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El vacío pragmático de la voz pasiva en español. Una propuesta teórica
The pragmatic gap in Spanish passive voice. A theoretical proposal
marcoELE. Revista de Didáctica Español Lengua Extranjera, núm. 34, 2022
MarcoELE

ARTÍCULOS

https://marcoele.com/edicion/acceso-abierto/

Recepción: 27 Diciembre 2021

Aprobación: 14 Enero 2022

Resumen: En español existen dos construcciones que responden a la categoría de la voz pasiva: las comúnmente llamadas pasiva con ser y pasiva con se. Coherentemente, estas son las construcciones que se enseñan en las clases de Español como Lengua Extranjera. Sin embargo, hay un fenómeno que no pasa desapercibido para los gramáticos: la voz pasiva con ser es de uso limitado en el español coloquial. Por otro lado, no es raro encontrar en el ámbito de ELE construcciones como Fui robado el móvil. Surgen numerosos problemas teóricos y didácticos del estudio de la voz pasiva en español y su uso por parte de hablantes no nativos. En primer lugar, para constituirse como un usuario competente del español, a un hablante no nativo se le sugiere evitar construcciones como Fui robado por ser esta una estructura en desuso; asimismo, la pasiva pronominal en muchos casos no es una opción por limitarse a la 3. persona. Ante esta problemática, nos preguntamos: ¿existe alguna estrategia sintáctica que responda a la intención comunicativa de la pasiva que llene ese vacío pragmático y que pueda ser enseñada junto con la voz pasiva en ELE? En el marco teórico del Enfoque Cognitivo Prototípico, proponemos la siguiente hipótesis: existen dos estrategias sintácticas que podrían llenar ese vacío pragmático: (a) la impersonalización de la cláusula y (b) la anteposición del objeto directo o dislocación a izquierda del objeto.

Palabras clave: ELE, enfoque cognitivo-prototípico, voz pasiva, construcción impersonal, objeto directo antepuesto.

Abstract: In Spanish there are two constructions related to the category of the passive voice: the commonly called passive periphrastic and passive pronominal. Consistently, these are the constructions that are taught in Spanish as a Foreign language (ELE, by its acronym in Spanish). However, there is a phenomenon that does not go unnoticed by grammarians: the periphrastic passive voice is of limited use in colloquial Spanish. On the other hand, it is not uncommon to find constructions such as Fui robado el móvil. Numerous theoretical and didactic problems arise from the study of the passive voice in Spanish and its use by non-native speakers. Firstly, in order to become a competent user of Spanish, a non-native speaker is suggested to avoid constructions such as Fui robado because this is a disused structure; additionally, the pronominal passive strategy is often discarded due to its restriction to the 3rd person. In light of this problem, we raise the question of whether there is a syntactic strategy that responds to the communicative intention of the passive construction that fills that pragmatic gap and can be taught together with the passive voice in ELE. Within the theoretical framework of the Prototypical Cognitive Approach, we propose the following hypothesis: there are two syntactic strategies that could fill this pragmatic gap: (a) the impersonalization of the clause and (b) the topic-fronting of the direct object or left dislocation.

Keywords: ELE, prototypical cognitive approach, passive voice, impersonal construction, topic-fronting of the direct object.

1. INTRODUCCIÓN

En español, dos construcciones responden indiscutiblemente a la categoría de la voz pasiva: las comúnmente llamadas pasiva perifrástica (pasiva con ser y participio concordado) y pasiva refleja (pasiva con se) (Borzi, 2003; NGLE, 2009). Coherentemente, estas son las construcciones que se enseñan en Español como Lengua Segunda y Extranjera (en adelante, ELE). El problema aparece en la práctica, puesto que en el habla cotidiana la voz pasiva con ser no es tan frecuentemente utilizada (Gili Gaya, 1943; RAE, 1973; Fernández Ramírez, 1986; Montes, 2002; Zhou Lian, 2015). Por otro lado, la voz pasiva con se no es muy frecuente en 1. y 2. persona (Fernández Ramírez, 1986) y, además, no suele ir acompañada de un complemento agente. Eso deja un vacío pragmático[1]: si el alumno desea construir una oración que tome como punto de partida al actante Paciente y, al mismo tiempo, incluya al actante Agente (Muchos libros fueron comprados por los profesores), debe utilizar una construcción de uso poco habitual en el habla cotidiana; si, por el contrario, utiliza la pasiva con se, no puede incluir al Agente de la acción en su oración (Se compraron muchos libros *por los profesores) o construir oraciones cuyo Paciente esté en 1. o 2. persona (*Me invité yo por la Universidad). Los aprendientes de español, por tanto, no disponen de una herramienta de uso cotidiano que les permita conceptualizar dichos eventos.

En el marco del Enfoque Cognitivo Prototípico (en adelante, ECP) planteamos la siguiente pregunta inicial de investigación: ¿existe alguna estrategia sintáctica que responda en algún aspecto a la intención comunicativa de la pasiva que llene ese vacío pragmático y que pueda ser enseñada junto con la voz pasiva en ELE?

Para responder a esta pregunta, es conveniente evitar caer en la creencia de que la producción científica es una línea de montaje en la que cada fase se organiza en orden cronológico con respecto a las otras y en donde cada una está provista de una técnica cuya utilización valida los resultados automáticamente y para todos los casos. En otras palabras, evitar caer en el rigorismo tecnológico, según Bourdieu, Chamboredon & Passeron (2002 [1975]). El rigorismo tecnológico se manifiesta también en ELE, ya que esta disciplina tiende a tomar el conocimiento gramatical tal y como este surge de una práctica gramatical puramente teórica sobre la lengua española, sin ninguna relación con ELE. (Gutiérrez Böhmer, 2019).

Siguiendo esta línea de trabajo, diversos trabajos en torno a la problemática de la voz pasiva en ELE han realizado un recorte teórico con foco en las construcciones pasivas con ser y con se: López Fernández (1998), Pérez Moreno (1999), De Lourdes Gay (2014), Zhou Lian (2015), Yoon-Seon (2020), Rodríguez Santana (2020) y Lin (2021) entre otros. Ilustraremos a continuación aquello que entendemos como rigorismo tecnológico, la línea de montaje, en ELE.

La línea de montaje se organizaría en las siguientes cinco fases: (1) Observación, (2) Pregunta / Investigación, (3) Hipótesis, (4) Experimentación y (5) Conclusión.

Fase 1. Observación. Como punto de partida necesario, el profesional ELE observa dificultades en la competencia (gramatical en el caso de estudios sobre la pasiva) de los aprendientes de español. El profesional podría enfocarse, por caso, en los errores que sus estudiantes de español cometen en el uso de la pasiva.

Fase 2. Pregunta / Investigación. El profesional ELE se pregunta por esta dificultad y realiza una investigación de fondo. Indaga, luego, sobre cuáles son las causas detrás de los errores en que los estudiantes incurren cuando utilizan la pasiva. Para ello, realiza un estudio de fondo sobre este tipo de construcciones con especial atención hacia trabajos teóricos previamente realizados por fuera del contexto de enseñanza ELE. Estos estudios suelen versar sobre pasivas con ser y con se.

Fase 3. Hipótesis. La investigación permite proponer hipótesis que sirven como base de la fase de experimentación. Un análisis constrastivo detallado podría señalar, por ejemplo, al proceso de language transfer o transferencia lingüística[2] como la principal causa de los errores: las características lingüísticas de la L1 del estudiante interferirán en la utilización de construcciones análogas en la L2.

Fase 4. Experimentación. La experimentación, consecuentemente, estará enfocada en el análisis de errores en la utilización de las construcciones pasivas. Dado el nivel de dificultad de las construcciones pasivas, la muestra, posiblemente, se conforme con informantes de nivel B2 o superior.

Fase 5. Conclusión. En la fase de experimentación se recolectan los posibles errores que suelen cometer los estudiantes al construir oraciones pasivas en español y se proponen diferentes ejercicios o una secuencia didáctica con el objetivo de mejorar su desempeño.

Dado este ejemplo hipotético, ¿dónde comienza, pues, el problema del rigorismo tecnológico? Comienza con la fase Pregunta/Investigación, momento en el que la bibliografía teórica consultada termina dictando cuáles son las construcciones que caerán dentro de la categoría de voz pasiva, construcciones que, no obstante, los gramáticos seleccionan, describen y comparan en función de sus propios objetivos teóricos, no pedagógicos. Los estudios citados describirán y compararán construcciones pasivas con ser y con se (a veces se incluirán también las construcciones de estar . participio en este grupo[3]). En consecuencia, el profesional ELE, se enfocará en estas construcciones. De entre los trabajos en torno a la problemática de la voz pasiva en ELE mencionados previamente, algunos han establecido relaciones con otras posibles construcciones similares a las pasivas, particularmente con construcciones impersonales. Sin embargo, estas construcciones no cubren la totalidad de las estrategias pragmático-sintácticas vacantes o bien la relación entre ellas y las construcciones propiamente pasivas no es desarrollada con profundidad. Como el foco ha quedado previamente definido en el Estado de la Cuestión, en el momento de formular la hipótesis, el investigador ya está condicionado por el recorte teórico de la fase previa y esto se arrastra a las fases posteriores.

Vale aclarar: No ignoramos la importancia de la transferencia lingüística en la realización de errores, puesto que «there is ample research evidence that it does play an important role in shaping learners’ interlanguage systems» (Tarone, 2006). Nuestra propuesta señala, complementariamente, hacia la instrucción incompleta de las estrategias sintácticas que respondan a una determinada intención comunicativa, como lo es la de tomar al Paciente como punto de partida, pivote o anclaje, ya sea para topicalizarlo o para ponerlo en foco[4]; esto es, que las dificultades de los aprendientes de español están también motivadas por la transferencia de la enseñanza .Transfer-of-training [Selinker, 1972]). Según Tarone “[l]a transferencia de la enseñanza ocurre cuando el aprendiente de una lengua segunda aplica reglas que han sido enseñadas por el instructor o por los libros de texto” (2006: 749). Según la autora,

[s]ometimes this learning is successful; that is, the resulting interlanguage rule is indistinguishable from the target language rule. But sometimes errors result. These have also been called ‘induced errors’.

Lo que sostenemos aquí, adicionalmente, es que la transferencia de la enseñanza negativa, aquella que resulta en errores, puede ser ocasionada no solo por reglas que se distinguen de la lengua meta, sino también por vacíos pragmáticos como el que describimos en este trabajo.

Tomemos, a modo de ejemplo, algunos de los errores cometidos por los informantes en el trabajo de Zhou Lian (2015). Agregamos que sus informantes, con chino como L1, son casi todos licenciados en Filología Hispánica y han acreditado un nivel B2 o mayor[5]. A pesar de ello, los informantes cometen algunos errores como los siguientes:

Error 2[6]. «Construir pasivas reflejas con complemento agente particular (*Nuestra casa se construyó por un famoso arquitecto mexicano)» (Zhou Lian, 2015: 285).

Ya se ha mencionado que la pasiva perifrástica tiene baja frecuencia de uso y que en la pasiva pronominal no es habitual el complemento agente, entonces ¿qué estrategia gramatical debería haber usado el informante? Las preguntas que nos planteamos aquí son dos: (a) ¿cuál es la intención comunicativa que perseguía el hablante en este enunciado? y (b) ¿cuál sería la construcción sintáctica más adecuada o exitosa para expresarla? Lo que nos lleva a la cuestión fundamental: en casos como estos, ¿se pone a disposición de los alumnos la estrategia sintáctica esperada durante su período de formación? Cuando el hablante construye la oración (*Nuestra casa se construyó por un famoso arquitecto mexicano) está buscando al mismo tiempo ubicar al Paciente como anclaje de la oración y relegar al Agente a la tercera posición, frecuentemente utilizada para agregar información remática. Desde nuestro punto de vista, la construcción que cumple ambas funciones es una de dislocación a izquierda del objeto (Nuestra casa la construyó un famoso arquitecto mexicano). El error 8 a continuación muestra una situación diferente:

Error 8. «Construir la pasiva perifrástica con el objeto indirecto o el complemento de lugar como sujeto (*Fui robado mil yuanes / *mi casa fue robada)» (Zhou Lian, 2015: 286).

En este caso, esperaríamos una construcción impersonal del tipo “me robaron mil yuanes” o “me entraron en la casa”. Como docentes ELE, ¿establecemos claramente la función pragmática de esta construcción en contraste con la pasiva perifrástica? ¿O hacemos foco en la construcción pasiva perifrástica y presentamos la impersonal como una alternativa poco definida? O, incluso, no establecemos ninguna relación entre ambas construcciones. Veamos los próximos dos errores:

Error 9. «Utilizar la pasiva perifrástica, en lugar de la tercera persona del plural u otras formas activas, para expresar el sufrimiento experimentado por el paciente (?Fui mordido por un mosquito / *Fui robado mil yuanes)» (Zhou Lian, 2015: 286).

Error 10. Construir oraciones pasivas perifrásticas con el complemento agente de primera o segunda persona para expresar una sorpresa o la realización de una tarea difícil en lugar de emplear recursos léxicos, el orden de las palabras o focos prosódicos (?Este libro ha sido finalmente encontrado por mí) (Zhou Lian, 2015: 286).

Las mismas construcciones mencionadas para los errores 2 y 8 serían esperadas en estos dos últimos casos: Me picó un mosquito, Me robaron mil yuanes y Este libro finalmente lo he encontrado yo.

Nuestra propuesta[7] tiene como objetivo llenar ese vacío pragmático a partir del conocimiento y la reflexión metalingüística sobre un conjunto de estrategias sintácticas realmente utilizadas en el habla cotidiana que tienen objetivos comunicativos similares a la pasiva perifrástica como sucede, por ejemplo, con la anteposición del Paciente en las construcciones de dislocación a izquierda del objeto directo (posición preverbal) y sujeto posverbal (A mi hermana la invitó la Universidad) o con la desagentivización en las impersonales como Me invitaron a una conferencia.

2. EL ENFOQUE COGNITIVO-PROTOTÍPICO

El ECP puede considerarse como una de las teorías lingüísticas más comprehensivas de la lengua en uso, en tanto su objetivo es estudiar e interrelacionar tres aspectos fundamentales del lenguaje: como sistema social, como sistema individual y como actividad individual (Cuenca, 2003: 2). Algunos de sus principios básicos, que enunciamos a continuación, dan cuenta de esta triple concepción.

En primer lugar, el ECP postula que el lenguaje no es una facultad autónoma e independiente como propone, entre otras corrientes lingüísticas, la Gramática Generativa, sino que es una parte integrante de la matriz psicológica del ser humano, de modo que toda explicación lingüística debe articularse con el conocimiento de los procesos cognitivos en general. En otras palabras, la manera en que se organiza y se accede al conocimiento de carácter lingüístico no difiere sustancialmente de la manera en que la mente organiza y accede a cualquier otro tipo de conocimiento, de forma que las capacidades cognitivas de las que hacemos uso al hablar o al comprender lo que oímos no se diferencian significativamente de las que empleamos durante la realización de otras tareas cognitivas, como la percepción visual, el razonamiento o la actividad motora (Croft & Cruse, 2004). La lengua es concebida como sistema individual cognitivo que tiene sus bases en la experiencia corporal y sociocultural de los seres humanos.

En la línea de Langacker (2008), sostenemos que la gramática es la combinación sucesiva de estructuras simbólicas que forman progresivamente expresiones. No puede, por lo tanto, ser adecuadamente entendida sin considerar el polo semántico de esas estructuras simbólicas. El significado es un fenómeno mental que puede ser descripto en relación con los procesos cognitivos. Si las estructuras semánticas son conceptualizaciones confeccionadas por las especificaciones de las convenciones lingüísticas, el análisis semántico requiere una caracterización explícita de la estructura conceptual; el significado de una expresión lingüística envuelve no sólo el contenido conceptual que evoca sino también el modo en que se ha construido. El mecanismo cognitivo que nos interesa particularmente en este trabajo es la focalización, mecanismo cognitivo que permite destacar una figura contra un fondo, es decir, establecer una relación entre el marco de la predicación y lo que está en foco. La figura es el foco de atención dentro de un predicado de la misma manera que un objeto puede ser el foco de atención visual o un ruido el foco de atención auditiva. En cada estrategia gramatical, hay un aspecto que se focaliza desde lo pragmático-semántico y que se manifiesta en la sintaxis, por ejemplo, en el orden de palabras, en la utilización de determinados adverbios llamados, muchas veces, focalizadores o en el uso de determinado conector.

El conocimiento del lenguaje surge de su propio uso; las categorías y estructuras semánticas, sintácticas, morfológicas y fonológicas se construyen haciendo uso del conocimiento que tenemos de enunciados concretos que se emplean en circunstancias concretas. En consecuencia, la gramática es emergente, es decir, es el resultado de rutinas discursivas exitosas (Hopper, 1998). Las formas gramaticales no están fijadas y emergen en la interacción de manera tal que reflejan las experiencias previas que el hablante posee de esas formas y su evaluación del contexto presente, evaluación que incluye al interlocutor, cuya experiencia y evaluación suelen ser diferentes. Esas repeticiones se reconocen como gramaticales cuando un número suficiente de ellas puede ser identificado como parte de un subsistema. La gramática de una lengua consiste, no en un sistema único y delimitado, sino en una colección, siempre abierta, de formas que se reestructuran y resemantizan durante el uso.

El hablante busca comunicarse de manera exitosa, lo cual está siempre en la base de la selección de formas. Todo uso es significativo y es el resultado de una elección, por lo que entendemos que la elección de cada forma está motivada por la intención comunicativa del hablante. Por ende, cada estructura sintáctica es estudiada en relación con su significado en el discurso y en la situación comunicativa en la que es producida. De ahí la importancia del conocimiento y la reflexión metalingüística por parte de los estudiantes de ELE cuando aprenden una nueva estrategia sintáctica. Saber cuál es el objetivo comunicativo de una construcción gramatical le permitiría utilizarla exitosamente en su discurso. Es por eso que nuestra propuesta tiene como fin presentar y establecer relaciones entre diferentes estrategias que manifiestan sintáctica y morfológicamente intenciones comunicativas que, en otras lenguas, pueden expresarse en la voz pasiva y cuál es el contexto discursivo apropiado en español para utilizar una pasiva perifrástica.

El ECP contempla la interrelación de todos los niveles del análisis lingüístico: pragmático, semántico, sintáctico, morfológico y fonético-fonológico. Los fenómenos pragmático-semánticos, vinculados estrechamente a los fenómenos prosódicos y fonéticos, tienen su correlato en la sintaxis y en la morfología; en otras palabras, la Sintaxis y la Morfología están motivadas por factores pragmáticos y semánticos.

Como Saussure, el ECP considera que la lengua es un principio de clasificación, pero las categorías que surgen de esa clasificación no son discretas sino que se organizan a partir de una combinatoria de atributos y sus miembros manifiestan distintos grados de prototipicidad (Rosch, 1978). Esto implica que los límites categoriales son borrosos y difusos. Las categorías tienen una estructura interna prototípica (miembros centrales y miembros periféricos). La pertenencia de un individuo a una categoría se establece en relación con su grado de similitud con el prototipo correspondiente; la pertenencia se realiza de forma global, o sea, los ejemplares son agrupados de acuerdo a su similitud global, pero cada uno conserva sus características particulares. Esto tiene su correlato en la gramática puesto que, si bien cada construcción sintáctica tiene sus propias características, hay situaciones en las que estas diferencias se difuminan parcialmente o en las que comparten algunas características que las acercan, lo que permite construir un sistema de relaciones entre diferentes construcciones sintácticas que comparten algunos atributos. Una propuesta que tuviera esto en consideración, permitiría que los estudiantes de ELE adquirieran herramientas para elegir la mejor estrategia gramatical en cada situación discursiva.

3. LA VOZ PASIVA EN ESPAÑOL Y CONSTRUCCIONES AFINES

Si, como sostiene la gramática emergente, hay «un orden de influencias según el cual el enfoque o punto de vista condiciona la distribución de la información, los roles semánticos (definidos en términos semánticos-cognitivos) y determina el acento primario oracional motivando las funciones sintácticas y la posición» (Borzi, 2005: 10), la voz pasiva tendrá sus propias características gramaticales, pero compartirá algunos aspectos con otras construcciones gramaticales. Por ejemplo, colocar al actante Paciente en posición 1 o antepuesto al verbo responde a la intención comunicativa del hablante de tomar como anclaje ese Paciente y en ese aspecto «las pasivas entran en competencia con las dislocaciones a izquierda de objeto» Belloro (2020: 114). Además, como, desde el ECP, se reconocen zonas más y menos prototípicas, tendremos pasivas que se encuentren en el centro de la categoría mientras otras se encontrarán en zonas menos prototípicas donde los límites con otras construcciones gramaticales sean más difusos.

A continuación, a partir de una breve caracterización de la cláusula transitiva activa, presentamos las características pragmáticas, semánticas, sintácticas, morfológicas y fonológicas de la voz pasiva y de otras construcciones como las impersonales y las dislocaciones a izquierda del objeto dado que comparten, en mayor o menor medida, algún aspecto pragmático de la pasiva.

3.1. VOZ PASIVA VS. VOZ ACTIVA

Puede definirse la voz como un fenómeno que indica la relación gramatical que se establece entre los participantes Agente y Paciente de una cláusula. En español, se reconocen tres voces: activa, pasiva y media (NGLE, 2009). En este momento, nos centraremos en la voz pasiva entendida como una construcción diferente pragmática y semánticamente de la voz activa, lo que se manifiesta en las diferencias sintácticas, morfológicas y fonético-fonológicas.

La construcción activa es la preferida de los hablantes (Hopper & Thompson, 1980) y, dentro de ella, la cláusula transitiva prototípica (CTP), alrededor de la cual se organiza el sistema de los esquemas verbales (Borzi, 2008)[8]. Brevemente, podemos caracterizarla como aquella cláusula que muestra el desplazamiento de energía desde un actante Agente y el cambio que esa energía provoca en el actante Paciente en el que recae (El bombero apagó el fuego). El actante Agente prototípico (cuyos atributos principales son +humano, +voluntad, +iniciador de la energía) es tópico y conocido, mientras que el Paciente prototípico (cuyos atributos son +objeto físico y concreto, +destino de energía, +cambio) se encuentra en foco y presenta información nueva.

Desde el punto de vista sintáctico, el orden más frecuente en español es Sujeto Verbo Objeto (SVO)[9]. El sujeto manifiesta al Agente, preferentemente humano, que realiza la acción verbal y el Objeto Directo (OD) revela al Paciente, prototípicamente inanimado, que sufre un cambio. El Agente es el iniciador de la energía que se traslada y recae sobre el Paciente. Desde el punto de vista morfológico: el sujeto en posición preverbal está en caso nominativo (puede ser reemplazado por el pronombre personal nominativo él o ella y sus respectivos plurales) y concuerda en número y persona con el verbo en tanto el objeto directo, en posición posverbal, está en acusativo (puede ser reemplazado por el pronombre personal acusativo lo o la y sus respectivos plurales)[10] y recibe, generalmente, el acento primario oracional (El bombero apagó el FUEGO).

A diferencia de la voz activa, en la voz pasiva el sujeto sintáctico es un actante Paciente mientras que el Agente se encuentra en posición posverbal (como complemento agente encabezado, predominantemente, por la preposición por) o ni siquiera aparece. En español, pueden distinguirse dos construcciones pasivas con características diferentes: las construcciones pasivas perifrásticas con frase verbal de ser y participio concordado (CPser) (El fuego fue apagado por los bomberos) y las construcciones pasivas con se (CPse) (Se apagó el fuego con dificultad).

En la CPser la intención comunicativa del hablante es poner el acento en el proceso, en el cambio que sufre el sujeto Paciente, lo que se manifiesta en el orden sintáctico Sujeto Verbo Complemento Agente (SVCAg) y en el orden morfológico reflejado en la concordancia en persona y número del verbo auxiliar con el núcleo del sujeto (En nuestro ejemplo, fue flexiona en 3. persona del singular para establecer concordancia con El fuego) y en la concordancia en género y número del participio con el núcleo del sujeto (apagado, participio masculino singular, establece concordancia con El fuego). Colocar el Paciente en primera posición implica, muchas veces, topicalizarlo, entendiendo la topicalización como la estrategia que coloca en primera posición al actante que funciona como foco de interés y da la perspectiva de la emisión (Borzi, 2004). En palabras de Miñones y Sánchez (2000), la CPser se caracteriza por reflejar la tematización del Paciente dada por ser una entidad conocida en el discurso y por su persistencia a la derecha de la cláusula[11]. Por otro lado, la realineación del Paciente con la función de sujeto tiene el resultado de que lo que queda en el margen derecho de la cláusula es la frase verbal, una consecuencia deseada si lo que se quiere focalizar es, justamente, el evento (Belloro, 2020). En cuanto al Agente, sufre un proceso de desfocalización o difuminación que no es total porque puede aparecer como complemento agente o ser fácilmente recuperado, ya sea porque ha sido mencionado en el discurso previo, ya sea porque es conocido por el enunciador y el enunciatario (Shibatani, 1985; Lazard, 1995; Borzi, 2004; entre otros).

(1) Un hombre amenazó a otro con difundir imágenes íntimas y fue condenado por extorsión.Fue dispuesto por el juez Nicolás Falkenberg en el marco de una investigación realizada por el fiscal Marcelo Nessier. El autor de los ilícitos es oriundo de Paraná, tiene 26 años, fue detenido el miércoles de esta semana y hoy ya se le impuso la pena[12].

En el ejemplo (1), encontramos tres CPser: (a) (Un hombre) fue condenado por extorsión; (b) (Esto) fue dispuesto por el juez Nicolás Falkenber y (c) el autor de los ilícitos fue detenido el miércoles de esta semana. Consideremos las dos estrategias pragmáticas de la voz pasiva: (a) la anteposición del Paciente al verbo para tomarlo como punto de partida de la emisión y (b) la desfocalización o difuminación del agente.

En los tres casos, el sujeto sintáctico, que se encuentra en posición preverbal, conceptualiza a un Paciente conocido y temático. El párrafo comienza con “un hombre”, designado que es retomado varias veces en el discurso y mantiene la cadena tópica: reaparece en la desinencia verbal de amenazó y fue condenado y en un nominal que funciona como sinónimo el autor de los ilícitos que reaparece en los verbos es, tiene y fue detenido y es ese designado el que conceptualizan como Paciente las perífrasis pasivas (a) fue condenado y (c) fue detenido y que funciona como sujeto sintáctico en posición 1. En la oración (b) el sujeto sintáctico desinencial retomaría toda la cláusula anterior (un hombre fue condenado por extorsión). Si repusiéramos un pronombre demostrativo, Esto fue dispuesto por el juez…, podemos advertir que el sujeto sintáctico está en primera posición, designa un actante Paciente, retoma información conocida y funciona como pivote de la oración. Como se desprende del análisis realizado más arriba, el verbo auxiliar concuerda en número y persona con este sujeto y el participio, en género y número. Solo en el ejemplo (1b) aparece un complemento Agente (por el juez Nicolás Falkeberg). En conclusión, la estrategia de anteposición del Paciente resulta exitosa en los ejemplos bajo estudio.

En lo que se refiere a la estrategia de difuminación del Agente, en (1a) y (1c) la intención está presente, puesto que al enunciador no le interesa conceptualizar específicamente a un Agente porque se sobreentiende y no es importante en el contexto discursivo. Es de conocimiento general que una persona es condenada por un juez y detenida por agentes policiales. Sin embargo, en (1b) el Agente no solo está conceptualizado sino que el complemento agente aparece en posición posverbal y agrega información nueva y remática en la línea de Belloro (2020), que sostiene que la pasiva perifrástica deja libre la posición posverbal para agregar información nueva y focalizada.

En lo que concierne a la CPse, se caracteriza, desde el punto de vista sintáctico-morfológico, por ser una construcción pronominal con se y verbo en 3. persona que concuerda en número con el núcleo del sujeto. Es una construcción presentativa que pospone la aparición del Paciente, muchas veces con la intención de ponerlo en foco, lo que se manifiesta en el hecho que suele recibir el acento principal; no describe el cambio en el Paciente como la CPser, sino el resultado; y busca destacar una figura contra un fondo. El hablante elige la CPse cuando quiere presentar como nuevo e importante un actante Paciente (Borzi, 2006; Barbeito & Miñones, 2003). Esto se manifiesta en la sintaxis en la posición posverbal del sujeto paciente que es nuevo en el discurso, pero que, sin embargo, organiza el mensaje. En este caso, la desagentivización es casi total porque el Agente no suele aparecer y, cuando lo hace, su conceptualización es más cercana a una causa o un instrumento que a un Agente prototípico, lo que se manifiesta sintácticamente con un sintagma preposicional introducido por con . de.Se quemaron las flores con el sol).

(2) Si es una oportunidad, lo será para todos: oportunidad para discernir entre lo trascendente y lo transitorio, volver a lo realmente importante, reordenar nuestra escala de valores, reencontrarnos con nosotros mismos y utilizarla en la formación de nuestros propios hijos. De esta manera permitiremos que ellos aprendan, desarrollen y mejoren sus capacidades para enfrentar las futuras crisis que el mundo de los adultos sin duda continuará generando.

Se nos presentan dos caminos por lo tanto debemos elegir. Esta es la libertad que nunca perdemos, nada ni nadie nos puede quitar la libertad de elegir qué actitud tomar frente a las crisis. De esta decisión dependerá primero cómo seremos nosotros y después cómo serán nuestros hijos.

En (2) se encuentra una CPse (en cursiva en el fragmento superior). Puede observarse que el sujeto está en posición posverbal que concuerda en número y persona con el verbo: dos caminos concuerda en número y persona con el verbo presentan. En la cláusula, el sujeto conceptualiza un actante Paciente, pero no hay ningún designado que manifieste un Agente; la difuminación del Agente es total, dado que tampoco puede ser recuperado por el contexto. ¿Quién o quiénes serían los agentes que presentan dos caminos? Desde el punto de vista pragmático, se recorta una figura contra un fondo: los dos caminos. No tenemos una transición de energía, sino el resultado, su presentación como información nueva y focalizada.

Para resumir, podemos decir que en una cláusula transitiva activa (CTP) el hablante pone el acento en la transferencia de energía del Agente hacia el Paciente, en la CPser lo importante es el desarrollo del cambio del Paciente, el proceso, en tanto en la CPse el acento está en el resultado.

3.2. ANTEPOSICIÓN DEL PACIENTE COMO ANCLAJE DE LA PREDICACIÓN Y DESAGENTIVIZACIÓN: ESTRATEGIAS PRAGMÁTICAS Y SUS DIFERENTES MANIFESTACIONES SINTÁCTICAS

En este apartado, veremos dos características de las cláusulas pasivas que también se encuentran en otras construcciones sintácticas con las que pueden entrar en competencia, pero que todas juntas forman un conjunto de estrategias muy útiles para los estudiantes de ELE en el transcurso de una conversación cotidianas: (a) la anteposición del Paciente como anclaje de la predicación o pivote y (b) la desagentivización.

Como mencionamos más arriba, la anteposición del Paciente es una estrategia que el hablante utiliza cuando quiere que el Paciente cumpla la función pragmática de ser anclaje de la predicación. Y, desde esta perspectiva, las CPser entran en competencia con las dislocaciones a izquierda de objeto como explica Belloro (2020) o, desde nuestra propuesta, los límites entre una y otra construcción son difusos; es decir, son construcciones cercanas con intenciones comunicativas similares.

Para Silva-Corvalán, la dislocación a la izquierda está “justificada en la conversación como una manera de facilitar el seguimiento de referentes topicales que no son el sujeto gramatical”. En estos casos, el OD presenta “rasgos semánticos más bien típicos de un sujeto y parece más necesario diferenciarlo claramente” (Silva-Corvalán, 2001: 183).

El ejemplo (3) muestra claramente la intención de presentar al OD como pivote, puesto que se encuentra en primera posición; es el tema de este fragmento discursivo. Por otro lado, en la conceptualización de ese OD (que, sintácticamente, se manifiesta en un nominal complejo y largo) pueden observarse las características resaltadas por Silva-Corvalán: (a) la necesidad de distinguirlo de otros actantes y (b) la presencia de características que suelen ser más prototípicas de un sujeto como es el ser +humano.

(3) “A mi abuela, una persona de 71 años que sufre diabetes, la ponen en una sala con casos sospechosos de covid. No se puede confiar en esta clínica, pero lamentablemente no podemos trasladarla a otro lado porque está todo colapsado", aseveró.

En cuanto a la estrategia de desagentivización, más marcada en la CPse que en las CPser, también se manifiesta en las construcciones impersonales donde no hay sujeto sintáctico debido a que al hablante no le interesa traer el Agente al discurso, ya sea porque es muy conocido, porque designa una entidad indefinida o porque es irrelevante (NGLE, 2009). En el ejemplo 3, la primera oración es una impersonal de 3. persona del plural: la ponen en una sala con sospechosos de covid. En este caso en particular, el emisor no menciona al Agente de la acción porque no interesa el nombre de la persona en particular que lo hizo; presupone una entidad indefinida: la gente que trabaja en esa clínica. Lo que le interesa al hablante en estos casos es la acción verbal y no quién la realiza, como puede observarse en los ejemplos (4) y (5).

Las construcciones impersonales se manifiestan sintácticamente como construcciones activas en 3. persona. Pueden ser de dos tipos en cuanto al número: (a) tercera persona del plural que sobreentiende un Agente no especificado (Te llaman por teléfono) o (b) ser una construcción pronominal con se y 3. persona del singular (Aquí se vacuna). A continuación presentamos dos ejemplos:

(4) Empezamos con los trámites y no nos dejaban ver el cuerpo debido al protocolo. No pudimos ver a quién habían guardado en el cajón. Tampoco nos dejaron acercarnos a la carroza”. “Después del momento horrible que pasamos, de haber enterrado a mi abuela sin poder verla, nos llaman ayer (viernes) para avisarnos que mi abuela estaba viva, que se habían equivocado de paciente.

En el ejemplo (4) encontramos cinco construcciones impersonales de 3. persona del plural: (a) no nos dejaban ver el cuerpo, (b) a quién habían guardado en el cajón, (c) tampoco nos dejaron acercarnos a la carroza, (d) nos llamar ayer (viernes) para avisarnos [...] y (d) se habían equivocado de paciente. En ningún caso hay un sujeto sintáctico concordado que conceptualice un Agente. Sin embargo, se presupone que las diferentes acciones fueron realizadas por una o más entidades humanas. La desinencia plural del verbo es un índice de que al hablante no le interesa realizar una conceptualización específica del actante Agente. Se lo desdibuja, se lo borra, porque lo importante es la acción.

(5) Se aplicarán en postas del Área Metroplitana. En territorio bonaerense hay más de 570 puntos de vacunación contra COVID-19. Esta semana se inmunizará con la vacuna Sputnik 5.

El ejemplo (5) presenta una cláusula impersonal con se y 3. persona del singular. Aquí lo que se resalta es la acción en sí misma (se inmunizará) y no el Agente que la va a realizar, porque se sobreentiende que la va a realizar personal de la salud y es irrelevante especificar ese actante. La desagentivización es total.

En resumen, cuando al hablante le interesa poner como anclaje de la emisión al Paciente, prefiere utilizar construcciones con OD preverbal y, cuando no le preocupa el Agente, suele utilizar las construcciones impersonales. Cabe recordar que también pueden utilizarse construcciones de OD preverbal impersonales que condensan las dos estrategias.

4. METODOLOGÍA

Nuestra propuesta considera tres factores como criterios organizadores de los contenidos gramaticales en los diferentes niveles: (a) el registro formal o informal de la construcción, (b) el orden sintáctico y (c) la complejidad de las estructuras.

En lo que concierne al registro, hemos priorizado los usos cotidianos por sobre los usos formales para los niveles más bajos, puesto que se espera que sea en el nivel B2 que el aprendiente pueda participar “activamente en discusiones formales, sean habituales o no lo sean” (MCER[13], 2002). Según este criterio, la presentación de la pasiva con ser estaría destinada a niveles más avanzados.

Con respecto al orden sintáctico, nos centramos en cuál es el actante o participante de la cláusula que el hablante está eligiendo como pivote o como anclaje de la predicación y qué elemento está conceptualizando el hablante como información nueva y, por lo tanto, está posponiendo.

En cuanto a la complejidad, hemos evaluado, entre otros, el número de palabras presentes en la construcción, la complejidad morfológica (más específicamente la concordancia que se establece con otros elementos de la oración), el orden de los constituyentes (si respetan o no el orden más frecuente del español SVO), las variaciones paradigmáticas (ser y estar, por y para) y el grado de novedad gramatical que la construcción pueda presentar a los estudiantes de ELE dado el orden de enseñanza aquí propuesto.

Tanto en el aspecto pragmático como en el semántico, el morfosintáctico y el fonológico tomamos como punto de partida la cláusula transitiva prototípica por ser la preferida de los hablantes y la más esperada por los oyentes, es decir, sujeto gramatical tematizado + verbo + (objeto gramatical focalizado) (SAgV(OPac)). Nuestra propuesta inicia con la oración activa, preferentemente transitiva, ya presente en los niveles más bajos, lo que permite ir estableciendo pequeños cambios en la estructura sintáctica de manera paulatina con el fin de ir de estrategias gramaticales más simples y cotidianas a estrategias más complejas y formales.

5. PROPUESTA: ORGANIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS GRAMATICALES

Como bien indica el título, nuestra propuesta es un planteamiento teórico de organización de contenidos gramaticales pensados para la confección de libros de texto y/o de currículos escolares. Sugerimos el siguiente orden de enseñanza de las distintas estrategias gramaticales así como también la puesta en relación de las estructuras.

5.1. ESTRATEGIA

Elección del Agente / causa como anclaje de la predicación, generalmente tematizado, y focalización de Paciente pospuesto y remático: cláusulas transitivas e intransitivas activas

Esta estrategia sintáctica es la utilizada en las cláusulas transitivas de la voz activa y se presenta en los primeros niveles del estudio[14].

(6) MaríaAg pintó la CASAPac.

(7) La fuerte lluviaCausa apagó el INCENDIO forestalPac.

Como puede verse en los ejemplos (6) y (7), el sujeto sintáctico ocupa la posición 1 y conceptualiza un actante Agente o causa que es tomado como punto de partida del mensaje. El objeto directo, por su parte, se encuentra en la posición 3 y conceptualiza un actante Paciente que está focalizado, lo que se manifiesta no solo en la posición posverbal prototípica del rema, sino en el nivel fonológico, puesto que el acento principal recae en el núcleo del OD.

En esta misma línea se encuentran las cláusulas intransitivas, también activas, en las que se suele tematizar un Agente o una causa. El sujeto también aparece en primera posición y la información que introduce funciona como pivote del mensaje.

(8) JuanAg llegó temprano.

5.2. ESTRATEGIA DE DIFUMINACIÓN DEL AGENTE: CLÁUSULAS IMPERSONALES

La intención comunicativa del hablante en este caso es borrar al Agente del discurso porque no es relevante en ese contexto o desdibujarlo porque su designado es un ser humano o un grupo de seres humanos no definido. Como ya se ha mencionado, en español distinguimos dos clases de construcciones impersonales: (a) la impersonalización no pronominal o de 3. persona del plural y (b) la impersonalización pronominal. En Plan Curricular del Instituto Cervantes (en adelante, PCIC), la impersonalización pronominal se plantea para el nivel B1, pero la Impersonal de 3. persona del plural no está contemplada.

5.2.1. Impersonalización no pronominal

Las construcciones impersonales de tercera persona del plural son muy cercanas a la cláusula transitiva de la voz activa, aunque se diferencian por la ausencia del sujeto sintáctico y porque el verbo está en 3. persona del plural. Son cláusulas activas, por lo tanto, su complejidad morfosintáctica no difiere de las cláusulas transitivas e intransitivas activas. El orden de palabras respeta la estructura de las transitivas en tanto el objeto directo se encuentra pospuesto al verbo y conceptualiza un actante Paciente, que funciona como rema del mensaje. Como ya se ha mencionado en la Introducción, son construcciones de uso cotidiano.

(9) Mis amigos construyeron una CASA. - SAgVOPac

(Voz activa)

(10) Construyeron una CASA al frente de la mía. - VOPac

(Impersonal de 3. ppl)

Como puede observarse en la comparación entre los ejemplos (9) y (10), el orden sintáctico en la construcción impersonal (10) se mantiene similar al de la transitiva (9) y la información nueva se presenta en el OD que, semánticamente, es un Paciente. Al igual que en la cláusula transitiva, el OD está en posición posverbal y recibe el acento principal; la diferencia se encuentra en que en la cláusula transitiva el OD se halla en 3. posición mientras que en las impersonales está en la 2. posición debido a la ausencia de un sujeto sintáctico.

5.2.2. Impersonalización pronominal

Se trata de las comúnmente llamadas «impersonales con se». Estas impersonales también son de uso cotidiano, pero presentan un nivel de complejidad superior a las anteriormente mencionadas, porque en ellas aparece el pronombre clítico concordado de 3. persona se, que obliga a confrontarlo e integrarlo al sistema de clíticos estudiado previamente. El clítico reflejo ya ha aparecido previamente, normalmente asociado a acciones de la rutina cotidiana (levantarse, bañarse, etc.) y al verbo llamarse . apellidarse. Sin embargo, aquí aparece con una nueva función: en este caso, el clítico no retoma el sujeto sintáctico de la oración con el que comparte el mismo designado como veremos en los ejemplos (15) y (16), sino que es índice de impersonalidad y gramaticaliza la cláusula en la 3. persona del singular.

Primero, vamos a observar las diferencias pragmáticas y semánticas entre una cláusula transitiva, una impersonal no pronominal y una pronominal que dan cuenta de las diferentes intenciones comunicativas.

(11) Mis amigos construyeron una CASA. - SAgVOPac

(Oración transitiva activa)

(12) En Argentina, construyen muchas CASAS. - VOPac

(Impersonal de 3. ppl)

(13) En Argentina, se CONSTRUYE mucho. - PrV

(Impersonal de 3. psg)

Como vimos en el apartado anterior, las diferencias entre (11) y (12) no son demasiadas; ambas comparten el acento principal en el OD posverbal que suele introducir la información remática, pero en (11) se especifica el actante Agente, normalmente tematizado, que se manifiesta sintácticamente en la posición 1, mientras en (12) no hay Agente ni sujeto sintáctico. La oración (13) difiere de las otras dos en que no tiene un OD y el acento principal recae en el verbo. Lo que le interesa al hablante en este caso es destacar la acción, el hecho de construir. Otra diferencia entre (12) y (13) es cómo se ubica el hablante con respecto al evento (construir en este caso); mientras que en (12) el hablante queda excluido del evento (el hablante no construye casas) (Mendikoetxea, 1999; Lamas, 2015), la construcción impersonal de (13) puede incluirlo (Carrasco, 1977; Mendikoetxea, 1999)[15]. Por otro lado, (13) comparte con (12) la intención de borrar al agente, lo que se expone en la ausencia de un sujeto sintáctico. Tanto en (13) como en (12) no interesa quién o quiénes construyen (aunque se presupone seres humanos), sino la acción de construir y de construir casas (no edificios) en el caso de (12).

5.3. ESTRATEGIA COMUNICATIVA: EXPOSICIÓN DEL PACIENTE: CLÁUSULAS PASIVAS REFLEJAS

A diferencia de CPser, que suele usarse más en el lenguaje formal, la pasiva refleja se usa de manera más frecuente (López Fernández, 1998; Álvarez, 2001; Lin, 2021). Cabe recordar que las pasivas reflejas suelen ser construcciones presentativas cuyo orden VS coloca al Paciente en posición posverbal y, como en las activas, sobre él recae el acento principal: buscan destacar una figura contra un fondo, exponen al paciente como en una vitrina. Esto hace que pragmáticamente sea más cercana a construcciones activas que a la pasiva perifrástica.

(14) Mis amigos construyeron una CASA. - SAgVOPac

(Voz activa)

(15) En Argentina, se construyen CASAS. - Pr VSPac

(Pasiva refleja de 3. ppl)

(16) En el predio se construyó la CASA ROSADA.- Pr VSPac

(Pasiva refleja 3. psg)

Como puede verse, tanto en (14) como en (15) y (16) el actante Paciente aparece en posición posverbal y, posiblemente, reciba el acento principal de la oración, puesto que es nuevo en el discurso.

No obstante, el nivel de complejidad es mayor en (15) y (16), ya que al pronombre reflejo se agrega la concordancia a derecha, es decir, la concordancia con un sujeto pospuesto. Si bien este tipo de concordancia se presenta en niveles iniciales de la mano del verbo gustar (nivel A1 según el PCIC) o doler (nivel A2 según el PCIC), su asociación al pronombre reflexivo es novedosa.

Asimismo, se trata de una construcción que se presenta como voz pasiva pero que tiene limitaciones: no admite complemento agente[16] y se restringe a la 3. persona. La limitación de persona no es una novedad gramatical; se presenta junto con la concordancia a derecha con verbos como doler. Sin embargo, la limitación del complemento agente sí representa una dificultad porque, una vez presentada la estrategia que construye oraciones que presentan al Paciente como el organizador del mensaje, la necesidad comunicativa de incluir al Agente aparece pronto. Por eso es conveniente remarcar estas limitaciones y anticipar la existencia de futuras estrategias sintácticas que las resuelvan.

Este tipo de construcciones presenta, en algunos manuales ELE, una doble lectura, a veces como pasiva y a veces como impersonal. Esta doble lectura parece estar dada, en ocasiones, por la presencia o ausencia de artículos, cuantificadores, pronombres demostrativos, etc. encabezando el sujeto gramatical. Compárese (15) con (16): (15) suele ser tratada como construcción impersonal con concordancia y (16) como una construcción pasiva. Obsérvense, a modo de ejemplo, las imágenes 1 y 2, que muestran el tratamiento que la serie Sueña (Cabrerizo Ruiz, Goméz Sacristán, Ruiz Martínez & Blanco Canales, 2009) da a estas construcciones. En 1, se interpretan las construcciones como pasivas, mientras que en 2 se las interpreta como impersonales.


Imagen 1
Construcciones de significado pasivo Libro 2 de la serie Sueña.
(Cabrerizo Ruiz et al., 2009: 166)


Imagen 2
Expresión de la impersonalidad Libro 2 de la serie Sueña.
(Cabrerizo Ruiz et al., 2009: 164)

Desde la perspectiva del español, tanto (15) y (16) como los ejemplos de la serie Sueña:

- se construyen con se;

- pronombre y verbo se encuentran en 3. persona;

- el sujeto suele suceder al verbo;

- el verbo concuerda en persona y número con ese sujeto;

- el sujeto recibe el acento principal de la oración y

- el sujeto conceptualiza un actante Paciente.

Por esta razón, consideramos que es conveniente tratar ambas construcciones como voz pasiva. Los valores pasivo e impersonal pueden presentarse progresivamente de la misma forma en la que se presentan los valores del modo subjuntivo.

5.4. ESTRATEGIAS DE ANTEPOSICIÓN DEL PACIENTE: CONSTRUCCIONES DE OD PREVERBAL Y CONSTRUCCIONES PASIVAS PERIFRÁSTICAS

A diferencia de las construcciones presentadas hasta el momento, las dos construcciones que abordaremos en este apartado toman una mayor distancia pragmática de las cláusulas transitivas e intransitivas activas más prototípicas que hemos presentado en (4.1), puesto que ahora es el actante Paciente el que aparece como pivote del mensaje. Estas construcciones son (1) las de OD preverbal o dislocaciones a izquierda del OD y (2) las pasivas perifrásticas.

5.4.1. Construcciones de OD preverbal o dislocación de objeto a la izquierda

Como ya se ha dicho, cuando al hablante le interesa tomar como punto de partida al Paciente, utiliza construcciones con OD preverbal. Esta construcción está recomendada en el Plan Curricular del Instituto Cervantes (PCIC) en el nivel B2. Sin embargo, aparece ligada a peculiaridades del OD (se ubica en los apartados §7.1.2. Pronombres átonos de OD y en §12.2.2. Objeto directo) sin establecer una relación pragmática con la voz pasiva o las construcciones impersonales.

La dislocación del objeto a la izquierda no solo entra en relación con la voz pasiva y las construcciones impersonales sino que, al ser de uso cotidiano y poder variar para ajustarse al contexto pragmático, se vuelve muy productiva. Obsérvense los siguientes casos:

(17) Al juez lo puso la Conmebol, no River.- OPacPrPacVSAg

(Personal)

(18) A mi abuela [...] la ponen en una sala [...].- OPacPrPac

(Impersonal)

(19) [...] [N]os atendió Julián Sergio Castro [...].- PrPacVSAg

(Personal)

(20) [N]os llaman para avisarnos que había fallecido. - PrPacV

(Impersonal)

(21) La casa la compramos a medias[.] - OPacPrPac.(S)

(Personal)

(22) [...] [N]os atendió Julián Sergio Castro [...].- PrPacVSAg

(Personal)

(23) [N]os llaman para avisarnos que había fallecido. - PrPacV

(Impersonal)

(24) La casa la compramos a medias[.] - OPacPrPac.(S)

(Personal)

Como se ve en (20)-(24), hay usos personales e impersonales que condensan estrategias de anteposición del Paciente. En lo que respecta al actante Agente, (20), (22) y (24) muestran un uso personal de las construcciones de OD preverbal (en las tres construcciones el sujeto Agente es identificado: la Conmebol, Julián Sergio Castro y el sujeto desinencial de 1. persona del plural nosotros). La diferencia entre ellas radica en qué actantes aparecen en el mensaje con su forma plena o léxica: en (20) tanto Agente como Paciente aparecen mencionados léxicamente (la Conmebol y al Juez), en (22) solo el Agente lo hace (Julián Sergio Castro, el Paciente es pronominal) y en (24) el Paciente es una construcción nominal plena (La casa) mientras que el Agente se manifiesta en la desinencia verbal (el morfema -mos).

(21) y (23), en cambio, son casos de desagentivización por impersonalización en 3. persona del plural (ponen y llaman no identifican un sujeto Agente definido). (21) tiene un OD pleno (A mi abuela) y (23) tiene un OD pronominal (Nos).

La complejidad de la construcción varía. (23) es una cláusula formalmente activa, no muy diferente de las cláusulas de 4.1. (22) también es una cláusula activa, pero con sujeto pospuesto (concordancia a derecha). En (21) y (24) se agrega, además, la duplicación del OD. Como en el caso de la concordancia a derecha, la duplicación de objetos no es un fenómeno completamente nuevo puesto que se enseña junto a verbos como gustar en los niveles iniciales. El OD pronominal, que presenta la concordancia de género además de la concordancia de número (lo, la, los, las), también ha sido presentado para este momento junto con las cláusulas transitivas activas (nivel A1/A2 según PCIC). La novedad radica en que es el OD el que duplica y no el OI. Finalmente, (20) es el caso más complejo morfosintácticamente hablando, puesto que presenta un OD pleno (Al juez) y concordancia en género y número entre el OD Paciente y el clítico en caso acusativo (Al juez lo) al mismo tiempo que Agente pleno (la Conmebol) y verbo concuerdan en número y persona (puso la Conmebol / puso ella).

5.4.2. Pasiva perifrástica

Consideremos las siguientes características de CPser:

1) El orden sintáctico en la CPser se aleja mucho de la cláusula activa (SPacFVCAg frente a SAgVOPac).

2) La CPser es más utilizada en el registro formal/técnico (Benito Mozas, 1994; Morón Usandivaras & Gutiérrez Böhmer, 2021): la pasiva perifrástica, como se ha dicho, tiene una frecuencia de uso baja en el registro informal. Algunos manuales ELE también se hacen eco de esta particularidad, como se puede ver en la imagen 3.


Imagen 3
Construcciones de significado pasivo Libro 2 de la serie Sueña.
(Cabrerizo Ruiz et al., 2009: 168).

Otras menciones en manuales ELE son Cantallops, Otero, Iglesias & Ré (1994), García Fernández & Sánchez Lobato (1997), Martín Peris, Sánchez-Quintana & Sans Baulenas (1997) y Castro Viúdez, Rodero Díez & Sardinero Francos (2007).

3) Su complejidad es muy alta: el participio concuerda en género y número con el núcleo del sujeto (la víctim. fue identificad.); el núcleo oracional es una frase verbal (ser + participio), el auxiliar es un verbo copulativo (ser), con todas las dificultades que esto acarrea en español (la víctima fue *estuvo identificada. Oposición ser y estar); el auxiliar concuerda en número con el núcleo del sujeto (la víctim. fue *fueron); el Agente aparece en una construcción precedido por la preposición por .fue identificada por *para la policía. Dificultad en la oposición por y para).

4) Presenta también limitaciones en el tipo de construcción nominal que puede cumplir la función de sujeto: favorece estrategias fuertes de recuperación del actante y, por tanto, hay baja ocurrencia de sujetos tácitos (Borzi, 2003: 31) como en Fui invitada, fuimos llamados a declarar, etc.

Por todo esto, recomendamos introducir este tipo de pasiva en los cursos más avanzados de ELE luego de haber atravesado las construcciones previamente mencionadas. También se sugiere comenzar con un repaso y una reflexión metapragmática de las estrategias sintácticas vistas previamente, lo que permitiría, una vez explicado el funcionamiento de la pasiva, realizar una comparación de las diferentes estrategias sintácticas y sus usos acorde a los objetivos comunicativos del enunciador y al contexto discursivo[17].

6. REFLEXIONES FINALES

Si bien reconocemos la importancia de la transferencia lingüística en las diferentes instancias de la interlengua, es igualmente importante que se ofrezcan o administren los contenidos gramaticales de manera coherente y comprehensiva, en la que cada estrategia y sus atributos sean desarrollados con profundidad. Errores comunes en todo curso de español avanzado, como los atestiguados por Zhou Lian, sugieren que las estrategias sintácticas puestas a disposición de los alumnos no son suficientes para alcanzar un fin comunicativo en determinadas situaciones discursivas (Paciente como ancla del mensaje en combinación con presencia o difuminación del Agente).

Es necesario establecer de manera clara las relaciones pragmáticas, semánticas y sintácticas entre las diferentes construcciones a lo largo de los niveles:

1) Cuando se desea que el Agente sea el punto de partida de la emisión y que el Paciente, en posición 3, se constituya como la información nueva, se utiliza la cláusula transitiva activa prototípica (Mis amigos construyeron una CASA).

2) Si se busca difuminar el Agente y mantener el Paciente en posición posverbal como información nueva sin incluirse el hablante en el evento denotado, se utiliza la construcción impersonal de 3. persona del plural (Construyeron una CASA al frente de la mía).

3) Si al hablante le apetece borrar el Agente y no hay actante Paciente, pero el hablante desea estar incluido en el evento denotado, la mejor estrategia es la construcción impersonal con se .En Argentina, se CONSTRUYE mucho).

4) Si se quiere borrar el Agente y presentar al actante Paciente como información nueva (posición 2 VS) que, a su vez, organiza la predicación, es conveniente utilizar la pasiva con se .En el predio se construyó la CASA ROSADA); con valor de impersonalidad, el hablante puede quedar incluido en el evento denotado (En Argentina, se construyen CASAS).

5) Si en un contexto cotidiano de uso se persigue construir una oración cuyo Paciente sea punto de partida de la oración y cuyo Agente esté presente pero pospuesto, o bien difuminado, la estrategia más productiva es la dislocación a izquierda del objeto con sujeto pospuesto (Las casas las construyó el mismo arquitecto) o en combinación con la impersonalización en 3. persona del plural (Las casas las construyeron rápido).

6) Por último, si el hablante desea que el Paciente sea punto de partida y el Agente esté pospuesto o difuminado adecuándose, en contraste con (5), a un contexto formal de uso, la estrategia preferida es la pasiva perifrástica (Las casas fueron construidas [por el mismo arquitecto / rápido]).

Consideramos que, antes de enseñar la pasiva perifrástica, es importante realizar un repaso de las diferentes estrategias gramaticales aprendidas hasta ese momento. Este repaso tiene como fin que los estudiantes puedan realizar una reflexión pragmalingüística que les permita elegir la estrategia adecuada en cada contexto comunicativo y aprender la pasiva perifrástica como una estrategia pragmático-sintáctica más en relación con otras, más vinculada a un registro formal.

Existen otras estrategias con diferentes grados de personalidad/impersonalidad que pueden incorporarse a esta propuesta siguiendo los lineamientos del registro, el orden sintáctico y la complejidad de la estructura. Algunas de ellas son la 2. persona del singular y del plural que, por su simplicidad y cercanía con la Cláusula Transitiva Prototípica, pueden incorporarse en niveles más bajos; la 1. persona del plural como el «nosotros de modestia» correspondería a niveles superiores por tratarse de registro formal; las construcciones con uno/a presentan un grado de impersonalidad intermedio (según Hollænder [2002] es «un yo encubierto») y son, por tanto, más opacas, por lo que es más propio de niveles avanzados. Con la dislocación a izquierda del objeto, se podrían contrastar los casos de OD antepuesto no duplicado (Ese libro quiero) y, dentro de la pasiva con se, se pueden comprar las variaciones posicionales de la pasiva refleja (Titanic se estrenó en 1997 y Ayer se estrenó la última película de Tarantino).

En resumen, partiendo de la CTP, pasamos por estrategias de exhibición del Paciente y borramiento del Agente (la impersonalización y la pasiva refleja) y luego a las estrategias de anteposición del Paciente y posposición o difuminación del Agente (dislocaciones a la izquierda y la pasiva perifrástica). De esta manera, es posible enseñar junto con la voz pasiva otras estrategias sintácticas que tengan motivaciones semántico-pragmáticas similares para que los estudiantes perciban el continuum de las relaciones que se establecen entre las diferentes estrategias y cuál es la especificidad de cada una de ellas. En otras palabras, se busca proponer un continuum de construcciones sintácticas en la enseñanza de la voz pasiva en ELE que permita a los estudiantes llenar el vacío pragmático que deja el uso no tan extenso de la voz pasiva perifrástica en español.

BIODATA

Sofía Gutiérrez Böhmer es Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires, Ayudante de Primera de Gramática en la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires y Profesora Adjunta de Fonética en la carrera de Fonoaudiología de la Universidad del Museo Social Argentino. Asimismo, codirige el Programa de Enseñanza de Español a Inmigrantes Adultos Trabajadores de la Economía Popular dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la Universidad de Buenos Aires y se desempeña como docente de Español como Lengua Segunda y Extranjera desde 2006.

Mariana Morón Usandivaras es Doctora en Lingüística por la Universidad de Buenos Aires y Profesora y Licenciada en Letras por la Universidad Nacional de Salta (Argentina). Dictó clases en la Universidad Nacional de Salta en Lengua Española e Historia de la Lengua y, actualmente, se desempeña como Jefe de Trabajos Prácticos de Gramática y Sintaxis en la Universidad de Buenos Aires. También dio clases de grado y posgrado como profesora invitada en distintas universidades argentinas y en la universidad de Kassel (Alemania).

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Notas

[1] Entendemos por vacío pragmático la presencia de una intención u objetivo comunicativo que el hablante no puede manifestar a través una estructura sintáctica considerada exitosa por los hablantes de una comunidad.
[2] El término transfer, de larga data, fue usado hace ciento cuarenta años por Whitney (1881) para referirse a las influencias translingüísticas. Desde entonces, fue usado por lingüistas de corrientes conductistas, mentalistas y cognitivas (Lu, 2010).
[3] Siguiendo a de Rosetti (1984), consideramos que las construcciones de “estar + participio” son construcciones de verbo copulativo + predicativo, no pasivas.
[4] “En teoría, tópico y foco son, a día de hoy, dos conceptos técnicos claramente diferenciados. En la práctica, sin embargo, no siempre resulta fácil dirimir si un determinado fragmento discursivo constituye lo primero o lo segundo. Para empezar, está la dificultad de que, en ocasiones, ambas categorías o funciones comparten aparición en entornos de ‘dislocación’ a la izquierda -o, mejor dicho- de anteposición o frontalización” (López Serena, 2012: 304).
[5] El nivel B2 acredita que los hablantes pueden relacionarse con hablantes nativos con suficiente fluidez y naturalidad y expresarse sobre temas diversos.
[6] La numeración de los errores corresponde a la que le otorga Zhou Lian (2015).
[7] Cabe aclarar que no es una propuesta didáctica, con secuencias de ejercicios y actividades para realizar en el aula de ELE, sino un planteamiento del orden de enseñanza de estrategias sintácticas cuyos objetivos pragmático-discursivos entran en relación con los de las pasivas.
[8] Borzi (2008) organizó para el español, un sistema de cláusulas siguiendo procesos de (in)transitivización a partir de una zona central ocupada por la cláusula transitiva prototípica (CTP). Esta presenta dos participantes físicos, discretos, individuales, preexistentes, relativamente asimétricos (Agente vs. Paciente); perceptible transmisión de energía que responde a un Modelo Cognitivo Idealizado de Cadena de acción, con punto de partida en el Agente (como participante de mayor saliencia cognitiva en la cadena energética). El sistema diferencia, desde la CTP, distintas zonas donde se agregan, intensifican, acumulan y/o se pierden gradualmente distintos atributos (cláusulas transitivas, ditransitivas, intransitivas para nombrar tres grandes esquemas verbales).
[9] Como el orden de palabras de una lengua suele considerarse en relación con tres elementos sintácticos, a saber, sujeto, verbo y objeto, a lo largo de este trabajo consideraremos que la posición sintáctica de un designado se encuentra en posición 1 cuando ese designado esté en posición preverbal, ya sea en función de sujeto o de objeto directo y, por lo tanto, la posición 3 se reserva para el designado que está después del verbo, ya sea objeto directo, sujeto o complemento agente. Nos centramos en las funciones sintácticas que conceptualizan al actante Agente y al actante Paciente, aunque somos conscientes de que, en sentido estricto, la primera posición puede estar ocupada por otras funciones sintácticas, por ejemplo, un circunstancial (Ayer Juan lavó el auto).
[10] Si bien el español no es una lengua de casos, el sistema pronominal conserva los casos latinos (pronombres nominativos: yo, tú, él, etc. y pronombres acusativos: lo, la, los, las).
[11] Entendemos por persistencia a derecha la presencia recurrente o continua de uno o más elementos en el discurso, específicamente, en el fragmento posterior a la cláusula bajo estudio que, en la espacialidad de la escritura, continúa a la derecha. En este caso se analiza la persistencia del designado conceptualizado como Paciente en la cláusula pasiva, que puede reaparecer en el discurso manifestando diferentes actantes según la relación que establezca con el verbo y los otros participantes en cada una de las cláusulas en las que se encuentre (Givón, 1983 y Morón Usandivaras, 2015).
[12] Los ejemplos están tomados de un corpus sobre el que estamos estudiando las estrategias de topicalización del Paciente y desagentivización del Agente. El corpus está formado por textos digitales en los que predomina el español de Argentina (Morón Usandivaras y Gutiérrez Böhmer, 2021)
[13] Marco Común de Referencia Europeo para las lenguas
[14] De acuerdo al Plan Curricular del Instituto Cervantes, el orden neutro o canónico (SVO) corresponde al nivel A1 y variaciones del orden debidas a la estructura informativa de la oración son asignadas al nivel A2 (2006).
[15] Nótese como la construcción impersonal de (13) podría ser permutada por un verbo en 1a persona del plural sin alterar el contenido proposicional del enunciado ([Nosotros los argentinos] construimos mucho en barrios cerrados) mientras que (12) no lo permite.
[16] Como se explicó más arriba, la CPse no tiene un complemento agente como la pasiva perifrástica, pero puede aparecer conceptualizada la causa o el instrumento en una construcción con las preposiciones “con” y “de” (Se secaron las medias con el sol / Las medias fueron secadas por el sol).
[17] En el contexto discursivo, habría que contemplar diversos factores: registro formal e informal, canal escrito u oral, relación entre los participantes, etc.


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