Resumen: El propósito de este estudio es determinar las características y cantidad de publicaciones biomédicas retractadas sobre la covid-19, a través de la revisión de las bases de datos PubMed y Retraction Watch, para determinar autores, título, revista, fecha de publicación, fecha de retractación y motivo de la retractación. La literatura sobre la covid-19 ya alcanza más de 280.000 artículos, de los cuales 63 ya han sido retractados. Se observan rápidos procesos editoriales tanto para la publicación como para la retractación. Se destacan 25 artículos donde no se proporciona el motivo de la retractación. Dentro de los que sí lo señalan se encuentran publicaciones duplicadas, plagios, falta de aprobación del comité de ética, problemas de datos y metodológicos.
Palabras clave (Fuente DeCS): Publicación retractada, pandemia, infecciones por coronavirus, bioética, covid-19, retractaciones.
Abstract: This study aims to determine the characteristics and number of retracted biomedical publications on COVID-19 using PubMed and Retraction Watch databases to determine authors, titles, journals, publication dates, retraction dates, and reasons for retraction. The COVID-19 literature reaches more than 280,000 articles, of which 63 have been retracted. Quick editorial processes are observed for both publication and retraction. Twenty-five articles do not provide the reason for retraction. Reasons given include duplicate publications, plagiarism, lack of IRB approval, and data and methodology problems.
Key words (Source DeCS): Retractions, pandemic, COVID-19, bioethics, coronavirus infections.
Resumo: O objetivo deste estudo é determinar as características e a quantidade de publicações biomédicas retratadas sobre a covid-19 por meio da revisão das bases de dados PubMed e Retraction Watch, para determinar autores, título, revista, data de publicação, data de retratação e motivo da retratação. A literatura sobre a covid-19 já atinge 280 000 artigos, dos quais 63 já foram retratados. São observados rápidos processos editoriais tanto para publicar quanto para retratar. São destacados 25 artigos em que não é proporcionado o motivo da retratação. Dentro dos que o indicam, são encontrados publicações duplicadas, plágios, falta de aprovação do comitê de ética, problemas com os dados e metodológicos.
Palavras-chave (Fonte DeCS): Publicação retratada, pandemia, infecções por coronavirus, covid-19.
Artículo de revisión
Artículos retractados, ¿también en pandemia? Publicaciones retractadas sobre la covid-19
Retracted Articles, Another Pandemic? Retracted COVID-19 Publications
Artigos retratados, também em pandemia? Publicações retratadas sobre a covid-19
Recepción: 19 Enero 2021
Recibido del documento revisado: 31 Agosto 2021
Aprobación: 05 Enero 2022
Nadie habría imaginado que el 2020 concluiría en medio de una pandemia que ha asolado al planeta, ha cambiado la forma en que se enfrenta la vida y que ha cuestionado el mundo tal y como se conocía.
Como era previsible, las publicaciones científicas en torno al coronavirus no se hicieron esperar e, incluso, como afirma Adam Marcus: “la ciencia de esta pandemia se está moviendo a una velocidad peligrosa” 1. Este hecho resulta a lo menos extraño considerando que toda publicación implica meses de ejecución y otros tantos para su publicación, aunque es lógico que tanto investigadores como editores deseaban cooperar en la rápida difusión de la información científica en torno al nuevo virus.
El presente estudio tiene como objetivo determinar las características y cantidad de publicaciones biomédicas retractadas sobre covid-19, a través de la revisión de las bases de datos de PubMed y Retraction Watch para determinar autores, título, revista, fecha de publicación, fecha de retractación, así como motivo de la retractación. Para luego poder extraer conclusiones bioéticas de los resultados.
Según la base de datos Dimensions 2, al 18 de enero de 2021 se habían publicado más de 280.000 artículos sobre coronavirus y más de 30.000 corresponden a prepublicaciones. Se observan rápidos procesos para la aceptación de manuscritos 3, con una media de 72 días para la revisión por pares 4, lo que ha despertado dudas en relación con la calidad de los procesos de revisión 5.
Un estudió examinó los procesos de revisión por pares y no encontró diferencias para los estudios de tópicos distintos a la covid-19 antes y después del inicio de la pandemia. Sin embargo, se encontró que los artículos sobre covid-19 recibían menos solicitudes de experimentos adicionales o comentarios más cooperativos comparados con los demás artículos. Estos hallazgos sugieren criterios menos exigentes para evaluar estos estudios 5.
Esta práctica también ha traído consecuencias en relación con la cantidad de información retirada al poco tiempo de su publicación, lo que puede generar un daño mayor que el eventual bien que se esperaba. Según la base de datos del Retraction Watch6, consultada el 18 de enero de 2021 y que cuenta con información en constante actualización, ya se acumulaban 63 artículos retractados, 10 se habían retractado por error de la revista, y existían 3 retractados y reinstalados dentro de la literatura sobre coronavirus. Aunque es una realidad que las retractaciones vienen al alza desde hace ya varias décadas 7-9. Aunado a esto se encuentra la gran cantidad de las llamadas fake news, tan comunes en las redes sociales y de las que la pandemia no ha quedado exenta.
La siguiente tabla incluye los 63 estudios que habían sido retractados al 18 de enero de 2021. Fue desarrollada con información extraída del Retraction Watch y de PubMed, que luego fue confirmada y complementada en las páginas de cada revista, especialmente en relación con los motivos para la retractación.

Se pueden observar 25 retractaciones que no informan el motivo, algunas pertenecientes a la casa editorial Elsevier, pero la mayoría son prepublicaciones, especialmente de SSRN. Por su parte, medRxiv sí proporciona información clara. También se observan 5 publicaciones duplicadas, 4 plagios, 3 sin aprobación del comité de ética y varias con problemas de datos y metodológicos. Dentro de las revistas, las más frecuentes son prepublicaciones, ya que bioRxiv cuenta con 5 retractaciones, medRxiv con 9 y SSRN con 6. Además, tres artículos han sido retirados de la página de la publicación, por ello no se ingresó referencia en la tabla, se sabe de ellos por estar en el registro de Retraction Watch y porque aparecen referenciados por otros artículos.
Considerando que la pandemia por covid-19 ha tomado miles de vidas en todo el mundo, y que sigue en pleno desarrollo, es de capital importancia que la bioética ejerza su labor de revisión y escrutinio. Además, el tema de las retractaciones es poco estudiado y, por lo mismo, desconocido; pero su relevancia es fundamental en la validez de la literatura biomédica, misma que es la guía para la toma de decisiones clínicas de los médicos en todas partes del mundo. Por ello, la revisión bioética de los artículos retratados sobre covid-19 es primordial.
Algunos artículos se han retirado tan solo días después de su publicación, por lo que se cuestiona si esta se pudo haber evitado. Pero también es una buena señal que los tiempos de retractación sean más cortos de lo habitual, ya que sugiere mayor escrutinio de parte de la comunidad científica y los editores han mostrado diligencia al retirar rápidamente las publicaciones identificadas con mala conducta, además de denotar su compromiso en el seguimiento de las guías del COPE (Committee on Publication Ethics) 70. Esto confirma la gran velocidad a la que se está moviendo la ciencia de esta pandemia.
Una de las retractaciones más destacadas es un artículo publicado en bioRxiv, un servidor de preimpresión, que decía haber encontrado similitudes entre la covid-19 y el VIH 67, pero la forma en que escribieron el título y el resumen llevó a pensar que los autores sugerían que el virus había sido creado por mecanismos de ingeniería 71. Dada la confusión, los propios autores pidieron su retractación declarando que lo hacían debido a los comentarios surgidos en la comunidad científica sobre su aproximación técnica e interpretación de resultados 72. Sin embargo, el daño a la opinión pública permanece, a pesar de los esfuerzos para evitarlo 73. Se observa que, incluso dentro de la propia comunidad científica, hay poco seguimiento a los artículos retractados, por lo que es de esperarse que la opinión pública, tanto la más formal como el periodismo científico hasta lo más informal presente en blogs o redes sociales, tengan menos interés en seguir la evolución de la información científica que está en constante actualización y corrección. Además, los medios de comunicación buscan frases llamativas e información impactante a fin de aumentar la cantidad de lectores y suelen estar prestos a compartir información atrayente. Por ello es muy relevante la labor de la bioética a la hora de acercar la información más reciente y de alta importancia como es la validez de la literatura sobre covid-19.
También está el caso de un estudio que afirmaba una alta proporción de falsos positivos en pruebas de testeo de covid-19 56, lo que influyó en la política de Estados Unidos que rechazó tests provenientes de otros países 1,74.
Un tema particularmente relevante en relación con esta pandemia son sus tratamientos, ya que se enfrenta una enfermedad nueva para la que no existían protocolos preestablecidos, por lo que se debió avanzar a través de ensayo y error, utilizando lo que había disponible. En este contexto, se ha desarrollado una gran polémica en relación con diversos tratamientos con fármacos como la ivermectina o la hidroxicloroquina, que ya cuentan con múltiples retractaciones 21,37,42,57,66. En el caso de la hidroxicloroquina, las publicaciones se retiraron debido a que la base de datos a partir de la cual se construyeron, Surgisphere Database, no colaboró en un proceso de auditoría que pretendía verificar los datos, por lo que se decidió la retractación. Sin embargo, los autores Christian Funck-Brentano, Lee S. Nguyen y Joe-Elie Salem decidieron, en conjunto con The Lancet, una “Retractación y republicación” 75, donde explican los motivos de su retractación y proporcionan la evidencia disponible en relación con el uso de la hidroxicloroquina. Concluyen que, con la evidencia disponible, este fármaco no proporciona efectos benéficos en pacientes hospitalizados por covid-19 y que podría tener efectos cardiacos potencialmente fatales, por lo que no se recomienda su uso en estos pacientes. Pero no se dice nada acerca de su uso preventivo. Sin embargo, surge el cuestionamiento acerca de por qué investigadores y editores no preguntaron más acerca de cómo se recopilaron esos datos de diferentes hospitales alrededor del mundo en medio de la pandemia 76. Un problema adicional es que estos estudios se siguen citando sin percatarse de que se encuentran retractados 77. Por otro lado, David Smith, de la Universidad de California, quien colabora en un estudio que está probando la hidroxicloroquina en personas con covid-19 que no fueron hospitalizadas, afirma que estas retractaciones están haciendo más difícil completar su investigación 76.
Por su parte, la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos autorizó el uso de emergencia de la hidroxicloroquina en pacientes hospitalizados por covid-19 en marzo, pero lo retiró en junio debido a los nuevos hallazgos 78. Adicionalmente, esta y otras drogas fueron inicialmente recomendadas por el Ministerio de Salud de Perú 79, pero posteriormente se modificó la recomendación excluyendo estos fármacos 80.
En el caso de la ivermectina, que cuenta con dos retractaciones en el sitio de prepublicación del SSRN 42,68, lamentablemente no se encontró información sobre el motivo de sus retractaciones y en la web de SSRN ya no están disponibles. Por su parte, la FDA no recomienda su uso clínico contra la covid-19 81, aunque hay hallazgos alentadores in vitro82. La ciencia está en constante evolución, por lo que habrá nuevos hallazgos en relación con estos fármacos, que cuentan con estudios clínicos en curso.
El avance de las retractaciones de los artículos vinculados a la covid-19 demuestra la importancia de encontrar un equilibrio entre el interés de compartir rápidamente los nuevos hallazgos en torno a este virus y el peligro de acelerar los procesos editoriales. También han sido frecuentes los retractos en sitos de prepublicación, donde la gravedad de la falta aparenta ser menor, pero en realidad pone de relieve sus limitaciones. Por ello, es importante resaltar que la validez de una prepublicación no es la misma que la de un artículo publicado en una revista en la que ha sido sometido a todo un proceso editorial y de revisión por pares, ya que para la población no experta, que es la mayoría, no se aprecia diferencia significativa. La propia web de bioRxiv destaca que se trata de reportes preliminares que no han sido revisados por pares, por lo que no pueden ser considerados como conclusivos 83. Sin embargo, un estudio mostró que, en contexto de pandemia, los medios digitales empezaron a publicar estudios de prepublicación y tan solo la mitad advertían que se trataba de información preliminar 84. Por otro lado, diversas instituciones han detectado este problema y han desarrollado plataformas de revisión de prepublicaciones, tales como Publons 85, Outbreak Science Rapid PREreview86, así como Rapid Reviews: COVID-19 (RR:C19) 87.
La responsabilidad de los bioeticistas es grande en este contexto de pandemia, pues no solo se requiere su colaboración y pronunciamiento en los aspectos más clínicos como la asignación de camas o la justicia en la distribución de recursos sanitarios, sino que, además, el bioeticista debe ser muy activo en relación con la denuncia de información retractada, haciendo visible el trabajo del Retraction Watch88, donde se puede revisar la validez de todo artículo, así como examinar la literatura retractada con diversos criterios de búsqueda; de igual manera, promoviendo entre lectores, autores y editores el conocimiento y uso del COPE 70, organismo autónomo e internacional que guía y promueve la integridad científica. También es importante recordar la labor de los comités de ética en investigación en la custodia del valor social y la validez científica de toda investigación, así como la exigencia de las revistas científicas de su aval previo a la publicación de resultados de estudios clínicos. Las herramientas están, hay que usarlas, difundirlas y ampliar su trabajo. Todo esto permitirá hacer más transparentes situaciones de mala conducta.
Es importante destacar y dar a conocer este tipo de faltas que dañan la integridad científica y que, a veces, circulan sin estar identificadas como tales, pues pueden comprometer la percepción de la población y, a veces, del personal sanitario, lo que, eventualmente, puede afectar a los pacientes.
