Investigación Arbitrada

Representación social de la Educadora: aproximación desde el análisis de redes sociales

Social representation of the preschool teacher: approach from the social network analysis

Esmeralda Jiménez Fuentes
Antonio Fernández Crispín
Universidad Autónoma de Puebla, México

Representación social de la Educadora: aproximación desde el análisis de redes sociales

Educere, vol. 23, núm. 75, pp. 465-476, 2019

Universidad de los Andes

Recepción: 12 Diciembre 2018

Aprobación: 31 Enero 2019

Resumen: Esta investigación es un estudio exploratorio – descriptivo cuyo objetivo es revelar la representación social de la educadora. Participaron 77 estudiantes de la licenciatura en educación preescolar de una institución formadora de docentes de entre 16 y 24 años de edad a quienes se les aplicó un cuestionario que recuperó las ideas, opiniones, cogniciones y pensamientos sobre quién es una educadora. Se utilizó el enfoque estructural de la teoría de las representaciones sociales y el análisis de redes sociales. Los resultados muestran que prevalece una imagen socio- cultural de la educadora de corte froebeliano lo que denota que se trata de una representación social que poco se ha transformado a través del tiempo desde la génesis de la profesión.

Palabras clave: Representación social, educadora, redes sociales.

Abstract: This research is an exploratory - descriptive study whose objective is to reveal the social representation of the educator. 77 undergraduate students participated in pre-school education at a teacher training institution between 16 and 24 years of age who were given a questionnaire that retrieved the ideas, opinions, cognitions and thoughts about who is an educator. We used the structural approach of the theory of social representations and the analysis of social networks. fte results show that a socio-cultural image of the Froebelian educator prevails, which denotes that it is a social representation that has been little transformed over time since the genesis of the profession.

Keywords: Social representation, educator, social network.

Introducción


Actualmente en la República mexicana la educación preescolar es aquella dirigida a niñas y niños de tres a seis años de edad, forma parte de la educación básica obligatoria que abarca desde el nivel preescolar hasta el medio superior. La educación preescolar se ofrece en instituciones educativas denominadas jardines de niños y tiene una duración de tres grados escolares. Según Martín del Campo (1940) “los jardines de niños llegaron a México en 1880 como un legado del sistema feudal español bajo un esquema de kindergarten froebeliano puro” (p. 22). Su primera versión es Sala de Párvulos instaurada en 1883 en la Ciudad de México por el maestro Cervantes; ese mismo año llega a México el alemán Enrique Laubscher a fundar el primer Jardín de Niños en el Estado de Veracruz (Castañeda Núñez, 1981, p. 28).

Más tarde, en 1910, tienen influencia de la Escuela Activa Norteamericana de John Dewey, posteriormente en el periodo de 1914 a 1920 se impone en ellos la dinámica de trabajo de la Escuela Montessori por sus tendencias a la libertad y a la autoeducación (Martín del Campo, 1940, p. 23). Así, con influencia de Alemania, Estados Unidos e Italia, se ha modelado un kindergarten mexicano hoy llamado jardín de niños.

A partir de 1880, se expide el Reglamento Constitutivo de la Escuela Normal e inicia sus actividades la primera Escuela Normal en el Estado de Veracruz con la misión de formar a maestras y maestros de educación básica, surge la figura de la educadora, persona encargada de brindar servicio educativo a niñas y niños del jardín de niños.

En 1909 surge el plan de estudios para educadoras de párvulos diseñado por Bertha Von Glümer que contempló teoría y práctica en el kindergarten, historia de la pedagogía, dones y ocupaciones, cuentos del kindergarten, educación manual y dibujo (Castañeda Núñez, 1981, p. 92). Históricamente, los docentes a cargo de brindar este servicio educativo son comúnmente llamadas educadoras por ser mujeres en su mayoría, algo distintivo de dicho nivel. El término surge durante el Porfiriato, y proviene del francés école normale, un tipo de escuela modelo que surge en Francia a finales del Siglo XVIII con aulas para enseñar prácticas pedagógicas a los futuros maestros de educación básica (Andión Gamboa, 2011, p. 34).

Actualmente, las educadoras son formadas en las Escuelas Normales de todo el país, donde estudian la licenciatura en educación preescolar con el Plan 2012 y 2018 establecidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), consta de ocho semestres y el tránsito por estas instituciones se le conoce como formación inicial docente. Una vez que las estudiantes egresan, su inserción laboral es en los jardines de niños o instituciones de nivel preescolar. A diferencia de otros niveles, la imagen de la educadora se ha distinguido a través del tiempo por ser propia de las mujeres. De acuerdo con Palencia Villa (2000), esto se debe a que “representan la continuidad de la imagen materna, y los hombres que trabajan en este nivel educativo son caracterizados como “anormales”” (p. 147), también se observa que no hay muchos cambios en las prácticas pedagógicas que ejercen pese a que los manuales y programas de educación preescolar son distintos a los de hace décadas.

En las Normales, durante el proceso de formación inicial, las estudiantes inician su inserción en la cultura magisterial, sin embargo, se puede suponer que al ingresar a la institución ya disponen de predisposiciones sobre la carrera, significados, creencias, arquetipos, cualidades, atributos, códigos, es decir, tienen imágenes preconcebidas con relación a quién es y qué hace una educadora.

Ante esto surgió la necesidad de indagar y comprender cómo es asumida la imagen de la educadora en la actualidad debido a que se observan pocos cambios en su imagen y labor. La teoría de las Representaciones Sociales, propuesta por Moscovici (1961) explica cómo las sociedades construyen y comparten estos significados, creencias, arquetipos, cualidades, atributos, códigos sobre un objeto dado y de qué manera repercuten en la vida cotidiana, por lo que esta teoría fue empleada para comprender el objeto de estudio: la representación social de la educadora.

A partir de estos planteamientos surge la pregunta ¿cuál es la representación social de la educadora por estudiantes en formación inicial docente? debido a que se generó la necesidad de encontrar una explicación respecto a la forma en que socialmente se concibe hoy después de más de 130 años de su aparición como figura educativa en México y así lograr el objetivo de: identificar la representación social de la educadora desde un enfoque estructural mediante el análisis de redes sociales.

Con ello, se pretendió encontrar causas por las cuales se observa que la imagen y la práctica no han tenido cambios sustanciales a través del tiempo desde la génesis dela profesión. Se optó por estudiantes normalistas en proceso de formación inicial ya que es un periodo donde inician su inserción a la cultura magisterial, sin embargo al ingresar a la institución ya disponen de predisposiciones sobre la carrera.

Ante esto, se diseñó la investigación de corte exploratorio – descriptivo que aborda el tema de la teoría de las representación social desde un enfoque estructuralista. En este apartado se expone la forma en que se organiza una representación social, según Abric (2001) toda representación se encuentra organizada a partir de un núcleo central y elementos periféricos. Bajo esta perspectiva de pensamiento colectivo, se buscó revelar el sistema de ideas que define y caracteriza a la docente de nivel preescolar por parte de las estudiantes en formación inicial, asumidas en este estudio como grupo social al compartir el interés por querer ser educadoras, y así definir en qué medida prevalece el rol materno, los postulados de Froebel el creador del jardín de niños, técnicas de trabajo vigentes, ideas preexistentes a la actualidad en los cambios y transformaciones en la imagen sociocultural.

De esta manera, en el apartado de metodología se expone la ruta de investigación empleada para lograr dicho objetivo. Se aplicó un cuestionario que arrojó información, misma que fue analizada mediante índices para comprender el campo de información de la representación social, consecutivamente se hace uso del método de análisis de redes sociales que brinda un conjunto de herramientas para estudiar a las representaciones sociales desde sus propiedades estructurales, se fundamenta en el álgebra matricial y teoría de grafos; tiene sus orígenes en la sociometría de Moreno (1934), no obstante años más tarde en 1963 comenzó a ser aplicado en las ciencias sociales.

El ordenamiento y procesamiento de la información fue con base en la creación de una matriz adyacente, posteriormente se utilizó el software UCINET 6.0 para su tratamiento y generación de redes que detonaran el campo de representación de la representación social. Un aspecto sustancial fue el posicionamiento teórico donde primero se hizo un recorrido sobre el origen de la profesión de la educadora, brindando referentes de la imagen disponible desde su génesis lo que permitió compararla con la representación social de la actualidad. Los resultados fueron interpretados en función de las propiedades de la estructura de la representación social, así como del campo de información y campo de representación de ésta.

Desarrollo del trabajo

1. Fundamentación teórica

1.1. El origen de la profesión de la educadora

La génesis de la profesión de la educadora y la razón por la que se trata de un campo feminizado se asocia estrechamente con los postulados de Federico Froebel quien sostenía que la mujer, por sus cualidades femeninas, era la indicada para el acompañamiento por el jardín de niños de infantes. Él señaló que “era necesaria el alma femenina en la formación del niño pequeño (…) concluía que esta etapa de la vida del ser humano requiere de cuidados especiales que sólo la ternura de la mujer podía proporcionar” (Froebel, 1939; citado en Cuéllar, 1995).

Respecto a su actuar, Castañeda Núñez (1981) añade que la maestra debe “volverse abnegada, casi madre, celosa en el cumplimiento de su deber, y tan tierna, serena y firme, que sin agitación ni preferencias apasionadas, impulse o sostenga al niño con la fuerza de su prudente y dulce energía (…)” (p. 38). Este tipo de argumentos prevalecían en el discurso que definía quién es y cómo debe conducirse la educadora al interior de los jardines de niños, y son los configuradores de la imagen educativa y sociocultural de aquellos tiempos.

1.2. El enfoque estructural de la representación social

El conjunto de pensamientos que se tienen sobre algo en el plano grupal forma parte de una representación social, se constituye por un sistema de nociones, creencias u opiniones compartido y socializado a través del lenguaje e interrelaciones cotidianas. Es un pensamiento colectivo que conduce a la congregación de determinados grupos sociales, facilita su asociación y buena cohesión.

Para comprender cuál es la imagen relativa a la educadora que los miembros de la Escuela Normal comparten, en este trabajo se aborda la Teoría de las Representaciones Sociales (TRS) desde un enfoque estructural que sostiene que dicho sistema cognitivo o pensamiento social está organizado a partir de un núcleo central y un sistema periférico. El término de representación social es parte de una teoría que surge en el campo de la psicología social, ayuda a entender la dinámica de las interacciones sociales y aclarar los determinantes de las prácticas sociales. El enfoque estructuralista afirma que se constituyen de “un conjunto de informaciones, de creencias, de opiniones y de actitudes al propósito de un objeto dado. Además este conjunto de elementos es organizado y estructurado” (Abric, 2001, p. 18).

El núcleo central “es el elemento fundamental de la representación puesto que a la vez determina la significación y la organización de la representación” (Abric, 2001, p. 20) su importancia radica en la centralidad por el alto grado de atribuciones y significación en común por quienes integran algún grupo social, cualquier cambio o modificación refleja transformaciones en el sistema o elementos periféricos.

Los elementos periféricos se ubican rodeando al núcleo central y “abarcan informaciones retenidas, seleccionadas e interpretadas, juicios formulados al respecto del objeto y su entorno, estereotipos y creencias” (Abric, 2001, p. 23), una de sus funciones es defender el núcleo central y prescribir comportamientos. Con esta mirada teórica, se hizo la aproximación a la representación social de la educadora.

1.3. La aproximación a la representación social mediante el análisis de redes sociales

El Análisis de Redes Sociales (ARS) brinda la posibilidad de identificar y comprender la estructura de la representación social, se presenta a través de un grafo en red, un tejido compuesto por nodos y líneas cuyas interconexiones y estructura en general permiten dar cuenta sobre algo. Al reconocer la complejidad de ordenar las diferentes expresiones de los participantes se consideró el método de ARS que permitió cuantificar y procesar las ideas y sus relaciones para la creación de una matriz y posteriormente una red gráfica que representen esas relaciones como un todo (Leonidas Aguirre, 2011, p. 6) y así analizar la naturaleza de la representación social bajo este enfoque.

Es una forma poco utilizada para el ordenamiento, procesamiento y análisis de la información el grafo representa un modelo donde claramente se pueden diferenciar el grupo de ideas predominantes y poco predominantes, que desde la perspectiva de la teoría de la representación social están divididas en núcleo central y sistema periférico que compone la representación social de la educadora. El ARS “se ha consolidado como una técnica de análisis de las relaciones gracias a la utilización del álgebra matricial y de los grafos” (Rodríguez Treviño, 2013, p. 120).

2. Metodología

La investigación es de corte exploratorio - descriptivo y buscó la aproximación a la representación social desde el análisis de redes sociales. La investigación se llevó a cabo en la Escuela Normal Preescolar “Profesora Francisca Madera Martínez” ubicada en el Estado de Tlaxcala, México, en ella se ofrece la licenciatura en educación preescolar con duración de ocho semestres.

Los sujetos de investigación fueron 77 estudiantes de la generación que ingresó en el mes de Agosto del año 2017, matriculadas en primer semestre a quienes se les aplicó un cuestionario. La participación fue del 96.2% (77 estudiantes), todas mujeres cuya edad oscila entre los 16 y 24 años de edad (esto se debe a que en la convocatoria de ingreso existe el límite máximo de edad de 23 años). El 95.5% son solteras y el resto casadas. El 96% proviene de instituciones de educación media superior de sostenimiento público y el 4% de privadas.

El instrumento consistió en un cuestionario en el que se les pidió que escribieran cinco ideas, opiniones, valores o comentarios que asocian con la imagen de la educadora. Se solicitó únicamente cinco ideas debido a que se buscó recuperar las emergentes y espontáneas, y para poder procesarlas estadísticamente. Se diseñó con base en la técnica asociativa que consiste en presentarles a las alumnas la palabra “Educadora” como inductora para la evocación de las primeras imágenes mentales y que fueran manifestadas mediante palabras por escrito.

La asociación libre permite actualizar elementos implícitos o latentes que serían ahogados o enmascarados en las producciones discursivas” (Araya Umaña, 2002, p. 59). Una de las condiciones para contestar el cuestionario es que no emplearan mucho tiempo en escribir sus primeras ideas que detonaba la palabra “educadora” con la intención de aglutinar el “sentido común” ese tipo de pensamiento natural y espontáneo de las estudiantes y así poder rescatar aquellas primeras espontaneidades, directo de su experiencia pero que también ha sido impuesto por los hechos, las opiniones ya formadas y reflexionadas que les permiten contestar de inmediato, por lo que no es conveniente solicitar que escriban muchas ideas.

Partimos del supuesto de que en la representación social el sentido común adquiere relevancia ya que forma parte del discurso colectivo compartido en la vida cotidiana, Wagner y Hayes (2011) sostienen que “el sentido común es nuestro reservorio de conocimiento de contexto disponible de manera espontánea. Se utiliza en gran medida sin pensar, y está sujeto a nuestras prácticas cotidianas” (p. 19). Los autores señalan que se refiere al mundo tal y como es y no como aparenta ser, pero además, prescribe nuestro comportamiento sin perder de vista que, como lo afirma Geertz (1999) es un conjunto relativamente organizado de pensamiento especulativo, y no como lo que alguien emplea y conoce con moderación (p. 95).

Bajo estos criterios se diseñó y validó el instrumento a partir de la consulta y juicio de expertos quienes retroalimentaron, el juicio de expertos se define como una opinión informada de personas con trayectoria en el tema, que son reconocidas por otros como expertos cualificados en éste, y que pueden dar información, evidencia, juicios y valoraciones (Escobar-Pérez y Cuervo-Martínez, 2008, p. 29).

3. Procedimiento

El cuestionario fue aplicado en el aula de las estudiantes normalistas, sujetos de investigación, con previa autorización de la autoridad institucional. Después de la aplicación, en promedio se obtuvieron 305 ideas por parte de las participantes que fueron transcritas en el Software Microsoft Excel. Posteriormente se agruparon tomando el criterio de semejanza, dando lugar a 76 ideas. El procedimiento de análisis de la información consistió en función del campo de información, campo de representación y campo de actitud.

Se examinó el campo de información de la representación social mediante dos índices que permiten conocer la diversidad de respuestas: a) el índice de Shannon (H’) que proviene de la teoría de la información, conceptualmente es una medida del grado de incertidumbre (Pla, 2006, p. 583) y b) el índice de Simpson (DSi) que deriva de la teoría de probabilidades (p. 3), que proporciona información sobre el grado en que unas ideas predominan sobre las demás.

Con los resultados de los índices se calcularon los números de diversidad de Hill, iniciando por el ubicar el número de ideas recuperadas (N0), después el número de ideas abundantes (N1) calculado a partir del exponencial del índice de Shannon, así como el número de ideas muy abundantes (N2), mediante el logaritmo natural del índice de Simpson. La familia de números de la diversidad de Hill “permite analizar la diversidad de elementos en una RS, entendiéndose ésta como una función de la abundancia de creencias –riqueza- y la homogeneidad con la que éstas están repartidas en ella” (Fernández-Crispín, Benayas del Álamo y García Pérez, 2008, p. 45).

Tabla 1
Los números de diversidad de Hill
Los números de diversidad de Hill
Elaboración propia. Adaptado de: Lara González, José David, Fernández Crispín, Antonio, Silva, Sonia & Pérez A., Ricardo. (2010). Representación social de las causas de los problemas ambientales. El caso de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Trayectorias, 12 (30), 40-55. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=60713488004

Después de calcular los índices y los números de diversidad de Hill, se procedió a efectuar el análisis del campo de representación. Para ello, se seleccionó el número de ideas muy abundantes (N2) para la creación de una matriz adyacente, también es llamada cuadradas y de doble entrada (Hanneman, 2000).

Tabla 2
Matriz adyacente sobre la información recolectada del ítem “Docente de nivel preescolar”
Matriz adyacente sobre la información recolectada del ítem “Docente de nivel preescolar”
En esta matriz se buscó identificar qué ideas están insertadas en la representación social, las interacciones existentes entre las ideas dependiendo el número de veces en que fue evocada y la forma en que cada sujeto las expresó, ocupando así un lugar específico y estratégico en la matriz.

A partir de la matriz se construyó el grafo o red social compuesta por nodos y lazos mediante el Software UCINET 6.0, de los creadores Borgatti, Everett, y Freeman en el año 2002. Los datos presentados mediante la red social centran su atención en las ideas y sus conexiones que permite tener una visión global. El análisis parte de mediciones específicas propias del método de análisis de redes sociales. Los nodos representan las ideas y expresiones de los actores a partir de las cuales intentaron definir qué es una educadora y los lazos son las relaciones entre ellas. En el software UCINET 6.0 se solicitó organizar la red de acuerdo a sus componentes principales (Principal Components) que visualmente arroja una red diferenciando grupos y subgrupos de nodos. Una vez trazado el grafo, bajo esta consigna fue analizado con base en métricas de centralidad y poder, que permiten clasificar e identificar atributos de esta y que se especifica a qué se refieren en la tabla 2.

Además, se analizaron las características de los nodos en triadas, la densidad y fortaleza de los lazos, posibles subgrafos y agujeros estructurales. Finalmente también se identificó el núcleo central y sistema periférico que desde el punto de vista estructural de la representación social el primero tiene que ver con las ideas altamente arraigadas en el sistema de conocimientos y en el sistema periférico se ubican las que tienen mayor susceptibilidad de ser modificadas, transformadas o reemplazadas a través del tiempo.

Tabla 3
Métricas empleadas en el análisis de la red
Métricas empleadas en el análisis de la red
Métricas utilizadas para en análisis de la red social. Adaptado de Kuz, Antonieta, Falco, Mariana & Giandini, Roxana. (2016). Análisis de redes sociales: un caso práctico. Computación y Sistemas, 20 (1), 89 - 106. Recuperado de https:// dx.doi.org/10.13053/cys-20-1-2321

Resultados

El campo de información de la representación social

El número de ideas recuperadas (N0) fueron 76, con un índice de Shannon (H’) H’=3.69, lo que se significa que en el conjunto de información emitida por los sujetos hay una alta diversidad de ideas en la representación social de la educadora. Respecto al índice de Simpson se obtuvo que DSi=0.03 lo que significa que hay pocas ideas dominantes. Al obtener estos dos índices encontramos que la información emitida por las estudiantes es muy variada, por lo que puede decirse que se trata de una representación social heterogénea por ser ideas disímiles, de naturaleza distinta.

Al calcular los números de diversidad de Hill tales como el número de ideas recuperadas (N0), número de ideas abundantes (N1) y número de ideas muy abundantes (N2), se encontró que N0=76, N1=40.4, N2=27.2. Estos números nos ayudan a identificar las ideas efectivas presentes en el conjunto de cogniciones, o sea que existe información con mayor grado de importancia. Los resultados arrojan que son 27 ideas las que son mayormente evocadas.

El campo de representación

El Gráfico 1 muestra el Análisis de Redes Sociales (ARS), que representa como se conforma el campo de representación de la representación social de la educadora. En el grafo, los 27 nodos son los cuadros de diferentes tamaños, según su grado, que denotan el sistema de cogniciones, ideas, opiniones que rodean a la profesión y la forma en que están interrelacionadas.

El tipo de organización que presenta la red nos permite darle lectura de izquierda a derecha. De acuerdo con las métricas aplicadas a la red. La densidad de la red es de 93.7%, esto quiere decir que es una red bastante relacionada entre sí y que existe reciprocidad entre ideas, se encuentra cohesionada que tiene la característica de que todos los nodos se encuentran conectados (Coleman, 1988).

En el Gráf. 1 se aprecian agujeros estructurales que separan las opiniones relacionadas con la imagen de la educadora de las que refieren a las actividades que realiza en su profesión. Un dato importante es la centralidad

Matriz adyacente sobre la información recolectada del ítem
“Docente de nivel preescolar”
Gráf. 1
Matriz adyacente sobre la información recolectada del ítem “Docente de nivel preescolar”
Este grafo fue construido con UCINET 6.0 con apoyo de la matriz adyacente, obteniendo un total de 27 nodos y 318 lazos.

y poder de la red (Centrality and power). En ésta hallamos que los nodos referidos a niños, amable, paciente, creativa, juegos, divertida y alegre es el conjunto con mayores conexiones y de alta importancia dentro de la red de acuerdo con las diferentes métricas aplicadas: grado, centralidad del vector, centralidad de intermediación, centralidad de cercanía, por lo que claramente se observa que es el núcleo central de la representación social, representan las ideas de mayor arraigo. Los nodos de color azul y amarillo, por su posición dentro de la red son elementos periféricos susceptibles de ser modificados por diversas circunstancias. No hay nodos aislados, todos poseen un tipo de vínculo.

En el análisis reticular mediante el procedimiento de k-cores identificamos que existen tres subgrupos, cada uno con un nodo sensible que si se desconectaran se dividiría la red (Fernández Falero y Peral Pacheco, 2011, p. 8). Estos nodos sensibles son: divertida, alegre y responsable que al suprimirlos son capaces de fraccionar la red. Estos datos indican que las cualidades de la educadora de ser divertida, alegre y amable son indisociables y difícilmente pueden ser características erradicadas de la representación social.

En cuanto a los lazos, que son las líneas que conectan a los nodos, hay una densidad alta en la zona inferior izquierda. Existen lazos fuertes, sobre todo el dúo niños – juegos, y dentro de la agrupación compuesta por los nodos paciente-alegre- amable-divertida-creativa. El número máximo de relaciones entre nodos es de tres lazos y una media de 1.6, esto confirma que es una red muy bien conectada entre sus elementos.

Respecto a las facciones (factions), como otra diferencia adicional, aplicamos el análisis por cliqués que se refiere a las similitudes entre los perfiles y patrones de conexión de los nodos cuyas características detonan particiones en la red. Bajo esta lógica se encontraron dos subgrupos:

  1. 1. Amable, paciente, creativa, divertida, alegre, responsable, inteligente, tolerante, amorosa, bonita, bata, comprensiva, carismática, tierna, dinámicas, mujer, ordenada.
  2. 2. Niños, juegos, maestra, manualidades, enseñar, material didáctico, educadora, actividades, preparación, juguetona.

También es importante mencionar que de acuerdo con la métrica Peripheral Players niños, amable, paciente, creativa, divertida, alegre, son parte del núcleo, pero también hay elementos periféricos donde incluyen juegos, responsable, inteligente, tolerante, amorosa, maestra, manualidades, enseñar, material didáctico, bonita, educadora, bata, actividades, preparación, comprensiva, carismática, tierna, dinámicas, mujer, ordenada y juguetona.

Conclusiones y recomendaciones

Aproximarse a la representación social de la educadora a través de la perspectiva del análisis de redes sociales permitió verla como un sistema estructurado y organizado. El análisis de redes sociales representó una perspectiva poderosa para el análisis de datos e información. La creación de grafos ofrece una alternativa para analizar espacialmente la representación social. La tarea no sólo consiste en dar cuenta de la estructura, sino en el contenido de ésta, cómo se ubican y agrupan dichos elementos. La ventaja es que se aborda desde una perspectiva grupal y así se puede identificar la forma en que se constituye el pensamiento colectivo.

Gracias a los índices y la creación de redes se tuvo una aproximación al pensamiento social de las estudiantes normalistas de primer semestre de la licenciatura en educación preescolar. Al contrastar esta representación social con los manuales y planteamientos de Froebel, Castañeda, Bertha Von Glümer, principales precursores de la educación preescolar en México, se observa, a nivel macro, que apunta a una imagen sociocultural que ha transitado a través del tiempo desde el nacimiento de la profesión y que poco ha evolucionado, que consiste en un estereotipo donde la mujer con cualidades físicas específicas y de tipo comportamental, se acerca a un modelo de educadora propia del siglo XVIII. Por consiguiente se trata de una representación hegemónica por ser uniforme y que tienden a prevalecer en las prácticas simbólicas y afectivas (Rodríguez Salazar, 2003, p. 61).

El núcleo central que se compone de niños, amable, paciente, creativa, divertida, alegre, forma parte de una perspectiva histórico – cultural de la imagen de la educadora prevalece y conserva elementos distintivos desde que nace dicha figura educativa hace más de 150 años en Alemania, recordemos que las representaciones sociales prescriben comportamientos lo que nos hace inferir que es la razón por la cual las prácticas educativas que desempeñan las y los educadores no han evolucionado mucho pese a los cambios de planes y programas de estudio de nivel preescolar, pues en su mayoría, continúan siendo las mismas prácticas del siglo pasado. Actualmente, se exige un perfil basado en competencias genéricas y profesionales donde la educadora diseñe situaciones didácticas, tenga conocimientos amplios sobre evaluación de los logros y aprendizajes de los niños, investigue, genere ambientes de aprendizaje, conozca a sus alumnos, principalmente, situación que no es relevante en la representación social.

Encontramos elementos que protegen al núcleo central y que también hacen alusión a cualidades de la educadora, tales como inteligente, bonita, tolerante, amorosa, responsable y comprensiva. El quehacer docente de la educadora se traduce en un dúo exclusivo entre niños – juegos. Esto detona los elementos periféricos donde encontramos una diversidad de aspectos que se consideran y utilizan en la práctica docente como juegos, manualidades, enseñar, material didáctico, bata, actividades, preparación, dinámicas, también otras características de la especialista en educación preescolar, como el sustantivo educadora, mujer, y los adjetivos juguetona, ordenada, tierna, carismática.

No obstante, la TRS nos dice que este sistema periférico puede modificarse a través del tiempo y en relación a la lógica del ARS, actividades, juguetona, ordenada y carismática son los nodos con la tendencia a ser modificados al paso del tiempo, a ser desplazados o transformados por eventos o rupturas. Hay un tipo ideal de qué es y qué hace una educadora.

Entonces en la representación social encontramos cualidades, actitudes, y elementos de la práctica que para las estudiantes son normales y cotidianas a la hora de ingresar a la Escuela Normal Preescolar; como puede apreciarse, se trata de cualidades personales y la imagen sociocultural actual tiene semejanza con la que se disponía en el año de 1836 con el nacimiento de la profesión, porque incluso, se denotan características en género femenino de lo cual se infiere que culturalmente se trata de una carrera para mujeres.

La representación social de la educadora denota que la profesión ha evolucionado muy poco, vemos que prevalece en el discurso circulante, y nos explicamos esto desde la perspectiva histórico-cultural al hallar en el núcleo central elementos altamente enraizados.

Por otra parte, su actividad profesional coloca como eje medular al niño y la paciencia como atributo sustancial. Si comparamos esta representación social con lo estipulado en los planes de estudio de educación básica vigentes en México (Modelo Educativo 2017) hallamos un divorcio de orden conceptual y de las actividades que debe hacer la educadora mismas que trascienden más allá de las aulas de los jardines de niños como el de hacer evaluaciones, gestión, proyectos de impacto social, y actividades de tipo institucional.

Se concluye que prevalece una imagen de la educadora basada en un modelo sociocultural que asume a la educadora como una mujer con cualidades personales específicas tales como creativa, paciente, divertida, responsable, amable, alegre, tolerante, inteligente y bonita, por ende se comparte la idea de que el género femenino es el conveniente en el trabajo pedagógico de niñas y niños de tres a seis años de edad; esto responde a por qué es baja la demanda de ingreso por varones a la licenciatura en educación preescolar y que, culturalmente, no ha evolucionado la profesión de la educadora.

Agradecimientos

Trabajo realizado como parte del programa de Doctorado en Investigación e Innovación Educativa de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, inscrito al Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

Referencias bibliográficas

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Notas de autor

Licenciada en Educación Preescolar por la Escuela Normal Preescolar “Profra. Francisca Madera Martínez”, Maestra en Educación con campo en Educación Inicial por la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 291, estudiante del Programa de Doctorado en Investigación e Innovación Educativa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México.
Licenciado en Biología por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa, Maestría en Investigación Educativa por la Universidad Iberoamericana-Puebla y Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, España.
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