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Sosa Abello, Guillermo. Iglesia sin rey. El clero en la independencia neogranadina: 1810-1820. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2020. 267 páginas.
Francy Julieth Ramírez Herrera
Francy Julieth Ramírez Herrera
Sosa Abello, Guillermo. Iglesia sin rey. El clero en la independencia neogranadina: 1810-1820. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2020. 267 páginas.
Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, vol. 28, núm. 1, pp. 279-283, 2023
Universidad Industrial de Santander
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Reseña

Sosa Abello, Guillermo. Iglesia sin rey. El clero en la independencia neogranadina: 1810-1820. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2020. 267 páginas.

Francy Julieth Ramírez Herrera
Universidad Industrial de Santander, Colombia
Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, vol. 28, núm. 1, pp. 279-283, 2023
Universidad Industrial de Santander
Sosa Abello Guillermo. Iglesia sin rey. El clero en la independencia neogranadina: 1810-1820. 2020. Bogotá. Instituto Colombiano de Antropología e Historia. 267pp.

El objetivo del texto es conocer cómo las circunstancias políticas de la crisis monárquica española en el virreinato de la Nueva Granada afectaron al clero y cómo este reaccionó frente a ella, y, a su vez, responder las siguientes preguntas: ¿existieron factores institucionales relacionados con el sostenimiento económico de las estructuras diocesanas, con la asignación de cargos y, en general, con la promoción de las carreras de los sacerdotes, que impulsaron a estos últimos a asumir una posición independentista?, ¿la influencia del clero sobre sus feligreses fue tal que estos secundaron sus posiciones y, en consecuencia, fueron los curas quienes en buena medida definieron la suerte del movimiento patriota?, ¿cuáles fueron los límites de la acción revolucionario del clero?, ¿las circunstancias políticas debilitaron a la Iglesia y a las autoridades civiles que se sirvieron de ese hecho para el logro de sus fines?, y, ¿cuáles fueron los mecanismos empleados por las autoridades eclesiásticas para incidir en los hechos políticos que se desarrollaban?1

Estructuralmente el texto se divide en: introducción, seis capítulos, un comentario final y la respectiva bibliografía. En la introducción, el autor realiza un barrido de los comentarios que sobre los clérigos hicieron dirigentes (Antonio Nariño, José María Barreiro y Jorge Tadeo) durante la época de la Independencia, las opiniones que tenían sobre el papel del clero en medio de los cambios políticos y la postura que se esperaba de ellos como institución religiosa. Y es a partir de dichas consideraciones que el autor aborda un balance historiográfico de la Iglesia durante el periodo independentista, con el objetivo de determinar con cuál de los dos bancos en pugna se alineó y cuáles fueron sus razones; principal temática de la historiografía sobre la Iglesia. Como resultado de dicho toma posición y parte de considerar que debido al gran número de clérigos que participaron durante el inicio del proceso, su contribución en las juntas de gobierno y en la elaboración de diferentes documentos constitucionales y legislativos, la mayoría del clero optó por la Independencia. Esta participación se debió al descontento por el continuo ataque de la corona española a los recursos económicos de la Iglesia y al recorte de las prerrogativas que poseían, generando un grado tal de inconformidad que llevó a los eclesiásticos a desear la ruptura de vínculos políticos con la monarquía. Y frente a la orientación política del clero se pregunta el autor: ¿qué tan fuerte fue el peso de los aportes del clero en el contexto político?, ¿la inconformidad del clero fue tal como para hacerse autonomista y luego independentista?, y ¿la represión llegó a ser tan decisiva para reconducirlo al monarquismo y después de nuevo al independentismo y republicanismo?

La respuesta la expone páginas adelante para afirmar que el clero se acomodó a las circunstancias imperantes, sin mantener una posición de principios frente a la monarquía o la república y más allá de la defensa de un bando u otro, centraron sus fuerzas en el interés fundamental de conservar y salvaguardar sus ingresos, cargos, tribunales, fueros y preeminencias. Del apartado de la introducción también se puede rescatar el concepto de Independencia del que parte el autor: “una serie de eventos a través de los cuales, al mismo tiempo que se puede observar el surgimiento de nuevas dinámicas, se facilita el reconocimiento de aspectos de más larga duración que quizás no fueran perceptibles en otras circunstancias”.2

El primer capítulo titulado fuentes de ingresos explora una visión general de la condición económica de los clérigos y de sus carreras eclesiásticas para conocer el significado que estos aspectos tuvieron durante el proceso independentista. En los subapartados se aproxima a los múltiples y variados ingresos económicos de los eclesiásticos, a saber: diezmos, tributos, capellanías, censos, fondos de cofradías, limosnas y el noveno de fábrica. Cada una de estas fuentes de ingresos son definidas, ejemplificadas, a partir de casos hallados en fuentes primarias extraídas de archivos y bibliotecas, y su funcionamiento abordado durante 1810 y 1819, ya fuera bajo los gobiernos patriotas o la restauración monárquica. En este capítulo el autor da cuenta de uno de los postulados formulados en la introducción: desde los borbones los bienes del clero venían siendo objeto de ataques, no obstante, durante los sucesos de la Independencia ninguna fuerza ejerció presión económica contra la Iglesia hasta el punto de precipitar una toma de posición en favor de una u otra causa. Lo central era salvar a la Iglesia.

En el segundo capítulo los feligreses y sus sacerdotes, se aborda la incidencia política de los curas frente a sus feligreses, considerando que eran quienes dirigían los destinos de sus comunidades y sobre quienes descansaba buena parte del orden monárquico. Durante los sucesos de la Independencia las manifestaciones de rebeldía de los pobladores hacia los curas se estimularon, principalmente los reclamos por los cobros excesivos del clero y la forma en cómo se negociaban con sus beneficios. A esto se sumó la caracterización que de ellos se hizo como déspotas y tiranos para referirse a su participación política, de ahí que las autoridades civiles, de uno y otro bando, recibieran las denuncias contra ellos con severo cuidado y prudencia para garantizar su apoyo a la causa. También fueron reconocidos como protectores e intermediarios en los conflictos entre distintos bandos que amenazaban la convivencia y el orden social; papel que pudieron desempeñar al amparo de su prestigio.

Siguiendo un orden narrativo, el tercer capítulo la acción política de los sacerdotes, identifica, define y ejemplifica las formas de participación política de los miembros de la Iglesia durante la Independencia y la Reconquista. Dentro de estas se considera la jura de lealtad, la oración por el pueblo o por la república, la lectura y escritura de papeles públicos y por último la participación de los eclesiásticos en las asambleas y juntas independentistas. ¿Qué tenían en común todas estas expresiones? Que al ser impartidas y representadas por eclesiásticos adquirían el carácter sagrado y la preponderancia social que los investía. Estas características los hizo sujetos indicados para implementar una forma de compromiso masivo, expresada a través de las misas, lecturas públicas, sermones y redacción de legislaciones de uno u otro bando, porque en las justificaciones de su proceder alegaron la sujeción a la jerarquía de Santafé y a la salvación de la Iglesia.

El cuarto capítulo, la justicia eclesiástica y la unidad del clero, busca conocer como la crisis política afectó al ejercicio de la jurisdicción eclesiástica, y en particular, expone el recuso de fuerza como la súplica o queja que se elevaba a la real potestad por los excesos y abusos de los jueces eclesiásticos. Este instrumento se empleó en enfrentamientos entre regulares y seculares durante el periodo independentista, pues la existencia de facciones y divisiones dentro, y entre, cada grupo ocasionó conflictos que afectaron la subordinación y la soberanía. De ahí que los eclesiásticos se preguntaran si en el orden eclesiástico era posible un traspaso de poderes similar al adelantado en el orden civil.

En "obispos, gobernadores eclesiásticos, cabildos catedralicios" se expone cómo las jerarquías eclesiásticas enfrentaron el fantasma de división dentro de sus propias filas, el intento de creación de nuevos obispados y la insubordinación de muchos de sus miembros en medio de los cambios sucesivos de gobierno. Frente a las exigencias del momento los obispos, provisores y gobernadores eclesiásticos fueron objeto de fuertes presiones por parte de las autoridades civiles, no obstante, después de las restauraciones las autoridades eclesiásticas encontraron la manera de sortear todas las situaciones dando cuenta de su capacidad y de la forma de apoyarse en diferentes gobiernos, así tuvieran que ceder parcialmente ante ellos.

En el último capítulo, "patronato", se busca determinar cuáles fueron los intereses y los sujetos involucrados en la disputa en torno al patronato, su significado y los interrogantes planteados a la nueva república. Como resultado, el patronato también fue instrumentalizado en favor de una u otra posición según el momento y su ejercicio estuvo condicionado por la urgencia de construir una hegemonía política.

El libro Iglesia sin rey es uno de los más recientes y ambiciosos trabajos que sobre la participación de la Iglesia en la Independencia y Reconquista se ha hecho para el caso de la Nueva Granada. Bajo su título incluye el comportamiento de la institución religiosa durante diez años que marcaron el contexto político y social del Virreinato entre Independencia, Reconquista y República; entiéndase como institución eclesiástica los religiosos, clero secular, autoridades y cabildos eclesiásticos y demás dignidades. Dada la amplitud temática que incluye este texto puede tomarse como base para desarrollar investigaciones específicas de obispados e iglesias del antiguo virreinato, pues si bien aborda la acción y participación política de los regulares y seculares, no es un trabajo que exponga y estudie a estos actores en una sola provincia o ciudad principal del virreinato. No obstante, debe reconocerse que realizar un estudio de esta naturaleza es igual de ambicioso considerando los vacíos historiográficos que sobre esta temática persisten para el caso colombiano, a diferencia de la historiografía mexicana, chilena y peruana que han abordado esta temática y sus actores ampliamente.

Metodológicamente el autor emplea el contraste y soporte de fuentes que permite al lector conocer la historiografía sobre el tema y la documentación que sobre eclesiásticos hay en el fondo anexos, asuntos eclesiásticos, historia y secuestros, principalmente, del Archivo General de la Nación. Complementa la bibliografía algunos documentos del Archivo General de Indias (indiferente general) y de las bibliotecas Luis Ángel Arango y Biblioteca Nacional. Por demás se debe resaltar la numerosa historiografía empleada por el autor no solo para el caso de la Nueva Granada, sino también para Nueva España, Quito, Virreinato del Perú, Río de la Plata y Venezuela, entre otros. Destaca también la especificación que sobre el período estudiado hace, en referencia a las acciones del clero, pues los hechos transcurridos entre 1808 y 1819 estuvieron marcados por la intensidad y velocidad, y si bien el clero respondió a dichos cambios con la misma velocidad, es necesario analizar ciertos fenómenos relacionados con la Iglesia con cierta independencia de bandos, pues lo que incidía en aquellos era tener que enfrentar un poder civil y militar que afectara negativamente sus intereses. Y justamente esta es considerada, según la lectora, uno de las tesis y aportes principales del texto, no caer en el determinismo de ubicar al clero como un cuerpo homogéneo en uno u otro bando de manera inamovible, porque es claro que este estamento es variado y los actores múltiples. De ahí que exponga la participación y casos de eclesiásticos durante los dos gobiernos y el comportamiento y procesos de aquellos para ajustarse a las autoridades de turno.

De resaltar también el amplio trabajo de archivo que hace el autor, considerando que los fondos consultados no tienen ningún tipo de índice ni clasificación, solo están dispuestos por temática y la búsqueda debe hacerse de manera general esperando encontrar lo que se busca. Y es tal vez esa una de las razones del enfoque amplio del trabajo, una vitrina que muestre a historiadores investigadores las fuentes disponibles para abordar la participación de eclesiásticos durante la Independencia y Reconquista del Virreinato de la Nueva Granada.

Material suplementario
Notas
Notas
1 Sosa Abello, Guillermo. Iglesia sin rey. El clero en la independencia neogranadina 1810-1820. (Bogotá: INCAH, 2020), 12-13.
2 Guillermo 13.
3 El libro aquí reseñado hace parte de la colección año 200 del ICANH que conmemoró los 200 años del proceso que derivó en la independencia del antiguo Virreinato del Nuevo Reino de Granada. Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Colección año 200,https://www.icanh.gov.co/divulgacion_publicaciones/colecciones/coleccion_ano_200 (12 de junio de 2022).
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