El oficio artesanal mueblero de la Comunidad de Adjuntas del Río. Un estudio de caso del taller “Muebles finos San José”

Elsa Beatriz Guerra Navarro
Universidad La Salle Bajío, México
Vanessa Freitag
Universidad de Guanajuato, México

El oficio artesanal mueblero de la Comunidad de Adjuntas del Río. Un estudio de caso del taller “Muebles finos San José”

El Artista, núm. 20, 2023

Universidad de Guanajuato

Recepción: 19 Marzo 2023

Aprobación: 05 Julio 2023

Resumen: En el presente trabajo se analizará la problemática que afecta la continuidad del oficio artesanal mueblero localizado en la comunidad de Adjuntas de Río, Guanajuato, México. Se investigaron las perspectivas, intereses y motivos que tienen las nuevas generaciones de artesanos de conservar o no, dicho oficio. Se parte del concepto de artesanía para entender el trabajo realizado en la región, por lo que también se aborda brevemente la historia de la herencia de este oficio. De acuerdo con el trabajo de campo realizado durante 2021 y 2022, se discuten algunas de las fortalezas y amenazas latentes para la continuidad de esta práctica. Entre ellas, destacamos la contínua adquisición de conocimientos especializados por parte de los integrantes de este taller para que surja un interés por modificar los diseños de sus muebles de madera y una mayor circularidad de sus productos artesanales en el mercado.Entre las amenazas, la ya conocida vulnerabilidad del oficio y el desinterés de los jóvenes generaciones por seguir con el trabajo.

Palabras clave: artesanías mexicanas, oficio artesanal, mercado artesanal, muebles de madera.

Abstract: In this work, the issues affecting the continuity of the local artisanal furniture trade in the community of Adjuntas de Río, Guanajuato, Mexico, will be analyzed. The perspectives, interests, and reasons of the new generations of artisans to preserve or abandon this trade were investigated. The concept of craftsmanship is used to understand the work done in the region, and a brief history of the heritage of this trade is also addressed. Based on the fieldwork conducted during 2021 and 2022, some of the strengths and latent threats to the continuity of this practice are discussed. Among them, the continuous acquisition of specialized knowledge by the members of this workshop is highlighted, fostering an interest in modifying the designs of their wooden furniture and achieving greater circulation of their artisanal products in the market. As for threats, the well-known vulnerability of the trade and the disinterest of the younger generations to continue with the work are among the challenges.

Keywords: Mexican handicrafts, artisanal trade, craft market, wooden furniture.

Introducción.

El presente estudio es un recorte de una investigación más amplia sobre la comunidad artesanal de Adjuntas del Río, un poblado que está situado en el interior del estado de Guanajuato, México. Por lo tanto, lo que se pretende analizar en este texto son las razones por las que los artesanos jóvenes de la comunidad, es decir, entre los 18 y 35 años, deciden por no continuar con el oficio mueblero, donde también, se reflexiona sobre algunas de las posibilidades que podrían contribuir a la continuidad de esta práctica en la región.

Lo que se destaca en esta comunidad es la habilidad de sus artesanos para la elaboración de sus muebles. Siendo un poblado muy pequeño[1], con cerca de 1,098 habitantes, se destaca por un expresivo número de talleres de carpinteros artesanales entre pequeños, medianos y grandes, es decir, aproximadamente unos 40 talleres donde los artesanos suelen compartir conocimientos y procesos en la producción de muebles.

El contexto de este análisis sobre la continuidad y la preservación del oficio artesanal en la comunidad, deriva de las investigaciones y entrevistas semi-estructuradas realizadas a un pequeño grupo de artesanos, especialmente, a los que forman parte del taller “Muebles finos San José”, nuestro estudio de caso.



El abordaje metodológico empleado en este estudio fue el cualitativo-descriptivo, donde se utilizaron herramientas como la entrevista enfocada en la recuperación de las trayectorias laborales y de vida de los jóvenes artesanos, la observación no participante, las fuentes documentales como, por ejemplo, información obtenida sobre la comunidad a través de páginas de internet y el registro fotográfico que se realizó sobre el taller.

Durante el período de trabajo de campo, realizado entre los años 2021 y 2022, se conoció a seis talleres de muebles artesanales, pero se decidió por realizar un estudio de caso en el taller Muebles Finos San José. Debido a que en este taller se pudo observar al menos tres generaciones de artesanos trabajando el mueble de manera artesanal, y el que presentaba una cierta diversificación en los diseños de los productos que producían, además de tener cierta estabilidad laboral en la localidad. Por último, porque desde un principio, sus integrantes fueron muy abiertos y dispuestos en colaborar con este trabajo de investigación

Dicho esto, consideramos importante mencionar desde qué perspectivas teóricas se está pensando la práctica artesanal de acuerdo con nuestro contexto de estudio.

Definición de artesanía ¿Qué son los muebles de madera artesanal?

Dado que hay múltiples definiciones de artesanías, nos parece importante puntuar aquella que se está trabajando en este proyecto de investigación, debido a los procesos y tipos de artesanías derivados del taller que es nuestro caso de estudio. Según Roncancio[2], “la artesanía es el resultado de la creatividad y la imaginación, plasmado en un producto en cuya elaboración se han transformado racionalmente materiales de origen natural, generalmente con procesos y técnicas manuales”. Si bien entendemos que la práctica artesanal conlleva saberes, aprendizajes, costumbres y culturas que están incorporadas en el objeto-material con los cuales emplean los y las artesanas para trabajar, consideramos la perspectiva de Roncancio porque concibe a las artesanías como un objeto que tiene un fin comercial, y especialmente, es el resultado del trabajo creativo e imaginativo de su artífice.

Para el trabajo realizado por los artesanos del taller “Muebles finos San José”, el valor diferencial del producto de madera elaborado tiene técnicas de ensambles muy particulares que hacen que las piezas se vean muy “minimalistas” y resistentes. Por lo que, no solo la funcionalidad y durabilidad del mueble lo hace atractivo al consumidor, sino que también, su estética que parece adaptarse a los gustos de las generaciones contemporáneos. En diálogo con Roncancio, traemos la aportación de Rivas[3] quien dice: “la artesanía puede definirse también como un conjunto de técnicas tradicionales y manuales que tienen un valor de patrimonio cultural, actualmente amenazado o en vías de desaparición, en particular porque se basa en una tradición oral”.

Dado que los artesanos muebleros de la comunidad mencionada presentan procesos de creación y formas de trabajo que han sido heredados entre dos o más generaciones, mucho de este conocimiento se transmite vía oralidad y también por inmersión en la práctica artesanal. Aun así, observamos durante el trabajo de campo que los seis talleres se diferencian entre sí, donde presentaban muebles de madera con una identidad propia.

Por lo tanto, nos atreveríamos en decir que dichos muebles artesanales son piezas únicas con identidad propia, pese a que están confeccionados en manera e incluso, con usos y funciones parecidas, es decir, son muebles. El material suele ser lo que añade valor a cada mueble creado, ya que su hechura es manual, pero con el apoyo de herramientas específicas, permite al artesano poner toda su creatividad e imaginación en su obra[4].

En este trabajo, consideramos la artesanía como un proceso y un producto a la vez, resultado de un trabajo que conlleva una serie de saberes, conocimientos y formas de hacer que son incorporados al objeto artesanal. Desde esta perspectiva, y a partir del trabajo realizado por los artesanos muebleros de Adjuntas del Río, tuvimos el interés de conocer las características de los muebles que realizan y si sus diseños están pensados para un mercado más tradicional, contemporáneo o ambos.

Sobre este punto, Rivas[5] menciona una diferencia entre la artesanía tradicional y la artesanía contemporánea, la cual, sintetizamos: la primera, se refiere a la que se produce desde tiempos ancestrales y en las cuales se conservan, sin mucha variación, las técnicas, los diseños, materiales y hasta los colores originales; la segunda, se refiere a los productos que conservan gran parte del proceso de elaboración que las tradicionales, pero que sufren modificaciones para satisfacer nuevas necesidades.

Dichas necesidades se refieren a diseños o estéticas que estén adaptadas a los gustos de nuevas generaciones de consumidores; o adaptaciones del producto debido a las pautas sociales contemporáneas, tales como, el reaprovechamiento de materiales o reciclado de materia-prima; o cuando el artesano/creador adquiere formación especializada, lo que contribuye en las modificaciones de sus propios diseños.

Es precisamente esta última definición la más pertinente para nuestro estudio de caso, porque los muebles que se elaboran son para el consumo de la propia comunidad y para venta al público, basados en necesidades más específicas de los usuarios por lo que suelen sufrir modificaciones en sus diseños. También la adquisición de conocimientos especializados por parte de los integrantes de este taller artesanal, ha contribuido para que surja un interés por modificar los diseños de sus muebles de madera.

De acuerdo con el informe realizado por la UNESCO, específicamente a raíz del simposio “La Artesanía y el Mercado Internacional” (2003), podemos establecer que “Los productos artesanales son producidos por los artesanos, ya sea totalmente a mano, o con la ayuda de herramientas manuales o incluso medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado.”[6]

El/la artesano/a contemporáneo/a vive de la elaboración de sus productos, por lo que actualiza o innova en sus diseños, implementa nuevas técnicas, procesos o cambios en la materia prima para seguir vigente y obtener mayores ingresos. En estos casos, “lejos de desaparecer la actividad artesanal, esta se adapta a las condiciones que le impone el mercado actual y las necesidades que el artesano tiene y que pretende satisfacer con la comercialización de sus productos”[7].

En el estado de Guanajuato, la artesanía es muy diversa y presenta un importante valor histórico y cultural, como se menciona a continuación: “Con sus manos, el artesano y la artesana guanajuatense construyen objetos que hablan de ellos mismos y de su pueblo, su gente y su historia. Esto responde a la necesidad cultural de identidad y memoria histórica comunitaria”[8]

Los oficios artesanales permiten el desarrollo económico en una comunidad al obtener ingresos por un producto que los caracteriza, en este caso, los muebles elaborados en madera de mezquite en la comunidad de Adjuntas del Río, que contribuye en parte, para un enriquecimiento social entre otros factores.


La artesanía mueblera de Adjuntas del Río: un oficio heredado por generaciones.

La Comunidad de Adjuntas del Río se caracteriza por la elaboración artesanal de muebles confeccionados con madera de mezquite (madera típica de la región), por lo que suelen ser muebles de mucha calidad y durabilidad, aunque el origen de esta práctica es impreciso. La razón para esta afirmación es que no hay un registro exacto o una versión formal de cómo se inicia este oficio.

De acuerdo con el cronista del pueblo, Cesar Fernando Aguayo Juárez, no se tiene registro de una fecha exacta de cuándo empezó el oficio de la carpintería en la zona. No obstante, comentó en entrevista que: “(…) en la época del cura Miguel Hidalgo se detonaron algunos oficios y artes en mayor escala y sus enseñanzas llegaron a todo el actual municipio de Dolores Hidalgo.” Asimismo, añade que: “había unos cuantos carpinteros, pero en particular la carpintería en esta zona de Adjuntas del Río, trabajada con madera de mezquite no hay certeza de cuándo comenzó”[9].

Mediante visitas exploratorias a la comunidad, donde se ha realizado entrevistas y conversaciones informales a seis talleres de muebles, hemos encontrado que hay diferentes versiones y fechas del probable inicio de esta práctica artesanal en la región, donde hemos inferido que se trata de un trabajo que conlleva al menos tres generaciones de artesanos laborando con muebles de madera. Como bien lo han mencionado algunos de los artesanos entrevistados: “fueron mis abuelos quienes empezaron a trabajarlo”, pensamos, hasta la fecha, que se trata de un oficio de reciente práctica en el pueblo.

También de acuerdo con los artesanos, estos coinciden en que cuando empezaron el oficio su práctica era muy básica, dado que las herramientas que tenían solían ser fabricadas por ellos mismos y con procesos muy sencillos en comparación a como se elaboran ahora. Por ejemplo, los muebles eran rústicos y burdos, se dejaban sin terminado, es decir, al natural; los cortes y ensambles se hacían a mano, usaban sierras manuales, materiales básicos y su producción no estaba organizada por roles o tareas. Es decir, no es difícil pensar que el mismo artesano se involucraba de principio a fin en el desarrollo de una pieza.

La madera de mezquite es un recurso que les aporta muchos beneficios como la dureza y durabilidad a los productos elaborados, por eso se optó por el uso de este recurso por parte de los artesanos de la comunidad. La madera se obtiene de la región del bajío y también de otros estados de la República mexicana, como lo es San Luis Potosí.

En el caso del taller analizado, el artesano responsable por el mismo, Carlos Glorias, es la tercera generación dedicada a la creación de muebles de madera en el poblado de Adjuntas del Río. Es el encargado del taller familiar conocido en la región como “Muebles Finos San José”. Nos hemos acercado al taller y mediante entrevistas, registros y observaciones del proceso de trabajo, donde Carlos se mostró interesado en colaborar con la presente investigación. En una de nuestras entrevistas, nos compartió que su papá aprendió el oficio de su abuelo, y que desde chicos les enseñaron a trabajar la madera por lo que, en la década de los 90, su padre abrió su propio taller y cada uno de sus tres hermanos lo hicieron dentro de la misma comunidad.

Algunas de las características identificadas, y que son muy significativas en torno al oficio mueblero de la comunidad, están dadas por la técnica empleada, es decir, el ensamble de madera (ver imagen 07 y 08) y su durabilidad, características que la hacen atractiva para el comercio. Estos aspectos son relevantes, puesto que también han sido conceptos identificados por los propios artesanos, ya que afirman que:

Los clientes nos ubican porque saben que el tiempo de vida de nuestros productos es muy largo. En algunas mueblerías los diseños son bonitos, pero no duran, no usan maderas resistentes, lo de nosotros tiene durabilidad, usamos maderas que son sólidas y usamos en el proceso, ensambles que son bien hechos y bien fabricados lo que permite que los muebles sean durables[10].

Con estas características particulares del oficio, se establece que tiene el valor y trascendencia de perdurar en el tiempo, porque se comunica de generación en generación y conlleva habilidades particulares para su manipulación en la elaboración de diferentes piezas, ya que cada una de ellas requiere del conocimiento y de su aplicación en los muebles. Otra característica importante de este tipo de mueble es su calidad y durabilidad, tornando un tipo de artesanía bastante valorada con el pasar del tiempo. No obstante, esto no significa que la práctica del oficio goce de estabilidad, cuando el tema se refiere a su continuidad como trabajo. Un poco de estas disyuntivas (carga y/o ruptura del oficio), las hemos observado en los demás talleres de muebles artesanales de Adjuntas del Río.





Carga y ruptura del oficio mueblero.

Como se ha dicho, uno de los objetivos principales de este artículo es presentar los motivos que tienen actualmente los jóvenes artesanos para continuar (carga) o dejar el oficio artesanal (ruptura) de su comunidad.

Entendemos el oficio como una “carga” cuando los jóvenes consideran que no tienen otra opción más que seguir con el oficio heredado por sus familiares; y como “ruptura” cuando deciden seguir con el oficio heredado, pero aportan en el sentido de realizar cambios en las formas de trabajar; o aún, una “ruptura completa”, cuando toman otras opciones laborales, como la profesionalización en otras áreas o siendo mano de obra dentro de la industria, por ejemplo.

Para apoyar esto, hemos realizado cuatro entrevistas a profundidad con jóvenes artesanos que trabajaban en diferentes talleres artesanales de la comunidad, donde han manifestado que tienen un problema para la elaboración de los muebles y es que hay muy poca mano de obra. Lo mismo opina el artesano Carlos Glorias del taller “Muebles finos San José”, quien comenta: “a pesar de tener muchos pedidos, no tenemos el personal suficiente y que cada vez es más difícil encontrar personas que quieran trabajar la madera y dedicarse a la carpintería”.[11]

En este contexto será fundamental identificar la mayor cantidad de factores que inciden al interior de la comunidad y que, de cierta forma, logran explicar la problemática a la que se enfrentan los artesanos de este taller, con la continuidad de su actividad. Si bien hay calidad en el trabajo realizado, variedad de diseños y estilos en las formas de hacer los muebles, la falta de personal capacitado para el trabajo es una constante en el caso de esta comunidad.

Debido a que el oficio artesanal aun padece de problemáticas relacionadas con la informalidad laboral, las ventas por temporadas, la ausencia de prestaciones que pudieran ser un trabajo atractivo a las nuevas generaciones, conlleva a que los jóvenes se sientan inclinados a no seguir en el oficio de sus padres. Y ha detonado que ellos se conviertan en mano de obra asequible para las empresas e industrias de la región. Algunas de las empresas nacionales o trasnacionales que emplean mano de obra barata de la comunidad son las que producen derivados de leche, el sector automotriz, el sector agroalimentario y el sector tecnológico. Dichas empresas contratan a jóvenes artesanos y les facilitan el transporte recogiéndolos en su misma comunidad y les pagan un escaso sueldo, pero “seguro”. En muchos de los casos, no les requieren contar con una profesión, solo tener la educación básica terminada.

Otra razón por la que los jóvenes no permanecen en la comunidad es que actualmente los hijos de los artesanos han tenido más oportunidades de estudiar hasta un nivel superior y al terminar su licenciatura, se dedican a su profesión:

Carlos comentó que tiene 12 trabajadores y cada uno tiene su mesa de trabajo y sus propias herramientas, que en muchos de los casos los mismos artesanos los fabrican de acuerdo con sus necesidades, por lo que es un taller bien organizado donde tienen actividades definidas. Dicha organización también ha contribuido a mejorar la producción.

Muchos de ellos saben que si no estudian una carrera su destino más posible es trabajar como carpinteros en la comunidad. Los jóvenes que ya cuentan con una carrera universitaria buscan laborar en empresas cercanas, ya sea de la ciudad de León, Guanajuato, Querétaro o en San Luis Potosí, de hecho, cada vez hay más personas que estudian y se van.[12]

Esto coincide con las investigaciones realizadas por Del Carpio, Fernández y Veloz[13] al identificar que “el abandono de las comunidades por migración internacional e interna, por optar por escolaridad que les permita en un futuro aspirar a mejores trabajos más remunerados y con mayor reconocimiento social.” Es decir, algunas de las razones que motivan a los jóvenes e hijos de los artesanos a trabajar en las fábricas son: las prestaciones laborales y sueldos fijos que les ofrecen y la seguridad laboral. Aspectos que el mismo oficio artesanal no puede garantizar a las nuevas generaciones, dado su carácter de trabajo que sigue en una situación de vulnerabilidad laboral.

En contrapartida, en quienes sí deciden quedarse a continuar impulsando el oficio de la carpintería heredado por generaciones, a pesar de que son cada vez menos, podemos observar algunas características en sus posturas para continuar. Tal es el caso de nuestro estudio, el Taller “Muebles Finos San José”. De acuerdo con Carlos Glorias, quien comentó que es el único de cuatro hermanos que estudió y se interesó por continuar con el oficio de su padre, textualmente mencionó que: “Mi padre me dijo que si yo no seguía esto iba a terminar, porque soy el único que lo apoya, mis hermanos estudiaron y salieron de la comunidad”.

Otro problema identificado es que, dentro de los mismos talleres artesanales, es complicado ofrecerles prestaciones de ley y seguridad social a los trabajadores porque los mismos jóvenes muchas veces no se comprometen del todo cuando trabajan en un taller, es decir, asisten 2 o 3 semanas y después se ausentan, o les ofrecen mejor sueldo en otro taller y se van. También muchas veces prefieren que no les den prestaciones, pero que les suban el sueldo. En ese sentido: “el trabajo artesanal se realiza en términos no contractuales, se realiza en condiciones de mayor vulnerabilidad al no gozar de seguridad social y educación, aunque ha ido cambiando por generaciones jóvenes.”[14]

Otro conflicto que presentan es que los artesanos con más experiencia se resisten al cambio y a la innovación y no quieren modificar lo que les ha funcionado por años. Bajo este escenario, es importante preguntarse ¿Cómo se puede motivar a las nuevas generaciones de los hijos de artesanos a continuar con el oficio? ¿De qué manera se pueden profesionalizar más el mismo oficio de la carpintería, en este caso, en Adjuntas del Río? ¿Cómo potencializarlo para que sea un trabajo atractivo para estas nuevas generaciones?

Marta Turok, autora del libro Cómo acercarse a las Artesanías, menciona que: “…las artesanías van desapareciendo en la medida en que los artesanos dejan de serlo para convertirse en obreros o jornaleros, emigrando de sus lugares de origen. Pero reviven cuando encuentran nuevos mercados.”[15] Es por esto que deben sobrevivir a los cambios sociales y económicos.

Por ello, una posible acción se estaría orientando en lograr que el artesano busque nuevos nichos para circular e incrementar sus ingresos que, a su vez, impactaría en una posible estabilidad económica. Para ello, podrían introducirse cambios en las materias primas, en el diseño, en la forma y en el uso original de las artesanías, ya que “lejos de desaparecer la actividad artesanal, esta se adapta a las consideraciones que le impone el mercado actual y a las necesidades que el artesano tiene y pretende satisfacer con la comercialización de sus productos.”[16] Estos cambios se producirían mediante la formación continuada de los artesanos, tales como, aprender a modificar sus productos a nuevos mercados; reutilización de los remanentes de madera o material empleado; aprender a usar las nuevas tecnologías para difundir sus productos, entre otras posibilidades. Pero también, reglamentación laboral que permita que este oficio posibilite brindar estabilidad para quiénes lo desempeñan, como seguridad social, de salud y otras prestaciones.

La ruptura completa del oficio artesanal vivida por los jóvenes artesanos tiene una estrecha relación con la necesidad de reconocimiento social. Por ello, estudiar representa una posibilidad de que “sean alguien” distinto al ser artesano. Consecuentemente, la formación profesional también conlleva la posibilidad de un trabajo mejor remunerado y estable, en vez de continuar con la informalidad del trabajo artesanal de sus padres. Por eso, los padres artesanos buscan una mejor preparación para sus hijos, aunque precisamente esto es lo que provoca la migración y disminución de personas dedicadas al oficio para que siga viva la tradición familiar, aspecto también encontrado en la investigación de Del Carpio, Fernández y Veloz.[17]

En contraposición con lo anterior, en una de las entrevistas realizadas a un artesano joven que llamaremos J.C., de aproximadamente 32 años, y que tenía su taller muy equipado, comentó que: “(…) yo no quiero que mis hijos estudien más allá de la secundaria, porque quiero que continúen con la tradición y aprovechen todo lo que yo he hecho en mi taller”. Es interesante aquí pensar que la educación, en este caso, se observa como un fenómeno que pone en riesgo la continuidad del oficio y no otros factores más radicales e incluso, persistentes que viven los artesanos, como la propia inestabilidad del oficio, la violencia en la región (que conlleva a la migración), la fuerte presencia de las industrias que “atraen” a la mano de obra poco especializada por un sueldo “seguro”, entre otros factores.

Sobre esto último, Jorge Godínez, director del Sector de Artesanías, Decoración y Muebles del Estado, manifestó lo siguiente:

Muchas veces, el joven artesano es atraído por el trabajo en otras fábricas por moda, debido a que cuando llegaron las industrias automotrices en la región, entre ellos, comentaban que era mejor trabajar en una fábrica y no en un taller. No obstante, en una fábrica difícilmente pueden crecer o aspirar a un puesto gerencial, pese a que haya un sueldo fijo. En cambio, en un taller aprenden, crecen y ponen sus talleres, aunque la vulnerabilidad del oficio es una realidad que muchos ya no quieren vivir[18].

Dado que disminuye cada vez más la presencia de población joven en la comunidad, son las personas mayores las responsables de darle continuidad y de preservar estos saberes y prácticas de antigua raigambre. Dicen los artesanos mayores que cuando fallezcan, se llevarán el conocimiento y la herencia, y con esto, pasará que la producción artesanal disminuya o desaparezca. Lo mismo opina el artesano Carlos Glorias, quien dice que el oficio mueblero “vivirá mientras haya quien lo realice”.

Dicho esto, nos preguntamos: ¿Hasta qué punto es importante conservar los oficios, preservar las técnicas artesanales, en este caso, la elaboración de muebles de madera a las (y por las) futuras generaciones?, ¿cómo resignificar este trabajo artesanal, en el cual, se observa un significativo conocimiento artístico por parte de sus creadores?

Si se atiende a las implicaciones de la palabra “preservación” según la UNESCO, se refiere a resguardar anticipadamente algún objeto, lugar o tradición de posibles daños o pérdidas. Como ya lo dijimos, el problema es que actualmente el interés de las nuevas generaciones por preservar el oficio artesanal se ha ido perdiendo, por lo difícil del quehacer del mismo y de su aprendizaje o por los bajos costos que implica la elaboración de dichos objetos que resulta poco redituable a la obtención de un ingreso estable, ya que con esas ganancias difícilmente se puede vivir dignamente, así como el contar con oportunidades laborales, estos son algunos de los factores que se han logrado identificar a través del desarrollo del presente trabajo. Es pertinente también comentar que los oficios artesanales tienen un desarrollo precario en el mercado, es decir, el costo del producto no siempre es adecuado al valor del mismo en el sentido de las horas de trabajo empleadas. Retomando la entrevista realizada a Carlos Glorias, comentó que:

Una ventaja de preservar el oficio es que es una herramienta extra, un aprendizaje que te llevas contigo toda la vida, teniendo el conocimiento de un oficio se tienen la posibilidad de iniciar un negocio y generar sus propias ganancias, en cambio cuando si se trabaja en una empresa, se especializa a las personas en hacer una parte muy pequeña del proceso de producción.

Pese a todas las lógicas que vulneran la continuidad del oficio, observamos en el testimonio de Carlos que la autonomía en su desarrollo es algo destacable aquí. Conocer todo el proceso de creación/producción de un objeto significa la posibilidad de independencia y libertad creativa. Mientras que saber/conocer un fragmento o una parte de su proceso, los hace co-dependientes de una estructura que mantendrán siempre en situación de vulnerabilidad. Una de las cualidades del trabajo artesanal es justamente la ventaja de que el artesano sabe, de principio al fin, cómo hacer un mueble: qué madera usar, qué instrumentos emplear, el tiempo de confección, qué ideas puede generar a partir de lo que sabe hacer, entre otros.

El artesano Carlos es uno de los pocos jóvenes que tuvieron el interés, y la necesidad, de continuar con el oficio realizado en el taller de su padre. Y donde ha mostrado interés en ampliar sus líneas de productos, al punto de manifestar el deseo de crear una submarca dentro “Muebles finos San José”. Con ello, demuestra tener una intervención creativa de manera participativa para expandir su negocio y atender nuevas necesidades en el mercado.

Al tener presente la idea del oficio, las personas empiezan trabajando, perfeccionando su quehacer, y muy probablemente, esa habilidad adquirida se estará transmitiendo a sus familiares o hijos; en contrapartida, este tipo de conocimiento no se logra obtener trabajando en una maquila o industria, pese a que sí pueda brindarles algún tipo de seguridad económica. Son estas ambivalencias que siguen muy vigentes en torno a esta actividad en Adjuntas del Río.

Coincidimos con la reflexión que hacen Del Carpio, Fernández y Veloz[19], al afirmar que, con el oficio artesanal, se cumplen funciones expresivas tales como: estructuración del tiempo, da significado a la existencia, genera oportunidades para la interacción y creación de contactos sociales, ofrece oportunidades para desarrollar habilidades y destrezas. Permite la unidad social y el cumplimiento de un deber, es socializador al transmitir normas, creencias y valores forjando la identidad.

Nuestro caso de estudio, y principal colaborador con esta investigación, estudió Comercio Internacional y esta profesión le ha permitido tener una visión más amplia de los productos que pueden venderse mejor, así como, mantener una identidad de su marca, promoverse en redes sociales para llegar a más clientes y, actualmente, pertenece a Marca Guanajuato, lo que le permite exponer en ferias, sus productos para darse a conocer. Carlos Glorias nos comenta que, en un inicio, su padre se resistía al cambio ya que consideraba que no tendría el tiempo y los recursos para aumentar la capacidad de producción.

En su taller, Carlos Glorias se dedica a la venta y la atención a clientes, mientras que su padre sigue estando a cargo de los procesos y la producción del mueble artesanal. Él comentó que el proceso de venta comienza cuando se establece contacto con el cliente y este le muestra una foto o una idea del mueble que necesita, lo cotiza y pide anticipo, establece una fecha de entrega y en contra entrega le liquidan los muebles.

En el taller hacen todo tipo de muebles y tienen diferentes clientes, mencionando como producto “estrella”, los comedores. Algunas características importantes que tienen estos muebles artesanales son: que están elaborados con madera de mezquite, una madera dura pero que no se obtiene de madererías sino de árboles caídos, por lo general, de ejidos de San Luis Potosí; otra característica es la técnica de ensamble evitando el uso de tornillería, por lo que los muebles son estéticamente “muy limpios”, como bien lo dice Carlos. Y por las características particulares de la madera dura son muebles resistentes que duran toda la vida, incluso se pueden usar en ambientes externos siendo, por lo tanto, un producto atractivo al consumidor.



Instituciones que apoyan a los artesanos para preservar los oficios artesanales en el Estado de Guanajuato.

El/la artesano/a en Guanajuato cuenta con ingenio y talento para diseñar y elaborar piezas de gran calidad. En este caso, los que se dedican a la fabricación de muebles pueden competir con otros productos a nivel internacional, pese a que aún falta lograr una vinculación sólida con las diversas instancias que puedan ayudarles a que dicho proceso se logre cabalmente.

Existen actualmente instituciones que apoyan para la preservación y desarrollo de los oficios artesanales, específicamente, en el Gobierno de Guanajuato. Dentro de estos, se encuentra el proyecto Marca Guanajuato que se encarga de apoyar a MiPyMes para posicionarlas a través de los productos que elaboran, vinculándolos en un mercado más amplio y obtener crecimiento con sus ventas; también brindan apoyo para promocionarlos en ferias y exposiciones como las que organiza la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior del Estado de Guanajuato (COFOCE).

Para abordar este tema, se entrevistó al director del sector Artesanías, Decoración y Muebles, Lic. Jorge Godínez Martínez, para conocer las acciones que se encargan de coordinar y cómo estas contribuyen para apoyar a los artesanos muebleros del Estado. En ese sentido, entre los apoyos ofrecidos son que se dedican a preparar a los talleres partiendo desde la identificación de sus necesidades, las cuales pueden ser: obtener certificaciones para poder vender los muebles en el extranjero; asesorías en temas de materiales sustentables y ambientales, como que la madera no sea de tala ilegal; también se les orienta sobre cómo tener toda su documentación en regla para que no tenga inconveniente en cruzar al extranjero, y así, sin problemas, puedan comercializar sus muebles; además, se les apoya con el tema del empaque y embalaje, el diseño de una marca con identidad propia; se les brinda todo un estudio de necesidades, ayudan en el diagnóstico para proponerles lo que es más adecuado para ellos, en algunos casos, se les invita a registrarse en Hacienda y los guían para que sean empresas responsables y estables. Agregado a esto, y de forma continua, ofrecen capacitación a los artesanos, enfocándose paso a paso en el proceso de exportación y de la venta en línea, actividad que cobró mayor importancia como consecuencia de la pandemia.

Según el director de Artesanías del Estado, hay artesanos que se interesan por innovar y mejorar sus productos, por implementar nuevas tecnologías y, otros, que prefieren conservar tal cual el oficio como se ha ido transmitiendo por generaciones. En ambos casos, los asesoran en definir un precio justo para que genere utilidades y que realmente sea un negocio para ellos, continuando así con la tradición del oficio.

A partir de lo anterior, se pueden identificar algunas maneras de darle continuidad al oficio artesanal mueblero: a) través de la capacitación, generando nuevas oportunidades en nichos de mercado en los que anteriormente no se encontraban inmersos, b) implementando nuevas tecnologías, pero lo más importante, c) lograr que el artesano esté convencido de que su producto es bueno y que tiene un valor agregado, así como, d) el hecho de que puede posicionarse en un lugar estable en el mercado.

Lo mismo encontraron Del Carpio, Fernández y Veloz[20] y sostienen que: “La capacitación, el acceso a información diversa, el acceso y uso de la tecnología, la formación del marketing, especialmente en el estudio de las demandas del mercado y estrategias de comercialización, esas son una de las grandes áreas de oportunidad de los artesanos”. Es decir, todas estas acciones y estrategias cobran sentido que además de su talento, capacidad y habilidad desarrollada en el proceso de configuración de sus objetos, puedan integrar saberes que están orientados a saber cómo dirigir sus negocios, y ello implica al mismo tiempo, adaptarse a los cambios que están sucediendo a una velocidad sin precedentes. Según Novelo[21]:

En México, “modernización” en ciertos contextos significa prioritariamente la necesidad de elevar la calidad de vida de los productores y no solamente introducir normas y sistemas de calidad para los productos. Mientras que la “integración” deseable debería permitir que los artesanos accedan a toda la información técnica pertinente y necesaria en el mundo de hoy, incluyendo la escolaridad elemental, para que pueda ser usada con la libertad que permite el ejercicio creativo de habilidades y destrezas.

Al contar con un enfoque más integral sobre las implicaciones de su quehacer artesanal, se podrá estar contribuyendo a reducir el riesgo de abandonar el oficio o vivir bajo extrema carencia, así mismo, se estará contribuyendo a la salvaguarda de dichas actividades artesanales, reconociendo su valor, su riqueza cultural y el aporte identitario que cada objeto ostenta, dejando la impronta, tanto de su creador, como de la comunidad a la cual pertenece.


Consideraciones finales.

De acuerdo con la investigación de campo en la comunidad utilizando herramientas como las entrevistas, observación, registro fotográfico y análisis realizado, se determinó que el oficio artesanal de los muebles de madera de mezquite en Adjuntas del Río, Guanajuato, tiene mucho potencial si se profesionaliza y se vale de los apoyos proporcionados por el Gobierno del Estado a través de los programas que ofrece y se orientan hacia este sector. Lo cual implicará la preparación de los mismos artesanos para que su quehacer sea más valorado como un negocio familiar y no solamente como una acción menor realizada al interior de un pequeño taller de carpintería. Los artesanos siguen vigentes y su labor debe reconocerse como un trabajo que aporta al desarrollo económico y riqueza cultural del país.

Elsa Beatriz Guerra Navarro es Jefa de programa académico y profesora de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Universidad La Salle Bajío, León. Contacto eguerra@lasallebajio.edu.mx o eb.guerranavarro@ugto.mx

Vanessa Freitag es profesora de tiempo completo del Departamento de Estudios Culturales, Universidad de Guanajuato, Campus León.Contacto: vfreitag@ugto.mx

Referencias

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Del Carpio y Ovando, Perla., y Freitag, Vanessa. (2015) Guanajuato y sus artesanías, en Revista Andares, Octubre-Diciembre, no. 3. Año 0. Pp 22-27.

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Novelo, Victoria. (2008) La fuerza de trabajo artesanal mexicana, protagonista ¿permanente? de la industria, en Alteridades, Vol. 18. No. 35, Ciudad de México, enero – junio.

Rivas, Ramón D. (2018) La artesanía: patrimonio e identidad cultural. Revista de Museología, Koot, El Salvador, No. 9, pp 80-96

Roncancio, Enrico (1999). Artesanía. Recuperado de http://ftp.unipamplona.edu.co/km

Turok, Martha. (1988). Cómo acercarse a la artesanía, México, ed. Plaza y Valdés.

UNESCO (2003). Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial: París, 17 de octubre. Disponible en: https://transparencia.udg.mx/sites/default/files/ii-e-decretos-acuerdoscriterios/Convenci%c3%b3n%20para%20la%20Salvaguardia%20del%20Patrimonio%20Cultural%20Inmaterial.pdf

Notas

[1] INEGI Censo de población del 2020. Recuperado el día 21 de marzo de 2022 de: https://www.inegi.org.mx/app/cpv/2020/resultadosrapidos/default.html?texto=Zumpango%20del%20Rio
[2] Enrico Rocancio (1999). Artesanía. Recuperado el 4 noviembre 2022 de https://docplayer.es/69179716-Artesania-por-disenador-industrial-enrico-roncancio-p.html
[3] Ramón D. Rivas. (2018) La artesanía: patrimonio e identidad cultural. Revista de Museología, Koot, El Salvador, No. 9, p. 83.
[4] Ramón D. Rivas. (2018) La artesanía: patrimonio e identidad cultural. Revista de Museología, Koot, El Salvador, No. 9, p. 81.
[5] Ramón D. Rivas. (2018) La artesanía: patrimonio e identidad cultural. Revista de Museología, Koot, El Salvador, No. 9, p. 82.
[6] UNESCO (2003). Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial: París, 17 de octubre, p.7
[7] Martha Turok, (2006). Cómo acercarse a la artesanía. México, Ed. Plaza y Valdés, p.28
[8] Perla Del Carpio Ovando y Vanessa Freitag, (2015) Guanajuato y sus artesanías, en Revista Andares, octubre-Diciembre, no. 3. Año 0. P. 26
[9] Entrevista realizada con el cronista del pueblo, Cesar Fernando Aguayo Juárez (2022).
[10] Entrevista realizada con Carlos Gloria en septiembre del 2021.
[11] Entrevista realizada con el artesano Carlos Gloria en abril del 2022.
[12] Entrevista realizada con el artesano Carlos Glorias (2022) marzo.
[13] Del Carpio Ovando, Perla Shiomara, et. al. (2018) Oficios artesanales de Salvatierra, Guanajuato, México: Ed. Fontamara, p.100
[14] Del Carpio Ovando, Perla Shiomara, et. al. (2018) Oficios artesanales de Salvatierra, Guanajuato, México: Ed. Fontamara, p.100
[15] Martha Turok, (2006). Cómo acercarse a la artesanía. México, Ed. Plaza y Valdés, p.10
[16] Martha Turok, (2006). Cómo acercarse a la artesanía. México, Ed. Plaza y Valdés, p.28
[17] Del Carpio Ovando, Perla Shiomara, et. al. (2018) Oficios artesanales de Salvatierra, Guanajuato, México: Ed. Fontamara, p.104
[18] Entrevista realizada a Jorge Godínez, director del Sector de Artesanías, Decoración y Muebles del Estado.
[19] Del Carpio Ovando, Perla Shiomara, et. al. (2018) Oficios artesanales de Salvatierra, Guanajuato, México: Ed. Fontamara, p.77
[20] Del Carpio Ovando, Perla Shiomara, et. al. (2018) Oficios artesanales de Salvatierra, Guanajuato, México: Ed. Fontamara, p.108
[21] Victoria Novelo Oppenheim, (2008) La fuerza de trabajo artesanal mexicana, protagonista ¿permanente? de la industria. Alteridades [online] vol.18, n.35, p. 125.
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