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Metafísica sin ontología*
Édison Francisco Higuera Aguirre
Édison Francisco Higuera Aguirre
Metafísica sin ontología*
Metaphysics without ontology
Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, vol. LVIII, núm. 165, pp. 145-173, 2016
Universidad de San Buenaventura
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Resumen: Metafísica sin ontología es un proyecto de Filosofía teorética que desea colocar las bases para la construcción de un edificio metafísico no ontológico. Para lograr este objetivo se utilizarán nociones propias de la epistemología contemporánea, como revoluciones científicas y paradigmas, «adaptadas» a contexto metafísico. A partir de ellas, se pregunta si es posible hablar de revoluciones filosóficas y si es posible hablar de paradigmas filosóficos y de paradigma ontológico. Se afirma la insostenibilidad del paradigma del ser, debido a las profundas modificaciones del mundo en los últimos años; en su lugar, se propone un paradigma metafísico alejado de la seducción del ser.

La metodología utilizada es la Hermenéutica Verwindung.Hermenéutica como doctrina filosófica que desea establecer la naturaleza, las características, las condiciones y los límites de todaposible comprensión de la realidad; Verwindung, como capacidadde «distorsión» del sentido original de un texto. Gracias a esteprocedimiento se establece la existencia del «paradigma ontológico»;luego, se declara su incapacidad para responder a los interrogantesdel hombre de hoy; finalmente, se establecen las bases para una nuevaedificación metafísica no dependiente del paradigma ontológico.

Palabras clave:ParadigmaParadigma,metafísicametafísica,ontologíaontología,serser,OtroOtro.

Abstract: Metaphysics without ontology is a project of theoretical philosophy that want to put the basis to edificate a metaphysical building without ontological sources. To arrive at this goal, author uses any concepts of contemporary epistemology, such as scientific revolutions and paradigms, “adapted” to metaphysical context. At this point, the question is: is it possible to talk about philosophical revolutions and philosophical paradigms, and even ontological paradigm. The author considers unsustainable the paradigm of being, due to the deep changes that the world has suffered in the last years; instead proposes a metaphysical paradigm away from the seduction of being.

Methodologyused is the hermeneutic Verwindung. Hermeneu- tics as a philosophical doctrinethat want to establish the nature, characteristics, conditions and limits of all possible understanding of reality; Verwindung, as capacity of “distortion” of the originalmea- ning of a text. Thanks to this procedure establishes the existence of the ‘ontological paradigm’ and declares their incapacity torespond the questions of man today; and also want to establish the basis for a new metaphysical construction, non-dependent of the ontologicalparadigm.

Keywords: Paradigm, metaphysics, ontology, Being, Other.

Carátula del artículo

Metafísica sin ontología*

Metaphysics without ontology

Édison Francisco Higuera Aguirre*
PontificiaUniversidad Católica del Ecuador, Ecuador
Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, vol. LVIII, núm. 165, pp. 145-173, 2016
Universidad de San Buenaventura

Recepción: 12 Junio 2015

Aprobación: 04 Agosto 2015

Introducción

Metafísicasin ontología es unproyecto de filosofía teorética, que desea colocar lasbases para la construcción de una edificación metafísica alejada de laontología tradicional. Su importancia y actualidad radican en que logra, almismo tiempo, presentar una propuesta metafísica, en una época en la que sepresupone su «agotamiento»1 y hasta su «fin»2; mientras desea tomar distancia del paradigma ontológico clásico.

Sobre las basesteóricas de Parménides y Aristóteles, el mundo occidental construyó un modelode metafísica ontológica. Dicha edificación, sostenida por el ser, tuvo su apogeo durante el Medioevo; y ha prolongado su existencia casi hasta nuestros días. Sin embargo, la filosofía contemporánea ha procurado recorrer rutas alternativas a las del ser, despreciando erróneamente todo tipo de metafísica. La propuesta teorética de la presente investigación declara la necesidadde abandonar el paradigma ontológico en nombre de un paradigma metafísico que, sin embargo, no excluya la justificación metafísica de larealidad. En el apartado 4 «El paradigma ontológico» se intenta justificar laconstitución progresiva de dicho paradigma.

Como puntode partida, el autor se plantea los siguientes cuestionamientos: ¿Es posible edificar un tipode metafísica sin sustento ontológico? ¿Existen razones para afirmar que el «paradigma ontológico» se ha vuelto incapaz de responder a los problemas metafísicos del hombre de hoy? ¿Se puede concluir que el «paradigma ontológico» debe ceder el paso a un nuevo paradigma metafísico no ontológico?En resumen: ¿es posible edificar un nuevo paradigma metafísico no ontológico, que logre escapar de la seducción del ser?

Para responder estaspreguntas, el autor sostiene la siguiente hipótesis:El «paradigma ontológico» es incapaz deresponder adecuadamente a los problemas que se plantea la filosofía actual, por ello se debe fundar unnuevo paradigma metafísico no-ontológico que logre superar las seducciones del ser.

Para lograrsus objetivos, se recurre a algunas nociones desarrolladas en el ámbito de laepistemología contemporánea, como revoluciones científicas y paradigmas, «adaptadas» a contexto metafísico.A partir de ellas, se pregunta si es posible hablar de revoluciones filosóficasy si al igual que en la ciencia, es posible hablar de paradigmas filosóficos, e incluso de paradigma ontológico. En este texto, se denomina«paradigma ontológico» a la estructura filosófica que ha dominado buena parte de la reflexión metafísica enOccidente, desde Parménides/Aristóteles, casi hasta la actualidad. Sin embargo,como se ha expuesto anteriormente3,se afirma que el paradigma del ser resulta insostenible en nuestros días, debido a lasprofundas modificaciones que ha sufrido el mundo en los últimos cien años. En lugar delparadigma ontológico, se propone un paradigma metafísico alejado del lenguajedel ser.

La metodología propuesta para el desarrollo de la investigación puede ser calificadacomo Hermenéutica Verwindung. Si, en general,la hermenéutica puede ser entendida como la doctrina filosófica que se propone establecer la naturaleza, las características, las condiciones y los límites de toda posible comprensión de la realidad4, en el presenteartículo se requiere especificar en qué sentido la hermenéutica se utiliza para acercarse a los textos tratados. Para ello resulta útil recordar que según G. Ebeling el vocablo griego ερμηνευειν puede asumir alguno de los siguientes significados: expresar (afirmar, hablar),explicar (interpretar, aclarar) y traducir (trasladar)5. Para los finesdel autor, hermenéutica asume el sentido fuerte de interpretar, puesse propone «interpretar» (o talvez re-interpretar) algunas nociones kuhnianas en un sentido diverso6. Precisamente, el término Verwindung completa el sentido asignado a la presente modalidad hermenéutica,en cuanto nos remite a la capacidad de relectura, resignificación, de aplicación y hasta de «distorsión» del sentido original de un texto7.Estos dos criterios metodológicos servirán para revisar el significado de paradigmas y revoluciones y procurar su aplicación al ámbito estrictamente filosófico. Gracias a este procedimiento, la investigación desea establecer, en primer lugar, la existencia del «paradigma ontológico»; y, en segundo lugar, la necesidad de su sustitución. El siguiente paso consiste en la presentación sucinta de la otredad,como una de las categorías del nuevo paradigma metafísico. Queda pendiente la identificación, definición y articulación del resto de categorías que completen el paradigma.

Respecto alestado del arte, todo parece indicar que no existen antecedentes directos deuna Metafísicasinontología. En cambio, podrían ser tomados como fuentes de inspiración no directos la Éticasin ontología de Hillary Putnam8 y Altrimenti che essere o al di là dellaessenza deEmmanuel Levinas9. En este sentido, Metafísica sin ontología, debe considerarse una declaración programática antes que un producto acabado.

El texto sedesarrolla en cinco partes: 1) las revoluciones científicas; 2) lasrevoluciones filosóficas; 3) los paradigmas; 4) el «paradigma ontológico»; y 5) paradigmametafísico no-ontológico. En ellas se explica qué son las revoluciones científicas, según T. Kuhn; en qué sentido se habla en este texto de «revoluciones filosóficas»; cuálesson los principales significados que asigna Kuhn a los paradigmas y en qué sentido se utilizan en este artículo; qué significa la expression «paradigma ontológico» y cuál es la categoríainicial que se pueden señalar como parte de este paradigma metafísicono-ontológico.

1. Las revoluciones científicas

En 1962, Thomas Kuhn publicó La estructura de las revoluciones científicas. En ella se explica cuál es la estructura de lo que, desdeentonces, se llaman las «revoluciones científicas». Según Kuhn,la historia de la ciencia se puede resumir de la siguiente manera:existen períodos de ciencia normal10, en la cual los científicos sededican a desarrollar de modo pacífico, pero no menos intenso,las virtualidades presentes en los paradigmas que la sostienen11.Pero cuando los paradigmas vigentes no son capaces de responder satisfactoriamente a nuevos problemas, la ciencia normal entra en unperíodo de crisis, que se considera de «ciencia extraordinaria»12. De él se logra salir gracias al ingenio de algunos científicos, que prueban nuevas respuestas para solucionar los nuevos problemas. Una vezque se alcanza a constituir un nuevo paradigma capaz de responder de modo satisfactorio a la mayoría de los nuevos interrogantes se ingresa nuevamente a un período de ciencia normal13. La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo debe considerarse como«una reconstrucción del campo, a partir de nuevos fundamentos, reconstrucción que cambia algunas de las generalizaciones teóricas más elementales del campo, así como también muchos de los métodos y aplicaciones del paradigma»14.

Beatriz Bruce resume el pensamiento de Kuhn en los siguientes términos:

Una revolución es un episodio extraordinario enel que una comunidad científica abandona la manera tradicional de ver el mundo.Adopta un enfoque incompatible e inconmensurable con el anterior, ya que el cambio revolucionario implica cambios perceptuales,teóricos, de lenguaje y, endefinitiva, cambio del mundo en el cual viven los científicos. Al igual que lasrevoluciones políticas, significa transmutación de instituciones viejas porotras nuevas15.

Esquemáticamente,la historia de la ciencia se resumiría de la siguiente manera, según Kuhn: ciencia normal--- crisis (ciencia extraordinaria) --- ciencia normal.

Una vez que seha expuesto sintéticamente qué son las revoluciones científicas, según Kuhn, sepropone la existencia de«revoluciones» en elcampo filosófico. Pero, ¿es posible hablar de «revoluciones filosóficas? Las revoluciones ¿no son acaso un atributo de las ciencias,según Kuhn?

2. Las revoluciones filosóficas

Si, como se haafirmado, una revolución científica se define como un episodio extraordinario en el que una comunidad científica abandona su manera tradicional de ver el mundo; unarevolución filosófica consistiría en el momento en el que una comunidad filosóficaasume estructuralmente nuevos criterios de interpretación filosófica de la realidad. En este escrito se entiende porcomunidad filosófica el grupo de pensadores que siguen una o más doctrinasfilosóficas que les permite realizar la explicación racional de la realidad.

Uno delos presupuestos del presente artículo es que las revoluciones no son una prerrogativa de las ciencias experimentales, sino que se puedendescubrir en los diversos ámbitos del saber.Admitir que solamente las ciencias experimentales son capaces deproducir situaciones revolucionarias capaces de modificar su modo tradicionalde ver el mundo, sería condenar al resto de disciplinas humanas, formales y ala misma filosofía al fijismo. Dicho de otro modo, resulta insostenible la afirmación de que únicamente existen revoluciones científicas; también existen revoluciones en las ciencias humanas (sociología, economía,psicología, historia, etc.), en las ciencias formales(lógica y matemáticas) y en la Filosofía16. En ulterioresdesarrollos de la presente declaración programática se prometen varios ejemplos sobre la existencia de dichas revoluciones.

Si bien Kuhn se ha referido únicamente a revoluciones «científicas», y considera haber sido malinterpretado en cuanto a su visión de las cienciashumanas, en este trabajo se plantea una hermenéutica Verwindung, que utiliza suterminología con aplicaciones nuevas. Es en este sentido que se afirma la existencia de «revoluciones filosóficas».De modo que, más allá de Kuhn,o tal vez aún en contra de Kuhn, sepostula la existencia de verdaderas revoluciones filosóficas.

Mientras que la historia de la ciencia reproduce el esquema básico ciencia normal–período de crisis– ciencia normal, la historia de la filosofía certifica que, enfilosofía, el lugar de la ciencia normal es ocupado por el natural enfrentamiento entre escuelas, movimientos y/o autores de doctrinas, casi siempre contrapuestas. Lo cual, al contrariode lo que sucede en la ciencia –donde una vez demostrado el nuevo paradigma todos los científicosterminan aceptándolo– en filosofía, lacontraposición de ideas constituye una riqueza. De modo que, en filosofía, la existenciade conflictos se considera signo de vitalidad; mientras que la actitud contraria, es decir, la aceptación general de una sola doctrina, se presenta como síntoma de decadenciay de muerte.

Ahora bien, si el lugar análogo de la ciencia normal es ocupado por el enfrentamientosano y natural entre diversastendencias, ¿en qué momento seproduce la crisis, equivalente al periodode ciencia extraordinaria? En respuesta a esteinterrogante se puede afirmar losiguiente: es verdad que en filosofía la bellum omnium contra omnes puede considerarse equivalente el periodoanálogo al de la ciencia normal; noes menos cierto que, en determinados momentos de la historia de Occidente, se han producidosituaciones de ruptura que conducen lareflexión filosófica por caminosinsospechados en épocas anteriores.

Aquello se evidencia si se comparan las explicaciones míticas del mundo griego antiguo con las explicaciones racionales de los filósofos presocráticos. En este caso, se trata de un cambio radical en el modo de interpretación de la realidad, pues aunque los primeros filósofos, llamados físicos, no habrían logrado apartarse totalmente de las explicaciones míticas de la realidad, es innegable que sus intentos de explicación racional difieren radicalmente de las primeras. En este caso nos encontraríamos no solo ante un nuevo paradigma, sino precisamente frente a una verdadera revolución filosófica17.

Otro momentoque podría considerarse emblemático para la explicación de un período de crisisque introduciría el momento equivalente al de la ciencia extraordinaria en lafilosofía es el de la introducción delpensamiento aristotélico durante el siglo xii enEuropa18. No es el momento pararecordar las vicisitudes de las obras del estagirita ni su recuperación a través de los autores árabes. Baste recordar lo que significó su incorporación para lasociedad universitaria de aquella época. Por el momento no se quiere abundar enejemplos que justifiquen la existencia de paradigmas filosóficos. Solamente sehan mencionado dos a modo de ejemplo. Esto quiere decir que, además de losperíodos históricos en los que la filosofía funciona con base en criteriosanálogos a los de la ciencia normal, existenperíodos de inflexión o ruptura en los que la reflexión filosófica llega a producir«nuevas» ideas que conmueven las bases de la interpretación cotidiana del mundo.

Lasrevoluciones filosóficas se producen, por tanto, cuando el contexto del mundosobre el cual se reflexiona ha sufrido cambios radicales en lo político, en loideológico, en lo religioso, en lo social, en lo económico, en lo ecológico,etcétera; cambios que conducen a unareinterpretación del mundo, que difiere radicalmente de las anteriores. Esta nueva forma de interpretación del mundo realizada por los filósofos sería elequivalente kuhniano de paradigmas.

3. Los paradigmas

Según Kuhn, los paradigmas deben serconcebidos como «realizacionescientíficas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionanmodelos de problemas y soluciones a una comunidad científica»19.

En la posdatade 1969, el mismo Kuhn aclara que se ha servidodel término paradigma en dos sentidos:

Por una parte, significa toda la constelación de creencias, valores, técni- cas, etc., que comparten los miembros de una comunidad dada. Por otra parte, denota una especie de elemento de tal constelación, las concretassoluciones de problemas que, empleadas como modelos o ejemplos, pue- den remplazar reglas explícitas como base de la solución de los restantes problemas de la ciencia normal20.

Si bien escierto que para Kuhn el segundo sentido tendría mayor importancia en el campofilosófico21, el autor del presente artículo considera más significativo el primero. Pues, en este caso,la noción de paradigma es utilizada como modelo filosófico que permite articular una explicación de la realidad en su conjunto. Por tanto,en el ámbito estrictamente filosófico, se puede afirmar que paradigma es un conjuntode doctrinas que, en momentos puntuales de la historia, permite producir una justificación racional de la realidad. En el caso de los paradigmas filosóficos, únicamente alcanzarían el reconocimiento de tales, aquellos modelos filosóficos que son aceptados por unnúmero representativo de seguidores. En este caso, a diferencia de lasciencias experimentales –donde las evidencias que respaldan un nuevoparadigma conducen a mediano plazo, a que todos los integrantes dela comunidad científica a la que afecta directamente el paradigma,lo acepten–, en filosofía no es indispensable que «todos» los filósofosse rindan ante el nuevo paradigma. Es suficiente que una parteimportante de la comunidad filosófica, que se siente afectada por elnuevo paradigma, se pronuncie a favor o en contra de su existencia.

Por otra parte, mientras en el campo de las ciencias experimentales el surgimientode nuevos paradigmas produce lainminente eliminación de los anteriores, pues la ciencia no es un museo de arte que trabaja de forma acumulativa22,sino que el progreso científico implica que la formación de los futuros profesionales tome como puntode partida el último paradigma reinante, y que sobre los anteriores reciban lainformación sucinta recogida en libros de texto23, sin necesidad de recurrir a las fuentes; en filosofía, no causaextrañeza la convivencia de numerosos paradigmas opuestos entre sí, mientrasresulta imprescindible el acceso a las fuentes.

Sin embargo, aunque en filosofía resulte posible la convivencia de paradigmas opuestos, aquello no significa que todos los paradigmasfilosóficos ofrezcan respuestas adecuadas a los interrogantes de todos los tiempos. Si lo anterior estuviera alejado de la realidad, sería aceptable que un filósofo contemporáneo replique (en su tiempo, con los mismos términos y en el mismo sentido) las respuestas ofrecidas por un filósofo del mundoantiguo sin considerar el contexto de origen y el contexto actual al que desea responder. En cambio, pareceaceptable considerar que los paradigmas filosóficos son capaces deofrecer respuestas pertinentes a los problemas planteados, siempre y cuandoel contexto histórico-social lo favorezca. Esto quiere decir que es imposible asegurar la aceptación perpetua de losparadigmas filosóficos presentes en la historia del pensamiento occidental.

Adicionalmente, mientras en el caso de la ciencia la incorporación de un nuevo paradigma implica el acta de defuncióndel anterior; en filosofía, los paradigmas luchan entre sí y a veces logran sobreponerse unos a otros, pero no recurren al homicidio delparadigma opuesto como estrategia.No obstante, aunque un paradigma filosófico no resulte aniquilado por su opuesto, no se puede afirmar que mantenga siempre el máximo vigor alcanzado durante su existencia. Al contrario, es posible que disminuya sucapacidad de resolución de los «nuevos»problemas que la realidad le presenta. En este caso, es decir cuando unparadigma filosófico ha perdido la consistencia para resolver los problemas con los que se enfrentael hombre, los filósofos deben seleccionar un nuevo paradigma que les permita afrontar los (nuevos) problemas planteados con verdadera capacidad resolutiva.

4. El «paradigma ontológico»

Anteriormentese ha afirmado que los paradigmas constituyen realizaciones científicasuniversalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidadcientífica; y que representan o toda la constelación de creencias, valores, técnicas o una parte de ella. En este apartado, el autor desea introducir la arriesgada noción de paradigma ontológico.

El autordenomina«paradigma ontológico» a la reflexiónmetafísica de la realidad, integrada por un conjunto de creencias,valores y justificaciones racionales,basada en la figura del ser. El paradigmaontológico constituye un modelo de comprensión racional de la realidad desarrollado en Occidente, sobre las bases del pensamiento parmenídeo-aristotélico, con base en la noción de ser.

A continuación se expone la génesis y el desarrollo de dicho paradigmaontológico. Se destaca, sobre todo, la lenta constitución yestructuración definitiva. Elrecorrido se extiende desde Parménides hasta Tomás de Aquino.

La incipiente afirmación parmenídea según la cual «el Ser esy el No-Ser no es»24; y la asignación deaquellos atributos que describen al Ser como increado e imperecedero, inmóvil ysin fin, uno y continuo, homogéneo, sin principio ni fin y semejante a una esfera bien redondeada25, encuentra tierra fértil en autores posteriores que, sin declararse discípulosde Parménides, reflexionan sobre la realidad a partir del ser. Porello, si se quiere hacer justicia se debe reconocer que «el texto de Parménides inaugura el pensamiento del ser en Occidente»26.

Algunos siglosdespués de Parménides, Aristóteles propone la existencia de una ciencia decarácter universal y general llamada protephilosophia (filosofíaprimera) que considera los siguientes objetos de estudio: el ser en cuanto ser27, las primeras causas y los primerosprincipios28, las causas del ser yde los seres en cuanto seres29 y la sustancia30. La contribución de Aristóteles a la reflexión ontológica resulta capital y se puede resumir de la siguiente manera:

Para comprender la importancia de la labor que Aristóteles encomienda a su Filosofíaprimera basta con fijarnos en que le asigna como objeto precisary definir un conjunto de nociones fundamentalísimas, que ella suministra atodas las demás ciencias, las cuales las utilizan después, analógicamente, cadauna en su campo respectivo. Es la noción univer- salísima de sery sus propiedades en cuanto tal (trascendentales: ens,verum, bonum, aliquid); los modos universalísimos de ser(categorías: sustancias y accidentes); las nociones universalísimas de acto ypoten- cia, principio, causa, efecto y movimiento; las de esencia y existencia; el establecimiento, la justificación y ladefensa de los primeros principios del ser y del pensamiento, etc.31.

Luego de Aristóteles la metafísica occidental entra en un períodode decadencia. Los representantes delas escuelas helenísticas (escepticismo,estoicismo y epicureísmo) se caracterizan, a juicio de Grondin, por desarrollar unafilosofía de la inmanencia, en lasque «el pensamiento metafísico se muestra singularmente ausente»32. Luego de ellos, la reflexión metafísica recupera su profundidad con Plotino.Su metafísica del Uno se podría resumir en las nociones procesión y retorno: «Todo procededel Uno, y todo, o por lo menos el hombre, debe retornar a su principio, que es el Uno»33. Se debe destacar que, según Plotino, el Uno se encuentrapor encima de todo, incluso del ser, pues«el ser es como su primogénito»34.

Por su parte, para sanAgustín el ser remite a Dios. De modo que Dios es considerado como Idipsum [elser mismo], «el ser pleno, el ser permanente, fuente de todo ser»35. Del mismo modo, en el argumento ontológico36 de san Anselmo, a Dios se le reconoce la existencia y laplenitud de ser, pues aquello mayorde lo cual nada puede ser pensado, debe existir «tanto en el entendimiento como enla realidad»37 porque solo Él es «elser más verdadero de todos»38.

Cronológicamenteanterior a Anselmo, pero más avanzado en profundidad y alcance filosófico, se destaca uno de los autores que desarrolla un «verdadero sistema de metafísica»39. Sus principales aportes a la ontología son los siguientes: la definición del objeto de la metafísica40; la afirmación de que el ser es la primera determinación que impone a la inteligencia humana; la distinción entre esencia y existencia; la tesis de Dios como ser necesario; la tesis de que el mundo procede de Dios a la manera de una emanación41. Como se puede deducir de cuanto antecede, la importancia de Avicena en la constitución de lo que en este artículo se denomina paradigma ontológico resulta gravitante. Aunque sus tesis tuvieron «notable acogida»42, se debe aclarar que habrían sido recibidas por los escolásticos con actitud crítica, «desligándolas» del sistema aviceniano43.

Luego de Avicena, gracias a los aportes de Tomás de Aquino, la constitución del paradigma ontológico alcanza su plena configuración. Pues, se podría afirmar con Merino que «todo el andamiaje filosófico del Aquinate está estructuradoy definido por el concepto de ser»44.Pese a que Tomás de Aquino «antetodo fue un teólogo»45, son innegables sus aportes en la configuración definitiva de los siguientesproblemas filosóficos en Occidente: los trascendentales, el métodoanalógico, acto y potencia, esencia y existencia, materia y forma, sustancia yaccidentes, las categorías, la causalidad, el principio de individuación, laexistencia de Dios, etc.46.

A juicio del autor, la existencia de un «paradigmaontológico» se evidencia a partir de la construcción de un edificio filosófico en torno a la cuestión del ser. Porqueen torno al ser se ha desarrollado un cuerpo estructurado de doctrinas filosóficas que prometen la completa explicación de la realidad. Dehecho, sobre la base de la noción deser la ontología clásica establece la distinción entre estática47 y dinámica48 del ser. Enrelación a la primera, el discurso se mueve alrededor de la sustancia y los accidentes, de los predicamentos, del acto y la potencia, del problema de laesencia, del problema de la individuación de los seres y de los trascendentales del ser; en relacióna la segunda, la discusión se extiende al problema de la causalidad: formal, material, eficiente y final. ¿No resulta patente la semejanza entre la tablade contenidos y la fundamentación de las ontologías de inspiración tomista conmuchos de los elementos expuestos en el breve recorrido histórico expuesto enel presente artículo? ¿No se hapresentado acaso dicha ontología como un edificio acabado y sin fisuras, unaespecie de paradigma con respuestas para todo?

De hecho, lareflexión filosófica acerca del ser ha resultado determinante para el desarrollo del pensamiento occidental. Por ello, resulta casi imposible identificarfilósofos occidentales que hayan logrado escapar por completo de las telarañasdel ser. Uno de los últimos intentos de reproposición del problema del ser se evidenciaen la obra del filósofo alemán Martin Heidegger49. Inclusive el propio Jean Paul Sartre ha tomado como punto de partida para su reflexión la relación entre el ser y la nada50.

Lo que en elpresente artículo se ha denominado «paradigma ontológico»se ha desarrollado progresiva y paulatinamentea lo largo de la accidentadahistoria de la filosofía occidental. Sin embargo, una vez alcanzada su madurez y completa estructuración, dicho paradigma se ha mostrado incapaz de responder a los interrogantes que se plantea lahumanidad. Pero, ¿cómo se puede responder alos problemas actuales sirviéndose de las mismas fórmulas empleadas en el pasado? Es posible que en algunoscasos las fórmulas del pasado nos permitan alcanzar la solución de losproblemas actuales; pero aquello no exime a los filósofos a ensayar nuevassoluciones ante nuevos problemas. Como se ha señalado en otra ocasión:

La Ontología no puede (¡no debe!) continuarcomo si nada hubiera sucedido en la autocomprensión del hombre y en elentorno cultural de la humanidad. Pues, aunque no lo hubiera destacado Kuhn,resultaría innegable que el modo en el que el hombre se comprende a sí mismo ha cambiado. Y lo ha hecho en los diversosámbitos de la vida humana: científico, tecnológico, sociológico, religioso,ético, cultural, etc.51

En el ámbito científico, la ciencia expresa la intención de reducirtoda la realidad a lo medible y experimentable. Por ello, no esconde su intención de universalizar su metodología a las demás formas de saber52. En lo tecnológico, se observa con asombro la invasiónde dispositivos en casi todos los campos de la vida humana, de modo que preocupa el desarrollo de la tecnología, su impacto y los nuevos campos de aplicación53. En lo religioso, se asiste a una marcada «desaparición de la forma social de la religión»54. En el ámbito ético se constata laconvivencia entre personas que sostienen éticas opuestas (ética universal y éticas particulares, éticas autónomas frente a éticas heterónomas, éticas absolutas y éticas relativas,etc.)55. En lo cultural, se puede constatar que frente a la tendencia a producir una cultura universal, se «afianzan muchas identidades culturales»56.

Si se analizancon detenimiento los cambios que vive la humanidad, probablemente se encuentre como denominador común la ausencia de la explicación ontológica, al menos en uno de los polosde las diversas tensiones enumeradas.

En cierto modo,el paradigma ontológico ha logrado sostenerse hastaprincipios del siglo xx, aunque con una calidad de vida deficiente. Esta realidad no excluye que, a partir de la modernidad,la cuestión acerca del ser haya venido en picada. En nuestra época, el problema del ser parece haber abandonado el centro de la reflexiónfilosófica57. Este podría ser uno de los síntomas de su decadencia. Por ello, el autor se atreve a sostener que el paradigma ontológico se ha vuelto incapaz de producir respuestasconvincentes para el hombre de hoy. Aquellono significa que el paradigma ontológico haya sido falso; o que se hayaproducido la aniquilación del ser a través de la incorporación de la nada en elmundo (pues, para algunos autores, la introducción de la nada en el mundo seproduce, como correlato necesario de la existencia del ser). Lo que se afirmaen el presente artículo es que el paradigma ontológico en su conjunto (el ser ylos temas conexos), no resulta convincente para los hombres de hoy. Si se quiere, se podría afirmar que el problema del ser no es la respuestaque los contemporáneos desean escuchar cuando procuran solucionar sus problemas.

Paradigma metafísico no-ontológico

Frente alparadigma ontológico se propone un paradigma metafísico no-ontológico.

Si se toma encuenta que, según se sostiene en el presente artículo, el paradigma del ser seha vuelto incapaz de responder adecuadamente a los problemas del hombre actual, se vuelve imperiosala pregunta: ¿Es posible edificar una metafísica no ontológica? Larespuesta a dicha pregunta comprende consecuencias radicales para la filosofía, en general, y para la metafísica, en particular. Si la respuesta es afirmativa, sería preciso establecer cuáles son las bases para su edificación, con laconsigna de mantenerse al margen de las categorías del ser; si la respuesta esnegativa, tendríamos que mantenernos en los dominios del ser, no obstante el reconocimiento de suincapacidad resolutiva de nuestros problemas actuales.

Ahora bien,aunque la selección implique numerosos riesgos, el autor se ha decidido por la respuesta afirmativa. Es decir, los filósofos actuales debemos apostar por la búsqueda de una metafísicano ontológica.Aquello implica la aceptación de la dimensión trascendente y metafísica de la realidad; y, al mismo tiempo, la toma de distancia delleguaje del ser y sus categorías. En resumen, se debe alcanzar una dimensiónmetafísica capaz de situarse más alládel problema del ser58.

Como se desprende de lo anterior, la propuesta de una metafísica no-ontológica contiene dos afirmacionesimplícitas y de signo opuesto: por una parte, se afirma la posibilidad real de la metafísica;mientras, por otra, se exige la toma de distancia de la gramática del ser. En relación a la primera, sedistingue de otras propuestas filosóficas, modernas y contemporáneas, que reducen la explicaciónde la realidad a la materia, a sus manifestaciones y a explicacionescientíficas de la realidad; o a rigurosas formulaciones lingüísticas quepretenden alcanzar la objetividad de lo real. En relación a la segunda, se distingue de aquellasformulaciones clásicas, medievales y neoclásicas,que formulan sus justificaciones de los diversos problemas filosóficos a partir delproblema del ser.

La negación del problema del ser y la declaración de su caducidad,no significa la negación del problema metafísico. Este se mantiene enpie porque, a juicio del autor, constituyeuno de los núcleos irrenunciables de la reflexión filosófica. Excluir la reflexión metafísica del campo filosófico constituiría un gravísimo error, equivalente a la amputación de uno de los miembros del cuerpo humano (o tal vez de la cabeza). Pues, la reflexión metafísica es la que concede nobleza al ejerciciofilosófico y la que refleja, al mismo tiempo, la profundidad alcanzada. Encambio, a juicio del autor, esposible concebir una metafísica que no requiera apoyos proporcionados por laontología y su constitución representa, todavía, un verdadero desafío.

Por ello se afirma que:«Una vez abandonado el lenguaje de la Ontología tradicional, se nos presenta como tarea urgente e ineludible la creación de nuevascategorías metafísicas. Categorías que mantengan el equilibrio entre profundidad metafísica y compromisocon lo real»59. Pero, ¿cuáles pueden ser las «nuevas» categorías capaces de sostener un paradigma metafísico no-ontológico,categorías que, al mismo tiempo sean capaces de mantener la profundidad metafísica deseada y el vínculo con loreal? Más aún, ¿existe alguna categoría que al mismo tiempo refleje profundidadmetafísica y una toma de distancia del paradigma ontológico? Si existe dicha categoría, ¿cómo es que ella logra conjugar la profundidad metafísica y elcontacto con la realidad?

A juicio del autor, una de las categorías que cumpliría con las dos ondiciones mencionadas es la nociónlevinasiana de Otro.

Según Levinas,el pensamiento occidental se ha caracterizado por un comportamiento ontológico60,que se resume en la «reducción de lo Otro al Mismo»61. Por ello, para Levinas la pregunta metafísica no puede plantearse como una disyuntiva entre «ser o no ser»62, sino comoresultado de la superación de lo Mismo por loOtro. En este sentido: «Este rompimiento y desbordamiento de la relación totalitariadel ser, es para Levinas,emergencia de posibilidades para que los “entes comprometidos en el ser ypersonales, [estén] convocados a responder por su proceso y, en consecuencia (…) entes que puedenhablar en lugar de prestar sus labios a una palabra anónima de la historia”»63.

La ontología produce una relación de representación o reducción,en la cual lo Otro resulta disuelto en el Mismo64. Por ello, seafirma que «cuando lo Otro es subsumido por el Mismo se produciría una pérdidade la identidad en favor de la Identidad»65. El problema de la ontología tradicional es que, en sudesarrollo histórico, culmina con la reducción de lo Otro en el Mismo. Al contrario, «la neutralidaddel ser realmente se quiebra en la relación con el otro»66.

Lo Otro seencuentra más allá de toda posible aprehensión racional, porque de ese modoquedaría a mi disposición, como un ente más entre los entes. Lo Otro es lo indefinible, lo inaprehensible;aquello que trasciende el lenguaje de la racionalidad reductiva del concepto. Por ello se afirma que lo «Otro como absoluto pasa a ser trascendencia anterior a toda razón y atodo universal»67, aquello trascendencia anterior a toda razón y a todo universal»67, aquello que «no se puede neutralizar en un contenido conceptual»68, «queno puede ser inscrito en la lógica formal»69.

Es necesario recordar que para Levinas, «el Otro es el Otro»70, en elsentido en que únicamente cuando el Otro conserva su carácter de Otro esposible escapar al modelo de la reducción ontológica de lo Otroal Mismo. Más profundamente, en el campo de lasrelaciones de reciprocidad, cada uno debe ser considerado Otro por sussemejantes, de modo que la proximidad no produzca la pérdida de la otredad. Además, a diferencia de otras formas de pensamiento que destacanel papel del Otro, para Levinas el Otro está «llamado a investir y a justificarmi libertad»71. De modo no soy yoquien me otorgo la libertad; sino que «mi» libertad se me otorga a través delOtro. El Otro se constituye en la fuente de mi libertad, porque es él quien la inviste y justifica.

Solo cuando se llegue a comprender al Otro «como absolutamente Otro»72 se habrá alcanzado la profundidad metafísica requerida enesta propuesta. Esto quiere decir, que lo Otro no consiste en la simple distinciónexterior de «sujetos» o «individuos», sino que requiere la elevación de lo Otroa categoría metafísica que conlleve, al mismo tiempo, consecuencias éticas:

En la medida en que el sujeto se siente afectado por el Otro, la forma derelación cambia, por cuanto la intención conlleva una experiencia, una forma de relación subjetiva en la que emerge con fuerza la responsabilidaden el dar cuenta de mi acercamiento a ese Otro73.

El Otro, cuya profundidad se me descubre en el Rostro, demanda miResponsabilidad. Se debe destacar que gracias a las nociones de Otro y de Responsabilidad, Levinas ha logrado establecer un nexo entre trascendencia metafísica y realidad; pues, al mismo tiempo,el Otro se me da en la trascendencia de su Rostro, revelándome unaparte de sí, mientras conserva su otredad; y exige mi Responsabilidadante él.

Según Levinas,el Rostro del Otro «me señala, me demanda, me reclama»74. Esto significa que el Rostro que está ante mí, no es elrostro neutro de la totalidad, sino el Rostro concreto de Otro que (me) muestra, (me) interroga,(me) exige. Por ello,la presencia del Otro constituye una dimensión ética que me exige. Deesta manera, el Rostro se transforma en «el espacio sagrado en el que el Otrose me revela y me cuestiona»75;más aún, me obliga. Gracias a la ética logro «descubrirme en elrostro del prójimo como responsablede él»76. La responsabilidad por el Otro tieneprioridad metafísica que precede los intereses egoístas. Comprende unaprioridad que me obliga a «responder por la muerte del otro antes de tener que ser»77.

Otro de loscomponentes del pensamiento levinasiano, que no se profundiza en el presenteartículo, es el tema del discurso. Sin embargo, se quiere destacar ahora surelación con la verdad y la justicia, y su inconmensurabilidad con la violencia. «Este rostro que llama a la responsabilidad se hacepatente en el discurso que no es violencia, ni retórica, sino encuentro con la verdad y la justicia»78. El discurso levinasiano es opuesto a todotipo de violencia porque ella representa el modo más refinado de la realización del ser79.

Para Levinas la metafísicase resume como «el recibimiento del Otro por el Mismo»80. Sin desmentir la centralidad metafísica del Otro,el autor declara que queda como tarea pendiente la identificación y definición del resto de categorías filosóficas del ahora enunciado paradigma metafísico noontológico. Dicha tarea constituye una de las prioridades para el futuropróximo.

Conclusiones

Para cerrar lasreflexiones del artículo, se recuerda la preguntainicial de la investigación: ¿es posible edificar un nuevo paradigma metafísicono ontológico, que logre escapar de las telarañas del ser? La respuesta del autor es afirmativa y se basa en los siguientesargumentos:

Mediante laaplicación de una hermenéutica Verwindung parece aceptable asumir lanoción kuhniana de «revoluciones científicas» más allá de las intenciones de su autor, para proponer la existencia de «revoluciones filosóficas». Por ello, el autor no consideraincompatible que la filosofía se sirva de la noción de paradigmas parareferirse a las diversas explicaciones (esquemas, modelos, ejemplares) que losfilósofos utilizan para explicar la realidad.

na vez aceptada la posibilidad de la existencia de paradigmas en la filosofía, no parece contradictorio afirmar queuna parte importante del pensamiento occidental se ha servido de un paradigmaque el autor ha llamado «ontológico». Sin embargo, no obstante su largavida, a causa de las profundas modificaciones sufridas por la humanidad en los últimos cien años, elparadigma ontológico parece haber perdido su capacidad persuasiva. Por ello, el autor propone la formulación de un nuevo paradigma capaz de cumplir dos condiciones:que exprese profundidad metafísica; y que sea capaz de alejarse de la lógicadel ser.

A juicio del autor, la estructuración del nuevo paradigma es una tarea pendiente. Dicha tarea exige la definición de nuevas categorías metafísicas que lo expliquen yjustifiquen. La primera, más no la única, sería la categoría levinasiana deOtro. Gracias a la categoríametafísica de Otro el filósofo podría establecer un nexo entre meta- física y realidad. De esta manera se escapa a la ontología occidental, que según Levinas se ha realizado de modo perfecto como violencia. Al contrario, el Otro se caracteriza por la irreductibilidad al Mismo, a la lógica de la aprehensión y a la comprensión del Otro al interno de la Identidad; y porque suRostro meseñala, me demanda, me reclama. Esta última dimensión del Otro debe considerarse como un llamado a la Responsabilidad; la cual, en el fondo, constituye la base para la consideración ética del Otro. La Responsabilidad por elOtro establece el criterio de responder por la muerte del otro antes de tener que ser.

Material suplementario
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Notas
Notas
6 El autor conoce los grandes aportes realizados por Gadamer a la hermenéutica filosófica contemporánea,sin embargo, desea tomar distancia acerca de sus conclusiones sobre el «universal significadoontológico» del lenguaje: Hans-Georg Gadamer, Verita’ e método (Milano: Bompiani, 2004), 542.
7 Cf. Gianni Vattimo, La fine della modernità. Nichilismo ed ermeneutica nella cultura postmoderna (Milano:Garzanti, 1998), 181. En relación al término alemán Verwindung resulta adecuada la siguienteaclaración de Vattimo: «Aquello que sabemos de la indicaciones que Heidegger ha dado a sus traductoresfranceses de Vortrāge und Aufsātze, donde el término es usado en un artículo en el que tratasobre la Ueberwindung, de la superación, de la metafísica es que indica una superación que tiene ensí las características de la aceptación y la profundización. Por otra parte, el significado lexicológicode la palabra en el vocabulario alemán contiene otras dos acepciones: aquella de convalecencia (eineKrankheit verwinden: curarse, reponerse de una enfermedad); y aquella de (dis)torsión (un significadobastante marginal, ligado a winden, torcer, y al significado de alteración desviante que posee, entreotros, el prefijo ver). Al sentido de la convalecencia también se une aquel de resignación; [de modoque] no solo se verwindet de una enfermedad, sino que también se verwindet de una pérdida, de undolor». Gianni Vattimo, op. cit., 180. La Hermenéutica Verwindung que se propone en el presente artículose sirve de algunas nociones expuestas por Kuhn, con la intención de transformar su significado más allá de las intenciones de su autor.
10 «“Ciencia normal” significainvestigación basada firmemente en una o más realizaciones científicaspasadas,realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durantecierto tiempo,como fundamento para su práctica posterior». Tomás Kuhn, Laestructura de las revoluciones científicas(México: Fondo de Cultura Económica,1971), 33.
11 «La investigación científicanormal va dirigida a la articulación de aquellos fenómenos y teorías queyaproporciona el paradigma» Tomás Kuhn, La estructura de las revolucionescientíficas(México: Fondo de Cultura Económica, 1971),, 53. «Para loscientíficos, al menos, los resultados obtenidos mediantela investigación normalson importantes, debido a que contribuyen a aumentar el alcance y laprecisióncon la que puede aplicarse un paradigma» ibíd., 69. «El estudio de lastradiciones científicasnormales hace descubrir muchas otras reglascomplementarias, que proporcionan mucha informaciónsobre los compromisos quededucen los científicos de sus paradigmas» Tomás Kuhn, La estructura de lasrevoluciones científicas(México: Fondo de Cultura Económica, 1971), 75.
12 «Debido a que exige ladestrucción de paradigmas en gran escala y cambios importantes en losproblemasy las técnicas de la ciencia normal, el surgimiento de nuevas teoríases precedido generalmentepor un periodo de inseguridad profesional profunda.Como podría esperarse, esta inseguridades generada por el fracaso persistentede los enigmas de la ciencia normal para dar los resultadosapetecidos» TomásKuhn, La estructura de las revoluciones científicas(México: Fondo de CulturaEconómica, 1971),, 114. «Cuando por esas razones u otras similares, unaanomalía llega a parecer algomás que otro enigma más de la ciencia normal, seinicia la transición a la crisis y a la ciencia fuera delo ordinario» TomásKuhn, La estructura de las revoluciones científicas(México: Fondo de CulturaEconómica, 1971), 136.
13 «Para ser aceptada comoparadigma, una teoría debe parecer mejor que sus competidoras; pero nonecesitaexplicar y, en efecto, nunca lo hace, todos los hechos que se puedanconfrontar con ella» Tomás Kuhn, La estructura de las revolucionescientíficas(México: Fondo de Cultura Económica, 1971), 44.
16 No se desconoce que Kuhn seinclina por la negación de la categoría de «ciencia» a disciplinas comoel arte,la teoría política y la misma filosofía; por lo cual quedarían excluidas delcampo de aplicaciónde la Estructura de las revoluciones científicas. Cf. TomásKuhn, op. cit., 247. Pues, el término ciencia«está reservado a campos queprogresan de manera evidente. En ninguna parte se muestra esto demanera másclara que en los debates repetidos sobre si una u otra de las ciencias socialescontemporáneases en realidad una ciencia» Tomás Kuhn, op cit.,, 247. Sin embargo, se desea«retorcer» (Verwindung) lossignificados de «revoluciones» y «paradigmas» paraaplicarlos a la filosofía y a la metafísica.
17 «Las especulaciones de losprimeros filósofos griegos se inician en torno al hecho de la mutación.Lesimpresionan los cambios cíclicos de las cosas, la regularidad de losmovimientos celestes, el ordende la belleza del Cosmos, los fenómenosatmosféricos, la generación y la corrupción de los seres. (…)Más que las cosasparticulares les preocupa la “Naturaleza”. No se preguntan simplemente quésonlas cosas, sino que tratan de penetrar más adelante, inquiriendo de quéestán hechas, cómo se haceny cuál es el primer principio de donde provienen»Guillermo Fraile, Historia de la filosofía I. Grecia y Roma (Madrid: bac,2005), 138. El texto de Fraile destaca el giro que realiza la reflexiónfilosófica delos primeros filósofos en torno a la interpretación de la realidadgracias al alejamiento de las explicacionesmíticas, por medio de laincorporación de explicaciones más ajustadas a la razón.
18 «Basta un ligero vistazo almaterial científico que aportan al Occidente las traducciones de obrasgriegas,árabes y judías para apreciar el enriquecimiento que significan comparadocon la exigua bibliotecade los siglos anteriores. Se trata de un acontecimientoeuropeo, cuyos horizontes se ensanchansúbitamente, de manera hasta entoncesdesconocida. Como dice el P. Mandonnet, la rápida difusiónde los tratadosaristotélicos recién adquiridos es el comienzo de una “fermentación depensamiento”que irá creciendo a lo largo de todo el siglo xiii» GuillermoFraile, Historia de la Filosofía II. Filosofíajudía y musulmana, altaescolástica y decadencia (Madrid: bac, 2005), 105.
23 Laestructura de las revoluciones científicas (México: Fondo de Cultura Económica,1971), 47.
27 «Est scientia quaedam quaespeculatur ens inquantum ens et quae huic insunt secundum se» [Hayuna cienciaque contempla el Ente en cuanto ente y lo que le corresponde de suyo]:Aristóteles, Metafísicade Aristóteles, volumen 1 (Madrid: Gredos), 150-151.
28 «Quod quidem igitur sapientiacirca quasdam causas et principia sit scientia, manifestum est» [Lo queahoraqueremos decir es esto: que la llamada Sabiduría versa, en opinión de todos,sobre las primerascausas y sobre los principios] Aristóteles. Metafísica. Vol. 1. Madrid: Gredos, 1970., 10-11.
29 «Principia et causae quaerunturentium: palam autem quia inquantum entia» [Buscamos los principiosy las causasde los entes, pero es claro en cuanto entes] Aristóteles. Metafísica. Vol. 1. Madrid: Gredos, 1970., 302-303.
30 «Toties autem ente dicto, palamquia horum primum ens es quod quid est, quod significat substantiam» [Pero,diciéndose «Ente» en tantos sentidos, es evidente que el primer Ente de estoses la quididad,que significa la substancia] Aristóteles. Metafísica. Vol. 1. Madrid: Gredos, 1970., 320-321.
35 Jean Grondin, Introducción a lametafísica, op. cit., 135. Merino resume adecuadamente elpensamientoagustiniano sobre Dios como ser y verdad: «El problema de la verdady del ser está íntimamenteligado al problema de Dios. Dios es la verdad. Éstees el principio fontal y fecundo del pensamientoagustiniano. […] La verdad esla revelación del ser en cuanto tal y ofrece la norma y la medida deljuicioauténtico de valor. En este manifestarse del ser, en la interioridad delhombre, y en este presentarsecomo principio iluminante de la búsqueda está laverdad. Pero el ser, que se revela y habla alhombre, el ser que es Palabra yrazón iluminante, es Dios en su Logos o Verbo»: José Antonio Merino,Historia dela filosofía medieval (Madrid: bac, 2001), 61.
36 Nombre conferido por Kant a la fórmulade san Anselmo acusándola de fundamentarse sobre merosconceptos: Immanuel Kant,Crítica della ragion pura (Roma-Bari: Laterza, 2004), 387.
39 Alan de Libera, La philosophiemédiévale. Citado por Jean Grondin, Introducción a la metafísica, op.cit., 151.
41 Cf. Jean Grondin, Introducción ala metafísica, op. cit., 159-160. Algunos años antes que Avicena, conlaintención de justificar la distinción entre Dios y los seres creados, Alfarabídesarrolla las nocionesde ser necesario y ser contingente, importantísimas parala ontología: Cf. Guillermo Fraile, Historia dela Filosofía II. Filosofía judíay musulmana, alta escolástica y decadencia, op. cit., 51.
47 «La movilidad y la diversidad nosrevelan la estructura interna de estas realidades móviles y diversas.Estaestructura interna de los seres, así como las consecuencias que entraña para laclasificación delos mismos en grandes grupos y, finalmente, para la elaboraciónde una noción única que nos permitapensarlos todos, constituirán el objeto dela Primera parte: “Estática del ser"» Paul-Bernard Grenet,Ontología(Barcelona: Herder, 1992), 28.
48 «Sin embargo, los seres asíconstituidos y estructurados no se realizarían sin la intervención deciertosfactores externos, que serán objeto de estudio de la Segunda parte:“Dinámica del ser: “Estática del ser"» Paul-Bernard Grenet,Ontología(Barcelona: Herder, 1992), 28.
52 Según Romo, «La epistemología ofilosofía de la ciencia es la rama de la filosofía que estudia lainvestigacióncientífica y su producto es el conocimiento científico» Luis Romo,Filosofía de la Ciencia(Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión,2007), 7; Siguiendo la lógica del cientificismo,Bunge afirma que «lasdisciplinas que no pueden utilizar el método científico –por ejemplo,porlimitarse a la consecución de datos– no son ciencias» Mario Bunge, Lainvestigación científica. Suestrategia y su filosofía (Barcelona: Ariel, 1983),32.
57 Cf. Jean-François Lyotard, Lacondizione postmoderna. Rapporto sul sapere (Milano: Feltrinelli, 2001)prefierehablar de fin de los grandes relatos; Jacques Derrida, La scrittura e ladifferenza (Torino: Einaudi,1990) critica el logocentrismo de la filosofíaoccidental; Michel Foucault, Las palabras y las cosas.Una arqueología de lasciencias humanas (Argentina: siglo xxi, 1968) distingue tres grandesepistemesque representan el marco para el desarrollo de los tres grandesperíodos de la cultura occidental.
79 «Knowlwdge or violence wouldappear in the midst of the multiplicity as events that realize Being».EmmanuelLevinas, Totality and Infinity (Pittsburgh: Duquesne University Press, 1969),302.
Notas de autor
* La presente investigación constituye un proyecto personaldel autor, patrocinado por la Pontificia UniversidadCatólica del Ecuador. Surealización y los resultados preliminares, que se presentan en esteartículo, sehan llevado a cabo entre el 10 de mayo y el 10 de junio de 2015.
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