teacher training.
Introducción:
Si bien es cierto que en los últimos años la educación superior se ha convertido en una de las preocupaciones de distintos organismos e instituciones en el contexto internacional y nacional, también es cierto que los avances científicos y tecnológicos que enfrenta una sociedad cada vez más cambiante y exigente, evidencian el cuestionamiento de qué y cómo se están haciendo las cosas en materia educativa, particularmente los docentes, a fin de replantear las acciones que sobre este particular se han desarrollado a través de los años.
Hoy en día, la principal preocupación en el ámbito educativo (sobre todo en el nivel superior) ha sido lograr la calidad, centrándose básicamente ésta en una serie de indicadores que permitan “medir” la eficacia y eficiencia de los distintos procesos educativos, dejando de estudios más profundos sobre los actores vinculados en dichos procesos, particularmente los docentes.
Aunque se han implementado diversas estrategias para mejorar las condiciones del sistema educativo en todo el mundo (especialmente en su nivel superior) los resultados han sido poco alentadores, debido a que la preocupación se ha centrado en alcanzar niveles de “calidad” que permitan a los estudiantes ser mejores en un contexto totalmente competitivo, dejando de lado aspectos que son fundamentales en ese reencuentro con los distintos procesos educativos.
La investigación en el ámbito educativo ha sido una de las estrategias para lograr mejores condiciones académicas en los distintos niveles escolares, sin embargo, dentro de ésta se han favorecido los estudios o trabajos de corte positivista o cuantitativos, en donde el propósito fundamental es identificar una serie de elementos e indicadores “eficientistas” que midan “la calidad de la educación”, dejando de lados estudios de corte cualitativo que permitan identificar elementos y situaciones vinculadas a la comprensión e interpretación de lo que sucede en el aula entre docente y alumno.
Según Pérez Gómez (1996; 97), la investigación educativa ha respondido prioritariamente a los siguientes paradigmas: el paradigma presagio-producto, éste se centra en identificar propuestas y estrategias para tener un docente “eficaz” concentrándose en el estudio de las características psico-fisiológicas que definen la personalidad del profesor, en este sentido, la búsqueda de los criterios del “buen” docente se identifican a partir de su personalidad y no de su ejercicio en el aula; el paradigma proceso-producto, orienta su preocupación a aspectos como: el estudio de los métodos de enseñanza y el análisis de los procesos que ocurren en el aula centrando los resultados en el aprovechamiento del alumno más que en el desempeño del docente; el paradigma medicional centrado en el profesor/a, busca prioritariamente la definición de modelos medicionales en torno al profesor/a; el paradigma medicional centrado en el alumno/a, este paradigma refiere el análisis del alumno recuperando las aportaciones teóricas de la psicología cognitiva (Piaget, Sinclair, Bruner, entre otros) y finalmente, el paradigma ecológico, este últimose remonta al estudio de la vida en las aulas, ello en términos de intercambios socioculturales y reflexiones interpretativas y comprensivas, planteando un abordaje metodológico desde visones etnográficas, situacionales y cualitativas, en donde la investigación de la práctica docente es fundamental.
Reflexionar sobre lo que sucede al interior de las aulas, y más aún sobre la importancia de la figura de un docente -investigador de su propia práctica educativa, es un ejercicio que poco se desarrolla en la actualidad.
La docencia supone diversas y complejas perspectivas de abordaje, estas van desde los modelos y procesos de formación y/o profesionalización docente, la práctica pedagogíadidáctica, los actores que se involucran en esta tarea profesional, las interrelaciones y los procesos de comunicación, entre muchas otras. Sin lugar a duda, el docente es la figura central del acto educativo, el cual ha sido motivo de diversos estudios, debido por un lado a la importancia histórica que éste ha tenido como formador de sujetos críticos, y por otro, a la trascendencia de los profesores como facilitadores del aprendizaje.
La figura del docente, particularmente en el nivel superior, está íntimamente relacionado con la forma en que ejerce su práctica educativa y los roles o tareas que de forma cotidiana desarrolla en el ámbito de la docencia: como formador y como investigador.
Gimeno Sacristán y Pérez Gómez (1994;130) destacan que solamente el conocimiento que emerge del análisis y reflexión sobre la práctica educativa en la realidad “natural” compleja y singular del aula puede utilizarse como conocimiento aprovechable para entender la práctica y transformarla, mediante procesos de reflexión e investigación.
A partir de ello, se identifican dos tendencias en torno al binomio docencia-investigación: la primera sostiene que la investigación y la docencia son dos tareas claras y precisas y totalmente diferenciables, y la segunda afirma que éstas deberían estrechar sus relaciones debido a que se han abordado de manera separada lo que no ha permitido una integración en las mismas.
El tema que es motivo de discusión de la presente ponencia ha despertado distintas controversias debido a que existen personas que creen que es posible articular a la docencia con la investigación y quienes creen que éstas son actividades diferentes y difícil de integrar. A pesar de que haya opiniones encontradas en torno a la vinculación de la docencia y la investigación, en los últimos años se ha identificado la importancia de ello debido a que a través de la incorporación de la docencia a la investigación se podrá lograr lo siguiente:
Socializar en las aulas el conocimiento adquirido y/o desarrollado a través de la investigación para su posterior impacto o aplicación en el campo laboral y el entorno social
Mejorar el nivel académico de la enseñanza y de quienes participan en ella (docenteinvestigador y alumnos)
Desarrollar la autonomía del profesorado en virtud de que con la integración de la docencia y la investigación los profesores se incorporan a nuevos niveles intelectuales y reflexivos.
Abordar el tema del docente-investigador es complejo, y evidencia diversas problemáticas, debido a que el aporte bibliohemerográfico se centra en el discurso teórico y poco se discute sobre cuestiones empíricas o prácticas.
Pedro Cañal (1997:58) señala que hoy en día hay una urgente necesidad de concebir a los profesores como investigadores ya que solo así logrará un desarrollo autónomo y profesional de quienes participan en la docencia.
La figura del docente investigador básicamente se ha entendido como aquellas personas que realizan investigaciones de corte educativo o bien que investigan situaciones o acontecimientos que se manifiestan en el aula, sin embargo, bajo las nuevas tendencias y ópticas en materia educativa, la figura del docente investigador debe rebasar esta visión reduccionista.
Bajo este panorama y partiendo de la importancia del binomio docencia-investigación como eje trasversal para la formación e innovación de la práctica docente en el siglo XI, la investigación que fundamenta la presente ponencia, señala como objetivo comprender la importancia de la figura del docente-investigador y la dinámica bajo la cual se desarrolla la investigan en el aula. Todo ello a través de un enfoque cualitativo.
Metodología
El enfoque metodológico bajo el cual se integra la investigación que soporta la presente ponencia, fue cualitativo, en tanto el método de trabajo se desarrolló a partir de la propuesta de la Investigación- Acción.
La investigación-acción, es un planteamiento innovador que pretende convertir al profesor en un investigador en el aula, considerando así a éste como un agente activo y crítico frente al fenómeno educativo. Bajo la perspectiva del docente-investigador, la actuación del docente se asume como un agente de cambio que toma de conciencia de los procesos que se generan al interior del aula, con el firme propósito de conocer, comprender, explicar, valorar y transformar la realidad de la práctica educativa a través de un proceso de investigación participativa que genere conocimientos para responder a los desafíos y obstáculos cotidianos del quehacer educativo (Barabtarlo, 1995).
La técnica de recolección de información fue la entrevista a profundidad, considerándose como población de estudio a los docentes de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la UAEMex.
Resultados
El interés por articular la docencia a la investigación y perfilar bajo qué lógica se comprende la figura del docente investigador ha llevado a distintos autores a estructurar modelos o tendencias en torno a dicho binomio, de allí que hoy se observen las siguientes tendencias en torno a ello:
El docente-investigador que realiza procesos de investigación al interior del aula, es decir, recuperan la experiencia del aula con el propósito principal de mejorar las condiciones del proceso de enseñanza-aprendizaje, en este sentido se recurre a la reflexión-acción para lograr dichos propósitos (propuesta de investigación acción).
El docente-investigador visto desde un discurso político que debe dar respuesta a las tendencias educativas en el ámbito internacional y nacional.
El docente que se incorpora a la investigación con el propósito de desarrollar una profesionalización de su ejercicio académico.
El docente que investiga con el propósito de lograr una autonomía profesional
Cualquiera que sea la orientación que se le dé a la vinculación de la docencia y la investigación, lo importante es emprender un análisis de las posibilidades y límites de dicha vinculación dándole un sentido específico: qué investigar, para qué investigar, quiénes deben investigar y cuáles serán los beneficios de la investigación.
Como se menciona en el apartado de metodología, el trabajo de campo se realizó con profesores de la Facultad de Turismo y Gastronomía durante el periodo de enero a julio de 2019 bajo un enfoque cualitativo aplicando la técnica de entrevista a profundidad y teniendo tres criterios para la elección de los profesores entrevistados: de recién ingreso, entre 10 y 15 años de labor docente y profesores con más de 25 años de experiencia docente.
La investigación para la docencia
Esta perspectiva se entiende como la posibilidad de realizar investigaciones sobre el quehacer docente, modelos y métodos de enseñanza y aprendizaje, entre otros. Es decir, esta visión es entendida como un tipo de investigación en donde el objeto de estudio es la docencia o los elementos que tienen que ver o facilitan la práctica educativa. Los productos de este tipo de investigación son de utilidad práctica para los profesores, en la medida en que les brindarían conocimientos de aplicación directa a la función docente, ya sea en referencia a los métodos y contenidos de la enseñanza o en relación con los saberes propios del quehacer docente.
El investigador como docente
Se podría pensar que los investigadores impartieran algunos cursos relacionados con las áreas de metodología o seminario de tesis e inclusive que impartieran cursos sobre los temas que se encuentran investigando.
Esta idea se fundamenta en que el investigador como docente impartiría conocimientos de actualidad y acercaría a los alumnos a los métodos, técnicas y actitudes de indagación, disciplina y rigurosidad propios de la investigación.
El docente como investigador
Un tipo de vínculo del docente con la investigación sería que la investigación la realizaría el docente. Esta idea implicaría que el docente, además de docente, fuera investigador, es decir que la vinculación docencia-investigación se diera en un mismo sujeto. Esta idea se ha hecho evidente en las propuestas que plantean la necesidad de que el profesor realice un proceso de investigación de su propia práctica docente.
Habría que precisar que en esta propuesta la investigación que se realiza es específica; no se trata necesariamente de generar "nuevos" conocimientos para el campo educativo, sino de realizar un tipo de formación para la acción que permita resolver algunos problemas concretos y cotidianos.
Algunas reflexiones de los docentes de la Facultad de Turismo y Gastronomía respecto a qué es un docente-investigador
Con el propósito de reflexionar sobre qué es un docente investigador, qué implica esta figura, qué tanto los docentes de la Facultad de turismo han incursionado en esta tarea y de qué forma beneficia a nuestro trabajo cotidiano; con base en la información que arrojaron las entrevistas a profundidad, se destacan a continuación algunas reflexiones:
“Hay que diferenciar entre docente-investigador e investigador- docente.... En el primer caso se entiende a un individuo que su actividad principal es la docencia y trata realizar algunas investigaciones...no desarrollando un proceso de investigación formal. El segundo caso se trata de un individuo que realiza procesos formales de investigación incluso tiene a su cargo proyectos de investigación específicos) y los resultados obtenido los lleva a su práctica docente... Dentro de nuestra realidad únicamente hemos accedido (en el mejor de los casos) a lo que nos refiere el primer caso”.
“El desarrollo de la investigación en la docencia tendrá que ser considerada como una actividad de mucha importancia ya que permite: tener un acercamiento a la realidad, permite integrar una serie de datos e información que puede ser útil para el proceso de enseñanza-aprendizaje, para el desarrollo profesional del docente y para el avance del conocimiento disciplinario...”.
“Realmente el docente investigador es un sujeto que tiene la fortuna de realizar dos actividades: la docencia y la investigación, que es sensible a los problemas sociales y que está comprometido con la formación integral de sus alumnos... Desgraciadamente la lógica de trabajo de las instituciones educativas no ha permitido que estas actividades se articulen de tal forma que el docente investigador se beneficie en el aspecto académico e intelectual al mismo tiempo que los alumnos...”.
“La investigación debiera ser una de las principales actividades de los docentes en la actualidad... El desarrollo de la tecnología y los medios de comunicación hoy en día han facilitado la obtención, reproducción e intercambio de la información, de allí que se tenga un camino más fácil para el desarrollo de dicha actividad...”.
“Un docente investigador es aquella persona que maneja una serie de información, se interesa sobre ciertos aspectos y desarrolla procesos de investigación, una vez que cuenta con resultados, los debe de incorporar a su trabajo en el aula y compartirlos con sus colegas...”.
“La investigación debe ser considerada como una actividad adjetiva a la docencia, por la importancia que tiene el trabajo investigativo como medio para el desarrollo del conocimiento científico y por la urgente necesidad de desarrollar una práctica docente actualizada, reflexionada, analítica, crítica y con una sensibilidad para aportar elementos que permitan formar seres humanos que sean capaces de dar respuestas satisfactorias a los problemas de su entorno...”.
Conclusiones:
La docencia solo ha sido considerada como una forma de investigación en la medida en que el profesor, al hacer acopio de material bibliográfico, al seleccionar y sistematizar los contenidos temáticos, así como las líneas de trabajo, lo tiene que hacer mediante la reflexión y el análisis no de sus intereses personales (aun cuando éstos están presentes), sino de las necesidades de formación intelectual, científica y profesional de sus estudiantes.
La propuesta de vincular la investigación-docencia parece subyacer a la consideración de que el nivel educativo universitario se mejoraría si los investigadores atendieran el rubro de la enseñanza, ya que en pocas ocasiones se alude a los problemas metodológicos de cómo enseñar o incorporar en el proceso enseñanza-aprendizaje los productos de la investigación, ya sea ésta propia o ajena.
Una docencia crítica, creativa y transformadora necesita dar cuenta tanto del proceso como de los resultados de un objeto de conocimiento, lo cual es ya una característica de la investigación.
Desarrollar procesos investigativos serios (que beneficien a su institución educativa, a la sociedad en general y el aprendizaje de sus alumnos) para su posterior aplicación en la docencia
Trabajar en cuerpos académicos dentro de los que se socialice y reflexione en torno a los resultados de la investigación para su posterior incursión a los espacios áulicos
Desarrollar una autonomía profesional (del docente) a través de la investigación
Destinar recursos para el desarrollo de la investigación y su posterior vinculación a la docencia.
Comprender que la importancia del docente-investigador implica revisar y reflexionar la vida en el aula asumiendo su complejidad, diversidad, singularidad y carácter evolutivo de dicha realidad social. Es importante recordar que el aula es uno de los principales espacios en donde se manifiestan interacciones las cuales pueden ser problematizadas y abordadas por los docentes, mediante procesos investigativos.
Referencias
ACUÑA, C. (1992). Las Disciplinas en el Diseño del Plan de Estudios. CISE-UNAM.
BARABTARLO, A. (1995) Investigación-Acción. Una Didáctica para la Formación de Profesores. Castellanos Editores.
BASILIO, R. (1995). Hacia una Reconceptualización del Docente. En: Revista Siglo XXI. Perspectivas de la Educación desde América Latina. 1(1).
CAÑAL, P (1997). Investigar en la escuela: elementos para una enseñanza alternativa. Editorial Daida,
CONTRERAS Domingo, José (1994). ¿Cómo se Hace? En: Revista Cuadernos de Pedagogía. 224. 8-12.
CONTRERAS Domingo, José (1996). Una experiencia de Investigación en la Acción. Editorial Monográfico del Profesorado.
GIMENO Sacristán, J. (1992). Profesionalización docente y cambio educativo. Miño y Dávila Editores.
GIMENO SACRISTÁN, J y PÉREZ-GÓMEZ, A. (1994). Comprender y transformar la enseñanza. Editorial Morata.
IMBERNON, F (1991). El Profesor, sus Modelos de Formación y sus Funciones. Editorial Paidós,
MINUNJIN, A. (1995). En los Umbrales del Siglo XXI: Un Nuevo Paradigma Educativo Antihegemónico. En: Revista Siglo XXI. Perspectivas de la Educación desde América Latina. 1(2). 32-39
PÉREZ-GÓMEZ, A (1996), “Autonomía profesional del docente y control democrático”. Editorial Morata.