ESTUDIOS DE ACULTURACIÓN EN ESPAÑA EN LA ÚLTIMA DÉCADA
ESTUDIOS DE ACULTURACIÓN EN ESPAÑA EN LA ÚLTIMA DÉCADA
Papeles del Psicólogo, vol. 38, núm. 2, pp. 125-134, 2017
Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
Resumen: En un mundo globalizado, numerosos grupos de personas entran en contacto permanentemente y experimentan cambios de carácter psicosocial. A estos cambios producidos durante el contacto entre grupos culturalmente diferentes hace referencia la llamada aculturación. En este trabajo se presenta una revisión sistemática de 18 artículos sobre las investigaciones que han tratado este fenómeno durante la última década (2005-2015) en España. Los resultados de esta revisión indican que las líneas temáticas más estudiadas en la literatura han sido los ámbitos aculturativos periféricos y nucleares, el papel del prejuicio en la adopción de un estilo aculturativo u otro, la influencia de las estrategias de aculturación adoptadas en la salud mental de las personas y otras variables que condicionan el proceso de aculturación. Como conclusión, existe un acuerdo generalizado sobre la importancia de trabajar variables como la empatía, el manejo de emociones o las habilidades sociales para fomentar la solidaridad y la sensibilidad intercultural desde edades tempranas.
Palabras clave: Aculturación, Contexto español, Inmigración, Relaciones interculturales.
Abstract: In a globalized world, numerous groups of people come into permanent contact with each other and experience psychosocial changes. These changes, produced during contact between culturally different groups, are called acculturation. In the present study, a systematic review was carried out of 18 journal articles that have researched this phenomenon over the last decade (2005-2015) in Spain. The results show that the main topics studied are the areas of nuclear and peripheral acculturation, the role of prejudice in the adoption of one acculturation style or another, the influence of the acculturation strategies adopted on people’s mental health and other variables that influence the process of acculturation. To sum up, there is general agreement on the importance of developing variables such as empathy, managing emotions or social skills in order to promote solidarity and intercultural sensitivity from an early age.
Keywords: Acculturation, Spanish context, Immigration, Intercultural relationships.
Las constantes migraciones que se producen a nivel mundial, seguidas del consecuente proceso de adaptación de los grupos migrantes en las sociedades receptoras, generan desafíos importantes en la investigación social. Además, estos desplazamientos poblacionales conllevan importantes reajustes en diferentes ámbitos de la vida de una persona, como puede ser el ámbito familiar, social, educativo o laboral (Bronfenbrenner, 1987).
A este proceso de cambio cultural y psicológico que surge del contacto entre grupos culturalmente diferentes se le llama aculturación (Berry, 2003).La entrada en contacto de una persona con una cultura diferente a la suya puede tener un gran impacto en su calidad de vida, ya que las estrategias de afrontamiento de esa persona se han de ver modificadas para adaptarse a la nueva realidad sociocultural que le rodea.
Aunque el primer modelo sobre los procesos de aculturación surge de la mano de Gordon (1964) quien propuso un Modelo Unidireccional de Aculturación. Posteriormente, Berry (197419801984) concluyó que la aculturación era un proceso bidimensional donde intervenía tanto la cultura del grupo migrante como la cultura autóctona. De este modo, fue Berry quien estableció que ambas dimensiones (mantenimiento de valores culturales propios y participación en sociedad receptora) eran independientes y podían conjugarse. También Berry (1990) reconoce que, normalmente, la sociedad receptora (grupo dominante) es quien suele imponer sus características sobre el grupo inmigrante (grupo dominado) en mayor o menor medida. Así, nace el llamado Modelo de Aculturación, que consta de tres elementos: las preferencias o actitudes de aculturación, los cambios concretos de comportamiento o estrategias de aculturación, y el nivel de dificultad experimentado por los individuos para hacer frente a la situación en la nueva sociedad o estrés de aculturación. Aunque, en un principio, Berry utiliza los términos de actitudes y estrategias de aculturación de manera indiferente, posteriormente los diferencia. En primer lugar, las actitudes de aculturación, como señalan Sabatier y Berry (1996), se refieren a la importancia que los grupos o individuos conceden al mantenimiento de su propia identidad cultural y al deseo de relacionarse o mantener contacto con personas de la sociedad de acogida; mientras que las estrategias de aculturación incluirían las actitudes de aculturación y los comportamientos que finalmente se llevan a cabo.
Ahora bien, hecha esta aclaración, la combinación de las opciones de aculturación (mantener la propia identidad o no; y convertirse en parte integrante de la sociedad de acogida) da lugar a las siguientes estrategias:
La opción de la integración es el resultado de mantener la propia identidad cultural y a la vez convertirse en parte integrante de la sociedad de acogida. La asimilación resulta de la preferencia de abandonar la identidad cultural de origen y de convertirse en parte de la sociedad de acogida. La separación (segregación desde el punto de visto de los autóctonos) se refiere a la ausencia de relación con la sociedad de acogida y al mantenimiento de la identidad y las tradiciones de la sociedad de origen. Finalmente, en la marginación (exclusión desde el punto de vista de los autóctonos) se deja de lado el contacto cultural y psicológico, tanto con la sociedad de origen (pérdida de identidad cultural) como con la de acogida (acceso restringido a formar parte de la sociedad receptora).
Por tanto, aquellos inmigrantes que elijan la opción de aculturación que domina en la sociedad de acogida (por ejemplo, quienes elijan la opción de asimilación en una sociedad asimilacionista) experimentarán menores niveles de conflicto que aquellos que opten por opciones diferentes a las de la sociedad de acogida. Esta aclaración conduce a otro elemento a la hora de analizar los procesos de aculturación: el estrés de aculturación o estrés aculturativo (Berry, 1990). Este elemento tiene que ver con la aparición de procesos de estrés que supone el proceso de aculturación, y está ligado a una adaptación disfuncional a la sociedad de acogida. Posteriormente, Bourhis, Möise, Perreault y Senécal (1997) desarrollaron el Modelo Interactivo de Aculturación, el cual tiene como novedad la adición de una nueva estrategia de aculturación, el individualismo. Esta opción se basa en que tanto los inmigrantes como la sociedad receptora priman las características individuales sobre la pertenencia grupal.
Desde Alemania, hay que destacar la labor de Piontkowski y su equipo de investigación (Piontkowski y Florack, 1995; Piontkowski, Florack, Hoelker y Obdrzálek, 2000Piontkowski, Rohmann y Florack, 2002 . La gran novedad de este marco teórico radica en la introducción de una serie de factores psicosociales que funcionarían como predictores en la puesta en marcha de estrategias de aculturación por parte de ambos grupos (inmigrantes y sociedad receptora): sesgo endogrupal, permeabilidad de los límites grupales, y enriquecimiento cultural.
En el contexto español, se desarrolló el Modelo Ampliado de Aculturación Relativa (Navas et al., 2004), el cual aporta una serie de importantes novedades al estudio de la aculturación. Probablemente, la novedad más importante está relacionada con la propuesta de diversos ámbitos de la realidad sociocultural en que se pone en práctica una opción de aculturación o la otra. Estos ámbitos son: tecnológico o laboral, económico, político, familiar, social, religioso y formas de pensar (principios y valores). Por tanto, este modelo plantea que la opción de aculturación escogida por inmigrantes y autóctonos generará mayor consenso entre los ámbitos periféricos (político, laboral, económico), y menor consenso en ámbitos nucleares (social, familiar, religioso, formas de pensar). Posteriormente, Navas y Rojas (2010) introducen dos novedades al Modelo Ampliado de Aculturación Relativa (MAAR): en primer lugar, añaden un ámbito denominado sistema de bienestar social, en el cual se incluye la sanidad, la educación y los servicios sociales. Y, en segundo lugar, definieron de forma más concreta el contenido de cada ámbito de aculturación.
La elaboración del presente artículo responde a dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, tras haber realizado una amplia búsqueda sobre los estudios de aculturación en España en los últimos diez años, no se han encontrado revisiones sistemáticas sobre este fenómeno. Y, en segundo lugar, el conocimiento del fenómeno de la aculturación contribuye a desarrollar la comprensión acerca del fenómeno migratorio en España, lo que puede llevar a que otros profesionales diseñen intervenciones que estén sustentadas en investigaciones científicas y claramente contrastadas.
En el presente trabajo, por tanto, el objetivo principal es realizar una revisión sistemática sobre los estudios de aculturación en los últimos diez años en España. Para conseguir este objetivo, se plantean una serie de objetivos específicos: identificar las variables estudiadas en relación al proceso de aculturación, comparar y resumir los principales resultados obtenidos en relación a las actitudes de aculturación, poner de manifiesto las limitaciones más comunes en el estudio de actitudes de aculturación, sugerir líneas de investigación para futuros trabajos sobre la materia, y conocer las implicaciones prácticas que los investigadores sobre aculturación postulan para la intervención psicosocial.
MÉTODO
Siguiendo a Petticrew y Roberts (2006) se ha realizado una revisión sistemática a partir de los siguientes pasos: a) identificar los estudios relevantes sobre la materia propuesta; b) seleccionar, evaluar y excluir/incluir los estudios pertinentes; c) ubicar y guardar los artículos seleccionados; d) agrupar la información recogida; y e) usar un método narrativo para sintetizar la información. En consonancia con la explicación de estos autores, la elección de este método, y no de un meta-análisis, se debe a la amplia heterogeneidad de los artículos estudiados.
Para la elaboración del trabajo de revisión, se recurrió a las siguientes fuentes de datos: Web of Science, Psycinfo, y Dialnet Seguidamente, se utilizó el descriptor aculturación para comenzar la búsqueda de los artículos. La búsqueda arrojó un total de 538 artículos entre las tres bases de datos consultadas. Tras acotar los resultados al periodo comprendido entre 2005 y 2015, el número de artículos descendió a 308. El paso siguiente fue la lectura de los títulos (y si había dudas, de los resúmenes también) de estos artículos aplicando los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
Criterios de inclusión: trabajos elaborados en el contexto español; estudios empíricos; publicaciones entre los años 2005 y 2015 (ambos inclusive); estudios en que la variable de aculturación fuera evaluada en relación a otras variables; artículos de revistas
Criterios de exclusión: trabajos teóricos; publicaciones anteriores al año 2005; artículos realizados en otro país; tesis doctorales; capítulos de libro
La cifra final de artículos para su posterior revisión y síntesis asciende a 18 (Tabla 1).
La agrupación de los artículos responde a su similaridad temático-conceptual, llegando a establecerse 4 categorías: opciones de aculturación (ámbitos periféricos versus ámbitos nucleares), aculturación y prejuicio, aculturación y salud mental, aculturación y otras variables psicosociales.
OPCIONES DE ACULTURACIÓN: ÁMBITOS PERIFÉRICOS VERSUS ÁMBITOS NUCLEARES
Navas, García y Rojas (2006) realizaron un estudio en el que replicaban el Modelo Ampliado de Aculturación Relativa (Navas et al., 2004). El primer resultado que llamó la atención fue que, en todos los ámbitos, la actitud de aculturación (plano ideal) coincidió con la estrategia de aculturación (plano real). En general, la estrategia elegida por los inmigrantes en las áreas periféricas fue la asimilación, mientras que en las áreas nucleares la estrategia más elegida fue la separación. En las áreas de economía y social, de modo exclusivo, las estrategias elegidas fueron asimilación y separación respectivamente.
En esta línea, Navas, Rojas, Pumares, Lozano y Cuadrado (2010) realizaron un estudio con resultados similares que apoyaban las hipótesis de dicho modelo. Este estudio tenía el mismo objetivo que el estudio anterior, aunque las muestras eran diferentes.
Los autores deducen que hay ciertas áreas nucleares que son difíciles de cambiar, incluso habiendo vivido durante años en el seno de otra cultura. Sin embargo, las áreas periféricas son más volubles y están más expuestas a que los propios inmigrantes establezcan opciones dicotómicas, e incluso conjunciones, entre aspectos de la cultura de origen y aspectos de la sociedad de acogida. La falta de recursos y los obstáculos a nivel institucional pueden estar incidiendo en estos resultados también.
En este sentido, los autores explican que el mantenimiento de la cultura de origen, sin adoptar elemento alguno de la cultura de acogida, tiene que ver con la idea de que los grupos humanos necesitan creer que su cosmovisión es la más adecuada, lo que constituye una actitud ciertamente etnocéntrica. En cambio, en el caso de los autóctonos, se prefiere que sean los migrantes quienes adopten elementos de la sociedad de acogida (evitando los autóctonos adoptar elementos culturales de los grupos migrantes) ya que los valores culturales de la sociedad de acogida se consideran mejores, no sólo económicamente, sino también en otros ámbitos. Esta idea se ve reforzada si se le añade el hecho de que los grupos minoritarios tienden a asumir la superioridad de ciertos elementos periféricos de la sociedad de acogida (sistema político, organización económica, sistema de bienestar social) en detrimento de elementos propios.
ACULTURACIÓN Y PREJUICIO
En el contexto español, existen algunos trabajos que se han llevado a cabo sobre la relación entre el prejuicio y las actitudes de aculturación. Navas, García, Rojas, Pumares y Cuadrado (2006) ealizaron un estudio en que los resultados apuntaban que niveles altos de prejuicio (tanto manifiesto como sutil) estaban relacionados con la preferencia por la actitud de exclusión, mientras que los niveles bajos de prejuicio estaban ligados a la actitud de integración. Además, de este estudio se desprende que hay mayor relación entre prejuicio y actitudes de aculturación entre los autóctonos que entre los inmigrantes. La explicación viene dada, entre otros motivos, por una clara limitación en el instrumento de medida del prejuicio entre inmigrantes: los instrumentos han sido diseñados para el grupo mayoritario (sociedad receptora), de modo que no se puede extraer el contenido de las actitudes del grupo minoritario hacia el grupo mayoritario.
Retortillo y Rodríguez (2008a), al igual que se demostró en el estudio de Navas et al. (2006) encontraron que los niveles bajos de prejuicio estuvieron ligados con la elección de la opción de integración.
En el año 2011, Navas, Rojas y García encontraron que una mayor concordancia entre lo que los autóctonos prefieren como actitud de aculturación (plano ideal) y las estrategias que los inmigrantes ponen finalmente en marcha (plano real) está relacionada con menores niveles de prejuicio. Los autores concluyen que ello puede deberse a que se espera que los inmigrantes actúen como la sociedad dictamina, de modo que se reduzca la percepción de diferencia entre ambos grupos y, por tanto, el prejuicio sea menor.
Rojas, Navas, Sayans-Jiménez y Cuadrado (2014) confirmaron los planteamientos del Modelo Ampliado de Aculturación Relativa (Navas et al., 2004), ya que los resultados mostraron que, tanto los autóctonos como los inmigrantes, elegían las opciones de aculturación en función de si se trataba de un área pública o privada. De este modo, los inmigrantes rumanos que tenían menos prejuicios hacia los autóctonos preferían la asimilación en el área pública, y la integración en el área privada. Quienes tenían más prejuicios hacia los autóctonos preferían la separación en el área privada, y la integración en el área pública. Mientras tanto, los autóctonos que tenían menos prejuicios hacia los inmigrantes rumanos preferían que estos últimos conservaran elementos de su cultura de origen. Los que tenían más prejuicios hacia los inmigrantes rumanos preferían una estrategia de asimilación en ambas áreas.
ACULTURACIÓN Y SALUD MENTAL
En este punto, es notable comenzar con dos estudios que, si bien no arrojaron resultados estadísticamente significativos, han abierto nuevas vías de investigación en el campo de la aculturación. El primero de estos estudios (Sánchez y López, 2008) analizó los niveles de ansiedad y la estrategia de aculturación por lo que se optaba. Los autores reconocen que la falta de resultados estadísticamente significativos puede deberse a una muestra reducida. El segundo estudio a tener en cuenta por su novedad es el de Mestre, Guil, López y Picardo (2009) el cual tuvo como objetivo evaluar la relación entre las estrategias de aculturación adoptadas y la inteligencia emocional. En este caso, se pudo observar una relación positiva entre una adecuada regulación de las emociones y optar por la estrategia de integración.
Retortillo y Rodríguez (2010) intentaron comprobar la relación entre las opciones de aculturación y la adaptación psicológica en un grupo de inmigrantes. Primeramente, y en orden descendente, las estrategias más utilizadas fueron: integración, asimilación, separación y marginación. Consecuentemente, demostraron que los inmigrantes integrados son los que menos dificultades psicológicas experimentan, seguido de los asimilados, separados y marginados. Los autores apuntan algunas interpretaciones a la hora de explicar los resultados, como el hecho de que los inmigrantes que optan por la integración desarrollan una mayor flexibilidad en sus relaciones sociales y en el mantenimiento de las costumbres, mostrando la existencia de un equilibrio entre los valores originarios y los nuevos valores. Del otro lado, los inmigrantes que optan por la separación mantienen la cultura originaria y sus valores interfieren en el comportamiento en la nueva cultura y en las relaciones sociales con los autóctonos, por lo que logran un peor ajuste psicosocial. Los inmigrantes marginados experimentan grandes dificultades psicológicas, ya que la falta de apoyo social y de vínculos con otra comunidad, y la falta de un sentimiento de pertenencia a un grupo, hacen surgir problemas de ansiedad, depresión, etcétera.
Otro de los trabajos encontrados sobre la relación entre aculturación y ajuste psicosocial corresponde a Ramos, García y García (2011) quienes elaboraron un análisis comparado de la relación entre las opciones de aculturación y el agotamiento emocional en trabajadores autóctonos y trabajadores inmigrantes. Entre los autóctonos, los niveles más altos de agotamiento emocional se dieron entre aquellos que eligieron la estrategia de asimilación (que se suponía la más adaptativa), y los niveles más bajos de agotamiento emocional se dieron entre quienes eligieron la segregación. La explicación viene de la mano de Zlobina, Basabe y Páez (2008) cuando indican que la estrategia de segregación es una estrategia de evitación, ya que los autóctonos están menos expuestos al agotamiento emocional al evitar interactuar con personas inmigrantes. Asimismo, la estrategia de asimilación estaría más relacionada con intereses particulares de cada individuo a la hora de abrirse hacia nuevas experiencias.
Atención aparte merecen dos estudios sobre aculturación y desviación social en adolescentes (Sobral, Gómez-Fraguela, Luengo, Romero y Villar, 2010, 2012).
En el estudio del año 2010, los resultados confirmaron que, en cuanto a las conductas antisociales, se vio una relación positiva y estadísticamente significativa de adolescentes que optaron por la separación y las agresiones interpersonales, conductas contra-normativas, problemas con las drogas y consumiciones alcohólicas ocasionales. La primera razón que esgrimen los autores es una probable acumulación de los efectos del estrés aculturativo en este grupo de adolescentes. Pese a ello, intentan ir más allá y afirman que las conductas antisociales podrían deberse a una reacción ante la pérdida de elementos culturales propios, que tiene un mayor calado si se tiene en cuenta el periodo vital complejo que afrontan estos adolescentes. Además, la actitud de rechazo ante la sociedad de acogida aumenta la vulnerabilidad a caer en bandas o pandillas que, ayudándoles a reafirmarse en su rechazo, cumplen la función de protección, son un grupo al que pertenecer y refuerzan los lazos de identidad con adolescentes de su propio país de origen. Por otra parte, fue el grupo de marginación el que menos conductas antisociales mostró, lo cual puede deberse a que haya un mayor distanciamiento con el entorno, una menor implicación con los grupos de iguales (sean inmigrantes o autóctonos), evitando una de las principales fuentes de contacto con las conductas problemáticas/antisociales en la adolescencia.
En el estudio del año 2012, se demostró que la empatía, ya sea en su componente cognitivo como su componente afectivo, tenía una relación positiva y estadísticamente significativa con la preferencia por la opción de integración. Del otro lado, quienes optaron por marginación mostraron bajos niveles de empatía. Con respecto a la conflictividad familiar, existe una asociación significativa entre la estrategia de separación en varones y una baja supervisión parental, siendo muy diferentes estos niveles de supervisión con el grupo que optó por la integración. Las conclusiones apuntan a que un aumento de las capacidades empáticas incrementaría las probabilidades de integración (dada la naturaleza bidireccional de la aculturación), mejoraría el autocontrol y, por tanto, se reduciría el riesgo de cometer conductas antisociales. En cuanto al grado de conflictividad familiar, necesidades del adolescente tales como una mayor cohesión familiar, la apertura de canales de comunicación fluidos o la cercanía con otros miembros de la familia, desembocan en problemas conductuales en la propia familia y en ámbitos externos a ella.
Para finalizar este apartado, Vallejo y Moreno (2014) ealizaron un análisis en el que ponían de relieve la relación entre la satisfacción vital y la estrategia de aculturación escogida. Principalmente, y teniendo en cuenta los resultados obtenidos, hay ciertas variables relevantes en la influencia en la satisfacción vital tras la experiencia de migrar: la autoestima y el apoyo social por un lado, y la aproximación y la valoración de la cultura de acogida por otro. El apoyo social engloba elementos como la posibilidad de compartir conflictos, acceder a información que oferten distintos servicios, obtener afecto, poder participar a nivel social o sentirse perteneciente a un grupo concreto. Es por ello que esta variable es una de las más importantes en la satisfacción vital en el proceso migratorio, ya que ayuda a establecer nuevos vínculos con los autóctonos y al aprendizaje de habilidades necesarias para moverse en el marco sociocultural que se presenta novedoso.
ACULTURACIÓN Y OTRAS VARIABLES PSICOSOCIALES
El primero de estos estudios (Martínez, Paterna, López y Martínez, 2007) estuvo dirigido a relacionar la autoestima colectiva con los procesos de aculturación en inmigrantes ecuatorianos. Los resultados informaron de la inclinación de las mujeres ecuatorianas participantes en este estudio a mantener su modelo cultural en mayor medida que los hombres, los cuales manifiestan más deseo de comportarse como los españoles. Además, la influencia de la edad y el nivel de estudios sobre el deseo de mantener la cultura indicaron que los jóvenes de menos estudios estaban más apegados a su modelo cultural, al tiempo que son los que más distancia cultural perciben. Lo relevante es también que el deseo de contacto es general a todos los ecuatorianos, al margen de la edad, el sexo o los estudios. En cambio la identidad colectiva pública (cómo pensamos que los demás evalúan a nuestro grupo) sí mantiene relación con el deseo de contacto con la población autóctona.
La aculturación también ha sido relacionada con sistemas de valores. Retortillo y Rodríguez (2008b) elaboraron un estudio exploratorio de la relación entre las estrategias de aculturación y los valores laborales. En él, descubrieron que los valores extrínsecos del trabajo resultan básicos para cualquier persona, sea cual sea la estrategia de aculturación que adopte. Además, quienes optan por la estrategia de integración son los que más valor otorgan a los aspectos intrínsecos del trabajo. Esto último puede deberse, según los autores, a que las personas integradas poseen un mejor ajuste sociocultural y psicológico y, con mucha probabilidad, también muchas de sus necesidades básicas cubiertas. De este modo, se encuentran en condiciones de valorar más aquellos aspectos intrínsecos del trabajo. En cuanto a la importancia concedida a los valores extrínsecos por todos los grupos de personas, la explicación viene dada por la mayor urgencia que supone conseguir cubrir las necesidades básicas (como protección o seguridad), las cuales requieren de satisfactores incluidos dentro de valores extrínsecos del trabajo como los ingresos o una cierta estabilidad laboral.
Zlobina et al. (2008) analizaron los valores personales en diferentes grupos inmigrantes en función de las estrategias de aculturación que elegían. Estos valores proceden de la teoría transcultural de los valores personales de Schwartz (1992) , según este autor, estarían clasificados en individualistas (Logro, Poder, Auto-dirección, Estimulación y Hedonismo), colectivistas (Conformidad, Tradición y Benevolencia), y mixtos (Seguridad y Universalismo). La estrategia de separación fue distinguida como claramente colectiva, mientras que la estrategia de asimilación fue individualista. Dentro de las estrategias colectivas, la separación apareció como más conservadora y fiel a las tradiciones de la cultura de los antepasados. Y la integración, de corte más individualista, estuvo más orientada hacia la auto-dirección. Los resultados son explicados de la siguiente manera: las personas que eligen la estrategia de separación serían más propensas a seguir los patrones culturales propios y a evitar asumir patrones culturales de la sociedad de acogida. También estarían menos orientadas al logro y a experiencias que tengan que ver con la apertura al cambio. Por otro lado, las personas que eligieron la estrategia de integración presentarían el patrón de comportamiento opuesto a quienes optaron por la separación.
Otras de las variables psicosociales que se han estudiado en relación a los procesos de aculturación es la similitud intergrupal percibida (Rojas, Sayans-Jiménez y Navas, 2012). Los resultados confirmaron que, puesto que tanto la integración como la asimilación implican un mayor contacto con el exogrupo y la adopción de elementos culturales de la sociedad de acogida, habrá una mayor percepción de similitud intergrupal. Esto quiere decir que si los inmigrantes consideran que son similares a los autóctonos en ciertos ámbitos, consecuentemente preferirán integrarse o asimilarse a la sociedad de acogida. Por otra parte, si se perciben como diferentes a la sociedad de acogida, habrá una predisposición más grande a no adoptar elementos culturales de ésta, optando por la separación o incluso a la marginación.
Álvarez-Valdivia y Vall (2013) intentaron, como objetivo, describir una relación estadísticamente significativa entre las variables sociodemográficas y las estrategias de aculturación. Los resultados no siguieron en esta línea, pese a que constituye una aproximación novedosa a los estudios de aculturación.
Finalmente, se evaluó la relación de dos variables psicosociales más en relación con las opciones de aculturación: la calidez percibida y la amenaza percibida (López-Rodríguez, Navas, Cuadrado, Coutant y Worchel, 2014). La dimensión de calidez percibida incluye características tales como la amistad, las buenas intenciones, la confianza y la sinceridad; mientras que la amenaza es esencialmente simbólica y está relacionada con la erosión de los valores culturales propios debido al contacto con grupos culturales diferentes. Los resultados revelaron que existen determinadas variables como los estereotipos hacia grupos de inmigrantes y la similitud intergrupal percibida que están ligadas al hecho de si los inmigrantes son vistos como adaptados a la sociedad de acogida o no. Por lo tanto, si un colectivo se percibe como cálido y/o competente, y similares al endogrupo, se percibirán como adaptados a la sociedad de acogida. Ahora bien, si son vistos como una amenaza en áreas como el trabajo, la salud o la seguridad personal, la percepción de que tienen que adaptarse a la sociedad de acogida será mayor.
CONCLUSIONES
El objetivo fundamental de este trabajo ha sido realizar una revisión sistemática sobre los estudios de aculturación en los últimos diez años en España. Para ello, se ha hecho acopio de objetivos específicos, a saber: identificar las variables estudiadas en relación al proceso de aculturación, comparar y resumir los principales resultados obtenidos en relación a las actitudes de aculturación, poner de manifiesto las limitaciones más comunes en el estudio de actitudes de aculturación, proponer líneas de investigación para futuros trabajos sobre la materia, y conocer las implicaciones prácticas que los investigadores sobre aculturación proponen para la intervención psicosocial.
En primer lugar, y atendiendo tanto a las variables estudiadas como a los resultados obtenidos, es importante remarcar que hay cuatro líneas sobresalientes en el estudio de la aculturación en el contexto español durante los últimos diez años.
La primera de ellas tiene que ver con la replicación del Modelo Ampliado de Aculturación Relativa en diferentes grupos inmigrantes, así como la inclusión de muestras de autóctonos en los estudios realizados. Como se ha podido comprobar en el apartado correspondiente, los ámbitos nucleares son menos susceptibles de ser modificados cuando se producen procesos aculturativos, tanto por parte de autóctonos como por parte de inmigrantes. No ocurre lo mismo con los ámbitos periféricos, en donde la flexibilidad se ve plasmada, sobre todo, en aquellos grupos inmigrantes que optan por la estrategia de integración o asimilación.
La segunda línea de investigación engloba a aquellos estudios que tomaron el prejuicio como variable psicosocial relevante en relación a los procesos de aculturación. De las publicaciones realizadas se desprende que el prejuicio es una variable psicosocial importante a la hora de plantearse la adaptación de los inmigrantes a la sociedad de acogida. Concretamente, los altos niveles de prejuicio de la población nativa están ligados a la preferencia por la actitud de asimilación; mientras que los niveles bajos de prejuicio de la población nativa están relacionados con actitudes de integración. Además, como informan Navas et al. (2004) aún no hay suficientes estudios que hayan analizado esta relación dado que el estudio psicosocial de la aculturación es reciente todavía y, más aún, el tener en cuenta la perspectiva de los autóctonos en el proceso de aculturación.
La tercera línea de investigación tiene que ver con la relación de variables agrupadas bajo el rótulo de salud mental y la aculturación. Aquí se encuentran variables como la ansiedad, las conductas disruptivas, la adaptación psicológica a un nuevo entorno sociocultural, la satisfacción con la vida e, incluso, el agotamiento emocional en un entorno laboral. Todas estas variables hablan del alcance de las consecuencias del proceso de aculturación, tanto a nivel individual como a nivel grupal. Asimismo, y puesto que los estudios realizados son meramente correlacionales, también se puede afirmar que estas variables influyen, a su vez, en la elección de la estrategia de aculturación por parte de autóctonos e inmigrantes.
La cuarta línea de investigación se presenta como un campo heterogéneo en el que tienen cabida desde variables como la autoestima colectiva, el sistema de valores, finalizando con la calidez y la amenaza percibida por parte del endogrupo hacia el exogrupo. Aquí se abre un abanico amplio de posibilidades en búsqueda de variables psicosociales moderadoras en relación al proceso de aculturación, y muchas de ellas son la respuesta a viejas propuestas de investigación en este campo.
En cuanto a las limitaciones, la primera conclusión tiene que ver con el dominio de la metodología cuantitativa en todas las publicaciones revisadas. En el estudio de la aculturación, la percepción del exogrupo juega un papel importante en la opción por una elección de aculturación u otra, lo que hace que la deseabilidad social se dispare. Los grupos de discusión u otras técnicas cualitativas constituirían instrumentos enriquecedores para agrandar el conocimiento sobre los procesos psicológicos asociados a la aculturación (Zlobina et al., 2008). Teniendo en cuenta los problemas en la comprensión y producción escrita del idioma español que poseen algunas personas inmigrantes, los recursos de la metodología cualitativa podrían salvaguardar algunas de estas limitaciones. Otra limitación importante tiene que ver con la falta de estudios con muestras más numerosas. El motivo que esgrimen algunos autores como Sánchez y López (2008) es que muchas de estas personas se hallan en una situación documental irregular, lo que provoca la resistencia y la evitación a participar en este tipo de investigaciones.
Respecto a las propuestas de futuro, el tiempo de residencia de las personas inmigrantes es otra de las variables que podrían entrar en juego en relación a la aculturación en estudios futuros. Complementariamente, hay que trascender el análisis correlacional y buscar relaciones más clarificadoras sobre qué es lo que realmente ocurre cuando una persona entra en contacto con otra persona culturalmente diferente.
En cuanto a las implicaciones prácticas que arrojan las publicaciones revisadas, Navas et al. (2011) indican que una estrategia de intervención sobre la población autóctona puede centrarse en el conocimiento de características culturales de grupos inmigrantes. El objetivo de ello sería, pues, la búsqueda de similitudes entre ambas culturas (autóctonos e inmigrantes), favoreciendo el respeto a las diferencias intergrupales y ayudando a que se reduzca la percepción de amenaza por parte del exogrupo.
Por otra parte, en el ámbito escolar, Sobral et al. (2012) hablan de la necesidad de emplear intervenciones focalizadas en aquellos jóvenes que optan por la separación. Si bien reconocen que gran parte del fracaso en la elección de este estilo de aculturación reside en la sociedad receptora, promueven una integración flexible: es decir, que el joven se abra a nuevas experiencias, se fomente su capacidad empática, se potencie su autoestima, y se trabaje sus habilidades cognitivas y sociales. Todo ello, por supuesto, combinado con el mantenimiento del aprecio hacia sus propios rasgos culturales originarios. Ahora bien, puesto que el proceso de aculturación no es unidireccional, sino que es bidireccional, también se ha de trabajar con el profesorado, las familias y la comunidad para facilitar la calidad de vida de estos adolescentes (Berry, 2001). Otra propuesta de intervención puede orientarse hacia una revisión del tratamiento de la información en los medios de comunicación de masas. El modelo ecológico propuesto por Bronfenbrenner (1987) ya habla de la necesidad de intervenir en los ámbitos que rodean a la persona, trascendiendo el enfoque individual y acercándose a una intervención amplia que incida sobre aquellas estructuras e instituciones que también condicionan el accionar de los colectivos humanos.
Los hallazgos de esta revisión sistemática tienen que ver con varios hechos: primeramente, las revisiones sistemáticas aportan una síntesis de conocimiento sobre una materia a aquellos investigadores que estén interesados en adentrarse en este terreno. De manera rápida y accesible, se puede obtener una idea de cuál es el estado de una cuestión en el campo de la investigación empírica. Seguidamente, una vez obtenido este conocimiento, el profesional puede servirse de él y poner en práctica programas de intervención dirigidos a subsanar una necesidad concreta en la comunidad (en el caso que ocupa a los psicólogos de la intervención social respecto a la presente temática). La tercera novedad que aporta el presente trabajo de investigación se deriva de la primera, y es que, a partir del conocimiento obtenido en un campo concreto, pueden aparecer nuevas líneas de investigación que sigan ampliado la producción científica y no caigan en la mera acumulación de publicaciones sobre la misma materia. La cuarta novedad tiene un cariz más aplicado y se relaciona con la posibilidad de que este trabajo pueda ser utilizado para poner en boga un tema que está siendo investigado desde hace, relativamente, pocos años. A pesar de que la aculturación nace en el seno de la Antropología, como demuestra su primera definición conceptual, ha ido incorporándose progresivamente a los tópicos de interés de estudio de los investigadores de la Psicología Social. Por último, la quinta novedad se refiere al momento histórico en que inscribe esta revisión. La producción científica (y sobre todo la investigación en ámbitos sociales) no es ajena a los avatares socioculturales que sobrevienen en un momento determinado, por lo que saber integrar qué se está trabajando en aculturación en este territorio sirve para orientar las respuestas al fenómeno migratorio y las consecuencias psicosociales que lo subyacen.
Conflicto de intereses
No existe conflicto de intereses
Referencias
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