Resumen: La existencia de estereotipos y desigualdades de género en el ámbito laboral es una realidad a nivel mundial, que ha sido demostrada con datos recabados en diferentes estudios. De forma específica, en el ámbito financiero, los hombres siguen teniendo un rol predominante y la situación en América Latina podría definirse como peor en comparación con otras regiones del mundo. Sin embargo, la traducción financiera desempeña un papel fundamental en este ámbito y cuenta con gran demanda en el mercado, y su realización la llevan a cabo sobre todo profesionales del género femenino. Por ello, el objetivo general de este estudio piloto es aportar datos preliminares sobre la percepción que las mujeres traductoras tienen acerca de su situación en el mercado de la traducción financiera en América. Para la obtención de los datos del estudio utilizamos un cuestionario, que nos ha permitido dar respuesta a las preguntas de investigación planteadas. Los resultados muestran una realidad profesional en la que las mujeres desempeña una labor de gran importancia y en la que, en la mayoría de los casos, recibe poca visibilidad.
Palabras clave: traducción financiera, desigualdad de género, mujeres traductoras, ámbito laboral, América Latina.
Abstract: The existence of gender stereotypes and inequalities in the workplace is a worldwide reality that has been demonstrated with data collected in different studies. Specifically, in the financial sphere, men continue to have a predominant role and the situation in Latin America could be defined as worse compared to other regions of the world. However, financial translation plays a fundamental role in this area, has a very high demand and is carried out mainly by female professionals. Therefore, the objective of this pilot study is to provide preliminary data to show women translator’s perception of their situation in the financial translation market in Latin America. The data was obtained using a questionnaire, which has allowed us to answer the research questions established for this study. The results show a professional reality in which women perform a work of great importance and for which, in most cases, they have little visibility.
Keywords: financial translation, gender inequalities, women translator, work sphere, Latin America.
Résumé: L’existence de stéréotypes et d’inégalités de genre sur le lieu de travail est une réalité mondiale qui a été démontrée par des données collectées dans différentes études. Plus précisément, dans le domaine financier, les hommes continuent de jouer un rôle prédominant et la situation en Amérique Latine pourrait être définie comme la pire des régions du monde. Cependant, la traduction financière joue un rôle fondamental dans ce domaine, et sa demande est très élevée et est réalisée principalement par des femmes. Pour cette raison, l’objectif général de cette étude pilote est de fournir des données préliminaires sur la perception qu’ont les traductrices de leur situation sur le marché de la traduction financière en Amérique. Les données ont été obtenues à l’aide d’un questionnaire, ce qui nous a permis de répondre aux questions de recherche établies pour cette étude. Les résultats montrent une réalité professionnelle dans laquelle les femmes effectuent un travail de grande importance et pour lequel, dans la plupart des cas, elles ont peu de visibilité.
Mots clés : traduction financière, inégalités de genre, femmes traductrices, domaine de travail, Amérique Latine.
Artículo de investigación
La percepción de las mujeres traductoras acerca de su situación en el mercado de la traducción financiera en América Latina1*
Women translator’s perception of their situation in the financial translation market in Latin America
Perception des femmes traductrices sur leur situation dans le marché de la traduction financière en Amérique Latine
Recepción: 28 Enero 2020
Aprobación: 20 Abril 2020
En la actualidad, la existencia de estereotipos y desigualdades de género en el ámbito empresarial es un tema recurrente que se debate a nivel mundial, ocupa constantemente titulares en los medios de comunicación y es objeto de estudios de investigación (América Economía, 2019; Camarena y Saavedra, 2017; Rodríguez Gusta, 2010). En este sentido, y a pesar de la incorporación de un elevado volumen de mujeres en el mercado laboral, como indica la Organización Internacional del Trabajo, “aún persisten fuertes patrones de desigualdad de género en el trabajo en América Latina y el Caribe” (2020). De igual modo, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España señalaba lo siguiente:
La existencia de estereotipos de género tiene consecuencias negativas en el ámbito laboral situando a hombres y mujeres en determinados sectores de producción (segregación horizontal) y categorías profesionales (segregación vertical). Asimismo, los roles asignados tradicionalmente a hombres y mujeres condicionan el acceso al empleo, la permanencia, la promoción, el acceso a la formación, las retribuciones salariales, el disfrute de los permisos, etc. (2015, p. 2).
Por ello, realizamos un estudio piloto sobre la percepción de la situación de las mujeres en América Latina en una especialidad concreta del sector de la traducción: la traducción financiera. Tradicionalmente, como lo explicamos en este artículo con base en datos actuales, el ámbito de las finanzas ha tenido una presencia mayoritaria de los hombres, y queríamos saber si esto podría tener una influencia en quién realizaba las traducciones para las situaciones comunicativas que se enmarcan en este sector. De esta manera, las preguntas de investigación planteadas para este estudio son:
Para dar respuesta a estas preguntas, organizamos el texto de la siguiente manera: primero revisamos los conceptos de traducción financiera y género como los hemos asumido para este estudio. Continuamos con una breve aproximación a la situación actual del sector financiero en América Latina, lo que nos permite reflexionar sobre el papel que desempeña la traducción financiera ante las perspectivas de evolución de este ámbito. Seguidamente, analizamos el sector de los negocios y la cuestión de género con datos actuales acerca de la representación de las mujeres en puestos directivos y la brecha laboral de género en América Latina. De forma más específica, nos detenemos a examinar los datos actuales existentes sobre la traducción financiera en los países objetos de nuestro estudio: Argentina, Colombia, Brasil y México. Esta elección se debe a cuestiones personales de contactos con traductores y agencias de estos países en la especialidad de traducción financiera, lo que nos permitía acotar los datos por las limitaciones de espacio de este estudio.
El marco contextual y teórico del artículo permite al lector tener una perspectiva de la situación de género de esta especialidad, antes de analizar los datos recabados por medio del cuestionario que utilizamos para nuestro estudio, y en el que contamos con la participación de 16 traductoras especializadas en el ámbito de las finanzas y de procedencia de los países mencionados.
Aunque la muestra es reducida y no contamos con representación de todos los países de América Latina y el Caribe, los datos nos permiten validar este estudio piloto y obtener resultados de interés, que sienten unas bases en este ámbito para continuar ampliándolo en el futuro a otros países, tanto de este como de otros continentes, con el objetivo de realizar un estudio de mayor calibre y comparar información.
Las distintas denominaciones con las que se ha clasificado, en función del campo temático, a las especialidades de la traducción han servido para estructurar no solo el mercado profesional de la traducción, sino también el marco formativo. A nivel general, la traducción financiera se podría definir como “una rama de la traducción que da cuenta de las necesidades comunicativas que emanan del campo de las finanzas” (Alcalde Peñalver y Santamaría Urbieta, 2019, p. 3). Sin embargo, en un estudio anterior, Alcalde Peñalver aporta una definición más precisa, que surge de un análisis exhaustivo de las características de la traducción en esta especialidad y que articula con base en tres criterios fundamentales: temática, discurso y género textual. Al respecto, dice que la traducción financiera es la
Actividad que conlleva la traducción de textos especializados dentro del área de las finanzas, entendiéndola como un subcampo de la economía en general y cuyos textos presentan un alto grado de convencionalización, una función principalmente argumentativa y una secundaria informativa y un discurso que vendrá marcado por la innovación terminológica característica de este ámbito (2015, p. 129).
De esta forma, enmarcamos la traducción financiera, dentro de lo que Hurtado denomina “traducción de textos especializados” (2001, p. 59), en el sector de las finanzas y para la que, por tanto, se requieren unos conocimientos y unas habilidades marcados por el nivel de especialización del ámbito temático.
Numerosas investigaciones académicas han analizado la relación entre los estudios de traducción y los de género (De Marco y Toto, 2019; Federici et al., 2011; Von Flotow, 2011). No obstante, no existen trabajos que relacionen la cuestión de género con una especialidad como la traducción financiera, que se enmarca en un sector con unas peculiaridades contextuales que se describen en los siguientes apartados.
De forma específica, esta investigación la abordamos desde la perspectiva de género, entendiéndola como el conjunto de “conductas, características y actitudes que se consideran masculinas o femeninas y que pueden manifestar variaciones de una cultura a otra y de un periodo histórico a otro” (Puleo, 2007, p. 13). Asimismo, se entiende como “una cuestión de relaciones sociales en las que los individuos y los grupos actúan” (Connel y Pearse, 2015). Por lo tanto, estaríamos ante una estructura social que implica la manera en la que nos relacionamos con los cuerpos.
La multitud de estudios y definiciones de la cuestión de género lo convierten en un concepto multidimensional, ya que no atañe únicamente a la identidad, al trabajo o a la sexualidad, sino que aúna todos estos elementos. En el estudio que nos ocupa, la cuestión de género se trata desde esta multidimensionalidad y, principalmente, desde las desigualdades existentes (o no) entre mujeres y hombres, en un ámbito laboral concreto como es el de la traducción financiera.
En diciembre del 2019, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe publicó el balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, en el que se vislumbra un panorama dominado por la desaceleración económica generalizada y por un futuro incierto en cuanto al crecimiento de tipo económico, ya que se espera que, durante el 2020, estos países experimenten un crecimiento aproximado de un 1,3 %. Si se cumplen los pronósticos, esta región del mundo habrá experimentado el menor crecimiento económico en los últimos 40 años.
Si nos centramos en los países objeto de estudio en este artículo (Argentina, Colombia, Brasil y México), observamos que, según datos del Banco de España (2019), en el año 2019 se presentó una deceleración en Argentina y un crecimiento mínimo en el resto de los países (véase Figura 1). Otras previsiones del 2020 resaltan el crecimiento de Argentina y el estancamiento de Colombia, Brasil y México, con subidas de tipo mínimo.

Como se menciona en un estudio previo (Alcalde Peñalver, 2014), este tipo de situaciones económicas no suelen afectar al volumen de traducción financiera que requieren las empresas, sino todo lo contrario.
En este sentido, es necesario señalar, a título ilustrativo, que la crisis económica en España, del 2008 al 2014, produjo unas necesidades de comunicación multilingüe en el ámbito empresarial que, unidas a las exigencias de transparencia y claridad en la información, implicaron tener que contar con traductores financieros. Además, una de las características de los intermediarios financieros consiste en suscitar la confianza de sus clientes, los inversores. Por tanto, la comunicación multilingüe, como estrategia de expansión de las empresas, desempeña al respecto un papel fundamental que, por lo general, no se ve afectado. Así lo afirmaba también Gil, al hablar de la situación de crisis en la zona euro:
Persistent uncertainty regarding the global economy and heightened anxiety concerning the economic situation in the Eurozone has increased demand for the right information at the right time. This means that more financial-related information needs to be translated in an accurate and timely manner (2013, p. 10).3
Este mismo autor señalaba, en plena crisis en España en 2012, que incluso en el clima de recesión económica que se vivía, existían multitud de oportunidades en traducción financiera, porque la necesidad de información traducida en este ámbito era aún mayor. Por lo tanto, esto nos lleva a pensar que, a pesar de que las perspectivas económicas no sean las mejores para estos países, la traducción financiera seguirá desempeñando un papel clave como estrategia de expansión económica a nivel empresarial.
Resulta de interés que profundicemos, en este apartado, en la cuestión de género y en cómo las mujeres tienen una baja representación en puestos directivos. Los últimos datos publicados por el Fondo Monetario Internacional (2017) dan muestra de ello, ya que las mujeres ocuparon “less than 2 percent of bank ceo’s positions, and less than 20 percent of the board seats” (Sahay et al., 2017, p. 2).4 Esta realidad no es nueva, puesto que existe gran variedad de documentos que remarcan la escasa presencia femenina en puestos de alta responsabilidad (Catalyst Census, 2014; Credit Suisse, 2012 y 2019; International Labor Organization, 2012; Wolfers, 2006).
La situación en América Latina no es diferente, e incluso podría definirse como peor en comparación con otras regiones del mundo (Observatorio de RRHH, 2019), puesto que, en el 2012, solo el 5,6 % de los puestos de dirección estaban presididos por mujeres (International Labor Organization, 2012). Más de la mayoría (58 %) de las grandes empresas no tenían ninguna mujer en la junta directiva y solo el 42 % incluye a una única mujer al frente. Se afirma que en esta región del mundo no se ha experimentado ningún avance hacia la inclusión de las mujeres en el sector de los negocios y que “muy pocas mujeres ejecutivas llegan a las juntas directivas de las mayores empresas latinoamericanas” (BBC Mundo, 2020).
Asimismo, este informe indica que el 36,8 % de las mujeres que tienen un puesto al frente de una gran empresa latinoamericana lo desempeñan por cuestiones familiares. Este es el caso de Brasil, en donde el 41,7 % de las mujeres cumplen con esta condición. La situación de este país parece mejorar, puesto que en el año 2001 estas representaban el 6 % de las juntas directivas, y en el año 2010, esa cifra ascendió al 13,7 %. En Argentina, por otro lado, el 6 % de los puestos directivos son liderados por mujeres, según datos del 2011. En el año 2010, de un total de mil grandes empresas, 43 de ellas eran lideradas por mujeres (4,4 %), lo cual da muestra del leve aumento en puestos directivos de las mujeres en este país. En Colombia, estas lideraron, en el 2013, el 10 % de las empresas. Por último, en México, el 54 % de las doscientas empresas más grandes en el año 2011 eran presididas por mujeres (International Labor Organization, 2012).
En este sentido, la brecha laboral de género en México merece nuestra atención, puesto que estudios recientes (Gran Thornton, 2019; Romero, 2020) demuestran que la situación ha empeorado, aunque existió un periodo entre el 2017 y el 2018 donde pareció mejorar, lo que puede actualmente asociarse a factores de incertidumbre económica.
Los datos mostrados en este apartado, aunque no son positivos y auguran un futuro poco incierto en cuanto a la presencia femenina en el sector de los negocios y las finanzas, sí que han demostrado en los últimos años un leve aumento. No podemos afirmar que esta situación vaya a mejorar, ya que existen datos que prueban lo contrario, pero sí que se intuyen diferentes iniciativas que numerosas empresas ya han puesto en marcha para contar con una mayor presencia femenina en sus puestos de dirección (Banco Interamericano de Desarrollo, 2019, 2020; La Vanguardia, 2019).
Tras esta descripción general de la situación actual del sector financiero en América Latina y en los países objeto de estudio de este artículo, pasamos a continuación a centrarnos en el sector de la traducción y, más concretamente, en el de la traducción financiera.
De acuerdo con un estudio publicado en 2012 por Kelly y Stewart, el sector financiero y de seguros se sitúa en tercer lugar de importancia para las empresas de servicios lingüísticos, tras el sector educativo y el sector sanitario. La cantidad total que genera la traducción en el sector financiero en esta área geográfica asciende a 9 790 483 dólares.
En este estudio (Kelly y Stewart, 2012) se hace igualmente un desglose por países, donde se muestra que el sector financiero ocupa el cuarto lugar de importancia en Argentina, el noveno en Brasil y el segundo en México.
Por otro lado, en el año 2008, Clavijo et al. llevaron a cabo un estudio en el que se analizó el papel del traductor financiero en Colombia y en él se subrayó que la mayoría de los profesionales que se encargan de esta labor son traductores independientes “que no tienen formación profesional en traducción y que forman parte del sector, más por vocación que por formación” (2008, p. 137). Escobedo Quintana y Garvich Claux justifican esta situación en que “no hay instituciones educativas que brinden una especialización para los traductores” (2016, p. 4). En esta cuestión también puso énfasis el “Encuentro Nacional de Traductores”, organizado por el Colegio Colombiano de Traductores y la Universidad ean en el año 2006, en el que se empezó a estudiar la necesidad de profesionalización de traductores en el ámbito financiero, económico y de negocios internacionales. Franco Bello (2011) igualmente ahonda en esta cuestión y, además, subraya la evidencia de desarrollo de los estudios dedicados a este campo de especialización que ha tenido lugar en España y su escasa presencia en países como Colombia.
La plataforma (Language Industry Platform), incluida en la Comisión Europea, publica cada año un informe sobre las expectativas y preocupaciones del sector lingüístico no solo en Europa (pero sí mayoritariamente), sino también en América, Oceanía, África y Asia. El último informe publicado (2019) analiza la situación de las empresas, los profesionales, los departamentos de traducción y los institutos de formación del sector de 55 países, a los que se les pasó un cuestionario que fue respondido por un total de 1404 personas.
Dicho informe, que no pretende extraer datos cuantitativos exactos del sector, sino simplemente “establish the mood of the industry” (2019, p. 3), analiza ciertos datos que son de interés para nuestro estudio. Uno de ellos se centra en los tipos de formación organizados durante el año 2018 por los entrevistados, los cuales hacen patente la importancia de las nuevas tecnologías, que sigue siendo el tipo de formación más solicitada. No obstante, también incluyen el sector de las finanzas entre los cursos de formación más populares, especialmente solicitados por los departamentos de traducción y los profesionales autónomos.
Tras este panorama general que hemos elaborado sobre América Latina, pasamos a continuación a describir la situación del sector de la traducción financiera y de finanzas en los países objeto de estudio.
Los estudios sobre la traducción financiera en Argentina no abundan, lo cual puede deberse a que hace casi tres décadas la actividad traductora en el país daba sus primeros pasos o no existía (Cabrera et al., 1991). Sin embargo, en un estudio de mercado de la traducción en Argentina, que también incluía a Chile y a España, y fue publicado en el año 2014 (Diéguez et al., 2014), se muestra la situación de la traducción en este país. Se recogieron las respuestas de 394 traductores profesionales residentes, las cuales muestran que las áreas temáticas de mayor demanda son las áreas técnico-industrial y de medicina (133 de los encuestados), en primer lugar; la jurídica en segundo (119); la temática de las tecnologías de la información en tercer lugar (113), y en cuarto lugar, el área de economía, administración, finanzas y estadística (72).
En cuanto a la situación de Colombia y la presencia del traductor financiero, en el “Estudio de mercados Programa de Traducción” (Flórez et al 1999) se confirma que el número de traductores profesionales que trabajan para empresas es reducido, principalmente, como apuntan Quiroz Herrera et al. (2015, p. 47), por la “poca difusión, el poco mercadeo de la traducción” y la poca visibilidad de los traductores e intérpretes en este país.
La mayoría de los traductores residen en Bogotá (Quiroz Herrera et al. 2015) y son miembros de la empresa para la que trabajan, es decir, son trabajadores que disponen de conocimiento de las dos lenguas, pero que carecen de cualquier tipo de especialización. Estos dos investigadores entrevistaron a 244 traductores y destacan que el eje profesional de este país está en la traducción técnica y científica.
Al igual que ocurría en Colombia y Argentina, el mercado de la traducción en este país es “preocupante” y “sombrío” (Duhá Lose y Romanelli, 2014, p. 3), puesto que esta profesión es considerada una actividad invisible, falta de referencias concretas y de investigación. A estos adjetivos añadiríamos el de “escasa” cuando hablamos de la traducción financiera o de negocios, puesto que no existen, en la actualidad, carreras que ahonden en este campo de especialización.
Es necesario señalar que solicitamos tanto a la Associação de Tradutores e Intérpretes Comerciais do Estado de São Paulo, como a la Associação Brasileira de Tradutores e Intérpretes si disponían de datos actualizados, pero no hemos recibido hasta la fecha respuesta al respecto.
La falta de profesionalización del traductor queda también patente en el caso de México (Fernández Acosta, 2018b), donde se recurre a personas no monolingües, sin una base sólida de conocimientos lingüísticos para realizar cualquier tipo de traducción. Sin embargo, otros estudios recientes subrayan el aumento, en los últimos años, de las traducciones de tipo técnico en el país (Fernández Acosta, 2018a).
Asimismo, una encuesta llevada a cabo en el 2018 a 477 traductores profesionales residentes en México, de los cuales la mayoría de ellos eran traductores autónomos (80 %), recalca que la especialidad con mayor demanda de traducción en el país corresponde al área jurídica, con un 21 % del total del mercado, seguido de la medicina, la farmacia y los negocios y la administración. Esto da muestra de que la traducción de finanzas se encuentra entre las especialidades más frecuentes en el sector de este país.
En el año 2017 se llevó a cabo otro estudio en el que se entrevistó a un número mayor de traductores e intérpretes (1087) y que sitúa la traducción comercial y de negocios entre las cinco primeras, con un 6,69 % de traducciones, y la traducción de finanzas en la décima posición, con un 2,49 %.
Aunque en los documentos analizados con anterioridad para describir la situación de la traducción financiera en Argentina, Colombia, Brasil y México se expongan datos sobre la combinación de lenguas de mayor demanda o el tipo de especialidad que predomina, en casi ninguno, a excepción de los estudiados de Colombia y Brasil, se encuentra información sobre el papel que desempeñan las mujeres en el ámbito de la traducción financiera en los países latinoamericanos.
Uno de los datos analizados por la plataforma LIND en el marco de la Comisión Europea, descrita más arriba, y que merece nuestra atención, subraya la importancia de estudiar y analizar la cuestión de género en el sector lingüístico. Por primera vez, desde que se publicara en 2013, incluye entre los datos que se recogen en su estudio la cuestión de género (LIND, 2019, p. 4). Esto da muestra del creciente interés que despierta el conocimiento de estos aspectos entre los profesionales del sector.
Si nos centramos en la estructura de la industria, resulta significativo mencionar que el 73 % de las personas que representan el sector de la traducción en general son mujeres. En el sector empresarial existe paridad entre el número de mujeres y de hombres. Sin embargo, los traductores autónomos son, en su mayoría, mujeres, esto es, el 80 % frente al 20 % de hombres.
Aunque sea mayor el número de mujeres que el de hombres que se dedican a este sector, los sueldos no son los mismos, ya que, como se afirma en el documento, “the infamous gender pay gap is also present in our industry”5 (LIND, 2019, p. 39).
Esta brecha de género, en cuanto a los ingresos, se observa con mayor claridad entre los profesionales autónomos. Aquellos que cobran menos de 25 000 € son, en su mayoría, mujeres (alrededor de un 45 %), frente al 40 % de hombres. Sin embargo, la brecha se dispara cuando los ingresos se sitúan entre los 50 000 € y los 100 000 €, puesto que aquí son los hombres los que cobran más (alrededor de un 25 %), frente al 15 % de mujeres. Aunque no hemos podido obtener más datos estadísticos sobre este punto, al menos aportan una primera aproximación al respecto.
Los profesionales de la traducción que trabajan por su cuenta incluyen, entre sus servicios más solicitados, los que tienen que ver con el ámbito legal, el gubernamental, los medios de comunicación y las finanzas, en ese orden. Cabe destacar la diferencia que existe entre el porcentaje de mujeres y hombres que se dedican al sector de la traducción financiera. Las mujeres que se dedican a este sector son alrededor de un 8 % y el porcentaje de hombres ronda el 10 %. Sin embargo, resulta interesante traer a colación los cursos de formación en traducción financiera nombrados con anterioridad, ya que estos suelen ser cursados por más mujeres que hombres (LIND, 2019).
Creemos que estos datos, aunque no se centran únicamente en los países objeto de estudio en este artículo, puesto que también incluyen países europeos, representan un punto de partida de la situación de las mujeres en el sector de la traducción general y en el de la traducción financiera más concretamente. Más de la mitad de los encuestados eran mujeres, lo que se puede extrapolar a la situación actual en el mundo de la traducción profesional.
En cuanto a los datos analizados hasta la fecha sobre los países objeto de estudio, en el caso de Argentina y Brasil no se han encontrado información que refuerce la presencia de las mujeres, frente a los hombres, en el sector. Sin embargo, en Colombia, aunque sea para referirse al mundo de los traductores oficiales, sí que se muestran datos de la presencia ligeramente más frecuente de las mujeres respecto a los hombres (Quiroz Herrera et al., 2013). Las primeras representan más del 55 % del sector, mientras que los segundos son el 44 %.
Alguno de los estudios centrados en la profesión del traductor en México también ahondan en el concepto de género y destacan que se trata de una profesión principalmente femenina (Fernández Acosta, 2018a). A diferencia de la paridad de género que existe en Colombia, en México, el 75 % de los traductores son mujeres y el 25 % hombres. Un estudio anterior realizado en México (Fundación Italia Morayta, 2017) vuelve a indicar el dominio de las mujeres (61,7 %) frente a los hombres (38,2 %) en este sector.
A la hora de buscar una razón a la mayor frecuencia de aparición de la presencia femenina en este sector, algunos autores han intentado justificarla haciendo referencia a que se trata de una profesión que, al ser ejercida desde casa y a tiempo parcial, permite desarrollarse simultáneamente con tener hijos y criarlos (Pym et al., 2012). Otros autores, por otro lado, lo explican diciendo que las mujeres se han abierto camino en el sector lingüístico “(aunque a veces de manera soterrada) a pesar de que son los hombres quienes han predominado por razones históricas, culturales o de otra índole” (Quiroz Herrera et al., 2013, p. 181).
Para este estudio se hizo una adaptación del cuestionario elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España (2015), titulado “¿Cómo detecto estereotipos de género en la plantilla y personal directivo de mi entidad?”. Este cuestionario forma parte de un conjunto de herramientas elaboradas por este Ministerio para complementar el servicio de asesoramiento para planes y medidas de igualdad en las empresas. Se trata de un cuestionario rápido y cuyo objetivo es permitir al personal responsable de las empresas
[…] detectar aquellos estereotipos por razón de género que dificultan la consecución de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres siendo, su repercusión más inmediata, la segregación profesional del mercado de trabajo (España, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2015, p. 2).
En este sentido, los objetivos del cuestionario nos permitían dar respuesta a las preguntas de investigación establecidas en la introducción de este artículo, con el objetivo general de aportar una percepción del mercado de la traducción financiera en América Latina desde el punto de vista de las mujeres traductoras. El hecho de limitarlo al contexto latinoamericano se debe a que, como pudimos observar en el marco contextual, se trata de un continente en el que las diferencias en cuestión de género en el sector financiero son evidentes, por lo que resultaba de interés tener en cuenta cómo se trasladaría al campo de la traducción en este ámbito.
La adaptación del cuestionario para nuestro estudio fue validada por tres profesores de universidades españolas y se incluye en el anexo. Los datos se analizan de forma descriptiva, al tratarse de un estudio piloto sin fines estadísticos ni cuantitativos.
Las autoras siguieron los lineamientos éticos en el tratamiento de datos y obtuvieron el consentimiento de los participantes para publicar y divulgar los hallazgos de la investigación.
Además, es necesario señalar que, al tratarse de un estudio piloto de percepción, no podemos generalizar los datos obtenidos ni aportar conclusiones derivadas de los mismos con fines prescriptivos, pero estos sí nos permiten contar con una visión preliminar de la situación que las mujeres traductoras perciben de este tipo de especialidad en el contexto latinoamericano y sentar unas bases investigadoras para seguir profundizando en este tema en el futuro, ampliando la muestra y los países objetos de estudio.
El criterio de inclusión más importante para las traductoras encuestadas era que hubieran realizado o realizaran traducciones de tipo financiero de forma habitual, por las cuestiones de especialización que debíamos tener en cuenta en nuestro estudio.
La puesta en interacción con ellas fue a partir de contactos personales, mediante sus páginas web y por medio del directorio de foro de traductores Proz (1999-2020), ya que este permitía realizar búsquedas específicas con palabras claves para limitar los resultados a un país determinado y en función de esta especialidad. Del mismo modo, era básico, por el carácter profesional que debía reunir esta muestra de sujetos, que o bien estuvieran dadas de alta como autónomas, o bien tuvieran un contrato en plantilla en una empresa.
En cuanto al total de participantes, como señalamos con anterioridad, el número de respuestas es limitado, al tratarse de un estudio piloto, pero este nos permite aportar datos preliminares sobre cómo se percibe la situación del mercado de la traducción financiera en América Latina. De entre las 16 traductoras que participaron, 7 eran mexicanas, 4 brasileñas, 3 colombianas y 2 argentinas.
Al tratarse de una muestra limitada, no juzgamos relevante, hasta ampliar en un futuro el estudio, ofrecer datos comparativos entre los diferentes países y más bien ahora presentamos los resultados de forma general.
El 100 % de las encuestadas eran traductoras autónomas, y entre los países de procedencia de sus clientes se encontraban los siguientes: Estados Unidos (7 casos), Inglaterra (4 casos), Brasil (3 casos), México (3 casos), Argentina (2 casos), Israel (2 casos), y Alemania, Austria, China, Dinamarca, Francia y Perú (1 caso).
Tras describir la situación actual del sector financiero, así como la de la profesión del traductor financiero en Argentina, Brasil, Colombia y México, y la cuestión de género en el sector de las finanzas y los negocios, se procede a continuación a analizar los datos obtenidos en el cuestionario descrito anteriormente, para presentar la percepción que tienen las mujeres traductoras de su situación en el sector de las finanzas en Latinoamérica.
Para ello, se ha dividido este apartado en cinco secciones, en las que mostramos las respuestas obtenidas, acompañadas de varios gráficos para facilitar su lectura. Los cinco apartados objeto de análisis son los siguientes: 1) presencia masculina o femenina en el sector de las finanzas, 2) interés en acceder a puestos de responsabilidad, 3) percepción de los clientes en cuanto a capacidades y habilidades, 4) diferencias de género en cuanto a la retribución, y 5) traducción y conciliación.
En relación con la pregunta sobre la presencia masculina o femenina en el sector de las finanzas, más de la mitad de las mujeres tienen la percepción de que se trata de un sector equilibrado (56,2 %); un 37,5 %, que es un sector masculinizado, y solo un 6,3 % lo estima feminizado (véase Figura 2). Estos datos difieren de los apartados que aparecen anteriormente en nuestro trabajo, en el sentido de que la percepción que tienen las mujeres traductoras encuestadas es de que existe cierto equilibrio entre la presencia femenina y masculina, lo cual podría deberse a que la persona de contacto en cuestiones de tipo lingüístico, o de otra índole, sea también una mujer. En efecto, como mostraban los datos citados, “muy pocas mujeres ejecutivas llegan a las juntas directivas de las mayores empresas latinoamericanas” (BBC Mundo, 2020) y, en comparación con otras regiones del mundo, la situación se describía como peor (El Economista, 2019).

Además, para esta pregunta, una de las traductoras encuestadas aportó el siguiente comentario: “El sector sí es mayoritariamente masculino, aunque a mí me gusta porque es un reto”. Otra de ellas añadió que “si bien el sector financiero es predominantemente masculino, me parece que el ámbito de la traducción (en general) es mayoritariamente femenino”. Además, cuando se les preguntaba sobre quién desempeñaba los puestos de dirección de la(s) empresa(s) para la(s) que trabajaban, las respuestas muestran un 50 % de hombres y un 50 % de mujeres.
En lo que respecta al número de hombres y mujeres en traducción financiera, un 68,8 % indicó que no había más hombres y un 31,8 % que sí. De las cinco que indicaron que sí, tres señalaron que creían que se debía al hecho de que el ámbito financiero es predominantemente masculino; una que no lo sabía, y otra respondió de forma negativa. Estos datos están en línea con los reflejados por el estudio de la plataforma LIND (2019) o con otros de los estudios referidos anteriormente (Fernández Acosta, 2018a; Fundación Italia Morayta, 2017; Quiroz Herrera et al., 2013), en los que se menciona una mayor presencia del género femenino en traducción, aunque no de forma específica en traducción financiera, donde el porcentaje es mayor (10 % de hombres, frente a un 8 % de mujeres, según el estudio LIND, 2019).
En cuanto a la tendencia generalizada de que los clientes con los que trabajan piensan que no están interesadas en acceder a puestos de responsabilidad, los resultados muestran que un 87,5 % de las encuestadas no perciben esta opinión, frente a un 12,5 % que sí (véase Figura 3).

No obstante, los datos aportados en el marco teórico nos dejan ver una realidad diferente, en la que predominan los hombres en los puestos de dirección y solo en casos de empresas familiares aparecen porcentajes más alentadores para las mujeres. En este sentido y para dar respuesta a la pregunta 1 sobre si las mujeres traductoras de América Latina especializadas en traducción financiera tienen la percepción de que el sector financiero está masculinizado o dominado por el género masculino en los puestos de dirección, los datos de este estudio piloto reflejan que no tienen esa percepción y, en el caso de tenerla, no parece ser un obstáculo en su trabajo.
En relación con la pregunta sobre la opinión generalizada de que las mujeres tienen distintas capacidades y habilidades que los hombres cuando traducen para este sector y envían los textos a sus clientes, un 75 % indicó que no percibían esta diferencia, un 18,8 % que a veces, y solo una traductora respondió que sí la percibía (véase Figura 4). Estos datos vuelven a mostrar que las mujeres traductoras no perciben que el cliente las trate de manera diferente por ser mujeres o que les atribuya capacidades y habilidades diferentes a las de los hombres.

En cuanto a la retribución, el 81,3 % de las mujeres encuestadas indicó que no estaban peor pagados los encargos de traducción financiera que ellas recibían, que los que hacían traductores de género masculino; pero tres de las encuestadas respondieron de manera afirmativa (véase Figura 5).

Sobre esta pregunta y la del número de mujeres y hombres en traducción financiera, una de las encuestadas aportó el siguiente comentario:
Tengo conocimiento de muchas más mujeres trabajando en traducción financiera que hombres (tal vez porque es una profesión mayoritariamente femenina), pero lo cierto es que las pocas personas que conozco que han pasado de ser freelancers a ocupar cargos fijos muy bien remunerados en traducción financiera en instituciones internacionales u organizaciones son siempre hombres.
Esto nos permite dar respuesta a la pregunta 2, sobre si las participantes de nuestro estudio consideran que existen diferencia en cuanto a estas capacidades, habilidades y remuneración. Aunque no existen datos previos sobre la percepción de los empresarios, los datos recabados en el estudio de la plataforma LIND (2019) acerca de las diferencias en los ingresos, más elevados en el caso de los hombres, parecen reflejar una situación en la que los empleadores creen que estos tienen mayor capacidad y habilidad para merecer una mayor retribución. A pesar de estos datos, los resultados de nuestro cuestionario nos muestran una perspectiva en la que estas traductoras encuestadas no parecen percibir o sufrir esas diferencias en el caso de la traducción financiera.
Finalmente, los datos sobre la conciliación familiar y formación continua nos permiten dar respuesta a la pregunta 3. Por un lado, un 81,2 % de las traductoras encuestadas indicó que era más fácil para una mujer ser traductora autónoma, por la flexibilidad que esto aportaba, frente a un 18,8 %, que respondió de manera negativa (véase Figura 6).

Esto parece estar en consonancia con lo afirmado por Pym et al. (2012), quienes, como indicamos anteriormente, justificaban la mayor presencia femenina en el sector, por ser una profesión ejercida desde casa.
Por otro lado, cuando se les preguntaba sobre la formación continua en traducción financiera, el 56,3 % de las encuestadas indicó que no les era más difícil por el hecho de ser mujer, frente al 43,8 % que respondió de manera afirmativa. Esto sigue igualmente la línea de los datos aportados por el estudio LIND, en el que se indicaba que los cursos de traducción financiera los realizaban más mujeres que hombres (2019, p. 4).
En este estudio nos hemos centrado en la cuestión de género en traducción financiera, una de las especialidades que, como demuestran los datos aportados en el marco teórico, cuenta con mayor demanda en el sector de la traducción, y supone, además, una gran apuesta de expansión para las empresas a la hora de afrontar problemas relacionados con la recesión económica.
Aunque por la muestra limitada de sujetos no podemos generalizar los resultados obtenidos, el estudio nos ha permitido dar respuesta a las preguntas de investigación planteadas y cumplir así con el objetivo de aportar una visión preliminar de la percepción que tienen las mujeres traductoras sobre su situación en el ámbito de la traducción financiera en América Latina.
Por un lado, llama la atención, tras observar los datos que muestran una presencia predominante de los hombres en el sector de las finanzas y de los negocios, que en el sector de la traducción financiera las mujeres sean las que hagan la mayoría del trabajo. No obstante, estas no perciben que existan diferencias por su género, es decir, respecto a los hombres, en la consideración de habilidades y capacidades, en ambición profesional o de trato de sus clientes en cuanto a retribución. Esto nos muestra que, a pesar de los datos recabados en los diferentes estudios mencionados y de las campañas que existen para lograr una mayor igualdad de género, no parece ser un problema que afecte a la traducción financiera de forma específica en Latinoamérica.
En cuanto a la cuestión de la conciliación familiar y la formación continua, los datos concuerdan con los publicados por otros estudios, lo que parecería reflejar una realidad en la que las mujeres tienden a ocupar puestos que les permitan compatibilizar mejor su situación profesional con la familiar.
De este modo, en general, los resultados muestran una realidad profesional en la que las mujeres desempeñan una labor de gran importancia en un sector de los que cuentan con más demanda en el mercado y que tiene una repercusión directa en la economía de un país. Sin embargo, es necesario que tengan mayor visibilidad y que sean reconocidas por el sector, por el gran papel que desempeñan en el mismo.
Como continuación de la investigación, nos proponemos a futuro ampliar el número de países participantes y realizar una comparación con la situación en Europa, así como obtener sujetos que estén en plantilla, aunque predominen en la traducción los profesionales que son autónomos, con el objetivo de comparar datos entre ambas situaciones de trabajo.
Del mismo modo, es de gran relevancia contar con las opiniones de los empleadores, para conocer su percepción acerca de los asuntos tratados.
Por último, también es importante realizar estudios paralelos que permitan comparar datos con otro tipo de especialidades de gran demanda en el mercado, como la científica, médica o audiovisual, y ampliar así la investigación a otros campos temáticos. Con este tipo de estudios, se incorpora la perspectiva de género como paso previo para despertar un punto de vista crítico a nuestras investigaciones en el ámbito de la traducción, con el fin de identificar y analizar así posibles formas de desigualdad (o no) en función del sexo, especialidad profesional y lugar en la que se lleva a cabo.
Cuestionario (adaptado de Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España, 2015)





