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La investigación académica de la comunicación en América Latina desde la perspectiva de los sistemas complejos
Academic research on communication in Latin America from the perspective of complex systems
A investigação acadêmica da comunicação na América Latina a partir da perspectiva dos sistemas complexos
Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, núm. 136, pp. 299-321, 2017
Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina

Informe

Los autores/as conservarán plenos derechos de autor sobre su obra y garantizarán a la revista el derecho de primera publicación, el cuál estará simultáneamente sujeto a la Licencia Reconocimiento-SinObraDerivada de Creative Commons (CC BY-ND), que permite a terceros la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando la obra no se modifique y se transmita en su totalidad, reconociendo su autoría. Los autores/as podrán adoptar otros acuerdos de licencia no exclusiva de distribución de la versión de la obra publicada (p. ej.: depositarla en un archivo telemático institucional o publicarla en un volumen monográfico) siempre que se indique la publicación inicial en esta revista. Se permite y recomienda a los autores/as difundir su obra a través de Internet.

Recepción: 27/01/2017

Aprobación: 25/12/2017

DOI: https://doi.org/10.16921/chasqui.v0i136.3043

Resumen: Este artículo explora la dinámica de las prácticas teórico-metodológicas de la investigación académica de la Comunicación dentro de dos ámbitos institucionales del sistema de circulación del conocimiento en América Latina: las reuniones científicas de ALAIC y FELAFACS durante la década de 2000 (período de consolidación de la institucionalización del campo académico en la región). Analizamos esta dinámica desde la perspectiva de los sistemas complejos, centrándonos en la explicación de procesos de estructuración que operan en el nivel de las condiciones epistémicas de la investigación y de sus condiciones histórico-sociales, y que dan lugar a un estilo de investigación, caracterizado por la descripción crítica de los problemas de funcionamiento del sistema social, abordados desde su dimensión comunicacional.

Palabras clave: procesos de estructuración, prácticas teórico-metodológicas, sistema científico.

Abstract: This article explores the dynamics of the theoretical and methodological practices of the academic research of the Communication within two institutional areas of the system of circulation of knowledge in Latin America: the scientific congresses of ALAIC and FELAFACS during the decade of 2000. I analyze this dynamics from the perspective of complex systems, focusing on the explanation of structuring processes that operate at the level of the epistemic conditions of research and its historical-social conditions, and which give rise to a style of research, characterized by the critical description of the problems of functioning of the social system, addressed from its communicational dimension.

Keywords: structuring processes, theoretical-methodological practices, scientific system.

Resumo: Este artigo explora a dinâmica das práticas teórico-metodológicas da investigação acadêmica na área da Comunicação dentro de dois âmbitos institucionais do sistema de circulação do conhecimento na América Latina: as reuniões científicas da ALAIC e FELAFACS durante a década de 2000 (período de consolidação da institucionalização do campo acadêmico no continente). Analizamos esta dinâmica a partir da perspectiva dos sistemas complexos, centrando-nos na explicação de processos de estruturação que operam no nível das condições epistêmicas da investigação e de suas condições histórico-sociais, e que dão origem a um estilo de pesquisa, caracterizado pela descrição crítica dos problemas de funcionamento do sistema social, abordados em sua dimensão comunicacional.

Palavras-chave: s: processos de estruturação, práticas teórico-metodológicas, sistema científico.

1. Introducción1

Analizar las prácticas teórico-metodológicas de la investigación en Comunicación supone instalarse en un territorio de continuidades y rupturas, irrupciones y reorganizaciones, que inspiran la construcción de una actitud teórico-metodológica crítica, en busca de capitalizar los avances de una rica tradición sobre el estudio de las prácticas de investigación en la región.

El estudio de dichas prácticas y sus condiciones de producción se inscribe en un tipo de investigación que constituye un género dentro de los estudios de las ciencias sociales −y de la Comunicación en particular− reconocido como “meta investigación” o “investigación sobre la investigación”: una modalidad de trabajo dedicada a “estudiar la comunicación como una producción social de sentido sobre la producción social de sentido” (Fuentes, 1999, p. 129; León Duarte, 2006, p. 580), y cuyo objeto de análisis son las condiciones epistémicas de producción de conocimiento.

Como señalamos en otra oportunidad (Moyano, 2014, p. 170), en el caso específico de la Comunicación, el interés por la cuestión teórico-metodológica y la consecuente reflexión sobre los procesos de estructuración del trabajo científico favorecieron la conformación de una modalidad de investigación centrada en las prácticas de producción de conocimiento y su relación con los posicionamientos teóricos dominantes y sus condiciones sociales e institucionales de producción (Moyano, 2016, p. 3).

Como indicó Paláu Cardona (2007), el estudio de los procesos de institucionalización de la investigación de la Comunicación data de los años ‘90 y cuenta en sus inicios con la obra de Raúl Fuentes Navarro; especialmente el libro La emergencia de un campo académico: continuidad utópica y estructura científica de la investigación de la comunicación en México (Fuentes, 1998). El principal antecedente dentro de esta línea de investigación fue el proyecto iniciado en 1988 por José Marqués de Melo: “Estudio comparativo de los sistemas de comunicación en Brasil y en México” (citado por Fuentes, 2006), que derivó en La comunidad desapercibida. Investigación e investigadores de la comunicación en México (Fuentes, 1991) y, posteriormente, Comunicación, campo y objeto de estudio (Vasallo de Lopes & Fuentes Navarro, 2005).

Estos trabajos se enmarcaron en el enfoque de la sociología del conocimiento de Bourdieu y sobretodo en el concepto de campo, concebido como espacio sociocultural de posiciones relativas y capitales en disputa. Dentro de esta reflexión, el campo académico de la Comunicación resulta homologable al campo científico de Bourdieu y se compone por tres “subcampos”: subcampo de producción de conocimiento o “de la investigación académica” −sobre el que se focaliza el trabajo de Fuentes Navarro−; subcampo de reproducción del conocimiento o “de la formación universitaria”; y subcampo de aplicación del conocimiento o “de la profesión” (Paláu Cardona, 2007, p. 187-191).

Un antecedente inmediato de nuestra investigación es el libro A batalla pela hegemonía comunicacional na América Latina: 30 anos da ALAIC, donde María Cristina Gobbi (2008) analiza el impacto de ALAIC en la configuración de la comunidad académica de la Comunicación en América Latina y describe el escenario comunicacional en el que surgió la entidad. Este trabajo recupera una parte substancial del devenir del pensamiento latinoamericano de la Comunicación y examina las principales cuestiones que orientaron la identidad de la investigación en Comunicación en sus orígenes; las corrientes teórico metodológicas que marcaron la conformación del campo; el tipo de desarrollo que tuvieron las teorías comunicacionales pioneras y las perspectivas interdisciplinares; las matrices teóricas estimuladas desde ALAIC; y los investigadores que participaron en la concepción de la asociación (Gobbi, 2008, p. 19).

Otro antecedente directo de nuestra investigación es el estudio de León Duarte (2006), sobre la institucionalización del campo académico de la Comunicación en América Latina, que abordó las características estructurales de la Escuela Latino Americana de Investigación de la Comunicación −ELACOM−; las características estructurales de la producción de las Revistas Científicas de Comunicación; y la producción del Grupo de Trabajo 17 Teorías y Metodologías de Investigación de la Comunicación de ALAIC (GT 17), entre 1998 y 2004.

Esta reflexión afirma el carácter fundamental que para la institucionalización del campo académico de la Comunicación en América Latina tuvieron el desarrollo del “subcampo de la reproducción de la Comunicación”, donde se visualizan los procesos de enseñanza que datan del inicio de la disciplina en el continente, con la creación de las primeras escuelas de periodismo y comunicación (años ‘30 y ‘40); y las primeras experiencias dentro del “subcampo de la investigación”, a partir del surgimiento del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina −CIESPAL− en 1959 (León Duarte, 2006, p. 2-28 ).

En la segunda mitad del siglo XX, especialmente en los años ’60 y ’70, la discusión acerca de la investigación de los medios de comunicación en América Latina desembocó en un debate sobre ideología, memoria popular, manipulación política, flujos de información, identidad cultural y crítica de los marcos epistemológicos; y evidenció la presencia de diversos enfoques y paradigmas. Entre finales de los años ‘70 y la década del ‘90, la investigación científica en la región se afirmó en correspondencia con la consolidación de la cultura de masas y la exigencia de calificación profesional para atender la demanda de producción de conocimiento de los objetos de la industria cultural. En este recorrido se destaca la creación de las asociaciones nacionales y las biografías sobre la investigación en Comunicación (Rivera, 1987; Beltrán, Suárez & Isaza, 1990; Marqués de Melo, 1993; Munizaga & Rivera, 1983; Anzola & Cooper, 1984; Fuentes Navarro, 1996; Almengor, Aráuz, Golcher & Tuñón, 1992; Peirano & Kudo, 1982); y, paralelamente, el desarrollo de los congresos de divulgación científica, bienales y grupos de producción teórica cuyas actividades se extienden hasta la actualidad (Kunsch, 2003, p. 1; Gobbi, 2008, p. 123-127).

2. La caracterización del sistema de la investigación académica de la Comunicación como sistema complejo

Nuestro punto de partida es el sistema de la investigación académica de la Comunicación en América Latina, concebido como una formación históricamente determinada por sus condiciones de producción. Esta concepción general de sistema se inscribe en la perspectiva de la teoría de los sistemas complejos de Rolando García (2000; 2006), y conlleva la consideración de sus partes constitutivas, procesos internos e interrelaciones entre dichos elementos y los procesos externos intervinientes. Este sistema posee dos propiedades fundamentales. Primero, es un sistema estructurado, pues sobre él intervienen procesos de estructuración2. Su otra característica es la complejidad: su definición como sistema complejo conlleva presupuestos ontológicos y una orientación teórica y metodológica que contempla las interacciones entre elementos que pertenecen a diferentes dominios del sistema. Los presupuestos ontológicos se pueden formular del siguiente modo:

  • El sistema de la investigación académica de la Comunicación es un sistema construido (no es un datum, algo dado o que se impone a la observación, sino un constructo “definible” a partir de un marco epistémico);

  • su definición exhaustiva surge durante las múltiples fases del proceso de investigación;

  • sus elementos constitutivos o las “unidades” que lo componen pueden ser tratados analíticamente como “subsistemas” que se determinan mutuamente (son “interdefinibles”);

  • la definición operacional del sistema incluye la delimitación de sus condiciones de contorno o “condiciones en los límites”, cuyas transformaciones pueden producir perturbaciones sobre la estructura de relaciones dentro del propio sistema; y,

  • el análisis de la estructura del sistema permite dar cuenta de su ontogénesis y de su filogénesis, de modo que no sólo no excluye la historicidad del sistema sino que pretende explicarla (García, 2006, p. 47-50).

Dentro del sistema de la investigación académica de la Comunicación en América Latina identificamos cuatro subsistemas o unidades complejas que interactúan entre sí. El subsistema de producción del conocimiento, donde se localizan las prácticas de producción de teorías y metodologías en las instituciones de nivel superior (universidades, centros de estudio y agencias de investigación). El subsistema de reproducción del conocimiento, dado por las prácticas de enseñanza y aprendizaje de la Comunicación en universidades. El subsistema de aplicación del conocimiento: ámbito donde se realiza la “práctica profesional” de la Comunicación en el mercado laboral (Vasallo de Lopes, 2000, p. 1). Y el subsistema de circulación del conocimiento, dentro del cual distinguimos dos dominios o regiones de reconocimiento de la producción académica: a) el dominio de las publicaciones académicas (libros y revistas científicas); y b) el dominio de divulgación e intercambio de dicha producción en reuniones científicas.

Considerando que, dependiendo del tipo de procesos y trasformaciones −endógenas o exógenas− analizadas (García, 2006, p. 56), la dinámica de un subsistema puede estudiarse como sistema en un determinado “nivel de estudio”, nuestro objeto se sitúa en uno de los dominios específicos del sistema de circulación del conocimiento: los congresos y encuentros científicos regionales, donde se localiza una parte esencial del flujo de discursos que definen las condiciones epistémicas de la investigación científica. En este punto fundamental nuestra tesis ha subrayado la relevancia de ALAIC y FELAFACS en cuanto a su capacidad de definición de las condiciones de producción de la comunidad científica de América Latina y su función de legitimación y reconocimiento dentro del sistema de la ciencia, en tanto “sistema de producción de creencias” (Samaja, 1993, p. 24).

Al plantear como problema de investigación el estudio de las prácticas teórico-metodológicas dentro del sistema de circulación científico, considerado como parte de una totalidad mayor que definimos como sistema de la ciencia, nuestra investigación describe y explica procesos de estructuración que operan en el nivel de las condiciones epistémicas de la investigación en Comunicación en América Latina (el conjunto de relaciones entre teorías, objetos y métodos) y sus condiciones institucionales e histórico-sociales de producción. Para ello, enfocamos distintos “niveles de análisis”, cada uno de los cuales determina un tipo específico de transformaciones, procesos y relaciones a estudiar (García, 2006, p. 50).


Figura 1
Sistema de Circulación. Primer nivel de análisis
Fuente: Moyano, 2016, p. 76

Por un lado, analizamos los condicionamientos de primer nivel o procesos endógenos, que operan como perturbaciones internas en el dominio del sistema de circulación (Figura 1); e identificamos las interacciones entre el contexto discursivo (condiciones epistémicas del conocimiento) y sus condiciones institucionales.


Figura 2
Condiciones en los límites. Segundo nivel de análisis
Fuente: Moyano, 2016, p. 77.

Este análisis permite dar cuenta de los procesos de estructuración de las prácticas teórico-metodológicas en el interior de ALAIC y FELAFACS, o las condiciones institucionales bajo las que operan dichas prácticas: gestión y gobierno institucional; objetivos y propósitos declarados en los eventos científicos; mecanismos de organización de la circulación temática por ejes o grupos de trabajo; y pautas formales de selección, evaluación y legitimación de las comunicaciones científicas.

Por otro lado, analizamos los condicionamientos de segundo nivel o procesos exógenos (Figura 2), que actúan como condiciones de contorno o condiciones en los límites del sistema (García, 2006, p. 48-49); donde localizamos la acción que la dinámica económica, social y política de los países de procedencia de las ponencias ejerce sobre las prácticas teórico-metodológicas de los investigadores.

El estudio de la dinámica de las prácticas teórico-metodológicas desde la perspectiva de los sistemas complejos impone una metodología convergente e interdisciplinar (García, 2006, p. 91). De allí que la construcción teórica y empírica del objeto de estudio se estructure en tres fases, concebidas como “sucesivas reconfiguraciones y diferenciaciones de la misma totalidad” y no como mera “agregación de partes preformadas” (Samaja, 1993, p. 212):

  • Fase I: análisis cualitativo y análisis cuantitativo de las condiciones epistémicas de producción del conocimiento.

  • Fase II: análisis cualitativo y análisis cuantitativo de las condiciones institucionales de la producción del conocimiento en el interior de ALAIC y FELAFACS.

  • Fase III: análisis cualitativo y análisis cuantitativo de las condiciones económicas, sociales y políticas, que operan como condiciones en los límites del sistema de la ciencia3.

3. El modelo de análisis de las prácticas teóricometodológicas en el interior de ALAIC y FELAFACS

La Tabla 1 muestra la distribución del corpus de materiales textuales, conformado por 672 ponencias publicadas en reuniones científicas regionales durante el período 2000-2010: 462 (69%) correspondientes a seis congresos organizados por ALAIC y 210 (31%) a tres encuentros de FELAFACS.

Analizamos los cambios que durante 2000-2010 registró la discursividad sobre las prácticas teórico-metodológicas según grupos de trabajo y grupos temáticos de ALAIC y FELAFACS, en tres diferentes niveles: el de la comunicación científica, el de la comunicación institucional y el de las perspectivas de algunos de los principales referentes institucionales dentro del campo de la Comunicación latinoamericana. En relación con el contexto social, económico y político abordamos la dinámica de las prácticas de investigación según las naciones de origen de la producción científica (Moyano, 2016).

Tabla 1
Ponencias analizadas según evento.

Fuente: Moyano, 2016, p. 83.

Para la construcción operacional del objeto prácticas teórico-metodológicas utilizamos el modelo metodológico para la investigación empírica de la Comunicación (Vasallo de Lopes, 1999), que nos permitió analizar la comunicación científica en torno a dichas prácticas a partir de una concepción del proceso de investigación como relación dialéctica entre teoría y práctica (“paradigma” y “sintagma”, “discurso” y “habla”) y entre “fases” y “niveles”, dando lugar a una mirada “topográfica” y “cronológica” (Vasallo de Lopes, 1999, p. 4).

Nuestro trabajo con los materiales textuales se orientó a la identificación de dos ejes analíticos. El eje paradigma, en el que se ubican las decisiones teóricas, metodológicas y técnicas adoptadas por el investigador, aquello que Vasallo de Lopes (1999, p. 4-5) denominó “reservorio disponible de la ciencia” en una determinada fase de su desarrollo y en un determinado contexto social; y el eje sintagma, que describe el modo en que dichas opciones se manifiestan prácticamente. Desde esta perspectiva la producción de conocimiento se organiza como discurso científico relativo al proceso de investigación y a la vez como práctica que revela el modo concreto por medio del cual la ciencia “habla” o adquiere una determinada expresión (Vasallo de Lopes, 1999, p. 3). El eje paradigmático está conformado por cuatro niveles:

  • Nivel Epistemológico (donde observamos la reflexión epistémica sobre las condiciones institucionales e histórico sociales del trabajo realizado por el investigador);

  • Nivel Teórico (que considera las teorías, autores, conceptos o categorías teóricas y bibliografía presentes en los textos);

  • Nivel Metódico (métodos, tipos de diseño, temporalidad, muestreo y representatividad); y

  • Nivel Técnico (técnicas de recolección e instrumentos de medición o registro de datos referidos en las comunicaciones científicas).

El eje sintagmático, por su parte, permite organizar el proceso de investigación en cuatro fases:

  • Definición del objeto (problema de investigación, tema o pregunta de investigación; marco teórico/conceptual y/o posicionamiento del autor; presencia de hipótesis/premisas; y validación de resultados);

  • Observación (tipo de comunicación científica, método de exposición, fuentes de información/datos, presencia de resultados empíricos de propia elaboración o de otros investigadores);

  • Descripción (técnicas de análisis de resultados);

  • Interpretación (conclusiones derivadas de resultados)4.

4. Resultados destacados

Este bloque se focaliza en una parte de los resultados que arrojó nuestra investigación sobre la dinámica de las prácticas teórico-metodológicas en las reuniones científicas de ALAIC y FELAFACS (2000-2010). Abordamos dichas prácticas desde la perspectiva de su comunicación científica, es decir, de su discursividad, en un sector del sistema de la ciencia donde una parte substancial de la producción académica, procedente de universidades, agencias, centros y grupos de investigación, adquiere visibilidad y legitimidad. Por restricciones de espacio incorporamos una parte reducida del trabajo de investigación que lo solventa (Moyano, 2016), centrándonos en los ítems principales que retomaremos en las conclusiones.

4.1 El desplazamiento del eje de la reflexión en Comunicación

Uno de los aspectos sobresalientes del trabajo de los investigadores académicos durante 2000-2010 fue la disminución del poder específico de la reflexión sobre Medios de Comunicación, frente al afianzamiento de la investigación sobre Medios y Tecnologías, especialmente en relación con tres campos de estudio: Comunicación y Política; Comunicación y Cultura; y Comunicación y Educación5. El Gráfico 1 muestra las categorías temáticas (ejes de problematización) donde se concentró el grueso de los discursos de la investigación latinoamericana de la Comunicación que circuló en los congresos y reuniones científicas de la década de 2000.


Gráfico 1
La posición relativa (%) de las categorías temáticas.
Fuente: Moyano, 2016, p. 125.

La primera categoría temática es Procesos de Comunicación y Medios, presente en el 29% de los trabajos; y siguen, en orden decreciente: Medios Tecnologías y Política (21%), Medios, Tecnologías y Cultura (18%), Medios Tecnologías y Educación (17%), Procesos de Comunicación, Medios y Reflexión Teórica Básica (14%), Procesos de Comunicación, Medios y Organizaciones (11%) y Procesos de Comunicación, Medios y Tecnologías (7%). Otros ejes de problematización son considerados marginales desde el punto de vista de su peso relativo, ya que ninguno supera individualmente el 3% de los trabajos publicados y en conjunto representan el 10% de todas las ponencias relevadas6. A propósito de la retracción que experimentó la reflexión “tradicional” sobre Medios de Comunicación, el Gráfico 2 muestra la evolución que durante la década de 2000 tuvieron los diferentes problemas de investigación −categorías temáticas− que circularon en los congresos científicos de ALAIC.


Gráfico 2
Categorías temáticas (%) en Congresos de ALAIC.
Fuente: Moyano, 2016, p. 221.


Gráfico 3
Categorías temáticas (%) en Encuentros de FELAFACS.
Fuente: Moyano, 2016, p. 220.

El Gráfico 3 muestra las trayectorias que esos mismos núcleos de problematización siguieron dentro de los encuentros de FELAFACS. Aún con ciertas diferencias de escala, en ambos casos (ALAIC y FELAFACS), el análisis longitudinal indica un marcado descenso de los enfoques asociados a cuestiones tradicionales sobre Medios de Comunicación y Procesos de Comunicación, cuya contrapartida fue el ascenso (fundamentalmente en el caso de ALAIC) y/o conservación de temas que vinculan Comunicación con Política, Cultura, Educación y Tecnologías.

4.2 La influencia del pensamiento crítico

Paralelamente se visualizaron cambios en el terreno de las teorías. El Gráfico 4 muestra que aproximadamente cuatro de cada diez comunicaciones científicas publicadas (39%) presentaron referencias a autores y corrientes dentro del denominado paradigma culturalista (Moragas Spà, 1981; Scolari, 2008); donde incluimos las dos vertientes del “culturalismo”: escuela anglosajona o cultural studies y estudios culturales latinoamericanos. Por otra parte, el 35% de los trabajos se apoya en el denominado paradigma crítico (Moragas, 2011): teoría crítica de Frankfurt, materialismo histórico, educomunicación, corriente crítica de la recepción, teoría de la dependencia, escuela crítica latinoamericana de la comunicación, posmodernismo, estructuralismo . posestructuralismo crítico. Mientras que en tercer lugar, se ubican las referencias a los autores pertenecientes al paradigma sociológico (Moragas Spà, 2011); y en cuarto lugar el paradigma interpretativo (Vasilachis, 1992; Moragas Spà, 2011), que incluye a las corrientes fenomenológicas,la teoría de la recepción, la escuela freudiana de París . teoría de la acción comunicativa . hermenéutica comunicativa.

El 19% de los trabajos registra menciones a autores y/o corrientes teóricas que agrupamos dentro del paradigma semiótico-lingüístico, en sus dos vertientes mayoritariamente referenciadas: teoría socio-semiótica . criticismo literario. Con un 16%, sigue el denominado paradigma funcionalista-realista (Orozco Gómez, 1996; Moragas Spà, 2011), donde situamos a las corrientes agenda-setting, difusionista, ecología de los medios, psicología cognitiva, positivista, teoría de los efectos, funcionalismo sistémico y los exponentes de la Mass Communication Research. Con un 12%, el paradigma de la comunicación digital (Moragas, 2011), dentro del cual se localizan figuras como Castells, Scolari, Lévy y Piscitelli; y, finalmente, un 12% de los trabajos se distribuye entre los paradigmas antropológico de Augé, Ribeiro y Lima, behaviorista (Moragas Spà, 2011) y de la complejidad (Moyano, 2016, p. 150-152).


Gráfico 4
Paradigmas referenciados en las ponencias.
Fuente: Moyano, 2016, p. 149.

La recurrencia a autores procedentes de una serie acotada de marcos teóricos fue un rasgo característico de las prácticas de los investigadores y puso de manifiesto cierta concentración teórica.

Tabla 2
Convergencia de paradigmas (% verticales).

Fuente: Elaboración propia.

Más del 40% de los trabajos que contienen referencias a autores dentro de los estudios culturales también refiere a autores y marcos conceptuales del paradigma crítico; alrededor de un tercio también incluye reflexiones enmarcadas en la teoría sociológica y el interpretativismo; y en un cuarto de esas ponencias también hay citas de autores y teorías pertenecientes a la teoría socio-semiótica. Complementariamente, casi la mitad de los trabajos que incluyen referencias asociadas al paradigma crítico también indican corrientes, teorías y/o autores dentro del paradigma culturalista. Tal como se observa en la Tabla 2, en un contexto en el que el índice de referencias sobre diferentes paradigmas alcanza un valor medio de 1.8 (prácticamente 2 paradigmas por ponencia) este tipo de práctica revela una modalidad particular de construcción discursiva que integra cosmovisiones múltiples, pero dentro de una gama restringida de opciones teórico-metodológicas (Moyano, 2016, p. 153).

4.3 La hegemonía de los métodos cualitativos

En el plano metodológico identificamos dos trayectorias concomitantes: tendencia decreciente de la metodología cuantitativa y crecimiento sostenido de los métodos cualitativos. El perfil metodológico, técnico e instrumental de las prácticas de investigación también se visualiza en la baja presencia de trabajos que articulan fuentes, técnicas y procedimientos provenientes de diversas perspectivas cognitivas.


Gráfico 5
Presencia de Reflexión (%) sobre la Metodología de Investigación.
Fuente: Moyano, 2016, p. 170.

Las prácticas teórico-metodológicas convergentes, basadas en la combinación de métodos, técnicas e instrumentos procedentes de diversas corrientes y/o paradigmas de producción de conocimiento, tuvieron una presencia reducida a lo largo de la década de 2000; situación que se asocia al predominio de los métodos cualitativos. El Gráfico 5 muestra que aproximadamente 7 de cada 10 trabajos (68%) presentan indicios o evidencias de una metodología, pero sólo 2 de cada 10 (19%) contienen referencias manifiestas sobre la aplicación de métodos, técnicas y/o instrumentos de elaboración, registro, análisis de los datos o cualquier otro subproducto metodológico.

Aunque el método no fue un elemento plenamente incorporado al relato de los investigadores dentro de las reuniones científicas, hay señales de una metodología en la descripción de los procedimientos aplicados en el proceso de construcción del objeto. Así por ejemplo, referencias a “encuestas”, “cuestionarios” y “datos estadísticos”, son indicios de una metodología “cuantitativa”; mientras que “etnografía”, “entrevista” u “observación participante”, constituyen signos de una metodología “cualitativa”; y referencias sobre “materiales textuales”, “materias significantes” o “paquetes textuales”, dependiendo del contexto discursivo en el que los enunciados son inscriptos, permiten deducir un tratamientos analítico de “contenidos” o “discursos” con técnicas de recolección y registro de datos textuales (Moyano, 2016, p. 171).

Las ponencias que presentan algún tipo de evidencia directa o indirecta sobre un método generalmente aluden a la metodología cualitativa (76%); la presencia de trabajos que incorporan exclusivamente metodología cuantitativa es en cierta medida marginal (9%), y las prácticas de combinación de ambas metodologías no están totalmente ausentes pero representan una porción minoritaria (13%) dentro universo de ponencias que contienen una reflexión metodológica.

No obstante, el análisis cualitativo e interpretativo de las ponencias muestra algo más profundo: la posición dominante de la descripción (Moyano, 2016, p. 193-194). Hablamos de una praxis que generalmente se produce en la fase inicial de la interacción con los datos, por medio de procedimientos: hermenéuticos, estadísticos, historiográficos, textuales, etc., que permiten articular un relato basado en el contacto “inmediato” con el mundo empírico. En el caso de las ponencias de ALAIC y FELAFACS, el análisis descriptivo consiste en “contar” o “relatar”, con diversos grados de detalle y de profundidad, las características atribuidas a los observables y sus relaciones, sin acceder al nivel de las explicaciones lógicas destinadas a “dar las razones que llevaron a que se produzca el hecho” (Klimovsky, 2005).

4.4 El desarrollo teórico-metodológico de los países de origen de la producción de investigación en América Latina

El análisis de las prácticas teórico-metodológicas en el nivel de los países de origen de la investigación permite identificar procesos de estructuración que asumen la modalidad de configuraciones por segmento de países estructuralmente diferenciados (García, 2000, p. 74; Moyano, 2016, p. 247).

Para la caracterización de dichas prácticas elaboramos el Índice de Desarrollo Teórico-Metodológico (IDTM), una medida que proporciona una visión comparativa del progreso científico7.

Tabla 3
Índice de Desarrollo Teórico-Metodológico (0-100) y cantidad de ponencias analizadas según segmentos de país de origen.

Fuente: Moyano, 2016, p. 268.

La Tabla 3 incluye el listado de países de origen de las ponencias relevadas y su IDTM. El análisis comparativo revela que las ponencias de los investigadores mexicanos, en primer lugar, y brasileños, en segundo lugar, registran prácticas científicas cuyo nivel de desarrollo teórico-metodológico supera la media general de América Latina.

En la parte inferior de la tabla, observamos a los países que presentan un IDTM comparativamente desfavorable; mientras que Argentina ocupa una posición relativa intermedia, inferior a México, inferior aunque próxima a Brasil, y relativamente superior al resto de las naciones de la región8.

4.4.1 Las condiciones en los límites del sistema de la ciencia

Para explicar los procesos de estructuración en el denominado “segundo nivel de análisis”, centrado en la acción de los factores del contorno del sistema ALAIC/FELAFACS (Moyano, 2016, p. 249) exploramos las relaciones entre contexto histórico-social y contexto discursivo por medio de la modelización con técnica de regresión OLS (Ordinary Least Squares)9. El objetivo del análisis de regresión fue explicar los cambios en el nivel de las prácticas teórico-metodológicas que se comunican en las ponencias a partir de las transformaciones operadas en una serie de indicadores del sistema social de los países de origen de las mismas durante el periodo observado (2000-2010). Llamamos a estos indicadores “variables explicativas” (“X”) y designamos como “variable a explicar” (“Y”) al factor que permite traducir empíricamente el concepto “prácticas teórico-metodológicas”: el Índice de Desarrollo Teórico-Metodológico (IDTM).


Figura 3
Variables incluidas en el modelo de regresión.
Fuente: Moyano, 2016, p. 250.

4.4.1.1 Análisis sintético por segmentos de país

En la década de 2000-2010 la dinámica de las prácticas de investigación en México tuvo como condiciones de contorno la evolución favorable de algunos indicadores del sistema educativo y científico (tasas de crecimiento de investigadores en actividades de investigación y desarrollo, tasa de graduados universitarios); así como la tasa de crecimiento del PBI y el desempeño de la distribución del ingreso (Moyano, 2016, p. 2.40-241; 251-256)10. Similar es el caso de Brasil, donde durante 2000-2010 el IDTM evolucionó a la luz del crecimiento del volumen de investigadores en actividad y graduados universitarios; de la política pública de inversión educativa; de la inversión en investigación y desarrollo y ciencia y técnica; y, como variables contextuales macroeconómicas más relevantes, el crecimiento de su PBI y empleo industrial (Moyano, 2016, p. 238-239; 277-260).

En Argentina, los factores estructurales que impactaron sobre el IDTM fueron de naturaleza macro social: la dinámica de la distribución del ingreso, la pobreza y la vulnerabilidad laboral (que mejoraron a lo largo de la década); y la evolución del gasto en educación y población de investigadores en actividad. Como contrapartida, un indicador desfavorable sobre la dinámica del desarrollo teórico-metodológico fue el descenso del gasto per cápita en actividades de investigación y desarrollo, y científicas y técnicas (Moyano, 2016, p. 241-243; 260-264).

Por último, para los demás países de América Latina11, tres clases de factores operaron como condiciones en los límites en términos de impacto sobre el IDTM: la evolución del sector industrial, a partir del estímulo que produjeron las exportaciones durante la mayor parte de la década de 2000; la mejora de algunos indicadores sociales críticos (desempleo, pobreza y desigualdad); y la mejora en las tasas de graduados universitarios y la inversión en investigación y desarrollo (Moyano, 2016, p. 243-244; 264-267).

5. Conclusiones

Durante la década de 2000-2010 (etapa de consolidación de la institucionalización del campo académico), la influencia del pensamiento crítico latinoamericano, cuya génesis se remonta a la fase de origen de la investigación académica (años ‘50 y ’60), se expresó a través de diversas corrientes: crítica latinoamericanista, crítica marxista, antropología estructuralista, semiótica lingüística, etc., y dio lugar a una serie de desplazamientos operados en los ejes centrales de la reflexión en Comunicación. En este período histórico (2000-2010) se acentuó cierto declive de la investigación centrada en medios de comunicación, procesos de comunicación y audiencias mediáticas, y la creciente atención en el estudio de la Comunicación dentro de los procesos políticos, sociales y culturales asociados a la dinámica conflictiva de los regímenes democráticos y a las demandas de participación política y construcción de ciudadanía en las naciones de la región (Moyano, 2016, p. 271).

Esta descentración, que conlleva el desplazamiento desde el eje de los medios al eje de las mediaciones (políticas, culturales, educativas, estructurales), se estructuró a partir de la acción de factores exógenos y factores endógenos al sistema ALAIC-FELAFACS.

Con el propósito de presentar un abordaje apoyado en la perspectiva de los sistemas complejos, este artículo expone algunos de los resultados del análisis que enfoca una parte de los factores exógenos al sistema ALAIC/FELAFACS que influyeron sobre el estatuto de la investigación académica que circuló en esos congresos. En la década de 2000 América Latina se vio afectada por procesos histórico-sociales concurrentes: por un lado, la dinámica del sistema mundial, que propició cierta expansión económica y dio lugar a mejoras en algunos indicadores sociales críticos (pobreza, desigualdad y vulnerabilidad laboral) y en indicadores de desarrollo educativo y científico-tecnológico; por otro lado, los procesos políticos y electorales que, en gran parte de los sistemas sociales, propiciaron transiciones entre gobiernos constitucionales caracterizados como “derechas” o “centroderechas” y gestiones de gobierno que a lo largo de la década de 2000 fueron caracterizadas como “izquierdas” o “centro-izquierdas” (Moyano, 2016, p. 245-246). La mayor parte de los problemas comunicacionales relevados durante esta época corresponden a cuestiones de la Comunicación que se insertan en la dinámica de la política y de la cultura, a la luz de procesos de cambio asociados a factores socioeconómicos de estructura.

La dinámica de las prácticas de investigación, tanto en México12 como en Brasil13, tuvo como pilar los sistemas educativos y científicos y su sistema económico. Durante 2000-2010, ambos países registraron niveles de desarrollo teórico-metodológico que se encuentran por encima del resto de los países de América Latina. Argentina se encuentra en una posición intermedia, debido a que en el mismo período el sistema social argentino combinó desempeños favorables en los indicadores sociales y educativos14 con desempeños no tan favorables en la dinámica del desarrollo científico, particularmente en el gasto per cápita en actividades de investigación y desarrollo, y científicas y técnicas. Para los demás países de América Latina, el nivel de desarrollo teórico-metodológico comparativamente más bajo de la región, se correspondió con indicadores económicos y sociales también comparativamente bajos, aún a pesar de la mejora que experimentaron durante gran parte de la década de 200015.

Las prácticas de investigación que observamos a través de la producción discursiva de los investigadores académicos de México y de Brasil, evidencian situaciones menos inestables en términos del nivel de desarrollo teórico-metodológico en comparación con los demás países de América Latina; de modo que la escala económica, industrial, educativa, científica y técnica de las naciones se constituyó como condición en los límites del sistema ALAIC/FELAFACS.

Las relaciones estructurales entre la dinámica del contexto discursivo y la dinámica de los contextos institucional e histórico-social no son mecánicas ni lineales sino que dan lugar a una modalidad de interconexión que definimos como “estructuras imbricadas” (García, 2006, p. 75), donde los procesos de cambio que se registran en los sistemas sociales de las naciones de América Latina, si bien no determinaron necesariamente, condicionaron la acción de regulación institucional ejercida por las organizaciones científicas, desencadenando procesos de reorganización y reestructuración dentro del contexto discursivo que define las condiciones epistémicas de producción de la ciencia16.

Nuestra investigación puso en evidencia la dinámica y los factores que intervinieron en el proceso de estructuración de las prácticas teórico-metodológicas de la investigación en Comunicación. Un proceso que, dentro de la creciente institucionalización operada por ALAIC y FELAFACS, consolida la configuración de la Comunicación como campo de producción de conocimiento caracterizado por el abordaje transdiciplinar de hecho de los problemas de investigación; la diversidad de perspectivas teóricas que, no obstante, subrayan una posición culturalista respecto de la concepción de la Comunicación en particular y de la vida social en general; y un consecuente predominio de la opción metodológica cualitativa, aunque en un estadio incipiente de reflexividad y de ausencia de construcciones teórico-metodológicas convergentes.

Los congresos científicos de ALAIC y FELAFACS, como ámbito privilegiado de circulación del conocimiento que se produce en este campo que las organizaciones ayudan a consolidar, se constituyen como la arena en la cual se expresan las diferencias entre las comunicaciones científicas provenientes de los diferentes países de América Latina, cuyas condiciones de producción institucionales e histórico-sociales operan sobre la estructuración teórico-metodológica. Las tensiones están presentes en el nivel del desarrollo de la teoría y de la metodología dentro de las ponencias, antes que en alguna disputa epistemológica. La consolidación de la que hablamos se asienta en la definición del campo a partir del compromiso con la descripción crítica (más que con la comprensión o la explicación) de los problemas de funcionamiento del sistema social abordados desde su dimensión comunicacional y no ya, exclusivamente, desde la preocupación por los medios de comunicación.

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Notas

1 Este trabajo resume la propuesta metodológica y algunos de los principales resultados del estudio que solventa mi tesis doctoral sobre los Procesos de Estructuración de las Prácticas Teórico-Metodológicas en el marco de ALAIC (Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación) y FELAFACS (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social), durante el período 2000-2010 (Moyano, 2016).
2 El significado que otorgamos a la noción de estructura resalta el doble estatuto de las prácticas de investigación en el interior del sistema de la ciencia, como prácticas sobredeterminadas por sus condiciones de producción, pero que poseen cierta “autonomía relativa” (Vasallo de Lopes, 1999, p. 1). Asimismo, el concepto “estructuración” permite describir el funcionamiento general del sistema y caracterizarlo como “totalidad concreta”, resultante de determinaciones múltiples (Marx, 1986); reconociendo la existencia de articulaciones entre diversas totalidades que corresponden a aquello que Rolando García (2006) definió como “niveles de explicación” diferenciados.
3 Este abordaje se basa en la puesta en relación de múltiples fuentes: la reflexión teórica sobre la investigación latinoamericana de la Comunicación producida por algunos de sus principales pensadores (libros y artículos publicados); las prácticas teórico-metodológicas declaradas en las comunicaciones científicas de los encuentros regionales de ALAIC y FELAFACS; las orientaciones temáticas presentes en las convocatorias formales a dichos eventos; la información sobre la dinámica sociodemográfica, económica, social y política (fuentes estadísticas y documentales secundarias y terciarias; publicaciones, informes y estadísticas públicas y privadas) de los países de América Latina donde se origina la investigación; y la perspectiva de algunos referentes institucionales de la investigación académica de la comunicación en América Latina (Moyano, 2016).
4 A partir de esta disposición de componentes −paradigmáticos y sintagmáticos− cada fase del proceso de investigación es atravesada por sus niveles y cada nivel opera en función de cada fase. Los niveles mantienen relaciones entre sí por medio de movimientos verticales (ascenso-descenso; inducción-deducción; abstracción-concreción); y las fases se remiten, mutuamente, a través de movimientos horizontales de progresión y regresión (Vasallo de Lopes, 1999, p. 17-19).
5 El trabajo con los materiales textuales permitió identificar y clasificar los modos de construcción del objeto de conocimiento en las comunicaciones científicas. Durante la Fase Cualitativa aplicamos la técnica de análisis temático (Piñuel Raigada & Gaitán Moya, 1995): identificación de “unidades temáticas” (temas u objetos abordados) integradas dentro de “categorías temáticas” que permiten establecer las múltiples intersecciones entre dichas unidades e identificar las relaciones problemáticas planteadas, que arrojan luz sobre los modos de interrogación de la realidad comunicacional. Durante la Fase Cuantitativa, aplicamos el análisis de contenido con “guía de registro” o “planilla de datos”, a los fines de abordar la “información en su forma más primaria y explícita” (Krippendorff, 1980, p. 119).
6 Vale aclarar que una misma ponencia puede registrar más de una unidad temática e incluso más de una categoría temática. Nuestro relevamiento registra un índice total que arroja 1.95 unidades temáticas y 1.27 categorías temáticas por ponencia; es decir, un perfil de comunicación que por lo general aborda un único problema o relación problemática. Para una descripción exhaustiva de unidades y categorías temáticas se puede consultar mi tesis doctoral (Moyano, 2016).
7 El Índice de Desarrollo Teórico-Metodológico (IDTM) es un indicador sintético, normalizado a escala “0100”, que cuantifica el desempeño teórico-metodológico de cada una de las ponencias que integran el corpus de investigación. Como índice, permite resumir la información contenida en un conjunto de indicadores que dan cuenta de los diferentes componentes, paradigmáticos y sintagmáticos descriptos en el apartado N°3 del presente artículo. En términos operacionales el IDTM se construye como sumatoria ponderada de los puntajes atribuidos al contenido de las ponencias en relación con la presencia o ausencia de los insumos teóricos, metodológicos, técnicos e instrumentales; referencias a autores, corrientes teóricas y marcos conceptuales o paradigmas de producción de conocimiento; reflexión sobre las condiciones epistémicas, institucionales e histórico-sociales del trabajo científico; y explicitación de objetos, problemas, hipótesis y procesos de validación del dato. En tanto indicador normalizado (“0-100”), su límite inferior indica grado “0” de desarrollo metodológico y viene dado por la ausencia de contenidos subyacentes o manifiestos de una reflexión teórica-metodológica (en sus diferentes niveles, epistémico, metódico, técnico o instrumental). Su límite superior indica el grado máximo de desarrollo teórico-metodológico alcanzado, cuando la producción contenida en las ponencias registra la presencia de la totalidad de los indicadores relevados (Moyano, 2016, p. 233-269).
8 El análisis comparativo por segmentos de país de origen considera el promedio que registra el IDTM en el conjunto de ponencias pertenecientes a autores de cada país. En este análisis fueron excluidas 30 ponencias pertenecientes a investigadores de países europeos (España y Portugal) y EEUU. El agrupamiento por segmentos se realizó sobre la base de dos criterios convergentes: puntaje general en el IDTM y tamaños mínimos necesarios (Moyano, 2016, p. 264-266).
9 El análisis de regresión múltiple pretende identificar la pauta de interacciones complejas entre el IDTM y un conjunto limitado de indicadores económicos y sociales de los países de procedencia de la producción científica. Su punto de partida es la atribución teórica, a priori, de alguna forma de causalidad entre fenómenos que presentan diferentes escalas y cuyas relaciones se construyen dentro de un marco epistémico concreto. Nuestro presupuesto teórico es que los procesos de estructuración que estudiamos en el sistema ALAIC/ FELAFACS presentan patrones de cambio que intervienen secuencialmente, dando lugar a relaciones que se expresan como flujos de entrada y flujos de salida, de diversa orientación e intensidad, que expresarían el modo discontinuo en que se organizan las condiciones en los límites (Moyano, 2016, p. 249).
10 Un análisis detallado de la evolución de los indicadores económicos, sociales y políticos de los diferentes países latinoamericanos de origen de los trabajos analizados en los congresos científicos durante 2000-2010 se encuentra en mi tesis doctoral (Moyano, 2016).
11 El segmento “Resto de América Latina” incluye las naciones más chicas en cuanto a su superficie y con mayor densidad poblacional. Más allá de las semejanzas demográficas y teórico-metodológicas, que oficiaron como criterios básicos de segmentación, este conglomerado de naciones presenta cierta heterogeneidad interna en relación con los indicadores económicos y sociales analizados. Vaya a modo de ejemplo el caso de Cuba y en menor grado Puerto Rico y Chile, como formaciones sociales que se distancian de la media de las naciones que integran el grupo. En Chile, el gasto en dólares por investigador en actividades científicas y tecnológicas alcanzó una magnitud similar a los países ibéricos (España y Portugal); en Ecuador, dicho indicador entre 2004 y 2010 prácticamente se quintuplicó (Ricyt, 2016). No obstante, la decisión metodológica consistente en analizar este conglomerado de varios países como un segmento único favorece la identificación y matematización de las interconexiones propuestas entre contexto discursivo y contexto histórico-social. De allí que los indicadores de este segmento se expresen como las medias aritméticas de los valores registrados en cada uno de los países que lo integran; por lo tanto, son aproximaciones generales a los comportamientos observados en los sistemas nacionales.
12 Durante 2000-2010, México registra un contraste entre un componente de “inequidad” en la evolución de las tasas de alfabetización y una tendencia al incremento de la “equidad” en la distribución del ingreso. Ambos factores producen determinaciones sobre las condiciones de producción del trabajo científico (Cortés, 2013).
13 De acuerdo con la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología, durante el período 2000-2010 Brasil registra el nivel de Gasto en I+D por Investigador más alto de América Latina y un crecimiento sostenido de este indicador sobre todo en la segunda mitad de la década (Ricyt, 2016).
14 Según la CEPAL, entre 2002 y 2008, la tasa de crecimiento anual promedio del PBI de Argentina fue la más alta de la región. Durante “ese notable período de setenta meses” como lo denominó Aldo Ferrer (2010), Argentina “registro tasas de crecimiento superiores al 8 por ciento anual, el repunte de las tasas de ahorro e inversión a los máximos históricos del 30% y 24%, respectivamente, la acumulación de reservas internacionales fundada en el superávit de la balanza comercial y en la cuenta corriente del balance de pagos, la reducción a la mitad de la tasa de desempleo y un alivio a la pobreza acumulada durante el cuarto de siglo de la hegemonía neoliberal” (Ferrer, 2010, p. 7).
15 Particularmente en el tramo 2002-2008, América Latina experimentó un ciclo de crecimiento económico que se vio favorecido por el ciclo expansivo de la economía mundial (apoyado en el crecimiento de las economías emergentes, como China e India), y un contexto internacional que estimuló la demanda mundial de los productos y servicios que exporta la región. A partir de 2004, se produjo un cambio significativo en la economía internacional, debido al acceso fluido al mercado de capitales, al viraje positivo en los términos de intercambio a favor de las exportaciones de productos básicos (particularmente recursos naturales como minerales e hidrocarburos), a la mejora de los precios internacionales, a la situación superavitaria de la balanza comercial y las altas tasas de crecimiento del PBI (CEPAL, 2012, p. 50-51).
16 La noción de “estructura imbricada” (García, 2006) remite a procesos de estructuración que implican relaciones causales irreductibles a acciones mecánicas. Es decir, relaciones estructurales que, aplicadas a la interacción entre sistema social y sistema de la ciencia, dan cuenta de una dinámica según la cual las trasformaciones simultáneas de los componentes del sistema social (que posee su propia dinámica), sobrepasan un cierto “umbral” de perturbaciones en el sistema de la ciencia (que también obedece a una dinámica propia), lo que desemboca en procesos de “estabilidad estructural” o de “reorganizaciones” en el sistema de la ciencia. Para más detalles sobre la acción de ALAIC y FELAFACS en este sentido, consultar mi tesis doctoral.


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