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Recepción: 20 Diciembre 2024
Aprobación: 21 Enero 2025
Publicación: 01 Febrero 2025
Resumen: El presente artículo surge a partir del Plan General de Desarrollo 2021-2033 de la Universidad Autónoma del Estado de México, el cual forma parte de lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Agenda 2030, por lo que, a nivel nacional e internacional se ha comprometido a responder con una educación de calidad para toda la población, de esta manera, contiene un apartado de ética igualdad e inclusión. El objetivo del artículo es presentar la percepción de algunos estudiantes de la Facultad de Humanidades de la UAEMéx en torno a las compañeras y compañeros que son padres y madres. A partir de un ejercicio metodológico de historia oral utilizando la entrevista con micrófono, se construye la narrativa, presentando las consideraciones en torno a la temática principal. Este acercamiento responde con la voz de una parte de la comunidad estudiantil a partir del contacto que hay con las madres y padres estudiantes. De esta manera se generaron propuestas que visibilizan la situación acorde a lo que externan los indicadores de ética igualdad e inclusión del Plan General de Desarrollo 2021-2033. Conocer las realidades del estudiantado mexicano es un reto para las instituciones, este artículo puede funcionar para lograr un primer acercamiento de las condiciones en las que se encuentra la comunidad universitaria. Este artículo es resultado de la beca estudiantil Desarrollo de la Investigación “Lic. Adolfo López Mateos” por el trabajo en conjunto con el proyecto Maternidades y paternidades estudiantiles: hacia una educación con inclusión, investigación registrada con clave 6917/2023SF en la Secretaria de Investigación y Estudios Avanzados de la Universidad Autónoma del Estado de México, bajo la responsabilidad del Cuerpo Académico Historia: educación, inclusión y fuentes.
Palabras clave: Comunidad, ética, igualdad, inclusión, educación, maternidades, paternidades, historia oral.
Abstract: This article originates from the 2021-2033 General Development Plan of the Autonomous University of the State of Mexico (UAEMéx), which aligns with the Sustainable Development Goals of the 2030 Agenda. At both national and international levels, the university has committed to providing quality education for all, including a focus on ethics, equality, and inclusion. The aim of this article is to present the perceptions of some students from the Faculty of Humanities at UAEMéx regarding their peers who are parents. Through a methodological exercise in oral history using microphone-based interviews, a narrative was constructed, presenting reflections on the main topic. This approach gives voice to a segment of the student community by exploring their interactions with student parents. Proposals were generated to shed light on this situation in alignment with the ethics, equality, and inclusion indicators outlined in the 2021-2033 General Development Plan. Understanding the realities faced by Mexican students poses a significant challenge for institutions, and this article serves as an initial step toward examining the conditions of the university community. This article is the result of the student scholarship Desarrollo de la Investigación “Lic. Adolfo López Mateos”, developed in collaboration with the project Student Parenthood: Toward Inclusive Education. This research, registered under code 6917/2023SF with the Secretariat of Research and Advanced Studies of the Autonomous University of the State of Mexico, is conducted under the responsibility of the Academic Body History: Education, Inclusion, and Sources
Keywords: Community, ethics, equality, inclusion, education, motherhoods, fatherhoods, oral history.
Introducción
En los espacios de educación superior se viven múltiples situaciones en torno a las actividades formativas, cada una de ellas formaliza diversos fenómenos que no son perceptibles por la mayor parte de la comunidad estudiantil. Sin embargo, las universidades han implementado estrategias para evitar la deserción y generar ambientes inclusivos donde haya pleno respeto por la vida de su comunidad.
Uno de estos programas lo podemos encontrar en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx en adelante), en el apartado de ética igualdad e inclusión del Plan General de Desarrollo 2021-2033 de la UAEMéx (Barrera Díaz, 2021) se propone lo siguiente:

En la Universidad Autónoma del Estado de México la inclusión se ha posicionado como un principio transversal en el que las políticas de la institución generen lo indispensable para que aquellos que se encuentren en condiciones vulnerables puedan integrarse a la comunidad universitaria (Barrera Díaz, 2021, 104). Para lograr este compromiso, la universidad ha generado espacios recreativos de arte y cultura, también ha hecho uso de los medios de comunicación para que se observe y se ponga en práctica una universidad libre de discriminación (Barrera Díaz, 2021, 103-104).
Las relaciones estudiantiles dentro del espacio facultativo contienen elementos únicos de acuerdo con las particularidades de cada sujeto que las conforman. El respeto a la otredad, este elemento relacionado con la comprensión de una persona, donde el individuo asume un rol en relación con “otros” como parte de un proceso de reacción que se encuentra alejado de la estigmatización o la condena (Fandiño Barrios, 2014, 50) es una de las principales premisas que se despliegan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (ODS 2030 en adelante), Miguel Santos (citado en Cantú-Martínez, 2020, 4) ha sintetizado la posición del individuo dentro del programa en desarrollo:
“Es entrever que el ser humano es un ser biológico, de constitución social y finalmente con un marco cultural en el que se han conjugado esencialmente estos aspectos en el discurso de la sustentabilidad para emprender una nueva afinidad social, un renovado contexto de convivencialidad, como también de subsidiaridad”
Al posicionar los valores como el respeto a la vida, la dignidad, igualdad de derechos, equidad de género como premisas fundamentales se hacen visibles las condiciones a trabajar en las que se encuentran las y los estudiantes. Con el fin de que aquellos que se encuentran en alguna situación de desventaja, sea el espacio educativo el que le otorgue las oportunidades para poder transformarse a sí mismo y a su vez crear un espacio de comunidad encaminada hacia el apoyo de los pares y la concientización del otro u otra. A su vez, realizar prácticas empáticas con las cuales se solucionen algunas problemáticas presentes dentro de la misma comunidad (Cervantes López, 2022).
Para el caso de esta investigación y de acuerdo con el marco de los ODS 2030, las maternidades y paternidades estudiantiles universitarias forman parte de un grupo vulnerable con alto riesgo de deserción o rezago por la obligación que representa el cuidado de sus infantes, a esto se agregan las actividades extraescolares referentes a la producción laboral.
Datos cuantitativos de los Estados Unidos Mexicanos fueron presentados el 16 de junio de 2022; el INEGI mediante un comunicado de prensa alusivo al día del padre arrojó los siguientes datos relacionados a esta investigación. Primeramente, hay que considerar que en México hay 44.9 millones de hombres de 15 años y más, de esto se deriva que el 47%, 21.2 millones, se identificaron como padres de al menos una hija o un hijo, quienes residen en la misma vivienda (INEGI, 2022, 1).
Acotemos un poco más lo anterior, en la misma fuente se colocan indicadores de distinta edad, los cuales oscilan de 50 años y más (35%); 40 y 49 años (26%), 30 y 39 años (35%); 20 y 29 años (13%) y solo 1% de los padres identificados tiene entre 15 y 19 años (INEGI, 2022, 1). Estos indicadores son importantes para el motivo de la investigación, ya que los porcentajes referidos pueden distanciarse con la realidad encontrada en cualquier espacio universitario, si bien, existen estudiantes de diversas edades, hay un promedio de edad que oscila entre los 19 y 30 años, tomando en cuenta las excepciones de edad más avanzada, sin embargo, la cifra tendencia que se toma es la referente entre este rango de edad: 2,968,000 (14%).
Sin embargo, los indicadores estadísticos para esta investigación son los siguientes: 15 años y más (1%); 20 y 29 años (13%), 30 y 39 años (35%). Ahora bien, el siguiente dato puede generar sorpresa e inquietud, ya que se menciona que solo 19% cuenta con estudios de nivel superior, agregando a esto que de acuerdo con los índices de Población No Económicamente Activa (PNEA) y que se identificaron como padres (13%), solo el 1% era estudiante (INEGI, 2022, 4). Este dato puede confirmar un nivel alto de deserción para aquellos padres que surgen durante algún lapso de su vida académica, no obstante, también debemos considerar que dentro del 1% pueden encontrarse sujetos desde la educación básica secundaria, media superior o superior. Otra situación que arrojan los datos del INEGI es que 37% no trabajaba y 7% se dedicaba a los quehaceres del hogar; en la Población Económicamente Activa (PEA) el 97% se ocupaba en alguna actividad económica. Estas últimas cifras nos pueden indicar las variables para realizar ciertas conjeturas con relación de en dónde se pueden encontrar aquellos estudiantes padres en rezago o en deserción. Sin embargo, el motivo de colocar estás cifras funciona para contextualizar de manera cuantitativa la situación en la que se encuentran; el número porcentual es mínimo, por lo que se tiene que pensar y reflexionar, ya que, la educación se ha colocado como un incentivo para lograr mejorar la calidad de vida, tanto de los individuos como de las colectividades, para este caso las familias.
De igual manera, el INEGI mediante un comunicado alusivo al día de la madre, fechado el 7 de mayo de 2024 arroja que el rango de mujeres que son madres es de siete de cada diez (38,459,122) de 15 años y más; las que son madres de entre 20 a 29 años lo conforma el 44.9% edad referente donde se puede estar cursando la educación superior; en el mismo banco de datos, encontramos la estadística de las madres jóvenes que combinan la crianza de hijas e hijos con actividades académicas; quienes asisten a la escuela, solo el 6.7% oscilan entre 15 y 24 años; el 32.8% dijo tener la educación media superior y superior completa (INEGI, 2024, 1-2).
El aspecto laboral es una fuerte constante para alcanzar un nivel de bienestar entre madre o padre y sus hijos o hijas, la variedad de trabajos como de salarios es considerablemente extensa. Sin embargo, hay una variable que se comparte: convivir y mantener el lazo de crecimiento con los hijos o hijas. El INEGI, en el estudio realizado a madres, menciona que entre 15 a 60 años “con al menos una hija o hijo con menos de 18 años”: el 50.2% mencionó que “trabajaría menos para convivir más tiempo con sus hijas e hijos”; el 27.8% “era responsable de mantener económicamente su hogar”; el 27.1% “regularmente convive poco tiempo con sus hijas o hijos debido al trabajo o quehaceres domésticos” y el 5.3% “creía que perdería el contacto con sus hijas o hijos si la relación con su pareja terminaba” (INEGI, 2024, 5).
Es importante que consideremos en las cifras anteriores la situación de las madres universitarias, puesto que podrían estar dentro de alguno de estos parámetros estadísticos, solo que al no ser observables pueden pasar desapercibidas y con esto una práctica que las invisibiliza.
La UAEMéx mantiene una política de ética, igualdad e inclusión en la que se “sensibilice a la comunidad universitaria y a la sociedad en general…a la formación de individuos libres de prejuicios, estereotipos y estigmas asegurando la convivencia armónica y de respeto a la pluralidad de personas” (Barrera Díaz, 2021, 103). Ser madre o padre estudiante universitario y llevar a cabo sus responsabilidades dentro del espacio educativo puede generar conflictos con quienes comparten el lugar, puede haber alguna opinión o acción contraproducente dentro de la misma comunidad universitaria, por lo que, conocer los puntos de vista en torno a tal situación es importante para generar estrategias que en la práctica logren incluir a las y los estudiantes; saber qué es lo que se difiere de la situación del otro, puede fomentar la tolerancia y respeto ante la diversidad de contextos que si se abordan de manera pertinente, bajo este principio, radica la educación incluyente y de calidad.
Los estereotipos culturales que se manejan en la sociedad mexicana en torno a lo que significa ser madre o padre no tiene en visión continuar con los estudios, ya sea de nivel básico, media superior o superior. Tanto el hombre como la mujer tienen que mantener estereotipos o ciertos roles sociales para conseguir una vida digna para su familia, el individuo se transforma y se condiciona a ser sujeto de trabajo para “ganarse la vida” solo que, para este momento, una vida depende de él o ella. Estos roles tradicionales se han ido formando a través del tiempo, inclusive las familias nucleares replican dicho modelo, la estigmatización familiar puede incluir la de su comunidad local cercana, convirtiendo de manera cultural lo que significa ser padre o madre alejando otro tipo de responsabilidades y generando nuevas obligaciones.
Las autoras mencionan el rol del padre universitario y sus problemáticas, tales como “por acudir al trabajo no asisten a clase, no entregan tareas y tampoco tienen tiempo para realizar labores en equipo o deben cuidar a sus hijos o hijas cuando su pareja no puede hacerlo” (Soriano Chavero y Salguero Velázquez, 2022). La complejidad que conlleva ser madre o padre universitaria puede pasar desapercibida por gran parte de la comunidad estudiantil, por lo que, los espacios académicos de la UAEMéx tendrían que estar comprometidos a llevar a cabo lo establecido en el Plan General de Desarrollo 2021-2033 en materia de ética igualdad e inclusión con las madres y padres estudiantes.
El propósito de este trabajo de investigación es presentar la percepción de algunos estudiantes de la Facultad de Humanidades de la UAEMéx en torno a las compañeras y los compañeros que son padres y madres. Este acercamiento tiene como objetivo responder con la voz de una parte de la comunidad estudiantil la cercanía que hay con dicha situación para así generar propuestas de desarrollo con lo que la comunidad observa, analiza y reflexiona, así como de lo que no tiene conocimiento; los objetivos específicos relevantes son lograr que con las voces de los participantes se muestren cuáles son las variables a considerar para construir un espacio educativo de calidad, incluyente y que forme una sociedad sostenible, tal como se menciona en los ODS 2030; además, registrar históricamente cómo se encuentra la realidad cambiante de la comunidad estudiantil hacia escenarios diversos, mismos que hacen indispensable la necesidad de visibilizar a grupos vulnerables, tales como los estudiantes padres y madres universitarias.
Metodología:
El presente artículo se realiza por medio de la metodología de la entrevista en la comunidad estudiantil, donde el objeto de estudio es el eje principal de la investigación, maternidades y paternidades: hacia una educación con inclusión. Las entrevistas se realizaron bajo una perspectiva ética de la investigación cualitativa en un espectro de 7 individuos. Mediante un esquema holístico en torno a la cuestión ¿sabes lo que implica ser padre o madre universitaria? Con las diferentes respuestas sabremos cómo percibe la comunidad estudiantil del espacio de la Facultad de Humanidades a las y los sujetos históricos que se han adaptado o han transformado la realidad del espacio, la investigación también conlleva a dar presencia en el ideario colectivo estudiantil a los padres y madres universitarias e historiar a las bases que dotan de vida a la universidad, su comunidad educativa en torno a la ética igualdad e inclusión. Cabe mencionar que la negativa de los individuos para participar en el ejercicio fue exponencial, ya que no mantenían relación con los compañeros y compañeras que son madres y padres estudiantes. Se hace mención que este trabajo surge de la investigación Maternidades y paternidades estudiantiles: hacia una educación con inclusión, registrada con clave 6917/2023SF en la Secretaria de Investigación y Estudios Avanzados de la Universidad Autónoma del Estado de México, bajo la responsabilidad del Cuerpo Académico Historia: educación, inclusión y fuentes.
A continuación, se colocará el guion de entrevista de acuerdo con algunos de los indicadores del apartado ética igualdad e inclusión del Plan General de Desarrollo 2021-2033 de la Universidad Autónoma del Estado de México (Barrera Díaz, 2021):

El guion se encuentra articulado de acuerdo con el Plan General de Desarrollo 2021-2033, de esta manera se tiene relación con un documento de eje institucional para la convivencia y el desarrollo de su alumnado, a su vez, la UAEMéx forma parte de las instituciones comprometidas con los ODS de la Agenda 2030, por lo que, es indispensable conocer la percepción de su comunidad ante tal estrategia para alcanzar un espacio sustentable, inclusivo y con educación de calidad, no solo en este ejercicio sino con los 17 ODS. Ya que, al ser parte de una comunidad educativa, otorga identidad; además, se avanza hacia una meta en común: el egreso del espacio facultativo como hombres y mujeres de formación profesional en un área disciplinar específica, a su vez con sentido universal de ser con el conocimiento.
El sentido de comunidad se define con la aportación de Héctor Arías tomando como referente a Violich:
“Grupo de personas que viven en un área geográficamente especifica y cuyos miembros comparten actividades e interés comunes, donde pueden o no cooperar formal e informalmente para la solución de problemas colectivos” (citado en Causse Cathcart, 2009, 3).
De acuerdo con esta definición de comunidad podemos encontrar diversidad de opiniones, negativas, optimismo e ideas en torno a lo que significa ser universitario, no obstante, cualquier espacio va generando respuestas identitarias que posiciona a sus individuos a generar un avance colectivo de las situaciones que la historia coloca en el avance del tiempo.
Este sentido de pertenencia conlleva a que los sujetos generen consciencia de su espacio y temporalidad, por lo que, se conjugan los valores personales que han sido arraigados en su historia de vida para convivir comunitariamente. Aquel enlace del pasado con el presente lleva a tener una visión del futuro, la cual se ha materializado en diversos caminos que generación tras generación han ido construyéndose en la Facultad de Humanidades.
Este artículo se fundamenta con la metodología de Historia Oral a través de lo que Laura Benadiba expone con lo que realiza el investigador:
“Utilizar las fuentes orales es simplificar esas voces…coordinándolas, realzando su valor, fortaleciendo y reconociendo su identidad…haciendo con ellas una denuncia social fundamentada en todo su trabajo…y con ello intervenir en el presente, superando la tradicional endogamia académica y la poca incidencia social de este tipo de investigación” (Benadiba, 2013, 17).
De esta manera, la narración se realizó a partir de la voz de los entrevistados, relacionándola con la problemática institucional que refiere el contexto de las madres y los padres estudiantes universitarios. La posición de la comunidad con los sujetos en tal condición tiene que ser proactiva y dispuesta a considerarlos como una parte importante del colectivo, por lo tanto, que esta investigación sirva como un fuerte acercamiento para hacer consciencia del espacio de la Facultad de Humanidades y otros de educación superior.
Resultados
Durante el trabajo de campo, se obtuvo la participación de siete estudiantes de la Facultad de Humanidades, quienes serán presentados con su primer nombre y la primera letra de su apellido paterno junto con los datos relacionados a su posición académica. La selección de los sujetos a entrevistar fue por medio de un primer acercamiento con la comunidad, se les preguntaba si querían participar en el ejercicio, el respeto a tal decisión siempre se posicionó como eje ético de la investigación. Es preciso mencionar que, al momento de escuchar su respuesta, sorpresivamente hubo varias negativas, algunos mencionaban vergüenza al ser grabados por medio de un micrófono, otros mencionaban que lo pensarían y darían la respuesta después, situación que no llegó a concretarse. Sin embargo, las participaciones conseguidas dieron buen resultado para la investigación; a continuación, se colocan los sujetos entrevistados con las fechas correspondientes:

Para el primer indicador, las respuestas en el sentido de pertenencia con la comunidad, las y los estudiantes mantienen presente el esfuerzo de situarse en un espacio de educación superior, ser parte del colectivo está encaminado a formarse en carácter intelectual y universal con la academia, lo profesional y lo personal; de igual manera les ha permitido reconocerse como sujetos conscientes de su posición social al estudiar en una universidad, Miranda L. lo menciona de la siguiente manera:
“he sido consciente de que muy poca parte de la población tenemos ese privilegio y derecho de llegar a un nivel tan alto, a un nivel universitario”.
La educación superior es el espacio donde cambian realidades, es el sitio donde las y los sujetos se preparan para desempeñar un rol profesional con la sociedad hacia el bien común. Las respuestas contienen elementos de su vida personal donde la universidad es un factor decisivo e importante que determina el cambio de paradigma dentro de la historia de vida, Viridiana N. comentó:
“el hecho de retomar los estudios en este momento de mi vida es un gran logro para mí y lo estoy disfrutando bastante más que en aquella época”
Al formar parte de la comunidad universitaria se enlazan las historias de vida para establecer un ente dispuesto a avanzar con un mismo objetivo, superarse de manera personal para alcanzar el bienestar deseado por el individuo y el colectivo.
En términos de valores, colocan la importancia del respeto, la responsabilidad, la solidaridad y la empatía como esenciales para la vida dentro de la universidad, pero también “son fundamentales en la sociedad mexicana” (Alberto A.). El estudiante Tedwing M. hace una reflexión importante, mencionó que los factores sociales y ambientales de una sociedad deben trascender el espacio académico, para entender las situaciones y ser empáticos, no se trata de verlos solamente como un objeto de estudio, sino de estar también “en sus zapatos” y entenderlos, porque lo que encontramos día con día, también se encuentra dentro de la academia.
La vinculación de la vida en sociedad con el espacio educativo, por ejemplo, en la formación de asignaturas referentes a ética se ha conceptualizado como el curriculum oculto, el cual se elabora y forma a partir de un conjunto de saberes, normas, costumbres y creencias que se manifiestan de manera particular por el educando a comparación con los planes formales de la educación. Se trata de un proceso de enseñanza-aprendizaje introspectivo en donde el discente se conoce a sí mismo para poder relacionarse de manera horizontal con sus pares.
El estudiante Tedwing M. presenta una problemática en relación con el tejido social en el que se encuentra la sociedad mexicana actual, pues hay factores sociales que pueden contaminar el desempeño ético del espacio educativo, tales como, la violencia, las adicciones y la falta de valores que fortalezcan el espacio académico.
Lo que conlleva a las respuestas de Alberto A., Michel L. y Karieth M.; ven indispensable llevar los valores a la práctica, inculcándolos dentro de los espacios académicos de manera que los alumnos reconozcan y sepan aplicarlos cotidianamente, a su vez, esto ayudará a sentirse pertenecientes y al mismo tiempo seguros en la comunidad estudiantil dado que vivimos en un mundo donde todos somos diferentes, esto ayudará a lograr un trato más humanitario. Terminan su intervención con la propuesta de realizar talleres de divulgación ético-prácticos donde enseñen a ser más tolerantes y respetuosos de las diversas situaciones que se puedan encontrar en el espacio universitario.
Para pasar al segundo indicador, se les pregunto a cada uno si conocían a un compañero o compañera que fuera madre o padre estudiante, las respuestas fueron las siguientes:

Dos de los siete estudiantes respondieron que no conocían a otros compañeros o compañeras que estuvieran en la condición de ser madre o padre estudiante universitario; sorpresivamente, Viridiana M. quien es madre estudiante no tiene conocimiento de quien comparte su condición dentro de la Facultad de Humanidades. Esto puede significar un hermetismo en torno a tal escenario y cómo es que se desenvuelve el ambiente escolar, el prejuicio de lo que significa ser madre o padre al compartir el aula puede llegar a ser contraproducente, vivimos en una diversidad de pensamientos como de opiniones, lo que el prejuicio o juicio puede ser la causa de que se mantengan reservados con su situación.
En el siguiente indicador: formalizar en sus prácticas la inclusión. La pregunta clave se construye a partir de las experiencias de madres o padres que han ido al espacio educativo con sus hijos o hijas, lo cual puede suscitar en múltiples percepciones como acciones por parte de la comunidad, así como de los padres o madres estudiantes y sus infantes.
Para esto tomemos las respuestas de Viridiana M. ya que, como madre, tiene la experiencia de lo que significa ir a la Facultad con su hija. La licenciatura a la que pertenece, Artes teatrales, se caracteriza por ser meramente práctica, lo que a su consideración es más sencillo incluir a los infantes en las actividades:
“no en todas, porque hay algunas en las que se necesita más dinamismo y conciencia corporal, por ejemplo, hay algunos ejercicios como los calentamientos, en los que sí puedes participar con ellos o también en las actividades de gimnasia se pueden incluir porque tenemos colchonetas, no hay mucho riesgo, además de que claro, tanto el profesor o la profesora que está impartiendo como los alumnos, también tienen cuidado con las ‘criaturitas’”.
No obstante, considera que en las clases de formación teórica podría resultar más difícil poder integrar a los compañeros y compañeras que toman clases con sus infantes. ¿Bajo qué situación Viridiana M. va a la Facultad con su hija? Al ser el último recurso, ya que sus padres junto con su pareja la apoyan con el cuidado de la niña.
El infante como distractor dentro del espacio áulico, es de manera subjetiva por cada individuo. Viridiana M. comparte que el desarrollo de su hija en el salón de clase, tanto de manera teórica como práctica le permite concentrarse en su formación, sin descuidar completamente a su hija:
“Hay momentos en los que, de forma teórica, sí me permite este momento de “paz”, en que se distrae o hace algo más, y me permite estar completamente concentrada en la clase; en forma práctica, igual tiene esos momentos en los que se adapta al momento”.
No obstante, la respuesta de Karieth M. difiere ante tal situación. La licenciatura en Historia es de formación teórica y con la impartición de cursos-taller, en los que la concentración por parte de las y los estudiantes es indispensable para lograr el aprendizaje significativo. Lo que trae consigo el difícil manejo de un infante en el aula, Karieth M. lo externa de la siguiente manera:
“No es por generalizar, al menos en el espacio académico considero que sí son un distractor. Creo que incluso para los padres y madres también es un distractor”
Un infante está descubriendo el mundo, he aquí la problemática presentada por Karieth M.:
“Son niños, así que al estar pequeños requieren de bastante atención, la madre o el padre tienen que estar ahí prácticamente las 24 horas del día con ellos. En el caso de nosotros, tenerlos en el aula, también sería un distractor, ya que los niños, lloran, gritan, ríen y no se mantienen quietos”.
A este argumento, se anexa lo externado por Michel L., quién también cursa una licenciatura meramente teórica:
“Solamente en una ocasión he estado en una clase en donde hay un infante y no sé mis compañeros, pero al menos a mí, me generó un ‘poquito’ de distracción cuando me di cuenta de su estancia dentro del aula”.
¿Bajo qué estándares se establece generar espacios incluyentes en la universidad? Al ser una de las premisas más importantes de los ODS 2030, se tendría que garantizar la determinación de que el espacio de educación superior permita a sus estudiantes no inclinarse por la deserción y que el rezago académico sea de una carga que le permita concluir sus estudios profesionales. La madre estudiante Viridiana M. no solo es consciente de su situación, sino que también:
“Me atrevo a mencionar que tendrían que hacerse espacios específicos para personas con capacidades diferentes, por ejemplo, con rampas; para las personas que no tienen mucha capacidad móvil, por ejemplo, con las escaleras, porque son edificios en CU que en general son hacia arriba, las escaleras pueden dificultar el acceso. También a las personas que no tienen capacidad visual, que se les pudiera dar la facilidad del braille, por ejemplo, el nombre de los salones, que tuvieran los caminos que ponen como en el metro de la Ciudad de México, que también se pudiera poner aquí en las facultades”
Su respuesta se hace a partir de todas las áreas que pueden mejorar para lograr la inclusión, contando a las personas con capacidades diferentes y con otro tipo de situaciones. La problemática de no contar con la infraestructura debida puede generar bloqueos para el acceso a la educación superior o su posible rezago y deserción; si dentro de la comunidad se encuentran dichos casos, aquí radica la importancia del fomento de valores éticos llevados a la práctica, donde el primer paso sea generar ambientes inclusivos y que la solidaridad sea la clave para el desarrollo sustentable de la comunidad estudiantil, consecuentemente o a la par construir los espacios a partir de la infraestructura con base en la inclusión.
Con lo anterior pasamos al siguiente factor: condiciones escolares que garantizan el acceso igualitario a la educación, tanto en su dimensión pedagógica como en las prácticas.
El espacio es un determinante para el avance histórico de los sujetos y colectividades en el tiempo; con el progreso de este, van apareciendo nuevas necesidades que posicionan a los sujetos a adaptarse, innovar, cambiar su realidad o transformar su espacio según sea el caso debido.
Las respuestas convergen en una misma directriz, la creación y apertura de más espacios como guarderías y que estén ubicadas en una zona accesible para las personas de la universidad que lo requiera. Una guardería privada puede significar altos costos para las madres y padres estudiantes, además de que el seguro facultativo IMSS no les da acceso a hacer uso de las guarderías del Estado.
“No todos los padres son personas que trabajan, el gran porcentaje son estudiantes y muchas veces se tienen que dejar con los abuelos o con los familiares, siento que lo mejor sería que se les pudiera dar la oportunidad y tuvieran ese lugar donde ellos pudieran dejar a sus hijos” (Miranda M.).
La situación de lo que significa ser padre o madre estudiante universitaria no solo está inmersa en la realidad del espacio facultativo, sino que se desarrolla dentro de la infraestructura del Estado. La UAEMéx al ser una institución de educación superior con una conjunta relación entre el gobierno estatal y federal puede realizar una gran aportación al hacer visibles las condiciones en las que se encuentra su alumnado, para este caso, las madres y padres estudiantes que requieren de apoyo para concluir su formación profesional. La universidad al ser una institución donde se forman los recursos humanos para contribuir al cambio en la sociedad, su comunidad demanda voltear a ver las bases que la conforman.
Es un largo camino cumplir con lo propuesto por los ODS 2030, considerando que se encuentra muy cerca la fecha meta. Mientras que la historia siga en desarrollo y con ella los sujetos que conforman la realidad histórica presente, es indispensable pensar en ellos, una propuesta de su servidor para lograr una educación superior de calidad, combatiendo las causas de rezago y deserción.
En Ciudad Universitaria de la UAEMéx se encuentran salas de lactancia, al responder la pregunta ¿piensas que la universidad o tu espacio facultativo está preparada para concientizar a su comunidad con respecto a dicha situación? Alitzel H, responde que:
“Pienso que podría haber pláticas, no hay nada sobre el tema, no muchos conocen el espacio de lactancia, creo que casi nadie, entonces deberíamos estar mucho más informados acerca de este tema para apoyar a nuestros compañeros que están en esta situación, porque no es fácil”
La consciencia colectiva ha generado grandes cambios en la historia, es la premisa de los grandes paradigmas que han conseguido la transformación del espacio para solventar las necesidades de las mayorías. Para este caso, la visibilidad por parte de la comunidad hacia los compañeros y compañeras madres puede generar vientos transformadores que se dirijan desde la administración universitaria.
Tal como lo menciona el Plan General de Desarrollo, la universidad cuenta con un aparato de divulgación para hacer visibles las condiciones de sus estudiantes, pues ha hecho uso de los medios de comunicación para que se observe y ponga en práctica una universidad libre de discriminación (Barrera Díaz, 2021, 103-104). Por lo tanto, se pueden integrar a las madres y padres estudiantes de la comunidad universitaria, así como la debida divulgación práctica de valores para alcanzar el ODS 2030 propuesto:
“Pienso que sí, para poner un proyecto en marcha, un proyecto meramente tiene que estar fundamentado con la empatía, con la comprensión; no ver que las paternidades y maternidades sean una razón que te aleje, una condicionante de rechazo, ni siquiera una condicionante, sino un factor de inclusión” (Tedwing M.).
Pasemos al cuarto factor: favorecer la eficiencia terminal y la disminución de la deserción escolar como consecuencia de actos de discriminación inmersas en el curriculum oculto (relación docente-estudiante).
Las respuestas se inclinan al apoyo que existe del cuerpo docente ante la situación, la comprensión es una determinante para el desarrollo formativo de los compañeros y compañeras que cuidan de sus hijos dentro y fuera del espacio educativo. Sin embargo, Alberto A. expone una situación que dirige otro factor a considerar:
“En primer semestre tuve una compañera que llevaba a su hija, ya no era niña, sino que era de secundaria o preparatoria, no tuvo un trato distinto. Pienso que no es lo mismo que venga alguien con su hijo de secundaria o preparatoria a alguien que venga con su bebe en brazos o un niño que está aprendiendo a caminar. Yo vi un trato respetuoso en todo momento.”
He aquí la brecha entre edades en tal situación, si bien podemos pensar que el ser madre o padre estudiante y universitario solo es parte de un rango de edad joven, también debemos considerar las cifras de la población de mayor edad que ingresa a estudiar la educación superior en tal condición. Entonces ¿una y otra situación puede ser más factible para alcanzar la inclusión? Ambas mantienen un rango de dificultad, donde las variables a considerar son extensas, algunas pueden ser, si forman parte de la población económicamente activa o el cuidado y apoyo de la pareja. Las realidades se conforman de acuerdo con el contexto de los individuos por lo que, al ser parte de la comunidad universitaria dentro del espacio educativo, es una sola realidad: ser madre o padre estudiante.
Como propuestas para que los padres y las madres concluyan de manera pertinente sus estudios de licenciatura, se encuentran, más apoyos de manera económica como personal. La apertura o accesibilidad a guarderías o kínder por parte de la universidad es una constante en lo que externaron los entrevistados. De igual manera, becas que cuenten con una periodicidad más cercana a las necesidades de las madres y padres.
El cuarto indicador se relaciona de manera temática con el quinto: oportunidades de acceso a becas basadas en el objetivo de reducir las desigualdades prevalentes entre hombres y mujeres.
La realidad a la que se enfrentan en materia de solvencia económica suele ser muy difícil, si ser estudiante conlleva a ser grandes sacrificios al no contar con una estabilidad económica, ser madre y padre ya no trata solo de mantener una vida, sino que de manera biológica una depende de la otra. Por lo que, Alitzel H. externa lo siguiente:
“No en cualquier trabajo te dejan llevar a tu bebe, significa que no tienes el recurso para con quién dejar a tu bebe, tendríamos que ser conscientes de lo que implica ser padre o madre, también ver qué tipo de trabajo es, porque en algunos trabajos sería muy riesgoso llevar a tu bebe”
Las becas que otorga la universidad suelen ser un gran aliciente para su comunidad estudiantil, obtener un recurso puede ayudar a solventar necesidades, realizar actividades recreativas de esparcimiento, ocio, deporte o cultura, incluso al emprendimiento. El ser universitario es un esfuerzo, donde siempre existe la posibilidad de que se tenga que trabajar y estudiar al mismo tiempo, la sustentabilidad nace dentro de la comunidad. En este punto se comparte la situación universitaria con el grueso de su comunidad, entre la diversidad hay puntos convergentes, puntos que nos ayudan a observar al otro y construirnos a partir de lo que diferimos y compartimos. Cabe mencionar que el acceso a una beca por parte de la UAEMéx es a partir de un estudio socioeconómico junto con el promedio del último grado cursado, anexemos entonces que las madres y padres hacen un esfuerzo por mantener una vida académica estable para garantizar su acceso. Sin embargo, la idea cambia al ser madre o padre, lo dice Viridiana M.:
“Hay prioridades, entonces, si obviamente tu prioridad es tu hijo o tu hija, lo demás va a pasar a segundo plano si tu prioridad es que tengas el dinero para darle de comer obviamente la escuela va a ser un lujo, por eso considero que hay muchas bajas en las escuelas, supe de otro caso en el que ya estaba a nada de terminar la carrera, pero al decidir que quería tener una familia y tuvo a su bebe, decidió dejar la carrera por poner en prioridad tanto lo del trabajo como lo de su familia”
La salida de estudiantes produce huecos que en ocasiones no parecen afectar la vida académica del espacio educativo, sin embargo, son el resultado de los factores sociales en los que se desenvuelve la sociedad mexicana. No se trata de solucionar las problemáticas de manera abrupta y sin un plan, sino que, de manera sistemática, la universidad funcione como uno de los núcleos donde se logre el cambio social que exige la realidad del país.
Pasemos al sexto y último indicador: formación de individuos libres de prejuicios, estereotipos y estigmas asegurando la convivencia armónica y de respeto a la pluralidad de personas.
En este indicador colocaré de manera textual las respuestas a la pregunta ¿Qué puede mejorar dentro de la comunidad universitaria la visibilizar a los padres y madres estudiantes universitarias?
Viridiana M.:
“Podría mejorar muchísimo el sentido humanístico, por decirlo de una forma porque cuando tú tienes está empatía por problemas que son ajenos a ti, te es más fácil poder ver la vida de diferentes maneras, entonces tampoco te cierras a diferentes perspectivas porque de por sí los niños enseñan muchas cosas, enseñan muchas perspectivas, más humanas”
Miranda L:
“Cuando eres consciente de las otras personas, tienes esta apertura para aprender a convivir, entonces pues creo que ese sería un punto de partida en el que podríamos ayudar a los padres y madres, porque ya lo viste, es mucho estrés, es mucho peso, es mucha carga, entonces creo que, si pudiéramos ayudar a aligerar eso de alguna forma, creo que sería un respiro para todas estas personas”.
Alitzel H.:
“Podríamos ser más solidarios con nuestros compañeros que son padres, si llegan a faltar, apoyarlos, pasándoles los temas de clase, las tareas y todo eso, sería una comunidad un poco más unida y pues al ser conscientes de la situación podemos apoyar más”
Michel L.:
“Podría hacer que tomemos consciencia, porque si bien es una situación complicada, hay muchas más que también lo son, entonces podría generar más empatía en cuanto a situaciones que nosotros no estamos viviendo”.
Tedwing M.:
“Hablar de ello dentro de las materias de ética o materias encaminadas a explicar situaciones sociales, hablar de este tema, no solo desde el punto ultra académico sino desde un punto de vista humano”.
Alberto A.:
“Ayudaría a formar empatía como seres humanos, un compañerismo, hay muchas cosas que a veces pienso que podemos hacer, que no nos cuesta mucho. Podrían cambiar mucho las perspectivas, empezando por mí mismo ¿qué pasaría si uno de mis amigos cercanos tuviera un hijo y tuviese que ayudarlo? Tendría que aprender, se podría evitar no estar informados con asesorías, cursos, talleres, que haya una mejor información”.
Karieth M.:
“Hacer una comunidad estudiantil más tolerante y al mismo tiempo más consciente de la situación de nuestros compañeros”.
Para finalizar el apartado de resultados, se observa el cambio generacional en materia de mentalidad, ya que todas las respuestas en torno a los estereotipos rompen con lo tradicional. Se ha dejado de lado que tener un embarazo estudiantil sea un fracaso, así como la ruptura al discurso “no eches a perder tu vida con un embarazo”. La llegada de una nueva vida humana requiere cuidados, por lo que, estos tienen que también formar parte de la cultura de una sociedad.
Discusión
Los estereotipos de “hombre de verdad” y una madre de tiempo completo generó tristeza en las respuestas que externaron los sujetos entrevistados, pues consideran que hay realidades que aún siguen dicho patrón, no obstante, al encontrarse en un espacio como la Facultad de Humanidades, colocaron por encima la condición humana como eje importante, la lucha de los derechos, tanto de padres, madres e infancias y su reivindicación a partir del trato digno en un espacio.
Para lograr esto se requiere de una comunidad encaminada en los valores humanistas, mismos que están dentro de la estructura de los ODS 2030, este cambio de mentalidad generacional puede ser un ejemplo fáctico de los planes educativos que se han ido formando por medio de los estándares de desarrollo formados por organismos internacionales. No obstante, los cambios culturales se observan en un periodo de larga duración, quizás, la inmediatez en la que nos encontramos ya sea por los avances tecnológicos, el acceso a la información o la democratización de los medios se encuentre formando individuos críticos de su realidad. El siguiente paso será formar lazos colectivos para generar la vía de cambio en el que se incluyan las situaciones no visibles, así las ideas serán dirigidas para cumplir con una comunidad estudiantil sustentable construida a partir de la otredad.
Las respuestas contribuyen a lo que las autoras Soriano Chavero y Salguero Velázquez posicionan en el sentido de que la familia es una red de apoyo importante para que las y los jóvenes no abandonen la universidad (2022, 3). De igual manera, lo que mencionan las autoras al respecto de que la condición de madres y padres “tempranos” rompe con los ideales de superación y desarrollo profesional de lo que significa ser universitario forma parte del ideario de una elite minoritaria (2021, 4).
Las respuestas estuvieron bajo un eje ético comunitario, las cuales rompieron con el individualismo depredador que se arraigó en la competencia desmedida entre compañeros, de igual manera la ruptura de estereotipos tradicionales se observa en cada uno de los sujetos entrevistados, se tiene claro que para conseguir un bienestar colectivo se tiene que observar al de al lado para lograrlo.
Sin embargo, podrá ser la calidad crítica que genera el espacio educativo de Humanidades lo que logra tales afirmaciones, consideraciones y propuestas, para contrastar lo presentado se tendría que hacer el ejercicio en otras facultades. Las universidades se caracterizan por la gran diversidad de pensamiento en su comunidad, ya sean desde el estudiantado hasta docentes, directivos, administrativos e incluso dentro del aparato de gobierno.
Lo que conlleva entonces a aplicar dicho ejercicio de acuerdo con el Plan General de Desarrollo 2021-2033 de la UAEMéx, documento en la que se encuentra inmersa toda la universidad.
Conclusiones
La presentación de las respuestas por los sujetos con base en el Plan General de Desarrollo 2021-2033 funciona para generar conocimiento a través de cómo es que se encuentran las madres y padres estudiante universitarios desde el punto de vista comunitario. Presentar la percepción particular de cada uno de ellos, es parte del principio de relacionarse y ser en colectivo.
Lo que observan junto con su formación profesional y crítica es indispensable para construir realidades. Durante el trabajo de campo, se invitó a una estudiante de intercambio para dar respuesta a las interrogantes, al momento de responder, mencionó que en su país de origen Italia, eso no sucede ni es normal, primero se acaba con lo importante y después se hace la vida.
Sirva entonces este trabajo para conocer la realidad del estudiantado mexicano, de su posición en la historia y cuáles son las adversidades a las que se enfrentan las madres y padres en formación profesional, a su vez se conozcan las propuestas del mismo estudiantado, encaminadas para construir un sentido de comunidad estudiantil, el cual se práctica por cada uno de los entrevistados con base en la ética, el respeto, la igualdad, la inclusión y la solidaridad. Para medir los ODS 2030 es indispensable observar y escuchar a las bases, de esta manera se logrará una educación incluyente y de calidad.
Referencias
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Benadiba, Laura. (2013). Espacios y prácticas en la historia oral: experiencias desde el compromiso. Buenos Aires: Editorial Maipue.
Causse Cathcart, Mercedes. (2009). El concepto de comunidad desde el punto de vista socio-histórico-cultural y lingüístico. Ciencia en su PC, (3), 12-21. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=181321553002
Cantú-Martínez, Pedro Cesar. (20202). Alteridad de la educación para impulsar y valorar la sustentabilidad. Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria, 14(1), e1023. https://doi.org/10.19083/ridu.2020.1023
Cervantes López, Verónica. (2022). Cultivar la diversidad e inclusión en la educación. Revista Digital Universitaria (RDU), 23(1). http://doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2022.23.1.5
INEGI. (2022). Estadísticas a propósito del Día del Padre. Datos nacionales. Comunicado de Prensa núm. 325/22. 16 de junio de 2022. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2022/EAP_Padre22.pdf
INEGI. (2024). Estadísticas a propósito del Día de la Madre. Datos nacionales. Comunicado de prensa núm. 289/24. 7 de mayo de 2024. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2024/EAP_10Mayo24.pdf
Soriano Chavero, Montserrat, & Salguero Velázquez, María Alejandra. (2022). Algunas experiencias de paternidad en jóvenes universitarios: entre dificultades y oportunidades. Diálogos sobre educación. Temas actuales en investigación educativa, 13(25), 00014. Epub 27 de enero de 2023.https://doi.org/10.32870/dse.v0i25.1086.