Resumen: Presento información nueva y adicional de 15 especies de la avifauna de Morelos, 13 de las cuales son especies nativas y dos no nativas. El inventario de la avifauna de Morelos incluye ahora 412 especies nativas y 12 no nativas. Encontré ocho especies en ambientes terrestres y siete en ambientes acuáticos. Cuatro se consideran residentes o su estacionalidad es incierta y 11 son migratorias ocasionales o accidentales. Una especie es endémica a México, otra es semiendémica y cinco están consideradas en riesgo, de acuerdo con normas nacionales e internacionales.
Palabras clave:nuevos registrosnuevos registros, especies nativas especies nativas, no nativas no nativas, endémicas endémicas, amenazadas amenazadas.
Abstract: We give new and additional information about 15 species of the avifauna of Morelos: 13 native and 2 non-native species. The updated total inventory of the avifauna of Morelos includes 412 native species and 12 non-native. I recorded eight species in terrestrial environments and seven in aquatic environments. Four are considered resident or its seasonality is uncertain and 11 were occasional migrants or accidental. One species is endemic to Mexico, another is semiendemic of Mexico, and five are considered at risk based on national and international criteria.
Keywords: new records, native, non-native, endemic, threatened species.
Registros notables de aves de Morelos, México
Noteworthy records of birds from Morelos, Mexico
Recepción: 28 Mayo 2015
Aprobación: 10 Diciembre 2015
El reporte de registros de especies de aves es fundamental para conocer aspectos básicos de su biología espacial y temporal (Sánchez-González 2013). El conocimiento de la distribución y el seguimiento de los cambios de la distribución permiten, entre otras cosas, proponer acciones sustentadas para la conservación de las especies (Navarro et al. 2002).
Numerosos estudios han aportado información para el conocimiento de la ornitofauna del estado de Morelos. Las publicaciones más antiguas que se conocen son de finales del siglo xix (Salvin y Godman 1886), pero es hasta la década de los treinta que se realiza el primer listado de las especies de aves de Morelos, cuando Martín del Campo (1937) registró 95 especies y reportó aspectos de la reproducción de 17. Posteriormente, Friedmann et al. (1950) registraron 49 especies para la entidad. Davis y Russell (1953) realizaron uno de los estudios más completos sobre las aves de Morelos en donde registraron 248 especies y subespecies e hicieron un análisis sobre la avifauna estatal.
En una guía de identificación, Blake (1953), registró 43 especies para Morelos. Miller et al. (1957) continuaron la obra de Friedmann y colaboradores y registraron la presencia de 208 especies. Rowley (1962) publicó sus resultados sobre la reproducción de 77 especies. Edwards (1968) registró 96 especies en su guía de campo para Morelos. Gaviño y Cruz (1984) presentaron datos sobre la reproducción de 38 especies de aves. Aguilar(1990) proporcionó una lista de 307 especies de aves de Morelos.Navarro et al. (1991) registraron 86 especies de aves de Morelos en la colección de aves del museo Alfonso L. Herrera. Wilson y Ceballos-Lascuráin (1993) publicaron registros de 51especies de aves de Morelos. Urbina y Morales (1994) ilustraron 48 especies de aves y reportaron 340 especies de 18 órdenes de aves de Morelos. Gaviño (1995) publicó un listado de 269 especies de aves terrestres por tipo de vegetación. Howell y Webb(1995) mencionaron registros específicos de 20 especies de aves para el estado e incluyeron a Morelos en 355 mapas de distribución. Ramírez-Albores y Ramírez-Cedillo (2002) publicaron acerca de la avifa una de la sierra de Huautla. Registros acerca de la distribución de nuevas especies que han incrementado la lista de especies de aves de Morelos han sido publicados por Gaviño (1994), Urbina-Torres (2000), Valenzuela et al. (2002) y Urbina-Torres et al. (2009). Algunos de los trabajos de tesis que han contribuido al conocimiento de las aves del estado o de algunos grupos son las de Cruz (1983), García (1987), Márquez(1986), Bueno y Espinoza (1988), Rubalcaba (1999), Ramírez-Albores (2000) y Argote-Cortés (2002).
Los trabajos que han recopilado detalladamente y sintetizado la información que se encuentra en la literatura, así como de los especímenes contenidos en colecciones ornitológicas nacionales y extranjeras; el producto del trabajo de campo y los registros aportados por la red mundial han contribuido con información que nos permitió reconocer la presencia de más de 400 especies para Morelos (Urbina 2005, Berlanga et al. 2008 y Gaviño 2015).
Los registros presentados en este trabajo se basan en los estudios de campo sobre las aves de Morelos que se efectúan en el Laboratorio de Ornitología del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Presento información obtenida en 14 localidades del estado de Morelos (Figura 1, Cuadro 1). Los registros que reporto en esta nota se ubicaron principalmente en la mitad oeste del estado. Las altitudes de las localidades de los registros fueron de los 900 y a los 2,200 msnm. Los ambientes fueron zonas agrícolas, zonas urbanas, bosque ripario, bosque de pino-encino, pastizal y selva baja caducifolia. En el ambiente acuático los registros se hicieron en vegetación acuática, lagos, playas, presas y bordos. Identifiqué a las aves utilizando binoculares (8x40 y


10x42), cámara fotográfica con lente de 300 mm, telescopio (15-45x60) y guías de identificación de aves (Howell y Webb 1995, Sibley 2000, National Geographic 2005). Asimismo, obtuve información y datos de observaciones de seis especies en la página electrónica aVerAves (Berlanga et al. 2008).
La estacionalidad la determiné de acuerdo con los criterios de Howell y Webb (1995). Consideré el endemismo de acuerdo con González-García y Gómez de Silva (2003). El estatus de conservación lo anoté de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana nom-059-semarnat-2010 (SEMARNAT 2010), así como la Lista Roja de especies amenazadas (IUCN 2013).
Presento información obtenida de 15 especies de aves, de las cuales seis son nuevos registros para el estado, ya que no se encontraron antecedentes previos publicados, y de nueve especies aporto nuevos datos antes desconocidos para especies endémicas de México con estatus de riesgo o con pocos registros.
Los registros en ambientes acuáticos se concentraron en la mitad oeste del estado. Por su estacionalidad, la mayoría de las especies fueron migratorias, ocasionales o accidentales (73.3%). Una especie es endémica a México, el perico mexicano (Psittacara holochlorus); una es semiendémica, el víreo gorra negra (Vireo atricapilla), y dos son no nativas de Morelos, el perico mexicano y la paloma turca (Streptopelia decaocto). De acuerdo con la norma nom-059-SEMARNAt-2010 el víreo gorra negra está en peligro de extinción, Psittacara holochlorus (antes Aratinga holochlora) se considera amenazada, y las sub- especies P. h. brevipes y P. h. brewsteri se consideran en peligro de extinción (SEMARNAT 2010). Tres especies están sujetas a protección especial: la cigüeña americana (Mycteria americana), el charrán mínimo (Sternula antillarum) y el mosquero-cabezón mexicano (Pachyramphus major) (semarnat 2010). La lista roja la IUCN incluye el víreo gorra negra como vulnerable (IUCN 2013). En la siguiente lista comentada aporto información sobre el tipo de registro obtenido, la estacionalidad y acerca del establecimiento de dos especies no nativas de Morelos, las localidades en donde hice los registros, las fechas, una descripción de cada observación, así como antecedentes de su distribución y registros más cercanos:Mycteria americana (cigüeña americana)
Fue registrada por primera vez en Palo Grande, Miacatlán (Miranda-González et al. 2011) y posteriormente se realizó un registro adicional de tres individuos durante el invierno de 2012 en Michapa, Coatlán del Río (Monfil 2015, D. Ruiz com. pers.). Esta especie tiene su principal distribución en las costas, con registros ocasionales en el Altiplano (Howell y Webb 1995). En México, la distribución potencial ubica a esta especie como residente hasta la parte baja de la cuenca del río Balsas, a más de 250 km al oeste de Morelos (Navarro y Peterson 2007). Es posible que su presencia en el estado sea ocasional.
Primer registro para el estado de dos individuos que observé con plumaje invernal en El Rodeo el 22 de abril de 2012 (Figura 2). Registros cercanos se han realizado en Guerrero (aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014), en el Distrito Federal (Wilson y Ceballos-Lascurain 1993) y en Querétaro se reporta para embalses de gran tamaño (Pineda-López y Arellano-Sanaphre 2010, Pineda-López 2011). Esta especie tiene su zona de reproducción en el Ártico y pasa el invierno al sur de Sudamérica, por lo que se puede encontrar de paso en México en octubre y de febrero a mayo (Howell y Webb 1995). Aunque existen pocos registros en el centro del país, su presencia era esperada en el estado, ya que su distribución potencial incluye la mayor parte de México (Navarro y Peterson 2007).
Nuevo registro para el estado. Observé un individuo con plumaje de invierno en Coatetelco, el 17 de octubre de 1994, y otro lo fotografié en El Rodeo, el 5 de mayo de 2014 (Figura 3). Esta especie tiene su zona de reproducción en el Ártico y pasa el invierno en el suroeste de EUA y la mayor parte de México (Howell y Webb 1995). Los registros más cercanos se encuentran en el DF, de abril a mayo; en Querétaro se considera un visitante invernal irregular (Ayala-Pérez et al. 2013, Pineda-López y Arellano-Sanaphre 2010, Pineda-López 2011,


Meléndez et al. 2013, aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). Esta especie se considera de amplia distribución en México como migratoria de invierno, y su presencia en More- los era esperada (Navarro y Peterson 2007); sin embargo, no se conoce ningún registro previo.
Aporto información adicional de un individuo con plumaje de adulto en Coatetelco, observado en abril y mayo de 2013, considero se trató del mismo individuo (Figura 4). El primer registro en Morelos lo realicé en Michapa, en abril de 1992, a 12.5 km al noreste de Coatetelco (Urbina-Torres 2000), por lo que se puede considerar que su presencia es ocasional en el estado. Registros cercanos se encontraron para el DF, en agosto (Meléndez et al. 2013), y en Puebla (aVerAves, consultado 29 de abril de 2014). Su distribución en verano incluye principalmente ambas costas al norte de México y EUA, y el Caribe; en invierno se encuentra en el oeste de México, el Caribe y norte de Sudamérica (Howell y Webb 1995, Navarro y Peterson 2007).
Aporto información adicional de la especie. Registré un individuo con plumaje de adulto en El Rodeo el 22 de abril de 2012; tres adultos más observados el 16 de mayo del mismo año, y dos adultos fotografiados en Coatetelco el 23 de noviembre de 2014 (Figura 5). Esta especie se había registrado anteriormente en agosto de 1996, a más de 68 km al este de Coatetelco (Urbina 2005). Es de distribución cosmopolita; en México se reproduce en las costas del noroeste, noreste y península de Yucatán, y es considerada un migratorio invernal para el centro del país de agosto a mayo (Howell y Webb 1995, Meléndez et al. 2013).
Nuevo registro para el estado de un individuo que observé con plumaje de adulto no reproductivo en el lago de Tequesquitengo el 19 de diciembre de 2013, posiblemente el mismo que fotografié el 11 de enero de 2014, en el mismo sitio (Figura 6). El reporte más cercano encontrado es el del Canal de Cuemanco, DF, en octubre de 1990, en él describí que era una especie sumamente rara fuera de la costa y que existen pocos registros en el centro de México, por lo que es considerada como ocasional (Wilson y Ceballos-Lascurain 1993, Howell y Webb 1995, Meléndez et al. 2013). En Querétaro, también se ha registrado en invierno (Pineda-López y Arellano-Sanaphre 2010, Pineda-López 2011). Su distribución incluye las costas de California y el oeste de México hasta Perú, el este de EUA y el Caribe hasta el norte de Sudamérica y la costa oeste de África (Howell y Webb 1995).
Aporto información nueva acerca de esta especie no nativa para México que se considera se ha establecido en el estado a partir de escapes y liberaciones de ejemplares en cautiverio. A. Sandoval fotografió un ejemplar en Alta Vista el 2



de marzo del 2002 (Figura 7); también observé una pareja en Tequesquitengo el 6 de enero 2013; otros registros realizados en Morelos son de Tepoztlán y Cuautla (aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). Los registros más cercanos son del DF; sin embargo, se reporta para muchas zonas urbanas del país, principalmente en el norte y la península de Yucatán (Álvarez-Romero et al. 2008). También se tiene registros para Hidalgo, Sinaloa, Sonora, Querétaro y Guerrero (Gómez de Silva 2007, Ortiz-Pulido et al. 2010, Villaseñor-Gómez et al. 2010, Pineda-López y Malagamba-Rubio 2011, Chablé-Santos et al. 2012, Blancas et al. 2014). La paloma turca es una especie considerada invasora, de origen eurasiático, que fue introducida como ave de ornato y está expandiendo rápidamente su distribución en México (Álvarez-Romero et al. 2008).
Aporto información adicional de registros en Morelos hasta los 1,200 msnm. Fotografié una pareja de tórtolas rojizas en Tilzapotla el 18 de marzo de 2002 (Figura 8) y registré visualmente una pareja el 18 de febrero de 2008. También la registré visual y acústicamente en Tequesquitengo el 8 diciembre de 2013. Los registros previos hechos en Morelos fueron para las localidades de Ayala, Miacatlán y Tetecala (Chávez et al. 1996, Miranda-González et al. 2011, aVerAves, consultado el 29 de

abril de 2014). Los registros en Morelos los he realizado a lo largo del año, pero aún no cuento con información sobre su reproducción, por lo que su estatus estacional es incierto. Esta especie tiene una distribución conocida en México por ambas costas y la costa de la península de Yucatán, hasta Perú y norte de Argentina, en donde es considerada residente (Howell y Webb 1995).
Aporto información de esta especie no nativa de Morelos que se ha establecido en Cuernavaca, seguramente a partir de es-

apes y liberaciones de individuos en cautiverio. El 28 de febrero de 2007, en El Salto, observé y fotografié una parvada de más de 10 individuos (Figura 9) sobre un eucalipto seco (Eucalyptus globulus). En San Jerónimo de Ahuatepec observé dos parvadas de 14 y 22 individuos desde septiembre de 2014 a enero de 2015. En ocasiones observé una parvada de más de 40 individuos, por lo que al parecer las parvadas se fusionaron (Figura 10). Otros registros han sido realizados también en Cuernavaca (aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). Esta especie se distribuye en México en la vertiente del Golfo, Nuevo León y Tamaulipas hasta el centro de Veracruz, Oaxaca y la Depresión Central de Chiapas; otra área de distribución está en Sonora, Sinaloa y Chihuahua. Se ha registrado como no nativa en Saltillo, Coahuila, y en Texas (Howell y Webb 1995, Álvarez-Romero et al. 2008).
Aporto información nueva de esta especie registrada visual y acústicamente por R. Amador-Solís en Tetela del Volcán. Esta especie tiene una distribución desde el norte de México hasta el centro de Nicaragua (Howell y Webb 1995), y aunque es considerada residente en su área de distribución, su presencia en Morelos puede ser ocasional. Los registros más cercanos están en Tepoztlán, DF y Guerrero (Navarro 1998, Rojas-Soto et al. 2009, aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). Este registro se encuentra a 40 km al este del de Tepoztlán, Morelos.
Aporto información adicional de esta especie por el registro de un individuo con plumaje de macho adulto que realicé en Chamilpa el 11 de abril de 2014. Lo observé a baja altura sobre unos arbustos cercanos a un bosque de pino-encino, era un ave con la cabeza negra y el pecho y el anillo ocular blancos que permitieron su identificación. Otros registros para Morelos se han realizado al norte y este del estado, en diciembre (Graber 1961, Cruz 1983, aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). El víreo de gorra negra es una especie semiendémica (González-García y Gómez de Silva 2003) que anida en el suroeste de EUA y norte de México, pasa el invierno en la costa oeste de México y utiliza la Sierra Madre Oriental y la Faja Volcánica Transmexicana como ruta migratoria (Howell y Webb 1995, MacGregor-Fors et al. 2012).


Aporto información adicional de esta especie, de la cual registré una parvada, la mayoría juveniles por las marcas blancas en la nuca. La observé sobre un tular (Typha sp.), en el lago de Coatetelco, el 5 noviembre de 2013 (Figura 11). Los únicos registros conocidos para Morelos son también de noviembre (Urbina 2005), así como uno en mayo (aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). También se han hecho registros en mayo en el DF (Wilson y Ceballos-Lascurain 1993). En el oeste de México es considerada una especie migratoria irregular de invierno, de noviembre a marzo (Howell y Webb 1995, Navarro 1998). La golondrina ribereña presenta una amplia distribución en América y Eurasia. En América se reproduce en Norteamérica y pasa el invierno en Sudamérica.
Nuevo registro para el estado realizado por A. Urbina (com. per.), quien observó un individuo sobre un laurel de la india (Ficus microcarpa) en Ocotepec el 10 de abril de 2010. La principal característica utilizada para su identificación fue su color amarillo que contrasta con la capucha negra que rodea la cabeza del macho adulto. Su distribución en México durante el invierno es en la costa del Atlántico (Howell y Webb 2005). Sin embargo, se han registrado avistamientos en Nayarit, Jalisco, Michoacán, Querétaro e Hidalgo (Escalante 1988, Contreras- Martínez et al. 2006, aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014) y el DF (Wilson y Ceballos-Lascurain 1993). Howell y Webb (2005) la consideran una especie migratoria invernal para el este del país y accidental en el centro entre agosto y abril.
Nuevo registro para Morelos realizado en El Texcal el 26 de febrero de 2011. Lo observé claramente debido a la cercanía durante su forrajeo en arbustos a poca altura. Fueron evidentes el anillo ocular dividido y la franja gris en el pecho con el vientre blanco, lo que lo evidenció como un macho adulto. Los registros más cercanos se han realizado en el DF, en septiembre, noviembre, febrero y abril (Wilson y Ceballos-Lascurain 1993, Meléndez et al. 2013, aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014) y en Guerrero, en octubre (Navarro 1998), por lo que es posible que esta especie se encuentre en tránsito por el centro de México. Esta especie se reproduce en el este de Norteamérica, en el sureste de Canadá y este de EUA; en invierno migra a México, el Caribe y norte de Centroamérica. En México se ha registrado principalmente en la costa del Atlántico y del Pacífico, en Oaxaca, y se considera accidental en el centro del país (Howell y Webb 2005).
Nuevo registro para Morelos en el sitio Ramsar “Laguna de Hueyapan”, en donde H. Mejía obtuvo fotografías de un macho adulto con plumaje de invierno el 17 de marzo de 2015 (Figura 12). Observé al ave posada en la parte alta de un árbol seco. Se encontraron registros para el centro del país en Puebla y Estado de México, en marzo, octubre y noviembre (aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014), por lo que se considera accidental en el centro de México (Miller et al. 1957, Howell y Webb 1995, Peterson et al. 2006). El chipe de


magnolia se reproduce en Norteamérica y pasa el invierno en México, Centro América y el Caribe. En México su distribución incluye ambas costas y la península de Yucatán (Howell y Webb 1995, Navarro y Peterson 2007).
Esta nueva información contribuye al conocimiento de especies de aves que se presentan de manera ocasional en el estado, principalmente acuáticas (siete). Es posible que esto se deba al incremento en la superficie inundada por la construcción de bordos, abrevaderos y presas para riego, en las que se cultivan peces (Gómez-Márquez et al. 2009). También puede deberse a la falta de monitoreo y estudio, como lo menciona Gaviño (2015).
Es relevante el establecimiento de especies no nativas en Morelos, como el perico mexicano que está considerado como prioritario por ser endémico y estar en riesgo (Ceballos y Márquez-Valdelamar 2000, semarnat 2010, iucn 2013). Entre las especies migratorias terrestres que registré resaltan las del género Setophaga (S. citrina, S. americana y S. magnolia) que tienen como ruta migratoria principal la costa del Atlántico, en el Golfo de México, y que presentan registros ocasionales en el centro y occidente de nuestro país (Contreras-Martínez et al. 2006, Navarro y Peterson 2007, aVerAves, consultado el 29 de abril de 2014). Una propuesta para explicar el registro de S. citrina en el occidente de México es que la especie puede atravesar a la vertiente del Pacífico por el istmo de Tehuantepec, y de ahí continuar al norte hasta llegar a Jalisco. También se propone que la ruta puede ser siguiendo la Faja Volcánica Transmexicana, aunque Contreras-Martínez et al. (2006) consideran esta ruta como la menos probable, no obstante 20 especies registradas en el centro de México pueden estar usando esta ruta (Howell y Webb 1995).
Editor asociado: Héctor Gómez de Silva Garza
Agradezco al proyecto “Implementación de la estrategia nacional para la conservación de las aves playeras, fase II: regiones Altiplano norte, Centro y costas del Pacífico sur” auspiciado por Ducks Unlimited de México A.C., por el financiamiento que permitió el estudio de las aves acuáticas en Coatetelco durante 2013. Asimismo agradezco tanto las comunicaciones persona- les hechas por A. Urbina, A. Sandoval y D. Ruiz, las fotografías de T. Contreras y H. Mejía como los comentarios y correcciones hechos al manuscrito por el editor asociado y los revisores que permitieron mejorar su presentación y lo enriquecieron.












