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Golpes mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina (F. Sierra Caballero)
Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, núm. 133, pp. 423-426, 2016
Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina

Reseñas

Los autores/as conservarán plenos derechos de autor sobre su obra y garantizarán a la revista el derecho de primera publicación, el cuál estará simultáneamente sujeto a la Licencia Reconocimiento-SinObraDerivada de Creative Commons (CC BY-ND), que permite a terceros la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando la obra no se modifique y se transmita en su totalidad, reconociendo su autoría. Los autores/as podrán adoptar otros acuerdos de licencia no exclusiva de distribución de la versión de la obra publicada (p. ej.: depositarla en un archivo telemático institucional o publicarla en un volumen monográfico) siempre que se indique la publicación inicial en esta revista. Se permite y recomienda a los autores/as difundir su obra a través de Internet.
. 2016. Quito, Ecuador.. Ediciones Ciespal. 306. 978-9978-55-147-9

Los golpes a la democracia nunca son dados por un solo puño. Hay muchas manos de varios actores interesados en desestabilizar, defenestrar y erigir a quienes más les sirve y conviene en el poder político. Entre esos actores que asestan golpes están los aparatos mediáticos.

Este libro, editado por el catedrático de Teoría de la Comunicación, Francisco Sierra Caballero, analiza la participación activamente política e ideologizada de los medios de comunicación en Latinoamérica, y sus efectos finales en la desestabilización y defenestración de gobiernos democráticamente elegidos.

Como bien anota el editor en la introducción, “Las guerras imperialistas de nuestro tiempo han instaurado una lógica de espiral del silencio por la que la manipulación mediática y la propaganda han vuelto tolerables las masacres, el terrorismo internacional, la ruina y la podredumbre económica, a condición de su desconocimiento, de su absoluta ignorancia y ocultamiento a la vista de la mala conciencia occidental” (p. 17).

Es así que la intervención militar aún permanece, de manera soterrada pero vigente, en las clases burguesas capitalistas que ven en el progresismo social y político al nuevo enemigo de sus pretensiones, aupadas por los medios de comunicación que responden a sus capitales.

En este libro, se presentan los casos más trascendentales en los últimos tiempos, acerca de cómo los procesos de destituciones disfrazadas de legalidad a los presidentes legítimamente elegidos fueron diseñados desde el poder internacional y canalizados por los medios nacionales con impacto internacional. La estrategia es la misma: crear una idea de malestar y ahondar en ella para tener una excusa válida ante la opinión pública.

El texto inicia con un abordaje general, teórico y de contextualización estructural, que analiza los filtros, la agenda y el modo de producción informativa imperante en el continente y las diversas formas de batallas y guerras informativas existentes, permanentes y actuales, en cada uno de sus formatos. En este capítulo, Francisco Sierra aborda el intervencionismo de los Estados Unidos desde la década de los años setenta, y aun antes, para comprender los procesos actuales del mismo intervencionismo como política nacional del imperio, basado en el apoyo a la denominada libertad de prensa en los países latinoamericanos y caribeños.

En un segundo capítulo, Carlos Del Valle Rojas y Juan Del Valle Rojas, recuperan un análisis de lo que fue el golpe contra Salvador Allende, en el texto “El terrorismo mediático con resultado de golpe: el despliegue histórico de la espiral del poder (Chile, 1973)”.

En este texto, los autores de la Universidad de La Frontera, Chile, abordan el tema desde una perspectiva histórica: “el apoyo explícito, progresivo y coordinado entre el principal medio de comunicación masivo de Chile, las diferentes corporaciones empresariales, los gremios patronales y profesionales, los partidarios políticos de la derecha (el Partido Nacional y la facción de derecha de la Democracia Cristiana) y el gobierno de Estados Unidos para llevar a cabo una estrategia de cuestionamiento, debilitamiento, crisis y derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende” (p. 132).

El tercer capítulo “El conflicto entre Cuba y Estados Unidos. Una visión desde la comunicación”, que cierra los contextos históricos, tan válidos para el análisis de los casos contemporáneos. Lo escribe Olga Rosa González Martín, quien reconoce en las primeras líneas que tratar sobre los golpes mediáticos en Cuba es muy difícil, debido a que la relación entre medios y el sistema político cubano data desde la ascensión al poder de la Revolución, pero más que eso, tiene que ver con las libertades que desde la isla tienen los ciudadanos y que desde fuera no comprenden quienes no viven el día a día de la realidad cubana. Desde un análisis legal y constitucional la autora establece cómo los medios afincados fuera de la isla, completamente disidentes del proceso revolucionario, se burlan del estado de derecho instaurado de manera constitucional y cómo sus análisis y propuestas afianzan el bloqueo y se alinean a la doctrina norteamericana de aislar más al gobierno cubano; pero también la autora reconoce que es necesaria una definición e implementación de una política de comunicación que parta del presupuesto básico de la Teoría Social de la Comunicación, pues de esa manera los medios cubanos se constituyen en los mediadores de la comunicación pública de la realidad cubana frente al mundo, y así contrarrestar la embestida de los medios mundiales que responden a capitales globales.

Fernando Casado, experto en la realidad venezolana, escribe el texto “El Golpe Mediático continuado contra Venezuela”, en el cual se muestra cómo funciona la guerra mediática contra el gobierno bolivariano mediante “las declaraciones de los propios periodistas, editorialistas y gerentes de algunos de los principales diarios de prensa latinoamericana y española” (p. 181). Ellos ilustran claramente cómo se genera y se desarrolla el constante y permanente golpe mediático contra Venezuela, su gobierno y su gente. El autor parte del análisis de cómo funciona la producción informativa, la circulación y difusión de los contenidos, convertidos en propaganda contra el proceso político de la revolución bolivariana, mediante la ridiculización de la figura del presidente Chávez, entre otras estrategias difamatorias, vinculadas luego con el desmedro a la democracia, que es lo que los propios periodistas consultados han refutado, pues desde sus propios medios critican cómo las políticas editoriales han sesgado la información proveniente desde Venezuela. La manipulación informativa es la principal arma de estos medios.

“Todas son noticias viejas: la parcialidad de los medios de comunicación en Brasil” es el texto de Rogério Campos, quien analiza la participación activa del Grupo Globo en la política brasileña desde antes del regreso a la democracia y durante los procesos de cambio actuales. La existencia del Grupo Globo tiene que ver con la fabricación de un modelo monopólico de construcción de información, originado por la dictadura militar. Como dice el autor: “Hablar del Grupo Globo es hablar directamente de una historia de corrupción y desvío de la política brasileña, donde se hace imposible separar las dos cuestiones” (p. 216). Campos se refiere a todo el proceso democrático, incluso la participación del Grupo Globo, en el ascenso y caída de Collor de Melo y, no se diga, en activa dirección del golpe contra Dilma. El autor apunta:

La falta de memoria de la sociedad y la profundización de la industria cultural provocan que la sociedad no reflexione sobre sus errores, cada vez en intervalos de tiempo más cortos, con lo que construye una etapa definida por los intereses de aquellos que producen estas informaciones. La sensación que tenemos es que no importa a quién se elija democráticamente, pues, o se somete a los intereses de las elites o se manipula a la gente para convencerla de su error al elegirlo, con lo cual se crea una especie de ataque por la espalda, un hecho común de agentes cobardes y traidores. (p. 229)

El golpe contra el presidente Lugo, en Paraguay, es analizado por Arlenin Aguillón en el texto “Golpe de Estado en Paraguay. El rol de la prensa durante el derrocamiento de Fernando Lugo”. Entre los resultados expuestos por la autora, se pueden encontrar semejanzas de contenido al comparar los comunicados del Partido Colorado y los textos del rotativo ABC Color, como forma de imponer una agenda política contra el ex presidente Lugo, y fraguar el golpe.

Asimismo se realizan comparativas entre lo que publicó este medio, en torno al Mercosur, y lo que editaron otros medios argentinos, en donde se puede encontrar el acercamiento directo del medio con las fuerzas opositoras a Lugo. La autora, además, entre las conclusiones asegura que los medios paraguayos fueron guiados desde Washington con sendas campañas de comunicación que sustentaron y respaldaron el expediente acusatorio del Senado contra Lugo, por lo que

[...] las operaciones sicológicas difundidas por la prensa, acompañas por una serie de estrategias no convencionales de comunicación política, impidieron que el pueblo paraguayo se mantuviera conectado con el gobierno. ¿Resultado? La confianza hacia Lugo cayó de un 84% a un 37%, entre 2008 y 2011. Al siguiente año el presidente fue derrocado. (p. 269)

Finalmente, Daniela Fávaro Garrossini, Francesco Maniglio y Francisco Sierra Caballero, analizan cómo la oposición al gobierno de Rafael Correa se maneja en las redes sociales en el texto “Banderas negras, redes sociales y agitación contrarrevolucionaria en Ecuador”. El 30S, intento de magnicidio contra el presidente Correa, es el hecho que marca y descubre todo lo articulado para sacarlo del poder constitucional por la vía más violenta. En ese momento, las fuerzas opositoras no lograron su cometido y desde esa fecha (30 de septiembre de 2010) ha incursionado en el uso de redes y medios sociales para minar el campo trajinado por la Revolución Ciudadana.

El abordaje desde la vida y el activismo digital de los movimientos sociales, políticos y los medios es lo que este texto presenta en su análisis de cómo la oposición moviliza a la ciudadanía afín a su propuesta y cómo el gobierno reacciona. Ambos utilizan las mismas armas: la tecnopolítica y los contenidos transmediáticos. Mediante el uso de la herramienta Scup, aplicada a las redes sociales, los investigadores rastrearon y analizaron palabras claves, hicieron un recuento de menciones, identificaron fuentes y usuarios de Facebook y Twitter durante las movilizaciones contra el gobierno de Rafael Correa en los días 13 y 15 de junio de 2015.

El estudio obtuvo, entre otros resultados, que

[...] los movimientos de oposición organizaron la comunicación política 2.0 por medio de ´influenciadores´ claves, personas estratégicas que generaron información y la reprodujeron en grandes redes y medios tradicionales, y que, mediante una red piramidal, llegaron a alcanzar de forma masiva a cada uno de los diferentes sectores de la población. Fueron identificados los principales 200 ´influenciadores´, directos y conectados entre ellos” (p. 284).

Las redes comunicativas digitales son espacios políticos de la ciudadanía y por ello hacer malas prácticas comunicacionales en la Red evidencian el acelerado desgaste del capital político que se dio en ese momento para el gobierno de Correa. La batalla en las redes sociales es importante, pues no se deben dejar desatendidos todos los campos de la guerra mediática.

Golpes Mediáticos se constituye en un atlas de cómo los medios y la batalla por la información dinamitan los poderes constitucionales populares y cómo estos regímenes incomodan al capital mundial y a sus representantes nacionales.



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