Presentación
Periodismo y divulgación científica en la era de la desinformación
Desde la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y Cultura (OEI) hemos hecho un especial esfuerzo en estos últimos años por dar forma a un programa de ciencia que responda realmente a las necesidades de nuestra región. Los datos del informe El Estado de la Ciencia 2020, publicado por el Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad (OCTS-OEI), con el apoyo de la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe de UNESCO, destacan el crecimiento del 40% que se ha producido en el número de investigadores en Iberoamérica en la pasada década. En esos años la evolución de la inversión en I+D en Iberoamérica ha sido también, en líneas generales, positiva. Pero representa tan solo el 2,8% del total mundial, lejos del 5% de Corea e Israel, y, lo que puede ser una mala noticia, los negativos efectos que la pandemia está generando sobre la economía de la región hacen peligrar la continuidad de esta transitoria tendencia positiva.
Este incremento en el número de científicos se ha traducido en un crecimiento del 81% de la cantidad de artículos publicados en revistas científicas registradas en SCOPUS. Es un resultado excelente y todo un reconocimiento de la calidad del trabajo que están desempeñando los investigadores iberoamericanos. Un dato también para la esperanza en una región como la nuestra, que afronta grandes retos de todo tipo: desigualdad social, escasa productividad, debilidad institucional, fenómenos climáticos extremos, enfermedades y epidemias, etc. Desafíos de gran envergadura, pero para los que la ciencia puede encontrar remedio o, al menos, puede ayudarnos a paliar sus consecuencias. La pandemia por Covid-19 y las vacunas que se han desarrollado en tiempo récord constituyen el ejemplo más elocuente.
De ahí la importancia de que el conocimiento trascienda las paredes de las universidades, los laboratorios y los centros de investigación y redunde en beneficio de todos los iberoamericanos. Por este motivo, la divulgación científica es un área de acción prioritaria para la OEI. Así consta en la estrategia Universidad Iberoamérica 2030, que es la gran apuesta de nuestra organización para el próximo bienio y que ha sido aprobada por el Consejo Directivo de nuestra organización el pasado mes de diciembre.
Concretamente, en la OEI nos hemos propuesto para los próximos dos años no solo fortalecer los sistemas iberoamericanos de ciencia y tecnología de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y potenciar una ciencia socialmente relevante orientada a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, sino también promover la divulgación y educación científica.
Es en este contexto en el que se enmarca este monográfico de la Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad —CTS dedicado al periodismo y la divulgación científica en la era de la desinformación. El objetivo es abordar la importancia de la divulgación científica como herramienta clave para acercar información clara y confiable a la sociedad, así como para fomentar las vocaciones científicas.
La convocatoria del monográfico se abrió antes de que se declarara la pandemia, y con el propósito, además, de que esta publicación sirviera de base al debate en el próximo Foro de Ciencia Abierta para América Latina y el Caribe (CILAC), evento organizado por UNESCO y para el que cuenta con la OEI como principal socio, de acuerdo con el importante convenio de colaboración que firmamos el pasado día 8 de enero con la Directora General de UNESCO, Audrey Azouley. El tema ha ganado aún más relevancia en estos momentos en que la sociedad necesita que los científicos ofrezcan información veraz sobre la pandemia y la vacunación.
Esperamos que sirvan estos tiempos graves de emergencia sanitaria para que haya un mayor reconocimiento social del trabajo de nuestros investigadores. Pero también para que los mismos tomen conciencia acerca de la importancia de que la ciencia producida en nuestra región sea socialmente relevante. Por ese motivo en la OEI animamos a los científicos iberoamericanos a que tomen como referencia la Agenda 2030 y piensen de qué manera su investigación puede contribuir a la implementación de los ODS.
En este sentido, la pandemia puede ser una oportunidad. Pero no podemos ignorar los peligros que conlleva al margen de los sanitarios. Hay un serio riesgo de destrucción de capacidades en los sistemas científicos iberoamericanos; de retroceso en la inversión en I+D y de desinformación en una era digital en la que no es fácil distinguir la información veraz de las fake news. Esperamos que esta publicación contribuya a reducir estos peligros.
En la OEI queremos agradecer el trabajo del personal investigador que ha realizado y evaluado los artículos, así como especialmente la dedicación y desempeño de Carlos Elías, coordinador de la edición de este número especial.
Los artículos que finalmente han sido seleccionados proceden de diferentes países de la región y confiamos que permitan entender mejor los procesos de vinculación entre investigación, periodismo y divulgación y afrontar los nuevos retos que se presenten a consecuencia del Covid-19 y futuras situaciones de emergencia.