Resumen: En los documentos consultados, tanto los elaborados por la propia SAGARPA, como aquellos presentados en colaboración con instituciones internacionales –como la FAO– o bien, por el mismo sector primario, predomina un análisis de enfoque unitario de “continuidad” de lo acontecido a la fecha, con la mínima intención de dibujar escenarios alternativos que pudieran servir de opción para diseñar políticas acordes con acontecimientos diferentes. Se mantiene un enfoque de una economía neoliberal caracterizada por la competencia entre pares en un mercado libre, independientemente de su disparidad en su poder de negociación y, consecuentemente, del beneficio predominante del participante con mayor poder económico, a costa del más débil. Esta postura conllevó a la Red Académica Carne de Bovino a efectuar un análisis de la interrogante sobre el lugar que ocupa el sector de pequeños productores, dentro de la escala de prioridades en las políticas públicas de apoyo a este sector, por parte del ejecutivo federal del ramo. Al respecto, se identifica la recomendación señalada por el grupo G-20 (2012), en el sentido de que la inversión futura en agricultura estuviese particularmente dirigida a atender las necesidades de los pequeños productores; atención acotada a un enfoque de tipo empresarial de competitividad tendiente a su incorporación en los mercados globales, nacional e internacional. Esta postura ha sido adoptada por la SAGARPA, misma que se ha visto agravada por el hecho de que el sistema vigente de programas de apoyo al sector pecuario ha sido inequitativo, ya que privilegia al productor de gran tamaño.
Palabras clave:Políticas públicasPolíticas públicas,continuismocontinuismo,economía neoliberaleconomía neoliberal,pequeños productorespequeños productores.
Abstract: Both, Mexican Ministry of Agriculture documents as well as FAO papers are characterized for a uni-polar vision towards the medium term future of the beef industry in Mexico, with a minimum effort to consider optional scenarios. A free market economy approach is maintained, regardless its inequity in opportunity access in favor of the large producer over the small one. Such a circumstance prompts the members of the academia to question the attention public policies have in favor of the small producer. Although the recommendations of the G-20 towards the local governments is towards prioritizing their policies emphasis in support of the small farmer, such an approach has been constrained within a business emphasis towards global markets. While such approach has been adopted by the SAGARPA, the large producers have been the major beneficiaries of public funds.
Keywords: Public policy, neoliberal economic model, small scale producer.
Artículo
Análisis con comentarios puntuales de los integrantes del taller respecto de la postura oficial

El análisis de las políticas públicas oficiales para el sector ganadero bovinos carne y su visión a futuro, presentado por los responsables del taller, se funda en documentos disponibles de las dependencias federales del gobierno mexicano. De éstos, se deduce que la postura oficial a mediano plazo, para este sector primario, está caracterizada por mantenerlo dentro de un enfoque de una economía neoliberal, caracterizada por la competencia entre pares en un mercado libre, independientemente de su disparidad en su poder de negociación; y, consecuentemente, del beneficio predominante del participante con mayor poder económico, a costa del más débil.
En cuanto a la visión futurista gubernamental para el sector, los integrantes del presente taller hacen eco de la invitación oficial en cuanto a utilizar algunos de sus documentos; por ejemplo, Perspectivas de largo plazo para el sector agropecuario de México 20112020. Proyecciones de largo plazo 2011-2020 (SFA-SAGARPA, 2011a), como referencia para analizar, discutir y proponer tendencias alternativas para el sector.
Se considera útil exponer el texto literal del mencionado documento, ya que aporta simultáneamente un comentario sobre la improcedencia de considerar los resultados como pronósticos del futuro del sector o posicionamiento oficial al respecto:
La Subsecretaría de Fomento a los Agronegocios (SFA) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), presenta las perspectivas de largo plazo para el sector agropecuario de México 2011-2020. Bajo ninguna circunstancia estos resultados deberán considerarse como un pronóstico del futuro del sector y/o una posición oficial de esta dependencia. Éste, debe utilizarse como un punto inicial para discutir las tendencias del sector bajo ciertas condiciones y supuestos económicos, técnicas, condiciones climáticas y de política pública. Las perspectivas agroeconómicas terminaron de realizarse en mayo de 2011.
En el documento aludido (SFA-SAGARPA, 2011a) se señala, con relación a la carne de bovino, un crecimiento a una tasa media anual (TMAC) de 1.40 %; lo que se traduce en una existencia de 6.80 millones de cabezas para la producción de carne y 4.10 millones en doble propósito; y que el número de terneros nacidos crezca de 11.40 millones a 11.80 millones, durante el periodo de 2011 a 2020. En resumen, una única proyección sostenida de desarrollo de la actividad.
Así, es posible constatar que en el documento Escenario base 09-18. Proyecciones para el sector agropecuario de México (SFA-SAGARPA, 2011b) se señala:
La interacción del comercio exterior de ganado bovino y de carne en canal con Estados Unidos contribuye en la formación de los precios de ganado y de carne en el norte de México. En lo que concierne al precio de los animales en pie, éste se forma, principalmente, en función de los precios de la exportación de novillos a Estados Unidos; en gran medida, el precio de referencia proviene del mercado de Oklahoma.
Estos precios influyen en los patrones de exportación de animales al vecino país del norte y el número de cabezas enviadas a sacrificio.
La importancia del mercado de Estados Unidos radica, entre otros factores, en la generación de un precio de referencia que proporciona una señal futura a los ganaderos para expandir o contraer el hato. Se prevé que los precios del engordador sigan este mismo patrón.
El grupo de análisis de la Red Académica Carne de Bovinos (RACB) hace la observación y cuestionamiento sobre el hecho de que se acepte, por parte de la autoridad, que el precio del becerro en el mercado nacional esté siendo regulado-influenciado por el precio alterno del becerro en el extranjero; en particular, al precio cotizado en la plaza de Oklahoma (EU), en donde imperan condiciones de mercado muy contrastantes a las presentes en el mercado interno en México, y al que los ganaderos mexicanos tienen nula intervención en su conformación de precios.
Ante este fenómeno comercial argumentado por las propias autoridades mexicanas, un análisis al respecto, en el seno del presente Taller, antepone el caso de los excedentes de productos hortícolas-frutales destinados a la exportación, pero que por variadas razones no entran en los cupos y tienen que ser ofertados en el mercado interno; en esas condiciones se sujetan al precio del mercado local, propio de las condiciones de oferta y demanda locales, sin conexión a lo que hubiese sido de haberse exportado.
¿Por qué el becerro no exportado debe salirse de esta regla de mercado? La recomendación que se ofrece es que las autoridades del ramo revaloren esta postura y consideren que el valor comercial de un producto está determinado, entre otros factores, por las condiciones imperantes en el mercado al que asiste y no por el mercado al que teóricamente podría haber concurrido.
En el documento de octubre de 2010, Retos y oportunidades del sistema agroalimentario de México en los próximos 20 años (SAGARPA, 2010) se señala:
En el caso de México, aunque existe un vasto número de estudios que analizan diversos aspectos relacionados con el sector agroalimentario, éstos no han permeado lo suficiente para incidir de manera contundente en el perfeccionamiento de las políticas públicas vinculadas con el sector.
Es más, dichos estudios ponen de manifiesto que el deficiente diseño y desempeño de las políticas públicas para atender los grandes retos que enfrentará el sistema agroalimentario de México, en las próximas décadas, implicará que seguir actuando de la misma forma que en el pasado, significará atentar contra el bienestar de las generaciones presentes y futuras, en una variable esencial como lo es la agroalimentación.
En otras palabras, esperar resultados diferentes de las mismas acciones es, por lo menos, ingenuo. Es por ello que los miembros de la RACB organizaron el presente Taller Internacional, con el objetivo de analizar las políticas públicas de apoyo al sector, su enfoque a futuro y la oferta de alternativas.
En el documento de la Versión Ejecutivo. Diagnóstico del sector rural y pesquero en México (FAO-SAGARPA, 2011), reconoce niveles de pobreza alimentaria de las familias rurales, para el 2008, del 31.40 %, del 39.10 % en pobreza de capacidades; y del 60.80 % de pobreza patrimonial, estrato caracterizado, entre otros, por la realización de actividades de baja productividad y, por lo tanto, de baja remuneración, perpetuando así el círculo de pobreza.
En el documento Sustainable agricultural productivity growth and bridging the gap for small-family farms (G-20, 2012) se asienta:
[…] a committed to sustainably increase agricultural (production and) productivity […].
[…] agree[d] to further invest in agriculture, in particular in the poorest countries, and bearing in mind the importance of smallholders […].
Es necesario remarcar que, si bien hay un enfoque propuesto de atención a los pequeños productores, esta consideración se encuentra supeditada a su participación en los mercados nacionales y los globalizados; es decir, en un juego donde el éxito está basado en criterios de competitividad y eficiencia capitalista y no de roles sociales y ambientales. En resumen, en los documentos consultados, tanto los elaborados por la propia SAGARPA, como aquellos presentados en colaboración con instituciones internacionales —como la FAO— o bien por el mismo sector primario, predomina un análisis con un enfoque unitario de “continuidad” de una proyección matemática de lo acontecido a la fecha, con mínima intención de dibujar escenarios alternativos que pudieran servir de opción para diseñar políticas acordes a acontecimientos diferentes. Se sustenta este argumento con las siguientes figuras:
Para el caso del maíz, ingrediente relevante en programas de alimentación intensiva de ganado, se incluye la proyección mundial de la relación inventario / consumo en porcentaje:

Así como visiones futuristas de su uso potencial donde, a pesar de la marcada variabilidad histórica precedente, se adopta una extrapolación lineal para años venideros:

En cuanto al énfasis oficial de promoción a la exportación de becerros, en las perspectivas al 2020 presentadas por la SAGARPA, se proyecta una exportación promedio anual de 1.30 millones de becerros, a lo que el grupo RACB antepone un énfasis en atender el mercado interno en primer término; y promover exportaciones bajo un marco de excedentes con valor agregado, aplicando el proverbio “Piensa globalmente, actúa localmente”; así como la promoción de los mercados que beneficien de manera efectiva a la mayoría de los eslabones de la cadena, sobre todo aquellos que se concentran en pocas manos, como es el caso de la exportación de becerros en pie.
Sin dejar de reconocer que procesos, mercados y énfasis actuales de globalización, mega-integraciones, calidades específicas, etcétera, seguirán teniendo demanda por una parte (minoritaria) de los estratos de productores, procesadores, comerciantes y consumidores, surge una propuesta emanada de este Taller Internacional: de que, en el tema de la exportación de becerros en pie y de carne, la función de promoción del ejecutivo sea a la exportación de carne con valor agregado, en lugar de becerros en pie.
Se propone que este apoyo sea a través de la emisión de un marco normativo correspondiente, y que esta promoción a la exportación de carne sea de prioridad condicionada en segundo nivel al apoyo con normatividad y recursos presupuestarios destinados a la creación de mini-redes de valor con un enfoque local-regional vs. mega-redes; la comercialización a través de establecimientos especializados vs. tiendas de autoservicio; la diferenciación del producto origen / de proceso (ejemplo: “carne de pastoreo”) vs. un manejo como producto genérico, así como la disponibilidad estacional de calidades vs. el énfasis a calidades constantes todo el año, proceso dependiente de la alteración de los ciclos naturales de producción, supeditados a la implementación de etapas intensivas de confinamiento altamente dependientes de insumos (granos, pastas) en gran porcentaje de importación.
Lo anterior conllevó a la RACB a analizar la interrogante sobre el lugar que ocupa el sector de pequeños productores dentro de la escala de prioridades en las políticas públicas de apoyo a este sector, por parte del ejecutivo federal del ramo.
Al respecto, por un lado, se identifica la recomendación señalada por el grupo G-20 (2012), en el sentido de que la inversión futura en agricultura estuviese particularmente dirigida a atender las necesidades de los pequeños productores, atención acotada a un enfoque de tipo empresarial de competitividad, tendiente a su incorporación a los mercados globales, nacional e internacional. Esta postura ha sido adoptada por la SAGARPA, a juzgar por los documentos disponibles ya referidos y agravado por el hecho de que el sistema vigente de programas de apoyo al sector pecuario ha sido inequitativo, ya que privilegia al productor de gran tamaño, tal como se señala en los siguientes datos (Cruz, 2010):
El 10 % de los productores con más tierra concentra el 50-80 % de los subsidios; el 80 % de Ingreso Objetivo; el 60 % de los subsidios energéticos e hídricos; el 55 % de Desarrollo Rural (Alianza para el Campo); el 45 % de Procampo (OECD, 2007).
A este enfoque del G-20 (2012) dirigido a una recomendación de inversión futura del erario en el área de agricultura, preferencialmente a los pequeños productores, cabría contrastar a guisa de ejemplo, una visión diferente, representada por una opinión académica estadounidense, en el sentido de que el futuro de la industria de la carne de bovino dependerá de la habilidad para mantener la producción de carne de alto valor comercial para los mercados globales, a través de la correcta aplicación de las herramientas de genética, tecnología y administración (Corah, 2008). Es claro que una prioridad en este sentido está encaminada a cubrir la demanda de carne de bovino al sector de la población con mayores ingresos.
Estos enfoques contrastantes podrían ser explicados con base en los diferentes énfasis sociales a los que se dirija el sector ganadero bovinos carne en lo particular, y el Estado en lo general.
En el curso de capítulos subsecuentes de estas Memorias se ofrecen comentarios, observaciones y propuestas de enfoques de programas oficiales de apoyo al sector, así como posibles acciones encabezadas directamente por el gremio primario, bajo diferentes énfasis, según el escenario previsto.

