Reseña
. Madrid. Editorial Sílex |
---|
DOI: https://doi.org/10.7440/res64.2018.03
Resumen: La presente reseña se refiere al libro Historia de la violencia en Colombia: 1946-2020. Una mirada territorial, publicado por el profesor Jerónimo Ríos Sierra en Editorial Sílex. El autor nos ofrece con su obra un relato ponderado y realista de la historia reciente de Colombia, lo que representa, junto al grado de exhaustividad y detalle, algunos de sus principales méritos.
Palabras clave: pconflicto, violencia, paz, Colombia..
Abstract: This review refers to the book Historia de la violencia en Colombia: 1946-2020. Una mirada territorial, published by Professor Jerónimo Ríos Sierra in Editorial Sílex. The author offers us with his work a weighted and realistic description of the recent history of Colombia, which represents, together with a degree of completeness and detail, some of his main merits.
Keywords: conflict, violence, peace, Colombia..
La bibliografía publicada acerca del conflicto armado colombiano es abundante y variada. Sobre las bases de las ya consideradas obras de referencia publicadas en diferentes coyunturas del conflicto, tales como Orden y Violencia y otros trabajos de Daniel Pecaut, los diálogos entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y la consiguiente firma del Acuerdo de Paz darían lugar a un renovado interés por escudriñar las particularidades del conflicto desde diferentes perspectivas. Cabe destacar, entre estas últimas, las obras recientemente publicadas por Editorial Planeta Colombia, entre las que se encuentran De la guerra a la paz (2018) de Eduardo Pizarro, De Marquetalia a las Delicias (2019) de Armando Borrero. Incluso el mismo profesor Ríos cuenta en su extenso repertorio de publicaciones con un trabajo anteriormente publicado, en aparente concordancia con la obra a la que nos referimos, bajo el título Breve historia del conflicto armado en Colombia (2017), editado por Catarata. En consecuencia, resulta pertinente preguntarse en qué aspectos particulares radican las aportaciones originales del profesor Ríos al conocimiento del conflicto armado en Colombia con esta nueva publicación.
A lo largo de las casi 500 páginas que componen Historia de la violencia en Colombia, el profesor Ríos aborda con gran detalle los hitos fundamentales del conflicto armado, tomando como punto de partida el estallido del periodo de La Violencia (1946-1953) y sus antecedentes más relevantes. Tras ofrecer al lector un amplio análisis de las primeras décadas del conflicto, los imposibles diálogos del Caguán y la respuesta articulada por el Estado colombiano a través de la Política de Seguridad Democrática ante la creciente centralidad de la insurgencia, el autor dedica sendos capítulos a describir de manera exhaustiva, y haciendo especial énfasis en el periodo 1998-2020, los particularidades de las dinámicas territoriales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como el fenómeno del paramilitarismo en sus múltiples realidades organizativas. Por último, el profesor Ríos desentraña los pormenores de la negociación de las FARC-EP y el Estado colombiano, el diseño y la posterior implementación del acuerdo de paz, y las nuevas dificultades emergidas en el contexto del posacuerdo. La obra cuenta además con un prólogo de Eduardo Pizarro, y está epilogada por Heriberto Cairo Carou, intervenciones ambas que resultan plenamente oportunas y coherentes con la línea argumental del conjunto del texto.
Historia de la violencia en Colombia destaca, en primer lugar, por la exhaustividad como uno de sus principales atributos, cosa que, cuando nos referimos al conflicto armado colombiano y a sus complejidades, es un logro de obligada mención. Para tal propósito, el profesor Ríos realiza una crónica del conflicto armado en Colombia no solo con un solvente uso de la bibliografía (que reúne más de 400 referencias), sino que desarrolla también una destacable triangulación intermitidos: recoge un número considerable de testimonios entre miembros de la Fuerza Pública, exdirigentes guerrilleros o líderes políticos y comunitarios que permiten profundizar en las percepciones y creencias de destacados protagonistas del conflicto, al tiempo que arroja información cuantitativa que permite al lector comprender la dimensión de determinados fenómenos, como la incidencia de determinadas modalidades delictivas o la actividad de los grupos guerrilleros. Por tanto, estamos ante un trabajo que se ajusta a las necesidades tanto de lectores neófitos como de ya iniciados, al ofrecer una panorámica del conflicto armado colombiano lo suficientemente amplia, contando al mismo tiempo con un alto grado de detalle.
El trabajo del profesor Ríos destaca por su realismo, lo que es especialmente notorio cuando analiza las dinámicas que vienen caracterizando al periodo del posacuerdo. Y es que, la evidencia nos recuerda que estos acuerdos son, con una frecuencia que nos resulta incomoda, procesos inacabados y de un desarrollo desigual, que no suelen someterse a los relatos totales, ya sean vaticinadores de la catástrofe o apologetas del triunfalismo. En ese sentido, Ríos describe en las últimas páginas de su trabajo lo que el profesor Francisco A. Muñoz denominaba una “paz imperfecta” (Muñoz, 2000). A diferencia de la noción maximalista de la paz positiva planteada por Johan Galtung (que implica una situación de plena justicia social y total ausencia de violencia estructural), la paz imperfecta se refiere una construcción procesual que implica la convivencia amplia de realidades de paz y de conflicto en la que son abundantes las situaciones intermedias entre ambas. Es precisamente el ámbito local donde son más habituales estos contextos de paz imperfecta, por lo que la marcada mirada territorial que propone el profesor Ríos en su obra resulta imprescindible para entender no solo el propio desarrollo del conflicto armado, sino también las particularidades de la coyuntura emergida tras el posacuerdo.
Resulta imposible llevar a cabo con éxito cualquier esfuerzo explicativo sobre el conflicto armado colombiano sin plantear los interrogantes oportunos acerca de sus causas más estructurales y profundas. Tal y como el profesor Ríos afirma en las primeras páginas de su trabajo, la violencia ha sido un fenómeno ampliamente presente en la historia contemporánea de Colombia que, lejos de ser una práctica circunscrita al devenir del conflicto armado en un sentido estricto, ha encontrado muy diferentes manifestaciones. En ese sentido, el caso colombiano, como tantos otros, nos remite a las discusiones acerca de la problemática relación existente entre poder y violencia. Tradicionalmente, las Ciencias Sociales han venido considerando estos dos conceptos como prácticamente consustanciales, concepción que encuentra su epítome en la noción weberiana del monopolio estatal de la “violencia física legítima” (Weber, 1979), por la que se entiende el poder como la dominación por medio de la violencia. Sería Hannah Arendt quien realizaría una disociación más tajante entre ambos conceptos, planteándolos como elementos de diferente naturaleza: el poder es un fin en sí mismo (la capacidad humana de actuar concertadamente) y su preocupación es, por tanto, la legitimidad; mientras que la violencia es un mero instrumento de aumento de la potencia humana que, aunque puede ser utilizado para destruir el poder, es incapaz de generarlo por sí misma (Arendt, 2006).
Partiendo de esta distinción, la historia de la violencia en Colombia que describe Ríos es la historia de una miríada de desconciertos: la de un Estado con graves limitaciones a la hora de ejercer la soberanía en una cantidad considerable de su territorio, y de ser percibido como una institución legítima; la de una sociedad colombiana resquebrajada por antagonismos nunca resueltos, como los altos índices de desigualdad, pobreza, concentración de la tierra, o la brecha entre el ámbito rural y el urbano; o la de una constelación de grupos armados, en no pocas ocasiones enfrentados entre sí, carentes de la capacidad de articular las mayorías suficientes para imponer su proyecto de país. Ante la ausencia de un actor lo suficientemente poderoso en términos arendtianos, la violencia se convirtió en el medio predilecto de interacción entre las partes hasta la instauración de lo que el profesor Ríos denomina un “estancamiento mutuamente doloroso”, situación que condujo a una negociación para la que las partes tenían claros incentivos. Desde esta perspectiva, con sus virtudes y defectos (que Historia de la violencia en Colombia describe con notable imparcialidad, lo que es digno de apreciar debido al intenso clima de polarización existente), los diálogos entre FARC-EP y el Estado colombiano, además de manifestar el cierre político de las postrimerías de la guerra fría en Colombia, representan una de las más claras demostraciones de poder de la historia reciente del país; una historia de violencia que, gracias a la publicación del profesor Ríos, hoy podemos conocer mejor.
Referencias
Arendt, H. (2006). Sobre la violencia. Madrid: Alianza Editorial.
Borrero, A. (2019). De Marquetalia a las Delicias. Bogotá: Editorial Planeta Colombia.
Muñoz, F. A. (ed.) (2000). La paz imperfecta. Granada: Editorial Universidad de Granada.
Pizarro, E. (2018). De la Guerra a la Paz. Bogotá: Editorial Planeta Colombia .
Ríos, J. (2016). Breve Historia del Conflicto Armado en Colombia. Madrid: Editorial Catarata.
Weber, M. (1976). El político y el científico. Madrid: Alianza Editorial .