Presentación
Presentación: Elecciones y cultura política en América
Los recientes debates electorales que se han efectuado en Inglaterra, Colombia y Estados Unidos son un referente para preguntarnos por el papel del ciudadano, las políticas públicas en materia electoral, las prácticas, el significado del ejercicio del sufragio en la definición de proyectos políticos de Estado. Por otra parte, centrar la atención en el estudio de las elecciones permite ir más allá de la emisión de un voto y de tener en cuenta el sufragio como parte de las estadísticas electorales, que de por sí ya es un indicador; el estudio de las elecciones motiva a analizar la cotidianidad de la política, la construcción y el significado de los discursos y sobre todo, los intereses inmersos que motivan negociaciones y la consolidación de redes de poder en los diversos ámbitos.
Con el estudio de la historia electoral se pretende dar respuestas a la consolidación y vigencia de redes de poder y conexiones que emergen en nuestro contexto. Por ejemplo, en muchas de nuestras instituciones sigue vigente la figura del cacique que pretende controlar los escenarios de poder y usufructuar las instituciones para obtener beneficio; y aunque perviven ciertas prácticas, es importante analizar las particularidades en la apropiación de la ciudadanía, que dan cuenta de expresiones particulares de la política, en que se puede acudir a las tradiciones y a las negociaciones para obtener o conservar el poder. Sin embargo, no se pueden desconocer los usos y abusos de poder cuando se está al frente de instituciones, lo que permite preguntarse: ¿cómo actúa un sujeto politicamente investido de poder? ¿Qué prácticas legales e ilegales se utilizan para adquirir o permanecer en el poder? ¿Quién denuncia las irregularidades y en qué casos? Qué papel han jugado las elecciones en la consolidación del poder y en la redefinición de espacios de participación y representación?
Historia Y MEMORIA en su número 14 abrió un espacio para dialogar sobre la formación de ciudadanía en América Latina para tratar de comprender procesos, intereses, redes, negociaciones y expresiones individuales y colectivas que se articulan en torno a la construcción de la ciudadanía y de la cultura política. La experiencia del proyecto «Hacia una historia de las prácticas electorales en México, siglo XIX»1, cuyos resultados se concentran en 5 textos que dan cuenta de las fuentes, de los casos regionales, de las confrontaciones por el territorio y el afianzamiento del poder político y partidista como lo sugiere Albeiro Valencia2; y de las prácticas electorales. Este ejercicio representa un esfuerzo colectivo importante para la comprensión de espacios de poder y que se convierte en un aporte sustancial a la historiografía latinoamericana, de obligatoria consulta para quienes nos acercamos al tema de las elecciones. Igualmente los aportes que han hecho en los textos compilados por: Antonio Annino3, Carlos Malamud4, Marta Irurozqui5, Hilda Sábato6; y trabajos inéditos como los de: Marcela Ternavassio7, Eduardo Posada Carbó8, Marcelo Carmagnani y Alicia Hernández9, para citar solamente algunos; quienes en la década de los años noventa preocupados por la historia de la ciudadanía convocaron a los historiadores a estudiar las elecciones, sus prácticas y la forma como los diversos actores sociales asumieron la ciudadanía. Los aportes fueron sustanciales, desde allí se vislumbró el reconocimiento de otras voces, bajo prácticas poco convencionales en que se invitó a los sectores populares como actores centrales y se analizaron las estrategias de fraude, corrupción y violencia como espacios de participación de los excluidos; como resultado de estos esfuerzos el tema de las elecciones tomó vigencia, se comprendió que era un proceso complejo en que estaban en juego procesos, intereses, negociaciones, bajo la figura de la legitimación del poder en que efectivamente no hay electores candorosos y el poder no necesariamente se deriva de la cima.
Los primeros estudios sobre construcción de ciudadanía se centraron en analizar las deformaciones al sistema democrático, senalando que la violencia, el fraude y el clientelismo eran una constante en los procesos políticos, así los electores aparecen como sujetos pasivos movidos por los intereses de los grupos que ostentaban el poder, dejando la sensación de que las elecciones eran un mecanismo para legitimar procesos.
Otros estudios se ocuparon de la legislación electoral con la pretensión de dar cuenta de los procesos e intereses seguidos por las élites políticas en la formación de los Estados. Esto permitió apreciar que las preocupaciones de los gobiernos eran diferentes: para unos era importante promover la participación, otros se centraron en la cualificación de la participación- voto calificado, en otros lugares se enfocaron en lograr el sufragio universal, secreto y directo; mientras que otros centraron su preocupación en construir espacios de participación, representación y evitar los vicios en el sistema democrático.
Algunas tendencias se han centrado en analizar la participación de los excluidos, quienes desde prácticas no convencionales han logrado participar y asumir una posición política frente a las acciones del gobierno y a su papel como sujetos políticos.
Las interpretaciones sobre el tema han generado recientemente otras miradas; precisamente al analizar las elecciones como parte de un proceso en que intervienen actores, se mueven intereses y expresiones de poder en diversas direcciones no solamente de arriba hacia abajo, lo que permite apreciar que en las elecciones frecuentemente hay procesos de negociación en que interactúan líderes políticos, miembros del gobierno, electores y actores sociales en general. Así las cosas, las elecciones aunque legitiman el poder, dan cuenta de prácticas, juego de intereses y expresiones de violencia y fraude a las que acuden los ganadores y los perdedores.
Así, Historia y MEMORIA abre un espacio para reflexionar sobre la importancia de analizar las elecciones en lugares y tiempos diversos, que permita dimensionar la conluencia y la circulación de poderes, la articulación con las tradiciones y el cómo muchas prácticas se asumen como parte de un proceso hasta interiorizarse y convertirse en expresiones culturales. Estas son algunas de las interpretaciones que se presentan en los 6 primeros artículos ubicados en la sección especial:
El texto «Un acercamiento a las elecciones y cultura política en América Latina», reflexiona sobre las prácticas electorales decimonónicas en México. A través del texto las autoras caracterizan el proceso de consolidación de la institución electoral y la forma como en México decimonónico se fue construyendo cultura electoral. Parten de una reflexión sobre el voto y su significado, el sentido de legitimación y soberanía que representaron dichos procesos; planteando nuevas interpretaciones que vinculan la reciprocidad activa de los electores en los procesos políticos, y cuya participación es asumida como parte de un proceso de negociación. En términos generales el ejercicio del sufragio generó en el elector valores, motivaciones y la construcción de una significación.
Por su parte, el artículo «El sufragio en el mundo rural de la provincia de Antioquia. Las elecciones al cabildo de Manizales en 1952», analiza las prácticas políticas electorales en una sociedad rural, un tema poco abordado por la historiografía, tal vez por la carencia de información factual. El artículo se centra en el estudio de los procesos electorales en la parroquia de Manizales, analiza cómo asumieron los electores de esta parroquia el régimen democrático, en un lugar alejado de los centros de poder y de la influencia de tendencias partidistas y en general de las élites políticas; estos comicios tuvieron como características que las elecciones eran directas, públicas y con voto censitario. Por ende, la expresión de la ciudadanía hizo parte de un proceso de emisión de un voto grupal que caracterizó este escenario parroquial y periférico, en que se conjugaron mecanismos de reciprocidad entre las élites económicas representadas en la junta electoral y entre los votantes.
El texto «1910 Colombian constitutional reform and the electoral system (1910-1914)», analiza la influencia que tuvo la reforma constitucional Colombiana de 1920 en la instauración de un sistema electoral, que le permitiera a las élites solucionar el problema de la gobernabilidad y de la representación, manteniendo el universo de los votantes. Con esta reforma constitucional, en materia electoral, se pretendió reivindicar la democracia representativa, por lo tanto fue crucial resaltar el papel de las elecciones como mecanismo para legitimar el poder, fortalecer la participación de las minorías; es decir de los partidos que tenían menor fuerza electoral; estos espacios significaron el retorno de las elecciones como práctica democrática, ligada a la participación y representación de los partidos, con las que se pretendió minimizar el conflicto interpartidista.
Por su parte, el artículo «La emergencia de la oposición política en México, 1949-1952. Dos propuestas de reforma electoral» analiza el proyecto de reforma al sistema electoral mexicano de 1951, enfocado en la representación proporcional y en la formulación de leyes electorales posteriores; de esta manera tanto el Partido Popular como el Partido de Acción Nacional en 1951, propusieron iniciativas que generaron un debate legislativo y diversos pronunciamientos discursivos en que hay una fuerte controversia de la oposición.
El artículo «Fronteras flexibles. Género, peronismo y sociabilidad política en Pergamino (Buenos Aires, Argentina, 1946-1953)», se enfoque en reivindicar la movilización e institucionalización partidaria de las mujeres, particularmente con la creación del «partido peronista femenino» en 1949 y de la fundación de unidades básicas femeninas independientes de las masculinas. Resalta igualmente la autora el sin número de vínculos personales, vecinales; que generaron una fuerte articulación entre lo público y lo privado; de esta manera el texto deja reflexiones muy interesante sobre los cruces entre el compromiso partidario, el parentesco, las relaciones familiares y la vida cotidiana, que son expresiones muy interesantes de la cultura política.
De esta sección, el último artículo «Reflexiones sobre el concepto cultura política y la investigación histórica de la democracia en América Latina» reflexiona sobre el concepto de «cultura política», como constructo teórico central para el estudio de la historiografía política. La autora parte de una reflexión sobre el concepto de 'cultura política' desde la ciencia política, para luego adentrarse en la forma como ha sido incorporada en el estudio y orientación de la historia política, lo que ha sido sustancial para el estudio de la historia de la democracia.
En las reflexiones que hacen los autores sobre las elecciones y la cultura política, se pueden apreciar otras lecturas sobre las interpretaciones del poder que se vislumbran en las prácticas electorales, el juego de intereses y la conluencia de procesos y negociaciones entre candidatos y electores. A continuación se hará alusión a los artículos que encontramos en el área libre y que hacen parte de avances y resultados de investigación.
El artículo «Eduardo Santos, la escena pública y la "hegemonía" conservadora» da cuenta de la vida pública de Eduardo Santos durante la república conservadora, resaltando el papel de este líder en las luchas políticas y en la forma como se construyeron expresiones de representación política, en que se abogó por el apaciguamiento y la tolerancia entre los partidos políticos. Eduardo Santos además de ser un líder reconocido entre las élites políticas colombianas, participó en movilizaciones, visitas, comités electorales, que lo presentan como hombre público capaz de incidir en la esfera pública.
Por su parte el texto «Rasgos de historia de un fenómeno y una teoría» da cuenta del proceso seguido por el sistema escolar francés desde inicios de la revolución francés y hasta entrado el siglo XX; esto le permite al autor situar tres momentos que fueron sustanciales en el proceso: en primer lugar, el sistema escolar producto de la Revolución Francesa promovió grandes debates sobre el rol de la escolarización en la construcción de la nación y de la ciudadanía; igualmente se refiere a la democratización y a las limitaciones que se tuvo para que realmente todos los actores sociales pudieran acceder a la educación, otra estrategia fue la de la encuesta que igualmente se convirtió en un indicador y de este se deriva el llamado «fracaso escolar» que ha servido de base hasta nuestros días para explicar los resultados de la institución escolar.
El artículo «1968 en la producción literaria en Colombia Individuo, violencia y sociedad», analiza algunas obras literarias que fueron acogidas en Colombia en 1968 con posterioridad a la revolución cultural, con el fin de conocer expresiones sobre el individuo, la sociedad y la violencia como parte de la representación social y del impacto cultural, con lo cual los autores pretenden identificar y caracterizar el consumo literario en Colombia, tratando de establecer los textos más leídos y cómo estos generaron opinión pública e influyeron en las expresiones culturales de la sociedad colombiana del momento.
En la sesión de reseñas y debates se presenta un conversatorio sobre el 9 de abril, fecha memorable que es asociada por los colombianos como la «Gran violencia» y que permite apreciar complejidades y expresiones de poder y violencia que son recordadas con expresiones de dolor, angustia e impotencia. Igualmente en esta sesión encontramos reseñas de dos libros que resaltaremos a continuación:
En el conversatorio, Carlos Miguel Ortiz, además de aludir al movimiento de masas generado en Colombia a partir de los hechos del 9 de abril, asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán; plantea algunas reflexiones sobre los procesos políticos seguidos, las reflexiones sobre lo electoral y el papel de las masas con relación al asesinato del líder político, el surgimiento de tendencias de izquierda seguidoras de Gaitán son algunas de las reflexiones que deja este conversatorio.
En las reseñas, Elisa Cárdenas Ayala hace una presentación del libro «Prensa y elecciones. Formas de hacer política en el México del siglo XIX», de Fausta Gantús y Alicia Salmerón. Seguidamente Juliana Villabona Ardila presenta el libro «Tinta Roja: Prensa, Política y educación en la República Liberal (1930-1946) El Diario de Pereira y Vanguardia Liberal de Bucaramanga».
De esta manera, Historia Y MEMORIA se une a las relexiones de nuestro presente, que no son ajenas al pasado y que dan cuenta de desarrollos exitosos, prácticas, relaciones de poder y la acción de sujetos que en ocasiones son dinamizadores y en otros pueden truncar o cambiarle el rumbo a las instituciones y a los procesos.