Panal de Luz

Recepción: 18 Octubre 2017
Aprobación: 17 Noviembre 2017
“La fotografía es el único lenguaje que puede ser entendido y comprendido en todo el mundo”.
Bruno Barbey, fotógrafo francés.
La fotografía tiene sus inicios en 1824, cuando Nicéphore Niépce crea los primeros procedimientos para realizarla. En la actualidad, es considerada una de las artes más utilizadas por el hombre para reproducir instantes únicos e irrepetibles en los que la luz, el movimiento, las texturas y las formas se convierten en protagonistas, junto con los modelos fotografiados, buscando así expresar emociones, sentimientos y, por supuesto, belleza. El fotógrafo no sólo emplea su cámara; su principal herramienta son sus ojos, lo que ve, lo que percibe, lo que intuye, así mismo, en un acto de creación su dedo dispara en el momento indicado para capturar una imagen que, a partir de ese momento, quedará inmortalizada ante los ojos de quien la observa.
La fotografía permite tanto al autor como al espectador un sinfín de interpretaciones y expresiones, puesto que da paso a un lenguaje múltiple y constituye una experiencia única entre los interlocutores. Los modelos a elegir por el artista suelen ser variopintos: retratos, paisajes, naturaleza muerta, figuras, formas y conceptos; todos ellos cargados de importantes significados.
Hoy, la fotografía se ha hecho popular, accesible y cercana para cualquier persona, ya que podemos ser capaces de congelar instantes memorables con cámaras profesionales o inclusive con la lente del celular. Sin embargo, no todos poseemos las virtudes que un artista tiene: el conocimiento, la sensibilidad, el trabajo, el talento, y la pasión para poder subsistir profesionalmente.
Presentamos el trabajo de Ana María Iglesias Núñez, diseñadora gráfica que desde hace ocho años se dedica a la fotografía, en donde encontró su modus vivendi al desarrollar el tema del retrato. No hay que olvidar que el género humano, desde tiempos remotos, desea ser inmortalizado a partir de su propia imagen. Como ejemplo tenemos los frescos egipcios, mosaicos romanos, temples renacentistas, óleos barrocos, bronces y mármoles neoclásicos o las fotografías actuales. La intención es mostrarles a los otros quiénes somos y dejar huella.
En el trabajo de Ana María se observan fotografías en las que retrata a familias o a individuos. Son momentos que tanto ella como los modelos quieren dejar en el papel y la memoria. Se ha especializado en retratos cargados de significados y conceptos fácilmente reconocibles y propios del ser humano. Paz, bondad, belleza, miedo, felicidad, tranquilidad, soledad, fragilidad y amor son algunos que podemos asimilar. Su trabajo se realiza principalmente en blanco y negro, lo que nos lleva a descubrir emociones a través de sus juegos de luz y sombra, de texturas bien logradas, y de las atmósferas creadas para beneplácito de quienes lo miramos.
Hay una estrecha complicidad entre Ana María Iglesias, la cámara, sus ojos, su dedo, su mente, su libertad, su búsqueda y su corazón. Sus retratos expresan emociones y revelan el alma de los fotografiados. Observar su trabajo es adentrarse en la intimidad de la artista que traduce en imágenes familiares las cuales disfrutamos y nos lleva a identificarnos con la mirada de los modelos.

Prohibida su reproducción en obras derivadas

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Prohibida su reproducción en obras derivadas.

Prohibida su reproducción en obras derivadas .

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Notas de autor