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La lectura y la escritura académica en su relación con los índices de titulación en la formación universitaria
Fernando Caleb Calderón Gil; Elisa Bani Calderón Gil
Fernando Caleb Calderón Gil; Elisa Bani Calderón Gil
La lectura y la escritura académica en su relación con los índices de titulación en la formación universitaria
Reading and academic scripture in its relationship with the degree of degree in university education
Revista RedCA, vol. 2, núm. 4, pp. 127-138, 2019
Universidad Autónoma del Estado de México
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Resumen: El presente ensayo es producto del análisis y la reflexión con respecto al déficit que a nivel nacional se tiene en lectura y escritura de los estudiantes del nivel superior, así como el abandono de los procesos de titulación al termino de los créditos de la licenciatura, cuando las carreras profesionales exigen la conformación de escritos académicos para la obtención de grado. La lectura y la escritura son procesos que se desarrollan desde las primeras etapas de la educación formal, constituyendo individuos alfabetizados, el sentido de los planes y programas del nivel básico, así como de los niveles medio superior y superior, es que los estudiantes mejoren sus hábitos de lectoescritura. Existen buenas intenciones por la parte oficial al enriquecer la formación educativa con programas cocurriculares, en donde se fortalece la lectura de comprensión y rapidez, pese a ello, al llegar al nivel universitario los estudiantes presentan serias limitaciones para comprender los documentos en las diversas asignaturas y mayormente cuando se les requiere su opinión particular y crítica al respecto. Con el presente documento se tiene como objetivo que todos los participantes en el proceso de formación profesional, atiendan las necesidades con las cuales los estudiantes del nivel superior se enfrentan al finalizar sus carreras.

Palabras clave: Lectura crítica, Escritura académica y Formación Inicial.

Abstract: This essay is the product of the analysis and reflection regarding the national deficit in reading and writing of the students of the higher level, as well as the abandonment of the titling processes at the end of the credits of the degree, when Professional careers require the creation of academic writings to obtain a degree. Reading and writing are processes that develop from the early stages of formal education, constituting literate individuals, the sense of the plans and programs of the basic level as well as the upper and upper levels, is that students improve their habits of reading and writing. There are good intentions for the official part to enrich the educational training with co-curricular programs, which strengthens reading comprehension and speed, despite this, upon reaching the university level students have serious limitations to understand the documents in the various subjects and especially when their particular opinion and criticism is required. The objective of this document is that all participants in the professional training process meet the needs with which upper level students are faced at the end of their careers.

Keywords: Critical reading, academic writing and initial training.

Carátula del artículo

Artículos

La lectura y la escritura académica en su relación con los índices de titulación en la formación universitaria

Reading and academic scripture in its relationship with the degree of degree in university education

Fernando Caleb Calderón Gil
Universidad Virtual del Estado de Guanajuato, México
Elisa Bani Calderón Gil
Escuela Normal Superior de Michoacán, México
Revista RedCA, vol. 2, núm. 4, pp. 127-138, 2019
Universidad Autónoma del Estado de México

Recepción: 14 Marzo 2019

Aprobación: 20 Mayo 2019

Introducción

La lectura y escritura académica constituyen la validación y el reconocimiento social de cualquier nivel académico que se requiera alcanzar. En el caso del nivel superior, que es el marco referencial en donde se desarrolla el presente ensayo, es un requisito necesario durante la formación profesional inicial, así como también de programas de posgrados, bajo los cuales el profesional requiere incurrir. Cuando esto no ocurre, la exclusión de los estudiantes de nivel superior por parte de este sistema genera frustración y abandono del ejercicio de la lectura y escritura académica (Hernández, 2009).

Tal situación es también discutida por Carlino (2003), en donde se señala la dificultad que resulta para los estudiantes del nivel superior madurar la escritura académica, ya que en cada nivel se trabaja con intenciones y objetivos diferentes. En el nivel superior el conocimiento solo tiene autores e historia, para el nivel básico y medio se presenta de forma anónima y atemporal, lo cual impacta en la forma de pensar y escribir.

La deficiencia del proceso de escrituración académica es evidente en el nivel superior, pues se exige a los estudiantes que analicen y apliquen el conocimiento de los textos revisados por medio de lecturas de comprensión, además de una redacción de los resultados obtenidos, entendiendo que la redacción es un saber aprendido desde las primeras etapas académicas.

Al finalizar su formación profesional inicial, se le pide como requisito al estudiante (para la obtención del grado), la realización de un documento que contenga densidad de contenido y el desarrollo de su propio discurso, lo cual orilla a la comunidad estudiantil a optar por otras formas de titulación, o en el peor de los casos a desertar en la necesidad de titularse.

De acuerdo con el reporte de la Dirección General de Educación Superior Universitaria (DGESU), en el ciclo escolar 2017-2018, en el país ingresan 1,248,474 jóvenes a los diversos programas de licenciatura ofertados por las diferentes instituciones de educación superior en México, de estos se tiene que solo 783,976 egresan (62% aproximadamente), finalmente titulados solo 575,894, es decir, 46% de los que inicialmente ingresaron.

Como un referente del origen del estudio podemos destacar el caso del Estado de Michoacán, en donde se reporta un ingreso al nivel licenciatura de 33, 504 estudiantes, de los cuales solo 19, 174 concluyen los créditos de la licenciatura, es decir, el 57% aproximadamente, sin embargo, titulados solo 15, 180, lo que equivale al 45% de los que inicialmente ingresaron (https://www.dgesu.ses.sep.gob.mx/).

Como se puede observar en los datos anteriores, es preocupante la cantidad de estudiantes que finalmente logran obtener el título universitario que inicialmente se propusieron alcanzar al solicitar ingreso a una de las instituciones de educación superior en el país, las causas por supuesto son diversas, multifactoriales y multidimensionales, por lo que en este ensayo nos enfocaremos en analizar el poco desarrollo de la lectura y la escritura académica en la formación inicial profesional como un factor que limita la obtención del grado académico.

Conceptualizar la lectura y la escritura académica, clarifica la comprensión y promueve el debate, por lo que a continuación se presentan algunos autores que presentan la delimitación teórica del tema, para Alvarado (2000), este proceso trata de la representación extendida de la escritura como un sólo canal para expresar lo que se piensa y transmitir conocimiento, sin embargo, la adopción de esta idea implica que para la producción de cualquier texto basta con estar alfabetizado y tener algo para decir.

Por el contrario, Carlino (2003), sustenta que la escritura alberga un potencial epistémico, es decir, no sólo es un medio para registrar o comunicar, sino que se convierte en un instrumento para desarrollar, revisar y transformar el propio saber. Por lo que refiere a Flower (1979), Scardamalia y Bereiter (1985) y Sommers (1980), la capacidad que una persona tiene para desarrollar o potencializarse en su propio desarrollo epistémico, radica en lograr la relación del conocimiento del tema sobre el cual se está redactando y la población al que va dirigido el texto, teniendo congruencia con los propósitos que sigue el escrito.

Se hace necesario tomar en cuenta las necesidades de los lectores que posiblemente requieran el escrito, de tal manera que promueva el diálogo entre el conocimiento previo del tema y la retórica del texto (Carlino, 2002), ya que es en este punto en donde el lector se apropia a su vez del escrito y reconstruye ideas planteadas por el autor, conformando a su vez su postura epistémica.

Desafortunadamente en el nivel superior los estudiantes se dedican a elaborar escritos para conseguir una evaluación aprobatoria de las asignaturas que se les imparten, pero no son motivados a publicar sus escritos, lo cual, limita el ejercicio de escrituración, pues no se someten al escrutinio de la comunidad académica ante sus planteamientos. De hecho, se promueve la repetición de ideas, sin un planteamiento conveniente que debata estas mismas por medio de las lecturas que son planteadas por los autores que trabajen en tal o cual temática.

García y col. (2014), señalan que los estudiantes universitarios revisan sus escritos con el objetivo de encontrar errores y no en el sentido de repensar el tema abordado, redescubrir lo que es posible con respecto al tema y desarrollar su conocimiento, de tal manera, que el análisis del texto toma en cuenta únicamente las palabras o frases como unidad de análisis y no al texto en su conjunto.

Es un problema mayúsculo al no plantear al estudiante del nivel superior la necesidad de dar voz a sus ideas, usar los espacios de publicación académica y científica en donde se debatan las ideas y se madure la formación profesional. Desafortunadamente el desinterés nace de los propios profesores que imparten las diversas asignaturas, en quienes se fomenta la idea de solo cumplir con estándares personales del propio docente, pues este mismo no practica la escritura académica como un estilo de vida en el desarrollo profesional.

La revisión de los escritos es uno de los ejes centrales que se debe adoptar como un ejercicio no exclusivo del autor y el docente de la asignatura, sino bajo la mirada de diversos compañeros los cuales tendrán una opinión diferente, dado que no elaboraron el escrito y desconocen la introspección del autor hacia el tema, por lo que su postura será leer un documento ordenado, lógico, coherente y claro en los planteamientos.

Existe una resistencia marcada por los estudiantes para leer lo que otros compañeros han plasmado o permitir que otras personas revisen sus escritos, de tal manera que surja una opinión objetiva, para lo que se sugiere la revisión de pares o colaborativa, aquellas instituciones de educación superior (IES) que cuentan con programas de posgrado, tienen un sector de la población importante que permite orientar los procesos de escrituración a los niveles de formación profesional inicial.

Es por ello, que en este ensayo se hace un llamado a las instituciones del nivel superior para transformar las experiencias de lectura y escritura en el nivel, a través de la conformación de comunidades académicas, que cuestionen al escritor, objetivando el proceso intelectual que conforma un escrito académico. En donde el estudiante afine el gusto por la lectura académica y estructure sus escritos tomando en consideración el punto de vista del destinario, repensando los contenidos en las aulas y dando voz a las ideas, incidiendo en la construcción del conocimiento y escribiendo con conciencia retórica, como una forma de explorar las ideas.

En el nivel superior los estudiantes deben responder a las exigencias de la comunidad académica a la cual luchan por pertenecer en la obtención de un grado, tanto profesional como laboralmente, ambas están permeadas por la lectura y la escritura, así que además de escribir de acuerdo a reglas establecidas sobre gramática, puntuación, uso de mayúsculas y redacción de oraciones y párrafos, se tienen que esforzar por expresar ideas según estándares universales de pensamiento crítico.

Al escribir el estudiante desarrolla el entendimiento de cierto tema, personaliza el conocimiento, permite que el escritor tome una postura al momento de interpretar lo aprendido, quien escribe trabaja con habilidades del pensamiento superior, pues le exige atención plena al momento de estructurar lo escrito, incluso al momento de escribir se adquiere fortaleza interna pues refuerza lo aprendido, se apropia en un aprendizaje significativo y a su vez repercute en su autoestima (Díaz, 2014).

Se propone que desde las instituciones de estudios superiores, promuevan lectores y redactores académicos, capaces de escribir pensando en un público en específico, buscando la revisión de sus borradores a un grupo de pares que critiquen y enriquezcan la construcción del mismo, y por último busquen la colocación de sus escritos en medios de publicación académica, tales como, revistas especializadas, libros impresos y/o digitales, artículos de periódicos, entre otros, de tal manera que construyan conocimiento y sean resilientes a la crítica de sus propios planteamientos en la construcción de una retórica al tema.

EL ROL DE LAS IES EN EL DESARROLLO DE HABILIDADES PARA LA LECTURA Y LA ESCRITURA ACADÉMICA
Dar voz al sujeto formado

Es indispensable para el ser humano mantener un vínculo de comunicación, donde logre expresar algo de sí mismo, Fonseca (2011), comparte que cuando la persona externa sus saberes previos, manifiesta cualidades racionales y emocionales específicas, ya que surge de la necesidad de ser tomado en cuenta por otra persona, teniendo un intercambio de ideas significativas ya sea escritas o verbales de acuerdo con experiencias previas que tengan en común.

De lo anterior, podemos deducir que las instituciones académicas juegan un papel indispensable en el desarrollo de las competencias de comunicación de los individuos, sin embargo, existe un rezago académico que se ha mantenido en los estudiantes de nivel superior al no desarrollar eficazmente el proceso de comunicación escrita, debido a que se ha pasado por alto la práctica de la lectura crítica, así como la escritura académica.

Formar profesionales capaces de generar sus propias opiniones mediante un análisis detallado de las ideas indagadas para crear su crítica, definitivamente ayudará al fortalecimiento epistemológico de los estudiantes en las instituciones de nivel superior.

Es necesario despertar en el educando el hábito de buscar, hacerse de lecturas donde pueda lograr comprender el sentido y significado de lo que está plasmado en los textos, así como el que pueda interpretar aquellas ideas principales intrínsecas en el documento. Asimismo, que sea capaz de verificar y contrastar la información de sus conocimientos previos con los de autores y demás lectores, tanto como el de sus iguales para alcanzar el objetivo de valorar lo leído e ingresar en el sentido profundo del alegato.

Un lector crítico ha de cuestionarlo todo, aún la fuente que se lee, empaparse del tema estudiado, confrontar diversas fuentes de consulta, así como asistirse de bibliografía actual, sin negar que la literatura clásica son referentes fuertes, se tiene claro que para sostener un debate en cualquier campo del conocimiento se ha de tener un panorama actual en la construcción de la disciplina en cuestión.

En el mismo sentido Argundín y Luna (2005), señalan que la efectividad de la lectura consiste en saber leer críticamente, para lograr que el educando logre el objetivo de llegar a ser un lector crítico los autores sugieren que el estudiante debe plantearse preguntas con respecto a la fuente consultada, la semiótica del texto, el sustento teórico del autor, así como la forma en la que trabajo en la postura inicial del lector.

Estos planteamientos son un apoyo importante en la construcción reflexiva de los alumnos para alcanzar en ellos, lectores que vayan más allá de decodificar un texto, esto es dejando a un lado la lectoescritura que surgió en el nivel básico para ingresar en el campo de la lectura académica. No se podrá llegar al objetivo sin la oportuna participación del docente, que guíe al lector a desarrollar esta habilidad o destreza cognitiva de forma constante que coadyuve al desarrollo integral del profesional.

El estudiante del nivel superior, habrá de posicionarse como un referente lingüístico, organizativo, social y cultural, por lo que expresar sus planteamientos teóricos en determinado tema le permitirá emitir su posición e invitar al cuestionamiento de todos aquellos quienes lean el escrito (Zacharis y Coleman, 1978). Por lo que se requiere la conformación de individuos éticos, responsables de sus planteamientos, con un fundamento fuerte que les permita sostener su posición.

Potenciar su habilidad investigativa

Las IES, son un semillero de investigadores en las diferentes áreas del conocimiento, se tiene el contacto directo con profesores-investigadores, que con frecuencia son referentes en las disciplinas estudiadas. Cuando se cuenta con la fortuna de tener en el acompañamiento en el proceso de aprendizaje a un profesor-investigador, permite al estudiante tener un acercamiento fresco y práctico, con una clara relación entre la teoría y el ejercicio profesional.

Además, se tiene clara la ruta que se sigue para conformar el pensamiento crítico mediante la lectura y la escritura académica, pues el profesor vive la lectura y la escritura académica como un estilo de vida profesional y busca en sus estudiantes que se impregnen del entusiasmo al vivir la experiencia por sí mismos.

En el nivel superior la lectura y la escritura son prácticas generalmente asociadas con la construcción y divulgación de saberes y, con la reflexión intelectual crítica respecto de esos saberes, por lo tanto, se requiere la ayuda de herramientas intelectuales que le permitan al estudiante analizar y reflexionar sobre las cuestiones de la naturaleza, los problema del hombre o de la sociedad, así como habilidades de expresión y comunicación que sólo se adquieren en la interacción y el diálogo cotidianos con los miembros de las comunidades científicas y disciplinares que se ocupan de trabajar las distintas áreas del conocimiento.

La lectura y escritura académica tienen sentido en la medida en que el productor de un texto es capaz de tomar postura frente a los problemas o fenómenos propios del área del conocimiento en el que se encuentra involucrado y expresarla siguiendo las convenciones propias de la comunidad disciplinar que lo cobija (Castro y Sánchez, 2013).

Para llevar a cabo lo anterior se requiere la interacción y diálogo constante de la planta de docentes que imparten las diversas asignaturas, de tal manera, que en un trabajo cooperativo y colaborativo construya para el estudiante ese sentido lógico y coherente de las materias impartidas, evaluando marcos teóricos y metodológicos revisados en todas las asignaturas, ya que es la argumentación, la que permite la construcción de opiniones sustentadas que evidenciarán las capacidades de investigación, lectura crítica y análisis del estudiante.

Por todo lo anterior, se hace notar que el desarrollo del escrito académico requiere un ejercicio y preparación a lo largo de toda la vida académica incluida la educación básica, de tal manera que el estudiante de educación superior sea dotado y estimulado para la constante escrituración, así como la divulgación de sus escritos rebasando la idea de solo construir trabajos para la evaluación unidireccional del profesor de la materia. Por lo que incluidas la lectura crítica y la escritura académica se desarrollen profesionales libres, críticos, propositivos, intelectuales con opiniones autónomos, capaces de dar voz a sus pensamientos y ser referentes en los temas que aborden.

Conclusiones

La lectura crítica y la escritura académica no es un problema único de los estudiantes universitarios, debe ser un tema ocupacional de carácter institucional, en donde todos los que constituyen el quehacer académico sean parte activa en la confrontación y solución al problema.

El ejercicio de reflexión de la práctica a través de los productos derivados de las diversas asignaturas de las carreras permitirá encarar al docente a cargo de la materia, el grado de incidencia en la potencialización de la escritura académica. Analizar las prácticas y programas que se emplean en las aulas por parte de los profesores, tomando especial cuidado en los métodos, estrategias y técnicas, así como estos contribuyen a los estudiantes en la mejora de la habilidad escritora.

Valorar la iniciativa del personal docente de la institución al desarrollar sus estrategias metodológicas, no lo es todo para que los alumnos del nivel profesional de las instituciones del nivel superior forjen en su diario vivir las herramientas pertinentes para generar escritos que el nivel académico, es necesario que el asesor se envuelva en el contexto del mapa curricular, así como exigir que los documentos a redactar por parte de los alumnos sean de carácter profesional más que de carácter escolar.

Los escritos académicos constituyen una importante negociación de significados e identidades, son las relaciones de poder, intereses, valores, creencias, saberes y acciones que se dan en, desde y a través de la profesionalización; lo que le permite al estudiante generar identidad y sentido de pertenencia en la comunidad académica.

El trabajo académico dentro de una institución es la gestión de saberes por parte del estudiante universitario, lo cual deberá nutrirse a lo largo de su formación profesional inicial, de tal manera que, al finalizar los créditos de la carrera, la obtención del grado sea a través del uso de las habilidades cognoscitivas desarrolladas en el transcurso de la carrera.

Es un llamado al quehacer ético de los docentes al frente de las instituciones de educación superior, al conformarse como docentes-investigadores, proactivos en la escritura académica y en la publicación de los mismos, tutorando a los profesionales noveles en el mismo ejercicio.

Generar espacios de co-tutoría entre los mismos estudiantes, permitiendo la revisión de sus propios escritos, posicionará a cualquier institución de nivel superior en un referente intelectual, en donde a través de las comunidades académicas se gestione y construya el conocimiento.

Profesionales formados bajo la adopción de la lectura crítica y la escritura académica serán capaces de transformar sus campos del conocimiento, así como tener apretura y promover la innovación de procesos que mejoren aquellos con los que se trabajan. Así como la aceptación del trabajo cooperativo y colaborativo, en la construcción plural y democrática del conocimiento.

Material suplementario
Información adicional

redalyc-journal-id: 7487

Referencias
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