Resumen: Antecedentes: Dentro del cambio conceptual, existen diferentes perspectivas teóricas desde las cuales se estudia la naturaleza, las características y los mecanismos de cambio de las ideas de los estudiantes. Conocer estas ideas es fundamental antes de desarrollar los procesos de enseñanza. Objetivo: Conocer los autores y artículos más citados en el área del cambio conceptual y aprendizaje de la química, al igual que las revistas en las que se publican estos artículos. Método: Se realizó la búsqueda en las bases de datos Web of Science y Scopus entre los años 2009 y 2019, teniendo como criterios de inclusión: el área de conocimiento (estudios en educación), tipo de documento artículo de investigación publicados en revistas especializadas, en idioma inglés, español y portugués. Resultados: Después de aplicar los criterios de inclusión finalmente se analizan 12 artículos a través del paquete estadístico bilbiometrix en el software R. Conclusión: Es evidente el predominio de los enfoques unidimensionales en el estudio del cambio conceptual en química. En estos estudios, prevalecen los enfoques cuantitativos y mixtos. Por otra parte, hay una creciente tendencia del estudio de las ideas de los estudiantes, desde una miranda multidimensional en la que las emociones, la interacción social y la autorregulación inciden en los procesos de cambio conceptual.
Palabras clave: docente, estudiante, enseñanza, aprendizaje, química.
Abstract: Background: Within conceptual change, there are different theoretical perspectives from which nature, characteristics, and mechanisms of change in students' ideas are studied; knowing these ideas is fundamental before developing teaching processes. Objective: To know the most cited authors and articles in the area of conceptual change and learning of chemistry, as well as the journals in which these articles are published. Method: A search was conducted in the Web of Science and Scopus databases between 2009 and 2019, taking into account the following inclusion criteria: area of knowledge (studies in education), type of document, a research article published in specialized journals, in English, Spanish, and Portuguese. Results: After applying the inclusion criteria, 12 articles were finally analyzed using the Bibliometrix package in R software. Conclusion: The predominance of unidimensional approaches in the study of conceptual change in chemistry is evident. In these studies, quantitative and mixed approaches prevail. On the other hand, there is a growing tendency to study students' ideas from a multidimensional viewpoint in which emotions, social interaction, and self-regulation influence the processes of conceptual change.
Keywords: teacher, student, teaching, learning, chemistry.
Sección Monográfica
Revisión al estudio del cambio conceptual en el aprendizaje de la química
Conceptual change in learning of chemistry: A review of the literature
Recepción: 12 Abril 2020
Aprobación: 12 Marzo 2021
El objetivo de esta revisión es conocer cuáles son los autores y los artículos más citados en torno al estudio del cambio conceptual y el aprendizaje de la química en todos los niveles de educación (primaria, secundaria y universitario), asimismo, nos interesa conocer las revistas en las que se publican estos artículos. Esta revisión abarca los años 2009 y 2019 a través del método bibliométrico análisis de citas. En términos de Zupic y Čater (2015), la citación nos permite, apreciar la influencia de los autores, del documento o de las revistas. Por su parte, el cambio conceptual, constituye una de las líneas de investigación más potentes al interior de la didáctica de las ciencias. Los estudios desarrollados entre los años 70 y 80 dan cuenta de la importancia de conocer las ideas iniciales de los estudiantes (Bell, Brook & Driver, 1985; Clough & Driver, 1986; Driver, 1989; Driver & Erickson, 1983; Driver & Scanlon, 1989; Gilbert, Osborne & Fensham, 1982; Gilbert & Watts, 1983). Es por ello que, en los procesos de enseñanza de las ciencias, el punto de partida es el reconocimiento de estas ideas y su incidencia en el aprendizaje. Vosniadou (2007) plantea que una de las misiones de la educación científica es facultar al estudiante para la comprensión de diferentes disciplinas científicas, esto implica que los docentes tienen la responsabilidad de diseñar actividades y escenarios de aula que promuevan la toma de conciencia de dichas ideas y su posterior transformación.
Amin, Smith y Wiser (2014) identifican tres grandes fases investigativas, por las cuales ha pasado el estudio del cambio conceptual. Una primera fase (1970-1980) se enfocó en conocer la naturaleza racional de las ideas de los estudiantes. Una segunda fase (1990-2000) evidenció que en estas ideas las creencias ontológicas, epistemológicas y la dimensión afectiva cumplen un papel importante, en los procesos de cambio. La tercera fase, o fase actual se caracteriza por, el uso de procesos de modelización y el diseño de procesos o métodos de enseñanza que favorezcan el cambio conceptual. En esta fase, también se reconoce el papel de la interacción social en el cambio conceptual, para Caravita y Haldén (1994) por ejemplo, las interacciones cooperativas pueden ser potentes para encausar el conocimiento y por lo tanto el cambio conceptual.
En consecuencia, de lo anterior, el análisis de los artículos se centra en identificar en qué fase están los estudios del cambio conceptual y su relación con el aprendizaje de la química, esto con el fin de identificar el rumbo de estas investigaciones y las posibles nuevas rutas de estudio del cambio conceptual desde un perspectiva multimodal y multidimensional en estudiantes Universitarios, durante la enseñanza de la bioquímica.
El proceso llevado a cabo en esta revisión sigue los 5 pasos del diagrama de flujo propuesto por Zupic y Čater (2015):
1. Diseñar la búsqueda especificando el tema de interés: cambio conceptual, aprendizaje de la química, educación científica.
2. Compilar los datos bibliométricos centrando la búsqueda en dos bases específicas: Web of Science y Scopus, para establecer posteriormente las ecuaciones de búsqueda e identificar los criterios de inclusión y exclusión.
3. Analizar la información comenzado con la limpieza de los datos, según se ilustra en la figura 1 (Urrútia & Bonfill, 2010).
4. Visualización y mapeo de los datos a través del paquete estadístico bilbiometrix en el software R.
5. Lectura crítica de los documentos seleccionados, teniendo en cuenta el objetivo propuesto.
La búsqueda de los artículos, se llevó a cabo en las bases de datos Web of Science y Scopus, empleando la opción de búsqueda avanzada, para el caso de Scopus Titulo-Abstract-Palabras clave y para Web of Science se emplearon las siglas TS = para la búsqueda de los documentos por tópico. Las ecuaciones de búsqueda emplearon el operador boleano AND, así mismo, se utilizaron operadores de truncamiento y caracteres comodín como los paréntesis “()” con el fin de introducir más de dos términos en la misma ecuación, utilizando un operador lógico y el asterisco “*” al final de las palabras con el propósito de encontrar todas las formas posibles. A continuación, se presenta las ecuaciones de búsqueda empleadas (Conceptual Change) AND (chemistry Learning) (Conceptual Change) AND Science education* AND chemistry Learn
La tabla 1, presenta el número total de artículos encontrados para cada una de las ecuaciones, teniendo en cuenta los criterios de búsqueda y el número final de artículos seleccionados después de aplicar el rango de tiempo establecido 20092019. Durante el análisis y limpieza de datos, se excluyeron aquellos artículos que, por ejemplo, enfocaron su estudio en el aprendizaje de la física o la biología, ya que, al emplear la primera ecuación de búsqueda, la palabra Science education, nos mostraba estudios que involucraban temas en biología, física e incluso astronomía. Por tal motivo, la segunda ecuación de búsqueda nos permitió focalizar la búsqueda en artículos relacionados exclusivamente con el aprendizaje de la química

Después de la identificación total de los artículos encontrados en las dos bases de datos seleccionadas, se realizó una revisión de todos los documentos con el fin de encontrar y descartar aquellos artículos que se encontraban duplicados. Posteriormente, se descargaron los 33 artículos aptos para ser elegidos, se revisó en detalle el resumen o abstract de cada uno de estos artículos, corroborando que correspondieran al cambio conceptual en los procesos de aprendizaje de la química. Se revisó también, que el enfoque teórico se abordará dentro del artículo de manera detallada, de modo que se pudiera evidenciar la postura teórica de cambio conceptual asumida en el artículo, de lo contrario, el documento era descartado. Finalmente, de los 33 artículos revisados solo 10 cumplieron con los criterios previamente establecidos.

La visualización de los datos se lleva a cabo a través del paquete bibliometrix del software estadístico R, teniendo en cuenta las ventajas que presenta en cuanto a la visualización de los datos tal y como lo exponen Aria y Cuccurullo (2017). Por medio de este software se representan los autores más citados, con relación al estudio del cambio conceptual durante el aprendizaje de la química y las revistas donde se han publicado tales documentos (figura 2). Por otra parte, el mapa temático que se presenta en la figura 3, da cuenta de los enfoques de investigación y los diseños de estos estudios, la población objeto de estudios y algunos de los métodos de enseñanza propuestos por los autores. Consideramos de gran importancia este mapa, ya que oriento el análisis, la síntesis e inferencias realizadas a la lectura detallada de los artículos y sus implicaciones en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la química.


A continuación, presentamos el número total de artículos elegidos para el análisis propuesto. En la tabla 2, se presentan 12 artículos, si bien el número total de artículos elegido eran 10, se incluyen los artículos 11 y 12 por la relevancia que presentan, ya que se relaciona específicamente con el cambio conceptual y aprendizaje de la química. Estos dos artículos presentan una citación superior a 30 (figura 2), por lo tanto, consideramos importante estudiar su contenido y posibles implicaciones de tales artículos dentro de esta línea de investigación. De los 12 artículos, 1 estaba en español, los demás 11 artículos estaban en inglés.

En la tabla 3 se presentan los estudios que fueron seleccionado para el análisis, teniendo en cuenta su objetivo, enfoque de investigación, método, temas de química estudiados, población y principales hallazgos. Esto nos dejó ver las fases indicadas por Amin, Smith y Wiser (2014) o perspectivas teóricas como lo plantea Tamayo (2009) del estudio del cambio conceptual y sus implicaciones para los procesos de aprendizaje de la química.




El análisis que a continuación se presenta, da cuenta de los autores y artículos más citados en el periodo de 2009-2019 y las revistas especializadas donde se publicaron, también permitió identificar en qué fases según lo propuesto (Amin, Smith & Wiser, 2014) se encuentran las investigaciones de cambio conceptual al interior del aula de química. En este orden de ideas, presentaremos las tendencias que hemos denominado como: los estudios puramente epistemológicos o unidimensionales que ubicaremos en la Fases 1 de los estudios de cambio conceptual. Por su parte, los estudios que incorporan la dimensión ontológica, emotivo-afectiva y autorreguladora se ubican en la Fase 2, a estos estudios los hemos denominado estudios multidimensionales. Por otro lado, si bien en la literatura existen estudios que destacan el rol que cumple la dimensión social y la interacción de los diferentes actores implicados en los procesos de enseñanza y aprendizaje (ver Pea 1994; Basili & Sanford, 1999; Driver, Asoko, Leach, Mortimer & Scott, 1999), no se identifican este tipo de estudios en la revisión presentada.
El punto inicial del cambio conceptual es sin duda, el reconocimiento de la influencia que tienen las ideas iniciales, preconcepciones o esquemas conceptuales alternativos de los estudiantes sobre un concepto científico. Para Pozo, Crespo y Limón (1991) estas ideas surgen de la necesidad de darle significado a una actividad cotidiana, siguen un razonamiento causal, que se basa en procesos sensoriales y perceptivos, carecen de un análisis riguroso y sistemático. Por su parte Driver (1986) considera que estos esquemas conceptuales no son ideas irracionales y puedan estar dotadas de cierta coherencia, aunque parezcan incoherentes desde el punto de vista del maestro, además poseen validez en ciertos contextos. Señala, además que, estos sistemas conceptuales son persistentes aun cuando no son congruentes con los resultados experimentales o con las explicaciones del docente, esto quiere decir, que no se modifican o cambian fácilmente desde una enseñanza tradicional. Agrega, que el hecho que sean ideas personales no quiere decir que no sean compartidas por otras personas.
Dentro del cambio conceptual existen diferentes posturas sobre la naturaleza de las concepciones alternativas o ideas intuitivas de los estudiantes y sobre los mecanismos que generan el cambio. Por ejemplo, el estudio de Posner, Strike, Hewson & Gertzog (1982) propone comprender de manera detallada la naturaleza de los conceptos erróneos en los estudiantes, y tratar de explicar por qué son resistentes al cambio, esbozan el posible cambio de esos conceptos al cumplirse cuatro condiciones necesarias: insatisfacción, acomodación, plausibilidad y fructibilidad. Este estudio de Posner, Strike, Hewson y Gertzog, según Matthews (2004) además de ser pionero, es uno de los más influyentes de la teoría del cambio conceptual.
Para el análisis y clasificación de los artículos analizados, proponemos la siguiente ruta para presentar las fases o tendencias halladas en la revisión realizada; comenzaremos con las posturas puramente racionales influenciadas por la filosofía de la ciencia, en la que se cambia, se modifica o reubica un concepto (Posner, Strike, Hewson & Gertzog, 1982; Chi, Slotta & Leeuw, 1994; Chi, 2009). Luego, la postura cálida propuesta por autores como (Sinatra & Pintrich, 2003; Pozo, 1999; Tamayo; 2001) estos autores destacan el papel de la dimensión emotiva, social e individual, así como los aspectos autorreguladores que pueden incidir en el proceso de cambio conceptual.
La fase 1 hace referencia a la primera tendencia de investigación encontrada, la denominaremos de naturaleza epistemológica o unidimensional. Acá ubicamos aquellos estudios que se interesaron por explorar la naturaleza conceptual de las ideas de los estudiantes, durante el aprendizaje de diferentes temas en química como (estructura de la materia, átomo, energía de ionización, entre otros) y sus procesos de cambio, producto de un método de enseñanza determinado.
Los estudios de (Posner, Strike, Hewson & Gertzog 1982; Margel, Eylon & Scherz, 2008; Adadan, Trundle & Irving, 2010; She & Liao, 2010; Talanquer, 2010; Taber & Tan, 2011; Hadenfeldt, Liu & Neumann, 2014; Adadan & Yavuzkaya, 2018; Freire, Talanquer & Amaral, 2019), se caracterizan por indagar estas ideas empleando pruebas de pre-test, post-test y retención 3 en estudiantes de secundaria, media y universitarios. El objetivo principal de los pretest, en su mayoría cuestionarios validados y estandarizados por expertos o diseñados por los mismos investigadores, es caracterizar las ideas iniciales de los estudiantes, sobre el tema estudiado en cuestión, ello permite establecer una línea base, sobre los conocimientos iniciales de los estudiantes. Los post-test, tienen como finalidad reconocer las variaciones o cambios en los puntajes, o en el número de respuestas correctas, para establecer el cambio o transformación de las ideas iniciales de los estudiantes. Por último, los test de retención, aplicados usualmente tres meses después de los procesos de enseñanza, miden la retención de los conceptos científicos de los estudiantes, con relación al tema estudiado y la presencia de concepciones alternativas que pueden emerger de nuevo.
Por ejemplo, en el estudio de Adadan et al. (2010) a pesar de usar los pre-test, post-test y test de retención, encontraron que tres meses después de la enseñanza solo siete de los diecinueve estudiantes mantuvieron una compresión científica. Sugieren, además, que los maestros deben incorporar otro tipo de estrategias para la externalización de las ideas de los estudiantes, fomentando el uso y la construcción de representaciones pictóricas por parte estos estudiantes, donde se presenta una explicación o justificación del contenido. Por su parte, Harrison y Treagust (2001) argumentan que las calificaciones que obtienen los estudiantes en los exámenes estandarizados, no son indicadores certeros para indicar o aseverar una comprensión conceptual. Por último, Tseng et al. (2010) investigadores que también emplearon los pretest, post-test y test de retención, señalan que, si bien 127 estudiantes involucrados en su estudio sobre el concepto de ácido, base y sal habían participado de manera activa en las clases, la mayoría de estos estudiantes, conservaban, concepciones alternativas, lo anterior asociado a procesos de enseñanza enmarcados en modelos tradicionales. Resumiendo lo expuesto anteriormente, si bien estos estudiantes permiten evidenciar procesos de cambios conceptual, los autores planteando la necesidad de pensar en ambientes de aula, que desborden los modelos de enseñanza tradicional, también hacen un llamado a dudar de los resultados obtenidos en las pruebas que solo proveen datos cuantitativos (Tseng et al., 2010).
De los 12 artículos analizados en la presente revisión, 10 son estudios que se encuentran en la fase uno de los estudios del cambio conceptual. Con excepción de los textos de (Hadenfeldt et al., 2014; Talanquer, 2009) quienes hacen una revisión analítica de la literatura, por ejemplo, de las concepciones alternativas identificadas en los estudiantes sobre la naturaleza particulada de la materia. Para el caso concreto del estudio de Hadenfeldt et al. (2014) y Talanquer (2009), estos autores proponen identificar, rastrear y proponer un modelo que identifique las concepciones alternativas de los estudiantes con relación a la naturaleza particulada de la materia. En estos artículos, la población que más se estudió, fueron los estudiantes de básica secundaria, desde los grados 7, 8, 9 y 10. Solo en tres estudios se explora la población universitaria (Freire et al., 2019, Adadan & Yavuzkaya, 2018, Cooper et al., 2013). Población que consideramos ha sido poco explorada.
Con relación a los temas de química más estudiados, encontramos el tema de estructura particulada de la materia, donde de los 10 artículos, 5 pesquisas estudian este tema (Hadenfeldt, et al., 2014; Adadan & Trundle, 2010; Talanquer, 2009, 2010; Margel et al., 2008). Para estos autores la importancia del estudio de la naturaleza particulada de la materia, se debe a que, es un concepto nuclear en química, para Adadan y Trundle (2010) “es el concepto más central en el currículo de ciencias en términos de su potencial para proporcionar una base para explicar una variedad de temas en química, como lo enlace químico, el cambio químico, la disolución” (p. 1006). De allí la importancia, de que, los docentes de química, conozcan de primera mano las concepciones alternativas o ideas implícitas de los estudiantes, en el aula de química, con el fin de diseñar escenarios y espacios de aula que propenda por la transformación de estas ideas. Hadenfeldt, et al. (2014) señalan que, para una adecuada compresión de la estructura particulada de la materia, se requiere una interrelación profunda de 4 aspectos principales (estructura y composición, propiedades físicas y cambio, propiedades químicas y cambio y conservación). Por otra parte, los demás temas examinados fueron: conceptos térmicos como; calor, temperatura, equilibrio térmico, la conductividad térmica y los cambios de fase (Adadan & Yavuzkaya, 2018), geometría molecular (Cooper et al., 2013), energía de ionización (Taber & Tan, 2011).
En síntesis, lo que deseamos resaltar de esta primera tendencia de investigación es que, se explora los procesos de cambio conceptual desde una perspectiva unidimensional, o puramente epistemológica, solo da cuenta del progreso conceptual de los estudiantes, basados en el análisis de los resultados iniciales, finales y de las pruebas de retención, producto de tratamiento de los datos a través de paquetes estadísticos. Estos estudios, limitan la posibilidad de indagar por otros factores externos que pueden estar implicados en los procesos de cambio conceptual. Tamayo (2010) señala que la mayoría de los estudios del cambio conceptual se circunscriben casi de manera exclusiva en la dimensión conceptual o epistemológica, por lo tanto, deben darse cabida a dimensiones como la afectiva, la sociocultural y la socio-histórica.
La segunda tendencia la denominaremos estudios multidimensionales (estudios que exploran la dimensión epistemológico, ontológico y motivacional), en estas pesquisas no solo se analiza el cambio o transformación de las ideas desde un aspecto epistemológico, sino que reconocen que las motivaciones, los factores sociales y la dimensión ontológica inciden en los procesos de cambio conceptual. De los artículos seleccionados en esta revisión, solo 2 de los 12 se encuentran en esta fase o perspectiva (Harrison & Treagust, 2001; Tseng, Tuan & Chin, 2010). Lo anterior es inquietante, ya que, al interior del cambio conceptual existe estudios que dan cuenta de la importancia de vincular la dimensión emotiva-afectiva, autorreguladora, como, por ejemplo, los estudios de (Vosniadou, 1994; Pea 1994; Ebenezer & Gaskell, 1995; Basili & Sanford, 1991Sinatra & Pintrich, 2003).
En el estudio de Harrison y Treagust (2001), el cual se desarrolló durante 36 semanas, los estudiantes tuvieron la oportunidad de representar la estructura de átomos y moléculas, así mismo, se les pedía explicar las características y componentes de su dibujo, a través de las grabaciones de audio y video, se podía captar las interacciones de los estudiantes con el material de estudio y con el docente. Sus hallazgos dan cuenta que los factores personales e intereses influyen significativamente en los resultados de aprendizaje. En el análisis de uno de los dos estudiantes, que hicieron parte del estudio de caso en profundidad, encontraron que si bien, Dan era un estudiante aplicado, capaz e inteligente, fuertemente comprometido con la obtención de altas calificaciones, sin ser esto un aspecto negativo, solo se restringía a desarrollar las actividades en las que se obtuviera alguna nota, no se comprometía con otro tipo de actividades que involucraran el desarrollo de una forma científica de pensar.
Para Sinatra y Pintrich (2003) el cambio conceptual no puede restringirse al cambio o transformación de las estructuras cognitivas internas del sujeto cognoscente, este al parecer está fuertemente influenciado por aspectos externos también. Motivaciones, entorno social y cultural. Agregan estos autores que, debemos permitirle al estudiante tomar un rol activo en su propio proceso de aprendizaje, un aprendiz intencionado es aquel estudiante que hace uso deliberado de su conocimiento y creencias, para lograr objetivos claros y definidos, en los que la autorregulación de los procesos cognitivos y ciertas disposiciones cognitivas y afectivas incidan en logro de una actividad concreta.
Con relación a la investigación de Tseng, Tuan y Chin (2010), emplean dos tipos de cuestionarios, uno para diagnosticar e identificar las ideas de los estudiantes sobre el tema de ácidos, bases y sales (CDT) y otro cuestionario para indagar el estado motivacional de los estudiantes hacia el aprendizaje, por último, las actividades de aprendizaje se desarrollan a través de un modelo de aprendizaje digital de construcción y reconstrucción digital del concepto científico. Comienzan planteando que, el cambio conceptual demanda que los estudiantes re-evalúen su conocimiento. Adicional a lo anterior, consideran que los factores afectivos y motivacionales deben incluirse en el estudio de cambio conceptual.
Dentro del componente motivacional, algunas de las preguntas que se les plantearon a los estudiantes fueron las siguientes: Autoeficacia: “no tengo confianza en aprender conceptos difíciles”; Aprendizaje activo: “cuando aprendo algo nuevo, trato de conectarlo con mis experiencias previas”; Valor del aprendizaje de las ciencias: “pienso que la naturaleza y la tecnología, son importantes porque se pueden usar en la vida cotidiana”; Desempeño en las tareas: “participo en las actividades para mejorar, puedo hacerlo mejor que otros”, entre otras. Para establecer la relación entre el cambio conceptual y la dimensión motivacional, se realizó un análisis de correlación de Pearson entre las seis escalas SMTSL (cuestionario del estado motivacional de los estudiantes hacia el aprendizaje y la cantidad de cambio conceptual). Los resultados mostraron que, después de experimentar el aprendizaje digital DSLM, los puntajes post-test-CDT y test- CDT (de retención) de los estudiantes fueron significativamente más altos que los puntajes pre-test CDT. Además, el análisis de correlación de Pearson indicó que el cambio conceptual de los estudiantes se correlacionó significativamente con factores motivacionales como la autoeficacia (SE), la estrategia de aprendizaje activo (ALS), el valor del aprendizaje de las ciencias (SLV), el Desempeño de las tareas (AG) y estimulación del ambiente de aprendizaje. Adicional a lo anterior, encuentran presencia de concepciones alternativas en los estudiantes con relación al tema estudiado, derivado de ello plantean la necesidad del diseño de entornos de aprendizaje que desborden los modelos de enseñanza tradicional.
Resumiendo lo antes expuesto, queremos resaltar en esta fase 2, el punto de partida de estos estudios es la indagación e identificación de las ideas o concepciones iniciales de los estudiantes. En esta fase los estudios cualitativos toman fuerza, ya que se desea comprender el fenómeno del cambio conceptual desde el reconocimiento de lo que dicen, hacen, sienten y representan los estudiantes en su entorno social. Por ejemplo, los análisis descriptivos y comprensivos como los estudios de caso (Harrison & Treagust, 2001), el uso intensivo de entrevistas semi-estructuradas (Cooper, Corley & Underwood, 2013) y la fenomenografía (Ebenezer & Gaskell, 1995).
En esta línea multidimensional los autores consideran que el cambio conceptual no puede solo restringirse a los aspectos cognitivos. Por ejemplo, los aspectos motivacionales y metacognitivos implican un compromiso por parte del estudiante (Sinatra & Pintrich, 2003; Tamayo, 2010) como ya se mencionó. Así mismo, el trabajo grupal cooperativo genera un entorno viable para que los estudiantes superen conceptos erróneos, ya que, permiten la discusión y revisión de las ideas (Basili & Sanford, 1991. Por último, Harrison & Treagust (2001) plantean la necesidad de evaluar la comprensión conceptual desde diversas fuentes con el fin de conocer los niveles de comprensión en tareas que demandan procesos cognitivos diferentes a la memorización.
Algunos de los obstáculos detectados en el aprendizaje de la química se relacionan en términos de Furió y Furió (2018) con la visión realista ingenua desde la cual los estudiantes interpretan los fenómenos naturales y químicos, los estudiantes rara vez dudan de tal percepción. Agregan los autores que no basta con identificar, caracterizar y clasificar las ideas de los estudiantes, es necesario ir más allá. Con relación a lo anterior, Vosniadou (2007) plantea la necesidad de ayudar a los estudiantes a desarrollar una conciencia metaconceptual. Por ello consideramos que, en los estudios del cambio conceptual al interior del aula de química, los docentes y los investigadores debemos fortalecer más este aspecto. No podemos ver el cambio conceptual como la simple sustitución de una idea por otra.
Por otra parte, autores como (Johnstone, 1991; Furió & Furió, 2018; Gois & Giordan, 2003; Gilbert & Treagust, 2009) destacan la importancia de que los docentes de química, incorporemos las tres dimensiones del conocimiento químico a nivel macroscópico, submicroscópico y simbólico. Entendiendo la dimensión macroscópica, como aquella que se ocupa de los fenómenos y procesos que son percibidos a través de los sentidos (color, olores, texturas), por su parte, la dimensión submicroscópica como ese conocimiento químico, que se ocupa a nivel molecular de entender la interacción entre las partículas y la dimensión simbólica, implica la comprensión e interpretación de las representaciones cuantitativas, por ejemplo, cuando se emplea un ecuación química, con valores numéricos o gráficos. Consideramos teniendo en cuenta la revisión realizada, que las investigaciones sobre cambio conceptual en química, han olvidado la importancia de incorporar de manera consciente e intencionada, estos tres niveles, con el fin de contribuir a la comprensión de los fenómenos químicos. Talanquer (2009) señala que, las explicaciones y predicciones de los alumnos, sobre, por ejemplo, las propiedades de las sustancias, que se fundamentan en supuestos implícitos, trasladan muchas de las propiedades macroscópicas al nivel submicroscópico.
Por último, otro aspecto desconocido o poco estudiado por estas investigaciones, es la importancia del desarrollo de habilidades visoespaciales para el aprendizaje de la química tal como lo plantea Bodner y Pribyl (1987); Wu y Shah (2004); Harle y Towns (2011). En síntesis, estos autores plantean, la necesidad de hacer explícitas las relaciones espaciales de las representaciones que se usan en las clases, para promover las habilidades de visualización de los estudiantes de estructuras 2D-3D, lo anterior puede lograrse a través de la enseñanza de las características de diferentes representaciones moleculares (2D-3D). Consideramos que este aspecto debe ser fundamental, en los estudios del cambio conceptual al interior del aula de química.
En síntesis, del análisis realizado podemos establecer que se presentan dos grandes tendencias en losestudios del cambio conceptual en el aula de química. En la tendencia multidimensional los autores consideran que el cambio conceptual no puedesolo restringirse a los aspectos cognitivos, pese ala importancia de los estudios unidimensionaleso de naturaleza epistemológica para identificar yrastrear las ideas o concepciones de los estudiantescon relación a los fenómenos científicos. Se propone avanzar en la exploración de la evolución otransformación de estas ideas, desde posturas máscálidas, posturas que reconozcan que las motivaciones, los procesos de autorregulación y las ideaso concepciones sobre la naturaleza de los conceptos o fenómenos estudiados en el aula inciden enla reconstrucción de las ideas iniciales.
A continuación, presentamos tres grandes conclusiones que se derivan de la revisión de la literatura en cambio conceptual y aprendizaje de la química: 1) los estudios de naturaleza unidimensional o epistemológica concluyen que es frecuente que los estudiantes después de un tiempo regresen a sus ideas iniciales, pueden incluso, responder a las preguntas de las pruebas estandarizadas de manera memorística, por lo tanto, sus resultados de aprendizaje no son muy confiables (Cooper, Corley & Underwood, 2013). Por lo cual, se sugiere estudiar la compresión de los estudiantes a través de la interpretación de datos provenientes de múltiples fuentes, así mismo, es necesario vincular en el aula actividades cognitivas diferentes a los procesos de memorización (Margel et al., 2008; Harrison & Treagust, 2001; Adadan, Trundle & Irving, 2010; Adadan & Yavuzkaya, 2018); 2) reconocer la importancia de la dimensión emotiva y de la interacción social y cooperativa en los procesos de cambio conceptual (Pea 1994; Caravita & Haldén, 1994; Basili & Sanford, 1991; y 3) se requiere estudiar con detalle los procesos de cambio conceptual en la población Universitaria en tanto ha sido poco explorada en los estudios realizados. Cabe resaltar que los temas en el área de la química que más se han estudiado han sido: átomo, estructura de la materia, naturaleza particulada de la materia. Derivado de lo anterior, se propone avanzar en el estudio de temas o de fenómenos bioquímicos, que, por ejemplo, implican la comprensión de conceptos nucleares en biología y en química, para poder comprender dichos fenómenos.
Por último, este análisis da cuenta que los tipos de lenguajes o modos semióticos a través de los cuales se han rastreado y analizado las ideas y comprensiones de los estudiantes han sido, el lenguaje visual, oral y escrito, consideramos que estos estudios (Posner, Strike, Hewson & Gertzog 1982; Margel, Eylon & Scherz, 2008; Adadan, Trundle & Irving, 2010;She & Liao, 2010; Talanquer, 2010; Taber & Tan, 2011; Hadenfeldt, Liu & Neumann, 2014; Adadan & Yavuzkaya, 2018; Freire, Talanquer & Amaral, 2019), han dado cuenta declarativamente de los procesos de cambio conceptual. Por ejemplo, el lenguaje oral se analiza a través de la información proporcionada por entrevistas estructuradas y semiestructuradas las cuales usualmente se llevan a cabo después de los procesos de enseñanza. El lenguaje visual se ha estudiado, examinando las representaciones pictóricas que construyen los estudiantes frente a una tarea de aprendizaje.
Cabe mencionar que, en la literatura consultada el lenguaje gestual no es analizado. Los gestos son aquellos movimientos de las manos de los brazos y de otras partes del cuerpo que acompañan y que están directamente vinculados con el discurso oral (Kendon, 1988; Goldin-Meadow, 2004; Kendon, 2004). Para autores como (Roth, 2001; Roth & Lawless, 2002; Callinan, 2014, Novack, Congdon, Wakefield & Goldin-Meadow, 2017) los gestos permiten la externalización de las ideas científicas, convirtiéndose en un puente entre las experiencias concretas en el mundo físico y el uso lenguaje científico, los gestos amplifican las ideas y por ende el significado. Consideramos de suma importancia, que las investigaciones futuras en cambio conceptual exploren no solo de manera declarativa este proceso, sino que involucren el estudio de todo el rango de modos semióticos como el lenguaje escrito, visual y gestual en el rastreo inicial, intermedio y final de las ideas que los estudiantes sobre los conceptos científicos.








