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Recepción: 06 Enero 2021
Aprobación: 23 Abril 2021
Resumen: Este trabajo realiza una aproximación preliminar al estudio de los hábitos de publicación científica de los arqueólogos argentinos, a partir del análisis de una encuesta exploratoria al interior de la comunidad académica local. Para relevar las distintas opiniones y perspectivas de los colegas acerca de las prácticas vinculadas con la comunicación científica de la disciplina, se consideraron los criterios que priman en la elección de los distintos espacios de publicación, con énfasis en el universo de las revistas científicas nacionales y extranjeras, su idioma y procedencia geográfica, así como el tipo de prácticas de autoría y colaboración interdisciplinaria e interinstitucional. Los resultados permitieron observar la existencia de una tradición propia, que presenta una marcada impronta interdisciplinaria y gran similitud con las lógicas de publicación de las humanidades y ciencias sociales. A su vez, también fue posible conformar un registro de la diversidad de revistas científicas que son receptoras de publicaciones de autores nacionales. A partir de este análisis se buscó trazar un diagnóstico inicial que permita fomentar la reflexión sobre la identidad profesional y abrir la puerta al estudio sistemático de las prácticas de comunicación y circulación de la producción científica en arqueología.
Palabras clave: arqueología argentina, patrones de publicación, comunicación científica, encuesta exploratoria.
Resumo: Este trabalho faz uma abordagem preliminar ao estudo dos hábitos de publicação científica dos arqueólogos argentinos, a partir da análise de um levantamento exploratório junto à comunidade acadêmica local. Dessa forma, foi possível registar ases diferentes opiniões e perspectivas dos colegas sobre as práticas relacionadas à comunicação científica da disciplina. Para tanto, foram considerados os critérios que prevalecem na escolha dos diferentes espaços de publicação, com ênfase no universo das revistas científicas nacionais e estrangeiras, seu idioma e origem geográfica, bem como o tipo de práticas de autoria e colaboração interdisciplinar e interinstitucional. Os resultados permitiram-nos observar a existência de uma tradição própria, que apresenta um marcado cunho interdisciplinar e grande semelhança com a lógica de publicação das ciências humanas e sociais. Ao mesmo tempo, também foi possível criar um registo da diversidade de periódicos científicos destinatários de publicações de autores nacionais. A partir desta análise, procurou-se traçar um diagnóstico preliminar que permita promover a reflexão sobre a identidade profissional e abrir as portas para o estudo sistemático das práticas de comunicação e circulação da produção científica em arqueologia.
Palavras-chave: arqueologia argentina, padrões de publicação, comunicação científica, pesquisa exploratória.
Abstract:
his article presents a preliminary study on the scientific publication habits of Argentine archaeologists. To accomplish this goal, an exploratory questionnaire was distributed among the local academic community. Based on the answers obtained, it was possible to record the different opinions and perspectives held by our colleagues concerning the discipline’s scientific communication practices. The questionnaire took into consideration the criteria deemed most important within the different publication types, emphasizing the range of national and international scientific journals, including their language and geographical provenience, as well as variations in authorship practices and interdisciplinary and interinstitutional collaborations. Results allowed us to identify the existence of a specific tradition, which presents a marked interdisciplinary imprint, and great similarity with the publicati
This article presents a preliminary study on the scientific publication habits of Argentine archaeologists. To accomplish this goal, an exploratory questionnaire was distributed among the local academic community. Based on the answers obtained, it was possible to record the different opinions and perspectives held by our colleagues concerning the discipline’s scientific communication practices. The questionnaire took into consideration the criteria deemed most important within the different publication types, emphasizing the range of national and international scientific journals, including their language and geographical provenience, as well as variations in authorship practices and interdisciplinary and interinstitutional collaborations. Results allowed us to identify the existence of a specific tradition, which presents a marked interdisciplinary imprint, and great similarity with the publication practices of the humanities and social sciences. Also, it was possible to record a diversity of scientific journals that are chosen by national authors for their publications. Thus, this article proposes a preliminary diagnosis that reflects on professional identity and lays grounds for the systematic study of communication and circulation practices of scientific production in archaeology.
Keywords: Argentine archaeology, publication patterns, scientific communication, exploratory questionnaire.
Introducción
La literatura especializada ha mostrado recurrentemente que los hábitos de publicación científica de los autores difieren notoriamente entre las distintas áreas de conocimiento. Estas prácticas involucran la manifestación de comportamientos diferenciales en la producción, comunicación y circulación de la información científica, como consecuencia de la existencia de la gran diversidad de enfoques y metodologías de investigación, conformando tradiciones o culturas científico-académicas. Entre estos factores se destacan las características de definición del propio objeto de estudio y las tradiciones históricas y locales de trabajo al interior de cada campo científico (De Filippo y Sanz-Casado, 2018; Delgado López-Cózar y Ruíz Pérez, 2009; Kulczycki et al., 2018; Sivertsen, 2016). De esta manera, según la disciplina, los estilos de producción y diseminación de los resultados de investigación pueden ser sumamente distintos. En términos generales, estas diferencias son especialmente notorias entre los profesionales vinculados con las humanidades y ciencias sociales (HyCS) por un lado y las ciencias exactas y naturales (CEyN) por el otro.
La arqueología, en tanto el estudio de las sociedades humanas a través de sus restos materiales (Renfrew y Bahn, 2007), se ha enmarcado tradicionalmente dentro del campo de las HyCS. No obstante, tanto su trayectoria histórica como las discusiones acerca de sus características epistemológicas han oscilado recurrentemente entre tradiciones naturalistas y humanísticas, que conviven incluso en la actualidad (González Ruibal, 2012; Jørgensen, 2015). Mientras que en el primer caso los abordajes han sido modelados en el marco de las CEyN, en el segundo se ha reivindicado el carácter social y simbólico de las prácticas humanas. Si bien la arqueología, en términos de su historia disciplinar, fue definida inicialmente como una rama de la historia y, posteriormente, como una especialidad de las ciencias antropológicas, se ha visto constantemente atravesada por marcos teórico-metodológicos provenientes de diversas áreas del conocimiento como la biología, la paleontología, la geología, la geografía y la sociología, entre otras (Maggio, 2018). Como consecuencia, la arqueología se presenta como una actividad eminentemente interdisciplinaria, cuya práctica fomenta la colaboración dinámica entre diversos especialistas y la aplicación de modelos y métodos procedentes de distintos espacios académicos (Maggio, 2018; Renfrew y Bahn, 2007). Dicha condición de interdisciplinariedad se ha basado en la premisa de que los fenómenos complejos y multidimensionales del pasado humano requieren ser estudiados desde distintas perspectivas y líneas de análisis.
Atendiendo a esta compleja trama de definición disciplinar, es posible pensar que los hábitos de comunicación científica al interior de este campo del conocimiento presentan características muy particulares. Sin embargo, el estudio y análisis de estas problemáticas aún representan una línea de investigación poco desarrollada. Con el objetivo de realizar un primer acercamiento a los hábitos de publicación de la comunidad académica nacional, integrada por los profesionales vinculados a la arqueología, se desarrolló una encuesta exploratoria que buscó identificar distintos aspectos de la realidad social académica relacionados con la producción y comunicación de la actividad investigadora, atendiendo a las diferentes estrategias de circulación de conocimiento. En este trabajo se presentan los datos e interpretaciones resultantes de dicho estudio, que involucró el registro de los canales, soportes, tipos documentales, idiomas y procedencia geográfica de los espacios de publicación, así como de las prácticas de colaboración más frecuentes entre los colegas locales. Además, dentro de los canales de publicación se hizo énfasis en el relevamiento del universo de revistas científicas receptoras de las publicaciones de los arqueólogos argentinos, tanto de edición nacional como extranjera.
De esta manera, se busca realizar un diagnóstico preliminar que fomente, por un lado, la reflexión acerca de la identidad profesional y, por el otro, el estudio sistemático de las prácticas de comunicación y circulación de la producción científica en la disciplina. Finalmente, se espera que este tipo de abordaje contribuya a profundizar el debate sobre las culturas evaluativas y la necesidad de construir indicadores situados que atiendan a la valoración de las dinámicas propias de las comunidades científicoacadémicas, las características de los circuitos de circulación del conocimiento y la relevancia local y regional de su producción científica.
1. La comunicación de la ciencia
Este trabajo se enmarca dentro de los estudios sociales de la ciencia, una agenda de investigación transdisciplinar para el abordaje integral de la historia social de las comunidades científicas (Kreimer et al., 2014). Desde esta perspectiva, se considera que la comunicación de la ciencia forma parte de las prácticas científicas y constituye un elemento fundamental del proceso de investigación. De esta manera, las publicaciones pueden entenderse como el resultado de la actividad de la ciencia en un contexto histórico e institucional particular, representando así importantes indicadores de los hábitos de publicación y de las tendencias de investigación al interior de un campo disciplinar.
Actualmente, la estructura jerárquica de producción y circulación de conocimiento del sistema académico mundial (sensu Beigel, 2015) ha fomentado la universalización de las prácticas de comunicación científica bajo un modelo “universal”, basado en la producción de artículos en inglés publicados en revistas científicas indizadas en bases de datos internacionales de carácter comercial que conforman el denominado circuito mainstream o corriente principal de la ciencia (Alperin y Rozemblum, 2017; Beigel, 2015, 2019; Beigel y Gallardo, 2020; FOLEC, 2020; Guédon, 2011; Kreimer, 2018; Piovani, 2018). En el ámbito de la gestión de políticas científicas, este tipo de publicaciones ha sido utilizado como herramienta para evaluar la productividad investigadora y las tendencias del campo científico, mediante el uso de criterios métricos estandarizados inspirados en una alta valoración de los hábitos de producción de las CEyN, en detrimento de las tradiciones propias de las HyCS (Beigel, 2015;Beigel y Gallardo, 2020; Piovani, 2018).
Esta situación ha promovido el desarrollo de comportamientos extremadamente competitivos dentro de los ámbitos de investigación, con el fin de conseguir los méritos suficientes para acceder a subsidios, concursos, cargos y becas (Beigel, 2015, 2019; Kreimer, 2018). Dicho fenómeno ha ocasionado importantes transformaciones en los hábitos de publicación de los autores, que son sometidos a una continua y creciente presión por publicar, resumida bajo el eslogan publish or perish. Como resultado se ha equiparado la cantidad de publicaciones con la productividad de cada investigador, independientemente de su calidad, de las características particulares de cada disciplina y de la relevancia local o regional de las investigaciones, fomentando el producir más en menos tiempo como sinónimo de excelencia académica (AguadoLópez et al., 2018; Kreimer, 2018). Con el objetivo de aumentar el volumen de sus publicaciones, dicha situación también ha suscitado el desarrollo de prácticas poco éticas entre los investigadores (plagio, publicación fragmentada, envíos duplicados) (Vázquez Moctezuma, 2016).
Esta suerte de burocratización de la actividad científica también ha provocado que tanto las políticas de ciencia y tecnología como gran parte de la comunidad académica reproduzcan y avalen la hegemonía del modelo de publicación estándar y de los indicadores métricos gestionados por grandes monopolios internacionales, inhibiendo e incentivando patrones específicos de producción y publicación (Alperin y Rozemblum, 2017; Beigel, 2015, 2019; Beigel y Gallardo, 2020; Guédon, 2011;Gurruchaga y Salgado, 2017; Kreimer, 2018; Kulczycki et al., 2018; Piovani, 2018). Consecuentemente, se han estimulado importantes cambios en los hábitos de publicación de los investigadores de distintas áreas del conocimiento, que intentan ajustarse a estándares elaborados desde contextos disciplinares e institucionales muy distintos.
En este contexto, resulta interesante recordar un artículo brillante escrito por el arqueólogo Kent Flannery (1982) hace casi cuatro décadas, que con los años se convertiría en un clásico: “The Golden Marshalltown”. Este texto describe de manera magistral tres tipos de arqueólogos de distintas generaciones, denominados The Old Timer, The Born Again Philosopher y The Child of the Seventies. El último de ellos representa el estereotipo de los jóvenes profesionales que se ven presionados por el sistema para publicar, sin importar a qué precio. Esta ambición desmedida queda reflejada en una serie de anécdotas que cuentan cómo dicho arqueólogo consigue publicar una abultada cantidad de trabajos y ser promovido por su universidad, a costa del trabajo ajeno y de incurrir en varias prácticas poco éticas. Sorprende que la imagen retratada por Flannery se encuentre, inclusive hoy en día, sumamente vigente.
No obstante, los indicadores métricos de la productividad científica han sido objeto de innumerables críticas, dado que ofrecen una imagen distorsionada de la realidad y presentan una utilidad sumamente relativa, sujeta a las características propias y locales de cada campo disciplinar. De hecho, el uso indiscriminado de estos parámetros incurre en fomentar la sobrevaloración de las publicaciones en revistas arbitradas pertenecientes al circuito mainstream, promover la desvalorización de las publicaciones regionales, generalmente editadas por instituciones públicas, y limitar la importancia de otros tipos documentales para la difusión de la actividad científica (Aguado-López et al., 2018;Beigel, 2015, 2019; Guédon, 2011; Hicks, 2004; Kreimer, 2018; Kulczycki et al., 2018).
Como consecuencia de estos cuestionamientos, en los últimos años distintas iniciativas y declaraciones, tanto internacionales como latinoamericanas, han propiciado la discusión sobre los sistemas de evaluación de la investigación y la importancia de jerarquizar la producción científica regional, excluida de las bases de datos comerciales, atendiendo especialmente a las particularidades de las HyCS (Alperin y Rozemblum, 2017; Becerril-García y Aguado-López, 2019; Beigel, 2015, 2019; DORA, 2012; FOLEC, 2020; Hicks et al., 2015). El debate sobre la trasformación de las culturas evaluativas de la ciencia (sensu Beigel, 2015) ha remarcado con frecuencia la necesidad de construir indicadores situados de circulación de la producción científica. Esto implica enfatizar los contextos culturales e institucionales que consideren tanto las tradiciones disciplinares como la diversidad bibliográfica, lingüística y comunicativa, las interacciones regionales y el impacto social del conocimiento científico.
2. Los hábitos de publicación
Como adelantamos líneas atrás, los hábitos, patrones o estilos de publicación presentan importantes diferencias entre las distintas áreas de conocimiento, en virtud de la existencia de diversas tradiciones académicas. Mientras que en la gran área de las CEyN parece dominar la publicación en artículos de revistas científicas del circuito comercial, mayormente en inglés, con temáticas de alcance global, coautorías numerosas y gran predominio de colaboraciones interinstitucionales, las HyCS muestran una situación notoriamente distinta. En este último caso, varios autores han observado que existe una marcada tendencia a publicar en libros o capítulos de libro y, en menor medida, en artículos de revistas científicas de edición no comercial, contemplando textos de gran extensión, con prevalencia de autorías individuales o coautorías acotadas, así como vinculados a temáticas de pertinencia local y regional, tanto en el alcance geográfico como lingüístico de sus producciones, entre otros aspectos (Beigel, 2015, 2019; Beigel y Gallardo, 2020;Chinchilla-Rodríguez et al., 2015; De Filippo y Sanz-Casado, 2018; Giménez-Toledo y Torres-Salinas, 2011;Guédon, 2011; Henriksen, 2016;Hicks, 2004; Kulczycki et al., 2018; Piovani, 2018; Sivertsen, 2016; Verleysen y Ossenblok, 2017). En este mismo sentido, también difieren los patrones de citación, abogando por el uso de referencias con fechas más antiguas, correspondientes a autores clásicos de obras teóricas, bibliografía contextual de alto valor en términos locales e, incluso, fuentes documentales históricas depositadas en archivos (Piovani, 2018).
De esta manera, tanto los hábitos de investigación como los patrones de publicación de las HyCS se caracterizan por una considerable heterogeneidad, la cual resulta fundamental para la reproducción del conocimiento dentro de esta gran área, a fin de organizar la investigación, presentar los resultados y llegar de manera eficiente a sus audiencias (Sivertsen, 2016). Además, varios autores han observado que, dentro de las HyCS, estas dinámicas pueden diferir en gran medida tanto entre disciplinas como entre países (Kulczycki et al., 2018;Sivertsen, 2016;Verleysen y Ossenblok, 2017). En este contexto, se han desarrollado distintas investigaciones sobre el análisis de las tipologías documentales utilizadas, la diversidad lingüística, la caracterización del alcance temático-geográfico de las publicaciones, la disponibilidad de la información científica en acceso abierto, los patrones diferenciales de citación y el estudio de las prácticas de colaboración, entre otros aspectos (Aguado-López et al., 2018; De Filippo y Sanz-Casado, 2018; Guns et al., 2019; Henriksen, 2016; Hicks, 2004;Kulczycki et al., 2018; Sivertsen, 2016; Verleysen y Ossenblok, 2017).
En esta línea, a nivel nacional se destacan los trabajos que han analizado los circuitos de comunicación de la producción científica, los patrones de colaboración y el alcance geográfico de las investigaciones (Beigel y Gallardo, 2020; Beigel y Salatino, 2015;Chinchilla-Rodríguez et al., 2015; Liberatore et al., 2015, 2020; Miguel et al., 2015; Piovani, 2018). Es importante aclarar que la mayoría de estos abordajes han sido realizados a partir del análisis de publicaciones en revistas científicas procedentes de bases de datos gestionadas por grandes monopolios internacionales, como Web of Science (WoS) y Scopus, cuya cobertura favorece el circuito comercial y presenta escasa representatividad en el campo de las HyCS y de las investigaciones latinoamericanas (Alperin y Rozemblum, 2017; Beigel, 2015, 2019). Solo ocasionalmente, este tipo de estudios ha considerado fuentes alternativas de información que den cuenta de la relevancia local de las publicaciones (Beigel, 2019; Beigel y Gallardo, 2020; Beigel y Salatino, 2015; Liberatore et al., 2015; Piovani, 2018). Además, merecen especial atención los trabajos que han recurrido al uso de encuestas para analizar las percepciones, comportamientos y experiencias de los propios investigadores sobre las estrategias de difusión y visibilización de la producción científica, con énfasis en la disponibilidad en acceso abierto (Bongiovani et al., 2012;San Martín et al., 2015;Unzurrunzaga, 2017).
El abordaje particular de los estilos de producción en arqueología a escala internacional ha sido objeto de algunos estudios parciales. En su mayoría, estos trabajos han sido realizados a partir de registros documentales restringidos a revistas científicas, generalmente incluidas en las bases de datos gestionadas por WoS y Scopus, o bien resultantes de selecciones arbitrarias vinculadas con determinadas líneas temáticas de investigación. Son pocos los casos que han estudiado exclusivamente la producción arqueológica de países específicos, como son los casos de Chile, Italia y Reino Unido, aunque con recortes de análisis vinculados con el tipo documental, las prácticas de colaboración o determinadas líneas temáticas (Gurruchaga y Salgado, 2017; Mays, 2010; Plutniak, 2019). Colateralmente, investigaciones más generales sobre la producción científica en HyCS de países como Bélgica y Noruega también han informado sobre las preferencias idiomáticas y la elección de distintas tipologías documentales en las publicaciones de arqueología de dichos contextos (Sivertsen, 2016; Verleysen y Ossenblok, 2017).
A pesar de estas limitaciones, varios autores han observado que, siguiendo la tendencia internacional, las investigaciones arqueológicas muestran un progresivo aumento en la publicación de artículos de revistas científicas, en inglés y en coautoría, especialmente asociada a la colaboración interdisciplinaria (Brughmans y Peeples, 2017; Gurruchaga y Salgado, 2017;Jørgensen, 2015;Plutniak, 2019; Verelysen y Ossenblock, 2017). Si bien la hegemonía del inglés es notoria, el uso de idiomas locales continúa siendo dominante (Gurruchaga y Salgado, 2017; Plutniak, 2019; Verelysen y Ossenblock, 2017). Por su parte, también se ha informado que dentro de la arqueología la publicación en revistas arbitradas es notoriamente superior que, en otras disciplinas pertenecientes a las HyCS, como es el caso de la historia, que presenta mayor preferencia por los libros (Brughmans y Peeples, 2017; Hicks, 2004; Verelysen y Ossenblock, 2017). Respecto a la publicación en revistas, los registros dan cuenta de la existencia de una mayor diversificación hacia espacios de publicación internacionales pertenecientes al mainstream (Arias, 2013; Gurruchaga y Salgado, 2017). Si bien prevalecen las revistas de incumbencias específicas en arqueología, se observa un incremento en las publicaciones de alcance interdisciplinar y multidisciplinar, especialmente en favor de las CEyN, que fomentan líneas de investigación vinculadas con la arqueometría y los estudios paleoambientales (Arias, 2013; Gurruchaga y Salgado, 2017; Jørgensen, 2015). A su vez, con universos de estudio más acotados, otros trabajos han profundizado en cuestiones vinculadas con las prácticas de citación (Hutson, 2002), los patrones de coautoría asociados, la afiliación institucional, la procedencia geográfica, la identidad de género y la adscripción étnica (Brughmans y Peeples, 2017;Harry et al., 2003; Heath-Stout, 2020; Hutson, 2002;Jørgensen, 2015;Plutniak, 2019), la aplicación de determinadas perspectivas teórico-metodológicas (Arias, 2013;Brughmans y Peeples, 2017;Jørgensen, 2015; Mays, 2010;Montero Ruíz et al., 2007) y la diversidad de temáticas y áreas geográficas bajo estudio (Eerkens, 2003; Mallía y Vidal, 2009; Mays, 2010; Palomar et al., 2009).
Por su parte, los antecedentes de investigación en arqueología argentina son aún relativamente exiguos y dispersos. Estudios generalistas sobre la producción científica en el marco del personal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) han ofrecido una breve síntesis sobre algunos comportamientos de la comunidad arqueológica nacional. Beigel y Gallardo (2020) observaron que dentro de las HyCS la publicación de artículos en idioma español es notoriamente superior (76%) frente a otras grandes áreas de conocimiento. En el caso de la comisión asesora de arqueología y antropología biológica, estos valores se ubican en un punto intermedio-alto, alcanzando el 64%. Los autores también registraron que la elección de las revistas científicas de este campo disciplinar parece mostrar amplia preferencia por las publicaciones nacionales y latinoamericanas, aunque las revistas extranjeras de edición anglófona muestran una presencia superior que otras comisiones de HyCS. Por su parte, Baranger y Bañay (2015), en su análisis sobre seis disciplinas de HyCS, observaron que la arqueología se ubica comparativamente en una posición intermedia con respecto a la publicación en revistas científicas, al uso del inglés y a las prácticas de coautoría, frente a los valores mínimos y máximos representados por la historia y la antropología biológica, respectivamente.
Aunque con un marcado corte historiográfico, también son de mencionar los estudios nacionales realizados al interior de disciplina, orientados a la identificación de temáticas de investigación y perspectivas teórico-metodológicas. Al respecto, es necesario destacar los estudios pioneros de Fernández (1982) y Bonnin y Laguens (1984-1985). Mientras que Fernández (1982), en su estudio sobre la historia de la arqueología argentina, realizó algunas aproximaciones iniciales sobre la cuantificación bibliográfica de las publicaciones locales vinculadas con determinadas perspectivas teóricas, Bonnin y Laguens (1984-1985) incursionaron en el análisis de citas en dos revistas nacionales para la identificación de tendencias de investigación. A pesar de estas referencias, solo en los últimos 15 años se han vuelto a realizar investigaciones con objetivos similares. Al respecto puede mencionarse el trabajo de Flegenheimer y Bellelli (2007), que analiza la historia de los estudios líticos en la Argentina a partir de los artículos publicados en la revista Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología. En esta misma línea, Vidal (2008) emprendió un análisis bibliométrico sobre las publicaciones de diversas revistas científicas nacionales y extranjeras, para evaluar el impacto de los estudios arqueométricos en la arqueología argentina y española, haciendo énfasis en los temas y materiales bajo estudio dentro de esta perspectiva. Por su parte, Scheinsohn (2009) se abocó al análisis de citas en conjunción con una encuesta orientada a la comunidad investigadora local, para analizar la influencia de las perspectivas evolutivas en la arqueología nacional. A su vez, Ramundo (2009, 2010), Conforti (2013) y Pupio y Salerno (2014) estudiaron distintos cambios sociohistóricos y tendencias de investigación a partir del análisis de noticias de prensa, informes de investigación y actas de congresos nacionales. En años recientes, Grana y Fernández (2018) han estudiado el desarrollo de temas de investigación específicos mediante el análisis de los trabajos publicados en una revista científica local mientras que Ávido y Vitores (2018) incursionaron en la lectura distante de textos en publicaciones periódicas nacionales vinculadas a la disciplina, con el objetivo de identificar recurrencias temáticas.
Bajo otro eje, también resultan especialmente significativos los estudios realizados por Kligmann y colaboradores, que han indagado sobre prácticas y tendencias de investigación en arqueología argentina, mediante el análisis exclusivo de tesis y actas de defensa de las tesis de licenciatura y doctorado presentadas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (Kligmann, 2006;Kligmann y Ramundo, 2014; Kligmann et al., 2018). Finalmente, se destacan los trabajos que han avanzado en el inventario y análisis de la gran variedad de revistas científicas de edición nacional que son y han sido receptoras de trabajos de arqueología e investigaciones interdisciplinarias guiadas por objetivos arqueológicos (Ávido y Vitores, 2018; Horwitz, 2008; Kligmann y Spengler, 2016;Spengler y Kligmann, 2017). En gran medida, estos estudios han hecho énfasis en distintas características editoriales, entre las que se incluyen las incumbencias temático-disciplinares, las instituciones editoras, el contexto de fundación, la vigencia de las publicaciones, la disponibilidad de contenidos en soporte digital y la cobertura en bases de datos de diferente alcance, entre otros aspectos.
3. Materiales y métodos
En tanto la ciencia se constituye como una práctica social, el presente trabajo se propuso interpelar a los propios investigadores, principales actores sociales de la actividad científica. De esta manera, se diseñó un sondeo exploratorio a partir de una encuesta orientada a la comunidad académica local, con el objetivo de identificar distintos aspectos vinculados con la producción, comunicación y circulación del conocimiento científico en el campo de la arqueología argentina. Para ello se seleccionó un total de diez variables que pueden sintetizarse en tres grandes áreas: A) los espacios de publicación; B) las prácticas de autoría; y C) la publicación en revistas científicas. Mientras que en el primer caso se consideraron el soporte de edición y el tipo documental, en el segundo se contemplaron los hábitos de autoría y las prácticas de coautoría interdisciplinaria e interinstitucional. Finalmente, en el tercero se incluyó tanto el criterio de selección de las revistas, el idioma de publicación y la nacionalidad de las instituciones editoras, así como el relevamiento de las revistas nacionales y extranjeras elegidas por los encuestados (Tabla 1).

Estas variables fueron condensadas en un cuestionario de carácter mixto que consideró el registro de información tanto cualitativa como cuantitativa, atendiendo al relevamiento de opiniones e impresiones así como a la recopilación de datos cuantificables. De esta manera, se consideró la presencia de preguntas de tipo: a) abiertas o no estructuradas, que permitían que los encuestados se explayaran libremente en sus respuestas; b) cerradas, cuyas respuestas se restringían a la elección (única o múltiple) de opciones preestablecidas; y c) mixtas, que ofrecían la selección de “otras” alternativas no contempladas entre las opciones inicialmente disponibles, así como solicitaban fundamentar dicha elección (sensu Rojas Tejada et al., 1998).
La encuesta se diseñó mediante plantillas o formularios disponibles en línea y de manera gratuita dentro del entorno de Google. Su difusión se realizó durante agosto de 2017, a través de correo electrónico y redes sociales con el objetivo de llegar a colegas con distinto rol académico y perfil etario. Por medio de correo electrónico se envió a un total de 349 colegas (incluyendo investigadores, becarios y estudiantes de postgrado) y a diez instituciones académicas nacionales que albergan profesionales de la disciplina. Además, para conseguir una mayor difusión, se compartió el cuestionario a través de la red social Facebook. Sin embargo, dado que no se requería registro alguno de información personal, los datos resultantes fueron de carácter completamente anónimo. Por lo tanto, desconocemos el alcance total de los destinatarios a los cuales llegó la encuesta.
Si bien no se estableció un plazo específico para que los encuestados remitieran las respuestas, luego de aproximadamente un mes estas dejaron de llegar, por lo que se dio por cerrada la recepción y comenzó el análisis de la información obtenida. Durante el lapso considerado, el cuestionario fue respondido por un total de 146 colegas. El procesamiento de los resultados implicó la cuantificación de todas las respuestas obtenidas para las opciones de cada una de las consignas. Es importante aclarar que, como consecuencia de la existencia de preguntas cuyas opciones podían o no ser mutuamente excluyentes, el total de respuestas varió según la variable considerada, indicándose en cada caso el N correspondiente (Tabla 1). Mientras que en las preguntas con opciones excluyentes el total de respuestas coincidió con el N de encuestados, en aquellas con opciones no excluyentes el número total de respuestas fue superior y presentó valores variables. Por su parte, en los casos en los cuales se solicitó el desarrollo de respuestas en un casillero en blanco, fue posible identificar nuevos atributos para algunas de las variables que no habían sido considerados inicialmente en el formulario. En estos casos, cuando la terminología utilizada en las respuestas no era homogénea, pero remitía a un mismo concepto, fue necesario estandarizar la información para unificar los criterios de análisis.
4. Resultados
Si bien, como se aclaró líneas atrás, no fue posible conocer el alcance total de la encuesta, dado que fue difundida en paralelo a través de distintos canales institucionales y redes sociales, los resultados permitieron realizar algunas apreciaciones generales. Teniendo en cuenta que el cuestionario fue enviado mediante correo electrónico a 349 individuos y se recibieron 146 formularios completos en total, inicialmente se pudo estimar que la tasa de respuesta alcanzó cerca del 42%. A continuación se presentan los resultados de cada una de las diez variables seleccionadas, agrupadas en las tres grandes áreas ya mencionadas.
4.1. Los espacios de publicación
A fin de identificar los soportes de publicación preferidos por la comunidad arqueológica nacional (variable 1, Tabla 1), se distinguió inicialmente entre formatos impresos y en línea. Los resultados mostraron que para la mayoría de los encuestados (53%) este aspecto no constituía una variable significativa, respondiendo que les resultaba indistinto si la publicación se presentaba en alguno de estos medios. Entre aquellos colegas que manifestaron preferencias por una de las alternativas ofrecidas, domina la elección de la versión impresa (31%) por sobre los formatos electrónicos (16%). Por su parte, también fue de gran importancia determinar los canales de publicación más elegidos (variable 2, Tabla 1), para lo cual se consideraron cinco tipologías documentales: libro, capítulo de libro, artículo en revista científica, trabajo en actas de reuniones científicas y trabajo de divulgación. A partir de los resultados se observó que entre los colegas parecen dominar las publicaciones de artículos en revistas científicas (48%), seguidas por los capítulos de libros (25%) y los trabajos en actas de reuniones científicas (21%). En último lugar se ubican los libros (5%) y los trabajos de divulgación (1%) (Figura 1). Es interesante destacar que la suma de los porcentajes correspondientes a los capítulos de libros y a los trabajos en actas de reuniones científicas (46%) resulta muy semejante al porcentaje obtenido solamente para los artículos en revistas científicas.

4.2. Las prácticas de autoría
Con el objetivo de identificar los hábitos de autoría más frecuentes (variable 3, Tabla 1), se distinguieron tres tipos generales: autoría individual (sin coautoría), coautoría breve (dos o tres autores) y coautoría múltiple (cuatro o más autores). En este caso se observa una mayor tendencia a realizar trabajos en coautoría de pocos autores (50%), seguidos por los trabajos individuales (31%) y finalmente por los trabajos en coautoría múltiple (19%). Por su parte, dentro de las prácticas de coautoría fue posible identificar distintos patrones en relación con la colaboración interdisciplinaria al interior de la comunidad arqueológica nacional (variable 4, Tabla 1). Los resultados permitieron distinguir dos grandes grupos en donde domina ampliamente la coautoría interdisciplinar (91%), seguida de la monodisciplinar (9%), dando cuenta de una importante tendencia hacia la interdisciplinariedad. Mientras que el primer caso abarca a los investigadores que declararon publicar junto con profesionales de otros campos del conocimiento, el segundo comprende a aquellos colegas que manifestaron realizar publicaciones solamente con otros arqueólogos.
A su vez, dentro del grupo de coautoría interdisciplinaria, el 54% de los encuestados manifestó que realiza publicaciones en colaboración con investigadores de las CEyN, el 43% con colegas vinculados con las HyCS y solo el 3% restante con profesionales de otras disciplinas. Finalmente, dentro de estas grandes áreas del conocimiento fue posible desagregar un total de 11 especialidades con las cuales los arqueólogos informaron que acostumbran publicar. En este caso domina ampliamente el vínculo con la antropología (23,6%), seguido de la geología (18,5%) y la biología (18,1%). En menor medida, también se observa que existe colaboración con especialistas en historia, química, física, geografía, arquitectura y ciencias de la comunicación. Luego, con muy bajo porcentaje, se ha registrado la participación de disciplinas como la ingeniería y la restauración, entre otras (Figura 2).

Por otro lado, los resultados también permitieron identificar distintas modalidades de coautoría en términos de la institución de afiliación de los autores (variable 5, Tabla 1). Inicialmente, las prácticas de coautoría interinstitucional fueron clasificadas genéricamente como endogámicas y exogámicas. De esta manera, se identificó como endogamia institucional a las respuestas de aquellos encuestados que indicaron publicar solamente con otros investigadores de su misma institución. En cuanto a la coautoría exogámica, la misma abarca a todos aquellos casos en los cuales se informó la existencia de prácticas de publicación con investigadores procedentes de instituciones distintas a las propias. Como resultado, se observa que la elección de la coautoría exogámica domina ampliamente (86%) por sobre la endogámica (14%). Ahora bien, dentro de la coautoría exogámica pueden distinguirse tres tipos: a) local; b) regional; y c) internacional. Mientras que el primer caso comprende la coautoría con investigadores de instituciones distintas a la propia, pero ubicadas dentro del mismo distrito o provincia, el segundo contempla el trabajo con colegas procedentes de instituciones ubicadas en otras provincias y el tercero involucra la coautoría con investigadores pertenecientes a instituciones u organismos del extranjero. Como resultado, se observa que predomina la exogamia regional (35%), seguida por la exogamia local (26%) y la exogamia internacional (25%), siendo que, a su vez, las últimas dos muestran muy leves diferencias entre sí (Figura 3).

4.3. La publicación en revistas científicas
Los datos derivados de la encuesta también permitieron identificar distintas prácticas vinculadas con la publicación de artículos en revistas científicas. En este sentido, se consultó a los colegas acerca de los criterios utilizados para la selección de las publicaciones seriadas que son receptoras de sus manuscritos (variable 6, Tabla 1). Como resultado, se observa que el criterio dominante parece ser la cantidad y el tipo de indizaciones (42%), seguido del prestigio de la revista (39%). En mucha menor medida se pueden mencionar otros parámetros como es el caso de la fecha de apertura de la convocatoria para la recepción de las contribuciones (10%), ya sea que se encuentre abierta todo el año o circunscripta a un período determinado, el alcance temáticogeográfico de la publicación (6%) y los tiempos que median entre la recepción del manuscrito, su aceptación y su posterior publicación (1%). El 2% restante se completa con otras opciones tales como la extensión máxima del texto y la cantidad de material gráfico permitidos por los editores, entre otros aspectos (Figura 4)

Por otro lado, también fue posible recabar información acerca de la importancia otorgada al idioma de publicación y a la nacionalidad de las revistas elegidas para publicar. Con respecto al idioma (variable 7, Tabla 1), se observa la preponderancia del español (62%) por sobre el inglés (37%) y, en mucha menor medida, la elección del francés, el italiano y el alemán (1%). En cuanto a la nacionalidad de las revistas (variable 8, Tabla 1), es decir: el país de procedencia de las instituciones editoras, el 57% de los encuestados informó que elige tanto revistas nacionales como extranjeras como soporte de publicación de sus investigaciones. Por su parte, el 43% restante manifestó preferencia exclusiva por uno u otro tipo. Mientras que 29% priorizó las publicaciones locales, solo el 14% antepuso a aquéllas de edición internacional.
En este contexto, interesó identificar cuáles eran aquellas revistas científicas elegidas con mayor frecuencia por la comunidad arqueológica argentina. El procesamiento de 778 respuestas permitió identificar un total de 67 revistas nacionales (variable 9, Tabla 1), mientras que de la compilación de 477 registros se obtuvo un listado total de 165 publicaciones extranjeras (variable 10, Tabla 1). Cabe aclarar que, en ambos casos, la diferencia entre el número de revistas y de respuestas se debe a que cada colega mencionó más de una publicación al responder las consignas correspondientes. Estos datos fueron, a su vez, correlacionados con las respuestas previas de los colegas sobre las preferencias de procedencia declaradas. Al respecto, se observa que los encuestados que manifestaron elegir ambos circuitos editoriales también informaron la mayor cantidad de publicaciones, tanto de edición local como extranjera (Figura 5). Si bien la cantidad y variedad de títulos foráneos domina en la muestra obtenida, estos presentan una tasa relativamente baja de recurrencias, con gran cantidad de menciones aisladas, independientemente de la cantidad de artículos en ellas publicados. En cuanto a las revistas nacionales, el menor número de títulos es compensado con una intensidad de menciones notoriamente mayor, mostrando una tendencia con distribución jerárquica. Por su parte, entre los colegas que declararon preferir las publicaciones extranjeras con exclusividad, se observa la mención de unos pocos títulos (n=10) sin recurrencia alguna (Figura 5). Algo similar puede observarse en el caso de los encuestados que informaron priorizar las revistas locales, informando de forma aislada un pequeño grupo de publicaciones. En este último caso es llamativo que, además de títulos nacionales (n=9), también fueron mencionadas algunas ediciones extranjeras (n=5) (Figura 5), observando una incongruencia entre las preferencias declaradas y las revistas efectivamente elegidas a la hora de publicar.

Con respecto a la intensidad de menciones de las revistas informadas, tanto nacionales como extranjeras, se discriminaron cinco agrupamientos (A, B, C, D y E) que permitieron distinguir las publicaciones en función de su mayor o menor recurrencia entre los encuestados (Figuras 6 y 7). En ambos casos, se observa que solo unos pocos títulos se presentan como realmente dominantes en los grupos A y B, conformando el conjunto de las revistas más prestigiosas o populares entre los colegas. En el caso de los títulos nacionales, es especialmente notorio el caso de los siete primeros títulos del ranking (10,4%) que obtuvieron más de 38 respuestas cada uno y un máximo de 93 menciones (Figura 6). De forma similar, entre los de edición foránea se destacan las tres primeras publicaciones del ranking (1,8%) que obtuvieron más de 21 respuestas cada una y un máximo de 34 menciones (Figura 7). Por su parte, las revistas correspondientes a los grupos C y D fueron elegidas por un número menor de colegas, obteniendo cantidades intermedias de respuestas. Finalmente, el grupo E comprende a todos aquellos títulos que se presentan como casos únicos o aislados, independientemente de la cantidad de artículos en ellos publicados (Figuras 6 y 7)


Atendiendo al ordenamiento resultante y, a fin de ponderar la visibilidad y calidad editorial de las revistas con mayor cantidad de menciones, se registró la inclusión de los primeros diez títulos de cada ranking en cuatro reconocidas bases de datos especializadas, tanto de alcance internacional, iberoamericano o exclusivamente nacional. Estos indicadores incluyeron la presencia en: Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas (NBRCA);1 Latindex Catálogo 2.0;2 Scopus3 y Web of Science (WoS).4 Consecuentemente, entre las revistas nacionales seleccionadas se observa que la mayoría ha sido evaluada favorablemente en el NBRCA, mientras que poco más de la mitad se encuentra incluida en el Catálogo 2.0 de Latindex. Paralelamente, tres están presentes en Scopus y solamente las dos primeras se incluyen en WoS (Tabla 2). En cuanto a las ediciones extranjeras, con excepción de un caso, es de destacar que casi la totalidad está presente en las bases de Scopus y Wos. Cabe mencionar que, si bien seis de ellas son de procedencia iberoamericana, solamente tres han sido incluidas en el catálogo actualizado de Latindex (Tabla 3).


Por otro lado, a partir del análisis de la información editorial ofrecida en la sección denominada “enfoque y alcance” (aims and scope) de cada una de las revistas científicas informadas, se procedió a clasificar cada espacio de publicación en función de sus incumbencias disciplinares. Como resultado, fue posible observar que la mayoría corresponde a publicaciones exclusivas de arqueología, 37% en el caso de las extranjeras y 25% para las nacionales, seguidas por gran cantidad de revistas vinculadas con la antropología en general, 20% y 22% respectivamente (Figura 8). Luego, abarcando enfoques más generalistas, entre las publicaciones locales dominan las incumbencias en HyCS (15%), mientras que para las de edición foránea priman los espacios vinculados con las CEyN (14%). En mucha menor medida también se identificó la presencia de revistas con otro tipo de incumbencias, entre las que se destacan aquellas de enfoque multidisciplinar y las especializadas en historia y biología. Con proporciones aun menores, también puede mencionarse la elección de revistas con especialización en paleontología, geografía y geología. Otras áreas del conocimiento son registradas en muy bajas proporciones, como casos aislados. Mientras que para las revistas nacionales se observan títulos vinculados con museología, sociología y turismo, entre las revistas extranjeras se indican publicaciones especializadas en arquitectura, conservación, medicina, patrimonio cultural y semiótica (Figura 8).

5. Discusión
A partir del análisis de los resultados obtenidos pueden observarse algunas tendencias generales en las prácticas de publicación científica de la comunidad arqueológica argentina. En primera instancia, los datos de la encuesta muestran que, si bien la mayoría de los colegas no manifestó ninguna predilección particular por publicar sus investigaciones en un soporte específico, existe un importante porcentaje que declaró preferir la publicación impresa por sobre la digital. Esta situación llama especialmente la atención teniendo en cuenta las transformaciones que han atravesado a la comunicación académica en las últimas décadas, como resultado del uso extendido de los medios electrónicos y el auge de Internet en tanto herramientas de comunicación masiva, junto con la generalización de las políticas de acceso abierto para la disponibilidad irrestricta a los contenidos (Russell Barnard, 2007). Además, es importante mencionar que la Ley Nacional N° 26.899 de Repositorios Digitales Institucionales de Acceso Abierto, aprobada en 2013 en Argentina y reglamentada en 2016, establece que las instituciones y los organismos de ciencia y tecnología deben desarrollar infraestructuras que permitan disponer en acceso abierto de la producción científica nacional financiada con fondos públicos (Unzurrunzaga, 2017).
No obstante, a pesar de estos condicionamientos, se considera que la preferencia de algunos profesionales por los formatos impresos puede estar vinculada a cuestiones etarias. Es posible que muchos investigadores de larga trayectoria opten por materializar sus publicaciones en papel, en virtud de prácticas consuetudinarias que otrora otorgaban mayor validez al ejemplar físico (Russell Barnard, 2007). En contraposición, varios autores han observado que son las nuevas generaciones de investigadores, formados en el contexto emergente y creciente de la información digital y el acceso inmediato a los contenidos, quienes muestran mayor predisposición a publicar en medios electrónicos, archivar sus contribuciones en repositorios y difundir su producción mediante redes sociales académicas (Nicholas et al., 2020; Russell Barnard, 2007; Unzurrunzaga, 2017). Sin embargo, y dado el carácter anónimo de la encuesta, la situación etaria de los colegas que respondieron el cuestionario resulta un interrogante imposible de dilucidar con los datos disponibles hasta el momento.
Por otro lado, los resultados también han permitido observar la elección recurrente de los arqueólogos argentinos por la publicación en distintos tipos documentales. En primera instancia, cabe resaltar que los trabajos vinculados con la divulgación del conocimiento científico parecen tener muy poco peso entre la comunidad académica local. Es importante detenerse aquí un momento, puesto que en los últimos años la comunicación pública de la ciencia y las actividades de transferencia y extensión han adquirido mayor relevancia. No obstante, este tipo de prácticas y producciones aún presenta escasa valoración dentro del sistema evaluativo nacional de ciencia y tecnología (Beigel, 2019). Como señala Conforti (2013), a pesar de las voluntades personales e institucionales, la comunicación pública de la arqueología en argentina “aún no ha logrado legitimar el campo y equiparlo con las otras actividades científico/ académicas, que son los principales parámetros que pondera el sistema universitario y/o científico-académico argentino” (Conforti, 2013, p. 105).
En segundo lugar, es de destacar que entre los colegas nacionales parece existir gran preferencia por la publicación de artículos en revistas científicas, por sobre otros tipos documentales, con gran dominancia del idioma español. En siguiente orden de importancia también fue posible observar la elección de otros tres importantes canales: los capítulos de libro, los trabajos en actas de reuniones científicas y los libros. Resulta significativa la sumatoria conjunta de respuestas obtenidas para estos tres casos, que arroja un porcentaje muy similar al alcanzado exclusivamente por los artículos en revistas. Si bien los resultados de la encuesta no son directamente comparables con datos procedentes de análisis bibliométricos, la información presentada parece ser relativamente consistente con las tendencias nacionales informadas en estudios previos sobre los patrones de producción, tanto de las HyCS en general como de la arqueología en particular (Baranger y Bañay, 2015; Beigel y Gallardo, 2020). Es importante mencionar que, aunque la publicación en revistas científicas y en inglés se encuentra en aumento en todos los campos, varios autores observaron que este comportamiento es sumamente variable entre disciplinas y más acusado en las generaciones más jóvenes de investigadores (Beigel y Gallardo, 2020; Guns et al., 2019;Gurruchaga y Salgado, 2017; Nicholas et al., 2020).
En concordancia con lo expuesto, los resultados muestran una leve preferencia por las publicaciones editadas por instituciones nacionales, seguida inmediatamente por la elección de espacios de publicación foráneos. Además, fue posible realizar un inventario preliminar de las revistas elegidas por los colegas para materializar su producción. De esta manera, se identificó un total de 67 títulos editados en el país y 165 de edición internacional. Si bien se registró una amplia variedad de publicaciones extranjeras, la recurrencia de menciones de las publicaciones locales domina ampliamente dentro de la muestra analizada, mostrando nuevamente una importante tendencia orientada a circuito local. En este sentido, los registros de Beigel y Gallardo (2020) también han informado una mayor preferencia por las revistas nacionales en este contexto disciplinar, aunque las publicaciones extranjeras, especialmente de edición anglófona, suelen presentar proporciones considerables. Por su parte, en ambos circuitos editoriales se observó que solamente un pequeño grupo de revistas fueron mencionadas con mayor recurrencia, independientemente de la cantidad de trabajos publicados en ellas, conformando el conjunto de las publicaciones más populares y prestigiosas entre los colegas. Cabe destacar que esta distribución parece seguir el modelo general de dispersión de la literatura científica, que concentra la mayor parte de la producción científica en un grupo restringido de revistas (Guédon, 2011).
En este contexto, los resultados también permitieron identificar varios aspectos vinculados con la percepción de los criterios más relevantes para la elección de los espacios de publicación periódica. En líneas generales, parece primar el tipo y la cantidad de indizaciones junto con el prestigio subjetivo de las publicaciones. De hecho, las revistas registradas que presentan mayor intensidad de menciones se encuentran incluidas en reconocidas bases de datos, entre las que se destacan mayoritariamente Scopus y WoS. Por su parte, en el caso de las publicaciones nacionales resulta significativa, además, la presencia en el NBRCA. En coincidencia con los estudios previos, estos parámetros han sido recurrentemente marcados como prioritarios entre los investigadores de distintas ramas del conocimiento (Bongiovani et al., 2012; Nicholas et al., 2020). La presencia en indizadores reconocidos internacionalmente suele ubicar a las revistas dentro de un ranking de “calidad”, otorgándole cierto estatus relativo basado en parámetros formales que, generalmente, se inspiran en el paradigma de alto impacto definido por los indicadores métricos de gestión comercial (Alperin y Rozemblum, 2017; Guédon, 2011).
Los registros analizados también han mostrado algunos títulos que, a pesar de no cumplir con estos parámetros de indización, también han sido objeto de gran cantidad de menciones,5 probablemente como resultado del prestigio conferido por su amplia trayectoria. Dicho prestigio académico no solo deriva de la puntuación métrica obtenida, sino que se encuentra fuertemente influenciado por la valoración subjetiva de la comunidad académica local, en función de distintas variables no necesariamente sistemáticas ni cuantificables. Como afirma Horwitz (2008), existen algunas revistas que poseen gran prestigio entre los colegas como resultado de una larga trayectoria académica que, sin embargo, no presentan gran cantidad de indizaciones ni no se encuentran incluidas en bases de datos reconocidas. No obstante, otros criterios de elección han sido considerados de menor relevancia entre los colegas, como es el caso de la apertura de la convocatoria para la recepción de manuscritos, los tiempos que median entre la recepción del manuscrito y su aceptación, el alcance temático-geográfico de la publicación, entre otros. Los primeros dos parámetros se encuentran sumamente vinculados, puesto que la presión por publicar demanda inmediatez, tanto en la recepción de los manuscritos como en su aceptación y publicación. De hecho, en el contexto actual, donde prima el paradigma del publish or perish para garantizar el éxito de las carreras académicas en función de las exigencias de los organismos de evaluación de ciencia y tecnología, si el tiempo promedio entre dichos parámetros se demora en demasía puede volverse contra los propios autores, ralentizando la cantidad de publicaciones posibles por año.
Por su parte, una escasa cantidad de colegas reparó en la importancia del alcance o enfoque de las revistas científicas, ya sea temático, disciplinar, geográfico o temporal. Cabe detenerse un momento en este aspecto puesto que, dadas las características intrínsecas de las HyCS, generalmente las investigaciones de esta gran área del conocimiento suelen abordar discusiones particulares, basadas en estudios situados resultantes del análisis de contextos culturales y espaciales específicos, hecho que les confiere un carácter más bien localista o regionalista. De esta manera, los resultados pueden alcanzar gran utilidad en un entorno dado, pero no necesariamente son extrapolables a otras condiciones políticas, geográficas o culturales (Kulczycki et al., 2018). En consecuencia, es plausible que la pertinencia temática de las investigaciones encuentre un límite en las incumbencias de cada espacio de publicación y hallen mejores receptores entre las literaturas nacionales (sensu Hicks, 2004).
La arqueología no es ajena a estas problemáticas, dado que las líneas de investigación más trabajadas generalmente se vinculan con estudios de casos vinculados a características socioculturales, cronológicas y geográficas particulares. En menor medida, los trabajos vinculados con propuestas teóricas, desarrollos metodológicos y estudios paleoambientales permiten trascender los vínculos contextuales del análisis arqueológico, habilitando la difusión de los resultados en publicaciones de alcance más global, tanto de incumbencias específicas como multidisciplinares (Gurruchaga y Salgado, 2017). En este sentido, es posible suponer que el desarrollo de trabajos de este corte puede favorecer que la comunicación de los resultados de investigación encuentre lugar en publicaciones con enfoques temáticos diversos.
En esta misma línea, los resultados de la encuesta mostraron que la mayoría de los colegas manifestó priorizar la publicación en colaboración con otros profesionales, particularmente en coautoría con investigadores procedentes de instituciones distintas a la propia y pertenecientes a diversos campos del conocimiento. La tendencia en aumento de las prácticas de coautoría resulta consecuente con las observaciones realizadas hace más de 50 años por de Solla Price (1963), quien llamó la atención acerca del progresivo incremento de los trabajos firmados por más de un autor y de la existencia de redes de colaboración informales entre los científicos. Esta situación también es concordante con las investigaciones que, en años recientes, observaron cambios en las dinámicas de publicación en las HyCS (Sivertsen, 2016), tendientes a adoptar los patrones de publicación hegemónicos para adaptarse a las exigencias del sistema científico, como estrategia para conseguir mayor cantidad de publicaciones (Aguado-López et al., 2018; Henriksen, 2016).
En el caso de las redes de cooperación nacional, se observa que los resultados destacan especialmente el vínculo con colegas radicados en instituciones de distintas provincias del territorio argentino. Es importante recordar que este tipo de prácticas suele ser alentada desde los organismos de ciencia y tecnología, dado que el trabajo cooperativo en el ámbito científico permite, entre otros aspectos, optimizar recursos y equipamiento, incrementar la productividad y aumentar la visibilidad y el grado de citación (Aguado-López et al., 2018;Beigel, 2015; Chinchilla-Rodríguez et al., 2015; Henriksen, 2016). A pesar de estos lineamientos, y si bien presentan valores notoriamente inferiores, la coautoría endogámica o intrainstitucional no es menos meritoria. Este tipo de colaboración suele ser resultado de distintas prácticas al interior de los equipos de investigación que, entre otros aspectos, involucran la publicación conjunta entre tesistas, becarios y directores.
A su vez, dentro de las prácticas de coautoría, los datos dan cuenta de la existencia de una importante dinámica interdisciplinaria. Más de la mitad de los colegas manifestó realizar publicaciones en colaboración con investigadores vinculados con las CEyN, seguidos por profesionales de las HyCS. Entre estos últimos sobresale el intercambio con la antropología, área académica dentro de la cual se enmarca tradicionalmente la arqueología, seguida de disciplinas como historia y geografía. En cuanto a las CyEN, es notoria la presencia recurrente de campos disciplinares como la geología, la biología, la química y la física. En esta misma línea, también cabe mencionar el registro de las incumbencias de las revistas científicas elegidas, tanto nacionales como extranjeras. Si bien se observa la amplia dominancia de alcances vinculados exclusivamente con la arqueología, y en menor medida con la antropología, también es notoria la abundancia de publicaciones con enfoques generalistas en HyCS, CEyN y multidisciplinares. Además, aunque con frecuencias variables, se destaca la presencia de gran cantidad de revistas especializadas en disciplinas como biología, paleontología, geología, historia, geografía, museología, sociología y turismo, entre otras.
Resulta relevante tener en cuenta que la literatura tradicional ha reconocido que el avance general de la disciplina se ha visto notoriamente incrementado desde mediados del siglo XX, y especialmente en las últimas décadas, como consecuencia del aporte de diversos métodos analíticos y enfoques procedentes de distintas ramas del conocimiento (Maggio, 2018; Renfrew y Bahn, 2007). En consonancia con los datos presentados en este trabajo, entre las disciplinas que mayor impacto han tenido sobresale el rol fundamental de la geología, la paleontología, la biología, la física y la química (Maggio, 2018). Estos intercambios se han alineado mayoritariamente en el marco de subdisciplinas como la arqueometría, definida como la aplicación de métodos de las “ciencias” al estudio de los datos arqueológicos. Este enfoque ha mostrado fuerte aplicación en las investigaciones sobre estudios paleoambientales, métodos de datación, prospección geofísica, teledetección, caracterización y procedencia de materiales, análisis estadísticos, entre otros (Jørgensen, 2015; Montero Ruíz et al., 2007; Morales y Kligmann, 2014;Vidal, 2008). De alguna manera, dicha tendencia también involucra la pretensión de subsanar antiguas inspiraciones positivistas de “objetividad”, que buscaban emular el modelo del método “científico” de las CEyN (González Vázquez, 2017). Sin embargo, gran cantidad de innovaciones derivadas de estos enfoques actualmente se han convertido en una práctica ineludible para el desarrollo de la agenda arqueológica en general (González Ruibal, 2012;Maggio, 2018;Vidal, 2008).
Por su parte, aunque documentado de forma más ecléctica, es constante también el diálogo de la arqueología con otros campos disciplinares de las HyCS. Estas interacciones han planteado fuertes implicaciones en debates filosóficos, sociológicos, antropológicos y geográficos (González Ruibal, 2012; González Vázquez, 2017;Villafañez, 2011). Este es el caso de las investigaciones que se han enfocado en el estudio del simbolismo y la ritualidad, la percepción y construcción del espacio, las representaciones de la alteridad, entre otros. Si bien, a través del vínculo fundador con la historia y la antropología, la arqueología ha sido tradicionalmente considerada como una disciplina asociada al estudio del pasado de la humanidad, es cada vez más frecuente el interés arqueológico por las sociedades del presente (González Ruibal, 2012). Como bien afirma González Vázquez: “Antes que el estudio del pasado, la Arqueología es el estudio de la materialidad, de los restos generados por los seres humanos en los procesos de producción de la vida material y social” (González Vázquez, 2017, p. 213). Al respecto, son de destacar los análisis de los procesos de patrimonialización del pasado y la existencia de vínculos identitarios en el presente, así como los trabajos vinculados con la arqueología pública y participativa, entre otros aspectos (González Ruibal, 2012; Maggio, 2018).
Consideraciones finales
A partir del análisis de los registros presentados fue posible aportar información preliminar con valor diagnóstico sobre las prácticas y hábitos vinculados con la publicación de las investigaciones de los arqueólogos nacionales. Paralelamente, los resultados también permitieron conformar una base de datos de revistas científicas que son receptoras de las publicaciones de los colegas argentinos, cuyo análisis pormenorizado merece un trabajo aparte, que se encuentra actualmente en elaboración. La correlación de esta información junto con los registros relevados en estudios previos permitirá, a futuro, examinar de forma detallada las características de los espacios de publicación y de las estrategias de circulación del conocimiento de esta disciplina en el contexto nacional.
Es importante, no obstante, explicitar las limitaciones del estudio. Somos conscientes de que la información obtenida no representa la totalidad de los casos existentes y tampoco da cuenta de la cantidad de trabajos publicados por los colegas, por lo que constituye una muestra limitada de la realidad. Esto se debe, en primer lugar, a que debido a las características de la información con la que se trabajó, los resultados solo ilustran una fotografía resultante de un palimpsesto o registro promediado del conjunto de los encuestados. Por este motivo, no es posible realizar un análisis histórico de los hábitos de publicación ni vincular los fenómenos observados con momentos específicos de la realidad nacional o generar tendencias sobre individuos en particular. En segundo lugar, es importante resaltar que las respuestas obtenidas tampoco deben considerarse como un reflejo del comportamiento general de toda la comunidad arqueológica argentina, puesto que: a) el cuestionario no necesariamente llegó a todos los profesionales nacionales; b) no todos los que recibieron la encuesta decidieron responderla; y c) las respuestas obtenidas están vinculadas a la interpretación individual que cada uno de los colegas realizó de las consignas recibidas.
A pesar de estos aspectos, consideramos que la muestra considerada en este trabajo es suficiente y representativa para cumplir con los objetivos propuestos. Al respecto, a lo largo de la exposición se ha hecho notoria la importancia de la actividad interdisciplinaria en el seno de la práctica arqueológica, así como la necesidad de llevar a cabo estudios sistemáticos que aborden en profundidad las características y dinámicas propias de los hábitos de publicación de la disciplina. En este sentido, podemos aventurar que los estilos de producción de la arqueología presentan un fuerte arraigo en el sustrato inter y transdisciplinario observado, suponiendo la existencia de tradiciones híbridas que sincretizan prácticas extendidas entre diversos campos del conocimiento. Vale aclarar que la distinción entre disciplinas responde a construcciones sociales de origen decimonónico, que permiten representar las estructuras intelectuales y sociales a través de las cuales se organiza el conocimiento moderno (Wallerstein, 1999). No obstante, los límites entre cada una de ellas en varias ocasiones se presentan difusos o solapados, dando como resultado el desarrollo de campos mixtos e interdisciplinarios (Bordons et al., 2004). Algunos autores incluso han planteado que la actividad científica ya no debería acotarse a marcos disciplinares, sino que sería conveniente pensarla más en términos de problemas de investigación (Dogan, 1997).
Como consecuencia lógica de este tipo de intercambios, se hace evidente que los vínculos interdisciplinares atraviesan las distintas prácticas y hábitos de producción, publicación, colaboración y citación. Por lo tanto, consideramos que el análisis de este tipo de variables no debería desvincularse de sus respectivos temas, enfoques y alcances de investigación. Además de estos condicionantes, las prácticas científicas tampoco son ajenas a los avatares político-institucionales que condicionan los sistemas de evaluación e incentivo de la actividad investigadora (Kreimer, 2018). Varios autores han observado que las transformaciones de los estilos de producción y publicación se encuentran íntimamente determinadas por las dinámicas de las políticas científicas (Beigel, 2015, 2019; Beigel y Gallardo, 2020;Gurruchaga y Salgado, 2017; Hicks, 2004; Kreimer, 2018; Kulczycki et al., 2018;Piovani, 2018). Al respecto, las exigencias del sistema académico mundial tradicionalmente han tendido a estimular la publicación dentro del circuito hegemónico. Este tipo de prácticas han sido adoptadas con mayor frecuencia por las generaciones más jóvenes de investigadores, quienes han debido redefinir sus estrategias de publicación en concordancia con las exigencias de los sistemas de evaluación científica que se orientan en esta dirección (Aguado-López et al., 2018; Beigel y Gallardo, 2020;Guns et al., 2019;Gurruchaga y Salgado, 2017; Nicholas et al., 2020).
Para avanzar en estos aspectos, resulta fundamental el desarrollo de estudios en profundidad sobre los hábitos de publicación de la arqueología argentina. Este tipo de abordaje requiere del análisis cuantitativo in extenso de las publicaciones de los colegas radicados en el país, a partir del análisis de bases de datos nacionales filtradas en términos disciplinares, con el objetivo de identificar el universo de investigadores y producciones vinculados con la arqueología. Si bien el Sistema de Información de Ciencia y Tecnología Argentino (SICyTAR) prevé abarcar un registro unificado y normalizado de los datos curriculares del personal científico y tecnológico que se desempeña en las distintas instituciones argentinas, hasta el momento esta base de datos se encuentra incompleta y desactualizada. No obstante, actualmente coexisten otras fuentes de información de base nacional, con mayor o menor grado de fragmentación, como es el caso del Sistema Integral de Gestión y Evaluación (SIGEVA) administrado por CONICET y distintas universidades nacionales (Beigel y Gallardo, 2020).
Finalmente, esperamos que esta discusión contribuya al debate acerca de la identidad profesional y de la forma en la cual producimos conocimiento. Asimismo, deseamos que estas consideraciones aporten a las actuales discusiones sobre el desarrollo de criterios y herramientas que faciliten el diseño de métodos alternativos y situados para la evaluación de la actividad científica. Para ello, es necesario atender a la valoración tanto de las dinámicas propias como de la heterogeneidad al interior de cada campo del conocimiento. En este sentido, consideramos que muchas de las cuestiones mencionadas en este trabajo pueden servir como disparadores para una reflexión crítica acerca del tipo de ciencia que pretendemos construir como comunidad científica. Cuestionar la forma en que se evalúa la ciencia no es suficiente si, como afirman Troncoso y colaboradores, “en nuestros actos, en nuestras voluntades, contribuimos a la reproducción y legitimación del sistema que criticamos en el discurso” (Troncoso et al., 2008, p. 139).
Agradecimiento
Las autoras agradecen a los colegas que participaron de un testeo previo para ajustar las preguntas de la encuesta: Jimena Alberti, Kevin Lane, Celeste Samec, María Paula Villegas y Celeste Weitzel. También expresan su gratitud a todos aquellos que se tomaron el tiempo de responder el cuestionario, así como a quienes escribieron personalmente manifestando su interés en la temática. Finalmente, manifiestan su agradecimiento a los evaluadores externos del manuscrito, cuyos valiosos comentarios contribuyeron a mejorar este trabajo. Financiamiento Esta investigación se realizó en el marco de una beca postdoctoral de CONICET y de los proyectos UBACYT HM PH07, dirigido por la Dra. D. M. Kligmann, y PPID H045, dirigido por la Mg. C. Rozemblum.
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Notas