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Reseña del libro: Refracciones. Traducción y género en las literaturas románicas/Réfractions. Traduction et genre dans les littératures romanes, Annette Keilhauer y Andrea Pagni (Eds.), LIT Verlag, 2017, 241 pp.
Clémence Belleflamme
Clémence Belleflamme
Reseña del libro: Refracciones. Traducción y género en las literaturas románicas/Réfractions. Traduction et genre dans les littératures romanes, Annette Keilhauer y Andrea Pagni (Eds.), LIT Verlag, 2017, 241 pp.
Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción, vol. 13, núm. 2, pp. 537-540, 2020
Universidad de Antioquia
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Reseña

Reseña del libro: Refracciones. Traducción y género en las literaturas románicas/Réfractions. Traduction et genre dans les littératures romanes, Annette Keilhauer y Andrea Pagni (Eds.), LIT Verlag, 2017, 241 pp.

Clémence Belleflamme
Université de Liège, Belgium
Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción, vol. 13, núm. 2, pp. 537-540, 2020
Universidad de Antioquia
Keilhauer Annette, Pagni Andrea. Refracciones. Traducción y género en las literaturas románicas/Réfractions. Traduction et genre dans les littératures romanes. 2017. LIT Verlag

Entre las numerosas metáforas asociadas a la traducción, Annette Keilhauer y Andrea Pagni eligieron la de la refracción para analizar desde una perspectiva histórica la influencia que ejercen las cuestiones de género en la traducción. Este volumen colectivo reúne, además de la introducción, nueve contribuciones redactadas - como ya indica el título bilingüe -en francés o en español (con excepción de un artículo en inglés). Los índices de nombres y de temas incluidos al final del libro facilitan su consulta.

En su introducción, titulada “Aproximaciones a una historia de la traducción en perspectiva de género”, las editoras ofrecen una visión de conjunto de los estudios situados en el cruce de traducción y género, desde el ámbito de los estudios de traducción y literarios, hasta el campo de la historia de la cultura y de la literatura. Consagran el segundo apartado a la historia de la noción de “refracción”, aplicada por primera vez a la traducción por Lefevere en 1982 para referirse a las transformaciones que sufre un texto al pasar de un medio a otro. En el volumen el concepto se emplea en un sentido heurístico, junto con aspectos de la sociología de la traducción que permiten tomar en cuenta la complejidad, la pluralidad y la variabilidad de cada medio cultural y lingüístico.

Como aclaran las editoras, las contribuciones se organizan según una estructura tripartita, aunque esta no aparezca explícitamente en el índice. La primera parte, que cuenta con cuatro contribuciones, se centra en distintos actores que intervienen en el proceso de traducción: traductoras, editores, críticos literarios, censores. La abre un artículo de Mónica Bolufer en el que la investigadora adopta un enfoque biográfico y microhistórico para reivindicar la agencia de los sujetos implicados en la práctica de la traducción. Gracias a fuentes en parte administrativas, reconstruye los perfiles intelectuales, familiares y sociales de tres traductoras del siglo xviii para entender mejor las razones que motivaron sus elecciones, así como los objetivos que perseguían al practicar la traducción. Constata que todas firman sus textos con nombre propio y hacen oír su voz personal e individual, aunque no en la misma medida. Mientras que Cayetana de la Cerda se limita a un breve prólogo, María Rosario Romero redacta un extenso prefacio autobiográfico, multiplica las notas al pie y añade una carta final a la obra de Mme de Graffigny. Inés Joyes opta por yuxtaponer a la traducción, en la que permanece bastante discreta, el ensayo independiente muy atrevido Apología de las mujeres.

Lieselotte Steinbrügge se interesa por la duquesa Isabel Carlota de Orleans e indaga el tratamiento editorial de sus cartas en las traducciones francesas. La investigadora sostiene que las prácticas editoriales contribuyeron a difundir una versión sesgada de su obra. De hecho, debido al gender de la autora, pero también al género epistolar, los editores enfatizaron el carácter anecdótico de las cartas referidas a personas de su tiempo y resaltaron los estereotipos nacionales. La estudiosa muestra gracias a ejemplos esclarecedores la despolitización y la minimalización de su obra que produce, entre otras cosas, la decisión de los editores de silenciar el distanciamiento de Isabel Carlota de Orleans respecto de las convenciones impuestas a las mujeres de la época, así como su rechazo de la intolerancia religiosa.

Cornelia Ruhe parte del significado atribuido por los Cultural Studies al término traducción, referido a las relaciones culturales que implican una relación jerárquica entre original y copia. Sostiene que cuando apenas se puede reconocer el original en la copia, sería más conveniente hablar de intertextualidad. Para apoyar esta propuesta, toma el ejemplo de Emilia Pardo Bazán, cuyos ensayos se distancian tanto de sus fuentes (el naturalismo de Zola y las ideas de de Vogüé sobre la novela rusa) que se deberían considerar no como traducciones infieles sino como originales marcados por la intertextualidad. Sin embargo, a pesar de que Pardo Barzán nunca ocultó sus fuentes, los presupuestos ligados a su género llevaron a distintos ríticos a acusarla de plagio. Al considerar, como quería la autora, que sus subversivos ensayos eran anodinas traducciones, perdieron de vista que en realidad difundía en sus textos una posición femenina independiente.

El último artículo de esta primera parte se interesa por el papel de la censura franquista. Pilar Godayol distingue tres etapas en la recepción de obras extranjeras de autoría femenina y feminista en Cataluña durante la dictadura, e ilustra cada una con un ejemplo: los Poemes de santa de Teresa de l’Infant Jesús parecen en el periodo de mayor represión; La mística de la feminitat de Betty Friedan, en el del boom editorial catalán; y El segon sexe de Simone de Beauvoir, después de la desaparición de la censura previa obligatoria. Observa las estrategias y políticas editoriales a fin de averiguar qué actores facilitaron o dificultaron la entrada de esas escritoras en la esfera cultural catalana. Muestra cómo los editores mecenas Ramon Orlandis Despuig y Josep Maria Castellet supieron aprovechar un tempus y un locus favorables para que las traducciones se autorizaran. También evidencia que, si bien la obra de santa Teresa convenció a los censores por una triple subalternidad, al contrario, fue el prestigio internacional que habían adquirido las dos obras posteriores el que les evitó finalmente la censura.

La segunda parte del volumen se enfoca en la traducción como un producto, resultado de refracciones de género, estén estas relacionadas con factores políticos, culturales o específicamente lingüísticos. La constituyen dos artículos. En el primero, Andrea Pagni se interesa por los casos en los que la identidad sexual es un factor relevante en distintos fenómenos de refracción que llaman la atención sobre la presencia del traductor. Antes de escribir lo que se consideraría como la primera autobiografía homosexual francesa, André Gide publica L’Immoraliste, una obra de ficción en la que Michel descubre sus inclinaciones pederastas. Aunque se publique en el campo literario francés de mediados del siglo xx, en el que la temática homosexual está ya legitimada y canonizada, el autor introduce una serie de mediaciones entre él y su protagonista. En la Argentina de la misma época, donde la homosexualidad era un tema todavía muy subversivo, Julio Cortázar se enfrenta con la dificultad de traducir el deseo inconsciente del protagonista y el deseo no formulado del autor implícito. La investigadora analiza su traducción y muestra cómo Cortázar introduce fenómenos de refracción convencionalizantes, que reducen las huellas de homoerotismo.

En el segundo, Ina Schabert observa las traducciones de textos contemporáneos1 que explotan los recursos morfosintácticos de las lenguas francesa o inglesa para cuestionar el dualismo de géneros. Ya que los marcadores de género difieren de una lengua a otra, resulta particularmente interesante observar las estrategias de traducción empleadas. Mientras que las autoras se las ingenian para difuminar las fronteras entre sexos, cultivan la ambigüedad e invitan el lector a preguntarse sobre los límites de la lengua para expresar cuestionamientos identitarios, a algunos traductores parece costarles reproducir el carácter epiceno de los originales, por falta de soluciones creativas. Además, la crítica tiende a desambiguar las obras, atribuyendo al protagonista el sexo de la autora, prueba según la investigadora de que la experimentación en materia de género sigue encontrando resistencias.

Tres artículos conforman la tercera parte, que se inscribe en una perspectiva histórica más amplia y pretende sacar a la luz la variabilidad en el tiempo de la influencia del género en los procesos de traducción. Así pues, Beate Langenbruch estudia la representación de los géneros sociales en las traducciones de la chantefable medieval Aucassin et Nicolette, en la que los roles de género se ven invertidos. La primera traducción, de Jean-Baptiste La Curne de Sainte-Palaye (1752), inicia una larga tradición de normalización de los comportamientos sociales. Los paratextos, por ejemplo, orientan la recepción de la obra hacia una lectura sentimentalista, reducen el papel de Nicolette y confieren a Aucassin una postura más afirmada. Solamente la única traductora de la época parece considerar el género como una construcción social. La investigadora lamenta que las versiones modernas, influenciadas por las anteriores, no sean necesariamente más anticonformistas en cuanto a la representación de los géneros, pero destaca iniciativas a la vez más innovadores y más fieles al texto medieval.

Annette Keilhauer se interesa por las relaciones entre traducción, literatura y derechos de la mujer. Adopta un enfoque transversal, que según ella no se ha podido llevar a cabo hasta ahora debido a las fronteras demasiado estrictas entre disciplinas. Se interesa por la interrelación de tres tradiciones: la escritura de las mujeres, la literatura educativa y los discursos que tematizan los derechos de las mujeres. Los muy variados ejemplos muestran que la traducción tiene un efecto ambiguo: por una parte, dado que contribuye a exponer ideas diversas, puede generar tensiones, pero, por otra parte, refuerza la solidaridad. Debe considerarse como una forma de transferencia cultural, cuya función varía según el contexto histórico y cultural. Luego Keilhauer analiza el papel de la traducción en el discurso femenino trasversal que desarrolla el periódico feminista italiano La Donna, marcado por la reciente unificación italiana, en la que se atribuía a la mujer un papel crucial de madre y educadora.

En el último artículo, Madeleine Stratford investiga lo que llama la “prehistoria” de la traducción de obras de escritoras canadienses, es decir, libros traducidos antes de 1951. Para ello, revisa los datos compilados por Philip Stratford en su bibliografía gracias, además de fuentes más tradicionales, a herramientas electrónicas como Google o Worldcat. Añade obras y nombres a la lista ya establecida, se interesa por los géneros textuales representados, así como por el lugar de publicación de las traducciones. Su estudio es un primer paso que contribuye a corregir la visión errónea de que las obras de escritoras canadienses no circulan antes de mediados del siglo xx, pero la investigadora llama a seguir con la recopilación de datos, incluyendo, entre otras, las traducciones publicadas en periódicos o realizadas a partir de lenguas minoritarias. También invita a pensar en las bibliografías como objeto de estudio, en la medida en que proceden siempre de la subjetividad del compilador.

Cada uno de los artículos reunidos en este volumen colectivo relaciona las cuestiones del género y de la traducción de un modo particular, ofreciendo al lector un panorama muy variado de metodologías, fuentes y herramientas. Redactadas por especialistas provenientes de distintos ámbitos, las contribuciones no solamente son de suma relevancia para todos quienes investigan cuestiones de traducción y género, sino que también alimentarán la reflexión de los interesados en la agencia individual, las estrategias editoriales o la historia cultural y de las mujeres

Material suplementario
Notas
Notas
1 Tres obras originales en inglés : In Transit, de Brophy, Written on the Body, de Winterson y The Passion of New Eve, de Carter, y dos obras francesas: Orlanda, de Harpman y Sphinx, de Garréta.
* Cómo citar esta reseña: Belleflamme, C. (2020). Reseña del libro Refracciones. Traducción y gé-nero en las literaturas románicas/Réfractions. Traduction et genre dans les littératures romanes, Annette Keilhauer y Andrea Pagni (Eds.), LIT Verlag, 2017, 241 pp. Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción, 13(2), 537-540
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