Servicios
Servicios
Buscar
Idiomas
P. Completa
Nuestros jóvenes profesionales ¿adónde van?...
Marisol Garcia de Yeguez
Marisol Garcia de Yeguez
Nuestros jóvenes profesionales ¿adónde van?...
Our young professionals where are they going?...
Salus, vol. 21, núm. 3, pp. 3-4, 2017
Universidad de Carabobo
resúmenes
secciones
referencias
imágenes
Carátula del artículo

Artículos

Nuestros jóvenes profesionales ¿adónde van?...

Our young professionals where are they going?...

Marisol Garcia de Yeguez*
Universidad de Carabobo, Venezuela
Salus, vol. 21, núm. 3, pp. 3-4, 2017
Universidad de Carabobo

La realidad para Venezuela no es la “fuga de talentos”, es simplemente la consecuencia de un sistema educativo, científico y de desarrollo equivocado, que no ofrece estímulos para que esos venezolanos se queden en su país.

Esfuerzos y experiencias la tenemos en el pasado con el plan Gran Mariscal de Ayacucho. En él decenas de venezolanos fueron a estudiar al exterior y muchos de ellos, hoy día, son reputados profesionales en diversas áreas, trabajando en muchos países que los acogieron. Quizás, una de las fallas del plan, era que no había, a lo interno, una política de Estado coherente de estímulos e incentivos para asimilar a esos jóvenes a su regreso y comenzar a cosechar el esfuerzo realizado en las diversas áreas de la ciencias puras y sociales.

Quizás habría que haber diseñado políticas públicas que giren en torno a oportunidades, incentivos a la investigación, al registro de patentes, a la innovación y desarrollo de productos y de servicios, que permitan interrelacionarse con los grandes polos de desarrollo, buscando integración y complementariedad en materia de investigación y algo que es básico, otorgar autonomías a los investigadores públicos y privados para generar sustentabilidad a largo plazo.

Esto implicaría cambiar el modelo educativo desde la primaria hasta los doctorados y post doctorados. Desarrollar estímulos por la ciencia, la física, las matemáticas y biología. Motivar el estudio de estas carreras con la idea de producir una generación de científicos.

Muchos países en Latinoamérica, han pasado por momentos de diásporas o fuertes emigraciones de talentos por distintas razones, algunas muy conocidas como la llegada de dictaduras militares, las hiperinflaciones, el conflicto guerrillero, las mega devaluaciones, las caídas abismales en la economía, violencia de mafias criminales, narco terrorismo Todo un abanico de causas económicas, político sociales, que, en su ausencia, ha forzado a buena parte de su población a buscar refugio fuera de sus fronteras.

Venezuela había sido, quizá junto a Costa Rica y Panamá y algunas islas del Caribe, uno de los pocos países que no habían experimentado la emigración masiva de una parte importante de sus ciudadanos fuera del país buscando mejores oportunidades. La única y gran explicación es que la renta petrolera nos permitió vivir cómodamente durante décadas, pero esa bonanza ya no existe.

En 1939, España vive una de las más cruentas de las guerras del siglo XX: la caída de la II República y del proyecto de estado democrático. Este pretendía amalgamar diferentes ideologías en un pensamiento social que no pudo cuajar por la mezcolanza de tendencias políticas del estado. Se produjo un doloroso exilio de más de 500.000 españoles perseguidos por el gobierno de Francisco Franco. Intelectuales de todas las profesiones, incluso 2500 profesores universitarios que toman el difícil camino de volver a comenzar. Francia, México, Venezuela, Argentina, Chile, Colombia y el resto de los países de Latinoamérica se vieron favorecidos por esa fuga de cerebros. Muchos se dedicaron a la docencia, investigación, sanidad, otros ejercieron sus profesiones o realizaron otras labores, pero todos trajeron el conocimiento que necesitaban nuestros países para desarrollarse.

Setenta y cinco años después de haber culminado la guerra civil española, Venezuela está teniendo una diáspora de talentos por una situación que comienza a ser similar a las que vivieron todos aquellos españoles que tuvieron que desarraigarse de su terruño. Entre los miles de jóvenes que están emigrando están los médicos, uno de los recursos humanos que toma más tiempo en formar y que exige una costosa infraestructura. En el año 2013 egresaron 1800 médicos de las universidades tradicionales, de los cuales 1100 no llegaron a cumplir el año de medicina rural, indispensable para ejercer y continuar su formación en Venezuela Se piensa que esta cohorte del 2013 emigró a otras regiones, junto con los miles de especialistas que han tomado ese camino. Este éxodo ha sido en búsqueda de mayor seguridad, tanto personal como familiar, y la de poder contar con mejores condiciones para ejercer la profesión para la cual se prepararon.

Dolorosa comparación entre la España de 1939 y la Venezuela actual, víctima de una estructura político social que poco, o más bien nada, le aporta al país. Por el contrario, favorece el desplazamiento de la intelectualidad, de los científicos, de los profesionales, de los recién graduados y de los empresarios, todos ellos venezolanos de altísimos niveles de educación. Ellos son la fuente principal del progreso de una importante nación que se merece un futuro mejor que aquel que plantean la ignorancia, la intolerancia, la injusticia, la sordera y falta de visión de los mandatarios de turno.

Venezuela fue un país receptor de inmigrantes, desde su constitución como Estado soberano en el siglo XIX, hasta 1983, una sociedad que buscó la “movilidad de su talento”, fundamentalmente para formar a sus elites intelectuales y económicas, desde antes de ser país independiente.

Pero en esta emigración hay que diferenciar el grupo de aquellos que van hacer un postgrado, a trabajar con profesionales de alto nivel, aquellos que desarrollan investigaciones en las más prestigiosas universidades del mundo, aquellos que trabajan como ayudantes y asistentes en equipos de investigación de primera, los que buscan un mejor futuro, una manera de vivir mejor y lograr un mejor desarrollo profesional, y aquel otro grupo de los que que simplemente asumen la decisión como un azar y están dispuestos a realizar cualquier trabajo.

Otro aspecto que vale la pena destacar es lo referente a las causas de la emigración: los encuestados indican que la violencia criminal, la violencia política y la búsqueda de nuevos horizontes son las causas de su decisión de emigrar de Venezuela. Expresan que, mientras las condiciones políticas, económicas y de seguridad que se viven en los últimos años no cambien, es difícil que regresen. Además, que la juventud de los grupos de emigrantes y la existencia de hijos menores hacen más difícil su retorno, aun cambiando el modelo político y económico existente en el país actualmente. No les parecen malas las condiciones que viven en el exterior y no hay perspectivas prontas y seguras de cambios positivos en el país. Ciertamente, se puede pensar que el problema de la emigración persistirá.

Material suplementario
REFERENCIAS BIBLOGRAFICAS
Bär, Nora. La diáspora de talentos. Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá 2009; (2)28
Kerdel Vegas, Francisco. Diáspora del Talento. Programa Talven. Caracas, IESALC-UNESCO, 2000; 424.
Ruiz, H. Tras el fuego de Prometeo: Becas en el exterior y modernización en Venezuela (1900-1996). Caracas, Nueva Sociedad, 1997; 283.
Peralta RD, Lares Vollmer C. Kerdel Vegas F. Diáspora del Talento: Migración y Educación en Venezuela: análisis y propuestas: Fundación Talento Venezolano en el Exterior (TALVEN) y Fundación para el Estudio de las Américas y del Caribe (Fundacelac), Valencia, Edo. Carabobo (Venezuela), 2014; 313.
Notas
Notas de autor
* Editor Jefe Revista Salus
Buscar:
Contexto
Descargar
Todas
Imágenes
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R por Redalyc