INVESTIGACIÓN
La educación virtual desde la intersubjetividad de los aprendizajes
Virtual education from the perspective of the intersubjectivity of learning
La educación virtual desde la intersubjetividad de los aprendizajes
Compendium, vol. 25, núm. 49, 2022
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado

Recepción: 11 Octubre 2022
Aprobación: 28 Diciembre 2022
Resumen: La pandemia ha traído una nueva forma de continuar el proceso educativo, pasando de las clases presenciales a las virtuales. La investigación reflexiona sobre la intersubjetividad de la comunicación en la educación virtual en relación a los resultados académicos educacionales en Chile. El objetivo del trabajo fue analizar la implementación de la educación virtual a través de la intersubjetividad del aprendizaje, en relación a la asistencia, aprobación y reprobación en el año 2021 en Chile. Las clases se realizaron en la modalidad de educación a distancia. La metodología de la investigación es mixta: de revisión bibliográfica y de datos recopilados del Ministerio de Educación de Chile. El análisis se realizó con el programa estadístico SPSS. El principal resultado es que la comunicación académica es fundamental para el aprendizaje, se basa en la asistencia a clases e impacta positivamente en la aprobación, afectada durante la época de pandemia. Conclusión: tanto en las expectativas de aprendizaje basadas en logros, como en los avances tecnológicos utilizados por alumnos y profesores, la comunicación pedagógica es necesaria para obtener mejores resultados académicos.
Palabras clave: Educación, Virtualidad, Intersubjetividad, Tecnologías.
Abstract: The pandemic has brought a new way of continuing the educational process, moving from face-to-face to virtual classes. The research reflects on the intersubjectivity of communication in virtual education in relation to educational academic results in Chile. The objective of the work was to analyze the implementation of virtual education through the intersubjectivity of learning, in relation to attendance, passing and failing in the year 2021 in Chile. The classes were conducted in the distance education modality. The methodology of the research is mixed: of bibliographic review and data collected from the Chilean Ministry of Education. The analysis was carried out with the statistical program SPSS. The main result is that academic communication is fundamental for learning, it is based on class attendance and positive impact on approval, affected during the time of pandemic. Conclusion: both in achievement-based learning expectations, as well as technological advances used by students and teachers, the pedagogical communication is necessary for better academic results.
Keywords: Education, Virtuality, Intersubjectivity, Technologies.
INTRODUCCIÓN
Con la llegada de la pandemia por COVID-19, el proceso educativo se vio modificado, cambiando la presencialidad a la virtualidad para garantizar el proceso de enseñanza – aprendizaje como un método de salvataje educativo. Es preciso considerar que se ha estimado que alrededor de 1.300 millones de niños en edad escolar entre 3 y 17 años de edad no han tenido acceso a la conectividad en escuelas ni en sus hogares (UNESCO, 2020) De allí que, la enseñanza remota y en línea se convirtió en el quehacer cotidiano de los principales actores de la educación. Sin embargo, los efectos de la implementación de la educación virtual en establecimientos escolares que brindaban educación presencial se evidencian porque estos han tenido que modificar el modo de brindar la enseñanza. Este hecho ha tenido impacto a la luz de diversos factores: la didáctica, la mediación tecnológica en las interacciones, la creación de contenido digital, el diseño de experiencias educativas, la construcción de conocimiento y la interacción socio-ontológica del docente con los estudiantes. Es importante resaltar que “la meta principal de la educación virtual es proveer conocimiento a cada estudiante, ajustado a sus preferencias y teniendo en cuenta sus conocimientos previos” (Crisol et al., 2020,9).
Así mismo, el problema pandémico ha provocado tiempos de incertidumbre, donde se han evidenciado oportunidades de progreso en el sector educativo, lo que muestra la pertinencia de formar a los docentes en nuevos sistemas de enseñanza. Así como también, en la habilitación de competencias digitales para el manejo de nuevas metodologías y plataformas virtuales, en la creación de otras rutinas y trabajos que permitan transformar la docencia, tanto presencial como a distancia, logrando aprendizajes de calidad, como indica Fernández-Bermejo (2020). Del mismo modo, la educación virtual ha impulsado el uso de pantallas para el aprendizaje del dispositivo móvil o computador en los estudiantes como explica Muñoz (2022), los medios tecnológicos son herramientas actuales que benefician la educación, donde se ha puesto en evidencia el mundo social en que está inmerso el estudiantado. En este corpus reflexivo se tratarán aspectos como el paso de la presencialidad a la virtualidad, considerando lo que ello implica y la comprensión de la intersubjetividad docente-estudiante.
1. Fundamentación Teórica.
1.1 De la presencialidad a la virtualidad
Garzón (2021) destaca la intersubjetividad mediada por las nuevas tecnologías, esta permite relacionarse y compartir conocimientos a la vez que se recuerdan ideas previas y la experiencia vivida coadyuvando a fijar el conocimiento. Como educadores se debe tener presente que el conocimiento no proviene de una sola fuente, ya sea de la institución educativa o de los docentes, de esta manera que pasar del formato presencial al virtual no debe tener efectos negativos en el proceso de enseñanza. Gallego y Gámiz (2007) indican que se debe estar presto a buscar todas las fuentes posibles de conocimiento para llegar a los estudiantes sea el contexto que se presente.
La actualización de conocimientos es esencial para el trabajo en aula para establecer comunicación efectiva con las nuevas generaciones de estudiantes, que tienen el manejo de al alcance de su mano desde las pantallas tecnológicas inclusive desde el teléfono celular. Muñoz (2022) explica que la tecnología táctil, como parte de las herramientas de trabajo comprendido por el software utilizado en la diversidad de aplicaciones educativas existentes, son parte de la forma de relacionarse que tienen los estudiantes de comprender y adquirir conocimientos fundamentales.
En este sentido, según Gavilánes (2021), todo docente con vocación de servicio debe usar las herramientas didácticas para lograr el aprendizaje, olvidando que la cátedra magistral es solamente una fuente de información en relación al aprendizaje de los estudiantes en el aula. Rizo (2020) explica que la educación debe fortalecer las habilidades de los alumnos, desde el ángulo de la virtualidad puede profundizar en los intereses individuales, para la relación de aprendizajes colectivos, interconectados de la virtualidad. Las aulas online y offline deberán transformarse rápidamente en espacios abiertos, flexibles, dinámicos, que exigen al estudiante mayor implicación, mayor autonomía y constante interlocución y retroalimentación.
Por consiguiente, el aprendizaje consiste en la búsqueda y descubrimiento de conexiones entre nodos de información a partir de la interacción y colaboración con otros actores a través de las plataformas virtuales; de forma grupal, entre los compañeros, el profesor, la comunidad y los profesionales que aplican el conocimiento para atender necesidades concretas. En tanto, que, en el modelo de formación de la educación virtual se destaca el lugar del estudiante como agente principal del proceso formativo, Franco (2021) recomienda que el profesor participe como guía, facilitador de conocimientos y en la actualidad el docente se convierte en orientador que problematiza y retroalimenta continuamente el proceso individual y grupal, que dinamiza el aprendizaje colaborativo y en red, de esta manera selecciona información de la más alta calidad y en variado formato, aprovechando la riqueza narrativa de los distintos medios, entre los que se destacan el uso de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación).
Por consiguiente, en la virtualidad se busca que un estudiante desarrolle competencias. Buitrago-Bohórquez y Sánchez (2021) consideran que la autoformación es una actitud protagónica frente a su proceso de aprendizaje, puesto que la autonomía podría brindar mejores resultados académicos. Allí las TIC se combinan con una concepción interactiva y constructivista del aprendizaje, donde el estudiante logra independencia y dispone de horarios adecuados a su proceso intelectual, usando plataformas virtuales (Muñoz, 2022). De allí, se deriva la construcción de conocimientos centrados en la búsqueda a través de Internet, el aprendizaje centrado en el estudiante, el aprender a aprender, los espacios de red, el aprendizaje a lo largo de la vida, la personalización y el docente facilitador quien maneja los nuevos elementos que son parte de las aulas virtuales y también de las salas de clases presenciales.
En este orden de ideas, Brunner (2000) justifica la incorporación de las TIC en la educación porque las exigencias de la sociedad de la información plantean que la educación se haga cargo de la alfabetización informática para lograr satisfactoriamente el paso de la presencialidad a la virtualidad. Así el aprendizaje se flexibiliza y logra efectividad en las relaciones de los actores del proceso educativo. De esta forma las pantallas educativas son una nueva forma de libro didáctico, donde los textos pueden ser interactivos e inclusive integrar realidad virtual en la entrega de conocimientos. Esta combinación conduce a estrechar las relaciones entre docentes y estudiantes.
La intersubjetividad en la educación virtual se construye a través de la comunicación, en interacción con el otro dentro del plano educativo, lo que ocurre en el mundo de la vida cotidiana, en el caso de la trascendencia de lo presencial a lo virtual. En este sentido, agrega Muñoz (2021) la existencia de un mundo comunicativo efectivo online, donde el docente y los estudiantes se expresan para entender la nueva realidad a la cual los invita la virtualidad. En este proceso, el lenguaje resulta central, y la entrega de las emociones, mediante los emojis, son parte de la nueva forma de expresión online, ya que, es a través del lenguaje que se organiza el mundo, pues gracias con él tipificamos la realidad; es decir, aprender por medio de la relación con la nueva realidad que está rodeada del uso de medios tecnológicos conocidos por unos y desconocidos por otros, que más temprano que tarde serán parte fundamental de la comunicación mundial.
1.2 La intersubjetividad docente-estudiante
Darle continuidad al proceso educativo en tiempos de pandemia implicó el uso de medios virtuales, aunque no todos los estudiantes contaban con herramientas para conectarse a las clases de manera virtual. Gómez y Escobar (2021) describen la desigualdad en tiempos de pandemia, la deficiencia de equipos adecuados para conectarse a dichas clases, lo cual representa un desafío tanto para el docente como para el estudiante y el sistema educativo. La integración de las TIC deben ser parte de la cotidianidad como explica Muñoz (2022), ejemplifica un estudiante que maneja su teléfono celular con conexión a Internet y camina largas horas viendo televisión, sin embargo, al llegar a la sala de clases se solicita guardar el smartphone, ignorando la herramienta que es de alto impacto para la educación, que debe ser considerado un aliado, no una amenaza. Esto podrá ocurrir cuando los profesores logren visualizar los avances cognitivos de los educandos.
La afectividad en esta modalidad no permite el contacto directo entre el docente y el estudiante por lo que dependerá netamente de los recursos tecnológicos (Martínez, 2020) y de las habilidades del docente para llegar al estudiante; asimismo, desarrolla la autonomía del estudiante de manera constante. Tal como refiere Cumpa (2021), la comunicación del profesor con los estudiantes es clave para el aprendizaje y para culminar el año escolar con éxito. De esta manera, León y Cárdenas (2021) plantean que el aprendizaje en el hogar se convirtió en la nueva aula de clases y debido a la premura de este proceso en muchos de estos hogares no se contaba con los medios adecuados para convertirlo en el nuevo espacio de aprendizaje.
De allí que, en diversos hogares los estudiantes tenían que compartir los dispositivos con otros hermanos o era el equipo de trabajo de los padres, lo que interrumpió el proceso de enseñanza aprendizaje. En este contexto, Gallegos (2021) se refiere a la conectividad y la desigualdad que presenta la educación virtual, cuando las condiciones no son iguales. Para lograr mitigar los efectos que pudieran generarse de esta situación, el docente debió realizar las clases de forma online, producto de la pandemia COVID-19, “sólo un 40% de los estudiantes reciben clases online todos los días, existiendo en este aspecto una desigualdad socioeconómica relacionada con el tipo de escuela al que se asiste” (Ponce et al. 2021, p. 102) puesto que el porcentaje restante no contaban con la conectividad o herramientas digitales para las clases virtuales, estrechando el lazo docente-educando, en momentos difíciles, en esta interacción conoció el mundo de vida de sus estudiantes.
En este sentido, el contexto de confinamiento se ha puesto de manifiesto. Ponce et al. (2021) hablan sobre las brechas socioeconómicas que atraviesan el sistema educativo chileno y familiar que sitúan sistemáticamente a unos colectivos sociales. Del mismo modo, Fernández et al. (2020) sostienen que la pobreza se manifiesta en situación de mayor desventaja escolar, brechas económicas, sociales, culturales, emocionales y digitales. Así el confinamiento produjo dificultades en jóvenes solos/as, desorientados/as o angustiados/as. Producto de la pandemia COVID-19, el reaprender a convivir en la nueva realidad, ha producido condiciones que han desarrollado habilidades tremendamente dispares. Altamirano et al. (2021) deducen que el problema de la pobreza y las desigualdades afectan el desarrollo de actividades educativas con los hijos/as en condiciones socioeconómicas desfavorables.
La falta de acceso a recursos tecnológicos y la escasa competencia digital, son los principales desafíos en el profesorado. Todo esto conlleva a una polarización marcada por un elemento central, la clase social. Lloyd (2020) explica que la desigualdad de condiciones económicas que experimentan las familias, el alumnado y los centros educativos para abordar la disminución de las brechas digitales, determinan el desarrollo de la sociedad actual para el mundo del mañana. De esta manera, el confinamiento se propuso para salvaguardar la vida de los estudiantes debido al COVID-19, lo que refuerza las carencias, no solo se expresa en aspectos económico-materiales, sino también en dimensiones culturales y emocionales que incluye a los docentes y la necesidad de actualización pedagógica virtual.
Ahora bien, el mundo cotidiano determina, los desafíos que se producen en el mañana, es por eso necesario observar el presente y optimizar los recursos tales como el uso de pantallas. Tal como explica Muñoz (2022), el uso de las tecnologías es parte fundamental para el trabajo en el aula, al mismo tiempo que es importante perder el temor a lo desconocido y escuchar al estudiantado, que maneja los códigos virtuales para la comunicación, interacción, el juego, el conocimiento, la observación, los cuales son elementos relacionados con las habilidades cognitivas, en relación directa de los aprendizajes adquiridos en las aulas virtuales y presenciales, la importancia de trabajar mezclando Classroom y la presencialidad refiere a la optimización de recursos.
De lo expuesto en los párrafos anteriores y sobre la base a la revisión de la literatura, es importante resaltar el aprendizaje y la comunicación pedagógica implementando medidas para solventar la situación de baja conectividad por carencias económicas o falta de aparatos tecnológicos por parte de familias y profesorado y la resistencia de la educación virtual en tiempos de pandemia, como explican Muñoz y Valdés (2022). Teniendo en cuenta a Díaz et al. (2022) los estudiantes quedan satisfechos al cursar y aprobar un curso. La calidad de la educación se mide de acuerdo a los resultados por año. Durante el año 2021, en Chile se lograron los objetivos, independientemente de la conectividad virtual. Las tareas a distancia, el uso de redes sociales, WhatsApp, Facebook, Instagram, Classroom, correos electrónicos, entre otras aplicaciones y la entrega de tablets con chip de Internet, han dado resultados favorables para el aprendizaje.
2. Metodología
Se trata de una investigación de tipo mixto con enfoque positivista, el cual considera el conocimiento basado en la experiencia comprobada o verificada. El fenómeno de interés se estudia a partir de la medición de la asistencia y reprobación en el año 2021 en tiempos de pandemia en Chile. El objetivo general es realizar una relación entre la educación virtual desde la intersubjetividad docente – estudiante, y el análisis de los datos sobre la asistencia, aprobados y reprobados a nivel nacional en establecimientos rurales y no rurales por región. La investigación relaciona intersubjetividad como fenómeno de comunicación virtual en tiempos de pandemia y la asistencia, aprobados y reprobados. A continuación se presentan los resultados a través de representaciones gráficas y su correspondiente interpretación. Para ello se utilizó el paquete estadístico SPSS.
3. Resultados

El Gráfico 1 indica el porcentaje de asistencia por región en Chile, los resultados más bajos se localizan en la región de Aysén quién tiene los índices de abandono más grandes del país según los datos del Ministerio de Educación (2021). De esta forma es relevante el porcentaje de asistencia, la información y atención a los educandos que no asisten a clases virtuales es porque tienen problemas de conectividad. El análisis gráfico muestra la región Metropolitana con un 85 % de asistencia, un porcentaje bajo considerando que los problemas de conectividad son inferiores a las demás regiones, se debe considerar que la región concentra el mayor número de estudiantes con mayor hacinamiento en el país, lo que provoca la baja conectividad en el aula online cuando se solicita prender la cámara para quedar presente.

El Gráfico 2 indica el porcentaje de asistencia total, por aprobados y reprobados en el año 2021. En Antofagasta el promedio de asistencia de reprobados fue de 68 %, asistencia de aprobados 91 %, la región al ser la más grande del país logra un porcentaje importante de aprobación de estudiantes, comprendiendo que gran parte de las comunas pertenecen a zonas extremas con baja conectividad. En comparación a la región de Atacama, esta obtuvo resultados más bajos en reprobados (62 %), un promedio de aprobados del 89 %. En tiempo de pandemia, por ser zonas desoladas del extremo norte pertenecientes al desierto del país, la brecha de conectividad influyó en la aprobación.
La zona sur del país, en específico en la región de región de Magallanes, según la asistencia total, reprobados (81 %), reprobados (94 %). Estos números indican que la baja asistencia a clases online en tiempos de pandemia afecta directamente los resultados de aprobación, es casi imposible ser promovido de curso cuando el estudiante no puede oír, y estar al tanto del contenido del curso, por el contrario la región del Maule con porcentajes más bajos de reprobados (63 %), aprobados por asistencia del 92%, demuestra lo contrario, una mayor asistencia impacta los aprendizajes, por ende, la promoción del curso es superior.

El Gráfico 3 índica la cantidad de establecimientos rurales. Los colegios ubicados en zonas rurales pertenecen a lugares alejados de la ciudad, muchos viven en islas, cordilleranas de los andes, zonas extremas desierto o extremo sur, donde las temperaturas frías pasan -1 grado de temperatura cotidianamente. Las mismas están diferenciadas de color rojo (escuelas alejadas de la ciudad) y no rurales de color celeste por región. Valparaíso tiene un total de establecimientos escolares rurales de 144, estos son afectados dado que la conectividad es inferior por la lejanía de las antenas de Internet y carencia de banda ancha en tiempos de pandemia y no rurales de 1.329, en la región Metropolitana la cantidad de establecimientos rurales de 133 y no rurales 3.619.
En la región de Ñuble los establecimientos educativos rurales son 221, siendo una cantidad superior ya que la región en su gran mayoría se dedica al trabajo de campo y no rurales 305. La labor educativa en zonas rurales es más compleja y desigual en ámbitos de conectividad por la baja calidad del Internet. La ejecución de la enseñanza funciona más offline. Una situación similar ocurre en la región de la Araucanía con establecimientos rurales de 653 y no rurales de 679. La mayoría de la población es mapuche, etnia chilena que vive de la agricultura y ganadería, lugares alejados de la ciudad con geografía diversa que dificulta la enseñanza virtual.
El Gráfico 4 indica los porcentajes de promedios de asistencia de aprobados por región pertenecientes a rurales (de color rojo) y no rurales (de color celeste). En la región del Biobío el promedio de asistencia de aprobados en zonas rurales es de 93 % y no rurales del 91%. En la región de Coquimbo el promedio aprobados de asistencia de rurales es de 95 % y no rurales del 90%. De esta forma la asistencia educativa es fundamental para adquirir los conocimientos necesarios para ser promovidos de nivel educativo, plantear la educación virtual como continuidad y parte de la enseñanza presencial con tareas a través de plataformas educativas online u offline es parte de las nuevas metodologías didácticas de la educación.
4. Discusión
El desarrollo de las clases en tiempos de pandemia, no afectó directamente a la asistencia y aprobación de aprendizajes en el año 2021, considerando que no todos los estudiantes pudieron tener conexión, lo cual provocó la baja comunicación pedagógica entre docente y estudiantes. El acceso a la educación se brindó de distintas formas, muchos estudiantes fueron a buscar guías impresas a los establecimientos educativos, otros estudiantes lograron comunicación con los profesores mediante plataformas virtuales no formales, tales como las redes sociales y a finalizar el año 2021 algunos educandos pudieron asistir a clases entre los meses de octubre a diciembre, dirigidas a estudiantes que no tenían conectividad de Internet, logrando adquirir los conocimientos necesarios para aprobar el año escolar.
Los porcentajes de asistencia de reprobados en el Chile, en la mayoría de las regiones varía entre el 84 % y el 94 %, siendo la región de Aysén la que obtuvo el porcentaje más bajo, sin embargo, la asistencia de los estudiantes reprobados varía en el país, con 59 % como el porcentaje más bajo. En comparación al resto de las regiones, las zonas extremas del país, en su mayoría con geografía diversa, donde la conexión de Internet es difícil, conlleva en ocasiones a la intersubjetividad de los aprendizajes. En la región de Magallanes, la asistencia de reprobados fue del 81 %, reprobados del 94 % y la asistencia total fue del 94 %. En comparación, Tarapacá obtuvo resultados más bajos en reprobados (59%), el promedio de aprobados un 89 % y el total 87 %. La región Metropolitana, la asistencia de reprobados obtuvo un 59 %, lo cual indica que los estudiantes que repiten el curso, es producto de la baja asistencia a clases que causa la disminución de los aprendizajes esperados, el promedio de asistencia por aprobados fue del 85 % y la asistencia promedio total fue de 83 %.
A los establecimientos rurales en Chile se les reconoce por estar ubicados en zonas extremas, en su mayoría son escuelas multigrado, esto implica que coexisten muchos niveles académicos en un aula dirigidos por un docente, son importantes puesto que de esta forma llega la educación a todas las regiones independiente de las dificultades geográficas. Considerando que el país es largo, angosto y de difícil acceso, las diferentes localidades en la región de los Ríos, la cantidad de establecimientos rurales es de 312 con un porcentaje en promedio de asistencia de rurales 94 %, la misma cantidad de establecimientos presenta la región de Coquimbo, en cuanto a establecimientos rurales la cantidad es de 312 con el promedio de asistencia de rurales 95 %.
Por consiguiente, la región de Los lagos contempla la mayor cantidad a nivel país de establecimientos rurales, 561, con un promedio de asistencia de rurales del 90 % y la región del Biobío presenta la cantidad de 315, con el promedio de asistencia de rurales del 93 %. En comparación, la región que más alberga establecimientos es la región metropolitana, con 3.619 establecimientos urbanos y con un promedio de asistencia del 86 %, donde se busca la equidad educativa, que la intersubjetividad de los aprendizajes se logre y la educación virtual juega un rol fundamental.
De modo que, el reto en educación en tiempos de pandemia, fue la de lograr el aprendizaje, a pesar de las dificultades. La intersubjetividad de los aprendizajes en la educación virtual es un desafío a superar cuando no existe la conectividad la cual crea brechas educacionales. El desarrollo de las clases a distancia es fundamental cuando los estudiantes no pueden asistir, se considera que fue significativo y representó un desafío. La normalización de la enseñanza ha sido un logro en Chile, puesto que se ejecutaron clases a distancia, en momentos complejos socialmente, sin las herramientas tecnológicas necesarias o suficientes y considerando la salud como prioridad. Además, con expectativas considerables y tomando en cuenta el avance tecnológico en estudiantes y profesores, las problemáticas individuales de los educandos, tales como las emocionales, sociales y económicas, las cuales marcaron el desarrollo de las comunidades educativas como espacios de redes de apoyo.
En este orden de ideas, el docente se siente identificado con el mundo de vida de los estudiantes, comprendiendo su realidad social, ya que se acerca al conocimiento desde la perspectiva fenomenológica: el reconocimiento del mundo de la vida cotidiana como lugar de la intersubjetividad y del vínculo social. Es intersubjetivo porque vivimos en él como hombres, entre otros hombres, ligados a ellos por influencias y trabajos comunes, comprendiendo a otros y siendo un objeto de comprensión para otros.
En tanto que el docente puede comprender perfectamente el modo de vida de los estudiantes, las dificultades sociales y académicas, las carencias de tecnologías, tal cual ocurre cuando las clases son presenciales y los estudiantes no llegan al aula con los materiales para la clase, es justo en ese momento cuando la comunicación toma un rol fundamental en la intersubjetividad de los aprendizajes, lo que le permite al docente ayudar al estudiante y guiarlo en la adquisición del conocimiento.
Conclusiones
Las formas de enseñanza se han modificado desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Los niveles de asistencia y reprobación muestran que en las clases a distancia y con mayor flexibilidad se pueden lograr los desafíos del aprendizaje, sobre todo en casos de estudiantes que por algún motivo, ya sea enfermedad u otro obstáculo cotidiano no puedan asistir a clases presenciales, es posible educarse a distancia. Los docentes tienen desafíos pendientes en cuanto a la resistencia para desarrollar nuevas actividades mediante el uso de plataformas y de aplicaciones con conexión a Internet que permiten la interacción online entre el profesorado y el alumnado, considerando la actualización de conocimientos para el manejo eficiente de herramientas tales como los dispositivos, redes sociales, entre otros, que son de alto impacto para la educación.
Finalmente, en el contexto de pandemia, esta interrelación docente-estudiante ha permitido estrechar vínculos afectivos y educativos entre ambos actores, ya que la virtualidad ha permitido el paso de la educación presencial a la educación por medio de dispositivos, en esta, si es de manera asincrónica, es como si no existiera el tiempo, todo está disponible siempre, desde cualquier lugar y distancia, pero al alcance inmediato de un "clic". Al internalizar esta lógica virtual como lógica de pensamiento y trasladar al ámbito educativo, en cuanto procesos psico-afectivos y aprendizajes, suele aparecer mucha frustración, ya que muchas veces no se puede/no se sabe esperar respuestas lentas y se enfrentan dificultades para tolerar un proceso que implica tiempos reales.
Es de hacer notar que no todos los docentes son capaces de adentrarse en el mundo del otro, un docente con vocación y profundos valores sociales es capaz de entrar en la intimidad familiar de sus estudiantes para asegurar el bienestar del educando y formarlo como un ser íntegro. De allí que durante los años 2020 y 2021 la enseñanza se realizó a distancia. La asistencia virtual afecta, positiva o negativamente, la promoción escolar, la asistencia online y offline. Es igual de importante cuando el contenido es entregado de forma eficaz y eficiente a los estudiantes ya que pueden obtener los aprendizajes de las clases sincrónicas y asincrónicas por plataformas electrónicas como Classroom. Este tipo de educación merece la capacitación y actualización de conocimientos en el profesorado.
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Notas de autor