Resumen:
La transición nutricia
(TN) propicia cambios en el estado de nutrición de los individuos sometidos a
la interacción de diversos factores ambientales; por tanto, el objetivo fue
demostrar que la TN se asocia a cambios socioeconómicos, en los hábitos de alimentación
y en la actividad física, potencialmente implicados en el desmedro, el
sobrepeso y la obesidad en escolares.
Métodos: estudio de casos (n = 102) del Instituto Alteño para el Desarrollo de Jalisco y controles (n = 194) de escuelas públicas del municipio, de cinco a doce años de edad. Las variables dependientes fueron los índices peso/edad (Z), talla/edad (Z), IMC/E (Z). Las variables independientes fueron las características socioeconómicas y demográficas. Se utilizaron las pruebas t de Student, chi cuadrada y razón de momios (RM) con intervalos de confianza al 95% (IC 95%).
Resultados: el ingreso familiar mensual fue menor (p = 0.031) y el trabajo eventual fue más común en los casos, RM = 4.1, IC 95% = 2.8-6.0. La frecuencia de desmedro fue mayor en los casos (9.9% frente a 5.9%). La combinación de sobrepeso/obesidad fue mayor en los controles (27.3% frente a 16.8%), RM = 1.85, IC 95% = 1.0-3.4.
Conclusión: el estado nutricio de los niños de Arandas parece estar modificándose por una transición nutricia acelerada por cambios socioeconómicos, demográficos y educacionales que influyen en la persistencia de desmedro y en una creciente prevalencia de sobrepeso y obesidad.
Palabras clave:NiñosNiños,EstudiantesEstudiantes,SobrepesoSobrepeso,ObesidadObesidad,Transición nutricionalTransición nutricional.
Abstract:
Nutrition transition provokes changes in the nutritional status of individuals subjected to the interaction of various environmental factors; therefore, the aim was to demonstrate that nutrition transition is associated with socioeconomic changes, eating habits and physical activity, potentially involved in stunting, overweight and obesity of schoolchildren.
Methods: Case-control study. 102 participants from the Instituto Alteño para el Desarrollo de Jalisco (cases) and 194 from the elementary school system (controls), aged 5 to 12 years, were included. Dependent variables were these indexes weight/age (Z), height/age (Z), BMI (Z). Independent variables were the socioeconomic and demographic characteristics. Student’s t test, chi square, odds ratio (OR) and 95% confidence intervals (95% CI) were estimated.
Results: Family income was low (p = 0.031) and unstable job was higher in cases: OR = 4.1, 95% CI = 2.8-6.0. The frequency of stunting was higher in cases (9.9% vs. 5.9%). The combination of overweight/obesity was higher in controls (27.3% vs. 16.8%), OR = 1.85, 95% CI = 1.0-3.4.
Conclusion: The nutritional status of children of Arandas, Jalisco, has been modified by an accelerate nutrition transition, provoked by socioeconomic, educational and demographic factors that might have influence on the persistence of stunting and an increasing prevalence of overweight/obesity.
Keywords: Child, Students, Overweight, Obesity, Nutritional transition.
Aportaciones originales
Desmedro, sobrepeso y obesidad durante la transición nutricia en escolares de Arandas, Jalisco, México*
Stunting, overweight and obesity during the nutrition transition in schoolchildren of Arandas, Jalisco, Mexico
Recepción: 08 Agosto 2016
Aprobación: 07 Noviembre 2016
El fenómeno de transición nutricia implica cambios en el perfil nutricio de los individuos. Esos cambios están asociados a modificaciones en los hábitos dietéticos y en los patrones de actividad física.1,2 La transición nutricia está determinada por la interacción de factores socioeconómicos, demográficos, ambientales, educacionales y culturales.3 En América Latina la situación nutricio-alimentaria ha evolucionado hacia diferentes estadios de transición: a) aumento en la ingestión energética a partir de azúcares y grasas saturadas; b) incremento del sedentarismo por el uso de tecnologías desde etapas muy tempranas de la vida; c) aparente disminución en la inseguridad alimentaria en ciertos sectores de la población con descenso en la frecuencia de condiciones de pobreza e indigencia; y, d) persistencia de graves desigualdades socioeconómicas.4 Hay información de la “doble carga” de desnutrición crónica y el exceso en la ganancia de peso, que ocurren simultáneamente dentro de una misma familia y en diferentes grupos demográficos en un mismo país.5,6,7,8 En México, esta transición ha ocurrido de manera rápida en los últimos 25 años, pero su efecto en el perfil nutricio del niño no ha sido satisfactoriamente evaluado.1,9,10,11 Se asocia con la creciente urbanización, las grandes migraciones de las zonas rurales a las zonas urbanas, los procesos migratorios de ida y vuelta a Estados Unidos de América y la creciente integración de la mujer en el mercado laboral a partir de los años setenta del siglo XX.
México es un país con gran heterogeneidad étnica y cultural en sus diversas zonas rurales, urbanas y en sus entidades federativas.
La transición nutricia ocurre en todo el territorio nacional con diferente ritmo y velocidad.
El ciclo de la vida del niño se divide en grupos etarios razonablemente definidos durante las etapas de crecimiento y desarrollo.
La transición nutricia acelerada afecta de manera diferenciada a cada grupo etario.
La prevalencia de la coexistencia de desnutrición crónica, sobrepeso y obesidad, y las deficiencias nutrimentales específicas difieren entre las diversas zonas rurales, urbanas y entidades federativas del país.8,12
En la interdependencia de la díada madre-hijo se origina la mayoría de las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) relacionadas con la nutrición que afecta tanto a la madre como al niño en etapas ulteriores de la vida.13
En particular el municipio de Arandas, que se ubica en el estado de Jalisco, ha sufrido cambios muy notables en su situación socioeconómica y demográfica en los últimos 10-12 años. Ha mejorado rápidamente su nivel de vida, en parte debido a la diversificación, comercialización y exportación de tequila. Por tanto, el propósito de esta comunicación es reportar ciertas características socioeconómicas y demográficas que acompañan a la presencia de desmedro y sobrepeso/obesidad en las primeras dos décadas del siglo XXI y cómo, bajo estas características, la frecuencia de las entidades clínicas del síndrome de mala nutrición difiere significativamente de la observada en la década de los años noventa del siglo pasado.14
Estudio de casos y controles en el que se incluyeron niños de cinco a 12 años de edad de uno u otro sexo. Los casos (n = 102) fueron el universo de niños que acudieron al Instituto Alteño para el Desarrollo de Jalisco (INADEJ), un organismo no gubernamental que otorga orientación alimentaria a grupos vulnerables del municipio de Arandas, Jalisco. Los controles (n = 194) fueron obtenidos por muestreo aleatorio por conglomerados (escuelas) y una vez seleccionadas las escuelas se realizó un muestreo aleatorio simple de los participantes que asistían a esas escuelas de educación preescolar y primaria del municipio de Arandas, Jalisco, México, tanto de la zona rural como urbana, durante los años 2010 y 2011. Los niños se encontraban aparentemente sanos y con peso normal al nacer. No se incluyeron quienes tuvieran enfermedades crónicas, genéticas o congénitas aparentes o enfermedades agudas o subagudas ocurridas en las dos semanas previas al inicio del estudio.
Las variables dependientes del estudio fueron el peso (kg), la talla (m), los índices peso/edad (Z), talla/edad (Z) y el índice de masa corporal (IMC)/E (Z). Las variables independientes fueron la edad y el sexo de los participantes, el estado civil de los padres, los tipos de familia, la escolaridad de los padres, el estado civil, el ingreso familiar mensual y el gasto en alimentación mensual.
En una primera etapa la captación de los casos se realizó en las instalaciones de INADEJ. Los equipos de trabajo acudieron semanalmente para la atención de grupos de ocho a 10 participantes mediante citas concertadas. En la segunda etapa, la captación de los controles, las entrevistas y las mediciones se realizaron en las instalaciones de INADEJ, en las propias escuelas o en centros de salud de la delegación correspondiente.
Previa estandarización de cuatro observadores con el método de Habicht,15 la estatura se midió con un estadímetro móvil con base (SECA-214®) y el peso se obtuvo con un equipo de impedancia bioeléctrica (TANITA TBF-300®). Para la comparación de los indicadores antropométricos se utilizó el estándar de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).16
Se utilizó la prueba t de Student no pareada para la comparación de las variables paramétricas en grupos independientes; la prueba de chi cuadrada se empleó para explorar la asociación en variables cualitativas. Se identificó el significado epidemiológico de probabilidad de riesgo en las variables cualitativas con la estimación de la razón de momios (RM) y 95% de intervalo de confianza (IC 95%).
El protocolo fue aplicado una vez que las madres o personas legalmente responsables firmaron la hoja de consentimiento informado; asimismo, fue aprobado por los comités de bioética e investigación de la Universidad de Guadalajara. El dictamen de aprobación fue el CI-13609.
De los casos, 49% fueron varones y de los controles, 57% fueron varones y cursaban diferentes grados escolares de acuerdo con su edad. Las familias eran nucleares en 82% de la población total, el analfabetismo funcional (< tres años de primaria) del padre (10-11%) y de la madre (6-7%) fueron similares entre casos y controles. El matrimonio civil o religioso fue discretamente mayor en los controles (87%) que en los casos (83%), mientras que la situación del trabajo eventual (inestable) fue más común en los casos (65%) que en los controles (25%) (RM = 4.1, IC 95% = 2.8-6.0, p = 0.001). En el cuadro I aparecen las características demográficas de los casos y controles. La edad de la madre y el ingreso familiar mensual fueron significativamente mayores en los controles. La mayoría de los rasgos sociodemográficos, económicos y el gasto en alimentación per cápita, como porcentaje del salario mínimo, fue similar en casos y controles. El salario mínimo en 2010-2011 fue de 57.85 pesos mexicanos ($4.6 dólares americanos; paridad peso: dólar de 12.5:1). Los casos utilizaron $15.6 pesos para los tres tiempos de comida de cada miembro de la familia ($1.25 dólares americanos), mientras que los controles utilizaron $16.3 pesos ($1.30 dólares americanos). En el cuadro II se observa que la frecuencia de desmedro fue casi el doble en los casos que en los controles. La prevalencia de sobrepeso fue 2.64 veces mayor en el grupo control que en el grupo de casos. La prevalencia de sobrepeso en los controles fue similar a la prevalencia de sobrepeso referida en las encuestas nacionales de salud y nutrición de 2006 y 2012.8,12 La obesidad fue 1.6 veces menor en los casos y 2.3 veces menor en los controles que en la última encuesta nacional referida.
La cantidad destinada a la alimentación en el año 2010 por los casos y controles fue muy baja, aunque fue el doble de la utilizada en la población estudiada en el INADEJ en el año 2000.14 Entonces, las familias utilizaron la cantidad de $5.4 pesos ($0.56 dólares americanos; paridad peso-dólar de 1: 9.6) para los tres tiempos de comida de cada miembro. En los últimos años ha habido una disminución de la frecuencia de parejas unidas por las leyes civil y religiosa en el estado de Jalisco, aunque según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, entre las parejas que conviven en el mismo hogar, predominan los casados (81.7%).17 El INEGI no hace distinción entre las parejas casadas por las leyes civil, religiosa o civil-religiosa. En Arandas, Jalisco, el matrimonio civil-religioso disminuyó 10 puntos porcentuales; en la población de INADEJ en el 2000 había 2.5 veces mayor probabilidad de parejas unidas por las dos leyes que en la población de INADEJ en 2010. Al parecer, la variable parejas unidas por las leyes civil y religiosa sería un factor de protección de desnutrición y sobrepeso.18 La razón no es clara; posiblemente estas parejas pertenecían a hogares más estables, con mayor compromiso con la salud, nutrición y alimentación de los hijos. La probabilidad de analfabetismo real o funcional observada en el INADEJ en padres y madres en el año 2000 era tres y cuatro veces mayor, respectivamente, con relación a la educación de los padres y madres de los casos y controles en el presente estudio. Es posible que la mejoría en la calidad de vida de la población del municipio sea la razón de este cambio en el nivel educativo.
La prevalencia de déficit en el índice talla-edad en los casos del INADEJ estudiados en el año 2010 (9.9%) fue mayor que la prevalencia referida por la ENSANUT-2012 (6.9%) para la población nacional.8 Sin embargo, la prevalencia de déficit en el índice talla-edad en los controles (5.9%) es ligeramente menor que la referida por la ENSANUT 2012 para la población nacional. Estos hallazgos significarían que la mejoría en el nivel de vida del municipio de Arandas habría tenido un impacto favorable en el estado nutricio de su población pediátrica. En los casos del INADEJ en 2010, la prevalencia de sobrepeso fue de 7.9% y la de obesidad de 8.9% (16.8% de sobrepeso/obesidad); en cambio, en los niños estudiados en el INADEJ en el año 2000 no hubo un solo caso con sobrepeso y obesidad. Un hallazgo interesante fue que la prevalencia de sobrepeso en los controles fue de 20.9% y la de obesidad de 6.4%. El mayor porcentaje de sobrepeso en este grupo sería una consecuencia de la mejoría en la calidad de vida de estos escolares, quienes habrían tenido mayor proclividad al sedentarismo y al consumo de alimentos de elevada densidad energética.19 La prevalencia de obesidad fue 2.5 puntos porcentuales mayor en los casos que en los controles; es probable que variables como menor educación de los padres y mayor consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas en los casos expliquen esta diferencia.
La prevalencia de sobrepeso en los casos del INADEJ en 2010 fue 2.5 veces menor que la prevalencia referida en la ENSANUT 2012.8 Esta prevalencia de la ENSANUT 2012 fue similar a la prevalencia de sobrepeso en los controles pertenecientes a las escuelas del municipio. La prevalencia de obesidad fue 1.6 veces menor en los casos del INADEJ estudiados en 2010 y 2.3 veces menor en los controles que la referida por la ENSANUT en 2012.8 Si consideramos la elevada prevalencia de sobrepeso y obesidad en escolares de otros países (hasta 37%),2 o de otras entidades del país, como la ciudad de Tijuana, Baja California (46.3%),20 parecería que los niños del municipio de Arandas no habrían sido aún tan afectados por los cambios acelerados en las condiciones de vida de otras zonas más urbanizadas (donde habría un consumo más elevado de alimentos de alta densidad energética y pobre actividad física). Estas dos condiciones referidas antes prevalecen en poblaciones urbanas de mayor densidad poblacional con mayor oferta de estos alimentos y escasas oportunidades para que los niños jueguen fuera del hogar en condiciones seguras.21,22
En conclusión, el estado nutricio de los niños en el municipio de Arandas, Jalisco, ha cambiado de manera significativa en los últimos 10 años. Es probable que estos cambios se deban a modificaciones sustantivas en sus condiciones socioeconómicas, demográficas y educacionales. Tales cambios estarían relacionados con la creciente expansión exportadora de la industria tequilera en la región, lo cual habría impactado en el nivel de vida de la población de Arandas. Estos hallazgos confirmarían la necesidad de profundizar en las características que muestran un perfil diferenciado en el proceso de transición nutricia en cada una de las regiones de un país tan heterogéneo como México. Por ello sería necesario que los estudios que evalúen el impacto de las políticas públicas y las intervenciones implementadas para disminuir el efecto de la transición nutricia acelerada que vive la población mexicana, se realicen bajo la perspectiva de una visión integral y holística.
Pubmed: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=29368889
http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/view/515/2671 (pdf)
Agradecemos el apoyo a la señora Irma González, directora del Instituto Alteño para el Desarrollo de Jalisco; a Erika Caro Sabido y Joanie Ramírez en el trabajo de campo. El proyecto contó con becas del CONACyT para dos alumnas de la Maestría en Nutrición Humana de la Queen’s University, Ontario, Canadá
vasquez.garibay@gmail.com