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Escritos en el Puerto de Santos
Alfredo Fressia
Alfredo Fressia
Escritos en el Puerto de Santos
La Colmena, núm. 89, pp. 1-16, 2016
Universidad Autónoma del Estado de México
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Escritos en el Puerto de Santos

Alfredo Fressia
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO
La Colmena, núm. 89, pp. 1-16, 2016
Universidad Autónoma del Estado de México
ESCRITOS EN EL PUERTO DE SANTOS




ILUSTRACIÓN DE PORTADA: amor más allá del mar (2016): ludmila abril.

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Número 89 enero-marzo de 2016

EDICIÓN DIGITAL Y MAQUETACIÓN: Berenice Lara Ramírez Paola Aranda Delgado

Pliego de Poesía, núm. 89, enero-marzo de 2016, es una separata de La Colmena, que es publicada, distribuida y editada trimestralmente por la Universidad Autónoma del Estado de México a través de su Secretaría de Difusión Cultural. Sor Juana Inés de la Cruz No. 300, col. 5 de Mayo, Toluca, Estado de México, C.P. 50090, Tels.: (722) 277 3835 y 277 3836, http://lacolmena.uaemex.mx. Editor responsable: Juan Carlos Carmona Sandoval. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2000-012811362600-102, ISSN: 1405-6313, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de Título No. 8133 y Licitud de Contenido No. 5763, otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Litográfica Dorantes, S. A. de C. V., Oriente 241 A N.28 bis. Col. Agricola Oriental, Deleg. Iztacalco, México, DF., tel. 5700 3534. Este número se terminó de imprimir el 15 de febrero de 2016 con un tiraje de 500 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Esta obra está sujeta a la licencia Reconocimiento 2.5 México de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by/2.5/mx/.

E LA NAVE VA

Al poeta Ademir Demarchi

Éramos todos obreros en la embarcación desvencijada, sal y tizne entre Santos y el suburbio.Y dos poetas, Ademir, diluidos en el silencio ancestral como la pobreza, o esta barca sucia de cada jornada, idéntica en el sepia corroído, y los años, las vidas indigentes reunidas en la travesía donde no se habla, y otra vez no se habla. El motor sobre el agua contaminada es la prueba del silencio, como las manchas de aceite en el canal, esta fina sobrevida humana, siempre en la estiba del presente, sin otro futuro que el desamparo de aquellos perros, Ademir, los que nada esperan en el muelle, y huelen por costumbre el pasaje de estos hombres en la nave sin promesas del suburbio.

QUIROMANCIA

Esta es la línea de tu vida, estírala, no es dura, recuerda la travesía, recorriste la cuerda floja y tú decías soy un funámbulo y lo repetías con aire profesional pero era un verso, un mantra para no caer, no resbalar del poema al vacío de tu mano.




Manos emergentes (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.

IPSA SENECTUS

Cuando lo vi me subí sobre los escombros de mi cuerpo, trepé a la parte más alta como si subiera a un faro y traté de iluminarlo como si mis ojos no estuvieran condolidos y brillaran, repuse los bloques de granito de mis viejas murallas, llené las partes vaciadas con las historias de amor que no viví, el secreto memorial de hombres que nunca me amaron como si ahora sí pudiera abrirme a la vida de ese hombre joven que me mira, se acerca y va a abrazar a su amigo, el que llegaba cuando yo encendí candiles como faros y velé las mismas armas que guardo hace años en la insidiosa humedad de mis almenas.




En busca de inspiración (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.

EPITAFIO

Aquí yace el despojo de un poeta. Nació bajo un eclipse, fue extranjero, nada os pidió, labró un Edén de ausencia y al fin reunió en la aurora a sus espectros.




Media mirada (2016). Tinta sobre papel: Ludmila Abril.

LA MAR EN MEDIO

La mar en medio y tierras he dejado de cuanto bien, cuitado, yo tenía; y yéndome alejando cada día, gentes, costumbres, lenguas he pasado.

Garcilaso de la Vega

*

Te llama la sirena de los muertos, te queman con su lengua de aguaviva, con sus cuerpos de anémona y corales la mar te los devuelve cada día.

Y los vuelves a ahogar otra mañana yéndote alejando, los pies heridos, taparás con ahínco tus oídos e implorarás el mástil del olvido.

*

El Poeta no está adentro ni afuera y aunque escriba cuartetos alegóricos no han cambiado gentes, costumbres, lengua, sólo la mar en medio lo condena a grabar en la arena el último poema.

SOUVENIR D’AUTOMNE

Fue en Praga, allá por el otoño del año 1980, a la hora del té en el Café Europa y él se llamaba Hyacinthe, como los gatos deberían llamarse. Olía a jazmín y me decía “je l’aime encore”. Nunca te olvidé, Hyacinthe aux yeux verts, aux cheveux noirs, y hoy sentado frente a la playa, entre los jazmineros del Boulevard de la Mer, al borde del Atlántico en América del Sur, digo “je l’aime encore” en voz alta y me río solo mientras dos muchachos se vuelven para mirar a un viejo que ríe sin

[motivos, dice

“je l’aime encore” y también huele a jazmines.




Navegación onírica (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.

DESPERTAR

Respira, respira hondo, Alfredo, ya todos se murieron, a ti te tocó la tarea de enterrarlos. Ya sabes que es duro y largo y es inútil, los reencuentras cada día en tu café y tu pan, te vienen a pedir explicaciones, preguntan por qué, cómo fue, cuándo te juntarás a ellos, Alfredo, al menos cuándo tendrás las placas suficientes de beta-amiloide en el cerebro para encontrarte frente a un muro de niebla, sin suelo ni cielo ni ayer. Es tu vez, levántate ahora que estás solo, no te llames a silencio ni dejes que el silencio clame, oye a tus muertos que te cuentan otra vez sus vidas y dales voz, que sigan hablando en cada gesto tuyo, o en tus genes o en los alimentos, el pan de muerto prueba que tu vida ya no te pertenece, pruébalo cada día, no te detengas, come, es lo que te tocó, tu saliva y tu voz, tu esqueleto, tu caja torácica para respirar hondo, Alfredo, ahora que todos se murieron y piden un día más, una mañana, sólo un día la imposible tarea de enterrarlos.

CANDILEJAS

Es un hombre. Está sentado en el muelle y mira al mar como si el mar le prometiera una respuesta o un consuelo.

Inmóvil, ve desfilar pasajes de su vida sobre la línea del horizonte.

Se ve a sí mismo en la ilusión de óptica, es una de las figuras trémulas de esa linterna mágica o gira como una sombra chinesca.

Parado junto a una roca de la playa, un segundo hombre [mide el tamaño de la ensenada que los separa. Para este, el primer hombre también es una sombra chinesca sobre la línea del muelle: no distingue sus rasgos y no imagina qué historia se desliza en las escenas —escurridizas como peces—

que el del muelle ve en el horizonte.

Un hombre mira a otro que mira el brillo del horizonte.

Distraídos ambos por las luces de la hora tampoco sospechan que un día serán las siluetas

de un poema fantasioso entrevisto por un poeta venido de

[Uruguay

una tarde límpida al fin del otoño junto a las rocas de la playa en Santos mirando hacia el muelle de los pescadores.

SOBRE LA PIEL DE LA NOCHE

Con Juan Introini y Jean-Francis, mis dos Juanes, que ya no son de este mundo.

Me desliza la piel de la noche, soy arcaico por nacimiento. Traigo conmigo el abismo aterrado al borde de los astros y un planeta al acecho.

He visto mi perfil al carbón, la parte sideral de la vida, tragada en el agujero negro de los días y yo escribía poemas buscando la salida en el laberinto de los huesos.

Me desliza la piel de la noche, restos de los cuerpos, mechones de cabello como el de la cinta azul en la caja repujada, el diente de leche engarzado en un anillo, y perdido en cajones que daban siempre al más allá, mis preguntas al polvo gris que fue Jean, el que sostuve en mis manos y que voló con el viento del mar.

Ya nadie leerá en mi mano los secretos de las líneas como rutas, huellas, guías. Cubre la piel de la noche el polvo dulce de los muertos. Cubre a Juan, la calle Libres, la de los paraísos que entonces declinaban los días en latín, y yo los recito desde los años 60. Y enumero los días de salvar sanantonios, poemas, tréboles para la buena fortuna, las cruces de sal gruesa contra el mal de ojo.

Y la alarma del sexo que se erguía sobre la piel de la noche, el deslizarse suave del amor que acababa y no acababa. Como los versos. Como mi tiempo. Como hoy deambulo entre mis

[muertos

como astros y escribo los últimos poemas, al fin la noche abrupta de este mantra.

GAY PORN BUSINESS

Con ser más bellos que sus propios cuerpos, tanto así que nada saben de amor y sólo se desean, con deslizar sobre esos cuerpos húmedos, ya bellos si de hecho

la belleza fuera materia del sexo y seña unánime de los

[untuosos

orificios, y aun más codiciados que Ganímedes por ser objeto del deseo de un tercer y ávido voyeur, y con lucir siempre jóvenes y listos

para entregar su juventud del Middle West a los crueles altares del Bondage o a los otros cuerpos ágiles en la gimnasia de luces reflejadas de la caverna gay, más flexibles que el músculo inmemorial y vigilante de Príapo implacable en las aras del gozo, y no por el efímero placer de los mortales sino por obediencia, como los ritos pertinaces del incesto calculado en el Dad-Boy, vueltos ora adolescentes

ora audaces objetos del dolor o de un Rape-sex o el mero

[Spanking, y con ejercer su disciplina en palacetes de utilería o bastidores de castillos kink, a sabiendas de que sólo cuentan los rostros del olvido, sus errantes recodos habitados por fantasmas, esos que precedieron a estos hombres más bellos que sus propios cuerpos, white, black, Russian, latino, Asian, interracial sex, melting pot del gay porn, ellos beben impasibles del semen de Zeus y observan, eternos, tu ser mortal y obsceno reducido al acabar a esta náusea pasajera.

HORIZONTE

Más allá de los pinos está el Uruguay.

¿Y después?

Después vienen mis muertos.




Soñándote (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.




Hombre satisfecho (2016). Técnica mixta sobre papel: Ludmila Abril.

Material suplementario
Notas
Notas de autor
Alfredo Fressia. Nació en Montevideo en 1948. Destituido de sus funciones docentes por la dictadura uruguaya, se instaló en São Paulo, Brasil, donde reside desde 1976. Enseñó letras francesas durante 44 años. Su obra incluye títulos como Un esqueleto azul y otra agonía (1973), Clave final (1982), Noticias extranjeras (1984), Destino: Rúa Aurora, (1986), Cuarenta poemas (1989), Frontera móvil (1996), Eclipse (2003, en México), Senryu (2006), Poeta en el Edén (2012).



ILUSTRACIÓN DE PORTADA: amor más allá del mar (2016): ludmila abril.




Manos emergentes (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.




En busca de inspiración (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.




Media mirada (2016). Tinta sobre papel: Ludmila Abril.




Navegación onírica (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.




Soñándote (2016). Crayón sobre papel: Ludmila Abril.




Hombre satisfecho (2016). Técnica mixta sobre papel: Ludmila Abril.

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