Artigos
Recepción: 26 Abril 2018
Aprobación: 07 Octubre 2018
DOI: https://doi.org/10.18226/21789061.v11i2p323
Resumen: El territorio comprende la existencia de diferentes facetas socio-productivas y una mayor atención a las formas de convivencia entre ellas resulta clave para pensar sus desarrollos. Sin embargo, en el estudio y/o la gestión suele recortarse en demasía al turismo de su entorno. Incluso ante otras formas de movilidades similares, dificultándose perspectivas más integradoras y transformadoras. Por ello el objetivo perseguido en este trabajo es analizar y reflexionar sobre aspectos que auxilien a contemplar al turismo en su contexto, abordando en el Departamento de Salto (Uruguay) la relación entre las dimensiones turística y universitaria que en él cohabitan con la finalidad de visibilizar vínculos actuales y potenciales. Abordando la problemática de forma exploratoria, surge como reflexión la necesidad de contemplar de forma integral e integrada la superposición de movilidades presentes en un territorio, de forma tal de asumir la complejidad y darle a la interacción un renovado y deliberado sentido.
Palabras clave: Turismo, Movilidad, Hospitalidad, Educación, Salto, Uruguay.
Abstract: The territory includes the existence of different socio-productive facets and a greater attention to the forms of coexistence between them is key to thinking about their developments. However, in the study and / or management the tourism is cut out from its environment. Even before other forms of similar mobility, making more integrating and transformative perspectives more difficult. Therefore, the objective pursued in this work is to analyze and reflect on aspects that help to contemplate tourism in its context, addressing in the Department of Salto (Uruguay) the relationship between the tourist and university dimensions that cohabit in it with the purpose of visualizing current and potential links. Approach the problem in an exploratory way, the need to contemplate integrating and integrated the superposition of mobilities present in a territory, in order to assume the complexity and give the interaction to renewed and deliberate meaning.
Keywords: Tourism, Mobility, Hospitality, Education, Salto, Uruguay.
INTRODUCCIÓN
En el Departamento de Salto[i] casi en forma simultánea, a mediados del siglo pasado, se comenzaron a producir dos fenómenos que dinámicamente configuran a ese lugar como: destino turístico y destino educativo [terciario]. Estos se fueron consolidando e impactan en el territorio en gran medida y por ello sus abordajes resultan relevantes, y más aún si es de forma conjunta, para comprender una cuidad destino. Ante los nuevos desafíos del desarrollo, se enfatiza recurrentemente la necesidad de prestar una mayor atención al vínculo, del aspecto que se esté abordando, con su entorno, con su territorio. En el caso del turismo Solari y Pérez (2005) destacan que el mismo no puede entenderse aislado del devenir del resto de las actividades locales, “a las cuales se debe y es preciso que regrese a ellas fortaleciéndolas y vigorizándose, en una interrelación de mutua complementariedad” (p. 258).
La transversalidad que caracteriza al turismo subraya esa interacción posible y más aun entendiendo que su alcance no está acotado a las empresas e instituciones directamente involucradas al mismo, ni siquiera a los sectores económicos propiamente dichos. En efecto, en los destinos turísticos confluyen un conjunto de movilidades propias del turismo como así también de otras actividades. En ese sentido, en Uruguay una correspondencia apreciable es que sus tres principales destinos turísticos también lo son como destinos de educación superior o terciaria[ii] [Montevideo, Maldonado, Salto], aún con perfiles contrastantes [ubicación, modalidad de turismo imperante, perfil de turistas, entre otros].
Esa coexistencia entre actividad turística y actividad educativa, configura entramados que demandan ser analizados e interpretados. Si bien la bibliografía que atiende la gestión de destinos turísticos y el desarrollo, subraya reiteradamente la importancia de fortalecer las vinculaciones, la gran mayoría recorre únicamente las posibilidades dentro de un sector, o atendiendo de forma muy segmentada o tangencial lo que tiene que ver con trasponer los límites de una cadena de valor. Atento a lo anterior, el objetivo de este trabajo es analizar y reflexionar sobre la convergencia turismo y educación terciaria en Salto, en busca de aspectos que contribuyan a enriquecer las metodologías de análisis del mencionado entramado. De esta forma se podría abordar y avanzar de mejor manera la articulación entre ellos y concomitantemente atender a un desarrollo que demanda siempre más atención y miradas renovadas. Entre las reflexiones alcanzadas se considera que la problemática de la confluencia de las movilidades en un territorio, reclama enriquecer sus parámetros de análisis con una propuesta más holística que contemple y agrupe distintas dimensiones, de forma tal de conocer que está ocurriendo con las ciudades en esa materia, pero por sobre todo para darle un deliberado sentido a la articulación posible.
METODOLOGÍA
Abordar el turismo sin cercenar la realidad en la cual está inserto, remite al enfoque de la complejidad. Según Najmanovich (2005), el mismo constituye un estilo de indagación e interacción con el mundo y una práctica rigurosa que no se atiene a estándares ni modelos a priori. Agrega que permite “considerar y aprovechar el modo en que las distintas áreas del saber y el quehacer humanos se afectan de múltiples formas fertilizándose mutuamente” (p. 72) y que “pensar en términos de interacciones no lineales nos dan la posibilidad de salir del círculo vicioso y habilitar un pensamiento fluido, capaz de adoptar diversas configuraciones” (p. 74).
En este trabajo de carácter exploratorio la metodología de corte cualitativo esgrimida, se inició con una definición primaria del problema de investigación y ello dio paso a una revisión bibliográfica [libros, papers, actas de congresos, reportes técnicos, tesis, sitios web]. Posteriormente se organizó la información relevante encontrada, con lo cual se procedió a su análisis adoptando parte de las consideraciones realizadas por diversos autores, interpretación sobre determinados conceptos y aportes propios.
ANTECEDENTES
La búsqueda de antecedentes en cuanto a un abordaje conjunto de las movilidades turísticas y educativas, marca un insuficiente tratamiento del tema. Uno de los trabajos que presenta una serie de las características buscadas pertenece a Pereira (2015) quien, desde una perspectiva turística, analiza el turismo en las ciudades universitarias y más específicamente el rol de las universidades en el mercadeo de los lugares. Si bien Rekettye y Pozsgai (2015) también abordan la relación entre la marca de los lugares y las universidades, lo enmarcan en la cuestión de las capitales culturales de Europa, sin darles centralidad al turismo. Asimismo, se encontraron estudios donde se relaciona educación y turismo en algunos aspectos muy específicos como destinos educativos asociados a turismo idiomático (Gómez, Imhoff, Martín-Consuegra, Molina & Santos-Vijande, 2018). Por otra parte, el conocimiento generado sobre la movilidad educativa remite en su gran mayoría a la movilidad internacional de estudiantes y/o docentes entre instituciones de educación terciaria.
Un mismo proyecto de investigación exploró el estado de situación, las causas y las dinámicas de la migración interna de los jóvenes en Uruguay y generó dos trabajos referidos al diagnóstico de migración y movilidad interna de la población del Uruguay para la Oficina de Planeamiento y Presupuesto [OPP]. Uno abordó el aspecto cuantitativo (Bengoechea, 2010) y el otro el aspecto cualitativo (Aguirre & Varela, 2010). La existencia de la interacción entre movilidad turística y universitaria, se refleja más en determinados casos de gestión encontrados. La Carta de Valparaíso (2005) por ejemplo, esboza un modelo de desarrollo para dicha localidad donde se subraya avanzar en: un proyecto-ciudad [mantener su unidad]; respetar su marcada diversidad social y mestizaje cultural que ha configurado la hospitalidad; contemplar el desarrollo del turismo en relación a otros sectores y comenzar sobre aquellos sobre los cuales existen bases y posibilidades como ofrece Valparaíso para convertirse en una verdadera ciudad universitaria (p. 1).
Al constituirse ‘Punta Del Este[iii] Ciudad Universitaria’[iv], se destaca que en esa localidad aumentan los emprendimientos universitarios y las personas que la eligen como lugar donde vivir y estudiar. Asimismo, se menciona que la actividad turística y la universitaria son perfectamente sinérgicas [por ej. usar espacios que fuera de la temporada turística están sub utilizados o inutilizados] y que Punta del Este reúne condiciones para ser un centro nacional e internacional de actividad académica [calidad de vida, de servicios y seguridad][v].
TERRITORIO, DESTINOS Y DESARROLLO.
Para Calvo Drago (2005) cada territorio tiene características singulares de localización, disponibilidad de recursos y modalidades de organización y relación entre actores. Para dicho autor el desarrollo no es una situación predeterminada sino un proceso dinámico que requiere un enfoque territorial, basado en una visión sistémica, holística e integral, tomando en cuenta sus dimensiones económica, social, cultural y ambiental y donde también se integran espacios, actores, la producción de bienes y servicios, así como las políticas públicas de intervención. Y agrega que, el desarrollo de un territorio depende principalmente de las capacidades locales para la construcción y movilización de sus recursos territoriales, mediante procesos innovadores con una orientación sustentable, y donde se expresan su historia, hábitos y aspiraciones.
En una caracterización del enfoque territorial Calvo Drago (2005), refiere a una serie de aspectos relevantes dentro de los cuales destaca el valor agregado territorial, la diferenciación territorial y la articulación territorial. En el primero de ellos hace referencia a un trabajo más conjunto de los procesos productivos mediante el encadenamiento de valor agregado que permite una economía multisectorial. La diferenciación refiere a contemplar la mencionada cooperación en base al perfil y demandas de ese territorio. Por su parte la articulación territorial reclama tener presente la relación existente entre territorios, donde cada uno de ellos está inserto en una trama mayor y ello implica relacionamiento entre sí mediante una serie de instituciones.
Esa variedad de componentes dentro de un territorio y la necesidad de conjunción entre ellos, remite a nociones que puedan guiar la búsqueda. La ‘articulación’, ‘encadenamiento’, ‘ligazón’ o ‘eslabonamiento’ productivo, entre diversos sectores o ramas de actividad, remite a identificar y analizar los vínculos más importantes, con el objeto de medir la dependencia o independencia que existe entre ellos y poder así determinar la capacidad de estimular la actividad de otros sectores y valorar el entramado del sistema productivo (Domínguez & Prado, 1999 apud Romero Luna, 2003). Según Romero Luna (2003) suelen distinguirse dos tipos de eslabonamientos: los explotados y los potenciales que por diversos motivos no se han desarrollado, sino que se mantienen en estado latente y son estos los que pueden resultar más interesantes desde una estrategia de desarrollo, puesto que muestran una vía de crecimiento.
En los destinos se generan superposiciones entre un complejo conjunto de distintas movilidades [personas, objetos, capitales, recuerdos, emociones y diversas puestas en escena, signos y de información entre otras] propias del turismo y aquellas generadas por otras actividades económicas, profesionales, o bien por los propios movimientos migratorios desde y hacia los mismos (Sheller & Urry, 2004 apud González et al., 2009). El término ‘destino’ se refiere por lo general a zonas donde la actividad turística reviste importancia economía y social para el territorio en cuestión, sin embargo, existe una amplia gama de destinos dada la variedad de formas de movilidad existentes más allá del turismo y sus posibles combinaciones. Si un destino es un conjunto de realidades geográficas, históricas, socioculturales y productivas por las que merece la pena salir de casa (Locum Destination Consulting, 2002 apud Ávila Bercial & Barrado Timón, 2005), generar atracción y competir, requiere la capacidad de ofrecer vivencias completas del ámbito de acogida, y para ello es imprescindible una intervención integral en el destino al ir más allá de la planificación sectorial y aunar diferentes sectores en un mismo marco territorial para crear sinergias (Ávila Bercial & Barrado Timón, 2005). Hacer frente a lo anterior implica sobrepasar los límites de un sector, lo que puede constituir una importante fuente de innovación y competitividad (Biasizo, Besson & Moughty, 2003).
MOVILIDAD y HOSPITALIDAD
Según lo manifiesta Martinotti (1993 apud Russo, 2016), los lugares responden a una construcción social la cual depende en gran medida de una convergencia y superposición de movilidades diferentes. Para entender lo que es una ciudad y los retos a los que se enfrenta, Russo (2016) menciona que es necesario tener presentes las movilidades con sus particularidades y relaciones [se facilitan u obstaculizan], como así también a las condiciones que ofrecen las localidades para atender a quienes se desplazan, dada la fuerte capacidad de influir sobre los espacios. Balbim (2004) hace referencia al hecho que cada uno de los tipos de movilidad tiene vínculos muy fuertes entre sí por medio de “relações de causalidade, complementaridade, substituição, incompatibilidade” (p. 6). Un mejor entendimiento del turismo implica su abordaje no como un hecho aislado, sino desde la perspectiva de la movilidad y así entenderlo incrustado en un espectro más amplio de movilidades sociales y físicas. El turismo es, en esencia, una forma de movilidad voluntaria temporal y por consiguiente es análogo tanto en su alcance como en su significado a otras formas de movimiento (Cole, Duval & Hall, 2005).
Blanco (2000 citado en Micolta León, 2005) identifica una serie de dimensiones para definir desplazamientos de población que pueden ser considerados como migraciones: espacial [el movimiento ha de producirse entre dos delimitaciones geográficas significativas]; temporal [el desplazamiento ha de ser duradero, no esporádico]; social [el traslado debe suponer un cambio significativo de entorno, tanto físico como social]. En base a ello, se puede inferir que el movimiento de estudiantes con motivos de desarrollar una carrera profesional en otra localidad, aún dentro del mismo país, cumpliría todas las condiciones para ser considerada una forma de migración. Con las migraciones el turismo comparte similitudes, por ser movilidades que provocan un shock cultural relacionado con el cambio de normas sociales y pautas de conducta, y de la misma forma implica diferencias si se tienen en cuenta su duración, la finalidad y en la posición social que ocupan quienes llevan a cabo alguno de estos movimientos (Alcázar Campos, 2013). Entre esas diferencias también se menciona que si bien las migraciones son movimientos relacionados con la producción [que surgen con el propósito de crear alguna forma de contribución económica en el destino] al turismo se lo vincula preferentemente al consumo ante la necesidad de acceder al ocio, bienes y servicios (Bell & Ward, 2000, apud Alcázar Campos, 2013)
En cuanto a las interconexiones manifiestas entre diferentes formas de movilidades, como el turismo y las migraciones, se subrayan; los viajes para ver a familiares o amigos de la población migrante Duval (2002); el desplazamiento en busca de los orígenes de las denominadas ‘segundas generaciones’; el desarrollo de actividades turísticas por parte de emigrantes extranjeros (Alcázar Campos, 2013). Como complemento de la movilidad resulta pertinente tener presente la noción de hospitalidad. Por medio de dicho concepto es viable indagar la interacción que se establece entre el visitante y la ciudad, o las posibilidades de alojamiento, alimentación y recreación, entre las iniciativas comerciales y de circulación por diferentes espacios y grupos sociales (Bastos, 2003, apud Leme Sogayar & Rejowski, 2011).
Según Camargo (2003, apud Spolon, 2009) la hospitalidad es un acto humano el cual puede ser ejercido en diferentes contextos: el doméstico, el público, el profesional y el virtual, en los cuales se ha de recibir, hospedar, alimentar y entretener a las personas temporariamente desplazadas de su hábitat. Por su parte Jafari (2005) hace referencia a la misma como “un arte con el fin de poder atraer, recibir, manejar y servir apropiadamente a clientes que provienen de muy diversas regiones, con un bagaje cultural y unas expectativas muy diversas” (p. 50). La secuencia de Knutson y Beck (2003 apud Pinheiro da Silva & Vasconcelos, 2010) resulta también relevante al momento de analizar la hospitalidad. Para estos autores existe una pre-experiencia de consumo [abarca las expectativas creadas por la marca], unas experiencias en tiempo real [durante el consumo de servicios] y también una post-experiencia [en relación a la vivencia, o sea al valor y la satisfacción que le atribuyen a la misma].
Como se puede apreciar, la hospitalidad y movilidad resultan aspectos íntimamente relacionados, que presentan diferentes dimensiones de encuentros que se deben contemplar para generar experiencias satisfactorias.
MOVILIDAD EN EL TURISMO Y LA EDUCACION
El turismo es una forma de movilidad humana que “abarca el comportamiento humano, el uso de recursos y la interacción con otras personas, economías y entornos” (Bull, 1994, p. 11) y cuenta con actividades características: alojamiento, gastronomía, transporte, agencias de viajes, servicios culturales, deportivos y otros servicios de esparcimiento (OMT, 2001). En el turismo se plantea recurrentemente la necesidad de una mirada al exterior del sector con una mayor atención al destino como parámetro esencial de referencia y la necesidad de incorporar la noción de complejidad. Es de destacar aquí lo mencionado por Pulido (2006): “Si bien, se reconoce el turismo como un instrumento clave en los objetivos de desarrollo y empleo, aún se contempla desde una perspectiva sectorial, sin tener en cuenta su dependencia de otros procesos y actividades y, menos aún, su capacidad de influencia en los mismos” (p. 103)
En cuanto a la movilidad por educación y por pensarse que es una idea más acabada como destino, resulta oportuno recurrir a la noción de ‘ciudad universitaria’. Una ciudad con esa denominación, puede contar con un único centro o un conjunto de instituciones agrupadas o repartidas por toda la ciudad y puede definirse como universitaria en base a un alto porcentaje de actores vinculados al sector [estudiantes, docentes, investigadores, y personal de administración y servicios] en relación al total de la población de referencia y/o cuando esa rama de actividad influye de forma importante en la economía y la cultura de la ciudad. En Rekettye y Pozsgai (2015) se aborda el problema de la creciente competencia de las universidades de Europa por atraer estudiantes internacionales y ante esa situación se convierte en un deber la colaboración más activa y eficiente, que permita armonizar las actividades llevadas a cabo para la gestión de la ciudad universitaria y del destino turístico. Siendo un aspecto importante una marca definida claramente según sus características diferenciadoras, como lo es el lugar donde se encuentra la institución, para una mejor competitividad. En una forma más cualitativa la Carta de Valparaíso (2005) halla determinante para una ciudad universitaria:
[…] principalmente la capacidad que tiene la ciudad para ofrecer bienes y servicios especializados orientados a sus habitantes universitarios, tales como hospedaje universitario, espacios para el esparcimiento, infraestructura recreativa y deportiva, grandes librerías, etc. Significa, además, que la ciudad sea capaz de generar polos de industria vinculados a la investigación universitaria y la gestión del conocimiento. […] En cuanto a las ciudades universitarias internacionales, una característica que las distingue positivamente es la diversidad de su oferta cultural (p. 4).
ALGUNOS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Desde inicio de su proceso fundacional Salto se ha caracterizado por ser una ciudad destino de diferentes formas de movilidades, contando con períodos de fuertes corrientes migratorias externas [principalmente españoles, italianos e ingleses] e internas [dentro de Uruguay]. Se esbozan a continuación dos fenómenos que, sumados a los anteriores movimientos mencionados, fueron modelando la hospitalidad del lugar.
Salto Ciudad Turística - Ya en las primeras décadas del siglo XX el departamento tenía en sus recursos naturales y culturales razones suficientes para motivar la llegada de los visitantes. El Río Uruguay, sus saltos de agua y costas, la actividad agraria, comercial e industrial y la rica actividad socio cultural, entre otras, denotaban una ciudad atractiva y próspera que convocaba a ser visitada (Campodónico & Da Cunha, 2010). Pero es en el año 1941 cuando surgió agua termal, mientras se perforaba en un campo de Salto con el objetivo de encontrar petróleo, cuando el perfil del turismo salteño tuvo un fuerte punto de inflexión. De lento desarrollo en los primeros años a partir de la década del 1970, y gracias a ese recurso, Salto experimentó un notable crecimiento en la actividad turística mediante la creación de complejos termales[vi], el mejoramiento de infraestructuras, el desarrollo de los alojamientos y de otros servicios como por ejemplo el transporte.
Para delinear el actual perfil del destino turístico Salto, resulta oportuno destacar el quiebre de la estacionalidad gracias a la llegada de los parques acuáticos termales. Ello implica que miles de personas provenientes de la región llegan durante todo el año a sus termas y por tal motivo el turismo se ha constituido en uno de las principales fuentes de ingresos y laborales del departamento. Salto turístico es reconocido a nivel nacional y regional, donde ha sabido ser precursor y referencia del desarrollo termal. Asimismo, lo caracteriza el estar ubicado en el interior del país, muy distante de la capital nacional y en espacio de frontera [con Argentina]. En cuanto a la articulación privada-privada o público-privada de diferentes actores en la actividad turística de Salto, cabe destacar que tiene varios años de trayectoria a través de diferentes grupos[vii] y con resultados diversos. En Salto y sus alrededores el turismo termal es un producto consolidado, el turismo cultural en desarrollo y una extensa lista aparece como identificados con potencial [gastronómico, deportivo, de intereses especiales, etc.] (Mintur, 2016).
Salto Ciudad Universitaria - La ciudad también se ha posicionado en materia educativa, en especial de nivel terciario, desde el año 1957 cuando comenzaron a dictarse los primeros cursos universitarios públicos en Salto, lo cual se constituiría en un mojón importante hacia la descentralización universitaria[viii]. Ese proceso se fue consolidando y en el correr del tiempo se crean nuevas carreras y se dicta un mayor número de cursos a nivel local, como así también se fueron sumando propuestas de universidades privadas. Fuera de Montevideo actualmente el mayor movimiento universitario está en el litoral oeste del país, donde Salto es protagonista. En la actualidad la amplia variedad de propuestas educativas terciarias y universitarias las brindan un conjunto de instituciones públicas y privadas: la Sede Salto del Cenur[ix] Litoral Norte de la Universidad de la República; la Universidad Católica Sede Salto[x]; el Instituto Tecnológico CTC[xi]; el Instituto Tecnológico Superior [ITS]; el Centro Regional de Profesores [CERP]; el Instituto de Formación Docente [IFD] y los centros terciarios de la Universidad Tecnológica de Uruguay (UTU) que cuenta con varias opciones en tecnicaturas y cursos.
Un creciente número de jóvenes provenientes del norte del Río Negro optan por Salto para realizar sus estudios y actualmente en la ciudad el número de estudiantes a nivel terciario es de alrededor de 6.000[xii]. Mientras hace pocos años entraban solo a la universidad pública local unos 600 estudiantes por año, desde 2013 a la fecha ingresan más de 1.000 anualmente (Universidad.edu.uy, 2018). Para A. Noboa (2014), en Salto la población estudiantil en aumento hizo necesario el proyecto ‘Salto Ciudad Universitaria’[xiii] basado en las bondades de la localidad, que exige un trabajo conjunto de los actores implicados [gobierno, cámara empresarial, instituciones de enseñanza] tendiente a definir un proyecto a largo plazo y delinear estrategias para incrementar el poder de atracción. Y agrega que eso implica desde ordenamiento urbanístico hasta cuestiones que tienen que ver con tener una actitud proactiva [generando una agenda de eventos culturales, de ocio, actividades de recreación]. De esta forma el estudiante que está llegando a la ciudad de Salto percibe que esta le va a dar una mejor atención comparativa respecto a otros lugares. El mencionado proyecto remite a facilidades de alojamiento, beneficios y ligas deportivas entre algunos de los temas planteados.
En Salto y concomitantemente con los centros universitarios se han desatado nuevas dinámicas, como el movimiento de capital para infraestructura en alojamientos [torres, residencias y habitaciones en casas de familia], el estipendio mensual de los alumnos que se trasladan a Salto y los recursos de funcionamiento de las instituciones. El movimiento educativo implica en la ciudad no menos de un millón y medio de dólares mensuales, promueve la formación de diversidad de profesionales, enriquece la cultura, estilos de vida y formas de convivencia de las poblaciones y estudiante (Noboa & Robaina, 2017). Según un análisis realizado en Salto (Forrisi Mugerza, Medin, et. al 2016), estudian en Salto unos 2.000 jóvenes que no residían en dicha localidad previo al inicio de sus vidas universitarias y 1.600 estudiantes salteños que hubiesen migrado a Montevideo de no dictarse su carrera en la ciudad. El mismo estudio plantea aspectos a mejorar y mucho de lo identificado por los estudiantes, tiene su correlato en componentes del turismo [alojamiento, recreación, transporte, gastronomía] como se aprecia en el gráfico extraído del trabajo aludido.
Salto como ‘Ciudad Destino’ - Con el fin de analizar las características de la confluencia de movilidades en Salto, se recurre a un conjunto central de variables que se estima tienen la condición de ser transversales y pueden contribuir al abordaje de un objeto del conocimiento complejo. Esas variables responden a; ‘cuándo, dónde, por qué y cómo’ y tienen su respectivo correlato con ‘Tiempo, Espacio, Motivación y Actividades’ resultado de la abstracción de conceptos contenidos en numerosas definiciones del turismo, los cuales han sido agrupadas dentro del Campo de Análisis Tema (Campodónico & Chalar 2014). Cabe acotar que las mismas están muy vinculadas y la división responde únicamente a la necesidad de establecer distintas dimensiones posibles de abordaje de la convergencia de movilidades diferentes en un destino. Una delineación de la relación de cada uno de los ejes identificados con la articulación, se elabora a continuación.
El cuanto al espacio y en relación a la oferta turística de la ciudad, ella se ubica principalmente en los centros termales distantes de la ciudad capital entre los 10 y los 90 kilómetros. Si bien la ciudad de Salto es la que reúne la mayor parte de los servicios en general, en los centros termales se reúnen la mayor parte de los emprendimientos de alojamiento y cuentan con una amplia oferta gastronómica. Por otra parte, y en cuanto al otro aspecto que interesa aquí analizar, el educativo, en el reciente plan de ordenamiento territorial de Salto se enmarca la existencia en el departamento de una zona que la comprende en su mayoría: “Salto es una ciudad con una importante oferta educativa, terciaria y secundaria, y con una más amplia tradición cultural. Esta se concentra en su Área Centro como en un ámbito pericentral que se está expandiendo hacia el sureste del Centro” (Intendencia de Salto, 2014, p. 35). Como se puede apreciar, el núcleo de ambas movilidades transcurre por espacios diferentes. Las fronteras de encuentro responden a determinados intereses culturales y de movida nocturna que se congregan en la ciudad.
En cuanto al momento del año, y ya en el eje tiempo, el turismo de Salto ha superado en gran medida la estacionalidad y ello amplía las posibilidades de convivencia entre ambas movilidades en ese sentido. Dada las características del turismo termal y el clima de Salto, las termas son usufructuadas mayormente entre marzo y noviembre. Es justamente en ese período de tiempo donde se desarrolla la casi totalidad de los ciclos lectivos de las diferentes instituciones. Los mayores picos de concurrencia de visitantes se producen en fines de semana extendidos [por feriados] o semanas de vacaciones comprendidas en el ciclo lectivo. En esas oportunidades muchos estudiantes, de fuera del departamento o del interior del mismo, retornan a sus hogares y suele darse el caso que las vacantes de alojamiento [hogares estudiantiles públicos] se destinan a quienes forman parte de grupos [culturales o deportivos] que visitan. Existen también en el ámbito privado residencias para estudiantes, que en los meses de verano alquilan sus habitaciones para turistas.
Cabe destacar que, en Salto, algunos cursos se dictan mediante el viaje que los docentes[xiv] realizan a esa ciudad, principalmente desde la capital del país, para cumplir con sus tareas. En esto casos son frecuentes las estadías de los mismos en hoteles de la ciudad, lo cual resulta complementario para los hoteleros por sus arribos fuera de los fines de semana. Las motivaciones son también un factor de diferenciación y complementariedad entre las movilidades en cuestión. En uno apuntan al descanso y el disfrute y en otros a la formación y/o al trabajo por razones económicas y de producción [aquí caben los casos de docentes radicados en la ciudad y los estudiantes no residentes que también desarrollan tareas rentadas]. Cuando se consultó a los estudiantes terciarios de Salto (Forrisi et. al, 2016) sobre el por qué eligieron Salto el total de las razones estuvieron comprendidas en; cercanía a la ciudad de origen, menores costos que Montevideo, una mejor calidad de vida en el interior del país y calidad de las instituciones educativas.
No obstante, quienes ven las movilidades analizadas desde fuera concuerdan que en el desarrollo de ambas existe un entorno que influye y que hacen de Salto una ciudad atractiva como destino tanto para la recreación como para el estudio: paisajes y paseos [avenidas costeras para el día y la noche con su movida], oferta cultural, movimiento comercial, seguridad, servicios, accesibilidad, y el costo de vida, están entre los argumentos blandidos. La descentralización universitaria y el turismo termal cambiaron la fisonomía de la ciudad, al tener la construcción del departamento puntos de apoyo en estos dos sectores. Pero también el cambio se da en los intangibles como es la imagen de la ciudad y se la asocia a un mayor dinamismo y servicios. De esta forma los logros se han ido retroalimentando y apuntalan los sectores que comprenden servicios. Finalmente, y en cuanto a las actividades, se diferencian dos formas de consumo distintas: de servicios turísticos por un lado y por otro patrón de consumos más similares a los autóctonos por parte de los estudiantes. Estos se integran en mayor medida a la vida cotidiana de la ciudad e incorporan usos de la misma.
Desde el punto de vista de la hospitalidad y como se ha mencionado, tanto en el interior del sector turístico como en el sector universitario, se da la existencia de las ya aludidas agrupaciones que ha incursionado en la conjunción de intereses y esfuerzos para la consecución de sus desarrollos. Empero, no surgen espacios de encuentro entre ambos, ni actividades conjuntas, incluso en una de las acciones más frecuentes como son las promociones que encaran. Ambas facetas del destino [turístico/universitario] se promocionan de forma totalmente aisladas entre sí. Aunque la difusión del turismo del departamento suele contemplar otros sectores productivos [la agroindustria por ejemplo], no se identifican instancias donde la oferta académica se haya imbricado. En el mismo sentido, anualmente se realizan salidas regionales llevando la oferta educativa del departamento y tampoco se hace mención a la ciudad que da marco a la vida universitaria.
Teniendo en cuenta las sinergias posibles resulta necesario sopesar la necesidad de acciones conjuntas al promover al destino educativo y turístico, poniendo en valor la variada oferta en cada uno de esos sectores. Una característica destacable es que ambos sectores cuentan con isologotipos y coincidentemente se recurrió a un ícono departamental perteneciente a la obra arquitectónica del Ing. Dieste[xv].
Existen otros puntos de convergencias en desarrollo. De un turismo en Salto asociado inicialmente a salud y gente mayor, se ha cambiado de estrategia de marketing desde el surgimiento de los parques acuáticos. Se hace hoy un mayor esfuerzo en convocar más jóvenes, chicos, colegios, teniendo la expectativa de lograr un destino para fin de cursos. En el sector de la educación y como es lógico, también se convoca a los jóvenes de la región. Si bien las razones son distintas es posible pensar en instancias futuras conjuntas que amalgamen las propuestas. En determinada ocasión se realizó una jornada de bienvenida a las nuevas generaciones [provenientes de otros departamentos de la región y de zonas rurales del propio departamento] que ingresan a Universidad. El recibimiento creado y conducido por becarios del Fondo de Solidaridad[xvi] tuvo la finalidad de facilitar el conocer los lugares más atractivos de la localidad, integrarlos a la misma y disminuir así, el impacto del desarraigo que sufren para venir a estudiar a Salto.
Más allá de un uso común de infraestructura y servicios principalmente los recreativos, cabe destacar que un importante porcentaje de los traslados desde y hacia Salto por transporte interdepartamental corresponde al movimiento referido a la vida universitaria: estudiantes, docentes, insumos. Ello da soporte a la existencia y mantenimiento de frecuencias importantes desde y hacia muchas localidades del país. La búsqueda incesante de nuevas alternativas por parte de la demanda y la oferta del turismo aunado a la necesidad de comunicación de la Universidad, hacen de un circuito universitario algo plausible a implementar. Dentro del público objetivo no solo se encontrarían los estudiantes reales o potenciales de los centros educativos locales, sino también aquellos que por alguna razón se encuentren de paso [intercambios, jornadas, seminarios, congresos, etc.]. Lo mismo cabe acotar para docentes y/o investigadores. Un tercer círculo lo conformarían los familiares y amigos de los ya mencionados. Más allá está un público más amplio, que es posible de convocar cuando se logre interpretar y experimentar el rol de las universidades (Chalar, 2013). Asimismo, y como se plantea para ‘Punta del Este Ciudad Universitaria’ (2009) debe pensarse la necesidad de acciones a llevar adelante en conjunto más allá de las clásicas educación, investigación y extensión; eventos académicos; actividades deportivas, culturales; convenios específicos para un mejor acceso a diferentes servicios [deportivos, gastronómicos, inmobiliarios, trasportes, etc.]
CONSIDERACIONES FINALES
Más allá de miradas sectoriales, parece ineludible pensar estratégicamente como destino en una acepción más amplia del término para alcanzar mejoras sustanciales en el territorio, asumiendo su unidad/diversidad. Constituye una oportunidad para la innovación y la competitividad pensar en la confluencia de movilidades y de ello extraer las conexiones posibles y plausibles. Las movilidades del turismo en mayor medida deberían ser analizadas e interpretadas considerando la movilidad de otros sectores, como el educativo en caso que corresponda.
El turismo sería un vehículo para destacar y potenciar el desarrollo universitario y eso significa no solo más estudiantes, docentes, sino una mayor satisfacción y realización de los mismos, mediante instancias que colinden con el turismo. Para alcanzar o intentar lo descripto se necesita de procesos sociales que lo sustenten y sobre todo de estructuras organizativas que favorezcan la coordinación, la cooperación y la participación, hacia nuevas combinaciones productivas o nuevos avances sociales o culturales. Quizás lo prioritario para articular turismo y vida universitaria sea; articular las propuestas que atiende a las diferentes formas de movilidad asociadas a ellas; compatibilizar hospitalidades de un destino, reflejado en superestructuras en el ámbito del turismo y el sector educativo llevando a cabo esfuerzos conjuntos. Dichos enlaces podrían pasar por acciones puntuales de marketing hasta la elaboración de planes estratégicos que involucre otros aspectos.
El turismo y la vida universitaria pueden producirse en una misma localidad, pero no abarcar las mismas zonas, épocas del año, motivaciones o realización de actividades. Puede haber solapamiento en alguno o algunos de esos ejes y ello otorga matices a un destino. Asimismo, una serie de nuevos interrogantes surgen del trabajo; ¿Qué sería lo complementario si tenemos en cuenta distintas movilidades? ¿Aquellas que difieren el tiempo y el espacio en las cuales se desarrollan? ¿Las que dan vida a las mismas actividades compartiendo tiempo y espacios? Para una mayor riqueza conceptual del encuentro de movilidades resulta ineludible el estudio comparado de casos, de forma tal de extraer nuevas condicionantes y determinantes. Colocar al trasluz los principales destinos turístico-educativos de Uruguay y la región, para identificar similitudes y diferencias. De ahí la necesidad de continuar con investigaciones más profundas sobre la temática expuesta.
REFERENCIAS
Aguirre, M. & Varela, P. (2010). Las migraciones internas de los jóvenes en el Uruguay del siglo XXI. IX Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República, Montevideo. Link
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Notas