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Exhibir, traducir. Arquitectura con agenda social en la Exposición Internacional de la Vivienda, VIEXPO 72
Exhibit, Translate. Architecture with a Social Agenda at the International Housing Exhibition, VIEXPO 72
Revista INVI, vol. 38, núm. 107, pp. 291-313, 2023
Universidad de Chile. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Instituto de la Vivienda


Figura 1
Pintado de paneles para Pabellón Estatal.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.

Figura indiscutible de un período de actividad frenética en torno a la vivienda, Miguel Lawner representa una generación de arquitectos formados por un nuevo plan de estudios basado en el concepto del “arquitecto integral”, cuyo objetivo era reconectarse con las necesidades sociales y los desafíos locales tras un periodo de modernidad importada (Eliash y Moreno, 1989). Tras su egreso de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, diversas acciones de Miguel Lawner dan cuenta de su proximidad al colectivismo: la cooperativa AUCA y, luego, la fundación de la revista homónima; la colaboración con los pobladores de la Población La Victoria, así como la formación de la oficina BEL (Maulén, 2022). Tanto su inclinación política, como su persistencia en la acción social a través de la arquitectura, trazan el camino a la Corporación de Mejoramiento Urbano, de la cual fue director en el Gobierno de la Unidad Popular (1970-1973). Desde esta posición participa en grandes proyectos colaborativos como la construcción de la UNCTAD III, la Villa San Luis y la Remodelación del Parque O’Higgins.

La premisa que sintetiza esos intensos años de trabajo de Miguel Lawner refiere al acceso a la vivienda como base de una sociedad igualitaria, tema central en el discurso de la Unidad Popular desde su arribo al poder. Y es que, a pesar de los múltiples intentos de los gobiernos previos por reducir el déficit habitacional, a finales de 1970 ese estimaba en 600 mil unidades. Se propone entonces un giro: el Estado debía fortalecerse nuevamente planificando, produciendo y construyendo vivienda social. Es por esto que en 1972 -y a pesar de un ambiente extremadamente polarizado- Abraham Schapira1 propone realizar una exposición internacional de la vivienda, que bautiza con la sigla VIEXPO-72, como un espacio para “el intercambio de los planteos y experiencias actuales en programas de vivienda social con otros países, los conocimientos científicos y nuevos diseños, así como los avances tecnológicos e industriales en el área de la construcción de viviendas” (“Exposición y Encuentro Internacional de la Vivienda”, 1972, p. 29). A través de un encuentro y una exhibición -organizados por Jorge Poblete y Miguel Lawner, respectivamente- se alcanzó interés internacional, con invitados como Henri Lefebvre, N. John Habraken o Mónica Pidgeon y, a la vez, captó una amplia audiencia en las actividades y muestras que se realizaron en el Parque Quinta Normal.


Figura 2
Miguel Lawner en la primera entrevista (17 de enero 2023).
Fuente: Autora.

La realización de la entrevista que se presenta a continuación permite revisar la VIEXPO-72 como una suerte de sitio arqueológico, aún en proceso de excavación y documentación, junto a uno de sus precursores2. Miguel Lawner, quien ostenta 94 años, concedió dos largas tardes de conversación en su departamento de la comuna de Providencia en las que, revisando fotografías3 pertenecientes a la Colección VIEXPO, se transitó por la historia de la vivienda, así como también por pasajes claves de la exhibición. El material que se utilizó es parte del álbum donado por el entrevistado en enero del 2019 al Centro de Documentación (CEDOC) del Instituto de la Vivienda de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, y forma parte de una colección de más de 40 documentos, planos, manuscritos y discursos de la época asociados al evento. Gracias a estas entrevistas, se pudo acceder a un segundo álbum de fotografías, que permitió tener una visión más completa de las actividades y personas que participaron del encuentro. Este último fue también donado al CEDOC para su digitalización en enero de 2022.

Tanto la colección, como la conversación con uno de los organizadores del evento, dan cuenta de la relevancia de este hito en la historia de las exhibiciones de arquitectura en Chile, coincidente con un momento histórico de actividad agitada y revolucionaria, que se amparó en el voluntarismo y entusiasmo de una generación formada en el cooperativismo. La exhibición se transformó en un sitio de convergencia entre la política y la arquitectura a través de la discusión sobre la vivienda, convirtiéndose en un espacio en el que se tradujeron los conceptos y modelos de desarrollo hacia una audiencia no especializada que se enfrenta a las transformaciones de una ciudad y que debe negociar sus avances en base a factores económicos, sociales y estéticos. El siguiente relato busca, entonces, entretejer los ideales, la arquitectura y esta particular experiencia curatorial en base a un tema de fondo, la vivienda.

Una hoguera en el jardín. La vivienda como fenómeno social

Beatriz Coeffé (BC): Me gustaría entender el panorama de la vivienda en aquellos tiempos, comenzando por tu historia. ¿Qué significaba la vivienda para tu familia en ese entonces?

Miguel Lawner (ML). Soy hijo de una familia de inmigrantes de origen judío, que tuvieron que huir después de la revolución bolchevique. El gigantesco territorio zarista quedó sin poder, en consecuencia, se convirtió en tierra de nadie y aparecieron bandas que asaltaban aldeas judías. Es el proceso que ha pasado a la historia con el nombre de pogrom, palabra que en ruso significa devastación. La vida se les hizo imposible, y tuvieron que emigrar. Cruzaron la frontera con Polonia y se embarcaron en el puerto de Gdansk, desembarcando en Buenos Aires. Luego viajaron a Chile y se asentaron en el Barrio Avenida Matta donde ya existía un núcleo de familias judías. Nací el año 1928 y tuvimos la primera casa en la calle San Luis de Francia (actualmente Padre Orellana, número 1116). Cuando yo tenía diez años (1938) nos mudamos a la que llamamos la casa nueva, ya que estaba recién construida en la calle Portugal. Ahí teníamos baño donde ducharnos, porque hasta entonces nos bañaban en una tinaja de madera.

BC. ¿Esa casa les permitió crecer como familia?

ML. Más bien estabilizarnos. Antes dormía con mi hermana. En esta nueva casa teníamos cada uno su pieza. En la casa nueva viví hasta que me casé (1951). Éramos una familia muy unida y la casa de mis padres era el lugar donde habitualmente llegaban nuestros familiares a almorzar o tomar once. Mi mamá era muy buena cocinera y mi papá muy desprendido y acogedor. Ellos trabajaban en la Vega Central. Mi papá decía “en mi casa no se pasa hambre” y mi mamá los domingos cocinaba, pero no sabía para cuántos, porque como no había teléfono en esa época a veces había seis, pero en otras ocasiones llegaban doce familiares. Fue una vida espléndida, en una casa que significó mucho para nosotros. El barrio era integrado, porque había gente de origen español, italiano, árabes y palestinos. Nos formamos en un barrio en el cual aprendimos a convivir con niños de distintos orígenes étnicos y sociales. El Barrio Matta-Portugal es imborrable para mí en mi vida y formación.

BC. En esos tiempos, ¿por qué era tan relevante la vivienda propia?

ML. Desde que ingresé a la Escuela de Arquitectura en el año 1946 y hasta que me titulé (1954) convivimos con una explosión de la migración del campo a la ciudad, en el contexto de la industrialización que experimentaba el país. En el campo se vivía bajo un régimen miserable llamado latifundio, en el cual los campesinos no eran dueños de nada, y recibían como pago un trozo de pan. Se produjo entonces una estampida a la ciudad. Como no había donde vivir, se establecieron en “poblaciones callampas”-que ahora llamamos “campamentos”- ubicadas a orillas de zanjones nauseabundos, entre otros lugares. En consecuencia, desde los años cuarenta hasta el gobierno nuestro (Gobierno de la Unidad Popular, 1970-1973) no fue posible absorber esa demanda. Frei Montalva creó el “Plan de Ahorro Popular” (1967) donde si ahorrabas determinadas cuotas, tenías derecho a un departamento, una vivienda, y la opción menor era la “operación sitio”4, con una caseta sanitaria. Pero aun así había más o menos un 20% de la población que quedaba sin opción, sin un ingreso que les permitiera acceder a una vivienda.

Mi generación, desde que comenzó este proceso, se involucró asesorando a los movimientos de pobladores. En lo personal, participé en la toma de la población La Victoria. El plano se hizo en mi oficina. Después diseñamos la Santa Adriana y la población 22 de Julio, en San Miguel. Mi vinculación al movimiento de pobladores ha sido de toda la vida.

BC. Y entonces, luego, en el Gobierno de Allende, proponen el Plan de Emergencia.

ML. Claro, para que puedan adquirir vivienda los que nunca tuvieron opción. Esa fue nuestra meta el primer año de gobierno, prioritariamente.

BC. ¿Recuerdas qué significaba recibir una vivienda después de todo el proceso de gestión y construcción?

ML. Tengo una imagen imborrable, y es la entrega de las primeras viviendas de la Villa San Luis en Las Condes. A pesar de que muchas familias conocían la construcción, cuando entregamos las primeras viviendas muchos llegaban con cajas de madera donde se vendía el azúcar granulada y ahí la gente guardaba la ropa. Otros llegaban con tableros pensando en que podían hacer una ampliación. Entonces, los mismos dirigentes les explicaban a las familias que ya no necesitaban los cajones porque existían los closets y subían a mostrárselos. Poco a poco, comenzaron a bajar desde sus departamentos y dejar todos esos trastos, arrojándolos a una gran hoguera que se armó al pie de los departamentos.

BC. Como una especie de ritual

ML. Claro, fue como quemar un pasado de mierda. Eso explica lo que significaba recibir una vivienda. También había un grupo que estaba absolutamente informado, que había seguido todo el proceso de construcción. Los habíamos instalado ahí a conciencia para ayudarnos a cuidar, y los fines de semana hacían la limpieza de la faena. Esto lo llamábamos “campamento de tránsito” y esas familias contribuían a evitar las tomas de los nuevos departamentos.

BC. ¿Qué cambiaba para las familias cuando lograban tener una vivienda propia?

ML. Era un cambio de vida absoluto. Además, establecimos la disposición de que el dividendo sería de un 10% del ingreso familiar. Después de seis u ocho meses nos dimos cuenta de que era impracticable ese criterio, por los trabajos inestables, y finalmente tuvimos que determinar un monto fijo pero razonable, que no ahorcara a nadie.

BC. En la entrevista realizada por Pérez y Portal (2022) mencionas que al principio de la Unidad Popular hubo un predominio político de la labor administrativa de las instituciones asociadas a la vivienda. ¿De qué manera permeó esto en lo ejecutado o planificado en esos primeros años?

ML. Nosotros prometimos crear empresas estatales de construcción, no para absorber el mercado o destruir las empresas que ya existían, sino como un elemento regulador de los precios. Estas empresas estatales se llamaron Departamentos de Ejecución Directa, uno en la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) y otro en la Corporación de la Vivienda (CORVI). A CORMU llegaron profesionales altamente calificados cumpliendo su objetivo, sin embargo, en CORVI se incorporaron militantes del MIR, que desnaturalizaban el objetivo profesional que debía tener el departamento.

BC. ¿En qué sentido funcionó mal la CORVI?

ML. Miembros del MIR se incorporaron como obreros o personal técnico, a pesar de que en realidad eran agentes políticos. Aparecían con roles en la obra que no cumplían, por lo tanto, incrementaban los costos. Luego influyeron técnicamente, como por ejemplo en la Villa Lenin (Concepción), en la cual estuvieron seis meses sin poder iniciar faena, ya que no aceptaban viviendas pareadas. Querían aisladas, lo que era una locura en Chile en ese momento. Hubo que hacer esfuerzos políticos desmesurados para que entendieran las razones. Esto afectó el rendimiento y la productividad del Departamento de Ejecución Directa en la CORVI.

BC. A pesar de esto, como mencionas en varios escritos, el avance en materia de vivienda fue sustancial en relación a los años anteriores y posteriores. Prácticamente duplicaron la construcción de vivienda. Sin embargo, ¿habría sido sostenible en el tiempo esta práctica frenética de construcción?

ML. No, reconozco que no. No había condiciones para mantener ese nivel de construcción. En el primer año, objetivamente, hicimos alrededor de 100.000 viviendas. Pero fue demasiado voluntarista, lo cual es comprensible. En un gobierno así, tú estás convencido de que llegas y puedes hacer todo. No hay cómo evitar ese sentimiento. Yo jamás había estado en la administración pública. ¿Por qué hicimos tanto? Porque pasamos por alto los obstáculos burocráticos. ¿Por qué la CORMU pudo realizar tanto? Es parte del compromiso del personal con el programa del gobierno.

BC. Entiendo que parte del rol de la CORMU era generar políticas habitacionales que no pudieron prosperar por la irrupción de la dictadura. Fuera de estas propuestas y herramientas técnicas que tenían en mente aplicar, ¿en qué medida fue necesario persuadir o familiarizar a los pobladores con las nuevas tipologías de vivienda social y una estética aun fuertemente arraigada en la arquitectura moderna?

ML. En ese tiempo la mayoría de los pobladores de los campamentos correspondía a la primera o segunda generación de migrantes del campo a la ciudad y su aspiración era pisar tierra, así que tuvimos que hacer folletos de la campaña “vamos pa’ arriba”. Hicimos maquetas gigantes de las unidades para convencer a la gente de que vivir en altura era la solución correcta. Tuvimos algunas dificultades porque la DC promovió campañas rechazando las viviendas en altura, pero no lograron su propósito. Fue un esfuerzo colosal, pero nos empecinamos. Partimos con la Villa San Luis, y trajimos en buses a las personas de otras comunas y regiones para que vieran los departamentos recién entregados. No hay nada mejor que el efecto demostración.


Figura 3
Estudiantes observando maqueta de bloques de vivienda del stand de Inglaterra.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.

BC. Se daban cuenta con sus propios ojos de que eran viviendas de calidad.

ML. Sí, y además nos esforzamos para evitar el crecimiento indiscriminado de la ciudad, con todo lo que significa el transporte o la extensión del alcantarillado. Logramos con todas nuestras obras densidades de 400-500 habitantes por hectárea, inclusive construimos torres de 17 pisos en Recoleta (Villa San Cristóbal, ex Túpac Amaru).

Los resultados y propuestas en materia de vivienda durante estos cortos pero intensos mil días del Gobierno de la Unidad Popular dan cuenta de una reflexión mucho más profunda sobre la relación entre la salud pública y el acceso a una casa. Esta preocupación se cristalizó en la primera exhibición de vivienda que hasta ahora se conoce, y que fue organizada por el entonces ministro de Salud Pública, Salvador Allende, en 1940:

“(...) allí le hicimos saber a la gente la verdad que estábamos viviendo, la falla en nuestra infraestructura, la falta de alcantarillado y suministro de agua, el déficit habitacional. Entonces, técnicos, arquitectos e ingenieros nos dijeron que a Chile le faltaban 320.000 viviendas. Han pasado 32 años y varios gobiernos, todos con esfuerzos loables, pero hoy en Chile la falta no es de 300.000 viviendas, es de 600.000.”5

En base a estas cifras se vuelve indispensable revisar y plantear nuevas políticas habitacionales, como también innovar en las tipologías y tecnologías de la construcción, comprendiendo que estas transformaciones podrían “sacar al país de su condición de subdesarrollo” (“Primer Encuentro y Exposición”, 1972, p. 1).

Surge entonces la idea de un encuentro y exhibición internacional, con el objetivo de poder conocer los avances, pero también las dificultades en esta materia en otros países. Al mismo tiempo, a través de las diferentes actividades se transparentó el diagnóstico habitacional chileno, exponiendo todos aquellos factores que dificultaban los avances. La VIEXPO 72 se posiciona entonces como un espacio de reflexión, experimentando con distintas tácticas y herramientas para aproximarse a los múltiples actores que inciden en el problema de la vivienda.


Figura 4
Inauguración Exposición Internacional de la Vivienda, VIEXPO 72, pabellón estatal. De izquierda a derecha: Abraham Schapira, Salvador Allende, Miguel Lawner y Jorge Poblete.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.


Figura 5
Afiche VIEXPO en contraportada.
Fuente: Diario La Nación 13 de agosto, 1972.

BC. Leyendo el resumen ejecutivo de la VIEXPO, en la contextualización al problema de la vivienda se hace hincapié en su relación con lo político, social y económico, pero hay una ausencia de la palabra “arquitectura”. En ese sentido, ¿era para ustedes la arquitectura una respuesta técnica más que una problemática en sí misma de la vivienda?

ML. Básicamente quisimos resolver un problema social, pero nunca nos divorciamos de nuestros objetivos como arquitectos. En CORMU nos propusimos que nuestros conjuntos fueran bonitos, incorporando la belleza. Es cierto que hubo predominio de un enfoque social, y al mismo tiempo nos identificamos con los principios modernos, como los de la Bauhaus.

Nuestro enfoque, a diferencia de muchos otros precedentes -que aislaban la arquitectura de su contexto económico y social- buscaba entender la arquitectura en su sentido más amplio, y no como un fenómeno en sí mismo o puramente estético.

Sin embargo, me parece que la arquitectura está envuelta en todo, puede estimarse que era una misión -en la omisión-, pero yo entiendo que tratándose de una muestra o una exposición sobre políticas de la vivienda la arquitectura está implícita, es imposible pasar por sobre ella.

BC. Lo pregunto porque al encuentro habían invitados fuera del ámbito de la arquitectura tradicional; N. John Habraken, Mónica Pidgeon, Aldo van Eyck. En ese entonces, podrían haber invitado a arquitectos con obra reconocida en Europa o Estados Unidos. Sin embargo, participaron quienes tenían una visión particular de la vivienda, como un fenómeno integral, no solo asociada al tema de diseño.

ML: Claro, Henri Lefebvre no es arquitecto, pero tuvo aportes de una magnitud colosal para efectos de la política de vivienda y desarrollo urbanos propiamente tal. Tuvimos el privilegio de decir que en Chile se habló por primera vez del “derecho a la ciudad”, un concepto que después alcanzó una magnitud internacional6. Ahora, no todas las invitaciones prosperaron o fueron aceptadas. En general, llegaron los que sentían cierta afinidad con lo que estaba ocurriendo en Chile.

BC. En ese sentido, me llama la atención que en algunas ponencias y en la introducción de la VIEXPO se habla sobre la resolución del problema de la vivienda como una herramienta o base de una sociedad socialista, ¿a qué se referían con ello?


Figura 6
Panel pabellón estatal.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.

ML. Bueno, es de público conocimiento que la coalición que llevó a Allende al poder aspiraba efectivamente a abrir paso a una sociedad que construyera socialismo por una vía democrática, pero obviamente nosotros alcanzamos a gobernar tres años y estuvimos lejísimos de ello. Sin embargo, nuestro objetivo principal era el acceso a la vivienda, es decir, nosotros quisimos hacer posible el acceso a la vivienda a todos sin excepción, cualquiera fuese su condición social, es decir, la vivienda no puede ser un objeto de lucro.

BC. Como arquitecto y en relación a este lineamiento político ¿qué te hubiese gustado lograr en esos años?

ML. Bueno, el socialismo se basa en la idea de que todos merecemos tener satisfechas nuestras necesidades en un mínimo nivel aceptable, es decir, acabar con la sociedad de clase como es hoy, con familias viviendo en condiciones miserables, en campamentos, sin casa o hacinadas en tugurios. En el campo de la arquitectura lo mínimo es la vivienda, y el acceso a locomoción colectiva, áreas de esparcimiento para ellos y sus hijos.

BC. Es decir, tener un piso mínimo equitativo.

ML. Sí, sin las diferencias que resultan hoy de los ingresos dispares, que provocan que un sector enorme de la población esté incapacitado de poder aspirar a mejores condiciones de vida.


Figura 7
Escolares con remolinos de papel visitando VIEXPO. Acceso a pabellón estatal.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.

De la silla Hille al comedor de mimbre. La expresión local en la Exposición Internacional de la Vivienda

BC. Las imágenes de la VIEXPO hablan de la vivienda no solo en su naturaleza cuantitativa, sino que también de las cualidades materiales interiores, incluso del mobiliario o la decoración. Una imagen similar se presenta en la casa diseñada por Yolanda Schwartz7 ¿Existía un objetivo tras esto?

ML. Esa es una característica de nuestra generación. Le debemos eso a Neruda, quien, tras su paso por México, a nosotros los estudiantes o recién egresados nos llamó la atención su afecto por las artesanías. Establecimos una relación con él. Nos hizo mirar América Latina porque nosotros, a pesar de estar inspirados en la Reforma del Plan de estudio de 1946, no sentíamos todavía la presencia latinoamericana. Eso se reflejaba en que, por ejemplo, la aspiración máxima de los jóvenes pintores en ese entonces era una beca en alguna escuela de Bellas Artes en París.

También nos inspiró la construcción de Brasilia y una arquitectura basada en valores autóctonos. Además, coincidió con la aparición del poema de Neruda “Las Alturas de Machu Pichu”. Entonces, de pronto, descubrimos que nosotros teníamos la cerámica de Pomaire, la joyería de crin de caballo, a Manzanito8 y a las bordadoras de tapices de Isla Negra. Por supuesto que seguíamos admirando a Le Corbusier, pero buscamos que la artesanía local también tuviera presencia.


Figura 8
Muestra de artesanía chilena.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.


Figura 9
Fotografía Casa Schwartz, diseñada por arquitecta Yolanda Schwartz.
Fuente: Schwartz, 1967, p. 60.

BC. Es bonita esa inclusión, porque también convivía con otros objetos que sí eran productos industrializados e internacionales, como las sillas Hille que recién habían llegado.

ML. Esto no quita lo otro. Lo que pasa es que antes no mirábamos lo nuestro y solo poníamos el acento en lo más industrializado.

BC. Es interesante esa postura, pienso que al mismo tiempo en otros países los arquitectos se afanaban por construir y decorar al estilo Bauhaus, mientras en México o Brasil buscaban que la arquitectura misma conservara aspectos tradicionales, y aquí ustedes planteaban un exterior moderno y un interior local. Además, se puede apreciar en las fotografías cómo tanto este pabellón de las industrias y el estatal tenían un fuerte enfoque formativo, con escolares recorriendo la muestra junto a guías.

ML. Eso fue muy marcado en la exposición. Permanentemente estábamos enseñando algo. Queríamos que la gente se diera cuenta que construir es un proceso en el cual concurren muchos trabajadores, pero también artesanos que enriquecen los espacios. Entonces, queríamos subrayar esto y darlo a conocer. Hicimos mucho uso de las maquetas. Pocas veces hemos tenido una actividad como la VIEXPO, con una concurrencia tan numerosa, en general de origen modesto, que aprendió mucho porque el conjunto no era una muestra que alguien recorría sin ninguna explicación, sino que en todas partes estaban trabajadores mostrando algo, haciendo algo. Nos propusimos que la gente entendiera el proceso constructivo y cómo los trabajadores, gracias a sus habilidades, podían fabricar con algunos materiales una silla, una mesa o soldar un perfil.

BC. Les estaban enseñando para que pudiesen hacer cosas por sí solos.

ML. Sí, y se buscaba que los muchachos viendo esto tomaran una herramienta y lo aplicaran. Fue una experiencia riquísima, diferente a las exposiciones de hoy en día. Además, queríamos que respetaran a la gente que trabaja en esto. Que vieran que un objeto antes de tomar una forma tiene su origen gracias a la habilidad de un maestro, eso era un propósito deliberado. Porque claro, ir a ver la exposición de los planos o del concurso internacional obviamente no lograba mayor participación.

Es cierto que también era legítimo mostrar los planos, pero eso es más especializado. Los profesores también estaban involucrados en el proceso, llegaban cursos completos y ellos mismos coordinaban los buses para que los trajeran.


Figura 10
Trabajadores de la construcción realizando una demostración en Pabellón de la Industria Nacional.
Fuente: banco de fotos Centro de Documentación Instituto de la Vivienda Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile, colección VIEXPO.


Figura 11
Aviso Concurso de Inventos e Ideas Carlos Cortés.
Fuente: Diario La Nación 27 de agosto, 1972.

BC. En las imágenes de los stands nacionales e internacionales se puede observar que no solo se muestra el producto terminado, sino que hay mucho énfasis en el proceso, incluso desde la extracción de la materia prima. Esta visibilización de lo que implica la construcción de vivienda también se manifiesta en las revistas de la época, como AUCA o la Revista de la Construcción. ¿Por qué eran procesos tan relevantes en ese entonces?

ML. Una línea general que inspiraba el gobierno era el impulso a la industrialización nacional con el objeto de librarla de la importación de los productos terminados. Por eso, en la VIEXPO pusimos énfasis en eso. Para nosotros era un éxito ir logrando cada vez más la sustitución de importaciones. Además, era muy bonito, porque esto inspiró tanto a los propietarios de las empresas, como a los trabajadores para mostrar los avances que estaban logrando, desarrollando productos que hasta hace muy poco teníamos que importarlos. Eso fue incentivado conscientemente y era parte de nuestra política.

BC. Lamentablemente la VIEXPO no tuvo mayor repercusión tras su realización dado el contexto político que se vivió posteriormente. Como bien sabes, tras el golpe militar existió lo que se llamó el “apagón cultural” debido a la represión y el control sobre las organizaciones culturales. Pasados algunos años de dictadura se reabrieron algunos espacios. Por ejemplo, se le permite al Colegio de Arquitectos la Primera Bienal de Arquitectura en 1977 que persiste o resiste hasta el día de hoy. ¿Cómo percibes el rol de las bienales en Chile en relación al problema de la vivienda?

ML. A pesar de que las primeras bienales me las perdí, porque estaba en el exilio, conocí las primeras exposiciones por lo que me enviaban por carta. Valorizo mucho la primera bienal que dirigió Cristián Fernández, con su texto introductorio muy interesante, en el marco de la dictadura, en el cual deslizó las limitaciones que existían para hablar libremente de arquitectura. Las primeras bienales realizadas en el periodo de la dictadura no pudieron tocar el drama que significaba el alto déficit habitacional.

BC. ¿Y entonces el tema de la vivienda desapareció de la discusión?

ML. Sí, claro, muchas de ellas muestran en general exquisiteces. Se fueron prostituyendo, olvidándose de lo que ocurría en Chile. El tema de la vivienda no tuvo más lugar, mostrando soluciones destinadas al barrio alto, obras de equipamiento, los ‘malls’, etc. Absolutamente fuera del contexto país.

La ausencia de la vivienda como tema central de las exhibiciones de arquitectura, ya sean bienales o eventos independientes, resulta insólita considerando las constantes dificultades del país en este ámbito. El déficit habitacional ha aumentado de manera exponencial durante los últimos años, precarizando las condiciones de vida de alrededor 650.000 familias. Mientras tanto, observamos cómo las últimas exhibiciones han preferido desviar la mirada, con propuestas más escenográficas que educativas o informativas, que representan la arquitectura como objeto, en vez de pensarla como verbo o acción.

Pero hubo un tiempo en que la vivienda fue prioridad. Fue un periodo en el que se requería aunar esfuerzos para saldar el déficit habitacional que dejó la posguerra y la migración campo-ciudad, como también para afianzar a la población con narrativas comunes. Para ello, la vivienda emergió como un elemento articulador de diversas voces y necesidades. La exhibición de vivienda9, por tanto, se volvió una herramienta indiscutible para informar, educar y transmitir qué supone una experiencia moderna de habitar, incluyendo referencias técnicas y estéticas, tanto globales como locales. La VIEXPO 72 sin duda alguna corresponde a uno de estos espacios. Logró integrar a las diferentes voces que inciden en la planificación habitacional: familias, trabajadores de la construcción, empresarios, arquitectos, sociólogos y políticos, y construyó un relato de cómo pensar y hacer vivienda utilizando referencias internacionales, pero también el gran capital humano de Chile en ese entonces.

Agradecimientos

Mis más sinceros agradecimientos a Sandra Rivera y Katia Venegas por el acceso al material original, y la labor de digitalización de documentos y fotografías de la colección VIEXPO. También a Francesca Coeffé por la transcripción de la entrevista y traducción del discurso inaugural del presidente Salvador Allende en el Encuentro Internacional de la Vivienda.

Referencias bibliográficas

Allende, S. (1972). The words of the Republic's President, comrade Salvador Allende Gossens, in the inaugural session of the International Housing Seminar [manuscrito]. Biblioteca Digital Universidad de Chile. https://www.bibliotecadigital.uchile.cl/permalink/56UDC_INST/25canv/alma991007710065103936

Caramellino, G. y Dadour, S. (2020). The housing project. Leuven University Press.

Eliash, H. y Moreno, M. (1989). De la modernidad importada a la apropiación de la modernidad. En Arquitectura y modernidad en Chile 1925-1965: una realidad múltiple (pp. 44-83). Universidad Católica de Chile.

Exposición y encuentro internacional de la vivienda. (1972). AUCA, (23), 29-31. https://revistaauca.uchile.cl/index.php/AUCA/article/view/59333/62805

Maulén, D. (2022). El arquitecto Miguel Lawner y los ecos de la Bauhaus estatal de la República de Weimar. En R. Greene (Ed.), Lawner (pp. 77-89). Bifurcaciones.

Millán, R. (2012, 1-4 de agosto). Operación sitio a cuatro décadas de su constitución. Programas y políticas de mejoramiento urbano en áreas pericentrales del Gran Santiago [Presentación]. II ISA Forum of Sociology Social Justice and Democratization, Buenos Aires, Argentina.

Molano Camargo, F. (2016). El derecho a la ciudad: De Henri Lefebvre a los análisis sobre la ciudad capitalista contemporánea. Folios: Revista de la Facultad de Humanidades, (44), 3-19. https://doi.org/10.17227/01234870.44folios3.19

Pérez, S. y Portal, F. (2022). VIEXPO: Metodología e historia para una pedagogía urbana. En R. Greene (Ed.), Lawner (pp. 156-173). Bifurcaciones.

Primer Encuentro y Exposición Internacional de la Vivienda VIEXPO. Chile 72. (1972). (sin editorial).

Quintana, F. (2014). Urbanizando con tiza. Revista ARQ, (86), 30-43. https://doi.org/10.4067/S0717-69962014000100005

Schapira, A. (2009). Crónica cincuentenaria: Oficina SEA. Schapira Eskenazi Arquitectos, 1950-2000. Schapira Eskenazi Arquitectos.

Schwartz, Y. (1967). Casa Schwartz. AUCA, (9), 55-60. https://revistaauca.uchile.cl/index.php/AUCA/article/view/58946

Notas

1 Relata el arquitecto Abraham Schapira que tras aceptar la jefatura del Taller de Fomento y Estudio Habitacional de la Corporación de la Vivienda -una sección dedicada al estudio de nuevas tipologías de vivienda social- pensó: “nuestro país tiene, en este terreno, un desarrollo pionero en América Latina, pero está aislado del mundo y apenas se conoce” (Schapira, 2009, p. 65). Es entonces que plantea la organización de la exposición, considerando también que el contexto político chileno de aquellos días también concitaba un interés “planetario”.
2 Esta entrevista se realizó en el marco del proyecto de investigación “Puesta en valor de la colección VIEXPO”, cuyo objetivo es delimitar y definir la acción de este evento para su posterior discusión e interpretación en relación a los conceptos de curatoría y medios, junto al Curatorial Research Collective, programa doctoral de TU/e Eindhoven, Países Bajos. Este proyecto fue financiado por Becas Santander de Movilidad Internacional Profesores 2022 y el Programa Ayuda de Viajes 2022 de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Chile.
3 Se realizó una entrevista semi-estructurada utilizando la técnica de photo-elicitation, que permite acceder a recuerdos más profundos y guiar la construcción de una narrativa entre preguntas, imágenes y memorias.
4 Tal como explica el sociólogo Rodrigo Millán (2012), durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970) se crea el programa habitacional “Operación Sitio” (1965), cuyo objetivo era entregar a las familias loteos semi-urbanizados -en general de 9x18 metros- en los cuales ellas podían auto-construir sus viviendas. Como indica Francisco Quintana (2014), dos años después este programa se complementó con el “Plan de Ahorro Popular” que permitió que las familias, gracias al ingreso al sistema financiero y el ahorro, pudieran acceder a un terreno haciéndose propietarias.
5 Extracto del discurso inaugural del presidente Salvador Allende, traducción de la autora (“The words of the Republic's President”, 1972, p. 5). Se puede encontrar un plano y una elevación de esta exhibición en Eliash y Moreno, 1989, p. 54.
6 Si bien el concepto de “derecho a la ciudad” fue definido por Henri Lefebvre en 1967 en un ensayo titulado El derecho a la ciudad, pasaron un par de años para que se tradujera al español. Como menciona Molano Camargo (2016), el pensamiento de Lefebvre tuvo en sus primeros años un reconocimiento oscilante en Latinoamérica y los países anglosajones, derivado no solo de las barreras idiomáticas, sino que también por la preeminencia de otros teóricos de la cuestión urbana. El enfoque propuesto por Lefebvre posiciona al habitante -y sobre todo la clase obrera, comúnmente expulsada a la periferia- como principal creador de la renovación urbana. Esta postura busca una alternativa a la despolitización y mercantilización de la ciudad moderna, promovida tanto por el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), como por los Estados modernos.
7 La mención a la casa diseñada y habitada por la arquitecta Yolanda Schwartz refiere no solo a sus similitudes estéticas con respecto a lo presentado en la VIEXPO, sino que además busca una conexión generacional y política con el entrevistado. Schwartz es coetánea a Lawner, ambos estudiaron arquitectura en la Universidad de Chile, fueron parte del partido comunista y participaron de la Revista AUCA. Schwartz fue parte de la CORVI y, luego, durante el Gobierno de la Unidad Popular, del Ministerio de Vivienda, razón por la cual colaboró activamente en la exhibición. En la Revista AUCA se puede encontrar un texto escrito por Yolanda Schwartz en el cual explica los principales aspectos que determinaron el diseño de su casa (Schwartz, 1967, pp. 55-60).
8 Luis Manzano Cabello (1906-1984), fue un artista dedicado al trabajo con fibra de mimbre, con el cual realizaba figuras animales. Los “peces de mimbre” de Manzanito fueron instalados en el comedor del edificio UNCTAD III. Sin embargo, tras el Golpe de Estado y la Dictadura tanto esta obra como otras desaparecieron. Hoy una réplica realizada por Julio Rodríguez se encuentra suspendida en el patio central del Centro Cultural Gabriela Mistral.
9 El libro “The Housing Project” (Caramellino y Dadour, 2020) sugiere que las exhibiciones de vivienda son un género singular. Las investigaciones recabadas en esta publicación dan cuenta de una variedad de formatos y estrategias curatoriales utilizadas en el siglo veinte en las exposiciones de vivienda en Europa y Estados Unidos. Las autoras argumentan que, a pesar de los diferentes contextos, estas muestras participan de la construcción de la domesticidad, los modelos sociales, las políticas y los discursos de la arquitectura y la planificación urbana.


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