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El Valle de Colima: nuevas dataciones arqueomagnéticas para el periodo Clásico

The Colima Valley. New archaeomagnetic dating for the Classic period

María Ángeles Olay Barrientos
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Mexico
Ligia Sofía Sánchez Morton
Universidad Nacional Autónoma de México, México
Avto Gogichaishvili
Universidad Nacional Autónoma de México, Mexico
Juan Morales
Universidad Nacional Autónoma de México, Mexico

El Valle de Colima: nuevas dataciones arqueomagnéticas para el periodo Clásico

Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, vol. 71, núm. 2, pp. 413-428, 2019

Sociedad Geológica Mexicana, A.C.

Recepción: 14 Enero 2018

Recibido del documento revisado: 20 Julio 2018

Aprobación: 27 Agosto 2018

Resumen: Las investigaciones arqueológicas realizadas en el Valle de Colima en los últimos años han tenido como una de sus principales limitantes la falta de una secuencia cronológica sustentada en dataciones absolutas. A partir de una revisión de la cronología propuesta por Isabel Kelly, el presente escrito da cuenta de los esfuerzos enfocados en comenzar la construcción de dicha secuencia, mediante el estudio arqueomagnético de materiales procedentes de contextos primarios excavados en tres sitios, cuya particularidad es la presencia de plazas de planta circular. El estudio aplicado a tiestos cerámicos y fragmentos de bajareque quemado ha permitido obtener las primeras dataciones absolutas para este tipo de sitios, ubicándolos dentro de lo que se conoce como el periodo Clásico mesoamericano.

Palabras clave: Valle de Colima, plazas de planta circular, arqueomagnetismo, dataciones absolutas, periodo Clásico.

Abstract: The archaeological investigations carried out in the Valley of Colima in recent years have, as one of its main limitations, the lack of a chronological sequence, based on absolute dating. Based on a review of the chronology proposed by Isabel Kelly, the present work describes the efforts focused on beginning the construction of the sequence, through the archaeological-magnetic study of materials from primary contexts excavated in three sites, whose shared characteristic is the presence of circular plazas. The study of ceramic sherds and burnt bajareque fragments has allowed to obtain the first absolute dates for this type of sites, placing them within what is known as the Mesoamerican Classic period.

Keywords: Colima Valley, circular plazas, archaeomagnetism, absolute dating, Classic period.

1. Introducción

Buena parte de las investigaciones arqueológicas en el Occidente Mesoamericano han carecido de continuidad, propiciando que el conocimiento que se tiene de sus regiones sea fragmentario, y que incluso, mantengan secuencias temporales elaboradas hace ya varias décadas. Este sería el caso del Valle de Colima, en el cual se aprecia una ausencia de dataciones absolutas que otorguen certeza, tanto a la ubicación cronológica de sus secuencias cerámicas, como a las diversas variantes de asentamientos y estilos arquitectónicos asociados.

El Proyecto Arqueológico Comala se ha enfocado al estudio del sitio Comala-Potrero de la Cruz, así como de otros asentamientos en los cuales se aprecia la existencia de plazas de planta circular. En un esfuerzo por sustentar con fechas absolutas la secuencia cultural del Valle de Colima, y ante la dificultad de ubicar carbón vegetal asociado a contextos arqueológicos confiables, se intentó datar contextos mediante la extracción de colágeno residual de muestras óseas, sin obtener resultados debido a la escaza cantidad de colágeno conservado. Es por ello que hacia 2016 se consideró la pertinencia de llevar a cabo estudios de arqueomagnetismo y arqueointensidad que se presentan en este escrito, destinados a procurar fechas confiables de los sitios con evidencias de arquitectura circular.

2. Antecedentes

A partir de los reconocimientos efectuados en el área dominada del Volcán de Tequila, Phil C. Weigand (1985, 1993, 1996, 2008) construyó la teoría de que los grupos humanos organizados en grandes asentamientos con arquitectura circular debieran considerarse como la expresión compleja de las sociedades adscritas a la tradición de tumbas de tiro. En otras palabras, lo que este autor nombró como tradición Teuchitlán tendría que considerarse como el arquetipo del periodo Clásico en el Occidente mesoamericano.

2.1. La arquitectura de planta circular en el Valle de Colima

Como parte de las labores del Proyecto Arqueológico Comala, ha sido posible registrar cuatro sitios con plazas circulares en el valle de Colima (Figura 1):

Ubicación del valle de Colima y de los sitios referidos en el
								trabajo.
Figura 1
Ubicación del valle de Colima y de los sitios referidos en el trabajo.

Mapa del sitio Comala y los círculos al interior. Retomado de
								Gabriela Abdalá (2006); las
								muestras proceden del Círculo A y del área de tumbas.
Figura 2
Mapa del sitio Comala y los círculos al interior. Retomado de Gabriela Abdalá (2006); las muestras proceden del Círculo A y del área de tumbas.

Plano topográfico del sitio Potrerillos con las plazas circulares
								detectadas (Olay y Sánchez,
									2015).
Figura 3
Plano topográfico del sitio Potrerillos con las plazas circulares detectadas (Olay y Sánchez, 2015).

Plano topográfico del sitio Puente de Ladrillo, con ubicación de
								los Círculos 1 y 2; las muestras se recuperaron al interior del
								Círculo 1 (Olay y Sánchez,
									2015).
Figura 4
Plano topográfico del sitio Puente de Ladrillo, con ubicación de los Círculos 1 y 2; las muestras se recuperaron al interior del Círculo 1 (Olay y Sánchez, 2015).

Patio circular de La Herradura. La muestra analizada se recuperó
								al sur de la Estructura 4 (Olay
										et al., 2007).
Figura 5
Patio circular de La Herradura. La muestra analizada se recuperó al sur de la Estructura 4 (Olay et al., 2007).

2.2. Validez y vigencia de la secuencia cultural del Eje Armería

Glenn Stuart (2003) es el primero en reportar nueve fechas de radiocarbón. A partir de los trabajos en el sitio Guachimontones se obtuvieron otras 18. La exploración por parte de Christopher Beekman (2000) en el sitio Llano Grande procuró otras 38 fechas, a las que se sumaron 29 más obtenidas en las exploraciones en el sitio de Navajas (Weigand y Beekman, 2008: 307-308)). Finalmente, no se deben pasar por alto las 16 fechas más obtenidas por Verónica López (2016) en los sitios Guachimontones, Loma Alta y La Joyita A y B. En total estamos hablando de 120 fechas de radiocarbono destinadas a verificar o negar, en su caso y con datos duros, las hipótesis inicialmente planteadas por Phil C. Weigand.

Para el caso de Colima, los primeros reconocimientos y exploraciones arqueológicas efectuados por Kelly entre 1939 y 1940, dieron como resultado el registro de alrededor de 20 sitios en la cuenca del río Salado (Kelly, 1989: 71-73; Figura 6), y se concretaron en su conocida obra sobre la fase Capacha y la secuencia cerámica de Colima (Kelly, 1980; Tabla 1); la secuencia soportada con 15 fechas de radiocarbón, permitió contextualizar el devenir cultural del área central de Colima (Valle de Colima y cuenca baja del río Armería), a la cual denominó como Eje Armería.

Mapa de Colima que muestra los sitios explorados por Isabel Kelly (1980: 2).
Figura 6
Mapa de Colima que muestra los sitios explorados por Isabel Kelly (1980: 2).

Tabla 1
Fechas de radiocarbono para diversas fases de Colima (Kelly, 1980: 4)
No.Fase CerámicaNúmero de identificación del laboratorioMaterialEdad C-14 (B.P.)Edad C-14 (A.D ./B.C.) Ajuste a 5730 años de vida mediaAjuste al Tiempo Astronómico Procedencias
1 Periquillo UCLA-1095-C Caracol 325 ± 60 A.D. 1600 o A.D. 1450 A.D. 1615 A.D. 1520 (A.D. 1440- 1630) El Columpio, Prueba 2:3 (30-45 cm bajo la superficie)
2 Chanal M-2338 (Crane y Griffin 1972: 184) Caracol 660 ± 100 A.D. 1290 A.D. 1270 A.D. 1260- 1290 (A.D. 1200-1380) El Chanal Este, Prueba 3:5 (80-100 cm bajo la superficie)
3 Chanal M-2334 (Crane y Griffin 1972: 184) Caracol 490 ± 100 A.D. 1460 A.D. 1445 A.D. 1410 (A.D. 1340- 1450) El Chanal Oeste, Potrero de los Edificios (chicos), prueba 1 excavación general
4 Armería M-2339 (Crane y Griffin 1972: 184) Concha 1260 ± 130 A.D. 690 A.D. 652 A.D. 690 (A.D. 590-880) El Bajadero, Las Borregas, Entierro 11
5 Colima UCLA-1095-A Caracol 1440 ± 60 A.D. 510 A.D. 467 A.D. 557 (A.D. 460-610) Potrero del Rancho Nuevo No. 3, Los Asmoles; Pozo de prueba, corte 5 (90-100 bajo superficie. Sobre arena estéril.)
6 Colima (?) UCLA-1651 Hueso Humano <500 años La Parranda (Sitio A) Entierro 1
7 Comala (?) M-2339 (Crane y Griffin 1972: 183) Concha 2350 ± 140 400 B.C. 470 B.C. 460-440 B.C. (765-395 B.C.) Tumba Compilada Comprada, Rancho del Escritorio Tuxpan (Jalisco)
8 Comala (?) Ortices (?) UCLA-1095-B Caracol 1450 ± 60 A.D. 500 A.D. 456 A.D. 545 (A.D. 460-600) Las Lomas, Los Asmoles "horno", 40-60cm bajo la superficie sobre arena estéril
9 Comala (?) UCLA-1627 Concha 1360 ± 80 A.D. 590 A.D. 550 A.D. 620 (A.D. 545-690) Tumba Compilada Comprada, "Tierra de Solórzano", Los Orices. Ppresenta asociación con cerámica Amoles wiped
10 Ortices (?) UCLA-1066 Concha 2180 ± 80 230 B.C. 295 B.C. 290-270 B.C. (420-140 B.C.) Chanchopa sitio 2. Procedente de tumba saqueada
11 Ortices M-2396 (Crane y Griffin 1972: 185) Caracol 2110 ± 140 160 B.C. 223 B.C. 200-170 B.C. (410 B.C.-A.D. 50) La Paranera, San Vicente, Valle del Coahuayana, Michoacán. Pozo de prueba este, 340 cm bajo superficie
12 Ortices M-2341 A ( Crane y Griffin 1972: 184) Concha 1690 ± 140 A.D. 260 A.D. 211 A.D. 270 (A.D. 134-440) Loma del Volantín, Alcuzahue tumba removida
13 Ortices M-2341 B ( Crane y Griffin 1972: 184-185) Concha 1330 ± 140 280 B.C. 347 B.C. 410 B.C. (480- 140 B.C.) Misma tumba removida de número anterior
14 Copacha GX-1784 Tiestos 3400 ± 200 1450 B.C. 1552 B.C. 1870-1720 B.C. (2110-1520 B.C.) Terreno de Jesús Gutiérrez, Villa de Álvarez; superficie, recolectado por monero procedente de entierros saqueados
15 Copacha UCR-129; revisado entre laboratorios UCLA-1888 Caracol 180 ± 100 A.D. 1770 A.D. 1765 A.D. 1625 (A.D. 1520- 1880) Quintero; debajo de "horno" excavado por moneros; obviamente contaminado

Las fechas reportadas para los materiales obtenidos por Kelly han provocado numerosas discusiones relativas a su pertinencia y a la baja confiabilidad de estas, tanto por proceder de contextos de removidos o sujetos de saqueo, así como por las problemáticas inherentes a las dataciones previas a la aplicación de los estándares actuales: la falta de calibraciones, que no se considerara la edad reservorio para las muestras de concha o el método empleado para obtener la edad calendario, entre otros (Olsson, 2009).

No obstante, el posterior hallazgo de varios contextos tempranos en el valle de Colima (Alcántara, 2005; Alcántara y Galicia, 2008; Almendros, 2012), han sido pocos los esfuerzos encaminados en convalidar las fechas propuestas por Kelly hacia 1980; uno de los más relevantes es la datación por medio de arqueointensidad de siete fragmentos de cerámicas Capacha, lo que dio como resultado un intervalo cronológico entre 1481 a 1256 aC, que es congruente con lo planteado por Kelly (Morales et al., 2013).

3. Selección de materiales para este estudio

La selección de materiales para estos estudios incluyó tiestos cerámicos, fragmentos de bajareque quemado y fragmentos de piso de arcilla quemado (Tabla 2).

Tabla 2
Tipo, procedencia y asociación de las muestras empeladas para el estudio arqueomagnético.
MuestraTipoSitioFaseAsociación
M1Bajareque quemadoComalaUEE4 CIII
M2Bajareque quemadoComalaUEE6 CII
M3Bajareque quemadoPuente de LadrilloPozo 3 CI
M4Bajareque quemadoLa HerraduraUEE5, C2, C11E, CIII
M5Arcilla quemadaComalaUEE5, C III
M6CerámicaComalaOrticesEstructura 9 C III
M7CerámicaComalaComalaEstructura 13 CII
M8CerámicaComalaOrticesEstructura 9 CI
M9CerámicaComalaComalaEstructura 13 CIII
M10CerámicaPuente de LadrilloOrticesPatio CIII
M11CerámicaPuente de LadrilloOrticesPatio CII
M12CerámicaPuente de LadrilloComalaEstructuraSur C I
M13CerámicaPuente de LadrilloComalaEstructuraSur C IIa

Dado que el piso pudo ser recuperado con dirección magnética, fue posible datarlo mediante arqueomagnetismo: el resultado obtenido fue un intervalo cronológico de 548-585 dC, mismo que ubicaría el contexto hacia el fin de la fase Comala, momento que marca el inicio de las grandes transformaciones y el devenir de las sucesivas poblaciones que habitaron en el Valle de Colima hacia el Clásico tardío (650 a 900 dC).

Si bien esta fecha solo permitió datar un contexto de combustión muy específico, y no permitía hacer planteamientos de orden más general sobre la ocupación de sitio, se consideró que la datación de tiestos cerámicos por métodos de arqueointensidad sería una alternativa que permitiría el objetivo de construir la secuencia cronológica de los sitios. De forma tal se seleccionaron 13 fragmentos cerámicos de diversos contextos pertenecientes a los sitos explorados (Tabla 3):

Tabla 3
La determinación de la intensidad absoluta geomagnética por medio de experimento de Thellier de doble calentamiento. T1-T2 refiere al intervalo de temperatura usado para la determinación de la arqueointensidad, N es número de etapas de ciclos de desmagnetizaciones y remagnetizaciones, f, g y q son factores de calidad descritos en Coe et al. (1978). H son valores de arqueointensidad corregidas por el ritmo de enfriamiento.
MuestraEspécimenCod-labT1-T2 (°C) NfGqH(corr)(Mt)± sH
M1 A 99L001A 350—540 7 0.78 0.623 11.6 41.9 1.8
B 99L001B 300—540 8 0.772 0.592 10.52 49.7 2.3
C 99L001C 350—560 8 0.823 0.674 10.91 41.2 0.9
D 99L001D 300—560 9 0.854 0.727 6.98 49.6 2.1
E 99L001E N.D.
F 99L001F N.D.
M2 A 99L002A 300—540 8 0.811 0.718 13.2 53.8 1.9
B 99L002B 350—540 7 0.823 0.687 11.61 52.1 1.8
C 99L002C 350—540 7 0.778 0.598 9.62 49.9 1.5
D 99L002D 350—560 8 0.784 0.843 5.96 51.7 2.1
E 99L002E 300—560 9 0.754 0.849 8.56 52.8 2.3
F 99L002F 300—540 8 0.885 0.842 9.32 50.1 1.7
M3 A 99L003A 400—540 6 0.721 0.523 4.32 48.5 2.1
B 99L003B 400—515 5 0.763 0.456 5.47 52.6 2.3
C 99L003C 400—540 6 0.854 0.562 7.74 56.7 2.9
D 99L003D N.D.
E 99L003E N.D.
F 99L003F N.D.
M4 A 99L004A 350-540 7 0.845 0.618 6.68 41.2 1.6
B 99L004B 350-540 7 0.79 0.623 7.12 43.7 1.8
C 99L004C muestra Inservible
D 99L004D 350-515 6 0.779 0.514 4.92 42.9 2.2
E 99L004E N.D.
F 99L004F N.D.
M8 A 99L005A 300-540 8 0.825 0.654 8.62 51.6 2.3
B 99L005B 300-540 8 0.778 0.668 8.36 48.2 2
C 99L005C 350-540 7 0.795 0.596 5.64 53.9 2.1
D 99L005D 300-540 8 0.845 0.634 6.78 56.2 2.3
E 99L005E 350-540 7 0.815 0.547 6.25 53.3 1.9
F 99L005F 300-540 8 0.884 0.698 9.16 50.6 1.6
M11 A 99L006A 350-540 7 0.884 0.672 11.52 56.1 2.6
B 99L006B 350-540 7 0.816 0.654 9.81 56.4 2.4
C 99L006C 300-540 8 0.865 0.745 12.51 55.8 3.1
D 99L006D 300-540 8 0.846 0.752 11.55 53.6 2.8
E 99L006E N.D.
F 99L006F 300-560 9 0.872 0.786 13.27 54.9 2.1
M13 A 99L007A 300-540 8 0.844 0.715 7.42 38.7 1.5
B 99L007B 350-540 7 0.798 0.623 7.78 37.2 1.9
C 99L007C 300-540 8 0.826 0.81 9.62 37.1 1.8
D 99L007D 350-540 7 0.811 0.568 6.54 44.6 2.3
E 99L007E 350-540 7 0.785 0.593 5.68 33.4 0.9
F 99L007F 300-540 8 0.865 0.689 9.23 35.1 1.5

4. Estudio arqueomagnético

Los componentes del campo geomagnético (declinación, inclinación e intensidad) son medibles en rocas y materiales arqueológicos, siempre y cuando sea posible obtener su orientación in situ, sin embargo, aquellos con magnetismo termoremanente (TRM), como la cerámica, permiten medir la magnitud del vector, sin la necesidad de conocer su orientación, ya que teóricamente se ha propuesto que la intensidad de la magnetización termoremanente es linealmente proporcional a la intensidad del campo adquirido cuando la cerámica adquirió dicha termoremanencia (Sternberg, 1990: 22‒23).

La selección de las muestras con mayor confiabilidad para las determinaciones de intensidad absoluta geomagnética se basó en los experimentos del registro de la susceptibilidad magnética en función de temperatura, y el tratamiento magnético por medio de campos alternos por etapas desde 5 mT; los resultados descartaron 6 de las 13 muestras.

De forma tal, se preseleccionaron 7 fragmentos (4 de bajareque y 3 de cerámica), pues debido a su buen comportamiento magnético observado durante las mediciones de desmagnetización por campos alternos hasta 90 mT, se consideraron aptos para experimentos de intensidad absoluta de doble calentamiento tipo Thellier; Estos fragmentos se rompieron adicionalmente en al menos 6 piezas (42 especímenes), y se presionaron en paletas de sal para facilitar su tratamiento como muestras estándar. Los experimentos de tipo Thellier-Coe (Thellier y Thellier, 1959; Coe, 1967) se llevaron a cabo usando un desmagnetizador y remagnetizador térmico marca Magnetic Measurements Ltd.

Se aplicaron trece pasos de temperatura, los cuales se distribuyeron desde la temperatura ambiente hasta 560ºC, con reproducibilidad entre dos ciclos de calentamiento a la misma temperatura, mejor que 2ºC; la intensidad de campo del laboratorio se estableció en (40.0 ± 0.06) μT; se realizaron cuatro chequeos de control a través de las magnetizaciones termoremanentes parciales a lo largo de los experimentos; la dependencia de velocidad de enfriamiento de TRM (magnetización termoremanente por sus siglas en inglés) se realizó según un procedimiento modificado descrito en Chauvin et al. (2000; Morales et al., 2009), usando un enfriamiento lento de 6 h desde 560ºC, hasta la temperatura ambiente.

Los criterios de aceptación para las determinaciones individuales de arqueointensidad (Paterson, 2011) se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. 1. Las direcciones de los puntos finales de magnetización remanente natural (NRM por sus siglas en ingles) en cada paso obtenido de los experimentos de doble calentamiento de Thellier, deben formar una línea razonablemente recta, tendiendo hacia el origen en el intervalo de temperatura elegido para la determinación de la arqueointensidad.
  2. 2. No debe observarse ninguna desviación significativa de las direcciones de NRM hacia la dirección del campo aplicado.
  3. 3. Se deben usar al menos cinco puntos TRM-NRM alineados en la curva de Arai-Nagata.
  4. 4. Factor de fracción NRM f ≥ 0.3 (Coe et al., 1978); esto significa que al menos el 30 por ciento del NRM inicial se usó para la determinación de la arqueointensidad.
  5. 5. Factor de calidad q ≥ 4 (generalmente mayor que 5) (Coe et al., 1978).
  6. 6. Los resultados de arqueointensidad obtenidos de los diagramas NRM-pTRM no deben mostrar una forma cóncava evidente, ya que en tales casos la remanencia probablemente se asocia con la presencia de granos de MD (multidominios; Levi, 1977; Kosterov et al., 1998).
  7. 7. Chequeos de control positivos, es decir, la desviación de las verificaciones pTRM debe ser menor del 15 por ciento en comparación con el paso original NRM-TRM.

5. Resultados

Al término de estos procedimientos, 33 muestras analizadas arrojaron resultados técnicamente aceptables (tablas 3 y 4) bajo los criterios arriba expuestos.

Tabla 4
Probables intervalos de edad asignadas a cada uno de los fragmentos estudiados a base de la datación arqueomagnética usando el modelo de campo geomagnético SHA.DIF.14K de Pavon-Carrasco et al. (2014).
Muestra Tipo SitioFechamiento arqueomagnético (SHA.DIF14K)
M1BajarequeComala511‐683 AD
M2BajarequeComala(163‐322 AD), (400‐472 AD)
M3BajarequePuente de Ladrillo(1058‐1229 AD), (1322‐1453 AD)
M4BajarequeHerradura68‐137 AD
M8CerámicaComala(165‐316 AD), (411‐465 AD)
M11CerámicaPuente de Ladrillo(132 BC‐34 AD), (206‐255 AD)
M13CerámicaPuente de Ladrillo597‐839 AD

Con la finalidad de realizar las estimaciones de los probables intervalos de edad, se usó el modelo geomagnético SHA.DIF.14k (Pavón-Carrasco et al., 2014), considerado el de mayor resolución en la variación del campo geomagnético en los últimos 14000 años. Se anexan los resultados de estas estimaciones en la Tabla 4; un ejemplo de la gráfica correspondiente se presenta en la Figura 7.

Ejemplo de fechamiento arqueomagnético para la muestra M4, usando la
							plataforma de Pavon-Carrasco et
									al. (2014).
Figura 7
Ejemplo de fechamiento arqueomagnético para la muestra M4, usando la plataforma de Pavon-Carrasco et al. (2014).

Para hacer una determinación de la edad del artefacto arqueológico quemado, las componentes de su magnetización remanente (intensidad, declinación e inclinación) se comparan con una Curva de referencia de Variación Secular, completada por patrones generados por modelos estadísticos globales (Pavón-Carrasco et al., 2014).

6. Análisis

En cuanto a las estimaciones de edades para los siete fragmentos preseleccionados, es necesario considerar que, para dos muestras de bajareques (M1 y M4), así como para la cerámica del sitio Puente de Ladrillo (M13), el ejercicio de la datación arqueomagnética arroja un único intervalo de edad, y por tanto la interpretación carece de ambigüedad dentro del intervalo elegido de datación.

Sin embargo, para el resto de muestras, se obtuvieron dos posibles intervalos de edad (muestras de bajareque M2 y M3 y cerámica M8 y M11), lo cual es común en el arqueomagnetismo debido a la ocurrencia de la intensidad similar de campo geomagnético para los diferentes periodos arqueológicos. En estos casos duales, la elección del intervalo más adecuado se basa en las consideraciones del contexto arqueológico o de la estratigrafía relativa, por lo cual es pertinente presentar por separado los datos obtenidos para cada sitio.

Para el sitio Comala se obtuvieron resultados para dos contextos:

Por último, para el sitio La Herradura se obtuvo un intervalo correspondiente a los rellenos ubicados bajo la plaza circular: muestra M 4, con un único intervalo 68‒137 dC, sin ambigüedad dentro del intervalo elegido de datación.

7. Conclusiones

Acorde a lo anterior, podemos decir que las edificaciones del círculo A y las áreas de actividad asociadas al círculo C del sitio Comala pueden corresponder al Clásico temprano (200 a 650 dC).

Puente de Ladrillo pudo ser construido a finales de la fase Ortices (400 aC a 100 dC) o inicios de la fase Comala (100 a 600 dC), pudiendo presentar una ocupación continua hacia el Clásico tardío (650 a 950 dC).

En el caso de La Herradura, es posible que la plaza y sus estructuras asociadas estuvieran en uso hacia el primer siglo de nuestra era, en los albores de la fase Comala (100 a 600 dC).

En suma, a través de los distintos intervalos obtenidos, es posible situar cronológicamente los sitios con plazas circulares en el valle de Colima, desde finales del Preclásico (400 aC a 200 dC) y hasta el Clásico temprano (200 a 650 dC); de forma particular, observamos que Puente de Ladrillo y La Herradura, tienen hasta ahora, evidencias materiales más tempranas que los estudiados para Comala, sin embargo, es menester contar con mucho más datos que permitan afinar las secuencias cronológicas de estos sitios y de la región.

Como vemos, los resultados obtenidos no contradicen los datos de Kelly, en tanto que funcionan como marco de referencia, sin embargo, consideramos necesario continuar con las dataciones por estos y otros métodos, con la finalidad de afinar la secuencia local y establecer límites más claros para las fases y aportar posibles correcciones a esta cronología.

Referencias

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