Resumen: El rol de la universidad en el desarrollo regional es objeto de reflexión en este artículo mediante el análisis de un caso concreto: el desarrollo del ecoturismo en la provincia de Tungurahua, en Ecuador, por medio del programa Prometeo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia Tecnología e Innovación con la Universidad Técnica de Ambato. La responsabilidad social universitaria como concepto se presenta mediante la articulación de la metodología de investigación acción participativa, en la cual el proceso de análisis y propuesta de acciones a desarrollar son producto del diálogo y acuerdos entre actores de la academia y los sectores público y privado. Las conclusiones apuntan a que el desarrollo del ecoturismo, como necesidad identificada en el cambio de matriz productiva, requiere de una universidad que desde la interacción con grupos de interés sea catalizadora de los intereses de las diferentes partes y anteponga el trabajo participativo que garantice una visión conjunta en un área interdisciplinar como el turismo.
Palabras clave: Investigación-acción participativaInvestigación-acción participativa,ecoturismoecoturismo,desarrollo regionaldesarrollo regional,responsabilidad social universitariaresponsabilidad social universitaria.
Abstract: The role of universities in regional development is reflected upon in the present paper, through the analysis of a particular case: the development of eco-tourism in the Tungurahua province, in Ecuador, through the Prometeo program of the Secretaría de Educación Superior, Ciencia Tecnología e Innovación (Secretariat of Higher Learning, Science, Technology and Innovation) with the Universidad Técnica de Ambato (Technical University of Ambato). The concept of university social responsibility is introduced in the implementation of participatory action research, in which the process of analyzing and proposing actions to develop, derive from dialogue and agreements between academic actors, and both public and private sectors. Conclusions suggest that developing eco-tourism, as a need identified for a shift in the productive matrix, requires a university to work, from its interaction with interest groups, as a catalyst of the interests of the different parties involved, and to prioritize participatory work, so that a comprehensive approach may be guaranteed in an interdisciplinary field such as tourism.
Keywords: Participatory action research, eco-tourism, regional development, university social responsibility.
Artículos de investigación
El desarrollo regional como responsabilidad social de la universidad. Caso del ecoturismo en la provincia de Tungurahua1
Regional development as a social responsibility of the university: the case of eco-tourism in the Tungurahua province
Recepción: 19 Mayo 2015
Aprobación: 10 Septiembre 2015
Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Diagnóstico de necesidades formativas en ecoturismo y recursos naturales en la provincia de Tungurahua”, desarrollado en la Universidad Técnica de Ambato (UTA) en Ecuador, y financiado por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia Tecnología e Innovación (SENESCYT). Se presenta bajo el prisma de la denominada Responsabilidad Social Universitaria (RSU) un trabajo en desarrollo del ecoturismo en función de que la academia contribuya decisivamente al cambio de matriz productiva que pretende el gobierno ecuatoriano a través de programas que permitan generar una economía del conocimiento y una puesta en valor de los bienes culturales y ambientales del país (Senescyt, s. f). Acorde a ello, se financia mediante el programa Prometeo a científicos expertos en diferentes campos temáticos para acompañar a las universidades del país en ámbitos específicos. En él se presenta la formulación de un proyecto de investigación desarrollado en la provincia de Tungurahua, fundamentado en una propuesta de investigación-acción participativa (IAP), que permita el generar un desarrollo provincial del sector ecoturístico como dinamizador de la económica en la provincia desde la UTA por medio de la carrera de Turismo y Hotelería de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, y en cooperación con otras carreras y actores públicos y privados vinculados al turismo.
El proyecto responde a los principios del buen vivir, o Sumak Kawsay, reflejados en la constitución de la República del Ecuador (Acosta Espinosa, 2010) y que buscan garantizar que las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades gocen efectivamente de sus derechos, y ejerzan responsabilidades en el marco de la interculturalidad, del respeto a sus diversidades, y de la convivencia armónica con la naturaleza. El ecoturismo atendiendo a la definición propuesta por la Organización Mundial del Turismo y el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (2002) viene caracterizado por el interés de los visitantes por la naturaleza y la cultura de las áreas naturales, desde la perspectiva de sus dimensiones, impactos, componentes educacionales. En base a ello, en el Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017 (SENPLADES, s. f), el apartado “5.1.1. Cierre de brechas de inequidad” aboga por el fortalecimiento de las actividades rurales no agropecuarias, como la artesanía, la pequeña industria y el turismo, en calidad de componente de una acción integrada de desarrollo territorial con la Universidad como eje del desarrollo de entornos innovadores y comunidades de aprendizaje en los territorios rurales, con ampliación de las oportunidades de experimentación conjunta. Acorde a ello, el punto “10.3. Diversificar y generar mayor valor agregado en los sectores prioritarios que proveen servicios”, el trabajo en sí no solamente se delimita en el desarrollo del eco-turismo, sino en el trabajo paralelo con el sector primario de agricultura para consolidar un modelo de desarrollo local - provincial en el cual la actividad turística sea parte de un entorno emprendedor desde las actividades tradicionales pero con el apoyo de la universidad para una sostenibilidad ambiental y económica.
En el ámbito que ocupa el presente estudio, el plan de desarrollo de la provincia de Tungurahua señala en su punto “2.1. Transformación de la matriz productiva” el promover el crecimiento del turismo en sus diversas modalidades, fortaleciendo capacidades de la academia y el sector turístico y emprendimientos relacionados (gastronomía, artesanía). Ello se ve reflejado en el Plan Operativo Anual (POA) para el 2015 (Gobierno Provincial de Tungurahua, s. f) el cual estructura un trabajo de acompañamiento en fortalecer los procesos internos de cada cantón para el desarrollo de productos turísticos trabajando en marketing y promoción turística, formación y capacitación, y en la Planificación y Coordinación Turística a nivel técnico y de diseño de políticas públicas para la reglamentación turística desde el apoyo al trabajo intersectorial con gremios y sociedad. Esta misión es desarrollada desde el Comité de Turismo de Gobierno Provincial de Tungurahua, quien coordina junto a los técnicos de turismo de los Gobiernos Administrativos Descentralizados de los 9 cantones que conforman la provincia, y otras instituciones provinciales como la Unidad de Movimientos Indígenas y Campesinos (UMICT), los Parlamentos de Trabajo, Agua y Gente, así como universidades y el Consejo Nacional De Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (CONAGOPARE). La Universidad Técnica de Ambato (UTA), institución pública de Educación Superior, es integrante del Comité de Turismo representada desde su carrera de Turismo y Hotelería, en su misión de formación de capital humano e investigación.
El cambio de modelo de matriz productiva en Ecuador debe tener en la academia uno de sus puntales para promover, desde la investigación y formación de profesionales, el conocimiento y el capital humano necesario para acometer el desarrollo de alternativas socio-económicas sostenibles. En el caso presentado, el ecoturismo como sector productivo requiere de una comprensión interdisciplinar desde ámbitos de lo económico, ambiental, social y cultural.
Este proyecto se aborda desde dos áreas conceptuales: el turismo, en su modalidad de ecoturismo, y Universidad Técnica de Ambato como parte del proceso. En primer lugar se define el turismo para posteriormente entender el rol de la RSU. El desarrollo de la actividad turística requiere de un espacio en el que desarrollarse definido en este trabajo como destino turístico, entendido como:
Espacio geográfico determinado, con rasgos propios de clima, raíces, infraestructuras y servicios, y con cierta capacidad administrativa para desarrollar instrumentos comunes de planificación, que adquiere centralidad atrayendo a turistas mediante productos perfectamente estructurados y adaptados a las satisfacciones buscadas, gracias a la puesta en valor y ordenación de los atractivos disponibles, dotado de una marca y que se comercializa teniendo en cuenta su carácter integral. (Valls Giménez, 1998, p. 4)
El desarrollo de un lugar como turístico necesita cierto grado de articulación en materia de gestión para ser clave en el modelo económico. Ello comporta la necesidad no solamente de disponer del lugar físico sino de la interacción de agentes que radican en el territorio y directa o indirectamente son parte del proceso o se ven afectados por él. En el caso del ecoturismo, Valdivieso Riofrío (2014) pone de manifiesto que es una actividad turística que considera las repercusiones sociales, económicas y medioambientales, señala el autor sobre su impacto económico que siendo las previsiones de aumento internacional del turismo, que según cifras de la Organización Mundial del Turismo supera ampliamente los mil millones en el año 2013, diversos estudios reflejan un gasto promedio superior del visitante en regiones declaradas patrimonio cultural o parques naturales. Cabe tener presente a su vez que el destino requiere de un proceso de colaboración interna (Fyall, Garrod y Wang, 2012), así como apercibirse de su fragilidad en la medida que un error en la “cadena” de actores humanos y circunstancias medioambientales pueden condicionar su éxito o fracaso como destino independientemente del esfuerzo individual que realice cada actor.
Desde la perspectiva de este proyecto, se da la consideración que la universidad puede enfocar procesos de investigación al desarrollo regional mediante el desempeño de un rol clave en el cambio de matriz productiva en base a los procesos que implica el desarrollo de un destino turísticamente sostenible mediante no solamente la carrera de Turismo y Hotelería, sino articulando diferentes áreas de conocimiento. En este sentido, es menester identificar el rol de la RSU. Existen diversas interpretaciones y acotaciones sobre el término (Martí-Vilar, Puerta Lopera, Gaete Quezada, Martí Noguera 2013), ante lo cual cabe matizar que si bien tradicionalmente en América Latina ha sido conceptualizada hacia modelos de trabajar en pro de reducir brechas de desigualdad y accionar programas sociales en beneficio de la comunidad, en contextos como la Unión Europea ha tenido una mayor acepción desde un punto de vista organizacional con un mayor componente de dinamizador de la economía del conocimiento y la sostenibilidad. Ambas visiones deben ser compatibles, el desarrollar desde la academia modelos económicos sostenibles puede, y debería, garantizar un modelo social justo.
En el caso que se presenta, se aboga por armonizar ambos conceptos de RSU puesto que el proyecto posiciona a la universidad en el desarrollo del ecoturismo como dinámica de cambio de modelo productivo a través la investigación y formación orientada a la preservación de recursos naturales, y conservación de bienes patrimoniales culturales. Se da la necesidad para ello de adoptar un posicionamiento multidisciplinar que permita adaptar la gestión de conocimiento a procesos de desarrollo socio-económico del modelo de destino ecoturístico. La RSU se da en la medida en que acerca se la teoría y conocimiento sobre el tema hacia la sociedad y no se limita a proporcionar papel en forma de titulaciones y estudios publicados (Martí-Vilar, Vargas Villamizar, Moncayo Quevedo y Martí Noguera, 2014). En el proyecto se entiende como una responsabilidad de la academia el no limitar su acción a formar a profesionales en turismo y desarrollar investigaciones para publicar o en función de proyectos, sino que la UTA desde diferentes áreas de conocimiento sea parte de un proceso de comprensión del valor ecoturístico de la provincia, así como de las necesidades para que la estructuración de un plan de desarrollo permita identificar debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.
El proyecto busca el empoderamiento del ecoturismo, y es planteado desde un eje multidimensional en la economía para la provincia de Tungurahua. En base a la definición aportada se tienen en cuenta sectores que van desde la planificación, gestión, alojamiento, gastronomía, guianza, estructuración de una oferta cultural y de patrimonio, uso de espacios y recursos medioambientales, promoción de productos del sector agrícola-ganadero y secundario como por ejemplo la manufactura de artesanía, calzado, etc.
El ecoturismo como actividad económica requiere de una oferta y una demanda. Por ello el enfoque se planifica en base a dos miradas: de una parte desde la comunidad de la provincia de Tungurahua, en su sentido extenso y en particular con los emprendimientos empresariales ecoturísticos, el sector público de gestión turística (representado en el Comité Provincial de Turismo) y otras entidades que directa o indirectamente tienen relación con la actividad de movilizar a personas alrededor de un producto turístico (museos, asociaciones de montañismo, grupos artísticos…). Y desde la otra parte es planteado teniendo presente la mirada del “otro”. Se considera al visitante como actor activo en su experiencia de tener acceso al producto ecoturístico y los espacios naturales, revelados tanto por la acción del anterior grupo como por descubrimiento propio al recorrer la provincia. Ayora Díaz (2003) refiere que el consumo turístico se realiza a través de la mirada del viajero, organizada y sistematizada dependiendo del momento histórico, la cultura de procedencia, la clase social y pone su acento en que es producida y construida a través de la diferencia o similitud con lo que conoce, sus expectativas y la interpretación que realiza de lo que encuentra.
Así se pasa a la vertebración de entender el ecoturismo como parte de la matriz productiva, en base a la existencia de un producto y un consumidor, que interfiere en el lugar de uso turístico. Siendo así referido por Guzmán Hernández, Garduño Mendoza, y Zizumbo Villarreal (2009) al señalar que las mercancías turísticas que serán consumidas dan lugar a una práctica del turismo que no solo obliga a identificar y promocionar los atractivos ecoturísticos y de recursos naturales, sino a monitorear y redefinir el producto teniendo en cuenta al turista /consumidor.
En base a lo cual cabe establecer la gestión del destino teniendo en cuenta que el turismo un sector de naturaleza fragmentada debido a la multiplicidad de agentes y factores que intervienen, y como se ha señalado, en la provincia cuenta con el Comité Provincial de Turismo de Tungurahua que proporciona de un espacio de diálogo, planificación y acción entre agentes del sector público, emprendedores ecoturísticos y academia. La complejidad del trabajo entre actores con diferentes intereses de una misma actividad como el turismo, requiere una gestión como la planteada por Padurean (2010), quien centró la atención de su proyecto en las estructuras organizacionales que intervienen en la creación de un destino turístico desde el reto de lograr la alineación de los miembros de la comunidad local en un modelo teórico. Desde ese trabajo previo, se propuso generar la confianza entre empresariado diverso, institucionalidad y academia basándose en el denominado modelo de 3 lentes de Ancona. Dicho modelo señala que el mismo mensaje debe llegar adaptado a cada grupo de interés para su comprensión y aceptación, cual prisma que refleja de diferente color el mismo halo de luz. Por ello, hacia el empresariado se habla de procesos estratégicos, a la comunidad se le refiere desde el punto de vista cultural, mientras que en el orden político sobre consensos e influencia en el proceso basado en la legislación y validación de su poder.
El proyecto, siguiendo la experiencia de Padurean (2010), se aborda desde la investigación acción participativa (IAP) la cual constituye un modelo de investigación que sumerge el proceso de búsqueda de conocimiento en la realidad que envuelve a la universidad, implicando a los actores en el proceso de reflexión y descubrimiento conjunto de aspectos obviados en la investigación tradicional desde las ciencias sociales al abrir espacio a agentes de la sociedad que directa o indirectamente resultan beneficiarios. En esta línea de argumentación, Martí Noguera, Martínez Salvá, Martí-Vilar y Marí Mollá (2007) plantearon la RSU como un valor que requiere de una metodología participativa para que mediante el diálogo y la negociación entre la ciudadanía se identifique una propuesta, la cual a través de una concertación y planificación dinamice a las instituciones. La IAP tal como refieren Ortiz y Borjas (2008) debe permitir acortar las distancias existentes entre la teorización desde la praxis educativa y lo que ocurre en la práctica cotidiana, la academia puede, y debe, ser parte de los procesos en curso para fortalecerlos desde la investigación que redunde en beneficio de la sociedad y la formación que imparte.
En los antecedentes del trabajo presentado, la estrategia de turismo para Tungurahua 2014 - 2019, fue formulada participativa y consensuadamente entre las instituciones que forman parte del Comité de Turismo del Gobierno Provincial de Tungurahua. La base de trabajo participativa, y el rol activo de la UTA, facilitan que establecer en las dinámicas de colaboración, la inserción de la metodología científica pueda proporcionar mayor conocimiento en el actuar de las instituciones implicadas hacia ese cambio de matriz productiva que puede en el ecoturismo suponer un beneficio para la provincia, a la par que tiene en cuenta la sostenibilidad ambiental y el legado cultural.
En procesos de cambio social, desde la base, la introducción de la IAP parte del modelo propuesto por Martí Olivé (2000) del cual se adoptan las etapas y fases de investigación expuestas en la tabla 1, y que de las que el presente artículo ofrece una exposición hasta el finalizar la primera etapa.
En primer lugar se aborda la fase de pre-investigación, origen de la necesidad de formular una investigación participativa, a qué obedece. Seguidamente se enlaza con la fase 1 de modo que ofrece una perspectiva inicial de la construcción de un modelo de investigación que transforma las relaciones entre la universidad y las entidades vinculadas al desarrollo del ecoturismo en la provincia. Indicamos desde un primer momento la palabra “transformación”, porque si bien cada institución cumple desde un principio con su responsabilidad social, al descubrir por medio del proceso participativo nuevas formas de interactuar se dan los pasos necesarios para una metamorfosis de las dinámicas y una apertura a un nuevo concepto del desarrollo del ecoturismo como motor de desarrollo económico bajo un prisma de ser responsable con el medioambiente y la sociedad.
Tal como se expone en la introducción, la fase pre-investigación corresponde a los síntomas y demandas explícitas en el Plan Regional de Desarrollo 2013 - 2017 y el POA para Tungurahua, siendo las voluntades plasmadas en política pública de impulsar nuevos modelos económicos sobre la base del legado patrimonial de pueblos, y la biodiversidad ecuatoriana. Estas demandas son asumidas por la Universidad Técnica de Ambato (UTA) en calidad de institución de educación superior pública en la provincia de Tungurahua, que forma e investiga en el ámbito del turismo. La fase inicial cuenta con la financiación de la Senescyt, desde la cual se aprueba el planteamiento de una investigación de diagnóstico basado en la IAP.
La inclusión de expertos externos al país, en un proyecto de desarrollo regional participativo, puede aportar objetividad siempre y cuando esta sea aprobada por el conjunto de actores implicados en la comunidad. En este caso, la carrera de Turismo y Hotelería de la UTA facilita la presentación del proyecto ante el Comité de Turismo de la Provincia de Tungurahua en dónde se da un primer aval para dar a lugar a la primera etapa de diagnóstico. Sin embargo, desde esta etapa deben considerarse las dificultades implícitas en el proceso de la IAP, Flores Kastanis, Montoya Vargas y Suárez (2009, p. 302) plantean los siguientes interrogantes acerca del sentido pragmático que implica:
Ante el primer interrogante, Balcázar (2003) sitúa el origen de la IAP desde la inserción del investigador en la comunidad, con la urgencia de tener un reconocimiento histórico y social previo de la misma, mediante el que adquiere un compromiso con ella. Epistemológicamente refiere el autor que dicha metodología implica aprende a aprender, en este proceso el investigador aprende de la comunidad, y ella a su vez adquiere habilidades para interpretar críticamente, luego se le proporcionan medios para revisar y confrontar creencias, ya no como actores pasivos ante el descubrimiento sino como constructores de una nueva óptica sobre la realidad. La IAP la refiere como un proceso socio-político de transformación, que dependiendo del compromiso, del grado de control que adquieren durante el proceso los beneficiarios y de la colaboración que brindan, será en mayor o menor medida una IAP.
En la praxis del proyecto, la participación se consolida a medida en el avance de la primera fase dado que también cabe la necesidad de capacitar a los representantes tanto de la UTA como del Comité de Turismo. Sin esa introducción de la investigación y reflexión en sus prácticas laborales cotidianas, no se daría una subsiguiente fase en la cual actores como emprendedores, empresarios y futuros estudiantes se vieran inmersos en una acción participativa de construcción de matriz productiva.
El segundo interrogante nos sitúa en el plan de lo personal, dado que el conocimiento debe generarse en las personas participantes, y ser capaces de transferir y compartirlo en las instituciones o entidades a las cuales se hayan vinculados, para que sea efectivo en el proceso de la transformación de matriz productiva y repercuta en el desarrollo regional. Esto nos aboca a identificar la IAP como un ciclo continúo de seguimiento y retroalimentación, que abogue por una cultura del desarrollo personal y la implicación institucional.
La aceptación del proyecto en la anterior fase de pre-investigación se da en asamblea del Comité de Turismo, dando lugar a la fase de diagnóstico sobre el ecoturismo mediante la constitución del grupo de investigación acción participativa (GIAP) que en si son los miembros del Comité de Turismo como organismo de representación provincial de los diferentes agentes que siendo parte del proyecto son directa e indirectamente beneficiarios. El siguiente elemento clave es la conformación de la comisión de seguimiento, que por composición debe trascender el espacio puramente académico de turismo involucrando a investigadores de otras áreas (recordando la interdisciplinariedad del turismo), así como a técnicos de turismo.
En esta fase de diagnóstico se dan dos métodos de recogida de información: las documentaciones en papel, bibliografía e internet acerca del turismo en la provincia, así como también en base a la programación de visitas y entrevistas iniciales con técnicos de las instituciones implicadas en el comité de turismo (técnicos de turismo de cantones, UMICT, CONAGOPARE). El diagnóstico como tal, pretende reconocer objetiva y subjetivamente qué se tiene en materia de ecoturismo y recursos naturales, para establecer participativamente un estado del arte acerca de lo que se necesitaría disponer en un proceso de cambio y fortalecimiento de actores. La subjetividad viene dada por la mirada que cada participante aporta al proceso, desde su conocimiento de lugar y trabajos previos, y es objetiva en la medida que se analizan productos como la estrategia y guías de recursos turístico. Este doble acercamiento establece a través del diálogo un marco de percepción turística, desde el sector público como promotora de ordenación de destino y canalizadora de emprendimientos y la UTA para reconocer su impacto como universidad en la formación e investigación actual al salir a campo para revisar lo orientado de su labor como academia en la práctica.
La dinámica IAP adoptada en el presente trabajo no predispone a partir inicialmente de conceptos teóricos sobre ecoturismo sino a dejarse orientar por la realidad existente, a fin de no acudir con ideas preconcebidas y los “descubrimientos” sobre el turismo visto desde el prisma del diálogo y el contraste de miradas produzca una identificación conjunta de la situación actual. La fase de diagnóstico con entrevistas no estructuradas y recorridos, preestablecidos y acordado con el Comité de Turismo, sirve para detectar aquellos elementos analizadores que en un primer informe aportan información sobre las necesidades formativas existentes.
En el inicio de trabajo de campo se da mediante entrevistas programadas a técnicos municipales miembros del comité de turismo y en reuniones con grupos de emprendedores. El trabajo de campo presenta, entre otras las dificultades señaladas por Padurean (2010), la construcción de confianza, y una detección que el pasado interactuar de la academia en general con el sector del ecoturismo (público y privado) ha tenido como intención un aprovechamiento académico en función de cumplir proyectos de investigación, acceder a títulos al cumplir períodos de vinculación o tesis de pregrado. La nueva gestión de un compromiso de la universidad como motor de cambio con los actores sociales, es señalada como un reto de reconstruir confianzas. Otras dificultades que existen para un trabajo participativo es propio de introducir en el día a día laboral otra actividad que es reflexionar sobre el modelo de desarrollo turístico, cuando ya se da por establecido. La IAP no es neutra (Balcázar, 2003) y por ello al abordar una demanda de mejora desde el diálogo y la interacción con agentes externos a la realidad local, como son investigadores, proyecta un nuevo escenario conjunto que al principio mantiene las mismas dinámicas personales / institucionales que, dado el caso que fructifique el proceso emprendido, pueden llevar a nuevas formas de entender y promover el ecoturismo.
El rol del proyecto en sí radica en acercar las diferentes comprensiones de quienes articulan el ecoturismo en la provincia de Tungurahua, desde lo público fortaleciendo y organizando el destino y al sector privado, y desde la academia la cual forma a quienes deben vivir del turismo en función de las competencias adquiridas y la experiencia a desarrollar en su práctica profesional. La IAP facilita el diálogo, en el cual pueden permanecer dudas de funcionalidad porque se instaura en un ecosistema en el cual los actores se conocen entre ellos, pero el proceso les debe dar otra perspectiva en la cual asentar las relaciones. En el caso del informe de diagnóstico inicial, se levanta la cuestión acerca de preguntas clave sobre el destino, ¿qué se ofrece?, ¿cómo se ofrece?, ¿para qué se ofrece?, ¿para quién se ofrece?
La fase de diagnóstico concluye con algunas respuestas a las preguntas y la presentación de un primer informe, en el cual se estructuran algunos puntos considerados de importancia y obtenidos en el debatir realizado en las entrevistas de campo. El Comité de Turismo con los datos proporcionados realiza una reflexión sobre el planteamiento del modelo de actividad turística, realizado conforme al plan de desarrollo turístico 2014 - 2015. Los nuevos datos señalan la ausencia de un plan de gestión de destino integral dado que los esfuerzos se han centrado en la atracción del turista en base a crear productos, y no tanto en la identificación del perfil de turista deseado para lo cual se requiere un mayor esfuerzo que la academia podría, o debería, suplir. En este punto se da a lugar la entrada de modelos teóricos, comparando experiencias acontecidas en otros lugares nacionales e internacionales como son los casos del Eje Cafetero en Colombia y la Serra de Tramuntana en España, ambos declarados patrimonio cultural UNESCO, para acometer un ejercicio de plantear y estructurar hacia dónde debe ir la investigación en desarrollo turístico en la provincia y cómo debe ser la interlocución entre actores que permita decidir si se aprueba abrir una vía de acción que permita orientar las sinergias actuales del plan estratégico en curso con las nuevas informaciones productos del diagnóstico.
En la provincia de Tungurahua la fase de diagnóstico inicial permite advertir que el hecho de atraer turistas, no implica en sí que el turismo como actividad pueda ser una herramienta en la transformación de la matriz productiva. Las conclusiones preliminares ponen su énfasis en que es necesario investigar por parte de las universidades, como miembros del comité de turismo, sobre el modelo socioeconómico que aporta el ecoturismo y sus impactos ambientales, sociales, y culturales, como punto base de saber a qué perfil de turista se quiere ofrecer algo que se sabe en cierta manera: qué se tiene en la provincia de Tungurahua. El cómo se oferta irá en función de a quien se quiere ofertar, dado que si el objetivo es un público específico (nacional o internacional), deben usarse herramientas adaptadas para no tan solo llegar a ese público sino que ese perfil llegue a destino. Ahí se debe planificar el interrogante ¿para qué?, centrando el énfasis en si se quiere beneficiar a un gestor de turistas (tour-operador), a un emprendimientos de turismo masivo, a uno con el enfoque cultural como prioridad… si bien todos tienen cabida en cierta forma, el primer informe desvela que las universidades tienen la oportunidad de atender a dichas preguntas para fortalecer las políticas públicas por una parte, y por otra atender en su proceso de formación al perfil necesario para dar lugar a un cambio de matriz en la cual ecoturismo y recursos naturales sean rentables y sostenibles.
El propósito del informe de diagnóstico, dar paso a la fase de programación, alerta sobre a qué hay que situar como objetivos específicos del proyecto. La IAP permite estos giros, no obedece a una estructura lineal que deba conseguir el objetivo inicial sin inmutarse sino que se permea del procedimiento participativo. Dicho enfoque metodológico gana valor y credibilidad conforme a que la fase siguiente que incluye entrevistas en profundidad y talleres, ya no es solamente parte de un protocolo preestablecido en el que el sujeto de estudio que son las entidades parte del Comité de Turismo de la provincia de Tungurahua, no son objeto de análisis sino que matizan las realidades a investigar.
Los resultados primarios que se refieren en el siguiente apartado, plantean conceptos como la gestión de destino y la mirada del turista, o como llegar al turista que se quiere atraer, convirtiéndose en elementos analizadores que fortalecen el proceso de desarrollo turístico, y obedeciendo al enfoque del proyecto de diagnosticar necesidades formativas. El aporte que ofrece la academia es que desde el conocimiento de una literatura científica global, se puede aportar información a la sociedad, en este caso representada por el comité de turismo, permitiendo percibir que la actividad turística como industria globalizada tiene tendencias, denominadores comunes, diferenciadores, que escapan al control del comité pero deben gestionarse.
La RSU no se limita a investigar, publicar y formar, sino en comprender y adaptar el conocimiento a transferir (Vargas Villamizar y Martí Noguera, 2014). La IAP ofrece beneficios al conjunto de participantes, a la academia le brinda la experiencia directa del grupo con el cual se trabaja, en este caso sector público y operadores de ecoturismo. El trascender el marco teórico para comprender las vicisitudes y dinámicas a las cuales se enfrentan los actores sociales implica adoptar la perspectiva y necesidades del otro.
El ecoturismo, en un espacio - destino como la provincia de Tungurahua, supone el impulsar en los actores provenientes del sector público y emprendedores un reconocimiento de potencialidades que comparado con otros equivalentes, conduce a identificar un perfil de visitante nacional / internacional que tenga interés en la oferta natural y cultural. La provincia al ser comparada con otros destinos genera una reflexión en el grupo IAP acerca de si se da prioridad en diseñar una oferta genérica (paseos, gastronomía, ruta de aves, cultura) o bien se da un esfuerzo en situar la mirada en aquellos aspectos únicos y diferenciales que un visitante no hallará en otro lugar.
Refiriendo al concepto de “paisaje cultural”, Gómez Alzate (2010) en un estudio sobre el eje cafetero en Colombia, propone un acercamiento transversal y multidisciplinar a la acción del ser humano en un determinado territorio en el transcurso del tiempo para comprender el patrimonio que atesora. Este enfoque de poner en valor en el ecoturismo un destino único permite potenciar la generación de beneficios sociales, económicos y ambientales a la región pues la preservación es clave para que siga siendo un destino sin igual. Si bien en las reflexiones generadas durante el trabajo, se considera que el turismo, como fenómeno económico, tampoco debe ser la meta final de preservar un paisaje cultural (Amerlinck, 2008) dado que se perdería la esencia de tradiciones que han dado forma a un patrimonio intangible para ofrecer representaciones como espectáculos.
El ecoturismo en función del paisaje cultural va orientado a una gama de viajeros que centran su interés no tan solo en vacaciones y diversión, sino hacia un perfil de persona que desea conocer una cultura a través de la observación y compartir experiencias. En este marco la universidad tiene no tan solo las herramientas necesarias para formar a gestores en turismo, sino también para investigar aquellos rasgos y manifestaciones que confieren a la provincia su carácter. La RSU entendida como la acción de la academia en su globalidad puede permitir que un sector en concreto, el turístico, reciba el apoyo de ramas de conocimiento en turismo, antropología, medioambiente, mercadeo, economía, derecho… y complementar con su quehacer institucional los flecos que pequeños empresarios y funcionarios públicos no alcancen por limitaciones en tiempo y recursos.
El diagnóstico inicial permite detectar que se está dando una dinámica de creación de productos turísticos, sin embargo no se tiene identificado posible turista. El visitante no es un objeto pasivo, sino alguien que en función de su toma de decisión elige un lugar al que viajar, tiene unas expectativas con ese lugar que condicionan su mirada. Actualmente la información que se encuentra en internet y por medio de las redes sociales trasciende el destino que se crea, y es reinterpretado. Los trabajos iniciales señalan la importancia de tener presente la denominada “mirada del turista” (Urry y Larsen, 2011) en el proceso de planificación de un destino. La gestión de un lugar turístico y el desarrollo de un ecosistema que genere ingresos a merced de ofrecer productos artesanales, gastronómicos, culturales… da lugar a una relación comercial que obligatoriamente debe considerarse no solamente en la espera del visitante sino también en decidir el perfil al cual se quiere llegar como destino.
Los resultados iniciales presentados en este artículo tienen como objetivo ofrecer un ejemplo acerca de la coordinación entre la universidad, como responsabilidad a su deber de investigación aplicada y transferencia social, en un sector emergente como es el ecoturismo que permite no solamente proporcionar sustento económico a la provincia basado en los atractivos naturales, sino también centrar la atención en el paisaje cultural que atesora el lugar tras siglos de convivencia de diversas culturas con la naturaleza serrana andina.
Desde la metodología IAP se ha generado un proceso de investigación que no busca dar a la sociedad conocimiento sobre turismo, sino que este se adquiere al no buscar el resultado directo sino interrogarse entre los diferentes actores sobre cómo funcionan las dinámicas en curso que dan lugar a emprendimientos turísticos y ordenanzas, y sobre qué argumentos se mantienen. La IAP en base al diálogo e intercambio de saberes sobre modelos de turismo, y la realidad del turismo en Tungurahua, permite trascender de los instrumentos de recogida de información, para avanzar hacia los matices de lo cualitativo, llevar a cabo el diseño de un nuevo espacio de la academia en el desarrollo regional, hasta ahora limitado a la formación y proyectos de grado. La trascendencia de implicarse en comprender los escenarios, personas y situaciones que dan lugar a un modelo de estrategia de turismo para la provincia, facilita el saber cómo en el transcurso del diálogo entre a los nuevos conocimientos sobre el turismo como actividad productiva pueden ser presentados desde la teoría y práctica comparada, sin que parezcan ajenos al proceso de plan de desarrollo turístico en curso.
El cambio de matriz productiva en la provincia de Tungurahua, aprovechando los recursos naturales y culturales para fomentar el ecoturismo, requiere de la UTA a través de un trabajo interdisciplinar entre conocimientos como parte orgánica del proceso de construcción de un modelo turístico. Por medio de la IAP se incluye en el proceso el conocimiento propio de emprendedores y técnicos de turismo que habitan el territorio. El ecoturismo es una actividad sensible a cambios producidos por otras industrias, que a su vez pueden ser generadas por la propia universidad si trabaja desde compartimentos estancos llevando a que los desarrollos de una facultad sean contraproducentes para otra, como por ejemplo propiciar tala de árboles, o modelos de construcción pueden afectar al paisaje cultural. La IAP iniciada puede y debe abrirse a la participación de otros agentes sociales de la provincia y del país puesto que políticas públicas, nacionales o efectos internacionales, afectan a un destino de múltiples maneras.
En resumen de esta reflexión sobre el rol de la RSU en el desarrollo regional del ecoturismo y el diagnóstico de necesidades formativas, en esta primera acción de investigación conjunta, los avances obtenidos apuntan a una necesaria redefinición de relaciones desde la universidad con los agentes públicos y privados del sector turístico, para que con base en las necesidades descubiertas preliminarmente, tales como la gestión del destino con implicación de visitante objetivo o la valorización del legado patrimonial, en la provincia se continúe la labor de la IAP con la particularidad de una universidad orientada desde la investigación y formación al desafío de trabajar interdisciplinariamente desde con la multiplicidad de actores que contribuyen o afectan al ecoturismo como actividad económica, centrando no solamente su atención en tener organizado el producto, sino gestionarlo para que la rentabilidad del mismo revierta en la sostenibilidad del paisaje cultural que conforma Tungurahua.
El presente trabajo fue patrocinado por el Proyecto Prometeo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación de la República del Ecuador.