Resumen: El presente estudio tiene como objetivo comparar y evaluar la calidad de los equivalentes de los términos ofrecidos por dos diccionarios español-chino: Nueva Era: Gran Diccionario Español-Chino y el Nuevo Diccionario Español-Chino. No ha sido posible observar todos los equivalentes de las dos obras, por lo tanto, se han seleccionado diez voces como objeto de estudio. Para realizar la evaluación, se aprovechan, por un lado, definiciones dadas por diccionarios de español y, por otro lado, informaciones científicas encontradas en varias bases de datos.
Palabras clave: Lexicografía bilingüeLexicografía bilingüe,léxico de especialidadléxico de especialidad,equivalentes.equivalentes..
Abstract: This work aims to compare and evaluate the quality of the equivalents of the terms offered by two Spanish-Chinese dictionaries: New Era: Great Spanish-Chinese Dictionary and the New Spanish-Chinese Dictionary. It has not been possible to observe all the equivalents of the two works, therefore, ten voices have been selected as the object of study. To carry out the evaluation, we use, on the one hand, definitions given by Spanish dictionaries, and on the other hand, scientific information found in several databases.
Key Words: Bilingual lexicography, specialized lexicon, equivalents..
Artículo
Los equivalentes terminológicos en dos diccionarios español-chino: estudio contrastivo1
The terminological equivalents in two spanish-chinese dictionaries: contrastive study
Recepción: 19 Marzo 2019
Aprobación: 02 Septiembre 2019
No cabe duda de que el español es uno de los idiomas más valorados actualmente. En los últimos años, con el desarrollo de las relaciones entre los países hispanohablantes y China, se produjo un gran aumento del número de estudiantes chinos que se interesan por la lengua española. Como el diccionario desempeña un papel importante en el aprendizaje de una lengua extranjera, se observa también un notable crecimiento de la cantidad de los diccionarios español-chino en el mercado. Sin embargo, muy pocos estudios se han ocupado de estos diccionarios, y aún menos investigaciones se han centrado en las terminologías que registran.
En la presente investigación se analiza la calidad de equivalentes de los términos registrados en dos diccionarios bilingües español-chino: Nueva Era: Gran Diccionario Español-Chino (en adelante: Nueva era) y el Nuevo Diccionario Español-Chino (en adelante: ND). Antes de empezar, conviene presentar brevemente estos dos repertorios. Por un lado, Nueva Era constituye el diccionario bilingüe español-chino más voluminoso en el mundo de hoy. Fue ideado e iniciado en el año 1992 y no salió a la luz hasta el 2008. Según el prólogo del diccionario, no solo recoge las palabras del léxico común, sino que también tiene en cuenta los términos procedentes de las ciencias naturales (sobre todo de medicina, informática e ingeniería biológica) y de las ciencias sociales (especialmente de economía y derecho). Estas palabras afirman la atención prestada por esta obra al léxico de especialidad, que constituye un punto de notable interés debido a la importancia que van adquiriendo cada día las palabras especializadas con el enorme progreso de la ciencia y de la tecnología. Por otro lado, el Nuevo Diccionario Español-Chino es un diccionario redactado por un equipo lexicográfico de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín. Este proyecto, iniciado en 1972 y terminado en 1982, se trata de un trabajo valioso, pues la obra lexicográfica más empleada de aquel momento, el Diccionario Español-Chino2, no satisfacía las nuevas demandas surgidas en la sociedad.
Muchos autores están de acuerdo con que los equivalentes ocupan un lugar central en los diccionarios bilingües. Según Adamska Sałaciak (2016, p. 144), “when people consult a dictionary, they most often do so, not in order to check a word´s spelling or to learn about its grammatical properties, but because they want to find out what the word means”. Gouws (1996, p. 54) también afirma que el objetivo principal de los usuarios que acuden a un diccionario bilingüe es encontrar un equivalente de traducción en la lengua meta para un término específico en la lengua fuente. La calidad de los equivalentes influye de manera directa la eficiencia del uso del diccionario. Empero, buscar equivalentes de las unidades léxicas de la lengua de partida en la lengua meta resulta bastante complejo, ya que es necesario “confrontar dos sistemas lingüísticos cuyas estructuras léxicas no se corresponden y que tienen cada uno -con todos los posibles rasgos comunes- como telón de fondo una civilización diferente y un distinto sistema en cuanto a la formación de conceptos” (Haensch y Omeñaca, 2004, pp. 246-247).
Según el grado de equivalencia, las relaciones entre las unidades léxicas de la lengua de partida y la lengua meta se dividen en los siguientes tres casos: plena, parcial y cero. La equivalencia plena se da más en los términos técnicos (Haensch y Omeñaca, 2004, pp. 248-249) y se plantea relativamente pocos problemas, “siendo suficiente, muchas veces, incluir una unidad léxica de la LD sin indicaciones complementarias que indique las posibilidades de traducción de una unidad léxica de la LO”3 (Hernando, 1997, p. 170). Dado que el objeto de análisis del presente estudio está constituido por los términos hallados en dos diccionarios bilingües, los equivalentes ofrecidos en muchas ocasiones pertenecen a la equivalencia plena.
Para alcanzar el objetivo de esta investigación, resulta imprescindible elaborar primero un corpus basado en unas consideraciones previas. En primer lugar, se hace una revisión de Nueva Era en intervalos de 20 páginas, como resultado se han recontado un total de 114 páginas de este diccionario, equivalentes al 5 % de toda la obra. Aunque no se trata de un corpus exhaustivo es suficientemente representativo para proporcionar datos útiles para el estudio.
En segundo lugar, para identificar las palabras especializadas se aprovechan fundamentalmente las marcas diatécnicas, pues según Béjoint (1988): “In order to pick [scientific and technical words] out quickly from a nomenclature, it is posible to use field labels attached to them” (p. 360). Este método, utilizado frecuentemente para identificar léxico especializado, puede presentar problemas en la práctica; por un lado, los términos incluidos en las obras lexicográficas no siempre se presentan con marca diatécnica; por otro lado, ciertas palabras que sí están marcadas no se pueden considerar como léxico de especialidad en sentido estricto. A pesar de las limitaciones de este procedimiento resulta adecuado y practicable para identificar los términos de Nueva Era. Además, se debe especificar que en la elaboración del corpus solo se toman en cuenta los artículos marcados con abreviaturas diatécnicas y no aquellos en los cuales se usan otras formas de marcas.
En tercer lugar, una vez obtenida una lista de términos hallados en Nueva Era, se comprueba si estas unidades se encuentran o no en ND. Si también está presente en este último diccionario, se comparan los equivalentes ofrecidos. Tras la comparación, se nota que la correspondencia entre los equivalentes ofrecidos en estos dos diccionarios bilingües presenta varias posibilidades:
Correspondencia total. En este caso, los equivalentes dados en los dos repertorios son iguales.
Correspondencia parcial. En este caso, los equivalentes ofrecidos guardan cierta semejanza, pero no son exactamente iguales.
Ninguna correspondencia. En esta ocasión, los equivalentes proporcionados en las dos obras son totalmente distintos.
El tercer caso es donde se hallan con mayor probabilidad problemas con los equivalentes. Por lo tanto, será el grupo al cual se presentará la mayor atención. Para realizar la evaluación de la precisión del equivalente, en primer lugar, se han seleccionado diez voces dentro de este grupo como objeto de análisis: amacayo, carricera, cocobolo, edelweiss, quebrantapiedras, coto, cayote, curuja, pelaire, pelairía. En segundo lugar, para determinar cuál de los equivalentes proporcionados por los dos diccionarios es el correcto o el más preciso, se acude a los diccionarios monolingües de español para buscar informaciones semánticas de la entrada. No obstante, este procedimiento no siempre resulta útil. Por ejemplo, en el caso de que la entrada se trate de un tipo de planta o animal, muchos diccionarios generales de español suelen definirla mediante la descripción de sus características. Este tipo de información, muchas veces, no es suficiente para determinar con exactitud si la entrada y el equivalente ofrecido se refieren a un mismo concepto, y se cree más oportuno aprovechar informaciones tales como el nombre científico de los términos, la familia y el género al que pertenecen para evitar ambigüedad e incertidumbre.
A continuación, se evalúan, de manera separada, los equivalentes de las diez voces ofrecidos por los dos diccionarios. En el caso de que ninguno de los equivalentes se corresponda de manera correcta con la unidad en español, se propone un equivalente según informaciones extraídas de distintas bases de datos científicas halladas en internet.
Según la Tabla 1, se puede constatar que el equivalente ofrecido por ND es el correcto, dado que las informaciones científicas (nombre científico, familia, género) de este corresponden con las de amacayo. Mientras tanto, la especie a la que se refiere el equivalente de Nueva Era y amacayo pertenecen a una misma familia pero a un género distinto.
Algo similar al caso anterior ocurre con el término carricera (Tabla 2). Las informaciones científicas del equivalente ofrecido por ND corresponden con las de carricera. El equivalente de Nueva Era se refiere a una especie que pertenece también a la familia Poaceae, pero a un género distinto.
No resulta fácil evaluar el caso de cocobolo (Tabla 3), porque parece que no existe una clasificación taxonómica uniforme de este tipo de planta en las obras académicas. Por un lado, según el segundo tomo de la Enciclopedia Salvat de las ciencias, cocobolo se trata de una especie del género Dalbergia de la familia Fabaceae; por otro lado, de acuerdo con el Diccionario ilustrado de los nombres vernáculos de las plantas en España de Ceballos (1986), esta planta pertenece al género de Coccoloba de la familia Polygonaceae. Esta información se encuentra también en la definición ofrecida por el Diccionario de la Lengua Española (2001), pues según este diccionario de la Real Academia Española, cocobolo es “un árbol de América, de la familia de las poligonáceas”.
Esta divergencia se ve reflejada en los dos diccionarios bilingües. El equivalente ofrecido por ND corresponde con una especie del género Coccoloba. En cuanto al equivalente dado por Nueva Era, no se ha encontrado la información científica correspondiente, pero se deduce que se refiere a una especie de Dalbergia, puesto que este equivalente tiene como significado ‘Dalbergia de Panamá’.
El caso de cocobolo revela que Nueva Era y ND no toman referencias iguales, por lo menos en el caso tratado, a la hora de elegir equivalentes; además, el hecho de que el equivalente ofrecido por Nueva Era esté ausente en muchas bases de datos de botánica existentes, lleva a dudar de nuevo sobre la precisión de este equivalente.
El caso de edelweiss muestra cierta particularidad, ya que en Nueva Era se ofrecen tres equivalentes (Tabla 4). Sin embargo, la cantidad no garantiza la calidad del equivalente, como se evidencia en el cuadro 5, los tres equivalentes proporcionados no corresponden a un mismo nivel en la clasificación taxonómica, pues los primeros dos corresponden a especies, y, el último, a género. Los tres se refieren a plantas de la familia Asteraceae, pero solo el nombre científico del primero es igual que el de edelweiss. En lo que respecta al ND, el equivalente dado corresponde al género de edelweiss, por lo tanto, no es falso, pero es menos preciso.
La voz quebrantapiedras es otro caso que muestra el problema de equivalentes de Nueva Era (Tabla 5), pues ni el nombre científico ni la clasificación taxonómica de este equivalente es igual que las informaciones botánicas de quebrantapiedras. En lo que atañe al ND, el equivalente ofrecido, que se refiere al género Herinaria de la clasificación taxonómica, es más razonable que el de Nueva Era, a pesar de que no corresponde de manera exacta con quebrantapiedras, que se trata de una especie de Herinaria.
En el caso de coto, tanto el equivalente de Nueva Era como el de ND pueden referirse a una familia y a un género de pez al mismo tiempo (Tabla 6). Por ejemplo, el equivalente hallado en Nueva Era杜父鱼presenta dos posibles interpretaciones implícitamente: 杜父鱼科(Cottidae) y 杜父鱼属 (Cottus). Resulta necesario añadir cierta indicación para señalar a qué nivel de la clasificación taxonómica el equivalente ofrecido corresponde concretamente.
En todo caso, dado que coto se trata de una especie del género Cottus, el equivalente de Nueva Era no corresponde con este término precisamente, no importa que se refiera a la familia Cottidae o al género Cottus. En lo que atañe a ND, el equivalente dado en esta ocasión no es poco riguroso sino erróneo.
Entre las diez voces analizadas, cayote es el caso en el que los equivalentes ofrecidos por las dos obras guardan la mayor semejanza (Tabla 7). Los dos equivalentes, igual que cayote, pertenecen al género Canis de la familia Canidae. Empero, los nombres científicos muestran que se refieren a conceptos similares pero diferentes, y el equivalente de Nueva Era es más preciso que el de ND.
El término curuja tiene diferentes variantes, pues “en la Península la forma occidental es coruja, presenta en asturiano y leonés coruxa, curuxa, con extensiones extremeñas, y en gallego curuxa” (García Mouton, 1999, p. 334). Se trata de una especie de la familia Tytonidae del orden Strigiformes (Tabla 8).
En este caso, el equivalente ofrecido por Nueva Era es muy general, ya que se refiere simplemente al orden Strigiformes. En cuanto al equivalente de ND, este corresponde al nivel de especie en la clasificación taxonómica, pero el tipo de ave que indica pertenece a una familia diferente de la de curuja.
En lo que respecta a pelaire, se observa una diferencia obvia en los equivalentes proporcionados, pues uno se refiere a los trabajadores, mientras que el otro, a la máquina (Tabla 9). No resulta difícil determinar que aquí el equivalente de Nueva Era es más adecuado, tomando como referencia la definición ofrecida por el Diccionario de la Lengua Española.
Los problemas del caso anterior son similares también en pelairía (Tabla 10). La definición del Diccionario de la Lengua Española muestra de nuevo que el equivalente de Nueva Era es más preciso que el de ND, pues este no se refiere al oficio sino a la acción de rebotar.
Tras la evaluación de este pequeño grupo de equivalentes, se evidencian los problemas de los equivalentes ofrecidos en los dos diccionarios. En algunas ocasiones, el problema detectado no se trata simplemente de una falta de precisión, sino que se puede considerar como un error. Los errores detectados en Nueva Era llaman aún más la atención, tomando en consideración que este es una obra más moderna y se publica casi veinticinco años después de ND.