Educación
Recepción: 07 Junio 2017
Aprobación: 07 Junio 2017
Resumen:
En la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no hay una evaluación sistemática del desempeño docente del área clínica. El propósito de este estudio fue evaluar el nivel de competencia docente en el Internado Médico de Pregrado (IMP).
Método: se describe el proceso de la validación psicométrica de un instrumento diseñado para evaluar la competencia docente en el IMP. El instrumento se construyó a partir de dos instrumentos previamente desarrollados y con base en el análisis factorial exploratorio de un instrumento con 54 reactivos y una escala tipo Likert, se obtuvieron cuatro dimensiones. El instrumento tuvo una confiabilidad de 0.994, con una varianza explicada de 77.75%.
Resultados: para evaluar en nivel de competencia docente, se utilizaron 844 cuestionarios, lo que constituye la muestra de estudiantes, con una tasa de respuesta del 89%. Se obtuvo una media global de 89.4 ± 9.6 de desviación estándar. La Solución de problemas clínicos fue la que obtuvo mayor valoración, en contraste con la dimensión de Evaluación, que observó menor valoración.
Conclusiones: los docentes del IMP son considerados educadores con alto nivel de competencia docente, según las percepciones de los médicos internos de pregrado. Se advierte cómo la evaluación de la competencia docente es indispensable en cualquier institución que busque el desarrollo profesional continuo de sus profesores.
Palabras clave: Evaluación Educacional, Competencia Profesional, Educación Médica, Educación de Pregrado en Medicina.
Abstract:
There is no systematic evaluation of teaching performance in the clinical area at UNAM Faculty of Medicine. The study purpose is to assess the teaching competence level in the Undergraduate Medical Internship (UMI).
Methods: The paper describes the process of psychometric validity for the instrument designed to evaluate teaching competence in the UMI. This instrument was constructed from two previously developed instruments. The final version with 54 items in a Likert scale was studied with exploratory factorial analysis. Four dimensions were obtained: Solution of clinical problems, Psychopedagogy, Mentoring, and Evaluation. The instrument had a reliability of 0.994, with an explained variance of 77.75%.
Results: To evaluate the teaching competence level, we administered 844 questionnaires to a sample of students with a response rate of 89%. We obtained an overall global score of 89.4 ± 9.6 (mean ± SD). The dimension Solution of clinical problems was the one with a greater value, in contrast with the dimension of Evaluation, which had a lower score.
Conclusions: The teachers of the UMI are considered educators with high level of teaching competence, according to the perceptions of the undergraduate internal doctors. The evaluation of teaching competence level is very important for institutions that look for the continuous profesional development of its faculty.
Keywords: Educational Measurement, Professional Competence, Education, Medical, Education, Medical, Undergraduate.
En el campo de la salud, el proceso educativo es muy complejo. Formar profesionales de acuerdo con el perfil de egreso en las distintas áreas de la salud es un gran reto para los estudiantes, profesores e instituciones, pues intervienen múltiples factores que favorecen u obstaculizan este proceso.
La interacción entre profesor, estudiante y contenidos tiene como fundamentación un aprendizaje centrado en cada uno de ellos. El estudiante realiza un aprendizaje activo, autodirigido y en contexto; cultiva el pensamiento crítico y el razonamiento clínico, y utiliza el conocimiento, sus habilidades y actitudes para enfrentar y solucionar los problemas de salud de los pacientes. El profesor planifica, facilita, guía, promueve y evalúa el aprendizaje significativo para la solución de los problemas de salud de la sociedad. Y los contenidos reflejan las demandas y necesidades de salud prioritarias de la población, en el caso de la medicina.
La sociedad demanda un médico generalista que se comunique de manera abierta y flexible con el paciente; colabore con sus pares y otros miembros del equipo de salud, y utilice las nuevas tecnologías y la mejor evidencia científica publicada para tomar decisiones, diagnosticar y resolver con tratamiento y procedimientos médicos los problemas de salud más frecuentes que afectan al ser humano, con calidad, el menor riesgo posible y actitud ética y humanista. Para satisfacer esta demanda, los profesores desempeñan múltiples funciones y actividades con el fin de lograr la misión y visión de la institución.
El papel de los profesores no es menor: deben ser competentes para seleccionar, desarrollar y utilizar en el momento adecuado y oportuno distintos métodos, estrategias y técnicas de enseñanza que le faciliten el aprendizaje significativo a los alumnos y los consoliden como profesionales. Sus funciones implican crear un ambiente colaborativo, así como generar una dinámica adecuada para que los estudiantes utilicen el trabajo en equipo para compartir el conocimiento y las experiencias profesor-estudiante y estudiante-estudiante, promoviendo así las competencias que debe poseer un médico. También es un modelo a seguir por los estudiantes, por lo que reunirá competencias para un desempeño docente de alta calidad.1,2 Por todo lo anterior, para el perfeccionamiento de la profesión docente es indispensable evaluarla.
Hay diversas evaluaciones de la docencia. Unas están ligadas a un enfoque de mejora de la calidad,3 otras van encaminadas a evaluar la satisfacción global del estudiante4 y también están las que destacan la importancia de la autoevaluación docente y parten del supuesto de que es el propio docente quien tiene un mejor referente de su práctica.5
La evaluación del desempeño docente con enfoque centrado en competencias se considera como una estrategia de mejora continua del proceso educativo, pues el docente evaluado debe ser realimentado con los resultados de su evaluación, lo cual promueve la reflexión constante y el desarrollo de la práctica docente.6Exponentes de este modelo son Fernández,7 Flores et al.,8 García et al.,9 Perrenoud10 y Zabalza.11
Para los propósitos de este trabajo, se considera que la competencia docente implica un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores del profesor que, relacionados entre sí, permiten el desempeño exitoso de las actividades y funciones del proceso educativo, según los indicadores y estándares establecidos, con el objetivo de conducir al estudiante a la solución de problemas de salud individual y colectiva con base en la evidencia. Entonces, evaluar las competencias docentes conlleva obtener información indispensable para realimentar en su desempeño a los profesores de la Facultad de Medicina, así como los programas académicos y a la propia institución.
A seis años de haberse implantado el Plan de Estudios 2010 por asignaturas con un enfoque orientado a competencias y centrado en los estudiantes,12 y considerando que en la Facultad de Medicina no hay una evaluación formal, formativa y sistemática del desempeño docente del área clínica, el presente estudio muestra la evidencia de validez y confiabilidad de un instrumento de evaluación de la competencia docente en el área clínica (OPINEST Clínico 2015) de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM, así como el grado de competencia docente de académicos del Internado Médico de Pregrado a través de la opinión de los alumnos.
La pregunta que orientó este trabajo fue ¿Cuál es el nivel de competencia docente en el Internado Médico de Pregrado, de acuerdo con la opinión de los médicos internos de pregrado?
Método
Participantes
Para evaluar el desempeño docente en el Internado Médico de Pregrado, contestaron el cuestionario de evaluación los estudiantes inscritos que cursaron el decimoprimer semestre del Plan de Estudios 2010, de la Licenciatura en Medicina de la UNAM, durante el ciclo escolar 2015-2016, después de haber conocido al profesor durante su rotación por el servicio. Quienes participaron lo hicieron de forma anónima, libre y voluntaria.
Instrumento
El diseño del cuestionario para recabar la opinión de los alumnos (OPINEST Clínico) se basó en dos instrumentos previamente desarrollados y con evidencia de validez: el creado para la evaluación del desempeño docente en cursos de especialización médica13 y el OPINEST Básico 2011.8
En cuanto al OPINEST Básico, responde a un perfil del desempeño docente que parte del Modelo de Competencias del Profesor de Medicina13 en el marco del Plan de Estudios 2010. Mediante 41 enunciados, dicho instrumento evalúa seis competencias clave para la enseñanza de la medicina: Comunicación y evaluación, Humanística, Disciplinaria, Psicopedagógica, Solución de problemas y Aplicación.8
Con base en los instrumentos descritos, un grupo de 10 profesores clínicos, educadores médicos, psicólogos y pedagogos, con una larga trayectoria docente, se reunieron a fin de proponer las modificaciones pertinentes y generar un instrumento que respondiera a la necesidad de evaluar a los docentes del área clínica, el OPINEST Clínico. De estas reuniones se obtuvo la primera versión del OPINEST Clínico, compuesta por 108 enunciados. Luego de realizar una prueba piloto con estudiantes de tercero y cuarto, se descartaron 50 reactivos tomando en cuenta sus características psicométricas, y se llegó a un instrumento de 58 enunciados.
Así, el OPINEST Clínico se compone de 58 enunciados que describen funciones y actividades específicas de los docentes del Internado Médico de Pregrado durante sus sesiones académicas, rotaciones clínicas o actividades del proceso educativo. Para valorar cada enunciado, se estableció una escala ordinal de cuatro opciones de respuesta, las cuales representan la frecuencia con la que los docentes exhiben o manifiestan funciones o actividades, de acuerdo con los siguientes intervalos: Nunca (0-24%), Algunas veces (25-49%), Casi siempre (50-74%) y Siempre (75-100%). Los expertos clasificaron los enunciados en ocho dimensiones teóricas: Aplicación, Comunicación, Disciplinal, Evaluación, Humanística, Liderazgo docente, Psicopedagogía y Solución de problemas clínicos.
Recolección de datos
La aplicación del OPINEST Clínico se llevó a cabo por medio del coordinador de internado, previo a la administración del quinto examen departamental, realizado en octubre de 2015, y correspondiente a una de las seis rotaciones del Internado Médico de Pregrado, antes de dar a conocer las calificaciones obtenidas y en ausencia del profesor. En todos los casos, el lugar de aplicación fue la Torre de Evaluación Tlatelolco de la Facultad de Medicina de la UNAM, con un formato en línea y en un sistema creado específicamente para este propósito.
Análisis de la información
Se realizó un análisis factorial para identificar la estructura interna subyacente como otra fuente de evidencia de validez.14 En este análisis la extracción se efectuó con el método de máxima verosimilitud (ML). Se consideró una solución de cuatro factores, además de una rotación ortogonal mediante el método varimax. En la integración de los factores, se conservaron aquellos con tres o más enunciados que tuvieran cargas factoriales de más de 0.50. Se efectuó un análisis de confiabilidad de la prueba mediante el estadístico alfa de Cronbach, de forma global y para cada uno de los factores encontrados. Los indicadores y sus valores se presentan en el cuadro I.
*Confiabilidad (alfa de Cronbach) = 0.994
Los reactivos se agruparon de manera clara y solamente en el caso del reactivo 48 (Promueve la visión humanística de la profesión en el contexto de su disciplina) la carga ajustó dos factores diferentes, por lo que su asignación dependió del contenido del reactivo. Cuatro reactivos (1. Toma en consideración mis aspectos personales que pueden influir en mi buen desempeño; 11. Asiste con regularidad; 17. Recomienda fuentes de información y bases de datos confiables, y 46. Instrumenta actividades didácticas para abordar problemas planteados en la asignatura) no cumplieron con el criterio de la carga factorial > 0.50 y no se consideraron en la integración del instrumento, por lo que el OPINEST Clínico final quedó conformado por 54 enunciados (cuadros IIa, IIb). Después de analizar los reactivos que integraron los cuatro factores obtenidos, y de acuerdo con su contenido, estos factores se definieron como Solución de problemas clínicos, Psicopedagogía, Tutoría y Evaluación.
Finalmente, con el OPINEST Clínico de 54 enunciados se calcularon las frecuencias y la distribución porcentual, por rangos, de las opiniones de los alumnos, para cada uno de los factores encontrados y para cada reactivo, así como la media y la desviación estándar global.
Resultados
Para evaluar la competencia docente en el Internado Médico de Pregrado se reunieron 929 cuestionarios sobre 87 profesores titulares (31.5%), de un universo de 276 docentes. Del total de cuestionarios, se eliminaron 85 (7.43%), pues no fueron contestados completamente. En los análisis estadísticos, se dispusieron 844 cuestionarios (n = 844), lo que constituye la muestra de estudiantes en la que se basan los resultados y que corresponde a una tasa de respuesta del 89%.
En los cuadros IIa y IIb se muestran los factores obtenidos en el análisis con sus respectivas cargas factoriales, además del porcentaje de varianza explicada y el valor del alfa de Cronbach por factor. Es evidente que los factores integrados no coinciden con las dimensiones teóricas iniciales del OPINEST Clínico, esto debido a que los reactivos se ubicaron en su dimensión correspondiente inicial y otros se reubicaron en algunas de las cuatro dimensiones: Solución de problemas clínicos, Psicopedagogía, Tutoría y Evaluación.
En cuanto a la opinión de los alumnos, se presentan los porcentajes correspondientes a los intervalos de respuesta sobre el desempeño por factor de los docentes del Internado Médico de Pregrado (Nunca, Algunas veces, Casi siempre y Siempre).
En general, los docentes del Internado Médico de Pregrado tienen valoraciones altas según las percepciones de los médicos internos de pregrado sobre su desempeño, como se puede observar en el cuadro III: aproximadamente una de cada cinco opiniones se encuentra en los intervalos Nunca y Algunas veces; y alrededor del 80% en Casi siempre y Siempre. El factor Solución de problemas clínicos cuenta con el mayor porcentaje (81.73%) de opiniones en los intervalos Casi siempre y Siempre, mientras que en el de Evaluación una de cada cuatro opiniones (25.09%) se halla en los intervalos Nunca y Algunas veces. Se obtuvo una media global de 89.4 ± 9.6 de desviación estándar.
n = 1060
Si bien los resultados de los cuatro factores son similares, la Solución de problemas clínicos es el mejor valorado, seguido de Psicopedagogía; en tercer lugar, se encuentra la Tutoría y, finalmente, Evaluación. Dadas las distribuciones porcentuales obtenidas, no puede hablarse realmente de valoraciones bajas; de hecho, si tomamos de forma conjunta los intervalos Casi siempre y Siempre, todos los reactivos se encuentran arriba del 74.8% de opiniones favorables.
En el análisis fino de los porcentajes de respuesta por reactivo, observamos en los cuadros IV-a y IV-b que existen actividades con bajas puntuaciones, como dar a conocer las calificaciones de los alumnos en el tiempo establecido, informarle a los alumnos sobre su desempeño en la asignatura, promover la organización de grupos de discusión, fomentar la autoevaluación del estudiante, brindar apoyo dentro y fuera del espacio educativo, diversificar sus estrategias de enseñanza para la mejor comprensión de los contenidos del curso y evaluar de forma adecuada y justa.
En contraste, algunas funciones y actividades con mayores puntuaciones del docente son las siguientes: Se preocupa por la seguridad del paciente, Hace énfasis en los tratamientos adecuados de los casos revisados, Propicia el diagnóstico certero a través de signos y síntomas, Cumple con el programa académico, Realimenta el análisis de los casos clínicos y Promueve la participación de todos los alumnos en la práctica, entre otros.
Discusión
Esta investigación presenta un instrumento con evidencia de validez y confiabilidad que puede ser utilizado para evaluar la competencia docente de los clínicos. El instrumento elaborado OPINEST Clínico 2015 resulta consistente en sus valores psicométricos con lo reportado en el OPINEST Básico 2011 y congruente conceptualmente con los modelos y propuestas presentados7,9,10,11 y otros que plantean las competencias clínicas y profesionales del médico, como el proyecto Tuning15 (competencias clínicas del médico) y el modelo del Royal College of Physicians and Surgeons of Canada.16
El uso de instrumentos distintos en cada ciclo de formación de la carrera alude a que la relación entre el profesor y sus estudiantes dentro de un programa de formación profesional debe ser objeto de una valoración diferente a cualquier otra función del académico, como la investigación, extensión y difusión de la cultura, gestión académica y planeación, según refieren Domínguez y Martínez.17 Esto se acentúa por el tipo de competencias inherentes que hay que desarrollar en cada ciclo de formación de acuerdo con el mapa curricular de la carrera, con una primera fase principalmente escolarizada en la Facultad de Medicina y una segunda fase clínica en la que las rotaciones se llevan a cabo en el contexto de diversas sedes hospitalarias.
Al igual que el OPINEST Básico 2011, el OPINEST Clínico ha evolucionado al migrar de la evaluación basada en la satisfacción del estudiante, como un proceso previo realizado en la Facultad desde 1994, a una evaluación sustentada en competencias del de-sempeño docente altamente confiable y consistente con un alto porcentaje de varianza explicada superior al 70% en ambos casos, lo cual ha sentado las bases para el desarrollo y la consolidación de un modelo de evaluación del desempeño docente en la Facultad de Medicina y la incorporación paulatina de distintas estrategias de evaluación.
Un elemento esencial es el planteado por Rueda,18 para quien es difícil sostener que las competencias docentes son las mismas entre todas las instituciones educativas, dado que existen características que distinguen a cada instancia. Por ello se considera la apertura del instrumento para que otras instituciones puedan usarlo y se valore su validez externa en otras facultades y escuelas de medicina.
El OPINEST Clínico tiende a la unidimensionalidad; sin embargo, con fines de realimentación a los docentes, se conservan cuatro factores que favorecen el aprendizaje significativo para la solución de problemas de salud basada en la evidencia y el profesionalismo:
Solución de problemas clínicos: evalúa el desempeño docente en cuanto al análisis y la solución de situaciones, casos y problemas clínicos en el ámbito médico, mediante una aproximación integral que incluye la identificación del problema, su planteamiento dentro del contexto de la práctica médica, el análisis de casos, la formulación de diagnósticos y la propuesta de tratamiento; todo encauzado a que el estudiante desarrolle el pensamiento crítico, el razonamiento clínico y la toma de decisiones basadas en evidencia. De hecho, este es el factor de mayor relevancia en la evaluación de la competencia docente en el Internado Médico de Pregrado, con una varianza explicada de 73.2%. Esto se debe probablemente a que los programas académicos y los docentes clínicos hacen hincapié en el razonamiento clínico para la solución de problemas.
Psicopedagogía: evalúa el desempeño docente en cuanto a la organización y la planificación de las actividades de aprendizaje y su congruencia con los objetivos de aprendizaje, el cumplimiento del programa académico, la utilización de recursos y estrategias para el aprendizaje y la interacción académica entre los participantes del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Tutoría: examina la relación pedagógica entre el docente y el estudiante durante la práctica clínica, la enseñanza práctica de técnicas y procedimientos, el acercamiento profesional, ético y humano hacia los pacientes y la realimentación del desempeño clínico del estudiante.
Evaluación: valora la aplicación de diversos procedimientos para evaluar de forma justa y pertinente la comprensión y el dominio de los conocimientos del estudiante, la realimentación oportuna sobre los resultados de evaluación y la motivación al alumno para su autoevaluación. Este es el factor con menor valoración, por lo que representa un área de oportunidad para mejorar el desempeño docente de los clínicos.
El instrumento aplicado en línea cumple con los lineamientos establecidos de confidencialidad, ya que, si bien identifica nombres de asignaturas y grupos que participaron con fines de realimentación del proceso, mantiene el anonimato de los profesores y alumnos. Implica solamente el manejo de las bases de datos con fines estadísticos para valorar el nivel de competencia docente de los clínicos.
La evaluación de la competencia docente es un elemento fundamental en toda institución de educación superior que busca la mejora continua de manera objetiva. Esta evaluación debe reunir instrumentos que tengan evidencia de validez y confiabilidad, ética y utilidad para los docentes y la institución, a fin de elevar la calidad en el proceso de formación de los médicos.
Según algunos autores, como Kobach,19 para que los resultados sean válidos, el número mínimo de casos para evaluar a cada docente es de 8; en general, en nuestro estudio cada docente fue evaluado por 9.7 estudiantes (n de docentes = 87; n de estudiantes = 844). De igual manera, señalan que el momento de aplicación del instrumento es importante: los estudiantes deben recordar las experiencias que tuvieron con el profesor que van a evaluar. En nuestro estudio, se efectuó al término de una rotación en el internado y con la experiencia que acababan de tener los estudiantes con los profesores, por lo que también se cumplió con este lineamiento.
Los cuatro factores anteriores del cuestionario representan en su conjunto la competencia docente y dan respuesta al propósito del programa de Internado Médico de la licenciatura: contribuir al logro del perfil del egresado del médico general; de aquí la importancia de tener clínicos docentes profesionales. En este orden, conforme a los resultados obtenidos, los docentes son considerados como educadores con un alto nivel de competencia docente (media ± DE = 89.4 ± 9.6), según la opinión de los estudiantes; además, Casi siempre y Siempre realizan las actividades, lo que los valora como buenos docentes. Aunque también se detectan funciones y actividades con menor puntuación.
Estos resultados son semejantes a los reportados en otros estudios20,21,22 e incluso con una media más alta en nuestro estudio, en comparación con estudiantes de niveles inferiores. Lo anterior quizá por la mayor madurez del razonamiento clínico, de acuerdo con la cual los estudiantes ya no consideran al profesor como transmisor de información, sino como facilitador del aprendizaje y que utiliza, en lugar de principios pedagógicos, principios andragógicos para el aprendizaje del adulto. También se debe tomar en cuenta que las escalas aplicadas en cada estudio fueron diferentes.
En el factor Evaluación, se observaron las menores valoraciones, señal de que es necesario trabajar institucionalmente en la formación de profesores en la evaluación para el aprendizaje de los estudiantes, área que ha tenido un gran desarrollo en las últimas décadas.
A manera de realimentación, los resultados fueron entregados a cada uno de los docentes en un formato fácilmente interpretable, con el propósito de que tengan elementos para tomar decisiones en su desarrollo profesional continuo. Si esta evaluación se realizara sistemáticamente en el área clínica, se podría otorgar un reconocimiento a la docencia de excelencia, como se realiza con los profesores de primer y segundo año de la carrera; esto reivindicaría a la docencia como una función sustantiva de la universidad.
El cambio que representó el Plan de Estudios 2010 fue un reto mayúsculo para muchos docentes, por los nuevos contenidos curriculares y por enfoques de enseñanza. Esta realidad nos llevará necesariamente a nuevos perfiles del profesor, por lo que conviene hacer un lugar para la formación docente en ciencias de la salud.
Agradecimientos
A los profesores clínicos de la Facultad de Medicina de la UNAM que participaron en el estudio.
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Notas
Notas de autor
adrianmartinez38@gmail.com
Información adicional
Pubmed: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=29190872
Enlace alternativo
http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/view/1561/2644 (pdf)