Resumen: El objetivo de esta revisión fue comparar la influencia del entrenamiento aeróbico y de fuerza combinados (EAFC) con el entrenamiento aeróbico (EA) sobre capacidad aeróbica, fuerza muscular y otras variables relevantes en la rehabilitación cardíaca (RC) de pacientes con enfermedad de las arterias coronaria (EAC). Realizamos una revisión de revisiones sistemáticas y meta-análisis en PubMed hasta el 27 de abril de 2019. Se identificaron un total de 30 artículos y se seleccionaron finalmente 3 estudios para esta revisión. La calidad general de los estudios incluidos fue moderada (AMSTAR-2). El EAFC presentó mayores mejorías en comparación al EA sobre capacidad aeróbica, composición corporal y fuerza muscular en pacientes adultos (rango de edad media: 45-73 años) con EAC. Esta revisión agrega evidencia adicional que el EAFC presenta mejoras clínicamente significativas sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en comparación al EA. Son necesarios más estudios que permitan establecer conclusiones consistentes de los efectos del EAFC en comparación al EA sobre calidad de vida. Además, son necesarios más estudios que analicen diferentes protocolos del EAFC y que permitan establecer su prescripción más eficiente en la RC de esta población.
Palabras clave:Enfermedad de las arterias coronariasEnfermedad de las arterias coronarias,entrenamiento aeróbicoentrenamiento aeróbico,entrenamiento aeróbico y de fuerza combinadosentrenamiento aeróbico y de fuerza combinados,rehabilitación cardíacarehabilitación cardíaca.
Abstract: The objective of this review was to compare the influence of combined aerobic and strength training (EAFC) with aerobic training (EA) on aerobic capacity, muscle strength and other relevant variables in cardiac rehabilitation (RC) of patients with coronary artery disease (EAC). We conducted a review of systematic reviews and meta-analyzes in PubMed up to 27 April 2019. A total of 30 articles were identified and 3 studies were finally selected for this review. The overall quality of the included studies was moderate (AMSTAR-2). EAFC showed greater improvements compared to EA on aerobic capacity, body composition and muscle strength in adult patients (mean age range: 45-73 years) with EAC. This review adds additional evidence that EAFC presents clinically significant improvements in aerobic capacity and muscular strength compared to EA. More studies are needed to establish consistent conclusions about the effects of EAFC compared to EA on quality of life. In addition, more studies are needed to analyze different protocols of the EAFC and to establish their most efficient prescription in CR of this population.
Keywords: Coronary artery disease, aerobic training, combined aerobic and strength training, cardiac rehabilitation.
Investigación
Efectos del entrenamiento aeróbico y de fuerza combinados vs entrenamiento aeróbico sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en pacientes con enfermedad de las arterias coronarias
Effects of combined aerobic and strength training vs aerobic training on aerobic capacity and muscular strength in patients with coronary artery disease

Recepción: 30 Mayo 2019
Aprobación: 20 Diciembre 2019
La enfermedad de las arterias coronarias (EAC) afecta a 17.5 millones de personas cada año (World Health Organization, 2016a), siendo la primera causa de muertes a nivel mundial con 7.4 millones de muertes en 2012 y un pronóstico de 9.2 millones de fallecimientos para el año 2030 (Mendis, Puska, Norrving, & (Eds.), 2011, World Health Organization, 2016b). La rehabilitación cardíaca (RC) es el tratamiento y prevención secundaria de enfermedades cardíacas (Montalescot et al., 2013). La RC mejora el pronóstico de la enfermedad, recomendándose la participación de todos los pacientes con EAC (Woodruffe et al., 2015). Es recomendable la inclusión de un programa de ejercicio físico (PEF) dentro de la RC como factor principal para el éxito de esta y la prevención en la recurrencia de eventos cardíacos (Anderson et al., 2016, Piepoli et al., 2010). Las actuales cifras de mortalidad por EAC, con su pronóstico de aumento para los próximos años, suponen un problema socio-sanitario de primer orden mundial (de Gregorio, 2018, World Health Organization, 2016b). Por ello, la RC con un PEF resultan cruciales para reducir estas cifras y mejorar la salud de los pacientes (Montalescot et al., 2013, Woodruffe et al., 2015). De hecho, la RC que incluye un PEF se asocia con mejoras en funciones cardiovasculares, disminución de la mortalidad por todas las causas y aumento de las tasas de supervivencia en pacientes con EAC (Anderson & Taylor, 2014, Anderson et al., 2016). Estas mejoras están mediadas, entre otros, a través de mejoras sobre componentes de la condición física inducidos por el PEF (Valkeinen, Aaltonen, & Kujala, 2010). La capacidad aeróbica, determinada generalmente a través del consumo máximo de oxígeno (VO2máx) o el consumo de oxígeno pico (VO2pico), es un predictor importante en el pronóstico y mortalidad en esta enfermedad (Kodama et al., 2009). A su vez, la fuerza muscular es otro importante parámetro de pronóstico y mortalidad en estos pacientes (Liu & Latham, 2009). Por lo tanto, resulta fundamental saber que PEF presenta mayores mejoras sobre estas capacidades en la RC.
El entrenamiento aeróbico (EA) ha sido el PEF tradicional en la RC, con mejoras sobre el VO2pico en pacientes con EAC (Piepoli et al., 2010). El EA consiste en realizar un tipo de ejercicio físico (e.g correr) de forma continua, a una intensidad moderada (50-80% VO2pico), y por un período de tiempo prolongado (30-60 minutos) (Moholdt, Madssen, Rognmo, & Aamot, 2014). El entrenamiento de fuerza ha cumplido un rol secundario en la RC (Lavie & Milani, 2011), aunque ha resultado ser importante en la prevención secundaria de esta población al reportar mejoras sobre fuerza muscular (Yamamoto, Hotta, Ota, Mori, & Matsunaga, 2016). Si bien originalmente se asumió que los ejercicios de fuerza en estos pacientes eran peligrosos debido a los rápidos aumentos de la frecuencia cardíaca y la presión arterial (Mitchell & Wildenthal, 1974), desde entonces se ha demostrado que este tipo de ejercicio puede realizarse de manera segura hasta el 90% de 1 repetición máxima (1RM) en la RC (Helgerud et al., 2011, Schmid et al., 2008). El entrenamiento aeróbico y de fuerza combinados (EAFC) ha sido menos analizado, obteniendo mayores mejorías sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en comparación al EA (Marzolini, Oh, & Brooks, 2012). Sin embargo, no se han comparado revisiones sistemáticas y no se conocen los efectos del EAFC sobre otras variables relevantes en la RC de esta población, como calidad de vida o composición corporal (Hollings, Mavros, Freeston, & Singh, 2017).
Por lo tanto, el objetivo del presente estudio es comparar la eficacia del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica, fuerza muscular y otras variables relevantes en pacientes con EAC.
Se realizó una búsqueda electrónica hasta el 27 de abril de 2019 en la base de datos PubMed. Se incluyeron revisiones sistemáticas y/o meta-análisis que examinaran y compararan efectos del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular como variables principales en personas con EAC.
Al realizar la búsqueda en PubMed se utilizaron los términos MeSH (Medical Subject Heading) para definir la patología cardíaca y la intervención mediante ejercicio físico. La combinación fue la siguiente: ‘coronary artery disease’ [MeSH] AND ‘exercise’ [MeSH] OR ‘exercise therapy’ [MeSH] OR ‘resistance training’ [MeSH] OR ‘circuit-based training’ [MeSH]. Además, se seleccionaron como criterios para la búsqueda: estudios de revisiones sistemáticas y/o meta-análisis, publicados en inglés o español, a texto completo, y en población humana.
Para ser seleccionados en esta revisión, los artículos debían cumplir los siguientes criterios de inclusión: (1) estudios que analicen y comparen la influencia del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en pacientes con EAC; (2) en inglés o español a texto completo, publicados en la base de datos seleccionada; y, (3) en modalidad de revisión sistemática y/o meta-análisis.
Además, los criterios de exclusión fueron los siguientes: (1) investigaciones sobre pacientes cardíacos que no incluyan EAC; (2) revisiones que no expresen resultados específicos sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular; (3) estudios que no analicen y comparen los efectos del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular; (4) revisiones que sus resultados sean la combinación de EAC con otra patología; y, (5) artículos que expresen resultados en base a estudios en animales.
Siguiendo los procedimientos de la estrategia de búsqueda en la base de datos PubMed, se identificaron 30 artículos. La Figura 1 muestra gráficamente el flujo del proceso de búsqueda según la declaración ‘Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses’ (PRISMA) (Moher, Liberati, Tetzlaff, Altman, & Group, 2009). En base a los criterios de inclusión/exclusión, dos revisores (BBP y VDG) realizaron el siguiente procedimiento de selección: (1) fase de cribado aplicada a título y resumen; (2) búsqueda de texto completo y evaluación de elegibilidad de los artículos seleccionados después del paso anterior. En caso de dudas para la selección de estudios, se resolvió por consenso entre ambos autores. Se buscaron manualmente las listas de referencias de los artículos incluidos para identificar otros estudios apropiados. Finalmente, un total de 3 artículos cumplieron con los criterios de inclusión/exclusión (Fig. 1).
Dos revisores (BBP y VDG) recopilaron los datos de los estudios incluidos que incluyeron: año y revista de publicación, título, nombres de los autores, tipo de estudio, objetivos, criterios de inclusión, fecha de búsqueda de artículos, fuentes de financiamiento, calidad metodológica de las intervenciones, número de artículos incluidos, edad y número de pacientes, descripción de los protocolos de entrenamientos (frecuencia/duración, intensidad, tipo y tiempo), resultados y conclusiones sobre capacidad aeróbica, fuerza muscular y otras variables relevantes (ver Tabla 2).
La calidad metodológica se evaluó utilizando la herramienta ‘Assessment of Multiple Systematic Reviews 2’ (AMSTAR-2), instrumento validado para la evaluación crítica de revisiones sistemáticas que incluyan ensayos aleatorizados y no aleatorizados (Shea et al., 2017a). AMSTAR-2 es un cuestionario que contiene 16 dominios con opciones de respuesta: "si" (resultado es positivo), "si parcial" (adherencia parcial al estándar), o "no" (no se cumplió el estándar) (Shea et al., 2017a). 7 dominios son considerados críticos (dado que pueden afectar sustancialmente la validez de una revisión y sus conclusiones), y 9 dominios son considerados no críticos (ver tabla 1) (Ciapponi, 2017). De las debilidades en estos dominios surgen cuatro niveles de confianza: alta (ninguna debilidad crítica y hasta una no crítica), moderada (ninguna debilidad crítica y más de una debilidad crítica), baja (hasta una debilidad no crítica, con o sin debilidades no críticas) y críticamente baja (más de una debilidad crítica, con o sin debilidades no críticas) (Shea et al., 2017a). Los autores realizaron la valoración de confianza de los estudios utilizando la lista de verificación en línea AMSTAR-2 (Shea et al., 2017b). Cada una de las revisiones incluidas fue evaluada por dos revisores (BBP y VDG), siendo las evaluaciones discutidas y acordadas en forma de consenso por ambos. La Tabla 1 resume la evaluación de calidad de los estudios de revisiones sistemáticas y/o meta-análisis incluidos.

Veintiocho estudios fueron descartados al aplicar criterios de inclusión/exclusión al título y resumen. Al ser evaluado por texto completo, se excluyó 1 estudio por no contener EAFC (Yamamoto et al., 2016). En total se incluyeron 3 estudios, 1 identificado en la búsqueda de la base de datos PubMed (Marzolini et al., 2012) y 2 identificados en la búsqueda manual (Hollings et al., 2017, Xanthos, Gordon, & Kingsley, 2017). Un resumen de los estudios incluidos se presenta en la Tabla 2. Los 3 estudios contienen revisiones sistemáticas y meta-análisis (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Todos los estudios compararon los efectos del EAFC y EA en pacientes adultos (rango de edad media: 45-73 años) con EAC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Se analizaron un total de 54 intervenciones con 2561 pacientes en los 3 estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Los resultados sobre capacidad aeróbica se determinaron a través de la capacidad máxima de ejercicio (tiempo-watts/min) y del consumo de oxígeno pico (mL/kg/min) (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Los resultados de la fuerza muscular se establecieron a través de la contracción máxima voluntaria (Hollings et al., 2017), pico de torsión (newton-metros) (Hollings et al., 2017, Xanthos et al., 2017) y 1 repetición máxima (RM) (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012,Xanthos et al., 2017). La Tabla 1 indica los niveles de confianza AMSTAR-2. Los 3 estudios incluidos presentaron nivel de confianza moderado (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017).

Para el EAFC y EA, la duración osciló entre 3-48 semanas y la frecuencia entre 1-5 sesiones semanales (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Para el EAFC, el rango de intensidades más utilizadas osciló entre 20-80% 1 RM, y entre 40-85% FCmáx, 60-85% FCpico y 60-80% VO2pico (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Para el EA, el rango de intensidades más utilizadas osciló entre 40-85% FCmáx, 60-85% FCpico y 60-80% VO2pico (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Los tipos de ejercicio físico más utilizados en el EAFC fueron máquinas de pesas, peso corporal o peso libre, y caminar, ciclismo o correr (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Dos estudios no especificaron tipo de ejercicio físico para el entrenamiento de fuerza (Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Para el EA, los tipos de ejercicio más utilizados fueron caminar, ciclismo o correr (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). El tiempo de sesión en el EAFC osciló entre 1-6 series de 1-6 repeticiones con 2-10 ejercicios, y entre 8-95 minutos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Para el EA, el tiempo de sesión osciló entre 12-95 minutos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Un estudio no especificó frecuencia, tipo de ejercicio físico, intensidad y tiempo de sesión de las intervenciones del EAFC y EA (Xanthos et al., 2017).
El EAFC y EA se asociaron a mejoras significativas sobre capacidad aeróbica en pacientes con EAC, siendo más efectivo el EAFC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). El EAFC reportó mejoras significativas (DME 0.30 -0.88) sobre capacidad máxima de ejercicio en comparación al EA (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). El EAFC reportó mejoras significativas (DME 0.61) (Xanthos et al., 2017) y no significativas (DME 0.14 – DMP 0.41) (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012) sobre VO2pico en comparación al EA.
EL EAFC se asoció con mejoras significativas (DME 0.60 – 1.07) sobre fuerza muscular en comparación al EA en pacientes con EAC. Se reportaron resultados sobre fuerza muscular de miembros inferiores (DME 0.60 – 0.77) y superiores (DME 1.07).
El EAFC reportó mejoras significativas en comparación al EA sobre composición corporal en pacientes con EAC (Marzolini et al., 2012). Se encontraron mejoras significativas del EAFC en comparación al EA sobre grasa visceral en la región del tronco (DME -0.56), masa libre de grasa (DMP 0.88kg) y porcentaje de grasa corporal (DMP -2.30%) en pacientes con esta patología (Marzolini et al., 2012).
Por otra parte, dos estudios realizaron análisis de los efectos de ambos entrenamientos sobre calidad de vida en pacientes con EAC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). La poca cantidad de intervenciones y datos sobre esta variable no permitió obtener conclusiones consistentes (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Se observó evidencia limitada de los efectos del EAFC en comparación al EA sobre calidad de vida en la RC de esta población (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012).

El EAFC reportó mayores mejorías en comparación al EA sobre capacidad aeróbica (capacidad máxima de trabajo y VO2pico) de pacientes adultos con EAC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Debido a la calidad de las intervenciones que se analizaron en las revisiones sistemáticas, y a su vez, a la calidad de las revisiones sistemáticas, la evidencia resultó moderada. Los 3 estudios reportaron mejoras significativas sobre capacidad máxima de ejercicio (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Estudios previos han encontrado que mejoras en la capacidad máxima de ejercicio se asociaron con beneficios sobre calidad de vida (Chen et al., 2014, Staniute, Bunevicius, Brozaitiene, & Bunevicius, 2014), función diastólica del ventrículo izquierdo (Piché et al., 2019), movilidad funcional (Chen et al., 2014) y rendimiento cardíaco (Piché et al., 2019) en pacientes con esta patología. Además, se encontraron mejoras significativas (Xanthos et al., 2017) y no significativas (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012) sobre VO2pico. Estudios anteriores han encontrado que incluso incrementos modestos sobre el VO2pico obtienen beneficios funcionales y de pronóstico en esta enfermedad (Kavanagh et al., 2002).
Por otra parte, el EAFC reportó mejoras significativas en comparación al EA sobre fuerza muscular en pacientes con EAC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Estudios previos han encontrado que incrementos en la fuerza muscular se asocian con un mejor pronóstico y supervivencia en esta población (Artero et al., 2012, Hyatt, Whitelaw, Bhat, Scott, & Maxwell, 1990, Metter, Talbot, Schrager, & Conwit, 2002), además de mejorar la movilidad funcional de adultos mayores con esta enfermedad (Liu & Latham, 2009, Marzolini et al., 2012). Pacientes con baja movilidad presentan mayor riesgo de eventos cardiovasculares (Yamamoto et al., 2016). El EAFC puede ser crucial en la RC de esta población al mejorar esta variable (Lavie & Milani, 2011, Xanthos et al., 2017). Los estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017) y estudios anteriores (Pattyn et al., 2017) han encontrado que el EA ha resultado insuficiente para mejorar la fuerza muscular en pacientes con esta patología.
Además, un estudio encontró que el EAFC reportó mejoras significativas en comparación al EA sobre composición corporal en pacientes con EAC (Marzolini et al., 2012). Existe una creciente prevalencia de obesidad y sobrepeso en la RC de esta población (Audelin, Savage, & Ades, 2008, Marzolini, Brooks, & Oh, 2008), con manifestaciones secundarias de mayor riesgo de muerte y eventos cardíacos recurrentes tras un infarto de miocardio (Wilson, D’Agostino, Sullivan, Parise, & Kannel, 2002). Componentes de la composición corporal de pacientes con esta patología son predictores de factores de riesgo cardiovascular (concentración de triglicéridos en plasma, niveles de lipoproteínas de alta densidad, ratio glucosa/insulina) (Brochu, Poehlman, Savage, Ross, & Ades, 2000). El EAFC reportó una mayor acumulación de masa muscular en comparación al EA (Marzolini et al., 2012), produciendo una mayor sostenibilidad del cambio en la composición corporal a través de un aumento en la tasa metabólica en reposo (Pratley et al., 1994) y mayor beneficio en pacientes con enfermedad metabólica como la diabetes (Sigal et al., 2007). Además, la pérdida de grasa visceral en la región del tronco que favoreció el EAFC en comparación al EA resulta importante (Marzolini et al., 2012), debido a que el exceso de grasa abdominal se asocia con mayor riesgo de accidente cerebro vascular, diabetes mellitus tipo II, exceso de nivel de lípidos en sangre, presión arterial alta y resistencia a la insulina (Després et al., 1990, Lamarche, 1998). Por lo tanto, la composición corporal en la RC de pacientes con EAC resulta una variable de gran relevancia.
En cuanto a la cantidad de eventos adversos durante el EAFC, no se reportaron diferencias en comparación al EA en los 3 estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Si bien existe poca evidencia sobre la cantidad de eventos adversos y su comparación según estos entrenamientos, los datos limitados sugieren que el EAFC no presentó más riesgos que el EA en la RC de esta población (Hollings et al., 2017).
Por último, resulta imprescindible detallar el PEF, lo que supone la delimitación de 4 elementos que son esenciales en la medida de los efectos del entrenamiento: frecuencia, intensidad, tipo y tiempo (FITT) (Riebe et al., 2015). Los componentes del principio FITT constituyen la dosis, prescripción o cantidad de ejercicio físico para mejorar la salud (Billinger, Boyne, Coughenour, Dunning, & Mattlage, 2015). Según la American College of Sports Medicine, los eventos de riesgo de las enfermedades cardiovasculares pueden ser reducidos con la prescripción segura y efectiva del PEF a través del principio FITT según la etapa y estado de la enfermedad (Riebe et al., 2015). Varias frecuencias, intensidades, tipos y tiempos del PEF se han propuestos en la RC (de Gregorio, 2018). Sin embargo, los protocolos de entrenamiento aún son discutidos ya que existe una gran diversidad y poco análisis del principio FITT (Ambrosetti et al., 2017, Gayda, Ribeiro, Juneau, & Nigam, 2016). En cuanto al EAFC, se ha establecido una gran variabilidad en los parámetros de los elementos FITT en los estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Diferentes prescripciones del EAFC presentarían diferentes efectos sobre la RC de esta población (Hollings et al., 2017). Estudios anteriores han encontrado que mayor intensidad del EAFC reportó mayores mejorías sobre depresión, fuerza muscular y osteoporosis (Hollings et al., 2017). En relación a la prescripción del EAFC, es imprescindible la supervisión y prescripción del PEF según las características clínicas y personales de cada paciente (Liu & Latham, 2009). Son necesarios más estudios con una correcta metodología que analicen y comparen diferentes protocolos del EAFC para establecer la prescripción más eficiente en la RC de pacientes con EAC.
Encontramos como limitantes la búsqueda de estudios publicados en dos idiomas en una sola base de datos y el número reducido de estudios que cumplieron los criterios de inclusión. En cuanto a la información que presentan las revisiones sistemáticas y meta-análisis incluidos, se encuentra una gran variedad en los parámetros de los protocolos de los entrenamientos, heterogeneidad alta y calidad moderada en los resultados, por lo que las conclusiones que se puedan sacar a partir de este tipo de investigaciones en estos apartados deben ser tenidas con cautela.
El EAFC presentó mejoras significativas en comparación al EA sobre la capacidad máxima de ejercicio, composición corporal y fuerza muscular en pacientes adultos (rango de edad media: 45-73 años) con EAC. Respecto al consumo de oxígeno pico y otras variables relevantes de la RC analizadas, son necesarios más estudios para llegar a conclusiones consistentes que permitan identificar la prescripción del PEF más beneficiosa sobre calidad de vida en esta población. Además, son necesarios más estudios que analicen los efectos de diferentes protocolos del EAFC sobre variables de la RC, evaluando la seguridad de este PEF.
Cómo citar: Bizzozero, B., & Díaz, V. (2020). Efectos del entrenamiento aeróbico y de fuerza combinados vs entrenamiento aeróbico sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en pacientes con enfermedad de las arterias coronarias. Revista Ciencias de la Actividad Física UCM, N° 21(1), enero-junio, 1-17. DOI: http://doi.org/10.29035/rcaf.21.1.2
Dirección para correspondencia: Bruno Bizzozero Peroni Máster en Actividad Física y Salud Instituto Superior de Educación Física, Universidad de la República. Rivera, Uruguay. Ituzaingó 667 / 40000 / Rivera, Uruguay ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0614-5561 Contacto: bbizzozero@isef.edu.uy


