Introducción

El uso de programas basados en las artes podrían ser útiles para la mejora en habilidades cognitivas, sociales, conductuales (Agnihotri et al., 2012) y hasta en el entrenamiento de habilidades necesarias para la práctica de muchas profesiones (Wen et al., 2019). La evidencia científica suele indicar que las intervenciones con el arte expresivo en forma de teatro, podría mejora las dificultades en el funcionamiento físico, emocional, cognitivo y social (Goyal & Keightley, 2008).

El teatro es una herramienta con la que cuentan distintos ámbitos para mejorar los procesos, la forma en la que podrían enfrentar las situaciones de su trabajo, mejorar la comunicación y el trabajo en equipo en ámbitos tan especializados como lo son los quirófanos de los hospitales, indicando que con esta práctica se mejora la cohesión del hospital, el entusiasmo e impulso del personal y la integración del equipo a los distintos programas (Jowsey et al., 2019; Robertson et al., 2015). Además, el uso del teatro para mejorar las competencias de los estudiantes de forma interdisciplinar para abordar distintos casos simulados, se indica como una adecuada estrategia para lograr impacto positivo en el aprendizaje de las competencias básicas interprofesionales (Wen et al., 2019). En otro estudio donde se introdujo el teatro para la formación de estudiantes de enfermería, se indicó que con estas técnica simuladas se podría mejorar adquisición de habilidades propias de la profesión y sobre todo la efectividad del entrenamiento en la formación empática de los estudiantes (Bas-Sarmiento, Fernández-Gutiérrez, Díaz-Rodríguez, & de la Torre-Moyano, 2018). En este sentido, la colaboración entre profesores de teatro y estudiantes de medicina parecen ser eficaces para la enseñanza de la técnicas de empatía clínica, una habilidad fundamental para la relación médico-paciente, o de cualquier otra profesión cuyo trabajo tenga que estar enfocado en la atención directa de personas o clientes (Dow et al., 2007).

La aplicación del teatro, no solo se restringe a los adultos, sino que también se indica como una herramienta para ampliar y construir emociones positivas en el currículum que se imparte en las escuelas, sobre todo en niños con dificultades en el habla y la comunicación; obteniendo como resultados mejoras en la fluidez, inventiva, concentración, mejoras en la comunicación, el comportamiento y las relaciones; además de mostrar mejor bienestar psicológico, indicando con intervenciones teatrales promueve la conciencia emocional, la empatía, salud mental e interacción en el ámbito escolar (Barnes, 2014). Además, el uso del teatro como herramienta terapéutica, se indica como eficaz para mejorar las habilidades sociales, la interacción en adolescentes con trastornos cerebrales, además de mejorar sus habilidades en memoria y comprensión del lenguaje (Agnihotri et al., 2012), y hasta en la mejora de habilidades lectoras en niños con espectro autista (Schatz, 2017). Además de las habilidades cognitivas, es reconocido el uso de las artes en el aula para el desarrollo de habilidades psicosociales y el autoestima, indicándose que podrían influir en la motivación, el trabajo en equipo, la cooperación, el deseo de superación, mejoras en habilidades de lectura y lenguaje, y sobre todo en la mejora de la confianza en sí mismo, mejorando las habilidades para escuchar, hablar y leer (Sullivan, 2003). En este sentido, la intervención en pacientes con trastornos mentales, pero mediante la combinación de talleres de danza, teatro y yoga, parece mejorar las habilidades de comunicación, mejora en sus síntomas propios de su enfermedad (síntomas positivos y negativos) y mejora en confianza en sí mismo (autoestima) (Ranasinghe, 2015). Por ello se suele plantear el teatro-terapéutico para mejorar las habilidades de comunicación, en particular se usa para corregir y mejorar las habilidades defensivas y de control en pacientes con enfermedad mental, pasando por 8 etapas donde el paciente se implica dese la elección del tema, la asignación de roles, hasta llegar a la etapa de actuación; haciendo énfasis en el apoyo emocional, la oportunidad de permanecer en un grupo, de ser escuchados, comprendidos y aceptados, indicándose una mejora en e transcurso del teatro-terapéutico de las habilidades comunicativas (Vinitskya, 2006). Por ello, se indica que el entrenamiento en habilidades teatrales podría mejorar la integración social en personas con daño cerebral, mejorando por tanto la salud psicológica, la inteligencia emocional, la capacidad cognitiva; capacidades que son deterioradas en muchas ocasiones ante el daño cerebral adquirido (Goyal & Keightley, 2008)

No sólo en personas con trastornos mentales o niños con trastornos del desarrollo se pueden ver beneficiados con la aplicación de las artes, sino también si éstas son aplicadas en ambientes de trabajo, en la formación e instrucción de sus líderes y los subordinados; ya que un programa basado en las artes, usando el teatro y la música en una muestra de líderes y subordinados, comparándolo con un grupo tradicional, se observó que muestran efectos a largo plazo en la salud mental que el grupo convencional midiendo parámetros biológicos, y mejorando aspectos en salud mental, capacidad de afrontamiento y autoestima (Romanowska et al., 2011).

Ampliando el rango de aplicación del teatro en los adultos mayores se indica que la intervención teatral que integre aspectos de la vida de los participantes, podría inducir efectos psicológicos positivos fuertes y persistentes como lo son la mejora en autoaceptación, crecimiento personal, relaciones interpersonales, satisfacción con la vida y autoestima, así como mejora en los síntomas depresivos (Keisari, Palgi, Yaniv, & Gesser-Edelsburg, 2022). En este sentido, si a un grupo de personas mayores, se le entrenan en talleres de improvisación teatral durante ocho semanas, se ha observado que mejoran en funcionamiento cognitivo, memoria, capacidad lingüística y hasta disminuyen las puntuaciones de deterioro cognitivo leve, en comparación con personas que sólo miraba televisión (Harris, Koh, Lai, & Fernandez, 2014)

El uso del teatro es multivariado, y la evidencia señalada anteriormente muestra distintos ámbitos de aplicación desde el aprendizaje de habilidades personales en niños, adolescentes, adultos y profesionales; pero también se amplía a usos terapéuticos en trastornos tan variados desde el espectro autista hasta la enfermedad mental grave y prolongada, influyendo en la mejora clínica de muchas variables conductuales y cognitivas. Es por tanto necesario la implementación de investigaciones que muestren el potencial del teatro o la teatroterapia en la mejora el autoconocimiento, el desarrollo de las esferas emocional e intelectual-cognitiva y la personalidad, por lo que es necesaria más investigaciones que generen datos que tenga en cuenta las aspectos médicos y psicopedagógicos del conocimiento científico, la rehabilitación social y las tecnologías desarrolladas de la terapia de teatro (Dolzhenkova, Dorozhkina, Romanina, & Prokhorova, 2018)

Método

Diseño

Esta investigación se enmarcó en un diseño observacional, transversal, no experimental, donde el objetivo principal es describir un determinado fenómeno en un momento determinado. Para tal fin se utilizará una muestra a conveniencia, o como se le suele llamar “muestras dirigidas”, no probabilísticas, donde la generalización o la extrapolación de resultados hacia la población de estudio es una finalidad en sí misma, siendo la utilidad en este tipo de muestras, no tanto en la representatividad de la población, sino más bien en una cuidadosa y contralada elección de casos con ciertas características especificadas previamente en el planteamiento del problema (Hernández Sampieri & Mendoza Torrez, 2018).

Objetivos

Objetivo general

Analizar la influencia del teatro sobre las capacidades cognitivas, el bienestar psicológico y habilidades sociales, en una muestra de adultos artistas teatrales en comparación con personas no artistas teatrales.

Objetivos específicos.

- Comparar la capacidad cognitiva de memoria, velocidad de procesamiento, razonamiento y memoria de trabajo de una muestra de artistas y no artistas que participan en el estudio.

- Analizar el bienestar psicológico en una muestra de artistas teatrales.

- Determinar las habilidades personales de las personas que se dedican al teatro.

Población y Muestra

La muestra estuvo formada por 31 personas que aceptaron participar en el estudio firmando el consentimiento informado, con una media 44.9 años DS 17.06, conformada por personas teatrista (n=16) y personas no teatristas (n=15), formada además por hombres (n=16) y mujeres (n=15). De estas personas el 58% de las personas poseían un título universitario de licenciatura, 19.4% poseían título de postgrado y nivel secundario, sólo una persona tenía un nivel educativo de primer ciclo.

Instrumento

Para este estudio se utilizarán las siguientes herramientas de evaluación:

- Cuestionario de datos sociodemográficos: será un cuestionario donde el participante marcará los datos necesarios para clasificarlo en las variables con las que necesarias del estudio como lo son: Edad, sexo, ser artista de teatro o no, nivel educativo, si padece o no de alguna enfermedad.

- Escala de Memoria de Wechsler-IV (Wechsler, 2013): la cuarta edición de la Escala de memoria Wechsler (WMS-IV) es una batería de pruebas ampliamente utilizada en la práctica clínica e investigación neuropsicológica, administradas individualmente y diseñadas para evaluar el funcionamiento de la memoria en personas de 16 a 90 años, está organizada en cinco puntajes principales de índice de memoria: auditivo, visual, de trabajo, índices de memoria inmediata y diferida (Holdnack, Xiaobin Zhou, Larrabee, Millis, & Salthouse, 2011) para este estudio, sólo se aplicaron las subpruebas de memoria lógica y reproducción visual.

- Escala de Inteligencia para adultos (WAIS-IV) (Wechsler, 2014). El WAIS-IV es un instrumento clínico de aplicación individual diseñado para evaluar la capacidad cognitiva en adolescentes y adulos con edad entre los 16 años, 0 meses a 90 años, 1 meses. Proporciona puntuaciones compuestas que representan el funcionamiento intelectual en áreas cognoscitivas específicas como por ejemplo el Índice de Comprensión Verbal, Índice de Razonamiento perceptual, Índice de Memoria de Trabajo e Índice de Velocidad de Procesamiento; y una puntuación que representa la escala de capacidad intelectual general. Para este estudio sólo se aplicaron las subpruebas de claves, semejanzas y retención de dígitos.

- El Test de los Senderos (TESEN) (Portellano, J., Arias, R., 2014). Se considera una prueba de screening de aplicación individual para evaluar el funcionamiento ejecutivo mediante una tarea de planificación visomotora por medio de 4 senderos que van con un aumento de dificultad cada vez más. Tiene un concepto semejante a la prueba TMT; esta prueba tiene 4 puntuaciones: ejecución, de velocidad y de precisión, además de una puntuación total.

- Escala de bienestar psicológico (Ryff, 1989), con la adaptación española de (Díaz et al., 2006; Van Dierendonck, 2004), la cual es una esca compuesta por 39 ítems agrupados en 6 subescalas (autoaceptación, relaciones positivas, autoestima, dominio del entorno, propósito en la vida y crecimiento personal), en donde el participante responde en un formato de respuesta entre totalmente en desacuerdo (1) y totalmente de acuerdo (6).

- Escala de habilidades sociales. Es un instrumento de 50 ítems, diseñado por Goldstein (1978) y sus colaboradores, para explorar habilidades básicas enmarcadas en seis tipos de habilidades, como lo son: las habilidades sociales básicas, avanzadas, habilidades relacionadas con los sentimientos, la agresión, habilidades frente al estrés y habilidades de planificación. Su forma de respuesta está en un formato tipo Likert, a saber: nunca, pocas veces, muchas veces y siempre. Es autoadministrada y puede ser aplicada de forma individual o grupal.

Procedimiento de recogida y análisis de datos

Todos los participantes firmaron el consentimiento informado antes de ser aplicadas las pruebas de evaluación. Para este estudio se realizó un análisis descriptivo de las características de la muestra, y al comprobar los criterios de normalidad y tamaño de la muestra se decide aplicar análisis no paramétricos para analizar las diferencias significativas entre las variables del estudio. Todos los análisis se realizaron con un 95% de confianza, y se utilizó el software IBM SPSS Statistics versión 28.

Aspectos éticos de la investigación

La investigación se estableció de acuerdo con las recomendaciones de la Declaración de Helsinki y los lineamientos de confidencialidad proporcionados por la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO (2005), cumpliendo las consideraciones bioéticas aprobadas por el Comité de Bioética de la Investigación de la Universidad Santa María La Antigua (CBI-USMA) con código 2023-P003 y por el Registro y Seguimiento de Investigación para la Salud del MINSA (RESEGIS).

Resultados

En la tabla 1 se pueden apreciar las puntuaciones medias obtenidas por los participantes del estudio, tanto de los teatristas y no teatristas, donde sus puntuaciones medias en su mayoría parecen reflejar una similitud en sus desempeños como en capacidades de memoria inmediata (ML1) de teatristas (M=21.19) y no teatristas (M=22.07), en memoria a largo plazo (ML2) también muestran puntuaciones similares entre teatristas (M=17.25) y no teatristas (M=17.00), en memoria visual inmediata (MV1) parecieran mostrar puntuaciones algo similares los teatristas (M=36.75) y no teatristas (M=34.87), así como la memoria visual demorada (MV2) de los teatristas (M=25.94) y no teatristas (M=24.80). Por otro lado, la capacidad de razonamiento abstracto verbal (SE) pareciera ser mejor de los no teatrista (M=21.60) frente a los teatristas (19.06), pero similar en razonamiento visual abstracto de los no teatristas (M=16.33) y teatristas (M=16.50). Llama la atención que los resultados parecen indicar que en velocidad de procesamiento evaluado con la prueba de Claves (CL), parece que los teatristas tienden a mostrar una puntuación más alta (M=64.00), frente a los no teatristas (M=53.67); también la capacidad de memoria de trabajo (RD), la puntuación de los teatristas (M=27.00) parece ser superior a los no teatristas; sin embargo la capacidad de atención (TESEN) pareciera que los no teatristas (M=150.47) muestran mejores puntuaciones que los teatristas (M=135.63).

Nota: Fuente de creación del autor. Significado de abreviaturas, ML1=memoria lógica inmediata; ML2=memoria lógica demorada; MV1= memoria visual inmediata; MV2= memoria visual demorada, SE= semejanzas; MT= matrices; RD= retención de dígitos; LC= claves; TESEN= Test de los Senderos.

Obtenidas las puntuaciones directas de las pruebas aplicadas, se procede a realizar un análisis de diferencia en las puntuaciones de las participantes y para ello se aplica el estadístico no paramétrico debido a las características de las muestras en comparación. En la Tabla 2 los datos indican que, al contrastar los resultados de los grupos de estudio, se podría concluir que en ninguna de las capacidades cognitivas evaluadas se obtienen diferencias significativas ya que el valor de significancia es mayor a 0.05 y por tanto se acepta la hipótesis de igualdad de puntuaciones en los sujetos analizado, pese a que en la Tabla 2, se observaron algunas tendencias a obtener mejores puntuaciones en los grupos de teatristas en comparación con las personas que no realizan teatro, pero dichas diferencias parecen no ser significativas.

En cuanto al perfil cognitivo obtenido por los teatristas, los resultados en la mayorías de las pruebas aplicadas parecen indican que las puntuaciones reflejan un perfil cognitivo dentro del promedio, es decir dentro del desempeño que se podría considerar dentro de la normalidad, ya que éstas pruebas aplicadas su puntuación directa, es luego baremada en base a la puntuación estandarizada y en este caso algunas pruebas su puntuación estándar es una puntuación escalar, donde su media es 10 con una desviación estándar de 3, en el caso de las puntuaciones percentiles utilizan una media de 50. Como se puede apreciar en la Tabal 3, la mayoría de las puntuaciones estándar se podrían interpretar dentro del promedio y reflejando que la memoria de trabajo (RD, M=11.8) y la capacidad de atención (TESEN, M=74.56), podrían ser interpretadas como puntuaciones normales pero altas en el desempeño cognitivo de los teatristas.

Tabla 3.Desempeño en capacidad de memoria de teatristas

En cuanto al desempeño en las habilidades sociales, se podría indicar que éste es más variable, reflejando quizás las individualidades de los participantes en actividades de teatro; sin embargo, se puede apreciar que en una escala de 0 a 100, como se interpretan las puntuaciones de la Escala de Habilidades Sociales de Goldstein, se podría indicar que pese a la variabilidad del desempeño en los participantes, todas su puntuaciones se encuentran por encima del 50% de las puntuaciones esperadas; pudiendo decir que no han mostrado un bajo desempeño en las habilidades sociales. Además, también en el gráfico se podría entender que hay sujetos que tienden a mostrar puntuaciones consistentes (al alta o la baja) en las categorías de las habilidades sociales que mide la escala; además, no se podría indicar que existe una categoría en las habilidades sociales que tiende a ser más bajas en los participantes del estudio.

Otro punto a señala en el análisis de las habilidades sociales de los teatristas, llama la atención, cómo la Test de Empatía Cognitiva (TECA), es muy compatible con los resultados en las puntuaciones que refleja cada teatrista en las. Esta escala sus puntuaciones directas son baremadas en puntuaciones percentiles y, por tanto, están en una escala de 0 a 100, siendo el 50 la media de las puntuaciones; pudiendo interpretarse que dos de los participantes muestran una tendencia a obtener bajas puntuaciones en la escala de empatía cognitiva y afectiva, y dichas puntuaciones son compatibles con la tendencia reflejada al contestar la escala de habilidades sociales.

Para finalizar, llama la atención el resultado que reflejan las puntuaciones de los teatristas en cuanto bienestar psicológico al responder a la Escala de Bienestar Psicológico de Ryff, explorado en varias categorías o dimensiones que se indican en la Figura 2, donde se muestran el promedio de las puntuaciones de los teatristas que contestaron dicha escala. Cabe señalar que la puntuación directa obtenida en cada una de las dimensiones de esta escala, son luego interpretadas en base a rangos de desempeños alto, medio y bajo; y en este sentido, el promedio de las respuestas corregidas de las dimensiones del bienestar psicológico de los teatristas la mayoría está en un desempeño medio, siendo la dimensión de autonomía la que tiende a mostrar una tendencia a la baja y ninguna de las dimensiones logra obtener un promedio alto en esta escala.

Discusión y conclusiones

Uno de los objetivos de realizar este estudio fue explorar cómo la capacidad cognitiva podría verse influida por la práctica de actividades teatrales, y los resultados indicaron que las capacidades evaluadas en el estudio parecen mostrar similar desempeño en teatristas y no teatristas; sin embargo, algunas puntuaciones como memoria de trabajo y velocidad de procesamiento parecen mostrar puntuaciones más altas en el grupo de teatro. Estos resultados, parecen ser compatibles con los reportados donde tienden a plantear que al analizar esta relación en actividades artísticas, practicar teatro pero unido a la práctica musical, estaban fuertemente relacionados a mejoras en las capacidad cognitiva, siendo los músicos relacionados con mejoras en funcionamiento ejecutivo, memoria de trabajo y razonamiento no verbal; mientras que los teatristas las mejoras se observaron en memoria verbal a largo plazo y fluidez verbal, además dichos efectos parecen mantenerse en el tiempo (Groussard, Coppalle, Hinault, & Platel, 2020). En nuestro estudio se observó que la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento parece mostrar una mejor puntuación en comparación con los no teatristas, aunque no se encontraran diferencias significativas con los no teatristas; ambas capacidades se podrían relacionar como capacidades del funcionamiento ejecutivo. Nuestros resultados parecer ser compatibles con un estudio donde tampoco se encuentran diferencias significativas en capacidades cognitivas de tipo ejecutivo (la flexibilidad cognitiva) con quienes no se dedican a la improvisación, pero sí se encuentran en habilidades como fluidez, espontaneidad y aspectos emocionales (Bassis, Rybko, & Maor, 2023). Otro estudio, realizado con adultos mayores a los que se les aplicó un programa de entrenamiento en actuación inmersiva, sus resultados son muy similares a los encontrados en nuestro estudio donde la memoria de trabajo, la velocidad de procesamiento y función ejecutiva se mostraron beneficiadas y se planta este tipo de intervención como una alternativa a los métodos tradicionales (Banducci et al., 2017). Unido a lo anterior otro estudio indica que las personas en edad adulta, se han visto beneficiadas al ser estimuladas con actividades de teatro que implican improvisación tiene beneficios en la capacidad cognitiva (memoria, fluencia verbal, función ejecutiva), en comparación con personas que sólo miran la televisión (Harris et al., 2014)

Nuestros resultados parecen indicar que la mayoría de los teatristas tienden a mostrar adecuadas puntuaciones en empatía cognitiva y afectiva, lo cual fue similar cuando se comparó con las puntuaciones en la escala de habilidades sociales y éstos datos parece ser compatibles con estudios que indican que realizar actividades teatrales, aún con una sesión, parece reportar mejoras habilidades sociocognitivas importantes como la empatía y la perspectiva social (Troxler et al., 2023). Otro estudio que también tiende a mostrar implicaciones en la capacidad emocional, pero en niños, mediante el teatro con títeres donde las habilidades socioemocionales se ven beneficiadas, mostrando beneficios en la expresividad emocional, regulación en las respuestas socioemocional, la autoimagen, cooperación y empatía (Iuga, Turda, & Sebastian Turda, 2022). Por ello, se indica que la práctica y representación teatral en niño con parálisis cerebral, son capaces de memorizar guiones, presentar guiones de forma narrada, realizar juegos de roles y manejo del escenario, mejorando las habilidades de comunicación y expresarse de forma emocional (Mumtaz Begum Aboo Backer & Pravina Manoharan, 2022). Los teatristas participantes del estudio, mostraron un desempeño por encima del 50% de las puntuaciones medias en habilidades sociales, y en este sentido, unido a lo anteriormente planteado con niños y adultos mayores, los adolescentes también se podrían ver beneficiados con estas intervenciones ya que el adolescente que participa en teatro, aprenden a lidiar mejor con situaciones sociales, desarrollan confianza en sí mismo, y en general la artes escénicas, influyen la capacidad cognitiva de los adolescentes, creando amientes que satisfagan muchas de sus necesidades, creando sentido de pertenencia social y con deberes sociales (Banisudha, 2023).

Un estudio muestra un hallazgo interesante que ciertamente podría ser similar a los encontrados en nuestro estudio, pero aplicado como terapia de intervención en personas con la Enfermedad de Párkinson y en comparación con terapia física, las personas que participaron por tres meses en teatro mostraron mejoras en el bienestar emocional, no observándose mejoras en la capacidad cognitiva valorado con pruebas neuropsicológicas (Mirabella et al., 2017). Orto estudio tiende a discapacidad intelectual también indica que la terapia dramática muestra efectos positivos en las competencias sociales y de autoestima de los participantes contribuyendo a la mejora en la salud mental de los participantes (Fabian, Tarasova, Bergmann, & Sappok, 2022). Además, realizar actividades de teatro no se restringen a los adultos, ya que si las aplicamos en la infancia se ha indicado que podrían mejorar la fluidez, la creatividad, concentración, mejoras en la comunicación, el comportamiento y las relaciones, además de mejorar el bienestar psicológico y la empatía (Barnes, 2014). Por ello el teatro, es recomendada como una herramienta de intervención que podría ser indicada en trastornos mentales (Ranasinghe, 2015) mejorando el bienestar y la recuperación en pacientes con enfermedad mental (Stembridge de Aguilera, Hocking, & Sutton, 2018), pudiendo en algunos casos hasta poder ser aplicada de forma remota con efectos en la mejor conciencia de sus diagnósticos, el sentido de bienestar y mayor conciencia comunitaria (Cheung, Agwu, Stojcevski, Wood, & Fan, 2022). La teatroerapia o el teatro terapéutico es usado también en intervenciones familiares (Kaynan & Wade, 2018), para mejor la flexibilidad cognitiva, la alegría y la fluidez en personas mayores (Bassis et al., 2023), puede contribuir a mejores resultados en pacientes con trastornos afásicos al combinar la terapia del habla y el teatro (Datta et al., 2024). Son muchas las indicaciones terapéuticas con que podría relacionarse con la práctica del teatro como herramienta de intervención para potenciar los efectos de los tratamientos en que pueda estar atravesando una persona, pero éstos métodos parecen ser una fuente de empoderamiento personal, al fomentar el conocimiento y crecimiento personal y emocional, fortalece la cohesión y sentido de pertenencia comunitaria al ser parte de una producción inclusiva (Cook, 2020).

Nuestros hallazgos, unido a lo plantado en la literatura científica, pareciera que podría existir una mejora en capacidades de tipo atención o ejecutiva como lo es la memoria de trabajo y velocidad de procesamiento, además de mantener adecuadas habilidades sociales y empáticas dentro del promedio; aunque no se observen puntuaciones altas en satisfacción psicológica. Estos resultados no motivan a la creación de más espacios donde las personas, de distintas edades puedan desarrollar sus actividades en el teatro y junto a otras herramientas que proporcionan las artes para poder aprovechar todos sus beneficios en los distintos aspectos del bienestar humano.

Agradecimientos

Este trabajo fue desarrollado gracias a los fondos de la Convocatoria para la investigación I+D (2022) de la Vicerrectoría de Investigación y Extensión de la Universidad Católica Santa María la Antigua de Panamá con código SRUI-CPEI-ID-2022-2023-001. Un agradecimiento especial a todos los teatristas y voluntarios que aceptaron ser parte de esta investigación.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

Referencias

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