Artículos de investigación

Capital social y desarrollo de capacidades en jóvenes universitarios de origen rural*

Social Capital and capabilities development on young rural university students

Sebastián Arias Cupa
IE Escuela Normal Superior de Gigante, Colombia

Capital social y desarrollo de capacidades en jóvenes universitarios de origen rural*

Equidad y Desarrollo, núm. 42, e1429, 2023

Universidad de La Salle

Recepción: 12 Marzo 2023

Preprint: 02 Noviembre 2023

Aprobación: 21 Julio 2023

Resumen: El presente artículo elabora un análisis sobre el capital social y el desarrollo de capacidades en los jóvenes universitarios de origen rural, específicamente del Proyecto Utopía de la Universidad de La Salle. Para el cumplimiento de los objetivos de la investigación se desarrolló un análisis tipo cuantitativo, con un diseño no experimental de alcance descriptivo, el cual pretendió analizar situaciones dentro de un determinado grupo humano, midiendo y evaluando variables del capital social (la confianza y solidaridad, los grupos y las redes, la cohesión e inclusión y el empoderamiento y la acción política), así como capacidades humanas (emociones, afiliación y control sobre el propio entorno). Los resultados de esta investigación responden a la articulación e integración de las variables analizadas en la experiencia de 114 jóvenes del Proyecto Utopía y cómo, progresivamente, van descubriendo las potencialidades que de ellos mismos pueden surgir y, a su vez, las que el proyecto les puede ofrecer.

JEL:I23, J24, O15, Z13

Palabras clave: Capital social, capacidades, jóvenes universitarios rurales, proyecto utopía.

Abstract: This paper analyzes social capital and development of capabilities among young university students of rural origin, specifically from the Utopia Project of the University of La Salle. To fulfill such goal, a quantitative analysis was developed, with a non-experimental design of descriptive scope, which sought to analyze situations within a certain human group, measuring and evaluating variables of social capital (trust and solidarity, groups and networks, cohesion and inclusion and empowerment and political action), as well as human capabilities (emotions, affiliation and control over one's own environment). The results of this research respond to the articulation and integration of the variables analyzed in the experience of 114 young people of the Utopia Project and how, progressively, they discover the potentialities that can arise from themselves as well as those than the Utopia project offers them.

Keywords: Social capital, human capabilities, young rural university students, utopia project.

Introducción

Las brechas sociales entre la ciudad y el campo son cada vez más notorias. En muchos ámbitos de la realidad colombiana la vida campesina aún es infravalorada por esferas alejadas de estos contextos. El ámbito educativo es uno de los principales elementos o factores en los que se puede ver con claridad dichas distancias entre lo urbano y lo rural. Para nadie es un secreto que la calidad del sistema educativo en el país es precaria y evidencia aún muchas falencias en cada una de sus etapas (Martínez-Restrepo et al., 2016).

La presente investigación se centra en el Proyecto Utopía de la Universidad de La Salle, ubicado en el municipio de Yopal, Casanare. Allí, jóvenes de diferentes partes del territorio nacional han sido seleccionados para adelantar estudios profesionales en el programa de Ingeniería Agronómica y, de esta manera, contribuir a la transformación social, política y productiva de sus regiones. Los protagonistas son los jóvenes, 114 estudiantes que participaron de la investigación alrededor de los temas de capital social y desarrollo de capacidades.

Abordar los postulados teóricos del capital social y del enfoque de capacidades, y utilizarlos con el fin de explicar la propuesta formativa del Proyecto Utopía de la Universidad de La Salle para jóvenes de la ruralidad colombiana, fue el contenido la investigación y, por ende, del presente artículo. De por sí, las dos categorías de análisis (Capital Social y Enfoque de Capacidades) ubican un acercamiento conceptual e instrumental a la experiencia de vida de los jóvenes universitarios; es todo un desafío descubrir qué subyace en medio de las interacciones sociales y del desarrollo de habilidades y/o capacidades que estos jóvenes adquieren a lo largo de su proceso académico-formativo universitario.

La investigación tiene un doble contexto de injerencia. Por un lado, la juventud rural que aspira a transformar sus vidas mediante un proyecto profesional que los convierte en ingenieros agrónomos, agentes de transformación social y emprendedores del campo (Universidad de La Salle, 2020); por otro, la educación superior rural como posibilidad de crecimiento humano, capaz de impulsar el capital social y la creación-desarrollo de capacidades en los jóvenes rurales de Colombia, en coherencia con el compromiso de la Universidad con el sector rural (Universidad de La Salle, 2019).

De esta manera, es necesaria una aproximación entre los procesos articuladores del capital social de jóvenes rurales y cómo ellos son capaces de construir, cohesionar y proyectar en sus vidas y realidades estas dinámicas sociales; se trata, pues, de descubrir esas herramientas que facilitarán la interacción social y les posibilitará un mejor desenvolvimiento integral como personas. Por lo tanto, es importante, primero, conocer el contexto en el que estos jóvenes empiezan a asumir su proceso formativo profesional (cómo llegan); segundo, cómo la educación superior potencia habilidades y desarrolla capacidades, muchas de ellas enfocadas en el liderazgo (qué aprenden-qué viven); y tercero, qué logran vislumbrar como futuros profesionales (qué sueñan-cómo se proyectan).En tal proceso los jóvenes se descubren poco a poco elementos o herramientas que enriquecen la formación integral de los jóvenes, permitiéndoles a ellos ser conscientes no solo de la oportunidad que tienen, sino de los desafíos que ella conlleva.

Como resultado del análisis, se observa el ámbito rural como un motor de desarrollo y progreso, orientado a la profesionalización de los jóvenes, y al evidenciar que las brechas sociales, económicas, educativas e, incluso, humanas, se pueden acortar con opciones sociales, de manera que se ponga en el centro a la población, en este caso de la investigación, a la juventud rural.

Referentes teóricos

El concepto de capital social ha tenido en las últimas décadas un incipiente pero profundo resurgimiento. Si bien es cierto que fue en los inicios del siglo XX cuando se empezó a hablar de este término, se hizo particularmente en ambientes económicos (Trigilia, 2003). Sin embargo, la mayor producción académica se origina a partir de la década de los años sesenta, tuvo gran auge en los noventa, cuando los principales referentes fueron politólogos y sociólogos como Robert Putnam (1990), Glenn Loury (1987), Pierre Bourdieu (1980) y James Samuel Coleman (1990), entre otros.

Estos autores, asociaron el capital social a variados aspectos relativos a las dinámicas sociales, políticas y económicas del mundo, como, por ejemplo, el tema del desarrollo, las políticas públicas sociales o temas coyunturales como la pobreza y la desigualdad (Charry, 2015). A comienzos de los años noventa, el concepto permitía importantes aplicaciones en el ámbito económico (Trigilia, 2003), sin embargo, fue desde la sociología que repercutió su potencial teórico y su posterior aplicación en situaciones de cooperación ciudadana, buscando generar procesos de confianza interpersonal y la consecución de objetivos comunes de determinados grupos humanos. Desde el individualismo metodológico, el norteamericano James Samuel Coleman construye una compleja teoría sociológica de corte neoclásico que explica la sociedad a partir de las elecciones racionales individuales. Bajo este planteamiento o apuesta metodológica la atención se dirige a la organización y a las instituciones sociales, las cuales son contextos determinantes que condicionan las elecciones que los individuos realizan en el interior de ellas, mismas que los hacen interdependientes: “los individuos no actúan de manera independiente unos de otros, los fines no se alcanzan de manera independiente y los intereses no son del todo egoístas” (Coleman, 1990, p. 301). Al emerger en el ámbito colectivo, todo tipo de relaciones existentes entre los actores individuales o colectivos tienden a institucionalizarse, particularmente las relaciones de confianza, de reciprocidad y de autoridad; se institucionalizan en pequeñas estructuras de interacción que, con el pasar del tiempo, se convierten en recursos para la acción.

Para Coleman, al igual que paraPutnam (1993), el concepto de capital social se entiende se centra en la confianza, entendida como “la confianza, las normas que regulan la convivencia, las redes de asociacionismo cívico, elementos éstos que mejoran la eficiencia de la organización social, promoviendo iniciativas de común acuerdo” (p. 196). De esta manera, el capital social propuesto por Putnam va estrechamente relacionado con una actitud cívica y, por tanto, toma elementos de la participación ciudadana y asociativa que necesariamente fortalecen los lazos de una cultura ciudadana o el civismo social.

Esta primera conceptualización ubica el capital social dentro de una cultura política cooperativa, gracias a que ciertos valores y principios de una determinada sociedad se ponen en medio, son compartidos y se convierten en inspiración para sacar adelante proyectos tanto individuales como grupales que benefician a unos y a otros. Este postulado permite en la actualidad observar los procesos de crecimiento de todo grupo humano y ver qué acciones, actitudes y comportamientos se van originando en el interior de estos grupos y generan identidad. En otras palabras, el capital social “permite una visión más abierta de los posibles resultados de la acción y, al mismo tiempo, la percepción de las dinámicas del cambio, más allá de los condicionamientos de la historia” (Trigilia, 2003, p. 15).

La perspectiva de análisis de Bourdieu (1980) sobre el capital social se centra en la interpretación de las relaciones personales que emplean directamente los individuos para perseguir sus fines y mejorar sus posiciones sociales. Igualmente, el autor define el capital social como la consecución de recursos que se obtienen de la posesión, por parte de un actor social, de relaciones de mutuo conocimiento y reconocimiento. Esto es, el fruto de una serie de experiencias interrelacionales que dejan como resultado un recurso potencial para el individuo, capaz de favorecer sus intereses frente a proyectos de bienestar común hacia una determinada población o emprendimiento.

Se podría afirmar que el punto de partida de Bourdieu para entender este fenómeno del capital social se encuentra en ambientes primarios como los son las relaciones de familia, de amistad y de círculos sociales, los cuales van creando una pertenencia y, por ende, una identidad, de allí, el desarrollo que realiza Bourdieu (2001) sobre el concepto de “campo”. Estos análisis parten también del estudio de la estratificación social, extendiéndose a la diferenciación de clases, mediante el reforzamiento de las instituciones. Ante esto, Pizzorno (2003) puntualiza que el capital social se explica únicamente de modo instrumental, como un recurso más para las estrategias individuales, lo que es claramente una crítica a la postura de Bourdieu.

Desarrollo de capacidades

Se puede iniciar mencionando que el enfoque de las capacidades recibe una serie de denominaciones similares, tales como “enfoque del desarrollo humano” y “enfoque de la capacidad”. Estas acepciones, aunque en su forma suenen y parezcan similares, en el fondo presentan una diferencia sustancial, más teórica que práctica. En ambientes políticos y, por ende, gubernamentales, se desarrolla o se prioriza el concepto de “enfoque del desarrollo humano”, el cual ha estado relacionado con los Informes sobre desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mientras que desde una perspectiva económica y académica se ha abordado el concepto de “enfoque de las capacidades” como propuesta idónea para realizar comparaciones sobre la calidad de vida de poblaciones en general (naciones) o poblaciones en particular (comunidades determinadas).

Esta apuesta conceptual, impulsada específicamente por Amartya Sen (2000, 2009) y Martha Nussbaum (2002, 2005, 2010, 2012, 2014), apunta a dos preguntas esenciales para la comprensión del enfoque: ¿qué son realmente capaces de hacer y de ser las personas?, y ¿qué oportunidades tienen verdaderamente a su disposición para hacer y ser lo que puedan? Se habla de capacidades, en plural, para enfatizar en los elementos más importantes de la calidad de vida de las personas (Nussbaum, 2012), elementos que constituirán mediaciones para la identidad y el desarrollo de sus habilidades.

Colmenarejo (2016) menciona que el enfoque de capacidades está centrado en la persona como sujeto, y considera que todos y cada uno de los individuos son un fin en sí mismos y nunca un medio para la consecución de un bien para la mayoría. Este enfoque tiene una naturaleza interdisciplinar, ya que asienta sus fundamentos teóricos desde postulados de la filosofía política, la ética y la economía, especialmente la relacionada con todos los temas de desarrollo.

Para la investigación que se adelantó, uno de los objetivos específicos fue evaluar el proceso formativo de los jóvenes rurales universitarios, desde la visión de las capacidades. Se tomaron tres capacidades centrales que permitieran hacer un balance sobre la percepción propia de los jóvenes, de su entorno inmediato y de las oportunidades que el proyecto universitario en el que se encuentras les ofrece.

Cada persona tiene la libertad de aprender a tener control sobre su propio entorno, promueve Nussbaum (2002). Esta capacidad está relacionada con una normativa ética que también, insiste Nussbaum (2010), se erige sobre el saberse y sentirse “ciudadanos del mundo” (p. 114). Esta última denominación es una tarea importante y urgente que debe promover toda sociedad en el interior de sus procesos educativos, a fin de conseguir que todo ciudadano sea consciente de su responsabilidad mundial ante las injusticias que el mundo clama.

Metodología

Para cumplir los objetivos de esta investigación se desarrolló un análisis de tipo cuantitativo, con un diseño no experimental de alcance descriptivo (Sampieri, 2014). Esto buscó analizar ciertas situaciones dentro de un determinado grupo humano, midiendo y evaluando las variables propuestas. Se trató de un estudio descriptivo porque tiene la finalidad de especificar las características y los perfiles de jóvenes de origen rural que participan en el Proyecto Utopía de la Universidad de La Salle, en cuanto a sus niveles de relación e interacción continua que permitan la construcción de capital social y un desarrollo de capacidades que los haga líderes de sus comunidades de origen.

Se utilizaron dos técnicas en la recolección de datos: dos cuestionarios y un ejercicio de recuperación de relatos de vida. Los cuestionarios ayudaron a categorizar y clasificar los factores de análisis de las variables Capital Social y Capacidades. Por su parte, la segunda técnica (relatos de vida) complementó y aportó las percepciones de los jóvenes con respecto a su adquisición y el desarrollo de capacidades e interacciones construidas en el campus universitario durante su vivencia en él.

Resultados y Discusión

La muestra para la investigación contó con la participación de 114 jóvenes universitarios de origen rural participantes del Proyecto Utopía, quienes respondieron dos cuestionarios: uno relacionado con el capital social y el otro con el desarrollo de capacidades. Del total de encuestados, el 55% fue hombres (63), mientras que el 45% corresponde a mujeres (51). Tal como lo evidencia la figura 1, se refleja una distribución equilibrada en los participantes, situación que no se presentaba en los inicios del Proyecto Utopía, cuando la mayor población era masculina (Flechas, 2019).

Distribución por sexo de la población encuestada
Figura 1
Distribución por sexo de la población encuestada
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social y del Cuestionario para la medición de Capacidades

De igual manera, los participantes oscilan en edades entre los diecinueve y los veinticinco años. Mediante un análisis descriptivo simple de los datos se puede observar que, según los datos que presenta la tabla 1, la edad media de los 114 participantes es de 21,5. Conjuntamente, en la tabla posterior (tabla 2) se especifican los rangos de edades con su frecuencia y porcentajes indicados.

Tabla 1
Datos estadísticos de edad
Datos estadísticos de edad
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social y del Cuestionario para la medición de Capacidades.

Tabla 2
Frecuencia y porcentaje de edad
Frecuencia y porcentaje de edad
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social y del Cuestionario para la medición de Capacidades.

Sobre el capital social

Grupos y redes

Los jóvenes universitarios del Proyecto Utopía, por la mística y filosofía del Campus, están en constante interacción y, particularmente, desarrollan trabajo en equipo, lo cual hace que conformen grupos de interés y grupos de trabajo meramente académicos. Todos los grupos que se constituyen -desde luego- tienen una finalidad. Es así como, por ejemplo, un primer bloque de preguntas aborda los diferentes grupos existentes en Utopía y la vinculación de los estudiantes a ellos.

Como se observa en la tabla 3, existen grupos en los que la vinculación es de carácter obligatorio, y otros los que es opcional o de interés personal participar en ellos. Cada clase de grupo está conformado por un clúster de subgrupos. Según la encuesta aplicada los grupos que corresponden a las líneas productivas, a bienestar universitario y grupos de clase, tienen participación del 100% (esto porque es de carácter obligatorio estar vinculados a ellos), mientras que los grupos de Comités de Vida Universitaria y Semilleros de Investigación, al ser de carácter opcional, cuentan con una participación del 62,3% y del 33,3%, respectivamente.

Tabla 3
Clasificación de grupos en Utopía y su porcentaje de participación
Clasificación de grupos en Utopía y su porcentaje de participación
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social

Por otro lado, al indagar sobre qué tan activa es la participación en cada uno de los grupos, los resultados son favorables. Sobresale la participación medianamente alta con un 47,4%, seguida de una participación alta con un 28,1% y una participación media del 22,8%; por otra parte, existe una participación tanto baja como medianamente baja de un 0,9% cada una. Lo anterior se evidencia en la figura 2.

Participación activa en grupos
Figura 2
Participación activa en grupos
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social

Confianza y solidaridad

Para hablar de confianza en este grupo humano de jóvenes rurales que se están formando como futuros profesionales del agro se partió de una primera pregunta puntual y directa: en forma general, ¿diría usted que puede confiar en la mayoría de las personas o que no necesita ser demasiado prudente en sus tratos con otras personas? Del total encuestados, un 67,3% respondió que sí se puede confiar en la mayoría de las personas al interior del campus, mientras el 32,7% objetó que no se puede confiar en nadie. La figura 3 refleja la percepción de los estudiantes.

Sobre la confianza en las personas en Utopía
Figura 3
Sobre la confianza en las personas en Utopía
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social

Consecuentemente, se propuso una serie de afirmaciones relacionadas con el factor confianza dentro de las interrelaciones constituidas en la experiencia universitaria. Los resultados fueron llamativos y se pueden observar en la tabla 4.

Tabla 4
Afirmaciones sobre la confianza
Afirmaciones sobre la confianza
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social.

En la primera afirmación, en la que se indaga sobre la confianza en la mayoría de las personas, se encuentra una mayoría en estado neutral, es decir, con un 37,38% ni están de acuerdo y en desacuerdo, seguido muy de cerca, con un 33,64%, por parcialmente de acuerdo; un 14,95% afirma estar parcialmente en desacuerdo con dicha afirmación, mientras que totalmente en desacuerdo se encuentra un 8,41% de los estudiantes. Finalmente, la minoría, un 5,61%, está totalmente de acuerdo en que se puede confiar en las personas que viven en Utopía. Más adelante se especificará grupos de personas existentes en Utopía y sus niveles de confianza hacia los jóvenes.

El tema de la confianza es un factor clave y determinante en todo proceso de adquisición de capital social. Para algunos autores como, por ejemplo, Fukuyama (1995) y Portes (1988), la confianza y la reciprocidad juegan un papel determinante en la conformación de capital social. Sin embargo, estos elementos no pueden desligarse de una estructura social y comunitaria establecida. Utopía es una estructura social, es un modelo de educación superior que tiene la particularidad de congregar a cientos de jóvenes de origen rural en un lugar determinado y ofrecer todo un programa educativo para ellos; esto implica una serie de dinamismos y vínculos sociales y afectivos, ¿se puede confiar en el otro con el que se vive y convive?, ¿cómo se generan esas actitudes de confianza entre los jóvenes? Son estos cuestionamientos que están detrás de las preguntas base expuestas en el cuestionario y que solo pueden ser resultos con años de experiencia y con procesos de retroalimentación y de evaluación de la estructura social (Putnam, 1995).

En una segunda afirmación, sobre el estar alerta a las situaciones en Utopía, existen unos porcentajes similares a la primera afirmación. La mayoría se inclina por un no estar de acuerdo ni en desacuerdo (34,58%), seguido de un parcialmente de acuerdo (28,97%); luego, con parcialmente en desacuerdo un 16,82%, y los extremos se dividen el porcentaje restante: totalmente de acuerdo y totalmente en desacuerdo, cada uno con el 10,28% y el 9,35%, respectivamente.

Cohesión e inclusión social

Para indagar un poco sobre estas características de cohesión e inclusión social se determinó una serie de preguntas relacionadas con la unidad, las diferencias y los grados de cercanía que se tejen en el interior de las relaciones interpersonales generadas en la interacción diaria.

Una primera pregunta, tal como lo plasma la figura 4, clasifica la unidad social en el Campus Utopía. Los resultados muestran que los jóvenes, en un 64,5%, perciben la unidad social de manera relativamente unida; un 25,2% consideran que la unidad en el campus se da en medio de disputas y conflictos; un tercer grupo de jóvenes afirman que es muy unida (9,4%); un 0,9% plantea que la unidad social es muy conflictiva, mientras que ningún estudiante la considera violenta. Esto indica una positiva percepción de los jóvenes por construcciones de unidad en medio de un cúmulo de temperamentos, genios, maneras de ser y hacer las cosas, así como las formas en que cada joven asume liderazgos.

Unidad social en Utopía
Figura 4
Unidad social en Utopía
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social

La unidad social está estrechamente ligada a los procesos de identidad de todo grupo humano, así que se hubiese esperado mayor porcentaje en la opción de “muy unida”, y se estaría corroborando el planteamiento de Bourdieu (1980), según el cual el punto de partida para todo proceso de capital social se da en ambientes cercanos tales como la familia, las amistades o los círculos sociales. Utopía en el imaginario social da esa impresión, pero no lo es del todo para sus participantes; la unidad es relativa según la encuesta, quedan en el tintero las construcciones identitarias que estos jóvenes de origen rural están teniendo en su paso por Utopía. Es cierto que se reconocen discrepancias y/o conflictos, es normal en todo grupo humano; quizás esto también se origine a raíz de lo que el mismo Bourdieu (1980) denomina “la estratificación social” que, aunque sea un término más “urbano”, puede aplicar para el contexto de estos jóvenes de origen rural, en el que muchos provienen propiamente del campo, pero otros también son del casco urbano del pueblo, por lo tanto, las prácticas son diferentes y las maneras de tratar al otro cambian (algunos son precavidos, otros más naturales en sus interacciones).

Empoderamiento y acción política

Los procesos de empoderamiento que se viven en Utopía están marcados, desde luego, por el liderazgo que imprimen muchos de los estudiantes; Utopía no es un proyecto vertical en sus decisiones, sino que pretende ser colegiado a la hora de asumir tareas en conjunto, esto es, se tiene en cuenta la participación activa de los estudiantes. De allí la importancia de que participen en diferentes comités de la vida universitaria, como la participación misma en los procesos de vocería y representación de estudiantes, cargos valiosos a la hora de aportar y tomar decisiones.

El tema de la influencia está estrechamente relacionado con el liderazgo. Aquí se puede inferir que muy seguramente ese 35% corresponde a los estudiantes que pertenecen a alguna instancia representativa o participativa de los comités o grupos que normalmente están proponiendo actividades, planes o estrategias para dinamizar la vida. El Campus Utopía, si bien es cierto favorece espacios y actividades, también brinda la libertad para que los estudiantes gestionen otras dinámicas de interacción, siempre velando por la sana convivencia. Un gran porcentaje de estudiantes no siente que influyen en las dinámicas de vida en Utopía (véase la figura 5).

¿Cuánta influencia considera que tiene usted para hacer que el campus universitario sea un mejor lugar para vivir?
Figura 5
¿Cuánta influencia considera que tiene usted para hacer que el campus universitario sea un mejor lugar para vivir?
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario integrado para la medición del Capital Social

Sobre el desarrollo de capacidades

El segundo cuestionario utilizado, tal como se mencionó en la metodología, fue el relacionado con la medición de las capacidades, el cual tuvo como objetivo identificar aspectos relevantes en el plano emocional, de afiliación y de control sobre el propio entorno, capacidades centrales expuestas por Nussbaum (2012). Estos tres factores denotan una importante búsqueda de elementos claves para comprender aquellas situaciones y experiencias que los jóvenes rurales construyen poco a poco en medio de su proceso formativo universitario, tanto de carácter profesional como de carácter humano y social, específicamente lo concerniente a sus relaciones interpersonales que favorecen un desenvolvimiento cotidiano, permitiendo la solidez de un liderazgo y el fortalecimiento de personalidades.

Emociones

Con el fin de explorar las emociones que viven los jóvenes en Utopía se dispuso de veinte afirmaciones, las cuales están relacionadas con acciones, percepciones, decisiones y otros sentimientos que generan reacciones emotivas en cada estudiante. Dentro del listado de afirmaciones, según la tabla 5, las que más llaman la atención por sus distancias porcentuales son, en primer lugar, el tema relacionado con el impacto de transformación que se puede llegar a tener una vez los estudiantes finalicen sus procesos académicos (afirmación n.°20). En esta afirmación, un 99,1%, es decir, 113 estudiantes, se siente emocionado al saber que puede transformar realidades, su región y comunidad local; solo un estudiante, correspondiente al 0,9%, no se siente entusiasmado.

Tabla 5
Afirmaciones sobre las emociones
Afirmaciones sobre las emociones
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario para la medición de las Capacidades

En segundo lugar, una de las situaciones que más suscita emociones en los jóvenes son los sentimientos de añoranza hacia sus familias, pues un 97,4% manifiesta extrañar sus hogares, la presencia y el cariño de los suyos, el cual no es comparable con los lazos de compañerismo que puedan llegar a generar en Utopía; el porcentaje restante no ha sentido la sensación de extrañarlos ni tampoco saben o responde a ello.

Los distintos autores del discurso de las capacidades afirman que la principal consigna de este enfoque es la mejora de la calidad de vida de las personas. Utopía ofrece esta posibilidad, con grandes sacrificios y renuncias muy diferentes a las que puede hacer cualquier joven universitario del país. Optar por este modelo de educación superior implica un seguimiento de reglas diferentes, sujeto a la convivencia y a relaciones interpersonales particulares; sin embargo, la riqueza puede darse en la prospectiva del modelo, para lo que está diseñado, pensando a futuro en el mejoramiento de las condiciones de vida de las regiones de donde provienen los estudiantes; es decir, se sacrifican ciertas condiciones de autonomía e independencia por un bien mucho mayor que a futuro se entenderá como una opción por el campo colombiano, donde profesionales en agronomía serán capaces de generar procesos productivos serios y competitivos (Colmenarejo, 2016).

Afiliación

Para el análisis de esta capacidad central se tomaron diez afirmaciones, divididas en dos partes. En la primera parte las opciones de respuesta van de 1 a 5, siendo 1 totalmente en desacuerdo y 5 totalmente de acuerdo. Véase la tabla 6.

Ante la primera afirmación sobre el reconocimiento de un trato digno hacia los demás, el 91,2% está de acuerdo, medianamente de acuerdo y totalmente de acuerdo con el merecimiento de dicho trato; especialmente la última opción tuvo mayor favorabilidad. Llama la atención que un 8,8% manifiesta estar totalmente en desacuerdo ante esta afirmación. Se pensaría que por los principios que maneja el Proyecto Utopía y el énfasis constante que se da al de respetar la vida y defenderla, así como el trato acorde a todo ser humano, estas opciones de respuesta fueran de 0%; sin embargo, alrededor de diez estudiantes respondieron en ese sentido.

Tabla 6
Sentido de afiliación en Utopía, primera parte
Sentido de afiliación en Utopía, primera parte
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario para la medición de las Capacidades.

De acuerdo con lbagón et al. (2018), “toda acción individual dotada de sentido y mediada por la acción en otros, se transforma en una acción social que […] se concibe como un proceso de interacción”; este postulado bien aplica para los resultados obtenidos en la encuesta a los jóvenes de Utopía, puesto que todas las interacciones individuales y colectivas tienen una carga simbólica y formativa, es decir, con un sentido propio para la vida y el aprendizaje, lo cual permite generar conversiones en el pensamiento y en las acciones de cada joven tanto para sí como para su entorno cercano.

Las capacidades que hasta aquí desarrollan los jóvenes de origen rural son ante todo capacidades de carácter empático, de reconocimiento por la persona del otro, de crear afiliación y saber comprender que cada ser humano genera coexistencia; se trata de ver al otro y a los otros como personas que comparten no solo un mismo espacio, sino también unas mismas ilusiones, unas metas profesionales y unas expectativas humanas especiales. Se trata de dejar a un lado la mirada utilitarista, expuesta en el marco teórico y pasar a optar por una mirada más antropológica, centrada en el desarrollo humano, en la posibilidad de crecer junto a otros y de adquirir conocimiento para el servicio a los demás (Nussbaum, 2005; 2012).

De igual manera, los resultados de la segunda parte de las afirmaciones, tal como se expone en la tabla 7, muestran un interés por formular situaciones en cuanto a la interacción social y a los factores discriminatorios que puedan llegar a darse en el interior de la experiencia universitaria. Las opciones de respuesta esta vez consistieron en periodos de tiempo, donde 1 es nunca y 6 siempre. De allí tenían que evaluar cada afirmación.

Tabla 7
Sentido de afiliación en Utopía, segunda parte
Sentido de afiliación en Utopía, segunda parte
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario para la medición de las Capacidades.

Hasta aquí, tanto los resultados de la primera como los de la segunda parte del sentido de afiliación están en sintonía con lo que Naranjo (2009) también ha sostenido: “las personas con una gran necesidad de afiliación buscan compañía de otras, toman medida e ingenian estrategias para ser admitidas por estas […]” (p. 160). Lo que puede complementarse con una toma de conciencia y de respeto por la integridad de las otras personas, sin herir ni discriminar, sino acogiendo y tejiendo proyectos comunes.

Control sobre el propio entorno

“Todos los días nuestros actos inciden en la vida de esas otras personas” (Nussbaum, 2010, p. 114). Por eso la mejor herramienta que permitirá un mejor desenvolvimiento en la sociedad y una mejor manera de tomar decisiones y forjar carácter será la educación. Utopía como proyecto de una universidad tiene una doble tarea: no solo es formar profesionalmente a jóvenes de la ruralidad colombiana, ni tampoco hacerlos competitivos en el sector productivo (son fines válidos, claro está), sino también convertirlos en ciudadanos del mundo, lo que implica comprender las características de todo grupo humanos cercano y distante; por eso las afirmaciones que se presentan en la figura 6.

Percepción sobre el propio entorno
Figura 6
Percepción sobre el propio entorno
Fuente: Elaboración propia con datos del Cuestionario para la medición de las Capacidades

Se puede encontrar el tema del agenciamiento, el cual no solo aborda el hecho de tomar decisiones, sino de generar todo un proceso para ejecutar acciones y evaluarlas. Por ello, a la afirmación de si existen espacios donde los estudiantes puedan tomar decisiones y agenciarlas, sintiendo compromiso y protagonismo, los estudiantes respondieron con un sí en un 84,2%, mientras que el 15,8% anotó un no en su respuesta. Aunque el porcentaje es alto y esto se debe a los mecanismos participativos que existen en Utopía, se es consciente de que aún falta promover mayores escenarios de vinculación y aportación de ideas, en los que los jóvenes sean los protagonistas de ello.

Consecuentemente, los estudiantes reconocen que el trabajo colaborativo es un escenario en el que pueden potenciar sus capacidades y favorecer las de los demás; así lo evidencia la cuarta afirmación con un 92,1% de favorabilidad frente a un 7,9% de no reconocimiento. El trabajo colaborativo, por lo tanto, cobra mucha relevancia, tal como se ha dejado claro en otros apartados de la investigación (por ejemplo, en la conformación de grupos, así como la en afinidad con personas por diferentes características).

Conclusiones

La educación rural en Colombia ha estado siempre al margen de las prioridades del Estado y sus gobernantes. Este postulado hace parte de la problemática descrita en la presente investigación y busca contextualizar la necesidad y la urgencia de promover programas y/o proyectos educativos capaces de transformar la vida de los jóvenes rurales del país. La juventud merece oportunidades, no solo laborales, sino ante todo formativas; experiencias que logren explotar y hacer surgir en ellos diversas capacidades para el liderazgo social y productivo que la sociedad hoy por hoy exige.

Al analizar la experiencia de vida de decenas de jóvenes de origen rural que participan en el Proyecto Utopía se descubren potencialidades en ellos no solo académicas o productivas, también hay una riqueza humana, pero con situaciones de inseguridades personales. Jóvenes dispuestos a aprender, pero que debido a sus circunstancias y experiencias de vida se limitan en sus tratos, en sus interacciones sociales. Tienen mucho talento, pero hay precaución, en el inicio desconfianza; sin embargo, la experiencia de convivencia hace brotar dinamismos propios y diferentes para que esas interacciones superen las deficiencias con las que se llega.

Las redes de trabajo, los niveles de confianza, la participación, el liderazgo y otros elementos más son recursos que no se entienden de entrada en la vivencia de Utopía; solo se van adhiriendo a los jóvenes en la medida que cada uno se proponga ahondar en lo que implica cada experiencia y cada aprendizaje. La Universidad garantiza los mínimos, pero son los estudiantes quienes, con esfuerzo y exigencia, deben asegurar los máximos. El capital social que subyace en el Proyecto Utopía radica en las interacciones humanas y sociales que generan los mismos jóvenes; esas interacciones necesariamente han de ser performativas, es decir, han de buscar una articulación del lenguaje con la acción y estar llenas de propósitos de crecimiento y bienestar.

En cuanto a las capacidades centrales, los jóvenes de Utopía van desarrollando una serie de habilidades que se fortalecen a medida que avanzan en su proceso formativo; esto va generando en ellos retos personales, aunque saben que no los pueden cumplir por sí solos, que necesitan, en primera instancia, un equilibrio emocional fuerte, capaz de transmitir seguridad y convicción en lo que hacen. El solo hecho de estar vinculados a un proyecto que transforma la vida ya es un indicador no solo de bienestar, también lo es de compromiso social, una motivación más para cualificarse profesionalmente y adquirir las herramientas y aptitudes necesarias para el liderazgo social. De allí lo relevante de tejer comunidades con sentido de afiliación muy fuertes en el interior de la experiencia formativa.

Si algo logra articular y unir los esfuerzos de todo capital social, junto con el desarrollo de capacidades, es la búsqueda de unas condiciones de vida digna, de bienestar óptimo y de calidad de vida individual y colectiva acordes a principios institucionales que permean la esencia de cada joven, logrando consolidar una identidad fuerte en ellos. Habrá que fortalecer aún más los procesos investigativos en referencia al capital social y el desarrollo de capacidades en jóvenes de origen rural, y quizás se puede hacer en contextos y territorios.

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Notas

* Artículo producto de la investigación “Capital social y desarrollo de capacidades en jóvenes universitarios rurales” en el marco de la Maestría en Desarrollo Social, realizada en la Universidad del Norte, Colombia.

Cómo citar este artículo:

Arias, S. (2023). Capital social y desarrollo de capacidades en jóvenes universitarios de origen rural. Equidad y Desarrollo, (42), e1429. https://doi.org/10.19052/eq.vol1.iss42.4
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