Reseñas
¿Psicología de los peruanos o psicología de los limeños?
Psychology of Peruvians or psychology of Lima?
Psicologia dos peruanos ou psicologia de Lima?
Recepción: 01 Enero 2019
Aprobación: 01 Abril 2019
Reynaldo Alarcón, el psicólogo más prestigioso del Perú, ha publicado recientemente su nuevo libro: Psicología de los peruanos en el tiempo y la historia. Un libro sumamente interesante que toca un tema tratado en el Perú solo por el autor, y que renueva una línea de investigación en el país, como es la etnopsicología. El texto de 236 páginas se distribuye en seis capítulos, de los cuales, los cuatro primeros revisan algunos documentos que refieren los rasgos psicológicos de los peruanos desde la época prehispánica hasta el periodo contemporáneo, pasando por el virreinato y el surgimiento de la república. Aquí se menciona los aportes de diferentes figuras de la historia, las ciencias, la política y las artes de nuestra nación, tales como Guamán Poma de Ayala, Bernabé Cobo, Garcilaso de la Vega, Luis Valcárcel, Hipólito Unanue, Víctor Andrés Belaunde, Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, María Rostorowski, etc. Además, se analiza la psicología del peruano a la luz de los aportes de diversos autores, que como Hipólito Unanue, han realizado una descripción del temperamento de los indios, los negros y los blancos durante la colonia. Aquí también se recurre a los relatos de diversos extranjeros que han transitado por el Perú y se revisan las no pocas olas migratorias de extranjeros que han complejizado el ya variopinto mestizaje que nos dejó la conquista española. Es importante resaltar la inclusión que hace Alarcón, de diversos intelectuales que se han pronunciado sobre el tema que le ocupa. Sin embargo, hasta aquí, el texto nos presenta una revisión sintética de la historia y la cultura que sirven de molde para el desarrollo de la identidad y la psicología del peruano. Pero el verdadero aporte de Alarcón, la originalidad de su trabajo, viene recién en los capítulos subsecuentes.
De este modo, el quinto capítulo constituye el aporte etnopsicológico de Alarcón sobre la base de las ideas y las investigaciones del mexicano Rogelio Díaz Guerrero, a quien le ha dedicado diversos trabajos divulgativos (Alarcón, 2002). Los hallazgos de Alarcón, la igual que los de Díaz-Guerrero (2007), concluyen que los estereotipos tradicionales sobre las diferencias de género y de los roles en la familia han cambiado, con la salvedad, de que los evaluados son solamente jóvenes universitarios, y no personas de otros grupos etarios o de diversos niveles educativos y socioeconómicos.
Puede decirse en ese sentido, que el trabajo etnopsicológico de Alarcón, si bien contribuye con una revisión teórica sobre el tema y con data empírica sobre los rasgos psicológicos de los peruanos, tropieza con dos grandes limitaciones. La primera de ellas, tiene que ver con la amplitud y la profundidad de su trabajo, ya que, si comparamos la obra de Rogelio Díaz Guerrero con la de Alarcón (al menos en este aspecto), la “etnopsicología” como disciplina se ve seriamente reducida, como pasaremos a explicar. Así, mientras que el autor mexicano ha dedicado toda una vida al estudio de la psicología del mexicano, desde sus primeros trabajos en la década del 50, con una cuantiosa cantidad de artículos en revistas latinoamericanas y anglosajonas (Díaz- Guerrero, 2001), Alarcón solo cuenta con dos artículos (Alarcón, 2004, 2005), y el libro que es objeto de la presente reseña. Sin embargo, otros dos libros suyos también se relacionan con estas temáticas, como son Psicología, pobreza y subdesarrollo (Alarcón, 1988) e Historia de la psicología en el Perú (Alarcón, 2000).
Puede decirse por ello, que la finalidad de Alarcón no es la de Díaz-Guerrero, es decir, la de desarrollar una teoría sobre la psicología del mexicano (o del peruano para el caso de Alarcón), sino solo explorar los alcances de las ideas de fondo del autor mexicano, en los habitantes del Perú. Pero, si bien Alarcón parte de la teoría de las premisas histórico-socioculturales de Díaz- Guerrero, no profundiza en el trabajo de otros autores mexicanos que han tocado la temática de la psicología del mexicano como David Pavón-Cuellar (2015) o Erich Fromm, quien junto con Michael Maccoby realizaron un análisis sociopsicoanalítico de la población campesina de México, con importantes interpretaciones desde una visión freudomarxista (Fromm & Maccoby, 2015).
Aunque quizá esto no era necesario, a nivel de Perú, hubiera sido relevante mencionar los estudios de Rolando Arellano, que, a pesar de no han sido publicados en revistas científicas, como ha señalado León (2013), han contribuido a identificar nueve perfiles de estilos de vida en los peruanos en base a sus ingresos, variables sociodemográficas y hábitos de consumo (Arellano, 2000). Luego dichos perfiles han sido reducidos a seis con datos actualizados de pobladores de Lima (Arellano & Burgos, 2010) y de otras regiones del país (Arellano, 2010), para finalmente aplicar tales hallazgos a Latinoamérica (Arellano, 2012). Tampoco, se han considerado las investigaciones de Walter Blumenfeld sobre la personalidad de los jóvenes peruanos y estadounidenses (Blumenfeld, 1949), a quien Caycho (2015) designa, precisamente por este tipo de estudios y las propias ideas de Blumenfeld, como el precursor de la “etnopsicología comparada” en el Perú. De hecho, en el texto Psicología de los peruanos en el tiempo y la historia no hay ni una sola referencia de Walter Blumenfeld, a quien Alarcón ha dedicado varios trabajos divulgativos, incluso un libro sobre su vida y obra (Alarcón, 1994).
Por otro lado, y como segunda limitación, Alarcón se ha centrado en el estudio de los rasgos psicológicos de los habitantes de Lima, en lugar de usar muestras de diferentes partes del Perú, como lo sugiere el título. Mientras que el trabajo de Díaz Guerrero ha sido producto de la investigación de diferentes muestras de los estados que componen México, lo que otorga una mayor capacidad predictiva y posibilidades de generalización a sus hallazgos. A esto se suma que Díaz Guerrero ha realizado un análisis más profundo de la psicología del mexicano, ya que sus interpretaciones tocan conductas específicas del mexicano así como aspectos generales de su cultura, sus costumbres y sus valores; que incluso son contrastados en diferentes momentos de tiempo con datos empíricos (véase Guerrero, 1994, 2007). En suma, la obra de Díaz Guerrero, emplea instrumentos originales de evaluación (Díaz-Guerrero, & Lara, 1972), hace un aporte transcultural (Díaz-Guerrero, & Iscoe, 1984) y parte de una visión amplia de la etnopsicología (Díaz-Guerrero, 1995), lo que le permite tener una orientación más próxima a los problemas sociales (Díaz- Guerrero, 1990) y desentrañar diversos aspectos de la psicología del mexicano (Díaz- Guerrero, 1974, 1994, 2007).
Consideramos que esta limitación con respecto a la “psicología del peruano” que desarrolla Alarcón, responde a una miopía que ha sido característica de la mayoría de trabajos psicológicos realizados en la capital, que no consideran los aportes de la psicología en general, y de este caso en particular, al cuerpo teórico de la psicología como obra de carácter nacional. Lamentablemente, en el Perú, el centralismo ha generado que se extrapolen diversos hallazgos obtenidos en muestras capitalinas, a toda la población del país. Un conocimiento castrado de tal forma, no puede aspirar a considerarse representativo de todo el Perú, más aún si se trata de un país, con una variedad étnica, cultural, geográfica, climática y biológica, como pocas veces se ve en el mundo.
Todo ello, no hace sino desdibujar a la psicología peruana, en tanto representación fragmentada de la realidad, cuando lo que más hace falta es integrar los aportes de diversas regiones del país, para desarrollar una psicología de carácter nacional que se encuentre a la altura de los logros conseguidos en otros países de Latinoamérica, donde el centralismo ha cedido el paso a una psicología más unificada, más sólida y menos abstracta y excluyente. Ello empero, implica también, no caer en regionalismos, provincialismos y otras formas de reduccionismo que resten identidad a la psicología peruana y a la psicología de los peruanos.
En conclusión, aunque reconocemos que el libro de Alarcón hace un aporte a la psicología peruana, como otros autores ya han resaltado (Borja, 2018, Meza, 2018), cuestionamos que dicho trabajo sea representativo de todos los peruanos, por lo que nos preguntamos si tal texto es realmente una psicología de los peruanos o de los limeños. El lector tendrá la última palabra.