Introducción

La educación y la literatura nos han acompañado desde tiempos inmemoriales; la primera como la forma humana de conducir y guiar, ya sea a los otros o a sí mismos. La segunda como una herramienta del hombre para plasmar sentimientos, dar cuenta de la sociedad en la cual vive y dejar un legado para el lector de todas las épocas. Al ser fieles acompañantes de la existencia, tienen que adaptarse al mundo que les rodea y este no es más el mundo industrial de nuestros padres y abuelos, sino el de la era tecnológica, colmada de un rápido acceso a la información y uso de las redes sociales.

Es por ello que seguir un modelo educativo tradicional, en cualquier área de conocimiento, ya no es suficiente, por el contrario, representa diversas problemáticas como el que los estudiantes no aprovechen al máximo los saberes que el docente les transmite (quedándose, muchas veces, en su rol pasivo), ni se sientan atrapados por el tema expuesto en clase, sea porque la explicación no es atractiva o porque su estilo de aprendizaje necesita otro tipo de motivaciones.

Por lo que refiere a la literatura y su enseñanza, nos enfrentamos a una situación más grave, puesto que las escuelas se han encargado de mostrarla^[1] como un hecho histórico, lejano a la estética y la expresividad; además de contribuir con la pobreza lectora al subestimar la lectura de textos literarios. Así, los estudiantes se alejan del legado artístico de sus antepasados y tienen limitadas posibilidades de crear un vínculo emocional con los libros y de realizar una lectura por placer.

Frente a ello, tenemos estudiantes que almacenan información literaria, pero la perciben, en ocasiones, como no favorable, pues los contenidos educativos no parecen cercanos a sus realidades, además que la asocian con algo aburrido y hasta negativo, entonces, de seguir así, terminaremos con educandos preparados para un mundo laboral industrial, pero con escasas habilidades para un mundo tecnológico necesitado, ahora más que nunca, de las artes y de las humanidades

Por ello, este proyecto describirá una propuesta didáctica de aula cuyo fin será propiciar el gusto por la lectura de textos literarios a través de la educación literaria y las narrativas transmedia. El centro de interés es el nivel medio superior, particularmente, el cuarto semestre de bachillerato, incorporado a la Universidad Autónoma del Estado de México, porque en ese periodo se cursa la materia de Literatura.

El concepto de narrativas transmedia se utilizara desde la perspectiva de teóricos como Scolari, Jenkings, Gomez, en general; y a Rovira, Llorens, en particular. Mientras que para la educación literaria se acude a Federico Altamirano Flores, Daniel Pennac y Martha Elena Munguía Zatarain.

La estrategia consta del diseño de ocho sesiones, las cuales corresponden a cada uno de los módulos del programa de asignatura, donde la exploración de los textos se hará desde las distintas herramientas digitales (las redes sociales; plataformas digítales, etcétera) y, de una manera más tradicional, con películas y series. Asimismo, se implementarán dinámicas lúdicas que, vinculadas con la tecnología, logren involucrar a los alumnos con la literatura, por lo cual, se infiere que, adicionalmente al fomento del gusto por la lectura, se busca que regresen al texto y éste se convierta en una historia que se quede en su memoria como un recuerdo entrañable.

Metodología

La presente investigación describe, explica y reflexiona sobre la educación literaria en la educación media superior, específicamente en el cuarto semestre de los bachilleratos incorporados a la Universidad Autónoma del Estado de México y las narrativas transmedia en la educación. Asimismo, propone una estrategia didáctica basada en los conceptos antes mencionados. La metodología empleada es cualitativa ya que se basa en datos no cuantificables, además está centrada en aspectos descriptivos y explicativos, como veremos adelante. Hay que señalar que está pensada para aplicarse en el aula y evaluar su funcionamiento. En la misma línea, se seleccionó el método deductivo, teniendo en cuenta que al ser una investigación aplicada, es decir, con un sector concreto de la sociedad, iremos de lo general a lo particular

Ahora bien, es necesario esclarecer ciertos conceptos que se tomarán en cuenta para la elaboración de este proyecto. Por lo cual, este apartado tiene el fin de presentar un acercamiento a las nociones que servirán como bases teóricas.

El primer concepto es la didáctica de la literatura, la cual se entiende como una ciencia social de composición interdisciplinar que se caracteriza por centrarse más en los procesos cognitivos de aprendizaje comunicativo de la literatura que en la instrucción sobre los recursos de una u otra teoría literaria. Lo importante no es “enseñar contenidos” sobre la literatura sino “aprender una competencia comunicativa” con la literatura (Caro y González, 2009, p.2)

Si se habla de la historia de la didáctica de la literatura, se puede decir que tomó importancia, de acuerdo con Teresa Colomer^[2], a finales de los años 60. Existía desde la Edad Media, pero se centraba en la transmisión de valores morales y preparación de discursos retóricospolíticos. No es hasta el siglo XIX que con el auge del Romanticismo, la concepción de la enseñanza de la literatura cambia. En ese momento no se concebía como un artificio de la oralidad o de las virtudes humanas, sino como un reflejo cultural, estético y emocional de la época.

Con todo, es en el siglo XX, cuando las escuelas reparan en el potencial de la literatura; a partir de la idea de progreso, advierten que la lectura placentera y funcional es fundamental. No porque ha representado la máxima oportunidad de expresión verbal, sino porque era el camino a la erradicación de una población analfabeta. De ahí que se hayan pluralizado las teorías para acercarse al texto, que como se ha mencionado, son el formalismo, la estilística, la semiótica literaria, pragmática literaria, estética de la recepción, etc.

Para comprender mejor lo que es la didáctica de la literatura, hay que entenderla como una disciplina que facilita tanto el conocimiento de la lengua como el cultural. Son necesarios estos saberes porque el conocimiento de la lengua permitirá que el alumnocomprenda la totalidad del discurso; mientras que el bagaje cultural funciona para que entienda las referencias ajenas y propias de su época. Es entonces cuando, dicen las autoras, se llega a la meta que supone la didáctica de la literatura: el desarrollo de la competencia literaria.

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede definir a la didáctica de la literatura como una ciencia social que se encarga, a partir de métodos concretos, de hacer que los alumnos desde su conocimiento, la interacción con lo que nos rodea y usando el lenguaje participen en la comunicación simbólica y social del texto literario.

Dentro de este concepto, se encuentra el último concepto particular de esta investigación. Este es la educación literaria.

Para el funcionamiento de este trabajo es insustituible esta noción; debido a que es la guía y el método que se busca seguir. La postura que retomamos es la de Antonio Mendoza Fillola, quien, en conjunto con autores como Teresa Colomer, González Nieto y Bordons, coinciden en la necesidad de un nuevo enfoque para la formación del lector literario. Dicho enfoque persigue que el estudiante aprecie la literatura a partir de su dialogo con ella, además busca resaltar los valores estéticos de la obra y lograr que el alumno forme una lectura e interpretación personal. Lo anterior constituye la educaciónliteraria. De modo que podemos definirla como:

la preparación para saber participar con efectividad en el proceso de recepción y de actualización interpretativa del discurso, teniendo en cuenta que […] el proceso de percepción del significado de un texto literario no es una actividad espontánea, ni el significado es el resultado automático de una lectura de cariz denotativo (Mendoza, 2008, p.3).

En pocas palabras, la educación literaria persigue, en primer momento, que el alumno disfrute de la literatura, para que a partir de ese goce sea capaz de ver las múltiples posibilidades interpretativas de un texto literario. En consecuencia, este método de enseñanza se dirige más hacia lo autónomo^[3], pues, en esta perspectiva, el docente funge como facilitador y animador de la lectura y la escritura creativa. Lo cual permite que desarrolle más actividades, es un modo holístico de aprendizaje, como bien menciona Antonio Mendoza.

Aunado a lo anterior y siguiendo la noción de que la didáctica de la literatura es interdisciplinar, la educación literaria puede apoyarse en las TIC y diversas plataformas digitales, como el caso de la presente propuesta.

Lo anterior nos lleva a las Narrativas transmedia. Estas se pueden definir como “una estrategia artística” (Rovira y Llorens, 2016, p.4) y tecnológica que permite conectar la educación literaria con los intereses de los alumnos. Sin embargo, cabe decir que son utilizadas principalmente en la mercadotecnia, “una técnica mediante la cual la historia se desarrolla o divide para formar un relato coherente” (Pastrana, 2019) así, la historia de una película o serie se expande a distintas plataformas; por ejemplo, la saga de Harry Potter que surge y regresa a los libros, se adapta a largometrajes, comics, videojuegos, parques de atracciones, incluso, fanfictions publicados como Fangirl de Rainbow Rowell. Empero, como bien señala Isa Villegas, no se emplean únicamente para expandir los relatos, sino que cada una de las plataformas utilizadas crean nuevas posibilidades narrativas en el espectador.

Ambas concepciones, tanto el de una estrategia artística como el de una técnica para expandir las historias, caben en los intereses que persigue este proyecto, ya que cobran sentido en la sociedad actual. Además, siguiendo a Henry Jenkins, es importante que cada estudiante aprenda efectivamente, colabore en la construcción de su aprendizaje. Ello se puede lograr si la enseñanza se transmite en más de un modo de expresión, trabajando con distintos lenguajes y soportes que rompan el rol tradicional en la educación y, fundamentalmente, propicien la educación literaria.

En consecuencia, las narrativas transmedia en la educación son una manera diferente de acceder a la literatura y hacer que nuestros alumnos se acerquen a ella a través de estrategias tecnológicas que conozcan y les permitan regresar al texto, posibilitando la educación literaria.

Referentes teóricos

Hasta ahora hemos tanto explorado como discutido las bases teóricas de nuestro proyecto ─estas son la educación literaria y las narrativas transmedia─; sin embargo, hace falta especificar cada uno de los aspectos que de ellas se retoman y las maneras en las cuales se desarrollarán en la propuesta didáctica. Por ello, en el presente apartado, en primer lugar, expondremos cuáles son las vertientes que se adoptan de dichos planteamientos y a continuación, explicaremos cuáles son las competencias necesarias para llevar a cabo las estrategias.

Por lo que se refiere a la educación literaria, cabe decir que es un proceder que entraña tanto la enseñanza como la didáctica, por lo cual, anteriormente, se definió como la reflexión sobre la práctica docente y la actitud del estudiante frente a la obra. Naturalmente, se abordaron otros de sus aspectos más relevantes, sin embargo, sirva lo anterior como justificación de los principios que de ella se adoptan.

En primer lugar, la práctica docente. Cabe decir que dentro de esta reflexión sobre la educación salta a la vista que aquello que hagamos como docentes repercutirá en el futuro de aquellos a quienes enseñamos. No se trata de ser una figura de autoridad, de profesarse como incuestionable, sino de transmitir y, quizá, heredarles el amor por la literatura. Entonces, de acuerdo con esta metodología, la actitud del profesorado debe ser equilibrada, es decir, no extremadamente pasiva, no excesivamente activa. El maestro funge como un guía que transmite los conocimientos y motiva a los estudiantes. Además de lo anterior, la persona que esté a cargo de la asignatura tiene que ser, necesariamente, un experto en la misma o, por lo menos, disfrutar y apasionarse con ella. En conclusión, el educador no solo enseña elementos teóricos, sino que con tanto su conocimiento como su proceder despierta el interés en la lectura y transmite el gusto por la lectura de textos literarios.

En segundo lugar, la actitud del estudiante. Sin duda, algunos de nosotros, en los distintos niveles académicos cursados, fuimos alumnos pasivos, esto es, recibíamos los conocimientos sin cuestionarlos; memorizábamos los contenidos de las materias sin comprenderlos del todo; aprender algo nuevo significaba la liberación de una carga, no un logro. Específicamente en el área de las ciencias sociales y humanidades, leer algún libro no representaba un deleite, sino una tarea larga y tediosa. Ahora bien, es cierto que lo anterior podía ser causado en pequeña o gran medida por la práctica docente, empero, la apatía y el desinterés por los conocimientos, también cobran un papel importante; es por ello que, en la educación literaria y como uno de los principios que de ella adoptamos, el estudiante es un sujeto activo en el desarrollo de su aprendizaje; lo cual significa que tiene una actitud abierta para entablar un dialogo con la obra y con los conocimientos; participa activamente en clase y se reconoce a sí mismo y a la obra como seres incompletos, lo cual significa que él tiene una infinidad de elementos por descubrir; por su parte, el texto literario se le presenta como un sujeto en espera de quién pueda completar su significado.

Considerando las clases como el medio de comunicación entre estos dos actores, existe otro principio a retomar de la educación literaria, este es el aula como un espacio lúdico y libre de prejuicios, en otras palabras, el tiempo dentro de esta apelará a una experiencia estética en la cual, ambos sujetos, mantengan una actitud emotiva, abierta; no racional y cerrada. Asimismo, deberán desarrollarse dinámicas innovadoras que los motiven a entablar un dialogo con la obra y entre ellos para, así, generar conocimientos significativos.

En conclusión, estos procedimientos didácticos innovadores tienen por antecedente un ambiente de confianza en el cual los alumnos se sienten cómodos al exponer sus ideas respecto a la obra de arte literaria; esto significa que los actores por una parte actúan activamente y, por otra, tanto motivan como promueven el amor al texto.

Ahora bien, dentro de estas estrategias didácticas se encuentra un procedimiento que, a pesar de ser utilizado principalmente para el mundo del entretenimiento, se interna como una nueva alternativa en la enseñanza de las artes y las humanidades, por lo cual al representar nuestra segunda base teórica retomamos algunos principios de ella.

Para iniciar resulta necesario mencionar que todas las posibles dinámicas de este tipo de metodología surgen del texto, es decir, la obra de arte literaria, al igual que en nuestra futura propuesta, es el elemento fundador, de él se parte y a él se vuelve, ya que las N.T. son, precisamente, un procedimiento en el cual a partir de las herramientas tecnológicas y la expansión de la historia el alumno conecta con la historia, aporta nuevas ideas, pero, sobre todo, se fomenta el gusto por la lectura de estos. En ese sentido, uno de los principios que adoptamos de las narrativas transmedia es que: son una forma distinta de acercarnos a la literatura.

Ahora bien, ¿en qué radica dicha distinción? Para empezar, este proceder dicta que la exposición oral ya no es suficiente, dado que los alumnos viven en un mundo tecnológico, por lo cual, la adición de los distintos tipos de lenguajes ─gestos, imágenes, sonidos, etcétera─ juegan un papel positivo en las aulas de clase.

Por otra parte, otro principio que retomamos es que la mayoría de los textos, aquellos que podemos denominar obras de arte literaria, por su complejidad, pueden funcionar como N.T. por lo cual, la profundidad y la inmersión son necesarias para la elaboración de cualquier estrategia que quiera llevar a cabo una de estas mecánicas.

Se infiere que la educación literaria y las narrativas transmedia convergen en distintos aspectos, por ejemplo, el papel de los actores, la preocupación por la mejora del paradigma actual de la educación, la búsqueda del fomento y goce en la lectura de obras literarias; sin embargo, cabe mencionar que ambas exigen el respeto al texto y su comprensión profunda o, al menos lejana a una superficial. Además de las anteriores, estas posturas y, específicamente, nuestra propuesta requieren competencias previas para su óptimo desarrollo.

Para el aprendizaje, la exposición oral ya no es suficiente, los actuales estudiantes viven en un mundo rodeado de tecnología, por ello, la educación literaria y las narrativas transmedia convergen con el propósito de mejorar el paradigma educativo, la esperanza de fomento y gozar plenamente al leer textos literarios.

Los sujetos involucrados: docentes y estudiantes, deberán poseer habilidades con el fin de que la propuesta se lleve a cabo satisfactoriamente. Estas son:

1. 1. La capacidad de comprender mensajes del texto.
2. 2. Leer, a una velocidad adecuada, en voz alta y en voz baja.
3. 3. Valorar el objeto artístico, es decir, la obra de arte literaria.
4. 4. Conocer el funcionamiento de distintos dispositivos electrónicos: teléfono inteligente, laptop, proyector, etcétera.
5. 5. Ser capaces de manipular los dispositivos electrónicos para diferentes actividades, tales como hacer fotos, mandar mensajes, acceder a la galería de imágenes, abrir el navegador web, descargar aplicaciones, entre otras.
6. 6. Saber comunicarse en entornos digitales mediante los recursos tecnológicos herramientas en línea.
7. 7. Saber navegar en la web y hacer uso de aplicaciones: compartir fotos, mirar una serie online.
8. 8. Entender el funcionamiento de las redes sociales y, con ellas, crear contenido en ellas.
9. 9. Reflexionar acerca de cuál es la herramienta digital apropiada para llevar a cabo determinado proyecto.
10. 10. Si bien, todos estamos dotados tanto de curiosidad como de creatividad, en este caso, es necesario que los participantes mantengan una postura abierta e interesada, es imprescindible demostrar curiosidad y creatividad.
11. 11. Ambos actores comprenderán la ficcionalidad de las obras y serán capaces de interpretar el conocimiento de múltiples lugares, hechos históricos, personajes, sin necesidad de moverse de sus utilizadas.

El motivo por el cual se decidió trabajar con dichos referentes teóricos es porque pueden contribuir a la educación en diversos sentidos, por ejemplo, reformular los procesos educativos para que se relacionen con los contenidos audiovisuales y con las redes sociales, tan comunes en nuestra era, y las cuales podrían ser aprovechadas para la transición de conocimientos. También, se podría lograr que alumnos y docentes salgan de un entorno apático y se inserten en una cultura participativa, pues las narrativas transmedia funcionan si ambas partes enriquecen el contenido; además, si un docente logra, mediante la valoración y el aprecio de la lectura de textos literarios, invertir el desagrado de leer, por un acercamiento placentero hacia la literatura. Con la propuesta se busca llegar al objetivo que es atrapar a los alumnos con los temas expuestos en clase mediante explicaciones y actividades atractivas, evitar los comportamientos pasivos y generar contenidos educativos cercanos a sus realidades. Ahora bien, quizá, algunas de estás habilidades son muy sencillas, sin embargo, es de vital importancia corroborar que los sujetos cuenten con ellas. Por otra parte, es necesario mencionar que si bien nuestros referente teóricos nos dan la base para comprender la educación literaria y las narrativas transmedia, será la creatividad docente y la participación de los estudiantes aquello que permita la mejora en la enseñanza y el amor al texto literario.

Resultados. Desarrollo de las actividades didácticas

Las actividades aquí reunidas, pueden tener variantes, sin que, por ello, cambie el propósito central: la educación literaria y las narrativas transmedia unidas para fomentar la creatividad docente y el gusto de la lectura de textos literarios.

Entre los aspectos generales del programa de literatura de la UAEMéx, es decir, sus divisiones, objetivos y competencias a desarrollar, podemos asumir que implementar una estrategia de enseñanza aprendizaje basada en las narrativas transmedia no sería complicado. De acuerdo con lo anterior, comenzaremos diciendo que se trata de una asignatura obligatoria y se cursa en cuarto semestre; Se imparte en un total de cinco horas semanales, tres de las cuales son teóricas y dos prácticas; el programa está en transición, por lo cual, podría presentar cambios en un futuro cercano, el contenido se divide en cuatro módulos^[4]; ellos prevén 15 horas de duración por cada uno y corresponden, en su mayoría, a trabajar con corrientes literarias. Los módulos son: “La Literatura como Arte”, el segundo, “De la literatura clásica y renacentista”, el tercero, “La literatura del siglo XVIII al XIX” y, el último, “Literatura contemporánea” (Garduño, Garrido, Génico y otros, 2017). De lo anterior, rescatamos únicamente los temas por módulo y las horas prácticas que son en las que se llevaría a cabo la propuesta

Propósitos generales de las sesiones:

• Integra conocimientos previos con nuevos.

• Participa activamente en clase.

• Muestra interés y respeto por las participaciones de sus compañeros y el docente.

• Realiza las actividades apelando a sus emociones, sentimientos y experiencias.

• Valora la literatura como una forma de expresión y arte.

• Utiliza los medios digitales (redes sociales y plataformas de streaming) como herramientas en el aula.

Imagen 1
Ejemplo de un mapa mental en mindmeister con la temática antes desarrollada.

Imagen 2
Ejemplo de una pizarra elaborada en Explain Everything.

Imagen 3
Ejemplo de la visualización de las preguntas del juego. Fuente: elaboración propia a través de www.blooket.com.

Imagen 4
Ejemplo del museo virtual elaborado con la platilla Galería. Fuente: https://www.emaze.com/es/

Conclusión

A lo largo del artículo se ha sostenido que el cambio en la perspectiva de la enseñanza de la literatura es urgente y necesario, por ello, en el texto se presentaron algunas herramientas para propiciar el gusto por la lectura de textos literarios, promover el interés y comprensión de la obra.

Como se revisó, la educación literaria con el apoyo de las narrativas transmedia posibilita alejar tanto a docentes como a estudiantes de su rol pasivo, resaltar los valores de la obra, interpretarla e interesar más a los alumnos en la lectura de textos literarios.

En mi práctica docente y de investigación para este artículo, noté que no basta con el amor al texto o las motivaciones docentes, para que los estudiantes puedan crear un vínculo con el texto, necesitan sentirlo cercano a sus realidades. Por ello, con un ambiente lúdico y libre de prejuicios, la propuesta aquí presentada logra con su cometido: promover el gusto por la lectura de textos literarios, ya que, con las técnicas como el círculo de confianza y la unión, la voz de inspiradora de la transmedialidad y de Italia a la transmedialidad se practica la educación literaria, se escapa del rol de docente pasivo, se genera un diálogo con los estudiantes y se vive la literatura. Mientras que con el uso de dispositivos electrónicos, redes sociales y herramientas visuales, comprenden que las clases de literatura no siempre tienen que ser tradicionales. Además de los hallazgos antes mencionados cabe agregar que gracias al desarrollo de las sesiones y a la investigación de la educación literaria, es notable que las clases de literatura no tienen que ser tradicionales siempre y que la literatura y la educación es vigente cuando el docente y los estudiantes se esfuerzan por buscar nuevas alternativas de forma de aprendizaje.

Para concluir, es necesario decir que las propuestas inmersas en este articulo son producto de una mente docente inquieta, con ganas de mejorar la relación que los alumnos tienen con la literatura, de erradicar ideas erróneas acerca de la lectura y motivar a los estudiantes; asimismo, me gustaría extender una invitación a todos los docentes de literatura a practicar este modelo o inspirarse en él para que este arte tan bello no se pierda en este mundo tecnológico tan necesitado de las humanidades.

Referencias

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Notas