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Reseña del libro Leticia Durand, Anja Nygren y Anne Cristina de la Vega-Leiner (coordinadoras) (2019). Naturaleza y Neoliberalismo en América Latina. México: Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias-UNAM, 570 pp.
Sociedad y Ambiente, núm. 22, pp. 293-298, 2020
El Colegio de la Frontera Sur

Durand Leticia, Nygren Anja, de la Vega-Leiner Anne Cristina. Naturaleza y Neoliberalismo en América Latina.. 2019. México. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias-UNAM,. 570pp.

Publicación: 26 Mayo 2020

DOI: https://doi.org/10.31840/sya.vi22.2115

El Liberalismo económico fue el principio organizador

de una sociedad empeñada en la creación de un sistema de mercado.

Nacido como una mera preferencia por los métodos no burocráticos,

evolucionó hasta convertirse en una verdadera fe en la salvación

secular del hombre a través de un mercado autorregulado. Tal fanatismo

se debió al agravamiento repentino de la tarea que se le encomendaba:

la magnitud de los sufrimientos que habrían de inflingirse a personas inocentes,

así como el vasto campo de los cambios interconectados que estaban

involucrados en el establecimiento del nuevo orden.

El nacimiento del credo liberal

Karl Polanyi

El libro Naturaleza y Neoliberalismo en América Latina nos presenta una discusión colectiva sobre la forma en que el neoliberalismo transforma las interacciones humanas con la naturaleza. La relevancia de esta discusión tiene una relación directa con la aceleración de los cambios económicos, sociales y naturales en toda América Latina. Los doce casos que se reúnen en este libro nos hablan de la necesidad de relativizar el postulado principal del neoliberalismo, que asume que “el bienestar humano puede incrementarse mediante el impulso de la capacidad emprendedora de los individuos” (p. 10) y que el mercado es el mejor mecanismo para la distribución de los bienes y servicios que se necesitan para atender las necesidades de todos los que viven en el planeta.

Desde una perspectiva formal, este libro contiene doce capítulos con la colaboración de doce autoras y nueve autores que desarrollan actualmente investigación en o desde México, El Salvador, Nicaragua, Chile, Brasil, España, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Suiza y Finlandia. Las 570 páginas que componen este libro se estructuran en una Introducción seguida de la presentación directa de las colaboraciones de las y los investigadores. Sus colaboraciones muestran una gran variedad de cambios político-económicos, ecológicos y socioculturales relacionados con las dinámicas de neoliberalización de la naturaleza en sitios tan distintos como las favelas de Río de Janeiro en Brasil, la Patagonia chilena, la costa de Perú o el trópico mexicano (p. 20).

El libro inicia con una discusión introductoria en torno al “neoliberalismo” como concepto analítico. En este apartado, las tres coordinadoras de la obra destacan la diferencia entre neoliberalismo y neoliberalización; las materializaciones del neoliberalismo en diferentes espacios y contextos con énfasis en los procesos de neoliberalización; el papel de los actores locales en la articulación de estos procesos con el nuevo contexto social y político de los países latinoamericanos; la necesidad de cuestionar el imaginario moderno que proviene del siglo XVIII y que propone que la naturaleza es algo externo a los seres humanos y que, en función de ello, la especie debe luchar contra esas fuerzas salvajes y mantenerlas bajo control en forma de parques, reservas, jardines, prados, etcétera.

En suma, Durand, Nygren y de la Vega-Leinert nos invitan a pensar en dichos procesos como parte de una fuerza o vector “neoliberal” que, a partir de la década de los años ochenta del siglo XX, detonó un giro radical en todas las economías del continente que, hasta el momento, seguían el modelo de la intervención del Estado y la sustitución de importaciones, originalmente adoptado “para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión económica de 1929” (p. 15). Así, las autoras nos advierten, a manera de una metanarrativa que abraza toda la obra, que en la actualidad vivimos el enfrentamiento entre dos modelos opuestos de desarrollo: el neodesarrollo o neoextractivismo y el posneoliberalismo que se relaciona con la filosofía del “buen vivir” (p. 19). Para dimensionar los alcances de dicho enfrentamiento, se explican a continuación los vínculos del modelo económico neoliberal con las transformaciones socioambientales experimentadas desde México hasta la Patagonia chilena.

Los temas que fungen como ejes para la discusión en este libro y que promueven el diálogo y el contrapunteo entre las colaboraciones son: las estrategias neoliberales de conservación de la biodiversidad; el acaparamiento de las tierras y otros recursos naturales; los cambios agrarios promovidos por las políticas neoliberales; y, por último, el tema de la gobernanza ambiental neoliberal en las zonas urbanas de América Latina.

En cuanto al eje de las estrategias neoliberales de conservación de la biodiversidad, los trabajos de Figueroa y Carro-Borrero, Trench y Libert, así como el trabajo de Van Hecken, Bastiaensen, Merlet y Lindtner, destacan que esquemas de manejo asociados a programas como el denominado Pago por Servicios Ambientales (PSA) o el programa para Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de bosques (REDD+), terminan por trastocar las estructuras agrarias, así como por profundizar las asimetrías en el acceso a la información y a los recursos naturales.

Si bien en algunos casos se han alcanzado algunas mejoras económicas y sociales, estos beneficios finalmente no logran contrarrestar la hegemonía de una racionalidad económica, política y social atravesada por las relaciones de poder y las presiones de los mercados y acuerdos entre países a nivel mundial. Tanto en México como en Nicaragua estos esquemas, más que estrategias neoliberales para la conservación, constituyen en sí mismos procesos de mercantilización de los sistemas de vida en la medida que se va incrementando la dependencia de los sistemas agroforestales con estas nuevas lógicas de manejo de los recursos comunes.

En cuanto al eje sobre el acaparamiento de las tierras y otros recursos naturales, el trabajo de Garibay y el trabajo de Tejada y Rist permiten el primer contrapunteo al destacar que, tanto en el caso de la minería mexicana como en el caso de la agricultura en el Perú, el acaparamiento de tierras es un mecanismo de control territorial que, en el caso de la minería, establece un régimen de dominación también llamado “horizonte de coerción”, cuya función es subordinar la vida social al negocio minero (p. 171); mientras que, en el caso de la agricultura, se exacerba la marginalización y se crean nuevos mecanismos de exclusión que afectan a los pequeños y medianos productores agrarios (p. 240). El acaparamiento de tierras y de recursos naturales tiene implicaciones en términos de errores en la adquisición de tierras; descuidos en la relocalización de comunidades; negligencia e indolencia frente a accidentes o eventos de contaminación; indiferencia con respecto a los problemas de salud, así como conflictos entre personas o familias por las mezquinas compensaciones que recibe la población.

En cuanto al eje de los cambios agrarios promovidos por las políticas neoliberales, los trabajos de de la Vega-Leinert, Rodríguez-Labajos y Clausing, así como el de Guzmán y el de Rodríguez, destacan que los sistemas productivos agrícolas han sido transformados durante el siglo XX como parte de un proceso de reconfiguración global de los mercados de alimentos y de sus productores. Se trata de un encadenamiento en distintas escalas cuya dinámica de cambio alcanza lo mismo a los productores de arroz en Vietnam, que a los productores de café en Veracruz o a los que producen nuez de la India en El Salvador.

Los cambios en las estructuras agrarias locales son empujados por los imaginarios que promueven nuevas territorializaciones para la reproducción del capital. A partir de los autores que discuten en este eje, se vislumbra la configuración de un escenario de modificación de las fronteras productivas, disputas de recursos, así como valorizaciones y desvalorizaciones del espacio que se apuntalan en los territorios como procesos colonizadores o neocolonizadores (p. 334).

Finalmente, en cuanto al eje de la gobernanza ambiental neoliberal en las zonas urbanas de América Latina, en este libro se encuentran los trabajos de Saaristo, Nygren, Pardo y Durand, así como el trabajo de Roux, los cuales discuten las dinámicas de producción socioespacial que implica la disputa por el bien común más preciado en las ciudades: el espacio. Mientras en las ciudades el espacio es cada vez más escaso, la expansión de sus fronteras presenta también problemas de presión sobre los recursos naturales y de rechazo de las comunidades.

Se señala que la configuración de un nuevo orden socioespacial dentro de la ciudad, ya sea en las favelas de Río de Janeiro, en los tianguis urbanos de la capital o el sureste de México, en Honduras o en la ciudad de Detroit en Estados Unidos, requiere de la participación de los ciudadanos, pero esto es algo que adquiere matices particulares en el contexto de las nuevas políticas neoliberales. Así, suceden procesos de participación obligada, condicionada, clientelizada o marginal, que generan formas de agencia en torno a una ciudadanía insurgente cuya capacidad para leer el contexto actual les permite perfectamente entender que, en la neoliberalización del mundo y la naturaleza, el Estado no se interesa por garantizar los derechos de todos, sino más bien, se centra en repartir los bienes públicos en forma privada (p. 406).

La relación entre naturaleza y neoliberalismo en América Latina pone a discusión varios marcos analíticos que se entreveran en torno a la idea de que la crisis actual no es una crisis ambiental o ecológica, sino fundamentalmente una crisis política (p. 487). Las lógicas y racionalidades extractivistas, neoextractivistas, desarrollistas, modernistas, neoliberales, capitalistas e imperialistas, se mueven en la base de la interacción social de nuestras comunidades rurales, urbanas, académicas y científicas, donde el egoismo y la mala voluntad (p. 493) operan como cimientos de la individualidad, principal modelo existencial en las relaciones entre humanos y no humanos en el capitalismo contemporáneo.

Para el mercado o los mercados mundiales, las personas somos productores o consumidores que se adscriben o resisten los procesos de neoliberalización de la naturaleza. Para los habitantes de cada rincón del planeta los mercados mundiales movilizan las marcas que consumen, pero a un precio muy alto en términos de afectaciones al medio ambiente. La privatización y mercantilización de la naturaleza generan un nuevo ámbito de acumulación (p. 14) que se dinamiza con la conflictividad, la intensidad de la explotación de materias primas y mano de obra, las estrategias de mercado y las acciones institucionales.

Al parecer, al menos para los países de América Latina, el posneoliberalismo que apuesta por el “buen vivir”, se queda en el plano del discurso y la batalla sociopolítica, mientras que el poder del “realismo capitalista” impone su inmediatismo como vía para subsumir y consumir toda la historia previa (Fisher, 2009: 4). Asimismo, el presente lo hacen las mercancías y sus consumidores, no los productores ni sus contextos comunitarios, en una racionalidad que propagan los procesos de neoliberalización en el sistema planetario de acumulación que emerge a partir de nuevas formas de despojo.

A partir del giro neoliberal, el capitalismo constituye una inmensa ruptura económica, política y cultural no sólo para América Latina sino para todos los países del mundo, por la que se somete a las empresas y a los ciudadanos a una lógica de imposición única que implica adaptarse y postrarse frente a los anónimos mandatos de los mercados financieros (Ramonet, 2009: 46). La mercantilización es generalizada y al incluir los diferentes procesos de neoliberalización de la naturaleza, sugiere que seguimos una ruta directa a la catástrofe perfecta como diría el mismo Ramonet.

En este sentido la obra puede dialogar con otros autores y obras de reciente publicación en torno a los conflictos socioambientales y resistencias generadas por dichos procesos, así como posibilitar nuevas entradas al debate sobre la transición del antropoceno (Crutzen y Stoermer, 2000) al capitaloceno (Moore, 2019) por la vía de modelos de desarrollo extractivistas y neoextractivistas (Lander, 2014; Svampa, 2019) o bien su trascendencia hacia modelos postextractivistas (Gudynas, 2011), lo cual implicaría un salto cuántico del giro neoliberal al giro decolonial o los pluriversos (Escobar, 2012) desde América Latina.

Se trata, en síntesis, de una obra colectiva que plantea una mirada desde distintos casos, explorando las transformaciones de las relaciones entre las sociedades humanas y la naturaleza a partir de la expansión del neoliberalismo en América Latina. Mediante el estudio de procesos de neoliberalización de los territorios, resulta claro que las dinámicas políticas, económicas y sociales de las poblaciones locales se vinculan con el medio ambiente. Asimismo, en tanto el modelo neoliberal que siguen estos procesos y los mecanismos de mercado —que actualmente dominan el ámbito de la política ambiental en la mayor parte de los países latinoamericanos— ha fortalecido al sector privado en su capacidad para hacer crecer su capital y su poder (p. 19), también ha debilitado la participación comunitaria, las reciprocidades positivas y las posibilidades de organizar la resistencia o la lucha social que pueda parar, o por lo menos restarle voracidad, a la producción y circulación de capital que despoja a las comunidades de sus territorios y las somete a la lógica de lucro de grandes empresas nacionales e internacionales.

Referencias

Crutzen, Paul J. y Eugene F. Stoermer (2000). “The ‘Anthropocene’”. Global Change Newsletter, núm. 41, pp. 17-18

Durand, Leticia; Nygren, Anja, y de la Vega-Leiner, Anne Cristina (coordinadoras) (2019), Naturaleza y neoliberalismo en América Latina. México: Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias-UNAM, 570 pp.

Escobar, Arturo (2012). “¿Transformaciones y/o transiciones? Post-extractivismo y pluriverso”. América Latina en Movimiento, núm. 473. Recuperado de https://www.alainet.org/sites/default/files/alai473.pdf

Gudynas, Eduardo (2011). “Más allá del nuevo extractivismo: transiciones sostenibles y alternativas al desarrollo”. En Fernanda Wanderley, El desarrollo en cuestión: reflexiones desde América Latina. La Paz, Bolivia: Oxfam/CIDES-UMSA, pp. 379- 410.

Lander, Edgardo (2014). “El neoextractivismo como modelo de desarrollo en América Latina y sus contradicciones”. Conferencia internacional (Neo)extractivismo y el futuro de la democracia en América Latina: Diagnóstico y retos. Berlín, 13-14 de mayo de 2014. Recuperado de https://mx.boell.org/sites/default/files/edgardolander.pdf

Moore, Jason (2019). “The Capitalocene and Planetary Justice”. Maize, 6, pp. 49-54.

Fisher, Mark (2009). Capitalist Realism, is there no alternative? Reino Unido: O Books.

Polanyi, Karl (2017). La gran transformación: Los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo. México: Fondo de Cultura Económica.

Ramonet, Ignacio (2009). La catástrofe perfecta, crisis del siglo y refundación del porvenir. España: Editorial Sol90.

Svampa, Maristella (2019). Las fronteras del neoextractivismo en América Latina. Conflictos socioambientales, giro ecoterritorial y nuevas dependencias. Alemania: CALAS.



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