Editorial
La ciudad neoliberal y sus pasados presentes: Un diálogo Sur-Sur
The Neoliberal City and its Past and Present: A South-South Dialogue
Este dossier nace de la convicción compartida por sus editoras y editor que, para comprender las formas de habitar la ciudad actual, con sus dinámicas y sus lógicas socioespaciales, sus tensiones y conflictos visibles e invisibles, en el espacio público y privado, se vuelve necesario abordarlas desde sus dimensiones cotidianas. A partir de esta premisa, buscamos reunir investigaciones en torno a la pregunta por los espacios vividos. Es decir, trabajos que privilegian la exploración del espacio de las prácticas y las interrelaciones sociales, subjetivas y emocionales cotidianas, con sus cargas simbólicas, valóricas y sus relaciones de poder (Lefebvre, 1974; Massey, 2005), las cuales se despliegan en el espacio material y sirven de sustento para su reproducción. Por un lado, se parte de la idea que las dimensiones materiales del espacio son sustentadas y formadas desde imaginarios, valores, emociones y subjetividades (Davidson et al., 2007, 2011; Highmore, 2011), y se propone, por lo tanto, pensar las dimensiones inmateriales de las materialidades que nos rodean (Anderson y Harrison, 2010). Por otro lado, se invita a pensar estas realidades socio-materiales y subjetivas como el resultado de una superposición permanente entre diversas temporalidades. Lo cotidiano se vive en el presente, pero siempre también con una mirada hacia el pasado y otra hacia el futuro. Como se ha señalado antes, el espacio es el soporte de la construcción de memorias (Certeau, 2000; Halbwachs, 1950; Massey, 1995), de la rememoración (Ricoeur, 2000), así como también de la imaginación de futuros que los seres humanos hacen para ampliar sus horizontes (Appadurai, 2016; Oldfield y Tucker, 2019). En consecuencia, reflexionar sobre lo cotidiano requiere, a la vez, indagar en el entrecruce de materialidades e inmaterialidades, e interpretar los pasados, presentes y futuros que proveen de sentido a un mismo lugar.
Partir de esta concepción del espacio invita a buscar comprender los tejidos de vivencias y sus significados, que sostienen acciones, prácticas, actitudes y decisiones en la ciudad contemporánea. Implica también visibilizar distintas capas de sentidos y de emociones, que hacen posible una aproximación a las tensiones y relaciones desiguales de poder que se expresan espacialmente (Colin et al., 2023; Pérez y Gregorio, 2020). En resumen, este número busca hacer emerger otras narrativas, historias y memorias sobre la ciudad actual, dando voz a aquellas y aquellos que han sido invisibilizados del paisaje urbano hegemónico. En este marco, habitar lo cotidiano será pensado como un proceso y una experiencia dinámica de deconstrucción y reconstrucción de un ser en el mundo (Berque, 2000; Tuan, 1974), es decir, de una ontología territorial (Escobar, 2014) como conjunto de prácticas socioespaciales y emocionales (Skewes et al., 2017) que nos permite comprender y significar nuestros entornos y existencias.
Esta reflexión se basa en estudios de caso en ciudades y territorios del Sur Global, que se caracterizan por sus organizaciones y estructuras locales, pero también por estar en diálogo con flujos y dinámicas externas referidas a la extensión de la globalización económica y cultural. Independientemente de su tamaño y número de habitantes, estas ciudades se (re)producen en base a lógicas y políticas urbanas de carácter neoliberal. En la literatura de los estudios urbanos, el término “ciudad neoliberal” designa y define la ciudad como un espacio de producción, reproducción y acumulación del capital (Harvey, 1990), fomentado por políticas aplicadas a escalas múltiples (Hidalgo y Janoschka, 2014). Estas políticas son basadas, por un lado, en la desregulación de los mercados y el retiro del Estado y, por otro lado, en la financiarización de la economía, la especulación y la plusvalía urbana (Daher, 2013; López-Morales et al., 2012; Mattos, 2010). Son ciudades y territorios (re)productores de desigualdades, de segregaciones y de fragmentaciones socioespaciales (Caprón y González, 2006). En el escenario actual de profundización de estas lógicas neoliberales, el dossier plantea la necesidad de aportar miradas atentas a la interseccionalidad para comprender la afectación diferenciada de mujeres, indígenas, migrantes y otros grupos históricamente excluidos (Pérez y Gregorio, 2020).
La ciudad neoliberal se caracteriza también por sus lógicas destructivas-creativas (Harvey, 1990) que se expresan en particular a través de la presión inmobiliaria, la renovación urbana, y la destrucción de barrios para su reconstrucción bajo una lógica verticalista, generando cambios no solamente materiales, sino también en las estructuras socio-demográficas y culturales de los barrios. En este dossier, planteamos que estos cambios a veces brutales, ofrecen un contexto privilegiado para estudiar los pasados y sus roles en la (re)construcción de prácticas, emociones y sentidos de pertenencia en el presente y hacia el futuro. La desterritorialización (Haesbaert, 2011), por individualización y desarraigo social sería a la vez un motor y un resultado de la sociedad neoliberal actual. En este contexto, partiendo de la idea que las y los habitantes pueden experimentar un desplazamiento sin moverse o cambiar de lugar de residencia debido a las transformaciones vividas en su propio barrio (Colin, 2021; Lewis y May, 2020; May, 2017), interesará indagar el papel que juegan las memorias en la reconstrucción de un sentido de pertenencia y en la resignificación de lugares, prácticas y comportamientos en la ciudad (Bennett, 2015; Degnen, 2016; Lewis, 2016). En este contexto destructor de vínculos y tejidos sociales, las memorias se vuelven cada vez más, elementos claves para significar y dar un sentido colectivo al entorno y a la existencia.
Por otra parte, las ciudades actuales neoliberales son también escenarios globales por cuanto dan sustento y son producto de los flujos migratorios nacionales e internacionales. La movilidad humana generalizada, sea elegida o impuesta, reconfigura los espacios vividos y pone en relación escalas múltiples a nivel local, nacional y transnacional. La intensificación y diversificación de los procesos migratorios dentro y entre las ciudades y países del mundo, influye en las formas de habitar y de pensar este habitar a escala local, así como también en las formas de relacionarnos, de construir y de representar espacialmente una identidad nacional, para otros y para nosotros mismos (Pinto Baleisan et al., 2022). Como lo señalan teóricas feministas (Ahmed et al., 2020), el hogar no es algo que se deja atrás, se trata por el contrario de un proceso, el hogar se construye desde el presente, pero mirando hacia el pasado y al futuro. En este dossier, interesará por lo tanto conocer experiencias de reconstrucción de lo propio en diálogo con aquello que resulta todavía desconocido, el habitar en contextos vinculados a la migración, así como a la desposesión territorial y al desplazamiento de poblaciones en distintas escalas.
Desde una reflexión sobre el rol de los pasados en la conformación de territorios y de territorialidades en el presente y hacia el futuro, el dossier invita a pensar estos procesos más allá de la clásica dicotomía entre personas móviles (migrantes nacionales e internacionales) y personas inmóviles (pertenecientes a familias establecidas) (Elias y Scotson, 1965). En este sentido, las experiencias emocionales asociadas a los cambios y desplazamientos pueden ser pensadas como un fenómeno compartido por el conjunto de habitantes de las ciudades contemporáneas. En la ciudad neoliberal global, mientras las personas establecidas en su barrio viven un desplazamiento temporal debido a las transformaciones sociomateriales de sus entornos, las personas móviles viven un desplazamiento espacial por el hecho de cambiar de lugar donde se anclan sus vivencias. En ambos casos, la reconstrucción del hogar y la resignificación de sus lugares se expresan en la cotidianidad.
En suma, la ciudad neoliberal en sus formas materiales y simbólicas se construye en base a distintos lugares que producen afinidades y afectividades en el espacio urbano. Efímeros, íntimos, cotidianos, o bien emblemáticos y públicos, pero siempre concretos, estos lugares traen tiempos pasados al presente, están cargados de emociones contradictorias y dejan entrever complejas relaciones de poder, incluyendo la disputa por la generación y la apropiación de plusvalía. El peso del mercado como elemento determinante en el diseño urbano, suele imperar por sobre la necesidad de rescatar pasados. En este marco, aquellos habitantes establecidos en la ciudad y aquellos más recientes o migrantes, defienden o se apropian, reinterpretan, y resignifican estos pasados presentes, otorgando un poder imaginativo a la ciudad, generando a veces cohesión, en otras ocasiones tensiones y conflictos. Estas presencias materiales y simbólicas de pasados son claves para la comprensión de las formas de habitar y vivir la ciudad.
Para abordar estos procesos y experiencias, el dossier se centra en la idea de “pasados presentes” para estudiar los objetos, las prácticas, las ideas y los pensamientos que, si bien se desarrollan y existen en el presente, refieren a tiempos pasados, recientes o lejanos (Huyssen, 2003; Oldfield et al., 2020; Palacios, 2018). Son todos estos elementos materiales e inmateriales, a veces olvidados, que reactualizan recuerdos pasados y provocan sentimientos y emociones. Activadores de reminiscencias u objetos de prácticas de rememoración, estos pasados presentes y las emociones que conllevan, sirven de recurso para reflexionar sobre el presente y proyectarse hacia el futuro. Estos fantasmas o aparecidos del pasado, para retomar la expresión de Certeau (2000), son claves para comprender la textura urbana desde vivencias y significaciones cotidianas y para abordar las discontinuidades temporales y espaciales de nuestras vidas marcadas y enmarcadas en la ciudad neoliberal global.
Partiendo de estas consideraciones, este dossier reúne trabajos originales que se interesan en distintas expresiones territoriales de pasados presentes, cuyo estudio es clave para comprender las dinámicas sociales, así como también los vínculos emocionales, las interrelaciones subjetivas y las prácticas que hacen y sostienen la (re)producción del espacio urbano actual. Además de caracterizar y describir estas formas pasadas en el presente, los artículos develan tensiones y conflictos intrínsecamente vinculados a relaciones de poder que se arraigan y se concretan en la cotidianidad neoliberal global. Centrándose en casos de estudio ubicados en Chile y en Sudáfrica, los trabajos discuten realidades que permiten la construcción de propuestas que van más allá de sus marcos territoriales de origen. En este contexto, el dossier aporta conocimientos sobre problemáticas, que develan pasados presentes específicos y su rol en la (re)producción de los espacios cotidianos urbanos actuales.
Interesarse en los espacios vividos cotidianos y en los roles de los pasados presentes en sus configuraciones y su (re)producción, hace posible la visibilización y el estudio de otras formas de vivir y habitar el espacio que no correspondería a los valores, los sentidos y los significados promovidos por el modelo neoliberal hegemónico. En este sentido, los distintos trabajos que componen este dossier evidencian la existencia de otras ontologías territoriales u otros “territorios-cuerpos” para retomar la idea de Haesbaert (2020). Se revelan así formas de resistencia contra el sistema dominante, que las y los autores definen según los estudios de casos como neoliberal, patriarcal y/o colonial. Estas formas ontológicas contra hegemónicas se expresan en diversas formas de habitar, en objetos, territorios, prácticas y discursos, pero siempre se vinculan con memorias subalternas (Jelin, 2002; Legg, 2005), que siguen vivas en el presente y que pueden influir en comportamientos, prácticas y relaciones de poder. En este marco, estudiar lo cotidiano evidencia los habitares contrahegemónicos y las resistencias que implican y que se expresan de diferentes formas y a diferentes escalas.
El dossier presenta trabajos que develan y analizan críticamente situaciones de desigualdad que se expresan a través, tanto de prácticas en/hacia el espacio vivido cotidianamente, como de las formas de narrar y apropiarse de las historias asociadas con estas cotidianidades. En este sentido, hablar y visibilizar estos espacios de la cotidianidad y sus historias hace posible una relativización de la jerarquía de los tiempos que, según Rancière (2018), se establece entre aquellas personas que tienen (y hacen) el tiempo y aquellas que lo viven. En este marco, se evidencia cómo el reconocimiento de las raíces pasadas de estas desigualdades y de su (re)producción podría ser una primera etapa importante en la reparación material, pero también y sobre todo moral, simbólica y emocional de los grupos oprimidos.
La mirada de lo cotidiano en la ciudad invita a dar voz a mujeres para indagar en sus prácticas de habitar. Siendo construidas simbólicamente a través de atributos de feminidad y cuidado, en oposición a lo masculino, lo público y lo político, los espacios habitados por mujeres se caracterizan por la intimidad y la cercanía, como podrían ser la casa o el barrio (Mcdowell, 2000). Planteamos aquí que las mujeres desde estos y otros espacios reproducen y crean también las ciudades. Por mucho tiempo, a las mujeres se les ha privado y restringido el habitar en el espacio público, esta prohibición se ha fundado en el temor por la integridad de sus cuerpos, y justificado en la necesidad de protección. Desde una geografía de género tradicional se entiende que el espacio de lo público es el espacio masculino por excelencia: patriarcal, regulado por reglas contractuales, por el mercado, donde los hombres son por excelencia habitantes de la ciudad, en el día y en la noche (Pérez y Gregorio, 2020; Soto, 2018). Sin embargo, autoras feministas (Federici, 2003; Smith, 1987), nos invitan a mirar la ciudad desde otro lugar, desde lo cotidiano y desde la reproducción de la vida y la fuerza de trabajo. Ello nos lleva a reconocer cómo las mujeres ejerciendo roles de madres, cuidadoras, y trabajadoras viven la ciudad (Nuñez, 1993), habitando plazas, calles y barrios, así como mercados, escuelas u hospitales, y cómo en ese habitar que produce la vida, las mujeres (re)producen estos espacios con diferentes márgenes de libertad.
Hablar de la reproducción de la ciudad, requiere situarnos también en los espacios urbanos informales de las ciudades del Sur global, es decir espacios donde se levantan viviendas livianas que se van progresivamente consolidando y estableciendo en el paisaje urbano. Estamos pensando en la ciudad que se produce estirándose desde y hacia sus márgenes, ello nos obliga a ampliar aún más la mirada hacia las luchas de las mujeres por su derecho a la vivienda y la intimidad. Luchas que se aprenden y legitiman en las historias y biografías familiares, cuántas de las mujeres que hoy gestionan el derecho a la vivienda y a la ciudad han sido testigos de estas mismas luchas entre sus madres y abuelas. Las mujeres han sido actoras fundamentales de la lucha por una vivienda digna. En este marco, no solo defienden la tierra en la que levantan frágiles cobijos, sino además gestionan los derechos de sus comunidades a la vivienda y la ciudad, y a través de una pluralidad de organizaciones de base, en los municipios, interpelando a las autoridades locales. En ese accionar, las mujeres también crean la ciudad desde sus bordes y resisten la producción neoliberal de las ciudades del Sur Global (D’Alençon et al., 2018).
En los años sesenta, Lefebvre (1968) propone la idea de derecho a la ciudad para plantear la necesidad de pensar la producción de la ciudad en base a su valor de uso y no en su valor de cambio. En esta línea, invita a pensar la ciudad desde la forma en que las y los habitantes plasman sus deseos y sueños en ella. En los últimos años, pasamos de una concepción utopista del futuro basada en una ideología desarrollista a una concepción distópica basada en la idea de una felicidad y de un progreso inalcanzable (Bauman, 2017). El cuestionamiento hacia las ideas de progreso y de desarrollo tuvieron como consecuencia una crítica más amplia hacia la ciudad como lugar inhabitable y lugar de la inestabilidad y del riesgo. Sin embargo, según Lefebvre (1968, 1974), la habitabilidad de la ciudad nace de su capacidad para favorecer las proyecciones y las esperanzas de sus habitantes. Es en este mismo sentido que el dossier sugiere que la ciudad debería ser pensada desde su rol de soporte del devenir psíquico de sus habitantes y soporte de su conciencia imaginativa (Bachelard, 1960). Para eso, se plantea la necesidad de estudiar y comprender los pasados presentes como soporte y recurso para proyectar futuros.
Por otra parte, analizar deseos, esperanzas y proyecciones del habitar cotidiano contribuye a comprender la coproducción de las ciudades desde una pluralidad de voces. Aquellas menos escuchadas, disponen de un potencial transformador, pues permiten tomar conciencia de las experiencias de discriminación y desigualdad para abrir posibilidades de cambio. Las urbes no se agotan entonces en ideales de futuro de modernidad y civilización, invitan al contrario al despliegue de las culturas en devenir e íntimas de quienes habitan en ellas. Es por eso que planteamos que los pasados presentes en la ciudad actual hacen posible un estudio de las utopías/distopías asociadas con las imaginaciones de futuro (Appadurai, 2016). Los pasados y memorias vivas explican nuestras formas de pensar el devenir. Apropiados y (re)significados, estos pasados presentes sirven a la construcción de las y los sujetos, para situarse y proyectarse en los cambios socio urbanos y de sociedad. En esta línea, pueden servir de hitos, testimonios o símbolos, que permiten a las y los habitantes transitar y dar sentido a su vida cotidiana frente a los cambios que observan y/o buscan generar.
La compilación de artículos aborda los debates y discusiones acerca del reconocimiento y del estudio de los pasados presentes y de sus roles poco visibilizados en la producción de la ciudad neoliberal. Cinco textos se basan en estudios de caso que se enmarcan en Chile y uno aborda un caso en Johannesburgo, Sudáfrica. Sin embargo, más allá de los estudios de caso, estos artículos se interesan y evidencian procesos y lógicas socioespaciales y vivencias que sitúan su perspectiva en el estudio de formas pasadas presentes. Desde experiencias y situaciones vividas en la cotidianidad neoliberal, muestran cómo estos pasados presentes se pueden estudiar como (re)productores de tensiones temporales y socioemocionales que permiten explicar acciones, comportamientos y prácticas de resistencia en las ciudades y los territorios actuales.
De la convocatoria, recibimos un total de 28 artículos. La mayoría provenía de estudios de caso situados en ciudades latinoamericanas. Aquí, nuestra primera selección no se centró en el contexto o localización del estudio, sino más bien en la forma en que se abordó el estudio de pasados presentes, así como en el tipo de vivencias y de procesos socioespaciales y emocionales develados a través del análisis. Los trabajos preseleccionados pasaron por un importante y exhaustivo proceso de revisión de pares ciegos, lo cual permitió orientar la conformación de este dossier a través de seis trabajos finales, que presentamos a continuación.
El trabajo “Entramando cuerpos, hogares y territorios: Exploraciones sobre el deshacer hogar de mujeres chaiteninas” de Laís Pinto de Carvalho, Héctor Berroeta, Esteban Silva Peñaloza y Elisa Tironi Rodó, nos invita a pensar el proceso y la experiencia de deshacer hogar, desde los relatos de mujeres de Chaitén, comuna en el sur de Chile que fue afectada por la erupción del volcán epónimo. Abordando el deshacer hogar como un movimiento dinámico, las y los autores evidencian cómo el orden neoliberal colonial-patriarcal atraviesa cuerpos y territorios e influye en las formas de pensar el hogar y los vínculos con otros. Aportando en lo teórico a diferenciar la acción de reconstruir de aquella de recuperar, el artículo pone en evidencia la importancia de pensar el habitar y su devenir en términos de vínculos sociales y emocionales, y no solamente considerando el entorno o las comodidades materiales. El equipo de autores se basa en los relatos de mujeres cuyo hogar ha sido desplazado en Puerto Montt después del desastre y de mujeres que pudieron retornar a vivir en Chaitén. En ambos casos, quedan en evidencia los choques y las tensiones emocionales vividas al momento de buscar hacer hogar. Tensiones y choques en relación con recuerdos de habitares pasados en el presente y que siempre se producen en una relación tensionada con el orden y la planificación neoliberal colonial-patriarcal.
En otro contexto, el artículo “Ensamblajes de las memorias generizadas en la rearticulación del movimiento de pobladores/as de Chile”, de Omaira Catherine Arboleda Velásquez, se interesa en las movilizaciones actuales por la vivienda y por la ciudad y sus (dis)continuidades y rearticulaciones con el “Movimiento de pobladores”. A partir del caso del Movimiento Ukamau, en la comuna de Estación Central en la Región Metropolitana de Santiago de Chile, la autora analiza la construcción de las memorias intergeneracionales y generizadas de las mujeres participantes y discute cómo las significaciones de experiencias pasadas y presentes se articulan con sus procesos de subjetivación política. Con la noción de ensamblajes de las memorias, este trabajo evidencia los entrecruces entre memorias individuales y colectivas, experiencias presentes y pasadas, cotidianidades y procesos históricos, los que implican decisiones acerca de participar o no en las luchas por una vivienda digna.
En ambos artículos, se invita a reflexionar sobre ontologías territoriales de resistencia y formas de pensar la ciudad y su producción, desde una perspectiva de género, para participar de la construcción de un pensamiento hacia un devenir urbano más cercano a las realidades cotidianas de sus habitantes. Esta preocupación es compartida también en el artículo “Coexistencia de urbanidades más allá de la planificación moderna. Resistencias y disputas mapuche en la Araucanía urbana”, de Walter Imilan, Pablo Mansilla-Quiñones, Victor Lemun, Jaime Cuyanao, y Ana Millaleo. Desde un trabajo crítico respecto a la expansión urbana sobre las comunidades Mapuche en Araucanía (Chile), los autores plantean la idea de coexistencia de ontologías territoriales, como alternativa para pensar una salida al conflicto actual que se ejerce en esta región de Chile entre Estado, privados y comunidades Mapuche. Basado en un trabajo colaborativo en la comunidad Indígena Ignacia Ñecurrai en la comuna de Padre Las Casas, se interesan en las tensiones y conflictos entre la producción urbana neoliberal y la forma de existir y de relacionarse al territorio de esta comunidad.
En la misma línea, esta tensión entre formas de existir en el espacio-tiempo se evidencia en el artículo “Propiedad y performance en la metrópoli neoliberal: comodatos y asociaciones mapuche en Santiago, Chile”, de Matthew Wellington Caulkins. A partir del caso de rukas (casas ancestrales Mapuche) en Santiago de Chile, el autor cuestiona las performatividades y la movilización de memorias como acciones y prácticas sobre las cuales se apoyan las poblaciones Mapuche para reivindicar tierras urbanas en la metrópoli santiaguina. Comodatos otorgados por el Estado a asociaciones Mapuche, estos lugares “fuera de lugar” (Said, 1999) en la ciudad neoliberal sirven de sede cultural para performar y reinterpretar memorias asociadas con los tiempos ancestrales y con la idea de despojo. En este marco, el autor cuestiona cómo en la ciudad se concibe/construye la idea de propiedad asociada con la ruka por parte de las comunidades Mapuche y de los servicios del Estado a los cuales pertenecen estos terrenos. Mientras las instituciones reproducen lógicas neoliberales de inversiones en sus terrenos mediante el otorgamiento de comodatos, el establecimiento de una ruka significa para las asociaciones Mapuche reconstruir una identidad en un lugar otro de la tierra ancestral. Como en los demás artículos, estudiar estos lugares y las performatividades e identidades que les hacen vivir, participa de la visibilización de reivindicaciones silenciosas (en este caso indígenas) y de los choques y tensiones que provocan al momento de encontrarse con las lógicas neoliberales dominantes.
Por otra parte, el artículo “Manifiesto invisible: hacia una relectura de la vida (micro)urbana de Valdivia. Atlas de algunas prácticas espaciales contrahegemónicas” de Leonardo Norman Agurto Venegas, Cristóbal Riffo G., y Maritza Cristina García, contribuye a pensar otra ciudad desde espacios sociales cuyas dinámicas y vivencias pasadas y presentes divergen de la imagen y de la simbolización impuesta por las lógicas neoliberales hegemónicas. A partir del caso de Valdivia, los autores se interesan en los lugares y las prácticas que definen como “contra hegemónicas” por su carácter disruptivo en una ciudad cuya imagen fue construida para el desarrollo turístico. En este sentido, el trabajo ofrece otras narrativas espaciales y memoriales acerca de esta urbe a partir de una experiencia de trabajo colectivo, un atlas de las prácticas y de los lugares contra-hegemónicos de la ciudad. La idea de ir en contra de la “invisibilización” está en el corazón de este trabajo y, desde esta perspectiva, dialoga con los otros textos acerca de cómo dar visibilidad a lo invisible por/en un contexto tensionado y dominado por lógicas y políticas productoraes del olvido.
Finalmente, el artículo “Claiming Space: A case study of Ndebele Zimbabwean Migrants’ Music in Johannesburg” de Duduzile Sakhelene Ndlovu, se acerca a la problemática de hacer hogar entre comunidades migrantes de Zimbabue en la ciudad de Johannesburgo, en contextos de violencia, xenofobia y desempleo. En este marco, se interesa en el rol de la música de los migrantes y de los lugares desde los que se hace música, en esta reconstrucción memorial e identitaria en otro lugar. Al igual que las rukas en Santiago de Chile, los lugares en los cuales se comparte y se escucha música migrante sirven de recurso para reivindicar un derecho a la ciudad; a esta y a otras ciudades, a la vez que rememoran la violencia de la esclavitud y del colonialismo. Tanto en las letras de las canciones como en las performances que acompañan el canto, las comunidades zimbabuenses en Johannesburgo buscan construir y dar un sentido a su entorno y al hecho de afirmar una pertenencia. También, apelan a una historia política de violencia post independencia, a la pérdida de miles de vidas durante el Gukurahundi, un conflicto interétnico que ocurrió en los años ochenta en Zimbabue y que cobra relevancia y señala la persistente continuidad de la violencia vivida en el presente, al buscar hacer hogar en otro lugar. Estos pasados dolorosos emergen así de las letras de estas canciones migrantes, y se hacen presentes para apoyar sus reivindicaciones locales y globales y para mantener su memoria colectiva viva. A través de este artículo, la autora evidencia cómo estas identidades desafían las jerarquías globales racializadas, que no incluyen a los migrantes en su geometría del poder.
El conjunto de los textos aporta una lectura complementaria y contribuye en la comprensión de las dinámicas y de las experiencias subjetivas y emocionales de la ciudad actual. Por medio del estudio de pasados presentes en la ciudad neoliberal global actual, el dossier invita a pensar los procesos socioespaciales, así como también las prácticas y los comportamientos socioculturales desde las miradas y las voces de actores en ocasiones invisibilizados, pero que participan plenamente de estos fenómenos. Develando la complejidad de las vivencias urbanas que se despliegan entre espacialidades, temporalidades y emocionalidades tensionadas y entrelazadas, los trabajos abordan el problema de la construcción de una ontología territorial en un mundo neoliberal global en movimiento y choque permanente. A partir de sus análisis, invitan a pensar otros futuros posibles en los cuales se podría reconocer y convivir entre ontologías con espacialidades, temporalidades y emocionalidades diferenciadas. Este desafío queda abierto a otros aportes del mundo académico de los estudios urbanos como de las ciencias sociales y humanas. El presente dossier se constituye como una puerta abierta y una contribución en la construcción de un conocimiento académico contrahegemónico cuyo objetivo sería proponer otros lentes de aproximación de la ciudad y del mundo contemporáneo desde el Sur Global.