Resumen: Las revistas médicas nacionales son importantes porque se enfocan en los problemas clínicos locales, la comunicación entre pares y el fomento de la lectura crítica entre los trabajadores de la salud. Los actores involucrados en el desarrollo de las revistas deben cumplir con sus propósitos para mejorar la calidad de las publicaciones de las revistas nacionales y contribuir con la mejoría de la calidad de la atención.
Palabras clave:Comunicación AcadémicaComunicación Académica,InvestigaciónInvestigación,Artículo de RevistaArtículo de Revista,Factor de Impacto de la RevistaFactor de Impacto de la Revista,Revisión de la Investigación por ParesRevisión de la Investigación por Pares.
Abstract: National medical journals are important because they focus on local clinical problems, peer communication, and fostering critical reading among healthcare workers. The actors involved in the development of the journals must fulfill their purposes to improve the quality of the publications of the national journals and contribute to improve the quality of care.
Keywords: Scholarly Communication, Research, Journal Article, Journal Impact Factor, Peer Review, Research.
Editorial
La importancia de las revistas médicas nacionales en un mundo global
The importance of national medical journals in a global world
“No basta saber, se debe también aplicar.
No es suficiente querer, se debe también hacer”.
J.W. Goethe
En la actualidad las revistas médicas científicas son la base del desarrollo de la práctica clínica. La ciencia médica es cambiante y crece a partir del estudio profundo de la metodología, de la discusión y de la difusión del conocimiento, con el fin último de darle solución a los problemas locales surgidos en la práctica clínica.
Esta teoría indica que existe una asociación directamente proporcional entre la cantidad de artículos que se leen y las mejores decisiones clínicas que se toman. Es decir, los mejores médicos son aquellos que leen y escriben más.
Esto es cierto, siempre y cuando los usuarios comprendan e interpreten de manera adecuada lo que leen. Aquí la importancia de las revistas vivas, las que no se conforman solo con la publicación de artículos originales, las que se preocupan por editoriales, casos clínicos y lo mejor: las cartas al editor. Las revistas con alto factor de impacto como el New England Journal of Medicine o JAMA (Journal of the American Medical Association) tienen espacios amplios de correspondencia, puntos de vista, artículos de revisión y editoriales, tantos como artículos originales, con lo que intentan facilitar la educación médica continua (EMC).
De la misma manera las revistas médicas locales tienen un rol importante en todos y cada uno de estos procesos de EMC.1 Si bien la enseñanza de la medicina puede ser realizada de forma tutorial y el adiestramiento en investigación clínica se puede hacer en las aulas, las competencias transversales más importantes de los médicos modernos son la lectura habitual, el desarrollo del sentido crítico, la realización de protocolos y la escritura de artículos. En cada uno de estos pasos el factor común son las revistas médicas; estas proveen material novedoso para la lectura que sirve para la solución de los problemas clínicos. Promueven el sentido crítico al publicar los comentarios y críticas de los estudios en el apartado de cartas al editor. Reciben textos que son revisados de modo cegado y mediante revisión por pares, lo cual incrementa la validez de esos textos. Esto provoca un círculo virtuoso como el que vemos en la figura 1.
Con el fin de promover este ejercicio, las instituciones desarrollan revistas médicas y crean una tierra fértil para el desarrollo de las competencias arriba descritas. En este círculo virtuoso participan por lo menos cuatro actores principales: las instituciones, las universidades, los profesores y los usuarios en general; sin embargo, si estos actores no trabajan en la misma obra puede ocurrir lo contrario: un círculo vicioso de la publicación.
En este círculo vicioso las instituciones y las universidades exigen a sus investigadores publicar en revistas extranjeras y califican sus trabajos con base en el factor de impacto o número de citaciones y no en la calidad o utilidad de los trabajos. Las universidades no exigen que se publiquen las tesis. Los profesores prefieren los artículos extranjeros e ignoran a las revistas nacionales. No se evalúa la calidad del artículo y se prefiere creer en la calidad de las revistas solo por ser extranjeras, por tener un alto factor de impacto (FI) o por ser publicadas en inglés.2 La peor parte son los trabajadores de la salud que no leen las revistas locales y, por lo tanto, no usan la información para su práctica clínica y no critican la investigación nacional. En el peor de los escenarios algunos de los anteriores actores pueden desacreditar a las revistas nacionales (figura 2).
Para combatir este círculo vicioso, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se consideró la investigación clínica como una prioridad para nuestro instituto, lo cual está plasmado en el artículo 251, fracción XXIV, de la Ley del Seguro Social. Para cumplir con esta ley, el IMSS cuenta con tres revistas que son la base para llevar a cabo esta misión; además, promueve cursos de redacción del escrito científico (TRAC), foros de investigación, contrata investigadores de tiempo completo, en su seno se realizan maestrías y doctorados en ciencias médicas y también promueve la lectura entre su personal de salud. Sin embargo, no todos estos esfuerzos han sido del todo fructíferos, ya que si bien contamos con la revista Archives of Medical Research, la cual cuenta con un factor de impacto de 2.093 (el más alto de México), el resto de las revistas no cuenta con números similares.3 Esto llama la atención si tomamos en cuenta el número de investigadores contratados y el gran número de usuarios (médicos, enfermeros, residentes, etcétera) que hacen investigación en todo el país. Basta decir que cada uno de los médicos residentes y estudiantes de maestría se gradúan con una tesis. El problema es que no todas las tesis se publican y esto es multicausal; entre las principales causas está la dificultad de la redacción del artículo médico, la falta de análisis estadísticos multivariados o la falta del tamaño de muestra. Por otro lado, las revistas tienen el problema de la poca publicación o la baja calidad de las publicaciones y, por lo tanto, del bajo FI de las revistas locales.
Estos problemas podrían mejorar gracias al esfuerzo de todos los involucrados. A continuación, enunciamos algunas propuestas.
Para la evaluación curricular de sus investigadores, el IMSS podría exigirles que publiquen en cualquiera las tres revistas médicas del propio instituto. El mismo escenario se podría aplicar a instituciones como el CONACyT, que les podría exigir lo mismo a las revistas científicas nacionales. Las instituciones podrían publicar sus guías de práctica clínica en sus revistas con el fin de ser evaluadas por pares, de dar difusión y ser una enorme fuente de visitas y de citas.4
Los siguientes entes involucrados son las universidades. Estas podrían exigir que las tesis de los residentes o de los estudiantes de maestría y doctorado fuesen publicadas en revistas científicas nacionales. También podrían evitar que sean publicadas en formato de tesis sin revisión por pares, ni difusión adecuada. Lamentablemente, estos dos actores dependen de decisiones políticas más que de decisiones personales.
Los que sí tienen la libertad de elección para apoyar el desarrollo del círculo virtuoso de las revistas son los investigadores, los maestros de posgrado y los usuarios en general, y a ellos va dirigida esta editorial.
Los investigadores pueden apoyar a las revistas científicas nacionales de dos formas: la primera es la publicación de sus mejores trabajos en revistas nacionales. Si bien esta práctica podría impactar en su carrera al disminuir su factor de impacto o su índice H o su fama, el publicar sus mejores productos en revistas científicas nacionales atraería citas internacionales. Imaginemos un ensayo clínico sobre una vacuna contra el rotavirus;5 al ser publicado en México, atraería suficientes citas como para incrementar el factor de impacto de cualquier revista. Otra forma de colaborar menos valiente y atrevida (que no comprometa la carrera del investigador) sería que los grandes investigadores citen los artículos de las revistas científicas nacionales, en especial los artículos de los últimos dos años, con el fin de incrementar la visibilidad de estas y el factor de impacto de las revistas locales.
Los profesores de posgrado sin duda desempeñan un papel importante en la adherencia a las revistas. El oxímoron de la educación actual es que el desarrollo y la enseñanza de la investigación local se realiza con textos internacionales. Es una costumbre que en general los médicos de base enseñen usando textos internacionales; los profesores de posgrado enseñan usando a clásicos como Feinstein o Sackett. Esto podría mejorar si los profesores escribieran o consultaran, por supuesto en revistas nacionales, las exégesis de la metodología adaptadas a los temas y a las realidades nacionales.6 Otra forma podría ser motivar a sus estudiantes al análisis y la crítica formal (en forma de cartas al editor) de los estudios publicados en estas revistas.
Finalmente, la base de la pirámide y los jueces más importantes son los lectores. Al leer la revista, ellos están instruidos en la solución de los temas locales, con lo que mejoran la calidad de la atención de los pacientes.7 Es indispensable entender que la responsabilidad sobre la interpretación y el uso de los resultados de investigación no es de los editores, ni de los investigadores, sino del profesional de la salud que se encuentra ante el paciente y toma decisiones día a día.
Por lo tanto, es usted, querido lector, lo más importante de una revista. Se requiere que usted continúe leyendo, criticando, compartiendo, usando y publicando sus hallazgos en nuestras revistas para que estas sigan creciendo.
Como podemos ver, el éxito de una revista médica es el reflejo del trabajo realizado por las instituciones, las universidades, los profesores y los usuarios: el éxito de nuestras revistas es responsabilidad de todos.
Cómo citar este artículo: Rivas-Ruiz R. La importancia de las revistas médicas nacionales en un mundo global. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2019;57(6):334-6.
PubMed: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/33001606
http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/view/3883/3801 (pdf)
Este estudio forma parte de #iniciativaM. Agradecemos a los investigadores que publican en México.