Resumen: El artículo que aquí se presenta, tiene como objetivo compartir los fundamentos y estrategias utilizadas para la elaboración de una propuesta didáctica para primer ciclo de enseñanza básica, utilizando la asignatura de Educación Musical como eje vertebrador de los aprendizajes. El tema central giró en torno a las identidades musicales. Esta propuesta ofreció una posibilidad para el trabajo interdisciplinar en el aula, conectando objetivos, estrategias didácticas y aprendizajes, entre las asignaturas de Educación Musical, Lenguaje y Comunicación, Historia, Geografía y Ciencias Sociales y Educación Física. En una primera etapa, se realizó una revisión bibliográfica, posteriormente, se seleccionaron temáticas de interés y diseñaron las unidades didácticas, una para cada nivel de primero a cuarto básico. Finalmente, se realizó una experiencia piloto en una escuela de la región de Valparaíso (Chile), durante un período de ocho semanas de trabajo en aula. Los resultados de esta investigación muestran las diversas posibilidades de aprendizaje interdisciplinar presentes en los programas de estudio propuestos por el Ministerio de Educación para el primer ciclo de enseñanza básica en Chile. Este trabajo permitió evidenciar que la educación musical puede ser un medio eficaz para conseguir que los aprendizajes en la escuela tengan un carácter significativo para los estudiantes.
Palabras clave: Educación musicalEducación musical,interdisciplinariedadinterdisciplinariedad,propuesta didácticapropuesta didáctica,recursos de aprendizajerecursos de aprendizaje.
Abstract: This paper lays out the basis and strategies used for the development of a didactic proposal for the first cycle of basic education, using the subject of music education as the backbone of learning. The central theme revolved around musical identities. This proposal offered a possibility for interdisciplinary work in the classroom, connecting objectives, didactic strategies, and learning with the subjects of Language, and communication, History, Geography and Social Sciences and Physical Education. In the first stage, a bibliographic review was carried out, later topics of interest were selected, and the teaching units were designed, one for each level from first to fourth grade. A pilot experience was carried out in a school in the region of Valparaiso, Chile, during a period of eight weeks of work in the classroom. The results show the diverse possibilities of interdisciplinary learning present in the Study Programs proposed by the Ministry of Education for the first cycle of basic education in Chile. On the other hand, this study made it possible to show that music education can be an effective means to ensure that learning at school has a meaningful character for students.
Keywords: Music education, interdisciplinarity, didactic proposal, learning resources.
Experiencias Pedagógicas
¡Todo suena! La Educación Musical como experiencia vertebradora de aprendizajes en la escuela
Everything sounds! Music education as a backbone learning experience at school
Recepción: 25 Febrero 2021
Recibido del documento revisado: 02 Marzo 2021
Aprobación: 23 Abril 2021
Este estudio tuvo como foco principal potenciar la presencia de la Educación Musical en el sistema educativo formal. Para este fin se confeccionó una propuesta curricular interdisciplinar materializada en distintas Unidades Didácticas para los cuatro niveles del primer ciclo de enseñanza básica. En cada unidad se articularon los objetivos de aprendizaje de las disciplinas involucradas, es decir, Historia, Lenguaje y Comunicación, Educación Física y Educación Musical, actuando esta última, desde una perspectiva funcional, como columna vertebral en el diseño curricular, lo cual permitió potenciar aprendizajes globales a partir de los contenidos abordados.
A nivel sociopolítico, la aplicación de una propuesta de estas características se fundamenta en que la Educación Musical en Chile está inmersa en continuos procesos de cambios, los cuales no han logrado llegar a un lugar definido, puesto que tampoco parten de un lugar especialmente sólido y fundamentado (Valverde, 2018). Estos cambios han afectado directamente a la asignatura de Educación Musical, que no ha conseguido consolidarse dentro del currículum formal, incluso, llegando a ser considerada como una disciplina secundaria, decorativa y prescindible. Por esta razón, este trabajo tuvo como eje fundamental poner en valor a la asignatura desde una perspectiva integral y transversal, donde los aprendizajes no fueran planificados de forma parcelada y divida, sino por el contrario, logrando que las diferentes disciplinas del currículum dialoguen entre sí, y de esta forma, a partir de distintas miradas y puntos de encuentro, se comprendiera que la Educación Musical como un fenómeno cultural y social, más allá de su dimensión puramente sonora.
La escuela podría comprenderse como un lugar donde se reúnen una infinidad de experiencias humanas individuales y colectivas (Dewey, 1967). Sin embargo, durante décadas, el sistema educativo formal ha valorado unas disciplinas por encima de otras, generando un alejamiento entre este y el contexto social donde se desarrollan los aprendizajes. Por otro lado, los integrantes de una comunidad educativa no están habituados a examinar la actividad profesional desde un nivel ético, político, económico y crítico (Apple, 1986). Esta situación, se traduce en una escasez de planes de mejoramiento desde una perspectiva integral en los que se incluyan a todos los actores, realizando seguimientos y evaluaciones para medir el impacto de estos planes en el alumnado.
Para que los aprendizajes sean significativos, cada establecimiento educacional debería tener la capacidad de adaptar la macro política educativa a las particularidades de su contexto sociocultural. Este es un trabajo complejo y además continuo, dado que la sociedad no es estática. En esta propuesta en particular, tenemos como punto de partida el rol que puede jugar la Educación Musical al interior del sistema de educación formal, el cual se torna imprescindible si se concibe con una visión integradora y unificadora (Casals, 2006; Chao et al., 2015; Elliot, 2012).
A partir de estas premisas, se buscó intervenir un establecimiento educacional con las siguientes características: 60% o más de vulnerabilidad; sin profesor de Educación Musical para el primer ciclo de enseñanza básica; y finalmente, que no se hubieran desarrollado proyectos de mejoramiento curricular con anterioridad.
La Educación Musical dentro del sistema de educación formal debería ser comprendida como parte de un todo. Se trata de una disciplina que puede ser significativa para el aprendizaje, en la medida en que se consideren sus potencialidades reales, es decir, que se articule correctamente con las demás asignaturas y, de esta manera, favorezca la formación integral de los individuos.
La importancia de la Educación Musical subyace en que esta sea valorada a partir de una perspectiva de “una educación por la música” (Cremades, 2008; Touriñan, 2011), y no como aquella que concibe a la asignatura en el contexto escolar como un fin en sí mismo, centrando todo su interés en lo exclusivamente musical, y dejando de lado la riqueza que proviene del contexto sociocultural en que las músicas se desarrollan (Elliott, 2001). Cuando la Educación Musical se presenta bajo esta perspectiva, es evidente que no se busca una formación de profesionales en el área de la música. De igual forma, debiese ser explícito que, a partir de la enseñanza de las demás disciplinas presentes en el currículum escolar, tampoco se intentaría formar expertos en otras áreas del conocimiento (Touriñan y Longueira, 2010).
La Educación Musical integral es aquella que facilita el aprendizaje significativo. De esta forma, las diferentes experiencias vividas serán lo suficientemente valiosas para aportar al desarrollo vital de una forma más completa. Elliott (1995) argumenta que, la Educación Musical no debería ser considerada como una disciplina de contemplación sino más bien, como una disciplina vivencial.
Una Educación Musical integral será también la que se preocupe de la formación de personas, es decir, de ciudadanos solidarios, integradores, capaces de trabajar en equipo, responsables, que puedan desarrollar un aprendizaje autorregulado y que sean capaces de proyectar un camino hacia una sociedad más justa (Abrahams, 2008; Casals, 2006; Elliott, 2012; Touriñán y Longueira, 2010).
Con esta finalidad, el objeto de estudio fue abordado a partir de una visión pragmatista, la cual permitió comprender los fundamentos de la investigación, valorando y evidenciando la importancia de la experiencia, poniendo en el centro a la persona que se educa. Este paradigma está focalizado en un pensamiento postmoderno, fundamentado en el acercamiento del arte a la experiencia vital del individuo (Cremades, 2008), y pretende a su vez, que la música sea desacralizada y se convierta en un quehacer humano, que sea parte del cotidiano, y sobre todo, que se logre revalorizar en el contexto educacional. Así, puede ser comprendida y utilizada como un instrumento de carácter funcional al servicio del aprendizaje humano (Jorquera et al., 2020; Regelski, 2009; Valverde, 2018).
En la educación formal se ha naturalizado la división del conocimiento en compartimentos separados, los cuales hemos nombrado como disciplinas o asignaturas que pueden subdividirse a sí mismos una y otra vez (Small, 1989). La Educación Musical busca justamente lo opuesto, integrar, dado que su carácter interdisciplinar le permite dialogar con otros ámbitos del conocimiento y conseguir objetivos comunes, posibilitando abordar los aprendizajes de forma transversal.
De este modo, este tipo de Educación Musical será parte de un proceso formativo que permita a la persona enfrentarse con mayor libertad y herramientas a diferentes situaciones que se presenten durante su vida (Touriñan y Longueira, 2010). Estos aprendizajes podrán ser desarrollados a partir de una práctica musical colectiva (Abrahams, 2008), como, por ejemplo, la escucha activa y respeto por el otro, la valoración del entorno sonoro y de la cultura en que se vive, o bien, el aprecio por culturas diferentes a las cercanas al estudiante. Todo lo anterior, son temas de gran valor para las sociedades actuales, tanto de Latinoamérica, como en otros lugares del mundo.
Para objetos de este estudio, el aprendizaje además de ser integral, pretende ser interdisciplinar, es decir, que exista un diálogo continuo entre las diferentes asignaturas involucradas en el proceso de aprendizaje (Carvajal, 2010; Folch et al., 2020). Dadas las características interdisciplinares que posee la Educación Musical, esta se posiciona como un referente dentro del currículum escolar, con un gran potencial para promover aprendizajes significativos (Gutiérrez et al., 2011; Valverde, 2018).
En diferentes contextos y países se han desarrollado numerosas experiencias e investigaciones con énfasis en la interdisciplinariedad, donde la música ha sido la columna vertebral para el desarrollo de los aprendizajes. Como ejemplos, podemos mencionar proyectos como “Educación Musical y aprendizaje de las Matemáticas” (Chao et al., 2015; Casals et al., 2016; Viladot et al., 2017) o “Educación Musical e interculturalidad en la escuela para el aprendizaje de la lengua, así como para el conocimiento de culturas que conviven en los mismos espacios” (Casals, 2006; Giráldez, 1997; Pinazo y Pérez, 2011). En todas ellas, el objetivo final no es la preparación estrictamente musical, sino el desarrollo integral del estudiantado que será parte activa en las comunidades del futuro, con más y mejores herramientas para enfrentar la vida (Botero, 2006; Valverde, 2018; Yus, 1998).
Para el diseño de las unidades, en primer lugar, se realizó una búsqueda y posterior selección de bibliografía pertinente a los objetivos planteados, los cuales situaban a la Educación Musical como la columna vertebral de los aprendizajes en la escuela. En segundo lugar, se analizaron los programas de estudio del Ministerio de Educación de Chile elaborados para estos niveles de enseñanza. En tercer lugar, se contó con la participación de estudiantes de los cuatro niveles seleccionados, quienes aportaron a través de diferentes fuentes (focus group, actividades en clases y entrevistas), sus propios intereses de aprendizaje. Una vez triangulados estos tres puntos, se diseñó una Unidad Didáctica para cada uno de los niveles.
Esta propuesta estuvo sustentada en los principios normativos para una educación integral (Álvarez, 2001; Lora, 2011; Yus, 1998), donde se incluyen: un tratamiento globalizado, enfoque socio afectivo, implicación activa, desarrollo evolutivo. Así como también, sus principios de procedimiento: contextualización, ambiente coherente, trabajo cooperativo, evaluación formativa y compartida, implicación de padres e instituciones, gradación y progresión.
Para el desarrollo de este estudio exploratorio, se contó con la participación de 320 estudiantes de primero a cuarto básico de una escuela de la región de Valparaíso-Chile, además de ocho profesores de Educación General Básica y uno de Educación Musical.
Para recabar información relevante en el planteamiento del trabajo, se realizó un focus group en el que estuvieron presentes dos estudiantes de cada clase1. Se contó con un total de 16 participantes. El tema principal de discusión giró en torno a la pregunta ¿Qué músicas hay en nuestra ciudad? A raíz de ello, fueron surgiendo sub-preguntas tales como: ¿Qué músicas escuchas tú? ¿Qué músicas se escuchan en tu casa/barrio/escuela? ¿Qué músicas son representativas de tu ciudad? ¿Dónde se pueden encontrar estas músicas?
Posteriormente, se discutió sobre qué temas serían interesantes de ser aprendidos en la clase de música y si, además, creían que podrían trabajarse junto con otras asignaturas. A partir de ahí, las y los alumnos presentaron sus intereses e ideas para la propuesta interdisciplinar.
Una vez analizados los programas de estudio de Educación Musical de cada nivel, junto con los de las demás asignaturas presentes en el currículum de primer ciclo básico, y luego de haber atendido los intereses de los propios estudiantes, se seleccionaron las asignaturas que estarían presentes en la propuesta (Ver Tabla 1).
En primer lugar, se seleccionaron aquellos aprendizajes de carácter transversal presentes en los programas de estudios. Los objetivos seleccionados se relacionaron con: a) dimensión afectiva, b) dimensión cognitiva, c) dimensión sociocultural y, d) dimensión moral. Finalmente, se consideró un objetivo presente en cada una de estas dimensiones, como se describe a continuación (Ver Tabla 2).
Desarrollada la selección de Objetivos Transversales, se utilizó el mismo procedimiento con los Objetivos de Aprendizaje (OA) a desarrollar en la asignatura de Educación Musical para cada nivel, buscando la relación de estos con los objetivos de las asignaturas involucradas en la propuesta. Este procedimiento se consideró el inicio del proceso de diálogo entre las disciplinas del currículum, y permitió posteriormente elaborar las Unidades Didácticas (Ver Tabla 3).
El proceso para diseñar la propuesta didáctica se apoyó en tres fuentes principales de recursos, como se observa a continuación (Ver Figura 1).
Todas las etapas de este estudio se llevaron a cabo a lo largo de un año lectivo. El énfasis se puso en el proceso de diseño y elaboración de las propuestas didácticas para cada uno de los niveles de enseñanza seleccionados, más que en el proceso de implementación en las aulas. No obstante, se realizó una puesta en marcha piloto durante un período de 8 semanas de clases. Esto permitió la revisión y corrección continua de los componentes de las Unidades Didácticas para cada nivel.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de las unidades diseñadas las cuales siguen la misma estructura (Ver Tablas 4 y 5).
Cada una de las Unidades Didácticas elaboradas, tuvo un matiz especial a partir de las relaciones naturales que se dan entre las asignaturas implicadas (Ver Tabla 6).
La propuesta se diseñó para una sesión de 90 minutos, o para dos sesiones de 45 minutos, dependiendo de la cantidad de horas disponibles para la clase de música2. El ejemplo de la Tabla 6, se trata de la primera sesión de trabajo. Por este motivo, se seleccionaron tanto Objetivos de Aprendizaje de las asignaturas de Educación Musical y de Lenguaje y Comunicación, como Objetivos Transversales que tuviesen relación con el área de desarrollo socioafectivo. Para ello, se utilizaron, por una parte, el OA2 de Educación Musical, el cual tiene relación con la expresión de sensaciones y emociones, y a su vez, el OA23 de Lenguaje y Comunicación que está relacionado con la expresión verbal. Finalmente, el Objetivo Transversal utilizado para esta sesión tuvo directa relación con la dimensión afectiva y buscó potenciar la confianza y la autoestima.
En esta experiencia de aprendizaje, se esperaba que los estudiantes expresaran verbalmente las emociones que experimentaban en el momento que se realizaban las distintas actividades. Los indicadores que se proponen, otorgaron al o la docente la posibilidad de focalizar los aprendizajes y, de esta manera, decidir diferentes estrategias de evaluación.
Las sesiones de trabajo tuvieron siempre la misma estructura y organización, la cual estuvo dividida en tres momentos:
Fase de inicio: posibilitó la activación de conocimientos previos sobre las temáticas que se trabajarían en la clase, o bien, fue el momento donde a través del juego y la experimentación, los estudiantes se motivaron para el aprendizaje profundo que se llevaría a cabo en la etapa siguiente.
Fase de desarrollo: el énfasis se encuentra en el fortalecimiento de los aspectos cogni-tivos. De esta manera, las actividades se centran en la adquisición de nuevas habilidades o en afianzar las adquiridas previamente.
Fase de cierre: fue el momento para reflexionar sobre el propio proceso de aprendizaje y sobre el rol que ha tenido el estudiante en el tema trabajado en la sesión. Es importante destacar que cada nivel reflexionó y profundizó de acuerdo a su propia etapa de desarrollo cognitivo.
Tanto los recursos, como las sugerencias para el docente y los materiales de apoyo, fueron propuestos con la finalidad de sustentar su trabajo. Considerando que las Unidades Didácticas se desarrollaron para su implementación en el primer ciclo básico, cabe mencionar que, en el contexto educativo chileno, los profesores generalistas son los encargados de impartir la clase de Educación Musical. Por este motivo, la propuesta contaba con materiales de apoyo que estuvieran al alcance de todos los implicados, tanto de un profesor de Educación Básica, como de un profesor de Educación Musical.
Durante la realización de la prueba piloto de las Unidades Didácticas, el trabajo se realizó en forma conjunta entre los profesores de Educación Básica y el profesor de Música del colegio, hecho que hizo posible evaluar a nivel práctico las debilidades y fortalezas que tenían las diferentes propuestas.
Al comienzo, las actividades eran muy técnicas y trataban temáticas que los profesores de Educación Básica no podían abordar, factor que los obligaba a apoyarse más en el Profesor de Música. No obstante, ante la posibilidad de no contar siempre con el apoyo del especialista, estas actividades fueron revisadas y corregidas para hacerlas accesibles a todos los participantes.
Finalmente, se organizó un resumen del desarrollo del proyecto, a través de un registro audiovisual. Para ello, se realizaron entrevistas a los diferentes actores involucrados, además de momentos del desarrollo de la experiencia de aprendizaje.
Las Unidades Didácticas que se diseñaron y elaboraron en este estudio exploratorio, permitieron evidenciar la necesidad de relacionar y conectar las diferentes disciplinas del currículum. Basta con leer los Objetivos de Aprendizaje que hay para cada asignatura presente en los Programas de Estudios, para darse cuenta de que el trabajo interdisciplinar es posible. Este tipo de experiencia se torna significativa en la medida en que los estudiantes se hacen conscientes de que se pueden hallar puntos de encuentros entre las disciplinas, y que el aprendizaje puede ser integral, más que parcelado.
Dadas las particularidades que tiene la música, la Educación Musical en sí, es esencialmente una interdisciplina, la cual puede ser abordada de una forma holística, permitiendo el desarrollo global del ser desde la etapa escolar inicial. Esta reflexión, que para los educadores musicales es tan patente al ser vivenciada en el trabajo diario, la mayor parte de las veces no es considerada como un pilar dentro de la educación formal.
Pese a los intentos que se hacen en diferentes países, actualmente, la Educación Musical se ha mantenido como una disciplina secundaria dentro del currículum formal de la escuela y, lamentablemente, muchas veces se obvia su valor y potencial educativo.
Por medio de este trabajo, se observaron las dificultades que se pueden presentar en el planteamiento educativo interdisciplinar a nivel escolar, el cual, muchas veces se ve afectado por la falta de experiencia de los docentes. No obstante, el factor motivacional tanto de estos, como de los propios estudiantes, hizo posible la realización de este proyecto piloto, abriendo el camino hacia nuevas perspectivas del trabajo en el aula.
Los Programas de Estudio para Educación Musical del año 2012, mencionan la funcionalidad de esta disciplina en la escuela, sin embargo, esta premisa es contemplada a nivel teórico mayoritariamente, desarrollándose en menor medida a nivel práctico. Por este motivo, consideramos necesario el desarrollo de este tipo de estudios, con el objetivo de sistematizar estas prácticas en la escuela, y que tanto docentes como estudiantes, sean capaces de comprender el aprendizaje de una forma más global y menos separado en disciplinas. La Educación Musical en el currículum, debería ser considerada como el punto de unión de muchos tipos de aprendizajes, así como del desarrollo de habilidades y competencias para la vida.
*Correspondencia: ximena.valverde@gmail.com