Resumen: Registramos la presencia y anidación de la tórtola turca (Streptopelia decaocto) en el estado de San Luis Potosí, México. Nuestro primer registro fue en febrero de 2006, en el poblado de Tamuín, al este del estado. Los años siguientes registramos un incremento en la ya abundante tórtola turca en este lugar, así como nuevas observaciones en 28 poblados más. La anidación la documentamos en 2013 y 2015, registramos 16 nidos, construidos principalmente en cables de luz; ocho de ellos estaban siendo reutilizados.
Palabras clave:estructura de nidosestructura de nidos, especies exóticas especies exóticas, invasión invasión.
Abstract: We recorded the presence and nesting of the Eurasian Collared-Dove (Streptopelia decaocto) at the state of San Luis Potosí, México. Our first record of the species was obtained in February 2006 in the town of Tamuín, located in the eastern portion of the state. In the following years, we observed an increase in the abundance of the dove in this site, as well as new observations in other 28 towns. We documented nesting in 2013 and 2015, when we recorded 16 nests. Nests were mainly built on electrical wires, and eight nests were re-used.
Keywords: nesting structure, exotic species, invasion.
La tórtola turca (Streptopelia decaocto) en San Luis Potosí, México, con notas sobre su reproducción
The Eurasian Collared-Dove (Streptopelia decaocto) in San Luis Potosí, Mexico, with notes on its reproduction
Recepción: 14 Junio 2015
Aprobación: 01 Diciembre 2015
Las especies exóticas e invasoras causan diferentes problemas ecológicos en los sitios que colonizan, ya que pueden afectar a las especies nativas por competencia directa, depredación, transmisión de enfermedades, modificación en el hábitat y alteración de la estructura trófica (Schüttler y Karez 2008). La tórtola turca (Streptopelia decaocto), también conocida como paloma turca o paloma de collar, es originaria del sur de Asia, es considerada una especie exótica e invasora en el mundo, así como una de las especies terrestres más exitosas considerando la cantidad de lugares donde se ha establecido en Europa y América (Fisher 1953, Smith 1987, Hengeveld 1993, Romagosa y McEneaney 1999, Romagosa y Labisky 2000, Fujisaky et al. 2010). La expansión en la distribución de la tórtola turca se ha debido a factores relacionados con las características biológicas intrínsecas de la especie, como su capacidad de dispersión a larga distancia y de reproducción durante todo el año, llegando a tener hasta seis nidadas por año (Kaufman 1996, Romagosa 2012). Además, existen factores ambientales relacionados a las actividades humanas que han facilitado su expansión: la creación de caminos y las áreas agrícolas (Fujisaki et al. 2010).
En México se registró por primera vez a la especie en el año 2000, en el norte de Tamaulipas (Álvarez-Romero et al. 2008) y desde entonces su distribución se ha expandido en gran parte del país, existen reportes en Baja California (Hamilton et al. 2001, Erickson et al. 2004), Baja California Sur (Erickson et al. 2004), Coahuila (Garza de León et al. 2007), Chihuahua (Álvarez-Romero et al. 2008, Sonora (Villaseñor-Gómez et al. 2010), entre otros estados del centro y sur del país.
Para el estado de San Luis Potosí no se tienen reportes previos de la especie (Sánchez-González y García-Trejo 2010), por lo que en esta investigación reportamos por primera vez la presencia de la tórtola turca en el estado. Observamos dos individuos el 20 de febrero de 2006 en el poblado de Tamuín y a partir de ese año a la fecha hemos notado un incremento que la hace una población cada vez más común. Con base en esto, llevamos a cabo muestreos de tórtolas turcas en este poblado, así como en otros poblados del estado para determinar dónde se ha establecido la especie.
A partir de 2013 realizamos muestreos estandarizados para determinar la abundancia de la tórtola turca, inicialmente en cinco poblados del estado de San Luis Potosí: Tamuín (22°00’22”N, 98°47’49”O; Datum WGS84), Estación Tamuín (22°04’35”N, 98°48’39”O), Antiguo Tamuín (21°59’29”N, 98°45’58”O), La Fortaleza (21°58’5”N, 98°47’49”O) y Ciudad Valles(21°59’26”N, 99°00’32”O). Los muestreos los realizamos utilizando la metodología de Tinajero y Rodríguez-Estrella (2014), recorriendo cada poblado a todo lo largo a bordo de un vehículo a una velocidad menor de 20 km/h. Contamos a todos los individuos de S. decaocto que observamos utilizando binoculares(8x40). Para la identificación de la especie tomamos en cuenta las características de su plumaje y canto (Smith 1987),el color gris en las cobertoras inferiores de la cola, negro en las orillas laterales de la parte inferior de la cola y el contraste delas plumas primarias de color negro con el resto del ala (Figura1), detalles que la diferencian de la paloma africana de collar(Streptopelia roseogrisea), la cual es otra especie exótica que se ha registrado en el país (Hernández-Díaz et al. 2015, Blancas-Calva et al. 2014).
Posteriormente, en 2015, registramos la presencia de la especie en la parte oeste del estado en diversos poblados del altiplano potosino. Adicionalmente, revisamos la página electrónica de eBird (eBird 2015) para considerar los avistamientos de la tórtola turca en el estado.
En cuanto al monitoreo de nidos, reportamos la fechas en las que los encontramos, estructuras que utilizan y estatus (activo/inactivo). Por otro lado, para determinar la etapa en la que se encontraban los nidos activos (incubación/crianza), observamos el contenido del nido (pollos o adultos). En el caso de observar a los adultos en o cerca del nido, permanecíamos observando por lo menos 5 min y anotamos la actividad que realizaban los adultos (p. ej., alimentación de pichones).
En los muestreos de tórtola turca realizados en los años 2013 a 2015 registramos la presencia de la especie en 29 poblados del estado (Cuadro 1 y Figura 2). Es considerable la gran abundancia de la especie en los poblados de Tamuín, Vanegas y La Fortaleza. Adicionalmente, encontramos 14 sitios donde se ha registrado a la especie en el estado en la página de Internet de eBird (eBird 2015) (Cuadro 2 y Figura 2), de los cuales nosotros confirmamos su presencia en tres de estos sitios (Rioverde, Ciudad Valles y Matehuala).
En cuanto a eventos reproductivos, encontramos un nido activo en periodo de incubación el 25 de marzo de 2013,

en el poblado de Tamuín, sobre un árbol de mora (Maclura tinctoria), ubicado a una altura aproximada de 8 m. El sitio de anidación era un terreno baldío en una colonia céntrica del poblado. Las palomas defendían el área alrededor del nido alejando a otros individuos de la misma especie, así como a otras aves como palomas ala blanca (Zenaida asiatica), tórtola cola larga (Columbina inca) y zanate mexicano (Quiscalus mexicanus). En febrero de 2015, en el poblado de Tamuín, encontramos ocho nidos activos en periodo de incubación, construidos sobre los cables eléctricos en partes muy próximas a los postes de luz donde la cantidad de cables forman una especie de plataforma que sostiene al nido (Figura 3). Posteriormente, el 4 de abril de 2015 revisamos diez nidos, de los cuales ocho ya habíamos visitado en febrero. Encontramos cinco inactivos y cinco activos (cuatro en periodo de incubación y uno en crianza). Realizamos una tercera revisión el 7 de junio. Encontramos cinco nidos nuevos que suman 15 nidos, de los cuales 13 estaban activos (11 en periodo de incubación y dos en crianza). Considerando las fechas de revisión de nidos y el periodo de incubación (14-18 días) y crianza (los pichones dejan los nidos a los 15-20 días; Kaufman 1996) concluimos que cada visita reportada correspondió a una puesta distinta.
Los registros previos de la tórtola turca en los alrededores del estado de San Luis Potosí corresponden a Tamaulipas: Ciudad Victoria, 23 de agosto 2006; San Fernando, 3 de febrero de 2004; Soto La Marina, 15 de enero 2004, y Manuel, 30 noviembre de 2002 (Gómez de Silva 2003, 2004, 2007). En el estado de Hidalgo se ha registrado en los poblados de Atlapexco, 12 de junio de 2007; San Felipe Orizatlán, agosto de



2007, y Huejutla, 24 de marzo de 2010 (Valencia-Herverth et al. 2011). Esta información publicada, los registros de eBird (eBird 2015) y nuestros registros muestran que la especie ya está presente en gran parte del estado y la región (Figura 2). Los registros de anidación indican que esta especie exótica se ha establecido plenamente en la región y que seguramente tiene una distribución más amplia y continuará su expansión en el estado.
Previamente, los nidos de la especie habían sido encontrados sobre arbustos, árboles o en vigas de construcciones y maquinaria (Kaufman 1996, Romagosa 2012). Los árboles y palmas en los que se les ha reportado anidando en EUA y Cuba son Ficus sp., Bucida nigra, Juniperus virginiana, Pinus clausa, Platanus occidentalis, Araucaria heterophylla, Sabal palmett y Cocos nucifera (Romagosa 2012). En México, los nidos se han observado sobre árboles y arbustos como cacahuananche (Gliricidia sepium), trueno (Ficus sp.), pino

salado (Tamarix sp.), palo fierro (Prosopis palmeri) y bajo un techo (Chablé-Santos et al. 2012, Blancas-Calva et al. 2014, Tinajero y Rodríguez-Estrella 2014). A diferencia de los estudios anteriores, reportamos un uso intensivo de cables eléctricos como estructura de anidación, lo que significa que los sitios donde pueden llegar a construir sus nidos son varia- dos. Además de reportar la anidación, confirmamos la reutilización de los nidos en una misma temporada reproductiva, lo cual permite a la especie incrementar rápidamente sus poblaciones.
Consideramos que es importante implementar investigaciones que nos permitan conocer cuál es la distribución actual de esta especie exótica en el estado y la región; así como también identificar cuáles son los factores ambientales que determinan que la especie se establezca, y cuáles los efectos que pueden presentar sobre la avifauna nativa, considerando aspectos como competencia, depredación, parásitos y enfermedades.
Editora asociada: Iriana L. Zuria
Jordan
Agradecemos a L. Chapa Vargas y los revisores anónimos por sus comentarios que permitieron mejorar sustancialmente el manuscrito. El apoyo de CONACYT y CONABIO, a RTH por la beca posdoctoral otorgada, así como la beca otorgada a app 28990 que permitieron realizar esta investigación. Al IPICYT por el apoyo concedido.




