Artículos
Recepción: 24 Agosto 2018
Aprobación: 06 Diciembre 2018
DOI: https://doi.org/10.31840/sya.v0i19.1943
Resumen: Este artículo examina los modelos incluyentes del Turismo Rural Comunitario (TRC) y el Modelo Multifactorial de Empoderamiento (MME) en las organizaciones comunitarias de la Red Ecoturística de Calakmul (REC) en Campeche, México, como propuesta para dinamizar la economía de las comunidades rurales y el desarrollo humano. Se indaga en la estructura de los grupos, la gestión de la actividad turística y el trabajo de las mujeres. Se utilizaron herramientas metodológicas de tipo cualitativo como son entrevistas grupales, entrevistas a profundidad y observación participante. Se identificó que la REC benefició la organización de mujeres, impulsó actividades productivas como el ecoturismo, activó la economía, promocionó los grupos a nivel local y regional, impulsó procesos de educación formal e informal, permitió que las mujeres administren su tiempo, se relacionen con otras personas más allá de su comunidad, adquieran confianza y seguridad, y reivindiquen sus saberes tradicionales, entre otros. Sin embargo, se observó que la REC no trabaja con una perspectiva de género, que existen conflictos económicos y personales, y que su trabajo tiene poco reconocimiento por el municipio; así como que las actividades ecoturísticas en la región están estancadas por el desinterés de las autoridades locales en que los grupos de mujeres y hombres gestionen sus propios recursos.
Palabras clave: mujeres rurales, proceso de empoderamiento, ecoturismo, organizaciones comunitarias, género.
Abstract: This article examines the inclusive models of Community Rural Tourism (CRT) and the Multifactorial Model for Empowerment (MME) in the community organizations of the Calakmul Ecotourism Network (REC), in Campeche, as a proposal for boosting the economy of rural communities and human development. It explores the structure of the groups, the management of tourist activity and the work of women. Qualitative methodological tools were used, such as group interviews, in-depth interviews and participant observation. It was observed that the REC benefited the women’s organization, promoted productive activities such as ecotourism, activated the economy, promoted groups at the local and regional level, encouraged formal and informal education processes, and enabled women to manage their time, relate to other people beyond their community, gain confidence and security and display their traditional knowledge. However, it was observed that the REC does not operate with a gender perspective, that there are economic and personal conflicts, and that its work enjoys scant recognition from the municipality. Likewise, ecotourism activities in the region have been stymied by the lack of interest of local authorities in having men’s and women’s groups manage their own resources.
Keywords: rural women, empowerment process, ecotourism, community organizations, gender.
Introducción
Si bien en la década de los años ochenta la sustentabilidad se enfocaba principalmente al cuidado del medio ambiente, en los últimos años el aumento de investigaciones desde la perspectiva de género y los saberes de los pueblos, ha hecho que la visión de lo sustentable se dirija más hacia el desarrollo humano. Así mismo, el situar a las personas desde una óptica integral en todas las esferas de la vida, ha contribuido a los principios de equidad, participación, seguridad, sustentabilidad y gobernabilidad. Estos principios son el resultado de las contribuciones de grupos de interés —la academia, la sociedad civil, ambientalistas, movimientos indígenas y grupos feministas— cuyo aporte genera conocimientos para los modelos alternativos de desarrollo y para la inclusión de sociedades vulnerables en los planes del Estado. Desde América Latina se hace referencia al Buen Vivir, al movimiento zapatista y/o a los movimientos feministas, que visibilizan a las personas excluidas de la ciencia y el desarrollo.
En el caso de las mujeres, su aparición en las políticas de desarrollo se da desde la posición de clientas del “bienestar”, es decir, se las considera no productivas para la economía del Estado, pues las actividades que realizan son calificadas como parte de las obligaciones familiares y éstas son excluidas de los cálculos económicos, ya que el mercado no es capaz de asignarles un valor (Kabeer, 1998), debido que las políticas de desarrollo están orientadas hacia el incremento de capital y no al progreso social que finalmente repercute e impacta sobre la vida de las personas. Para León (2008) la perspectiva del desarrollo humano significó un importante desplazamiento del modelo económico capitalista al situar a las personas y sus capacidades, oportunidades y libertades por encima o a la par del ingreso, el consumo, el crecimiento y la acumulación.
Las acciones de los grupos de interés, en especial las feministas1, están orientadas a la deconstrucción del enfoque capitalista y androcentrista —que concibe a las mujeres como objetos pasivos en la sociedad— y destacan que las diferencias de género son construidas por determinantes ideológicos, históricos, religiosos, étnicos, económicos, geográficos y culturales (Moser, 1991). Sostienen también que para lograr una sociedad más justa es necesario desarrollar estrategias y plantear políticas de género, orientadas hacia el empoderamiento de las mujeres y el cambio en las relaciones de género existentes (Luna, 1995; Álvarez, 2001; Espinosa, 2006).
El objetivo de generar un cambio social con perspectiva de género convierte al empoderamiento en una estrategia de desarrollo, que conduce a procesos para adquirir poder por parte de las poblaciones vulnerables y que involucra diferentes grados de desarrollo personal. El empoderamiento es también un proceso que puede encontrarse en diferentes momentos, desde la concientización sobre la situación de opresión de las mujeres hasta en las acciones encaminadas a remover las inequidades (Martínez, 1999). Para algunas autoras el empoderamiento puede entenderse como un proceso y como un resultado autogenerado por las y los propios individuos ya que, si bien el empoderamiento puede impulsarse, éste sólo se genera cuando la persona se lo apropia (Batliwala, 1993; Rowlands, 1997; Kabeer, 1998).
El proceso de empoderamiento comienza con la adquisición de conciencia de la realidad en la que se vive y describe el proceso por el que pasan las personas sin poder para la obtención de un mayor control sobre sus decisiones y recursos. Entre las metas que el empoderamiento pretende lograr, se encuentra desafiar a la ideología patriarcal, así como transformar las estructuras e instituciones que refuerzan la desigualdad social. Es un proceso largo y difícil de medir que puede manifestarse en el control de los bienes materiales, los recursos intelectuales y la ideología (Batliwala, 1997). Está también relacionado con las personas que asumen control sobre sus vidas, adquieren habilidades, aumentan la confianza en sí mismas, desarrollan su independencia y promueven el cambio para otras.
Para complementar el concepto de empoderamiento se desarrolló el Modelo Multifactorial de Empoderamiento (MME), el cual hace énfasis en los factores impulsores e inhibidores2 propuestos por Rowlands (1997) e Hidalgo (1999). El MME permite complejizar la experiencia de transformación de las personas, ya que considera que el efecto de estos factores depende de la interpretación que cada mujer les da y que, a su vez, está condicionada por su identidad y contexto de vida, por lo que un mismo factor promotor puede ser un factor inhibidor o impulsor dependiendo de este contexto.
Los movimientos de lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género se han expandido a diversas esferas y ámbitos de conocimiento. Tal es el caso de la actividad turística en pro del desarrollo sustentable que, para las comunidades rurales, visibiliza el alcance que han tenido los modelos alternativos de desarrollo. Mientras en Europa el principal objetivo de la actividad turística en el medio rural es reactivar su economía para reducir el desequilibrio entre las áreas rurales y urbanas, mediante la oferta de alojamientos rurales (hoteles rurales, camping y albergues de pequeñas empresas familiares o cooperativas) y diversas actividades agrícolas, deportivas y/o culturales (Solsona, 2006), en América Latina los pueblos originarios presentan un modelo de Turismo Rural Comunitario (TRC) que tiene como objetivo la inclusión de la comunidad local en la gestión de su patrimonio para alcanzar “el desarrollo local a través de un turismo sustentable que promueva estrategias a favor de las comunidades menos favorecidas con iniciativas que involucren a [las] los pobladores locales en la gestión de pequeños proyectos turísticos” (Flores e Silva et al., 2016: 580).
Este modelo de turismo apuesta por el desarrollo a escala humana y se respalda en los principios de Max-Neef (1996) al considerar relevante el protagonismo de las personas a través del aumento de los niveles de autoconfianza para construir un desarrollo con crecimiento personal, social y educativo que posibiliten su autonomía. Asimismo, trata de distribuir la derrama económica en las comunidades o grupos vecinos y ofertar alojamiento en sitios diversos para evitar la centralización y lograr que más personas de las comunidades locales puedan involucrarse y beneficiarse de la actividad turística.
Por su parte, las mujeres que integran, desarrollan y/o participan en las organizaciones comunitarias de turismo, pretenden lograr una transformación de la persona-objeto en una persona-sujeto, por medio de prácticas democráticas y participativas que coadyuven a revertir el rol tradicionalmente patriarcal asignado a ellas. Algunos estudios demuestran que los emprendimientos turísticos gestionados exclusivamente por mujeres logran un mayor nivel de empoderamiento, asertividad y autonomía (Fernández y Martínez, 2010). En este artículo se analiza el modelo del TRC y MME para conocer los procesos de empoderamiento de las mujeres de organizaciones comunitarias que integran la Red Ecoturística Calakmul (REC). Su objetivo es visibilizar los logros e identificar los obstáculos que enfrentan las mujeres y las organizaciones que participan en el turismo de la región, además de realizar un análisis que pueda servir para la toma de decisiones de las políticas de desarrollo turístico municipal.
Reserva de la Biosfera de Calakmul
La Reserva de la Biosfera de Calakmul (RBC) comprende una extensión total de 723,185-12-50 ha, cuenta con dos zonas núcleo que comprenden un área de 248,260-50-00; y una zona de amortiguamiento de 474,924-62-50 ha (INE, 1999). La Reserva ocupa el 51 % de la extensión total del municipio de Calakmul y su importancia radica en que resguarda la mayor reserva mexicana de bosque tropical con una mezcla de selva alta perennifolia, mediana subperennifolia y baja caducifolia (CONANP, 2010). Así mismo su riqueza histórica y cultural —existen 525 sitios arqueológicos que comprenden el mayor centro urbano del área maya durante el Periodo Clásico— alberga actualmente culturas indígenas como la chol, tzeltal y maya, entre otras. Cabe señalar que en el año 2014, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) declaró a la Reserva de la Biosfera de Calakmul como el primer Patrimonio Mixto de la Humanidad en México y que, si bien la actividad turística inició en los años noventa, la baja afluencia y derrama económica de los visitantes hace que el turismo no se considere una de las principales actividades económicas del municipio. Aun así, su potencial para el desarrollo municipal, explica la mejora de infraestructura y el crecimiento de la estructura de servicios para la atención de turistas y comunidades.
En la última década se han incrementado los establecimientos destinados al turismo, sobre todo aquellos que ofrecen hospedaje, pasando de 71 cuartos de hotel registrados en el año 2000 a 244 en el 2010 (Araujo, 2014). A partir del reconocimiento del patrimonio en Calakmul la afluencia turística aumentó en la región, lo que posibilita la obtención de recursos financieros para el proyecto de conservación de la reserva, generación de autoempleo y oportunidades de trabajo. Sus principales atractivos para las y los turistas son las zonas arqueológicas y la selva, ya que la combinación de los asentamientos con la flora y fauna del lugar brinda al municipio potencial para el desarrollo del turismo sostenible respetando la zona de conservación de la Reserva.
El perfil del turismo que visitan la zona responde a personas que buscan el ecoturismo, convivir con la naturaleza y conocer la cultura de las comunidades: sus tradiciones, gastronomía y vida cotidiana de la población. Para las comunidades y organizaciones este perfil representa oportunidades laborales y de desarrollo, por lo que organizan grupos comunitarios para ofrecer los servicios de guías locales, camping, recorridos educativos o culturales, y la venta de artesanías. La Figura 1 muestra la ubicación, nombre de la comunidad, organización y actividad principal a la que se dedican: servicio de campamento, agroturismo, productos biodegradables y/o bordado artesanal.
Poblaciones de estudio
Las cuatro organizaciones se encuentran en localidades rurales. Poseen similitud en sus condiciones sociales y de vivienda, alto índice de marginación y un promedio menor a 500 habitantes por comunidad. Se calcula que al menos un 45 % de su población son indígenas, predominando la etnia chol (74 %) seguido de la tzeltal (11 %), maya (8 %), tzotzil (3 %) y 19 lenguas más (4 %) (INEGI, 2010).
En tanto que la población es predominantemente rural (85 %) y por las características geográficas de su territorio, persisten todavía rezagos importantes, especialmente en las localidades pequeñas y alejadas de la cabecera municipal. El 4.6 % de las viviendas carece de energía eléctrica, el 32.4 % no cuenta con servicio de agua potable entubada y 47.5 % de los hogares recolecta agua de lluvia para las necesidades del hogar. El 25.6 % de las viviendas no cuenta con sistemas de drenaje, 6.3 % no disponen de servicio sanitario, el 25.2 % de las viviendas disponen de un sólo cuarto y el 11.4 % tienen piso de tierra. El índice de analfabetismo es en promedio de 10 %, si bien en el ejido 20 de Noviembre éste es de 5.7 % (INEGI, 2010). Actualmente las comunidades de estudio cuentan con una escuela primaria para la población y en la cabecera municipal se encuentran las secundarias y escuelas superiores (preparatorias y una universidad).
Las actividades primarias a las que se dedican estas comunidades son principalmente la extracción maderera, agricultura de tipo comercial para el chile verde y la calabaza (chihua), y de subsistencia como el maíz, frijol y yuca. En ellas se desarrolla una ganadería de mediana escala y hay también colmenares de abeja melipona (Melipona beecheii). La actividad apícola tiene un amplio potencial económico en la región y en las comunidades se pueden encontrar entre 20 y 40 apiarios. Respecto a otras actividades económicas, la población coloca su atención al turismo, considerado en la región opción para el desarrollo municipal en el mejoramiento de infraestructura y crecimiento de la estructura de servicios para la atención a los turistas. En la comunidad 20 de Noviembre y Nuevo Conhuas se pueden encontrar establecimientos de hospedaje (cabañas).
Apuntes metodológicos
El análisis de modelos incluyentes para el desarrollo de la sociedad requiere el uso de enfoques y herramientas metodológicas específicas que permitan recoger y analizar la información. Se utilizó el enfoque cualitativo, con el propósito de comprender la realidad observada, pues fomenta análisis holísticos e integrativos que propician descubrir, construir o interpretar la información, además de inducir al cambio social que transforma la comprensión de la sociedad (Hernández et al., 2010; Fernández, 2012).
Se abordaron los aspectos teóricos que subyacen el MTR y las aportaciones del empoderamiento en las mujeres de comunidades rurales. Los factores inhibidores e impulsores son asumidos en este trabajo en la negociación, trabajo, participación familiar, comunitaria y política, capacitación, marco económico y derechos. Estos factores resaltan el carácter subjetivo del empoderamiento y proporcionan evidencia sobre la complejidad y multiplicidad de los factores que intervienen en el proceso (Hidalgo, 1999). Para efectos de esta investigación se tomaron en cuenta cuatro grupos en total, tres continúan siendo una red y uno trabaja de modo independiente, todos se encuentran activos y continúan laborando para el crecimiento de su organización.
Para el análisis de las organizaciones se adoptaron las bases del modelo de TRC de Carlos Maldonado (2005), retomando los factores: 1) antecedentes históricos y geográficos; 2) productos y servicios; 3) estructura organizacional; 4) operación de actividades; y 5) recurso turístico (económico, ambiental y social) para trabajar con la técnica de entrevistas grupales, en el que se solicitó a las personas respondieran una guía de preguntas, promoviendo su participación. La técnica se aplicó a las cuatro organizaciones: Campamento Yaax’Che, grupo Las Palomas, Las Florecitas de Xcanan y el grupo Las Amapolas.
Por otro lado, se retomaron los modelos de empoderamiento propuestos por Rowlands (1997) e Hidalgo (1999) para identificar el empoderamiento de las mujeres que trabajan en las organizaciones, considerando los factores impulsores e inhibidores del MME: 1) negociación (tareas y acuerdos del hogar); 2) económico (distribución de ingresos, toma de decisiones y ahorros); 3) trabajo (desarrollo de actividades); 4) participación (hogar, organización y comunidad); 5) capacitación (estudios, cursos y habilidades); y 6) derechos (salud, violencia y tiempo libre). Dichos factores se aplicaron con la técnica de la entrevista a profundidad. Se obtuvieron un total de 11 entrevistas con las mujeres que participan activamente en sus organizaciones, especialmente las que fundaron los grupos.
Situación turística en Calakmul
La actividad turística en la región de Calakmul es un elemento valioso para el desarrollo de las comunidades y ha cobrado importancia en los últimos veinte años. El reconocimiento de la Reserva de la Biosfera de Calakmul por la UNESCO colocó a las localidades rurales de Campeche en la mira de los turistas, la inversión privada y el interés de grupos comunitarios. Ante su nombramiento como Patrimonio Mixto de la Humanidad las autoridades ampliaron el área de protección a 331 397 hectáreas que conforman la antigua ciudad maya y los bosques tropicales, asimismo el gobierno mexicano en su designación de Patrimonio otorgó valor a la riqueza cultural, natural e histórica de la región. Ante esto, las tierras de Calakmul adquirieron un mayor valor comercial y su venta la realiza el gobierno estatal a empresarios ajenos a la región (Figura 2), excluyendo a la población de las comunidades del uso de su territorio, lo que violenta sus derechos agrarios. La tenencia de la tierra en el lugar ha dividido a los ejidos y el gobierno, debido al interés económico que tiene el Estado y, sin duda, la llegada del turismo agravó la situación. En el 2013 se enfrentaron las comunidades con las autoridades locales por el abuso en el uso de su territorio, llevando la disputa al cierre de caminos, pues afirman que:
Desde hace varios años los pobladores exigen beneficiarse por el uso de su territorio como por derecho les corresponde [...] pero el gobierno se ha negado ya que pretende otorgar permisos a empresarios para construir hoteles y restaurantes en la reserva ecológica y zona arqueológica. Por otra parte, el gobierno desde hace muchos años les ha ofrecido por diversos medios una indemnización para expropiar esta parte de su territorio, a lo cual se han negado en varias ocasiones (Vera, 2013:1).
Cuando se crea la Reserva se crea con tierra de los ejidos, los ejidatarios fueron despojados de tierra para facilitar el acceso a las zonas [arqueológicas] y el gobierno se la está dejando a empresarios, a ricos, no sé de donde salen (…) y se han dedicado a querernos quitar (…) y ellos por años 9, 14 años han cobrado un peaje por ese paso en tierras ejidales (Lucia, 47 años, entrevista de campo 2016).
El desplazamiento de la comunidad, el arrebato de sus tierras ejidales, el otorgamiento de concesiones para agentes foráneos y la nula respuesta de las autoridades hacia las comunidades, tensó la relación entre la población y el gobierno municipal, al grado de presentarse conflictos armados para la defensa de sus derechos. Las localidades cercanas al acceso del principal destino turístico de Calakmul, se unieron para exigir un acuerdo con el municipio que también les resultara benéfico a sus pobladores. Esta situación se ha tornado complicada en tanto que, al tratarse de una reserva con potencial turístico, el marco legal otorga plena apertura para que el gobierno federal sea el custodio de los recursos, cediendo a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) su gestión:
Ahora que el ejido abrió los ojos y dijo “nosotros vamos a recuperar eso” y se lo quitó al gobierno [cobro de acceso]. Ahora no dejan trabajar a la gente que se ha organizado en cooperativas de transporte, en guías, en artesanos, no los dejan trabajar y su idea de ellos es quitarlos. Muchas veces nos han intentado expropiar, muchas veces nos han intentado comprar la tierra, pero ahorita es tierra de campesinos, es tierra de cultivo, no es tan fácil que la gente la venda y menos sí es un precio tan bajo el que ofrecen, ahorita no recuerdo el costo, el caso es que no cubría nada… era casi como regalar la tierra (Lucia, 47 años, entrevista de campo 2016).
Los frecuentes desacuerdos con la CONANP y el gobierno municipal hacen que las comunidades se organicen y fortalezcan sus grupos, para hacer frente a los cambios y continuar con las actividades que años atrás ya realizaban. Las comunidades se adaptaban a los cambios que consideraban favorecedores para ellas y el ambiente, aunque para esto tuvieran que modificar las actividades tradicionales, entre ellas la extracción de maderas sin restricción. Actualmente esta actividad se encuentra regulada y gestionada por autoridades ejidales, gobierno y grupos de protección; sin embargo, para el turismo no ocurre lo mismo, por lo que los grupos comunitarios prefieren trabajar de manera independiente y sin apoyo del gobierno.
Mayormente entre el gobierno y el grupo de nosotros hay una pared, ellos no nos pueden ver a nosotros, por ejemplo, el hecho de que esté usted aquí con nosotros no lo ven bien, no sé por qué. Aquí siempre han venido grupo de estudiantes y ellos [gobierno] quieren manejar toda la situación, porqué en su momento dado siempre cae recurso… Lety es independiente, Doña Carmen también, los del ejido 20 de Noviembre también… Cuando viene un grupo no toca ni se acerca al municipio y eso ellos lo ven como un obstáculo para que ellos agarren el dinero… Vienen los estudiantes a platicar con el campesino y no necesitan ir al municipio, vienen directamente aquí y eso el municipio, cuando se entera, se enoja (Grupo 2, entrevista grupal, junio 2017).
Dos de las cuatro organizaciones, que llevan operando desde los años 90s con sus servicios o productos, son las que más han experimentado problemas con las instituciones y la explotación de su territorio.
Historia de la REC y desarrollo de los grupos
El apoyo económico para el desarrollo turístico es administrado por las instancias federales y estatales, se utiliza especialmente a la promoción del estado en ferias nacionales e internacionales. Los recursos se enfocan a ciertos objetivos y se dejan de atender las necesidades de los prestadores de servicios y de las comunidades locales. De manera estratégica la población local se organiza y forman redes de apoyo desde la iniciativa comunitaria para continuar con sus grupos con o sin el apoyo del gobierno. En el año 2010 surge Iniciativa México, programa que otorgó fondos a integrantes de agrupaciones civiles, militantes a favor de conservar el medio ambiente, la salud, el servicio a la comunidad y la educación. La REC decide concursar y al recibir fondos económicos tanto del sector público como privado, logra que se integren a su estructura diez organizaciones, cuatro de ellas de la comunidad de Conhuas y el resto distribuidas en otras comunidades de la región de Calakmul.
La Red inicia a operar en el 2010 con personas de diferentes edades, sexo y habilidades; su intervención en el grupo y en la Red les brindaba oportunidades de empleo al poder desarrollar actividades conforme a los recursos de su comunidad, de ahí se entiende la diversidad de servicios y productos que ofrecen las organizaciones. El desarrollo de las actividades pretendía cubrir parte de las necesidades prácticas o básicas de quienes integran la Red. Actualmente ésta funciona con tres grupos que trabajan en conjunto y se promocionan entre sí al arribo de turistas; tres grupos más permanecen en sus actividades de manera independiente y el resto de los grupos no continuó. En la Tabla 1 se describen los grupos estudiados, la comunidad en la que se ubican, el tiempo que llevan operando y los productos y servicios turísticos que ofrecen.
El comienzo de las organizaciones está fuertemente ligado al apoyo de las dependencias e instituciones públicas y privadas como son la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) y Pronatura, A.C., entre otras. Los grupos reciben apoyos económicos para la compra de herramientas y materiales, construcción o remodelación de sus lugares de trabajo (taller, corrales, tiendas, cocinas), comercialización y venta de sus productos y/o artesanías en otros lugares como exposiciones, ferias y encuentros. También reciben múltiples capacitaciones en temas de comercialización, contabilidad, administración, imagen de producto, clases de inglés básico, oferta de servicios y manejo sustentable de los recursos.
Las capacitaciones se ofrecen para todas las personas integrantes de los grupos y generalmente se llevan a cabo fuera de sus localidades, motivo por el cual no todas asisten debido a los gastos que representa y su situación familiar (cuidado de familiares y personas adultas mayores, permiso de la pareja), económica, de salud y tiempo. Para los grupos que logran ventas estables de sus productos o servicios, los subsidios disminuyen, por lo que continúan operando con sus propios recursos. La búsqueda de alternativas para mantener la vida del grupo los acercó a la actividad turística, pese a que ésta representa una afluencia baja de visitantes. Para obtener otros ingresos se unieron en una red de apoyo y cooperación que les brindará mejores resultados, según testimonio “El haber organizado la Red nos ayudó muchísimo a nosotros para que nos voltearan a ver las instituciones” (Grupo 4, entrevista grupal, junio 2017). Cabe señalar que algunos grupos no tenían experiencia en servicios turísticos o en la producción de artesanía; no obstante, aprovechaban sus saberes y, entre ellos, los tradicionales.
La vida cotidiana de las comunidades rurales resulta atrayente para el turismo no convencional que busca un mayor acercamiento con la cultura y naturaleza, por lo que su atención no transforma la vida de la comunidad receptora, facilitando que los grupos se organicen y tengan poder sobre su tiempo. Hecho poco atendido por el TRC, el control que tienen sus integrantes sobre el tiempo, les permite el equilibrio entre su vida familiar, laboral y personal, mientras que en la prestación de servicios del turismo tradicional esto no sería posible debido a que, las personas que trabajan en ésta no son dueñas de su tiempo y se adaptan a la actividad y no la actividad a ellas.
La libertad de tiempo que tienen los y las integrantes de los grupos les permite buscar elementos para su desarrollo, ya sean capacitaciones, innovando con productos/servicios, dando mantenimiento a sus instalaciones o buscando financiamientos para continuar con sus proyectos. Al analizar los programas de financiamiento consideraron que resultaba más fácil juntar a grupos similares y crear una red para recibir apoyos, que buscarlos de manera individual. La intención de crear la Red se centró en dos puntos: aumentar las ventas de los productos o servicios y dar a conocer el trabajo que se realiza en la región, al tiempo que fortalecer o consolidar los grupos y favorecer la acción colectiva (Figura 3).
Cabe resaltar que Calakmul, al ser un atractivo turístico reciente, tiene una afluencia baja de turistas. La mayoría de las visitas se registran en la zona arqueológica, su estancia promedio en la entidad es de 1.6 días (DATATUR, 2012), por lo que difícilmente los turistas se dan a la tarea de conocer la oferta turística de las comunidades locales. Entre las funciones de una Red, las alianzas son de gran importancia para crecer en conjunto. En el caso de este estudio, quienes eran responsables de atraer y compartir al turismo era el Campamento Yaax’Che ya que, debido a la ubicación en que se encuentra3, no necesitan de agencias intermediarias para su difusión, lo que les permitía tener cierta autonomía en su desarrollo.
La desintegración de la REC se debió a diversos factores, entre ellos: la poca experiencia en la coordinación de grupos, el débil compromiso de los grupos más jóvenes, no adecuado manejo de conflictos entre integrantes, por desacuerdos en el manejo de los recursos y conflictos en las negociaciones con las instituciones públicas y privadas. Los y las integrantes afirman que los constantes obstáculos para el desarrollo de la Red causaron cansancio para continuar operando (Figura 3). El desinterés de las autoridades municipales para apoyar a las organizaciones comunitarias, recayó en la competencia desleal del gobierno municipal contra las organizaciones. Diversos testimonios relatan cómo, por ejemplo, la Red se organizó para abrir un ki huic (tianguis) localizado frente a las oficinas municipales donde se vendían los productos que producía cada grupo para aumentar sus ventas con o sin turismo, dar a conocer los productos y aumentar el consumo local con alimentos y productos hechos en comunidades vecinas. Sin embargo, el gobierno en turno organizó su propio mercado con otros grupos comunitarios frente al de la REC, lo que generó una fuerte competencia y rivalidad que contribuyó a la disolución de la Red:
Era un órgano interesante, todos los miércoles formábamos un ki huic, un tianguis ahí en la oficina, todos los miércoles participábamos todos con nuestros productos y los ofrecíamos a quien se presentará, y ese mercadito empezó a jalar… hasta que el presidente municipal puso uno y además pagaba porque asistieran, entonces empezó a tablear [desequilibrar] lo nuestro, ya no nos llegaban tantos visitantes… Él lo que estableció fue otro tianguis y fue a invitar a nuestros grupos (Grupo 4, entrevista grupal, 2017).
Las acciones de la Dirección de Turismo del gobierno municipal no reflejan las obligaciones a las que está sujeta esta institución, especialmente en la celebración de convenios con los sectores sociales y la promoción de las MiPyMes (Art. 6). (Reglamento de Turismo del Municipio de Calakmul, 2015). Así, los convenios se establecían preferentemente con prestadores de servicios turísticos del sector privado, promocionando sus productos o servicios en publicidad a cambio de una remuneración económica, aunque éstos no cumplieran los requisitos del manejo responsable de los recursos naturales y culturales (Art. 33) (Reglamento de Turismo del Municipio de Calakmul, 2015).
Sí, es un Área Natural Protegida y nosotros estamos trabajando en armonía con los ideales de esa regla de área natural. No nos toman en cuenta para exposiciones, representaciones de un trabajo real de conservación, nada… También debería tener dentro de su área natural un espacio donde haya el producto de todos los que estamos trabajando a fin con la reserva… y están haciendo un sello colectivo, la marca que identifique a Calakmul y nosotros no estamos ahí. Hay restauranteros, hay guías de turismo, hay empresarios, pero de los que en verdad están conservando, nadie está ahí, aparecen los de billete, los que tienen para pagar (Grupo 3, entrevista grupal, 2017).
La posición que asumían las instituciones de turismo municipal contra la REC, se contradecían ante los lineamientos del Reglamento de Turismo, ya que en sus acciones no cumplían con lo establecido y castigaban a los grupos que se mantenían al margen.
Sin embargo aquí van a rescatar una cosa, de una Área Natural Protegida manejada por unos cuantos y todos los que estamos de verdad incluidos, no estamos y que tenemos años de estar con la naturaleza, no nos toman en cuenta… Si vienen para reuniones ahí de la Reserva de la Biosfera no nos llaman a que nos conozcan gentes que vienen de otros países, para que de allí salgan las cosas que nosotros hacemos, lo que realizamos; sino que sólo llaman a los que tienen dinero ¡uh a esos sí!, los ves en las reuniones y a nosotros ni nos pelan (Grupo 3, entrevista grupal, 2017).
En tanto que los responsables de la promoción turística de la región sólo atendían a ciertos sectores de la sociedad y las organizaciones comunitarias en su mayoría no estaban incorporadas en el Plan Turístico Municipal, los grupos de la REC se apoyaron en otras dependencias para adquirir recursos, además de invertir en promoción y difusión independiente del gobierno. Las necesidades de cada grupo eran evidentes y en las asambleas se exponían con la intención de buscar canales de solución; sin duda, la participación de las socias y socios de la REC permitían el fortalecimiento y creación de alianzas con grupos comprometidos en el plan de trabajo de la Red.
Entre los beneficios alcanzados, está el desarrollo de capacidades e incidencia en el nivel legislativo local, la cooperación como medio de resistencia entre integrantes de la Red y de la población para la defensa del territorio y sus recursos. Así mismo, se logró involucrar a nuevos grupos para tener diversificación productiva y no reproducir un sistema de competencia entre ellos. Resulta claro que la actividad turística en la región de Calakmul divide a los principales actores involucrados: por un lado, se encuentra el modelo de gestión tradicional de las comunidades y, por el otro, un plan de desarrollo económico que deja fuera a la organización social.
Logros y empoderamiento de las mujeres de la REC
Los resultados muestran que el 70 % de las 97 personas que integraban la REC lo conformaban mujeres, en su mayoría amas de casa. Se entrevistó al 56 % de los integrantes, de los cuales 46 % fueron mujeres y 10 % hombres, cuyas actividades se relacionan con actividades tradicionales de sus comunidades, es decir, la agricultura, animales de traspatio, horticultura, costura, bordado y manejo del agua. El promedio de edad de las mujeres entrevistadas es de 42 años, con un intervalo de edad de 24 a 59 años; referente a su estado civil 37 % de las mujeres viven en unión libre, 27 % están casadas y el resto no tiene pareja debido a que se encuentran separadas (18 %) o solteras (18 %). El promedio de hijos/as es de dos, cifra que ha disminuido en las comunidades rurales de la región, ya que en el año 2000 se registró que el 64.8 % tenía más de tres hijos (INEGI, 2001).
Las informantes pertenecen a comunidades rurales registradas con alto índice de marginación (INEGI, 2010). Su grado de escolaridad es bajo, sólo dos mujeres tienen estudios superiores de bachillerato y/o universidad, las demás terminaron sus estudios básicos en el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA). Las razones por las que no continuaron sus estudios fueron las asignaciones de roles tradicionales de género que discriminan y limitan sus capacidades; a pesar de ello el 82 % de las informantes posteriormente retomaron sus estudios, logrando obtener su certificado de secundaria, ampliando sus conocimientos y su sentido de capacidad y realización.
La región de Calakmul, como ya se ha señalado, se distingue por ser una región en la que conviven culturas originarias —primordialmente maya— y es zona de migración de otras culturas. En el caso de estas mujeres, sus familias de origen provienen de los estados de Quintana Roo, Veracruz y/o Chiapas, por lo que se identifican como mujeres mayas, tzotziles y/o totonacas. Cabe señalar que su identidad étnica es una ventaja para recibir apoyos económicos y como medio de atracción para el turismo en sus comunidades.
Las mujeres organizadas en Calakmul y localidades cercanas representan el 18.7 % de 482 personas trabajadoras registradas en empresas sociales comunitarias (García et al., 2015) que se organizan para obtener recursos económicos para ciertos gastos del hogar. En el caso de las mujeres que integraban la REC, su objetivo fue el autoempleo en un negocio formal que fuera un legado para generaciones futuras; pretenden que las y los jóvenes permanezcan en sus comunidades y trabajen cerca de sus hogares, sin la necesidad de migrar a las grandes ciudades en busca de trabajo, además de retornar a las actividades tradicionales de la región.
Para las mujeres fundadoras de los grupos y de mayor edad, su motivación para organizarse fue trabajar de forma diferente a lo acostumbrado, es decir, como trabajadoras asalariadas, que implican jornadas de ocho horas y les genera dobles jornadas por su trabajo en el hogar. En cambio, para las mujeres entre 30 y 40 años, sus motivos se relacionan con las necesidades básicas de la vida cotidiana y aportar al sustento familiar; pues en general los hombres que se dedican a la agricultura reciben un bajo ingreso que sólo cubre parte de las necesidades familiares. Otro de los intereses comunes fue aprender el manejo de traspatio para el autoconsumo alimenticio y medicinal:
… la necesidad, porque de esa manera había una alternativa para solucionar los problemas, la necesidad al presentarnos una alternativa de mejorar el traspatio para la alimentación, la milpa para no erosionar tanto sino que se fueron metiendo abonos orgánicos, la apicultura para no tumbar pero sí cosechar dinero de la miel y las enfermedades de la familia, que no hay doctor o no hay dinero para ir al doctor, entonces todo eso fue lo que me fue moviendo, también la enseñanza de las más grandes que siempre tiene una solución aunque no tengan dinero (Cristina, 54 años, entrevista de campo 2017).
Los grupos se han capacitado en nuevas áreas de conocimiento: aprendieron contabilidad, administración, derechos agrarios, derechos humanos e idiomas (inglés y francés). Cabe resaltar que las capacitaciones les conceden reconocer el valor de los conocimientos que ellas poseen:
El Centro de Salud vio mi desenvolvimiento con las plantas para la medicina, luego hicimos un jardín botánico a un lado, que yo manejaba porque era la que conocía más (Fernanda, 59 años, entrevista de campo 2017).
Yo no fui a la escuela y de ahí que empecé a meterme en el tema, aprendí un montón de cosas y estudie un montón de cosas, que ni esperanzas tenía… ni siquiera tenía idea de que podía aprender inglés por ejemplo y lo aprendí, ni siquiera me costó tanto como yo creí y eso que no estudié mucho la escuela, hasta la secundaria haciendo un examen de esos que hacían de INEA (Laura, 47 años, entrevista de campo 2017).
Los factores impulsores de empoderamiento que se identificaron son los aprendizajes adquiridos a través de la educación informal, útiles para mejorar su trabajo y motivantes para estudiar otros temas. Tal es el caso de Cristina, quien desea y está muy interesada en estudiar derecho, para contar con herramientas y poder defender sus derechos al acceso y uso de tierra, así como proteger a las mujeres víctimas de violencia doméstica:
A mí me gusta la justicia, pero es que también tienes que tener una base para ver si de verdad lo que tú piensas y tú criterio lo es, estudiar para que no te jodan el lugar, para hacer justicia, yo ahorita quisiera saber todos los derechos para chingarme al Comisario o para fregarme a uno que maltrata a una mujer o para chingarme a este cabrón que me está engañando (risas) (Cristina, 2017).
Al querer continuar con sus estudios, más allá de sus actividades operativas, autoanalizan su situación al momento que las dependencias federales les enseñan sobre sus derechos, reflexionando sus historias de vida. Han aprendido a disponer de su tiempo, organizándose como lo desean y no cuándo se lo demandan sus parejas o familias. Por otro lado, estiman que sus hijas e hijos cosecharán lo que ellas han sembrado y que de esta manera fortalecerán a sus grupos, reivindicando los saberes tradicionales con los nuevos conocimientos:
Las vamos a integrar, porque ellas tienen toda la capacidad formativa de afuera, hablar en público, la contabilidad, el inglés… Nuestros hijos tienen otros medios de aprendizaje, ya no como nosotros, ellos ya pueden hablar inglés, mover una computadora, el internet y que esto que el otro (Nadia, 37 años, entrevista de campo 2017).
La visibilización y participación de las mujeres hace que participen fuera del hogar y en algunos casos de su comunidad, que puedan intervenir en las decisiones políticas de la región, en el uso del territorio, manejo de servicios públicos y representación comunitaria. Las autoridades conocen el desarrollo de su trabajo organizativo y personal y cómo significan acciones alternas y conflictos para el sistema patriarcal en el que vivimos.
Uno de los factores inhibidores registrados, es el caso de Fernanda, quién fue nombrada Comisariada, cargo que desempeñó durante algunos meses y que abandonó por la presión de los varones durante las asambleas ejidales. No obstante, Fernanda continuó como promotora comunitaria participando a favor de su comunidad y en la gestión del comedor de la escuela, la educación inicial y la capacitación a través de talleres para la crianza de infantes y solicitudes de empleo. Cabe señalar que, ante la experiencia de Fernada, otras mujeres aclararon que no desean cargos públicos por estimarlos complicados y difíciles de llevar y asumir por la ideología machista que tiene el campesinado con respecto al trabajo de las mujeres.
Por un lado en la comunidad dominan los hombres y no aceptan a las mujeres en cargos, porqué la vez que tuvimos la contienda para Comisario Ejidal pasado yo iba para Comisaria y muchos de los hombres no votaron por mi nada más porque yo era mujer y así lo dijeron. Esa es una de las razones y otra es que ya ahora, si me lo ofrecieran, no tengo tiempo. Esa vez fue como un desliz mío, quería yo ver por donde está el problema, pero ya no me interesa… de hecho no me interesa porqué son cargos muy estresantes (Laura, 47 años, entrevista de campo 2017).
Debemos decir que, pese que las mujeres no tienen nombramientos en sus comunidades, su participación en las asambleas tiene cierta incidencia en la toma de decisiones y acciones.
Conclusiones
Las propuestas para el desarrollo económico-social de la población que atienden las actividades humanas son estrategias utilizadas actualmente para el desarrollo rural. Diversas labores tradicionales que se realizan en el contexto rural, son excluidas de los cálculos económicos al no generar capital, hecho que es resultado de las políticas de desarrollo económico que impulsa el Estado. Por el contrario, las propuestas de desarrollo alternativo apuestan por implementar políticas orientadas al desarrollo humano que impacten al progreso social y no a la acumulación de riqueza; de ahí que se presentan como oportunidades para desplazar al modelo dominante económico actual.
La aplicación de modelos incluyentes, además de contribuir a una nueva construcción social, aporta al desarrollo estrategias y procesos de cambio en la adquisición de poder, como es el TRC, que promueve el empoderamiento de las organizaciones y sus integrantes. El alcance de sus objetivos requiere de una promoción del gobierno, que facilite su aplicación, para aprovechar todas sus bondades, tal es el caso del turismo junto con sus modalidades alternativas (turismo rural, ecoturismo, turismo cultural y turismo comunitario).
En el caso de la Reserva de Calakmul, la creación de redes facilitó la constitución de los grupos, la obtención de recursos económicos y materiales para el funcionamiento de las organizaciones. Sin embargo, el uso y manejo de los recursos puede desintegrar o consolidar las actividades y la organización. La regulación institucional local en las actividades económicas de la región, juega un papel importante en el desarrollo de los colectivos ya que, sin acuerdos, surgen mayores posibilidades de competencia, no sólo entre las nuevas agrupaciones sino también con las propias instituciones. Las autoridades locales deben tener apertura al dialogo con los grupos, para que ambos se involucren en la gestión de la actividad turística y la dirección no recaiga sólo en agentes externos sino que se impulse a todas las comunidades y se evite el desequilibrio y tensión social.
El TRC impulsa obtener ingresos económicos y sobre todo lograr desplegar desarrollo humano. Tal es el caso del empoderamiento colectivo, siendo las primeras beneficiadas las mujeres pues, al incorporarse a diversos espacios de aprendizaje, logran cambios importantes en su vida que se transmiten a otras generaciones. Su incorporación a grupos y redes, además de proporcionarles un trabajo remunerado, contribuye a alcanzar las necesidades estratégicas de género4 al desarrollar habilidades y capacidades de negociación, administración, contabilidad, liderazgo, autonomía y libertad en el uso de su tiempo. Es necesario señalar que su proceso de empoderamiento es entendido desde su contexto, género, etnia y clase social, ya que en los recientes discursos del feminismo comunitario y del pensamiento latinoamericano, el concepto de empoderamiento en las localidades no es del todo bienvenido ya que apuntan que, en lugar de ser estimadas como mujeres empoderadas, deben ser entendidas como personas que actúan en procesos íntimos, personales y colectivos.
Si bien las mujeres que integran las organizaciones familiares o comunitarias reproducen la mayoría de las actividades que les son asignadas tradicional y culturalmente como femeninas —bordado y costura, cuidados o atención al turista, cocina y/o limpieza— las mujeres de la REC han incursionado en nuevos espacios públicos, desarrollan conciencia de su situación y apelan a actos que consideran injustos. También las mujeres de los grupos de Calakmul se enfrentan a la reducida construcción de colectividades y baja cohesión social que existe entre las comunidades, debido a la competitividad entre actividades económicas. Por lo que toca a las autoridades locales, cabe señalar que su política es inestable, no regula las actividades e impulsa que agentes externos apoyen a ciertos grupos y minimicen a otros.
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Notas
Notas de autor
Información adicional
Esperanza Tuñón Pablos: Editora asociada