Recepción: 10 Octubre 2016
Aprobación: 16 Febrero 2017
Resumen: Si el precio de la electricidad aumenta los consumidores pierden poder adquisitivo. Su ingreso disponible real se reduce vía el aumento del nivel de precios y la posible baja en la actividad económica. Este estudio documenta la construcción de una MCS para México con enfoque de género y condición de pobreza, y con base en ella, se formula un modelo de equilibrio general, que retrata el mecanismo del flujo circular de la renta, para examinar el impacto potencial de un aumento del precio de la electricidad. Los principales resultados sugieren que los hogares encabezados por mujeres tienden a ser más afectados que los hogares encabezados por hombres si los hogares son pobres.
Palabras clave: género, pobreza, electricidad, Clasificación JEL: D58, E25, E27, I32, J16, O11.
Abstract: If the electricity price increases the consumers lose purchasing power. The real disposable income is reduced due to an increase of price level and the possible decline in economic activity. This study documents the construction of a SAM for Mexico with a gender approach and poverty condition, and based on it, a general equilibrium model, which portrays the mechanism of the circular flow of income, is formulated to examine the potential impact of racing electricity price. The main results suggest that female-headed households are likely to be more severely affected than male-headed households if households are poor.
Keywords: gender, poverty, electricity, JEL Classification: D58, E25, E27, I32, J16, O11.
1. Introducción
Existe evidencia empírica que demuestra que una variación en los precios de los bienes energéticos incide sobre el nivel de precios de una economía y, por consiguiente, sobre el bienestar de la población. Si se incrementan los precios, los consumidores pierden poder adquisitivo, tanto por pagar precios altos por los productos energéticos como por el aumento general de los precios que se generan a través del cambio en la estructura de costos de los sectores económicos.
Las simulaciones y proyecciones realizadas en Caballero y Galindo (2009), y otros artículos indican claramente que existe una fuerte dependencia entre el consumo de energía y la producción. Aumentos en los precios de energéticos generan efectos negativos en los costos de producción, en el nivel general de precios, en la demanda y por consiguiente en la producción.
El impacto del aumento de los precios varía entre distintos grupos socioeconómicos, en general, los hogares encabezados por mujeres tenderían a ser más vulnerables a las alteraciones de los precios de la electricidad por dos razones. En primer lugar, estos hogares tienen a gastar proporcionalmente más en energía eléctrica que los encabezados por hombres y, por consiguiente, les afecta más el aumento del precio de este bien energético (En 2014, la proporción del gasto en electricidad fue de 0.0236 en los hogares encabezados por mujeres y del 0.0219 en los hogares encabezados por hombres). En segundo lugar, se enfrentan al problema que, a pesar de contar con la misma escolaridad, la población femenina obtiene menos ingresos por sus empleos que los hombres, afectando su capacidad adquisitiva, esto último de acuerdo a un estudio elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (coneval) en 2012.
No obstante, existen efectos adicionales del alza en el precio de la electricidad. El costo de producción de los sectores económicos intensivos en electricidad se incrementa, y con ello el precio al que venden sus productos, esto a su vez afecta negativamente la demanda de estos bienes y con ello su producción, en consecuencia, estos sectores económicos podrían reducir su demanda por trabajo y capital, y con ello el ingreso de los hogares que sean los proveedores principales de estos factores productivos, los cuales no necesariamente son los hogares encabezados por mujeres.
Para tomar en cuenta todos estos efectos, el uso de un modelo formulado con base en una matriz de contabilidad social (MCS) es apropiado. Una MCS es una fotografía de la economía de un país en un momento del tiempo. Es una matriz cuadrada de flujos monetarios que engloba las relaciones de ingreso y de gasto de todos los agentes que participan en una economía.
En este sentido, el objetivo de la presente investigación es construir una matriz de contabilidad social para el año 2008 (MCS-08) que pueda ser utilizada para analizar los efectos de políticas de precios de los energéticos sobre las familias clasificadas según su condición de pobreza, estrato sociodemográfico y el género del jefe del hogar. Se presenta como ejercicio evaluar el aumento potencial de un cambio en el precio de la electricidad en un contexto de equilibrio general, específicamente considerando el flujo circular de la renta, es decir, la relación entre sectores, factores productivos y hogares. Se pretende probar la siguiente hipótesis: el incremento en el precio de la electricidad afecta en mayor cuantía a los hogares pobres encabezados por mujeres que a los hogares pobres encabezados por hombres.
La MCS-08 a utilizar en esta investigación está basada en Chapa y Ortega (2017), que distingue los hogares según condición de pobreza y estrato sociodemográfico, definido de acuerdo con la metodología del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (ctmp) y el cálculo oficial de la Secretaría de Desarrollo Social (sedesol). De tal forma consideran ocho tipos de hogares: pobre alimentario, pobre de habilidades, pobre patrimonial y no pobre, y sus combinaciones según si habita una localidad rural o urbana (donde urbano son localidades mayores a 10,000 habitantes). La matriz es utilizada para hacer un análisis estructural, identificando los principales emisores de gases efecto invernadero en la economía mexicana.
A diferencia del estudio de Chapa y Ortega (2017), en la presente investigación los hogares son clasificados de la siguiente forma: i) se consideran pobres aquellos hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza patrimonial; ii) los hogares rurales son aquellos que se encuentran en localidades con no más de 2,500 habitantes y los urbanos son los que habitan localidades de más de 2,500 y; iii) los tipos de hogares se diferencian según el género del jefede familia, reconocido como tal por los miembros del hogar.
En el ámbito internacional, entre las matrices de contabilidad social que diferencien los hogares por el género del jefe del hogar se encuentran las realizadas por Nyanzi (2000) para Uganda, Fontana y Wobst (2001) para Bangladesh, Fontana (2004) para Zambia, Nganou et al (2009) para Kenia, Arora y Rada (2014) para Etiopía, y el ifpri et al (2016) para Bolivia. En el caso de México se encuentra la elaborada por Debowicz y Golan (2014), no obstante, la matriz es construida específicamente para analizar el efecto del programa Oportunidades, de tal forma que los hogares también se diferencian si son o no receptores de este apoyo gubernamental.
En este sentido, las principales contribuciones de esta investigación son que: 1) la matriz construida permite formular modelos multisectoriales para analizar el impacto de políticas públicas y choques exógenos con enfoque de género en México, 2) este trabajo es pertinente ya que no se tiene conocimiento de algún otro artículo que analice el efecto de los precios de energéticos con enfoque de género en el país.
El contenido del documento es el siguiente. La sección 2 contiene la estructura de la MCS-08. En la sección 3 se describe el modelo de equilibrio general. En la sección 4 se discuten los resultados. Las conclusiones se encuentran en la sección 5. Al final se presentan las referencias y los anexos.
2. Matriz De Contabilidad Social
Una importante herramienta para el estudio de una economía es la matriz de contabilidad social (MCS), siendo un punto de partida para la aplicación de modelos de equilibrio general.Una MCS es una fotografía de los nexos económicos de un país en un momento del tiempo. Es una matriz cuadrada de flujos monetarios que engloba las relaciones de ingreso y de gasto de todos los agentes que participan en una economía. Por lo tanto, en conjunto con un modelo de equilibrio, puede ser utilizada como herramienta para medir el impacto de choques exógenos, además del análisis de políticas macroeconómicas.
La principal fuente de alimento para la construcción de una MCS es la matriz insumo-producto (MIP). Una MIP refleja las transacciones intersectoriales de los sectores económicos de un país, retrata la generación de la producción sectorial por el lado de los gastos y las ventas.1
La construcción de MCS es muy importante dado que tiene una gran cantidad de aplicaciones, por ejemplo, gracias a estas matrices es posible la elaboración de modelos multisectoriales, como los modelos de multiplicadores contables, modelos de precios, modelos de equilibrio general estáticos, modelos de equilibrio general dinámicos, entre otros.
Las primeras matrices que se elaboraron para México datan de finales de los años setenta. En el cuadro 1 se describen algunas que se han realizado para el país.2
Mediante la descripción de todas las transacciones entre sectores e instituciones en la economía, en un punto del tiempo, las MCS son una forma útil de representar una amplia gama de características socioeconómicas importantes para el diseño de políticas. Desagregada apropiadamente, una MCS puede contribuir significativamente a la comprensión de los efectos de género en diversas cuestiones económicas. Lamentablemente aun es escasa la literatura donde se diferencien los hogares por el género del jefe del hogar.
Para México, hasta donde sabemos, solamente se ha elaborado una, la de Debowicz y Golan en 2014. Ellos construyeron una MCS para el año 2008 con el fin de analizar los efectos distributivos del programa Oportunidades mediante un modelo de equilibrio general computable (MEGC). El MEGC incluye 14 actividades productivas, 15 factores de producción, 16 tipos de hogares y otras 10 cuentas. Los hogares se clasifican de acuerdo al nivel de pobreza, región, sexo del jefe del hogar, y si son beneficiarios del programa Oportunidades.
Mientras que en el ámbito internacional podemos citar las de Nyanzi (2000), que construye una MCS-97 con el objetivo de evaluar la reforma de impuestos en Uganda. La de Fontana y Wobst (2001) que construyen una MCS-93-94 para Bangladesh, la matriz es estimada utilizando un enfoque de entropía cruzada y separa el valor añadido del trabajo femenino y masculino para cada nivel educativo y en cada sector de la economía.
Además de la de Fontana (2004) que construye una MCS donde se evalúa cómo las diferencias en la dotación de recursos, las características del mercado de trabajo y las normas socio-culturales dan forma a la manera en que la expansión del comercio afecta a las desigualdades de género. El modelo se aplica en Bangladesh y Zambia.
También podemos mencionar a Nganou et al (2009) que con el objetivo de evaluar el impacto del aumento en el precio del petróleo construyen una MCS- 2001 para Kenia, encuentran que los hogares encabezados por hombres son más afectados por el aumento del precio del petróleo que los hogares encabezados por mujeres.
Arora y Rada (2014) elaboran una MCS-97 para Etiopía rural donde proponen una metodología como primer paso hacia un enfoque de género para tomar en cuenta la asignación del trabajo y recursos dentro del hogar. Mientras que el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias en conjunto con otras instituciones, construyen una MCS-12 con el propósito de analizar la estructura y la importancia del sector agrícola y las diferencias de género en la economía boliviana.
La estructura de una MCS está en función del objetivo que se persigue con su construcción. En este caso, los objetivos que se persiguen son dos: 1) construir una matriz que retrate las relaciones ingreso-gasto del país distinguiendo 8 tipos de hogares diferenciados por el género (jefe de familia masculino o femenino), la condición de pobreza (pobres y no pobres), y estrato sociodemográfico (urbano o rural) y 2) que pueda utilizarse en la calibración de un modelo de equilibrio general para analizar el efecto de un impacto potencial de un cambio en el precio de la electricidad.En apartado 7.2 del anexo se detalla la estructura de la MCS-08.
3. Modelo de equilibrio general
Uno de los objetivos de esta investigación es evaluar el impacto potencial de un aumento del precio de la electricidad en los distintos tipos de hogares en el país, para ello se utiliza un modelo de equilibrio general que retrata las interrelaciones sectoriales y el flujo circular de la renta de la economía mexicana, pero donde los precios no son completamente flexibles.3
Este tipo de metodología es una gran herramienta para medir variaciones en los precios de los bienes energéticos ya que permite capturar los efectos directos e indirectos resultantes de las relaciones productivas. Además, considera la interacción entre los diversos agentes económicos: sectores productivos, hogares, gobierno y sector externo.
El modelo a utilizar en esta investigación está basado en Acevedo et al (2014), en el cual se analizan el impacto de las remesas en el estado de Nuevo León. Se consideran 37 sectores productivos, 8 tipos de familias diferencias según condición de pobreza, género del jefe de familia y estrato sociodemográfico, 3 tipos de trabajo, un tipo de capital, 37 bienes de consumo, un nivel de gobierno y; un sector externo agregado.
Cada sector económico o empresa produce un bien homogéneo, el cual puede ser usado como bien intermedio o final; para ello, utiliza como insumos bienes propios o de otros sectores; así como trabajo y capital. Los sectores deciden cuánto demandar de factores productivos y bienes intermedios minimizando costos, sujeto a su tecnología. Además, las empresas tienen la posibilidad de elegir entre producir domésticamente o importar. El modelo considera competencia perfecta en el mercado de bienes finales y en el de bienes intermedios.
Los hogares poseen una dotación de trabajo y capital que ofrecen a las empresas, además reciben transferencias del gobierno y del sector externo obteniendo así ingresos para satisfacer sus necesidades de consumo y ahorro. Los hogares determinan su consumo y ahorro maximizando su utilidad, sujeto a su restricción presupuestal.4
Este tipo de modelo tiene dos supuestos principales:
4. Resultados
Se lleva a cabo un ejercicio de simulación. La simulación refleja la situación en donde el precio de la electricidad aumenta 19.14%. Se considera ese porcentaje debido a que fue el crecimiento promedio de los precios medios de energía eléctrica en México de los últimos 10 años. Este ejercicio nos permite observar el impacto sobre los sectores, tanto de manera directa, indirecta e inducida, así como también sobre el pib, la utilización de trabajo y capital, el ingreso y el consumo de las familias, etc.
4.1 Efectos agregados
El incremento del precio de la energía eléctrica provoca un efecto directo sobre la demanda de electricidad de los hogares. Ello se traduce en una caída en la actividad de dicho sector, en su producción y demanda de insumos intermedios y primarios; lo anterior impacta el ingreso de los hogares, incidiendo de nuevo sobre la demanda, pero ahora de todos los bienes finales, y con ello sobre su producción, demanda de insumos intermedios, trabajo y capital, ingreso de los hogares, y sigue el proceso del flujo circular de la renta hasta que converge.
Asimismo, aumentan los costos de producción de los sectores económicos que utilizan electricidad, lo que ocasiona un incremento en sus precios. Ello conlleva una caída en la demanda de productos finales y por ende una baja en la producción de los mismos. En consecuencia, se reduce la demanda de trabajo y capital, lo que ocasiona una baja del ingreso disponible de las familias,esto conlleva una baja en las demandas de consumo y de ahorro privado. La producción vuelve a disminuir e inicia el procesodel flujo circular de la renta y así sucesivamente hasta que converge.
Respecto al gobierno, sus ingresos se reducen como consecuencia de la baja en la actividad económica y con ello de su recaudación, y dado que se estableció como regla de cierre que el déficit presupuestal se mantuviese fijo, el gasto de gobierno también disminuye.
El cuadro 2 muestra el impacto del choque sobre las variables agregadas. Notemos que la producción interna y el valor agregado caen aproximadamente 4%, mientras que las importaciones y exportaciones disminuyen 3.13% y 1.55%, respectivamente. El ingreso disponible, el consumo y el ahorro privado se reducen alrededor del 4%.
4.2 Efectos desagregados
Los cuadros 3 y 4 contienen los efectos detallados del aumento de 19.14% en el precio de la electricidad sobre las actividades económicas, demanda de factores primarios y las familias, respectivamente.
Precios
Al aumentar el precio de la electricidad, el precio de los demás bienes finales también sube, debido al alza en los costos de producción. El mayor incremento en los precios lo presentan los sectores: electricidad (AE3), metálicas básicas y productos metálicos (AE16), industria del papel (AE11), la industria del plástico y hule (AE14), y hoteles y restaurantes (AE35).
Sectores productivos
La producción total disminuye. Los sectores que más se ven afectados en este rubro son: electricidad (AE3), administración pública y defensa (AE37), construcción (AE6), salud y trabajo social (AE33), y educación (AE32) con caídas del 9.14%, 5.30%, 4.96%, 4.96, y 4.89% respectivamente. (Cuadro 3).
Por lo tanto, la producción interna y el valor agregado disminuyen entre el 2.17% y 10.81%. Los sectores que más se ven afectados debido al choque en estos rubros son: electricidad (AE3) con 10.81%, administración pública y defensa (AE37) con 5.31%, construcción (AE6) con 4.98%, salud y trabajo social (AE33) con 4.98%, y educación (AE32) con 4.90%.
Por otra parte, las actividades económicas que reportan una mayor caída en la demanda interna, la cual se ubica entre 4.99% y 4.41%, son: industria química (AE13), minerales no metálicos (AE15), petroquímica (AE12), otras industrias manufactureras (AE20), y hoteles y restaurantes (AE35).
Al caer la producción interna, cae el valor agregado, y con ello, la demanda derivada de trabajo y capital de los sectores económicos. Por lo tanto, en el mercado de trabajo, se reduce la demanda de todos los tipos de ocupación. La demanda por trabajadores con escolaridad de preparatoria o más (L3) es el tipo de trabajo que más demanda el sector electricidad, tal que el 85.74% del total de las remuneraciones que paga son destinadas a este tipo de trabajo, por ello, es el más afectado por el choque, con una caída del 4.49%; seguido del tipo de ocupación L1 (secundaria incompleta) con una disminución del 4.26% y; por el último el tipo de ocupación L2 (secundaria completa o preparatoria incompleta) con baja del 4.20% en su demanda. Mientras que, en el mercado de capital, la demanda cae en 3.90%.
Sector externo
La caída en la producción de la economía provoca una baja en la demanda por importaciones de los sectores que son importadores netos. Las importaciones caen entre 1.65% y 4.82%. Las importaciones del sector de administración pública y defensa (AE37) caen 4.82%, las del sector construcción (AE6) en 4.66%, las del sector educación (AE32) en 4.50%, las correspondientes al sector de salud y trabajo social (AE33) en 4.41%, y las de la industria química (AE13) en 3.79%. El único sector que presenta aumento en sus importaciones es electricidad (AE3) con un incremento del 6.26%.
Las exportaciones se reducen debido al incremento en los precios y la baja en la competitividad en el mercado internacional, ubicándose las reducciones entre 0.37% y 29.55%. Los sectores que más disminuyen sus exportaciones son electricidad (AE3), metálicas básicas y productos metálicos (AE16), la industria del papel (AE11), la industria del plástico y hule (AE14), y otras industrias manufactureras (AE20), con reducciones de 29.55, 3.61, 3.60, 3.23 y 3.15 por ciento respectivamente. (Cuadro 3).5
Hogares
El incremento en el precio de la electricidad genera dos efectos en los hogares mexicanos: el efecto precio y el efecto ingreso. El efecto precio hace referencia al aumento en el costo de la canasta de consumo de las familias, siendo los hogares que habitan en el área rural, los más impactados por este efecto (H1, H2, H5 y H6), ubicándose en los primeros dos lugares los encabezados por mujeres. Ello se debe a que destinan una mayor proporción de su ingreso a la compra de los bienes que subieron de precio, en especial de la electricidad.6 Como se puede observar en el cuadro 4, el costo de la canasta de consumo (IPH) de los hogares pobres encabezados por mujeres del área rural (H1) se incrementa en 0.96%, el de los hogares no pobres encabezados por mujeres del área rural (H2) en 0.94%, el de los hogares pobres encabezados por hombres del área rural (H5) se incrementa en 0.90% y, el de los hogares no pobres encabezados por hombres del área rural (H6) en 0.86%. En contraste, el costo de la canasta de consumo de los hogares urbanos aumenta entre 0.75% y 0.78%, en este grupo de hogares, los más afectados son los pobres (H3 y H7) y no se ve una diferencia según género del jefe de hogar.
La disminución en la demanda de trabajo y capital y la reducción de transferencias gubernamentales genera un efecto ingreso negativo en los hogares. Notemos que la caída en el ingreso disponible de las familias varía entre 1.69 y 4.08 por ciento. Tanto en zonas rurales como urbanas,el ingreso disponible de los hogares no pobres se reduce más que el de los hogares pobres, los hogares no pobres muestran caídas entre 3.35% y 4.08%, mientras que los hogares pobres exhiben bajas que se ubican entre 3.15% y 1.69%. Cabe comentar que los resultados muestran un patrón diferente según género y estrato socioeconómico. Entre los hogares no pobres, tanto en el área urbana como la rural, los encabezados por hombres (H6 y H8) se ven más afectados que los encabezados por mujeres (H2 y H4). Mientras que, entre los hogares pobres, los más afectados son los hogares del área rural, mostrando una mayor caída en el ingreso los hogares pobres rurales encabezados por mujeres (3.15%). Los hogares no pobres se ven más afectados por el efecto ingreso que los hogares pobres debido a que el ingreso laboral y por renta de capital tienen mayor peso como fuente de recursos para este tipo de familias, como puede observarse en el cuadro A4; note también que el mayor porcentaje de su ingreso laboral (cuadro A6) corresponde al trabajo de alta escolaridad (L3, preparatoria o más) que es el que más disminuye por ser altamente demandado por el sector eléctrico.
Con la caída del ingreso y el aumento de los precios, los hogares reducen su consumo y ahorro. Notemos que la ordenación de los hogares según el efecto en el consumo es dictada por la ordenación de los hogares según el efecto ingreso. Los hogares encabezados por hombres y mujeres rurales no pobres (H6 y H2) son los que presentan una mayor caída en el consumo agregado. Asimismo, se identifican las siguientes diferencias por género: si los hogares son no pobres, los encabezados por hombres (H6 y H8) exhiben una mayor caída en el consumo que los encabezados por mujeres (H2 y H4) y; si los hogares son pobres, los encabezados por mujeres reducen más su consumo (H1 y H3) que los encabezados por hombres (H5 y H7), ver cuadro 4.
Se identifican las siguientes diferencias por género: si los hogares son no pobres, los encabezados por hombres (H6 y H8) exhiben una mayor caída en el consumo que los encabezados por mujeres (H2 y H4) y; si los hogares son pobres, los encabezados por mujeres reducen más su consumo (H1 y H3) que los encabezados por hombres (H5 y H7), ver cuadro 4.
La caída en el consumo privado de electricidad oscila entre 15.94 y 17.99 por ciento, siendo los hogares encabezados por hombres rurales y urbanos no pobres (H6 y H8) los que presentan una caída mayor en el consumo de este bien. (Cuadro 4).
Gobierno
Ya que se mantuvo el déficit del gobierno fijo como regla de cierre, hubo cambios tanto en su ingreso como en sus gastos. Sus ingresos tuvieron una reducción del 4.00% y sus gastos se redujeron en 4.81%. La disminución en los ingresos gubernamentales se debe principalmente a una baja en la recaudación de impuestos tanto de los hogares como de las actividades productivas y el cambio en los gastos fue vía una reducción en la producción del bien agregado de consumo de gobierno y de transferencias a los hogares.
Conclusiones
Mediante la descripción de todas las transacciones entre sectores e instituciones en la economía, en un punto del tiempo, las MCS son una forma útil de representar una amplia gama de características socioeconómicas importantes para el diseño de políticas. Desagregada apropiadamente, una MCS puede contribuir significativamente a la comprensión de los efectos de género en diversas cuestiones económicas. Lamentablemente aun es escasa la literatura donde se diferencien los hogares por el género del jefe del hogar.
Por esa razón, este estudio documenta la construcción de una MCS para México. Incluye 37 actividades y 37 bienes. También define categorías de hogar según género, condición de pobreza,y estrato sociodemográfico.Se utiliza un modelo de equilibrio general para examinar el impacto potencial de un aumento del 19.14% en el preciode la electricidad en las 8 categorías de los hogares en México. Identifica cuáles sectores de la economía serían los más afectados y analiza las implicaciones distributivas de estos choques en los hogares.
La Comisión Federal de Electricidad (cfe), anunció incrementos en el precio de la energía eléctrica para el sector industrial, comercial y doméstico de alto consumo, mencionando un incremento en el precio de los combustibles para generar electricidad, específicamente combustóleo y gas natural como la razón, por lo que este trabajo es pertinente dada la evolución actual del precio de la energía eléctrica, lo que permite dar un aproximado cualitativo de qué se afecta en la economía
El incremento del precio de la electricidad provoca un efecto directo sobre los consumidores de electricidad, tanto los hogares como las actividades económicas intensivas en este tipo de energía. Por su característica de insumo, aumentan los costos de producción de las empresas lo que se manifiesta como un aumento en el nivel general de precios, que a su vez provoca una caída en la demanda y por ende en la producción. Las actividades electricidad (AE3), administración pública y defensa (AE37), construcción (AE6), salud y trabajo social (AE33), y educación (AE32) son los sectores más afectados debido al choque.
La caída en la producción interna provoca a su vez que disminuya la demanda de trabajo y de capital, lo que se traduce en una baja del ingreso disponible de los hogares y, en conjunto con el aumento general de los precios, conlleva una baja en las demandas de consumo y de ahorro privado. Lo anterior provoca que la inversión privada también se reduzca.
Respecto al gobierno, sus ingresos se reducen como consecuencia de la baja en la actividad económica, y dado que se estableció como regla de cierre que el déficit presupuestal se mantuviese fijo, el gasto de gobierno también disminuye. Cabe comentar aquí, que el aumento en precios de la electricidad se está asumiendo que es consecuencia de un incremento en costos para la paraestatal, por lo que no se generan mayores ingresos para el gobierno.
El aumento en el precio de la electricidad genera dos efectos sobre los hogares, el efecto precio por el aumento en el costo de su canasta de consumo y el efecto ingreso por la baja en la actividad económica. El efecto precio es más fuerte sobre los hogares rurales, y dentro de este grupo, sobre los encabezados por mujeres, ello como consecuencia de que destinan una mayor proporción de su ingreso a la compra de electricidad y de los bienes que aumentaron de precio. Mientras que el efecto ingreso es más importante para los hogares no pobres debido a que son los que dependen más del ingreso laboral y por renta de capital como fuentes de recursos, ya que la mayor proporción de su ingreso laboral es por concepto del tipo de trabajo que mostró una mayor baja en su demanda por ser altamente utilizado por el sector eléctrico, los trabajadores con preparatoria o más (L3).
Ambos efectos repercuten en las decisiones de consumo y ahorro. A continuación, comentamos los efectos sobre el consumo debido a que es un indicador del bienestar de las familias. Los hogares no pobres se ven más afectados que los hogares pobres, mostrando la mayor baja en el consumo. Dentro de los hogares no pobres los que muestran las mayores caídas son los hogares encabezados por hombres. Mientras que, tanto en zonas rurales como urbanas, los hogares encabezados por mujeres disminuyen más su consumo que los hogares encabezados por hombres si los hogares son pobres. De los hogares pobres los más afectados son los hogares rurales. En este sentido, los resultados del ejercicio proporcionan evidencia para confirmar la hipótesis planteada dado que, en un contexto de equilibrio general, en el grupo de hogares pobres se observa que los encabezados por mujeres son más afectados que los encabezados por hombres por el aumento en el precio de la electricidad.
Dado el costo político que siempre ha tenido la elevación de los precios eléctricos en el país, el gobierno mexicano debería diseñar políticas o programas que ayuden a mitigar o minimizar el impacto del alza sobre los consumidores más afectados. Por ejemplo, retomar una política que tuvo mucho éxito el sexenio pasado en materia de eficiencia energética que fue el Programa de Sustitución de Equipos Electrodomésticos para el Ahorro de Energía.7 Otra opción es expandir programas ya existentes como el Programa de Sustitución de Focos o el Programa de Educación para el Ahorro y Uso Racional de la Energía Eléctrica. Es decir, en lugar de subsidios, incentivar el consumo eléctrico más eficiente.8
Los resultados de esta investigación están condicionados a: 1) Dada la especificación de la demanda, las elasticidades precio son unitarias, lo cual no necesariamente es cierto en el caso de la electricidad y, 2) en el ejercicio se asume que no hay sustitución de energía eléctrica con otro tipo de energías, aunque dada la capacidad instalada en México en el corto plazo parece poco probable que dicha sustitución pueda darse. No obstante, las condicionantes anteriores, consideramos que este ejercicio es una buena primera aproximación a los efectos del aumento en el precio de la electricidad en los hogares mexicanos.
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Sobarzo, H. (1992). “A general equilibrium analysis of the gains from trade for the Mexican economy of a North American Free Trade Agreement”, The World Economy, vol. 15, núm 1, pp. 83-100.
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Apéndice
7. Anexo
7.1. Listado de los agentes del modelo
Los cuadros A1 y A2 presentan las actividades económicas y los bienes de consumo, así como los tipos de hogares empleados en el modelo.
7.2. Estructura de la MCS-08
La MCS-08 está basada en Chapa y Ortega (2017), pero presenta una modificación sustancial ya que, a diferencia de dicho artículo, en este estudio se toma en cuenta simultáneamente el género, la condición de pobreza y la ubicación para la formación de hogares, lo que permite identificar que familias serían las más afectadas ante cambios en el precio de la electricidad y analizar las implicaciones distributivas. La MCS-08 fue construida utilizando un enfoque de arriba hacia abajo, es decir la MCS se ajusta desde el inicio a las cuentas nacionales. Por lo cual primero se construyó una Macro MCS o MCS agregada, la cual fue desagregada por sector económico usando la Matriz Insumo-Producto 2008 y por tipo de hogar, utilizando la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares para el año 2008 (enigh 2008). El cuadro A3 muestra la estructura de la MCS-08 en su formato agregado.
Actividades económicas y bienes de consumo
La MCS-08 considera 37 bienes de consumo y 37 actividades económicas de acuerdo a la nomenclatura estadística de actividades económicas de la Unión Europea (NACE) (Ver cuadro A1 en el apartado 7.1 del anexo).
La MCS-08 se alimenta de la MIP, la cual contiene todas las relaciones de compra-venta entre las actividades productivas de la economía, así como las remuneraciones del trabajo y del capital por sector productivo, además del consumo privado, transacciones con el sector externo y gobierno.
Hogares
La ENIGH 2008 proporciona información sobre el ingreso y gasto de los hogares y es representativa a nivel nacional. A partir de esta encuesta se obtuvieron las estructuras porcentuales que involucran las relaciones de ingreso-gasto entre los hogares, los factores productivos (trabajo y capital), las remesas provenientes del sector externo y las transferencias que el gobierno les proporciona a las familias. Estas proporciones permiten transformar los datos de contabilidad nacional y de finanzas públicas de manera agregada, a los ingresos y gastos de diferentes tipos de hogares. Para ello, los hogares fueron clasificados en 8 tipos, según sexo del jefe de familia, condición de pobreza y estrato sociodemográfico. (Ver cuadro A2 en el apartado 7.1 del anexo).
Las familias son propietarias de una determinada dotación de trabajo y capital, la cual venden a las empresas y así obtienen ingresos para satisfacer sus necesidades de consumo y ahorro. El ingreso de las familias está constituido de la venta de sus dotaciones de trabajo y capital, de las transferencias que reciben del sector externo, así como de transferencias gubernamentales, algunos hogares presentan ingresos no reportados. La composición del ingreso de los hogares se muestra en el cuadro A4.
Notemos que los hogares encabezados por mujeres pobres rurales (H1), aproximadamente una tercera parte de su ingreso lo constituyen las transferencias del sector externo (Rem), siendo éste y las transferencias gubernamentales (TrG) los rubros más fuertes de su ingreso. En términos relativos, los ingresos laborales tienen más importancia como fuente de ingreso para las familias encabezadas por mujeres no pobres rurales (H2). Por el contrario, los ingresos de capital tienen más peso en los hogares encabezados por hombres no pobres rurales y urbanos (H6 y H8). (Cuadro A4).
Por otra parte, los egresos de los hogares consisten en el pago de impuestos, en la compra de bienes y servicios tanto nacionales como extranjeros, así como lo que destinan al ahorro. El cuadro A5 muestra la composición del gasto de los hogares.
Podemos observar que los hogares encabezados por mujeres y hombres pobres urbanos (H3 y H7), destinan aproximadamente el 90% de su gasto a consumo nacional, mientras que los hogares encabezados por mujeres y hombres pobres rurales (H1 y H5) destinan aproximadamente el 8% de su gasto a consumo extranjero. Los hogares encabezados por mujeres no pobres rurales (H2) y los encabezados por hombres no pobres rurales (H6) y urbanos (H8) son los únicos hogares que ahorran.(Cuadro A5)
Trabajo
La MCS-08 contiene 3 tipos de trabajo, clasificados de acuerdo al nivel de educación, siendo el primer tipo de trabajo secundaria incompleta (L1), el segundo secundaria completa o preparatoria incompleta (L2) y el tipo 3 preparatoria completa o más (L3). En el cuadro A6, podemos observar las remuneraciones por tipo de trabajo de los hogares.
L1 = Secundaria incompleta, L2 = Secundaria completa o preparatoria incompleta; L3 = Preparatoria completa o más.
Notas