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Propuesta Experiencial como Alternativa a la Escuela Tradicional Para Padres
Experiential as an Alternative Proposal to the Traditional School for Parents
Propuesta Experiencial como Alternativa a la Escuela Tradicional Para Padres
Revista RedCA, vol. 8, núm. 22, pp. 249-275, 2025
Universidad Autónoma del Estado de México
Recepción: 25 Marzo 2025
Aprobación: 22 Mayo 2025
Publicación: 05 Junio 2025
Resumen: La eficacia de las Escuelas para Padres radica en la metodología de implementación, su funcionalidad conlleva un compromiso con la necesidad de reflexión sobre la influencia de los padres hacia los hijos. El presente artículo tiene por objetivo proponer un método experiencial en una Escuela para Padres que genere espacios de reflexión sobre crianza saludable para favorecer la relación padres-hijos, involucrando a los padres hacia la formación de sus hijos, aportar orientación práctica, suscitar la comunicación familiar y el establecimiento de compromisos entre familia-escuela. Asimismo, apunta al desarrollo de la propuesta en un contexto real, a través de talleres activos y participativos por sesiones en una institución de educación secundaria, de tal manera que tanto la familia como la escuela actúen en conjunto en favor del desarrollo de los educandos, donde los padres compartan experiencias de su tarea como formadores primarios; implicándolos no sólo a través reuniones académicas o conferencias monótonas que en ocasiones desmotivan su participación y compromiso con la escuela. Esto con el fin de evaluar el impacto del método alternativo a través de una valoración continua y al concluir el programa. La investigación se realizó bajo una metodología cualitativa con un enfoque de estudio de casos. Los resultados indican que una Escuela para Padres implementada a través de talleres experienciales sí funciona, incentiva la participación de los padres y produce beneficios en el ambiente familiar de los padres participantes, con lo cual se ve favorecida la relación de los padres hacia los hijos y por lo tanto el desarrollo de los hijos también es favorecido.
Palabras clave: Escuela para padres, relación padres-hijos, talleres, padres de familia, relación familia-escuela.
Abstract: The effectiveness of School for Parents is based in the methodology implemented and its functionality depends on the need to implement strategies that facilitate reflection on family experiences influence on children´s development. The goal of this article is to propose a School for Parents with an experiential method, a space for reflection on healthy parenting to promote the parent-child relationship. Involving parents in the formation of their children, providing practical orientations, stimulating family communication, and establishing of family-school commitments. The proposal was designed in a real context of secondary school education, through activities and dynamics workshops sessions, so that both the family and the school act together in favor of the development of the students, where parents share experiences as first educators; involving them not only through academic meetings or monotonous conferences that sometimes discourage their participation and commitment to the school. To evaluate the impact of the alternative method through continuous evaluation and at the end of the program. The research was conducted with a qualitative methodology, with a case study approach. The results indicate that experiential workshops in School for Parents serve as an incentive for family participation and produce benefits in the family environment of the participating parents, which favors the relationship between parents-children and therefore the development of children is also favored.
Keywords: School for parents, parent-child relationship, workshops, parents, family-school relationship.
INTRODUCCIÓN
La familia y la escuela son pilares de la sociedad, la familia como la primera institución encargada de brindar amor y protección en la que los individuos crecen, se desenvuelven tanto personal como colectivamente, aprenden formas de convivir, de relacionarse, valores y normas. Y la escuela, que brinda una educación formal que permite la adquisición de habilidades y conocimientos para la preparación de ciudadanos comprometidos con la sociedad. Tanto la escuela como la familia tienen el compromiso de crear espacios sanos, seguros y colaborativos para el desarrollo integral de los individuos a través de un trabajo conjunto.
Dado que todos los individuos son influenciados por el entorno y son parte de sistemas, la familia y en especial padres y madres juegan el papel protagónico, pues son ellos en primera instancia los encargados de cubrir funciones y necesidades básicas; son ellos los principales en llevar a cabo quizá una de las tareas más demandantes a ejercer, la de criar, formar, acompañar a los hijos. La familia puede ser una ventaja para el desarrollo, pues las acciones que ahí se realizan guardan estrecha relación con lo que los hijos serán o harán, por lo que una influencia sana será un espacio enriquecedor para el desarrollo.
¿Se nace con habilidades parentales? ¿Será cuestión de instintos? Si bien no hay un manual de instrucciones sobre cómo «armar o construir» hijos y los estilos de crianza se derivan de tantos factores, hoy con los desafíos en la educación parental, como los diferentes cambios en las estructuras familiares, que proporcionan diversidad en los tipos de familia, la cantidad abrumadora de información sobre crianza, en medios, redes sociales etc. Complican el discernimiento o confunden entre que sí, o que no, en la formación de los hijos, en este sentido, el impacto de la tecnología, dispositivos electrónicos a los que los hijos se encuentran expuestos, el equilibrio de responsabilidades parentales y profesionales para lograr una conciliación entre espacios, los modelos familiares no tan claros, hacen que resulte pertinente la creación de espacios de orientación y comunicación sobre la tarea de ser padre o madre. Pues como sostiene Pérez (2000) antes los patrones sociales eran estables en la familia: misma dinámica, mismos roles, un mismo modelo de familia que habría que seguir, lo cual permitía ir aprendiendo la idea de ser padre o madre a través de la observación. Hoy, con los cambios en la dinámica familiar, transformaciones globales y necesidades actuales es ineludible la creación de espacios compartidos con aquellos que ostentan la tarea de educar.
Un método alternativo de Escuela para Padres ofrecería la oportunidad de reunir a los agentes familia-escuela para crear espacios de diálogo y reflexión sobre la tarea conjunta y es a partir de ésta idea que se desarrolla este trabajo de investigación, en la búsqueda de proponer e implementar una manera diferente de hacer las cosas, que involucre a los padres y que resulte ser una experiencia diferente de las tradicionales Escuelas para Padres consistentes en charlas, conferencias, exposición de consejos o “recetas”, pues limitarse a sólo brindar información a los padres no conlleva cambios de actitud y en ocasiones la información se olvida, se desecha, se ignora o colisiona con la realidad.
La importancia de la propuesta radica en el involucramiento de los padres hacia la formación de sus hijos, a través de espacios de diálogo e intercambio de experiencias y reflexión, en la convicción de que las Escuelas para Padres sí funcionan con una metodología que permita comunicación entre aquellos que tienen el papel de formadores, por lo dicho, el objetivo general de la investigación es: Proponer un método experiencial de escuela para padres que genere espacios de reflexión sobre crianza saludable para favorecer la relación padres-hijos. Así como también, se busca alcanzar objetivos específicos, como lo es el desarrollo de la propuesta que difiera de un método tradicional, en un contexto real. La implementación de talleres activos y participativos por sesiones, donde se generen espacios de reflexión y los padres compartan experiencias relacionadas a temas de crianza. Y evaluar el impacto del método alternativo de escuela para padres a través de una valoración continua y final al concluir el proyecto.
Planteamiento del problema
El contexto en que se realizó la investigación fue una Escuela Secundaria de sostenimiento público, ubicada en la colonia Colomos, en Guadalajara, Jalisco. Esta zona cuenta con un total de 1,654 habitantes, de los cuales el 47.8% son hombres y el 52.2% mujeres. La situación conyugal de los hogares en esta colonia es la siguiente: el 43.4% de la población de 12 años y más es soltera o nunca estuvo casada, el 42.9% es casada o unida, el 13.6% estuvo casada o unida y el nivel económico de la colonia se encuentra entre medio y medio alto (Instituto de Información Estadística y Geográfica Jalisco [IIEG] 2020).
De acuerdo con información recabada, en la institución existe una baja participación por parte de los padres en programas de Escuela para Padres que anteriormente se han implementado, del mismo modo se descubrió en una encuesta realizada que algunos de los padres piensan que asistir a una actividad o espacio como éste no trae ningún beneficio personal ni familiar.
Derivado de esta problemática, la pregunta de investigación que se pretende responder con esta investigación es: ¿Cómo involucrar de forma activa a los padres a través de la construcción de una propuesta alternativa de Escuela para Padres? Pues la finalidad es generar interés y participación de los padres para favorecer sus relaciones familiares y trascender a la sociedad.
Estado del arte
Ante la idea de una propuesta alternativa de Escuela para Padres, cabe mencionar algunos estudios que se han realizado orientados a esta temática; estos trabajos han sido variados y corresponden a experiencias en países de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. En primer lugar, Majdak y Kozjak (2021) evaluaron un programa de Escuela para Padres que se aplica desde 2007 y cuyo método de implementación fue mediante talleres en sesiones semanales con padres que solicitaron el programa por iniciativa propia. Los resultados obtenidos fueron positivos ante la metodología, pues los padres expresaron satisfacción de su participación: una mejora en las competencias parentales, en la relación con sus hijos, así como también mayor facilidad para reconocer problemas y abordarlos.
Por su parte, Huisman (2019) realizó un estudio en Estados Unidos sobre la evaluación de autoeficacia de los padres participantes de un programa de educación parental, cuyo objetivo fue encontrar si la participación en el programa tuvo un impacto en la autoeficacia de los padres, las sesiones fueron interactivas y de forma voluntaria. Los hallazgos indicaron que hubo un aumento de autoeficacia en el 81% de los padres.
Otro estudio realizado por Hernández (2017) documenta una propuesta de Escuela para Padres en una institución educativa, buscando la integración de la escuela, familia y comunidad en el proceso educativo, mediante un modelo pedagógico integrativo, a través del diseño de actividades que fortalecieran las relaciones de padres, madres y representantes de la institución para crear encuentros de reflexión y la incorporación activa de estos en beneficio del aprendizaje y desempeño escolar de los educandos.
Asimismo, en 2015, Cano y Casado en España propusieron que, una manera de implicar la escuela y la familia podía ser mediante una propuesta educativa integrada “Escuelas de Familia” una experiencia de una Escuela para Padres como un espacio de reflexión y formación familiar, de carácter preventivo, que permitiera a los padres su “adaptación” a la época actual para aclarar valores, administrar tiempo para compartir con los hijos y acompañar.
Otro trabajo publicado en Colombia por Gómez y Palomino (2014) para el nivel educativo de preescolar, relata la experiencia de implementación de una Escuela para Padres que busca la autorreflexión sobre el papel de ser padre o madre, identificando problemáticas de las familias de los alumnos para delimitar las temáticas abordadas por medio de talleres, en donde se implementaron actividades, juegos, dinámicas, experiencias y cuentos. Sólo el 30% de padres del preescolar asistió, pero se resaltó la motivación de los que asistieron y lo benéfico que resultó la participación de los padres en el aprendizaje de los hijos.
Asimismo, se realizó una investigación documental en España por Isorna, Navia y Felpeto (2013), la cual señaló lo necesario que resultan las Escuelas para Padres en la transición de la escuela primaria a la secundaria y que, junto con la institución escolar, la familia acompañe y prepare a los adolescentes a enfrentar cambios y dificultades de esta etapa, a la vez que se fortalecen lazos familia-escuela.
Por último, un estudio realizado en México por Nuño, Álvarez, Madrigal de León, Martínez y Miranda (2006) de un programa de Escuela para Padres, en una preparatoria de Guadalajara, Jalisco, a través de sesiones interactivas. Conforme avanzó el programa algunos padres fueron desertando. Se evaluó sus efectos a corto plazo y los resultados fueron favorables en el ambiente de las familias participantes.
Cabe señalar un dato interesante en estas investigaciones, hay algunas en las que se parte de trabajos documentales, es decir, no fueron aplicados los programas de Escuela para Padres. Sin embargo, todos los estudios afirman y coinciden con la importancia de la implementación de Escuelas para Padres desde una visión participativa y con padres autorreflexivos.
La familia como sistema
Bertalanffy (1976) propone una visión sistémica para no sólo estudiar partes y procesos aislados, sino que, en unificación, organización e interacción dentro de un todo, a través de sistemas dentro de otros sistemas. Desde esta postura, propone la existencia de sistemas abiertos y cerrados; los primeros, se caracterizan por un comportamiento de flexibilidad e influencia dependiendo del contexto en el que se encuentren, donde los componentes no se mantienen estáticos y se interconectan, mientras los segundos, corresponden a sistemas con procesos aislados y estáticos.
La familia, desde esta perspectiva, funciona como sistema abierto y es el principal sistema al que pertenecemos. Dentro de este sistema hay subsistemas compuestos por los miembros que interactúan y, si bien cada uno tiene su individualidad, existe interdependencia y se interrelacionan, influyendo los unos a los otros. Los elementos del sistema familiar interactúan todo el tiempo, por lo que las conductas y actitudes entre los miembros ejercen influencia en los comportamientos entre sí, de tal manera que son un todo funcional.
Según Bertalanffy (1976) en los sistemas hay totalidad, en el sistema de la familia implica que, si un elemento es alterado, todos los demás elementos se verán alterados, por lo que vale la pena resaltar que no se puede concebir a los miembros de la familia como seres estáticos o que actúan de forma independiente, sino que el funcionamiento de los miembros repercute en otros miembros. Para ilustrar esto se propone un ejemplo: el desempleo del padre o la madre de familia muy seguramente impactará en los miembros de la familia. O una crisis emocional en alguno de los padres, de alguna u otra manera afectará a los demás. A continuación, se muestra una imagen de cómo funcionan los sistemas abiertos y una explicación desde la familia:

En el sistema de la familia existe interacción entre sus miembros y también con el exterior (el entorno) que proporciona entradas, intercambian información (ideas, puntos de vista, creencias), experiencias (momentos, emociones, vivencias), recursos (alimentos, bienes), etc. Estas interacciones son procesadas a través de aprendizaje, comunicación, adaptación, toma de decisiones que determinan e influyen en el comportamiento del sistema familiar para dar salida a cambios en la dinámica o nuevos comportamientos del sistema, esto con la mediación de una retroalimentación que puede venir del interior o del exterior, para volver a la toma de decisiones.
Concebir a la familia como un sistema abierto, desde la visión de Bertalanffy, brinda la oportunidad de visualizarla y estudiarla de manera integral. En este sentido, participar en un programa de Escuela para Padres permitiría el análisis de las actuaciones individuales que como padres influencian en los hijos y cómo se puede mejorar el sistema familiar.
Ecología de la familia
Los seres humanos se desarrollan en interacción, y desde el momento del nacimiento interactúan con elementos del entorno, no se desarrollan en un vacío, sino que conforme crecen son moldeados por el ambiente y niveles del entorno que influyen, que van desde un entorno inmediato o más cercano hasta ambientes más lejanos, amplios y no tan directos. El principal entorno inmediato es la familia, es en dicho entorno donde se establecen relaciones directas, es en la familia en la que se va creciendo en primera instancia, adoptando creencias, valores y es importante comprender los factores que influyen en el desarrollo familiar y que permite el desarrollo del individuo en lo particular, asimismo, la influencia que otros entornos ejercen en este elemento y viceversa.
Bronfenbrenner (1987) identifica niveles del entorno que influyen en el desarrollo del individuo, estos son: el microsistema, el mesosistema, el exosistema y el macrosistema. Tales entornos son ambientes ecológicos que actúan en conjunto, entendiendo el ambiente como un todo que permite el desarrollo de la persona.
La familia forma parte del microsistema, que son los entornos inmediatos y como parte de éste es fundamental el brindar un escenario enriquecedor para el desarrollo de la persona, ya que las actividades molares que ahí se realicen, las díadas o las relaciones que se establezcan entre los miembros y los roles que se desempeñan son importantes e influyen en el desarrollo de los individuos. La escuela también es un microsistema, en ella se establecen relaciones entre pares y se adquiere una educación formal.
Uno de los mesosistemas más importantes para niños y adolescentes es la conexión entre la familia y la escuela, pues ambos entornos tienen la responsabilidad de favorecer un desarrollo integral, así la comunicación, colaboración y participación de los padres en actividades escolares genera una influencia que es determinante en la vida de cualquier individuo y su desarrollo se ve facilitado cuando entre la familia y la escuela existe comunicación en favor del crecimiento del niño o adolescente (Bronfenbrenner, 1987).
En la familia, entornos del exosistema pueden mediar en el desarrollo, como pueden ser los medios de comunicación que transmiten ideas, comportamientos, promueven estilos de vida, que si bien no se participa directamente pueden ejercer influencia. El gobierno da pauta a la implementación de políticas que tienen que ver con la familia, por lo tanto, puede haber influencia tanto en la estructura como en la dinámica familiar. Asimismo, la iglesia es un exosistema que ejerce influencia en la familia, pues ésta puede proporcionar un marco ético y moral que podría regir la dinámica familiar y por tal motivo impactar en los miembros pertenecientes.
Algunos aspectos del macrosistema que impactan en las familias pueden ser los patrones culturales, siendo estos los que rigen conductas bajo tradiciones, creencias y valores, del mismo modo la manera en la que se concibe la familia.
En suma, la ecología de la familia posibilita comprender una red de entornos que se interconectan, en los que el ser humano se desenvuelve y generan influencia para su desarrollo, la familia formando parte de esta red como entorno inmediato juega un papel primordial, desde una mirada ecológica de la familia se puede comprender la influencia de los entornos en la dinámica familiar y en el desarrollo del individuo dentro de ella. De esta manera participar en una Escuela para Padres permitiría generar interconexión entre microsistemas escuela-familia para favorecer la comunicación y que esto a su vez genere influencia en otros ambientes.
Escuelas para Padres
Las Escuelas para Padres pueden ser abordadas desde diferentes perspectivas y para comprender el contexto de ellas hay que recordar que fue en 1892 en Europa cuando apareció la primera, como “Escuela para Madres” por motivos que señala Pérez (2000) como un esfuerzo para hacer frente a la mortalidad de niños y el cuidado de su salud, pues los padres carecían de información sobre el cuidado de sus hijos.
En diferentes lugares se iniciaron impartidas por religiosos, que mantenían la idea de que la educación comienza en el hogar y que los padres jugaban un papel primordial en la formación de los niños, por lo que se requería prepararlos técnicamente para que pudieran atenderlos mejor y comunicarse de forma más efectiva; poco a poco el término se fue extendiendo hasta llegar a América Latina, donde a través de cursos y conferencias se citaban a madres para capacitarlas respecto a su hogar e hijos y que pudieran ejercer eficazmente su labor educadora.
Específicamente en México fue hasta 1920, con José Vasconcelos desde la Secretaría de Educación, se comenzó a idear una campaña de educación orientada a los padres; en un primer momento era impartida por profesores donde se hablaba principalmente de hábitos de higiene, alimentación y cuidados, y se dirigía principalmente para la madre de familia, pues a ella era a quien se le atribuían las labores del hogar y los hijos. La importancia de su asistencia radicaba en que tendrían mayores herramientas para formar a los hijos y de igual manera que en muchos otros países europeos, las principales razones de su implementación era la preocupación por contrarrestar la mortalidad infantil, abandono de los hijos, delincuencia y falta de interés de los padres hacia con los hijos (Carreras, 2017).
Comprendiendo lo anterior se puede explicar que de ahí parte el sistema tradicional de Escuela para Padres, como un modelo de formación de padres meramente académico y transmisivo, a través de conferencias donde se comparten técnicas y temas que los padres escuchan.
(…) se basa en la transmisión de contenidos teóricos sobre psicología evolutiva y educativa, ejemplificándolos adecuadamente para que los padres los entiendan. Esta información estaría centrada en el “deber ser”, esto es, en lo que los padres deben hacer para favorecer el desarrollo y la educación de sus hijos e hijas. Se parte del supuesto de que los padres bien informados tenderán fácilmente hacia un cambio de actitud con respecto al desarrollo y la educación de sus hijos. (Martín, et al., 2009, p. 126).
¿Qué tan provechoso resulta la implementación de una Escuela para Padres desde un modelo tradicional? ¿Brindar información a los padres realmente generará un cambio de actitud? Hoy, con la información a un solo clic resultaría obsoleto limitarse a la impartición de una Escuela para Padres con modelo académico tradicional, y sin perder de vista que lo que interesa es el involucramiento de padres, por tal motivo la actualización de las llamadas Escuelas para Padres se hace necesaria a través de la creación de espacios de diálogo e intercambio de experiencias, donde más que dictar o brindar mera información a los padres, éstos se apoyen mutuamente, compartan ideas acordes a su vivir y experiencia como padres y madres.
METODOLOGÍA
El presente estudio se realizó desde la metodología cualitativa, pues el objeto de estudio son los padres de familia con los cuales se desarrolló la propuesta alternativa de Escuela para Padres e interesa conocer sus opiniones y puntos de vista. Con un enfoque de estudio de casos dado que se focalizó en un grupo específico de padres para analizar el desarrollo de la propuesta. El estudio es de corte descriptivo, puesto que el objetivo es presentar una estrategia alternativa a implementar una Escuela para Padres en una institución para medir su impacto y funcionalidad.
El proyecto que se diseñó para implementar la propuesta alternativa de Escuela para Padres lleva por nombre “Familias en Acción”, dicho nombre se vincula a que las familias son las protagonistas de su propio desarrollo y los principales agentes de la propuesta, son las familias con sus experiencias quienes aportan conocimientos y estrategias para generar reflexión sobre crianza saludable y comunicación familiar. Por ello la propuesta se realiza mediante talleres como una manera de involucrar a los padres de la institución, para una participación activa en el que comparten conocimientos y experiencias en espacios de diálogo, dejando de lado la técnica tradicional expositiva. Cabe destacar que los talleres se diseñaron con base en temas actuales, adaptados a la realidad de los participantes y con actividades experienciales de interacción.
La propuesta se implementó en 5 sesiones, con temáticas seleccionadas a partir de una consulta realizada a 50 padres y madres de familia, para conocer cuáles eran los más relevantes y llamaban la atención; los temas seleccionados fueron los siguientes:
Participantes
La Escuela Secundaria de sostenimiento público donde se aplicó la propuesta, convocó a los padres y madres de familia para participar en el programa alternativo de Escuela para Padres, los participantes fueron un total de 45 personas con predominancia de mujeres. Los participantes oscilaban en un rango de edad comprendido entre los 40-48 años y asistieron padres de los tres grados escolares. El tiempo en el que se aplicó la propuesta fue entre los meses de marzo y abril de 2024 en un horario de 7:10 a 8:10 am.
Ante la selección de participantes se encontraron algunas dificultades, pues no todas las instituciones mantuvieron la apertura a implementar un programa nuevo. Mismas que fueron atendidas al ahondar en la búsqueda de una institución a la cual le fuera pertinente la implementación del programa y que mantuviera el interés por involucrar a sus padres de familia de forma activa. Se reconoció un sesgo de selección, ya que los padres que decidieron participar en un primer momento fueron pocos, ante lo que se intensificó la promoción del programa, ante esto se derivó una situación decidida por la institución, de condicionar la asistencia de los padres en el programa experiencial, misma experiencia atendió tal sesgo, pues fue el espacio creado lo que incentivo la motivación e interés en la constante participación de padres en el proyecto.
Instrumentos
Para recabar información de las familias y los alumnos se diseñó una encuesta que se aplicó a los padres participantes, la cual constó de 19 preguntas divididas en 5 categorías: datos generales, dinámica familiar, rendimiento escolar, convivencia familiar y la participación escuela-familia; esta encuesta fue realizada en Formularios de Google y se envió vía WhatsApp a los padres.
Para la evaluación continua del programa se utilizó una lista de cotejo con 9 ítems, con los cuales se valoró el logro de los objetivos de las sesiones, las actividades, materiales empleados y la generación de un ambiente propicio de diálogo e intercambio de experiencias. La lista se realizó por sesión y en formato impreso.
Asimismo, se diseñó una encuesta de satisfacción para conocer el impacto, experiencias de los padres y su perspectiva respecto a la propuesta de Escuela para Padres implementada. La encuesta consistió en 5 preguntas y un espacio de sugerencias y comentarios hacia la dinámica del taller; se aplicó al concluir el programa, en formato impreso. También se recurrió a una entrevista no estructurada a 4 padres donde a través de conversaciones no formales ellos expresaron su sentir, y áreas a mejorar con relación al programa.
Procedimiento
Para realizar esta investigación se contactó a la subdirección de la Escuela Secundaria, se obtuvo la aprobación y el permiso para la implementación del programa alternativo de Escuela para Padres y fue la misma institución la principal encargada de convocar a la comunidad de padres y madres.
Las actividades y las presentaciones que guiaron las sesiones, así como demás materiales fueron diseñados por la autora de este artículo y 3 personas más que conformaron un equipo de trabajo. El programa fue desarrollado semanalmente, con 60 minutos por sesión, con evaluaciones continuas y al final de la última sesión, una encuesta de satisfacción, ante lo cual se informó al grupo de padres la importancia de conocer sus perspectivas de participación en el programa. Las entrevistas se dieron mediante conversaciones casuales con algunos padres al terminar algunas sesiones. Todos los datos recabados se vaciaron en Excel y se trataron con este software.
RESULTADOS
Padres de familia
De la encuesta realizada para recabar información de las familias y alumnos, fueron 25 padres del total del grupo participante quienes respondieron, se encontró que el 93% de los participantes fueron madres y sólo el 7% correspondió a padres. Respecto a la situación conyugal de los padres y madres, los datos apuntan a que el 62.5% están casados, 29.2% es padre o madre soltero(a) y sólo el 8.3% se encuentra en unión libre.

La escolaridad de los padres participantes resultó diversa, siendo la mayoritaria de educación superior (licenciatura), seguida del bachillerato y el nivel de educación básica. Las ocupaciones de los padres son variadas y van desde administradoras de su hogar hasta maestras, secretarias, músicos, odontólogos, etc., como se muestra en la gráfica 2.
En cuanto a temas de comunicación y situaciones cotidianas en el hogar de los participantes se encontró que en muchas ocasiones papá, mamá o tutores están de acuerdo con lo que hay que hacer en cuanto a la educación de los hijos y fueron tan sólo 2 padres que mencionan que pocas veces hay decisiones unánimes en cuanto a ello. En el reparto de responsabilidades en el hogar, se encontró que 19 padres y madres de familia expresaron que muchas veces o siempre existe la corresponsabilidad entre los integrantes de la familia, y 6 que son pocas las ocasiones que las tareas del hogar son compartidas.

A los padres también se les cuestionó sobre las prácticas de crianza en casa, se descubrió que 21 de los padres respondieron que siempre o muchas veces elogian todo comportamiento adecuado de su hijo. Los padres revelaron que hay ocasiones que sus hijos hacen lo que quieren o suelen “salirse con la suya”, fueron 15 de ellos y 10 que nunca sucede una situación así. Además, 7 de los padres participantes compartieron que cuando su hijo no hace lo que ellos les dicen, suelen enfadarse y gritarle, 17 mencionan que sí sucede, pero pocas veces y el resto que nunca. En la misma línea, se les preguntó a los padres si suelen hacerle las cosas que sus hijos les dicen que les cuestan para que no sufran, ante lo cual mencionan 4 que siempre o muchas veces, 10 pocas veces y 11 dijeron que nunca (Figura 3).

Referente al rendimiento escolar de los hijos, el 91.7% de los padres que respondieron la encuesta expresó que planifica un horario de tareas para sus hijos, el 58.3 % pocas veces apoya a sus hijos con dichas tareas y quien apoya con ello mayoritariamente son las madres con el 95.8%.
En cuanto a los datos referentes a la convivencia familiar, 12 padres exponen que siempre suelen hablar sobre las necesidades emocionales y académicas de sus hijos, 10 que muchas veces y 3 que son pocas las ocasiones que se detienen a platicar sobre ello. De la misma manera, los padres comparten que en ocasiones hay peleas entre padres o tutores frente a los hijos, pues 12 de ellos confirman que pocas veces sucede y 1 que siempre. En el aspecto específico del uso de la tecnología, el 41.7% de los padres confiesa que muchas veces sí está pendiente de las redes sociales que utiliza su hijo, pero no siempre y el 4.2% dijo que nunca fija atención en tal situación.
Por último, llama la atención que, en una última pregunta de la encuesta, sobre la perspectiva de las Escuelas para Padres, fueron 2 de los encuestados quienes se manifestaron en total desacuerdo con que participar en una de ellas trae algún tipo de beneficio personal y familiar, como se muestra en la gráfica 4.

Pasando a los resultados recabados en la encuesta aplicada en la última sesión de los talleres, y tomando en cuenta que la participación en esta Escuela para Padres fue de un total de 45 personas: en la primera sesión hubo una asistencia de 11, pero a partir de la segunda hubo ascenso de participación a 37, y en las siguientes sesiones la participación se mantuvo en 26-28 padres. De tal manera, sólo el 30% de los participantes asistieron a todas las sesiones del taller.

Otro dato importante recabado en esta última sesión fue la evaluación que los padres y las madres hicieron de la metodología implementada en esta propuesta alternativa de Escuela para Padres. Se encontró que para el 100% de ellos la metodología utilizada fue apropiada para el objetivo de los temas y emitieron comentarios relacionados a que fue enriquecedor escuchar las experiencias de los demás padres, así mismo la implementación en forma de taller permitió hacer las sesiones variadas.
Las temáticas de las sesiones que más impactaron y que los padres las reconocieron como temáticas que llamaron su atención, el 26% de los padres mostró agrado por el tema de “Fortalecer la autoestima de tu hijo” donde se abordaron pautas para mejorar la autoestima de los hijos, así como una mirada a la propia autoestima del padre. Seguido de “Corresponsabilidad en la formación de los hijos” con 20%, sesión en la que se analizaron estereotipos, roles, estilos de crianza y el involucramiento de los hijos en las tareas del hogar.

De las sesiones implementadas, los padres expresaron que de lo compartido y aprendido hay elementos que después de su participación en los talleres aplican en mayor medida a su vida diaria familiar, el 25% confirmó que se vio favorecida la comunicación y entendimiento con sus hijos, el 15% dijo haber mejorado la corresponsabilidad en su hogar y reflexiona sobre cómo educar a sus hijos, el resto manifiesta que se fortaleció la convivencia en el hogar, encontró estrategias para acompañar a sus hijos en el uso de redes sociales, hubo un acercamiento hacia con sus hijos e hijas y empatizaron con ellos, se respetan más los puntos de vista y opiniones en la familia, así como también encontraron pautas para brindar mayor seguridad personal.
Por último, la mayoría de los padres expresaron que sí considerarían volver a participar en un taller de Escuela para Padres como el implementado. Entre los comentarios que hicieron los padres en las conversaciones informales que se tuvieron con ellos, fueron que algunas sesiones habían sido de su agrado, pues el espacio creado lo habían considerado oportuno para reflexionar sobre los hijos, pues con la sobrecarga de situaciones cotidianas en ocasiones no hay espacio para ello, por lo que el taller les resultó cómodo y pertinente. También se mencionó la necesidad de mayor tiempo para el espacio de intercambio de experiencias y para la realización de actividades.

Metodología del taller
Conforme a la metodología implementada, se realizó una evaluación continua de la dinámica del taller con objeto de definir como pertinente y eficaz esta propuesta alternativa de Escuela para Padres. Para ello se diseñó una lista de cotejo para cada sesión. Los resultados arrojan que 4 de 5 sesiones cumplieron totalmente su objetivo central y 1 de forma parcial. En cuanto a generar un ambiente propicio para el trabajo y la confianza entre padres sólo en 4 de ellas se cumplió, dado que la participación de los padres en las sesiones fue favorable.
Otros dos aspectos en esta evaluación continua fue la implementación de actividades experienciales y el favorecimiento del diálogo e intercambio de experiencias. En ambos aspectos se cumplió de manera efectiva, las actividades fueron variadas y se realizaron partiendo de la experiencia de ser papá o mamá, lo cual permitió la creación de espacios de diálogo, intercambio de experiencias y retroalimentación entre los padres participantes.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Partiendo de estos resultados y en contraste con los estudios revisados que han pretendido hacer una propuesta diferente de Escuela para Padres alejándose de sólo conferencias, se encontraron resultados similares en el sentido de que la implementación de una Escuela para Padres desde una visión de padres y madres activos y autorreflexivos favorece su participación y su involucramiento con sus hijos y con la escuela.
Todos los padres participantes de “Familias en Acción” muestran satisfacción y agrado por la metodología implementada, quienes dan la razón a Majdak y Kozjak, autoras que destacan la importancia de diseñar los programas de Escuelas para Padres desde una perspectiva activa y participativa, donde los participantes son individuos que aportan conocimientos mediante experiencias. De tal modo que los padres al considerar volver a participar en un taller como el implementado, demuestra la eficacia de la metodología en la impartición de las sesiones, similar a la investigación de Gómez y Palomino, con el detalle de que su estudio fue realizado a nivel preescolar y éste en secundaria.
Así pues, la metodología, aspecto importante del objeto de estudio de este trabajo, resulta conveniente para los padres, por medio de ella se logró crear espacios participativos, a través de puntos de reunión dialógicos, lo cual resultó atrayente a los participantes, permitiéndoles además evocar su adolescencia y desde esa mirada comprender la etapa por la que sus hijos transitan. De la misma forma los padres compartieron conocimientos y también adquirieron aprendizajes, por lo que la propuesta demuestra su impacto en la medida en que los padres comparten mejoras en la relación con sus hijos y en el ambiente familiar, hecho que coincide con lo referido en el estudio de Cano y Casado sobre los beneficios que conlleva implicar a los padres. Asimismo, se demuestra la importancia de lo documentado por Isorna, Navia y Felpeto sobre el asesoramiento de los padres en la etapa de la adolescencia para lograr que estos comprendan y acompañen a enfrentar cambios y dificultades que pudieran pasar sus hijos, al mismo tiempo que se fortalecen lazos familiares.
Esta investigación coincide con la realizada por Gómez y Palomino en cuanto a la asistencia de los padres en el programa, pues en ambas, sólo el 30% de los padres asistió a todas las sesiones y de la misma manera, se resalta la motivación de aquellos que participaron y permitieron el desarrollo del programa. Cabe resaltar que las razones por las cuales algunos padres no concretaron su total participación en las sesiones del programa “ Familias en Acción” se debieron a la falta de información sobre la apertura del taller, la falta de tiempo por la realización de otras actividades, trabajo o enfermedad.
Es importante mencionar que la institución asumió la responsabilidad de convocar a la comunidad de padres, mismos que no fueron notificados con suficiente anticipación, por lo que la primera sesión tuvo poca asistencia. En la segunda sesión los padres asistieron condicionados a que su participación conllevaría beneficios en las calificaciones de sus hijos, situación determinada por la institución. Es importante destacar que al término de la segunda sesión muchos de los padres expresaron su satisfacción ante su participación y confirmaron su asistencia al próximo taller. Se puede justificar la satisfacción de los padres ante la propuesta alternativa, pues a partir de la tercera sesión se mantuvo la participación y asistencia en más de la mitad del total de participantes, por lo que padres que en primer momento asistieron de forma condicionada, después lo hicieron por voluntad propia.
Por lo tanto, la participación y asistencia en un primer momento pudo ser baja debido al poco tiempo con el que se les dio aviso a los padres de la institución sobre la implementación del programa “Familias en Acción”, después hubo una asistencia condicionada y aumentó la participación, a partir de ahí se mantuvo un promedio de padres, esto en contraste con la investigación de Nuño y sus colaboradores, realizada también en Guadalajara, donde los padres desertaron conforme avanzaron las sesiones, hasta quedar el mínimo de ellos.
A continuación, se presenta una tabla resumen con los principales hallazgos de la Propuesta:

Esta investigación tiene su valor en ser una propuesta alternativa de Escuela para Padres conveniente y favorable dado que se comprobó que la metodología a través de talleres fue adecuada y de agrado para los padres participantes, la asistencia fue constante y las temáticas fueron de interés; por lo que esta propuesta resulta una buena oportunidad para involucrar a los padres en el proceso educativo de sus hijos, reflexionar situaciones y buscar mejorar relaciones familiares. Con lo expuesto hasta ahora se responde la pregunta de investigación.
De la misma manera se lograron los objetivos, general y específicos de la investigación, pues se propone un método experiencial de Escuela para Padres como propuesta alternativa para generar espacios de reflexión sobre crianza saludable y de esta manera favorecer la relación padres-hijos, el cual se desarrolla en un contexto real, a través de talleres activos que permitieron compartir experiencias, el cual fue evaluado positivamente.
A manera de conclusión, se puede decir que en la encuesta realizada a padres antes de la implementación del programa, se les cuestionó sobre la perspectiva que tenían de las Escuelas para Padres, 2 de ellos declararon que no encontraban algún tipo de beneficio en participar de un programa de este tipo, fue por ellos 2 que se asumió el reto de esta propuesta, con la mira en cambiar esta perspectiva. El contraste y la satisfacción de esta propuesta está en que, al concluir el programa, el 95% de los participantes externaron que volverían a participar en un programa como “Familias en Acción”; sólo un padre de familia externó que no, pero ya no por una visión tergiversada de los programas de Escuelas para Padres sino por cuestiones externas, como lo es el tiempo del que dispone para asistir.
El impacto de la propuesta radica en que los padres no sólo compartieron experiencias y dialogaron, sino que se logró crear un sitio de aprendizaje y a partir de lo aprendido los padres aplicaron en su vida familiar mayor comunicación con los hijos, el respeto, la convivencia y, por lo tanto, el ambiente familiar se vio beneficiado.
Ante esto se demuestra que, si se implementa una Escuela para Padres como la propuesta en esta investigación, sí funciona y logra motivar a los padres a participar. Asimismo, se puede decir que el método de conferencias es obsoleto y se requieren nuevas maneras de abordar las llamadas Escuelas para Padres, métodos que articulen los intereses y necesidades de las familias pertenecientes a las instituciones escolares, a través de la creación de espacios de conversación, experiencias, donde los padres se apoyen mutuamente, interactúen, expresen su sentir y también encuentren espacio para sí mismos como personas que influyen en el desarrollo de sus hijos.
Dicha propuesta fue desarrollada para padres de una institución secundaria, sin embargo, se tiene la convicción de que se puede replicar en otras áreas, pues la esencia de la propuesta es el involucramiento de padres y madres de familia para generar espacios de reflexión sobre la tarea de educar en beneficio de las relaciones familiares, por tal motivo se pueden realizar ajustes en cuanto a las necesidades específicas de otros contextos, adaptándose a padres y madres de educación primaria e incluso de media superior, por lo cual la propuesta es flexible.
La participación de la familia en los procesos educativos es fundamental para el desarrollo integral de los educandos, por lo que trabajar desde y con las familias puede ser una buena estrategia para impulsar la transformación social al reforzar el ambiente familiar, pues son los padres los principales agentes educativos, el sistema más cercano a los hijos y que en acompañamiento con las instituciones educativas tienen la misión de formar personas seguras, responsables y comprometidas socialmente, de manera que involucrarlos de forma activa, dar orientación y acompañarlos, compartiendo la tarea de educar a través de una propuesta como la implementada en esta investigación, podrá favorecer personal, académica y socialmente.
Esta investigación es un acercamiento a la extensa exploración que hay sobre las Escuelas para Padres y se hace sólo de corte descriptiva, sería importante que este estudio permitiera abrir líneas de investigación sobre este campo, hacer comparaciones entre diferentes metodologías de trabajo con familias, evaluar la efectividad, medir impacto a mediano y largo plazo sobre la participación de los padres en programas de Escuelas para Padres y en su bienestar como educadores, medir efectos sobre el desarrollo de diversas áreas de sus hijos, así como explorar aquellos factores que ayudan a mantener cambios en las acciones de crianza guidas a fortalecer buenas prácticas y el trabajo desde la familia como eje transformador.
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