Resumen: Alteraciones estructurales y funcionales en alcoholismo son identificadas de manera usual, pero sin claridad respecto a la diferenciación de si estas son secuelas o son previas al mismo. El objetivo de la investigación fue realizar una revisión de las publicaciones de los años 2010 a 2015 respecto a la neurobiología y el funcionamiento ejecutivo desde los enfoques de secuelas y de vulnerabilidad, en PubMed, Dialnet, Elsevier y Google Scholar, con los descriptores en inglés y español secuelas o vulnerabilidad neurobiológica al alcoholismo y secuelas o vulnerabilidad en funciones ejecutivas en el alcoholismo. Se encontraron 59 artículos de los cuales 37 corresponden al modelo de secuelas y 22 al modelo de vulnerabilidad. Se evidencia incremento en los estudios que resaltan los factores de predisposición neurobiológica y neuropsicológica para el inicio de consumo de alcohol.
Palabras clave: Revisión sistemáticaRevisión sistemática,secuelas del alcoholismosecuelas del alcoholismo,vulnerabilidad al alcoholismovulnerabilidad al alcoholismo,funciones ejecutivas y alcoholfunciones ejecutivas y alcohol,neurobiología del alcoholismoneurobiología del alcoholismo.
Abstract: Structural and functional alterations are usually identified, but without clarity regarding the definition of whether they are prior to it. The objective was to review the publications of 2010 to 2015 regarding neurobiology and executive functioning from the sequel and vulnerability models, publishing in PubMed, Dialnet, Elsevier and Google Scholar, with Spanish and English descriptor: sequel or neurobiological vulnerability to alcoholism and sequelae or vulnerability in executive functions on alcoholism. We found 59 articles of which 37 correspond to sequel model and 22 to vulnerability model. It evidenced an increase in studies about neurobiological and neuropsychological predisposition for onset of alcohol consumption.
Keywords: Systematic review, sequel of alcoholism, vulnerability to alcoholism, executive functions and alcohol, neurobiology of alcoholism.
Artículos de investigación
REVISIÓN SISTEMÁTICA DE MODELOS NEUROBIOLÓGICOS Y EJECUTIVOS EN ALCOHOLISMO
SYSTEMATIC REVIEW ON NEUROBIOLOGICAL AND EXECUTIVE MODELS IN ALCOHOLISM
Recepción: 25 Octubre 2016
Aprobación: 12 Diciembre 2016
Los estudios sobre el consumo de alcohol involucran al sistema de recompensa cerebral y a las funciones ejecutivas desde dos enfoques, uno de secuelas, que tradicionalmente es conocido y documenta que el consumo crónico de alcohol altera macro y microestructuras cerebrales y a los procesos cognitivos complejos (Clerkin & Barnett, 2012; LaBrie, Ehret, Hummer, & Prenovost, 2012). El otro enfoque, en búsqueda de reconocimiento, es el de vulnerabilidad y plantea la preexistencia de una disregulación de los centros cerebrales de recompensa y de los procesos ejecutivos, favoreciendo tanto el inicio y mantenimiento del consumo de alcohol como la severidad de las secuelas (Balogh, Mayes, & Potenza, 2013; Cservenka & Nagel, 2012; Dayan, Bernard, Olliac, Mailhes, & Kermarrec, 2010).
Tanto el enfoque de secuelas como el de vulnerabilidad, han referido alteración en el sistema de recompensa, particularmente en la interconexión de estructuras que integran el sistema límbico, el mesencéfalo y la corteza cerebral (regiones prefrontales ventromedial y temporo-parietales); áreas que están relacionadas con el control del placer, la toma de decisiones, el aprendizaje y el control de los procesos motivacionales y emocionales (Bale & Vale, 2004; Crego et al., 2009; Johnson, et al., 2008; Kharitonova & Munakata, 2011; Koob, 2008; Koob, 2010; Nelson, Reuter-Lorenz, Persson, Sylvester, & Jodines, 2009).
A nivel neurotransmisor, ha sido ampliamente estudiada en el alcoholismo la dopamina, particularmente la disminución de receptores dopaminérgicos tipo D2 y D3 (Mandeville et al., 2011; Zinke, Einert, Pfenning, & Kliegel, 2012), y su interacción con otros neurotransmisores como la serotonina, el GABA y el glutamato (Buisman-Pijilman et al., 2014).
Desde el punto de vista cognitivo se resalta el papel de las funciones ejecutivas en el consumo de alcohol, particularmente la planeación, la solución de problemas, el control inhibitorio (Crean, Tapert, Minassian, MacDonald, & Mason, 2012), la toma de decisiones desventajosa (Goudriaan, Grekin, & Sher, 2007; Xiao et al., 2009) y el comportamiento de riesgo, el aprendizaje de los errores y la evaluación de las consecuencias del propio comportamiento (Clark, 2010; Finn et al., 2002; García-Moreno, Expósito, Sanhueza & Angulo, 2008; George & Koob, 2010; Lyvers & Yakimoff, 2003; Mazas et al., 2000; Monterosso et al., 2001; Squeglia, Spadoni, Infante, Myers, & Tapert, 2009).
Pese a la aparente claridad en cuanto a las estructuras macro y microneuronales implicadas tanto para el modelo de secuelas del alcoholismo como el de vulnerabilidad, se trata de dos posturas que marcan diferencias en el diagnóstico y en el abordaje terapéutico, con una mayor tendencia a quedarse en el modelo de secuelas. Esto llevó a proponer como objetivo para el presente artículo revisar los avances realizados en las publicaciones de los años 2010 a 2015 relacionadas con ambos enfoques, teniendo en cuenta la coexistencia de estos artículos en este período.
Se realizó un estudio descriptivo de tipo documental y para ello se tomaron como unidad de análisis artículos consultados a través de las bases de datos Pubmed, Dialnet, Elsevier y Google Scholar. Se utilizaron las palabras claves en español e inglés: secuelas o vulnerabilidad neurobiológica al alcoholismo y secuelas o vulnerabilidad en funciones ejecutivas en el alcoholismo. Se incluyeron todos los artículos que en su título incluían las palabras: alcohol y funciones cognitivas, alcohol y conducta, genética y alcohol, alcohol y motivación, neurotransmisores y alcohol. Adicionalmente, solo se incluyeron los artículos publicados en inglés o en español publicados durante los años 2010 a 2015.
El procedimiento seguido en la investigación consistió primero en la planificación de la revisión y para ello se definieron las palabras claves en español y en inglés, se definieron las bases de datos a consultar y se estableció un protocolo para la revisión y el registro de la información. Se clasificó la información por modelo de secuelas y modelo de vulnerabilidad y por artículos de revisión y artículos originales. La información consignada inicialmente fue: autores, año, país, tipo de artículo, objetivo, muestra, procedimiento, resultados y conclusión. Con esta información se construyeron tablas en las cuales se reporta por cada artículo: autores, año, país, tipo de artículo y principal conclusión.
Se encontraron 83 artículos, 24 de ellos fueron descartados porque, aunque incluían en el título las palabras descriptoras, en el contenido se desarrollaba otro tema. Finalmente quedaron 59 artículos, 37 de ellos sobre secuelas y 22 de vulnerabilidad. En la siguiente tabla se encuentran las frecuencias por enfoque, área de experticia, tipo de artículo y tema de los artículos revisados (tabla 1).
Las siguientes figuras muestran por área de estudio las publicaciones encontradas por año, no mostrando ninguna tendencia particular (figuras 1 y 2)
En las tablas 2 a 5 se detallan cada uno de los artículos, clasificados por año, país, tipo de artículo (revisión y original) y principal conclusión obtenida en el estudio.
No se evidencian diferencias en la cantidad de artículos producidos en los años 2010 a 2015 bajo los enfoques de secuelas y vulnerabilidad, pero llama la atención que hay un progresivo aumento de artículos originales en los que se presenta el alcoholismo como un factor desencadenante de alteraciones neurobiológicas y neuropsicológicas que están desde antes de iniciar el consumo y son determinantes de las secuelas posteriores. Esto indica que antecedentes en la expresión génica, pueden en relación con las condiciones del ambiente, favorecer un endofenotipo para el alcoholismo, constituyéndose las variaciones neuroanatómicas y neuropsicológicas en una expresión de vulnerabilidad.
Al hacer la revisión de los artículos originales fundamentados en el enfoque de secuelas, se ha encontrado que varios de ellos son realizados fundamentalmente con muestras de adultos (p.e. Fortier, et al., 2014; Gorini, Roberts, & Mayfield, 2013; Heberlein, et al., 2014; Kosobud, et al., 2015), sin conocer antecedentes premórbidos al inicio de consumo de alcohol y basados en medidas generales (López-Caneda, et al., 2014; Stavro, Pelletier, & Potvin, 2013; Winward, Hanson, Bekman, Tapert, & Brown, 2014). Estos factores podrían estar relacionados con sesgos en la interpretación, y desconocimiento de lo correspondiente a un posible agravamiento de los procesos cognitivos en el alcoholismo, de lo previamente comprometido antes de su inicio.
Se ha encontrado con los estudios de vulnerabilidad, la tendencia a realizar estudios con adolescentes, a los cuales se les han tomado indicadores desde la infancia de compromiso neuroanatómico o en procesos cognitivos, particularmente las funciones ejecutivas (p. e.Claus, Ewing, Filbey, Sabbineni, & Hutchison, 2011; Morikawa, & Morrisett, 2010); indicando que el compromiso en funciones como control inhibitorio, memoria de trabajo o toma de decisiones se constituyen en favorecedores del inicio, el enganche y el mantenimiento del consumo de alcohol (Agrawal & Lynskey, 2008; Balogh, Mayes, & Potenza, 2013; Cservenka & Nagel, 2012; Dayan et al., 2010; Schumm & O'Farell, 2013).
La inclusión de adolescentes en los estudios de vulnerabilidad se relaciona con ser esta la etapa donde se tiende a iniciar el consumo de alcohol. En esta etapa se evidencian significativos cambios en estructuras subcorticales y en corteza prefrontal como pérdida de sustancia gris que favorecerá el desarrollo de múltiples conexiones (Rutherford, Mayes, & Potenza, 2010); estos cambios dependen de la expresión génica, de procesos metabólicos y de factores ambientales, los cuales conducirán a una variabilidad importante en los mecanismos de plasticidad neuronal.
Sin embargo, ante predisponentes relacionados con ambientes disfuncionales, se favorece entre otros, el consumo de sustancias, producto de alteraciones antecedentes en la regulación y maduración de estructuras frontales e hipotalámicas que los lleva a mayores facilidades para el enganche y dependencia a sustancias como el alcohol, que es una de las sustancias de inicio más frecuente en la adolescencia (Chaplin et al., 2012; Martínez-González & Verdejo-García, 2010).
En resumen, entre las regiones cerebrales que se constituyen en un factor de vulnerabilidad para el consumo de alcohol están el hipocampo, el eje hipotálamo-pituitario-adrenal, el eje gonadal, el sistema opioide, la corteza prefrontal dorsolateral, el estriado ventral (principalmente el núcleo accumbens), la amígdala, los polos temporales y la mediación de la dopamina y la serotonina (Bartholow, Fabiani, & Pearson, 2003; Lenz et al., 2012; Luna, 2009; Nixon, Morris, Liput, & Kelso, 2010).
En cuanto al componente neuropsicológico, si bien los artículos revisados en su mayoría hablan de las funciones ejecutivas en general, se puede evidenciar que la toma de decisiones y el control inhibitorio han sido particularmente involucrados tanto desde el modelo de secuelas como de vulnerabilidad, pero bajo este segundo, plantea una mayor implicación sobre el riesgo de asumir comportamientos de riesgo y adoptar opciones desventajosas a mediano y largo plazo (Caña, Michelini, Acuña, & Godoy, 2015; Fernie et al., 2013; Sullivan, Harris, & Pfefferbaum, 2010; Villegas-Pantoja, Alonso-Castillo, Benavides-Torres, & Guzmán-Facundo, 2013).
Respecto a la toma de decisiones, sujetos dependientes del alcohol eligen las opciones más atractivas en cuanto a ganancias inmediatas (como el acto de beber), en lugar de un comportamiento dirigido al análisis de las consecuencias futuras de sus acciones (Clark, 2010; Crean et al., 2012; Cunha & Novaes, 2004; Verdejo-García, Pérez-García, & Bechara, 2006). En el control inhibitorio, la impulsividad está relacionada con el abuso de alcohol, encontrándose menor capacidad para inhibir la activación de respuestas asociadas con tareas blanco y tendencia a perseverar más en el error (Cheung, Mitsis, & Halperin, 2004; George & Koob, 2010; Monterosso et al., 2001).
Finalmente, los hallazgos encontrados, generan la expectativa hacia el proceso de rehabilitación en el alcoholismo, que lejos de promoverse procesos de intervenciones globales, deben encaminarse hacia la generación de estrategias que favorezcan el aprender a resolver problemas, a tener mayor control emocional y del comportamiento y a tener mayores niveles de tolerancia a la frustración y a la complejidad. Además, se ha de promover la identificación temprana de alteraciones en las funciones ejecutivas en niños y adolescentes, con lo que se podría favorecer una oportuna atención terapéutica, que lleve a disminuir el inicio de consumo de alcohol en edades tempranas.
Aunque se destaca la rigurosidad en cuanto a los criterios de inclusión de los artículos en el presente estudio, se identifica dentro de las limitaciones la no inclusión de otras bases de datos, y el idioma ya que solo se buscaron artículos en inglés y español.